Hola a todos ¿Cómo están? Espero que muy bien…les pido mil disculpas por no haber actualizado pero tuve algunos problemitas….leí sus reviews, bastante interesantes, gracias y respondiéndoles...les digo que Helga con el estilo dark es una idea bastante buena, pero para este fics necesitaba a una Helga que aparentara ser diferente pero que en realidad no lo fuera, quería demostrar que todos la veían bastante cambiada tan solo por su aspecto físico pero la única persona que la conoce realmente sabría que ella seguía siendo la misma, saben quien es esa persona ya…Lila mi gran amiga, no pretendo hacerle ningún tipo de mal en el fic, al contrario, ella va a quedar muy bien parada en todo esto, quizás sufra al principio y no es que sufra, también se va a divertir pero estará bien, se los aseguro…sobre la chica con la que Gerald engañó a Phoebe, les digo que para saber su nombre tendrán que esperar a que Gerald o la misma Phoebe quieran hablar de eso, así que..No se hagan ilusiones...Mentira, es una broma...Sobre los capítulos cortos, para la próxima trataré de hacerlos mas largos…Aquí el next chapter…
Disclaimer: estos simpáticos personajes ya no tan simpáticos son propiedad de la cadena Nickelodeon, mi intención con esta historia no es de lucro es simplemente diversión para mí y para los lectores…
CAPITULO IV
La noche estaba entrada pero no demasiado, estaban en el pórtico de la casa de Helga, sumidos en un molesto silencio desde hacía algunos minutos, Lorenzo jugaba con las llaves de su auto, se veía realmente molesto…Helga lo observaba, apoyado contra la puerta de su auto…
-ahora soy yo la que pregunta si nos quedaremos así toda la noche o hablaremos-dijo interrumpiendo el crudo silencio. Lorenzo la observó por primera vez en mucho rato, sus ojos negros la miraban fríamente, nunca la había mirado de esa forma
-hablaremos. Pero quiero la verdad Helga-le dijo-solo la verdad
-¿y nada mas que la verdad?-preguntó ella en un tono burlón
-es enserio-le dijo decidido y más molesto aún-quiero que me digas si… ¿amas a Arnold?-preguntó. Helga lo miró en silencio por varios segundos, no sabía que responderle
-no, no lo amo-respondió no muy convencida pero demostrando todo lo contrario-si lo amara no estuviera contigo
-¿estas segura de que esa es la verdad?-preguntó
-si, segura…-contestó-Lorenzo no quiero estar enojada contigo, es mejor que arreglemos las cosas ¿no crees? No podemos arruinar lo que tenemos así de esta manera tan falsa y horrible
-si, tienes razón ¿me disculpas por desconfiar de ti?-preguntó acercándose a ella
-claro, te disculpo-contestó sonriéndole
-gracias…-le dijo y la abrazó, Helga tardó en corresponder al abrazo pero lo hizo…la verdad era mejor arreglar las cosas…
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-¿Cómo te fue con Phoebe?-preguntó Arnold por el otro lado del teléfono a su amigo Gerald
-no muy bien-contestó el moreno en tono preocupado-como siempre arruiné todo…pero olvídate de mí ¿Qué tal con Helga?
-normal…no pasó nada interesante después de la patada de la tarde-contestó
-¿patada?-preguntó Gerald sorprendido-mejor ni me digas, no me gustará saber…pero dime algo ¿no pasó nada que te demostrara que Helga aun siente algo por ti? No todo pudo ser tan normal…
-pues si, pasó algo…cuando iba a besarla, ella no se alejó, al contrario, se quedó normalmente como si quisiera que la besara
-¿y entonces?-preguntó Gerald con curiosidad
-nada, se marchó argumentando que era muy tarde, aunque eran las 6:00 PM
-vaya Arnold-dijo Gerald riendo-siempre lo he dicho, eres un Romeo, viejo
Al otro día, todo comenzó normalmente, como siempre Helga llegó acompañada de Lorenzo, a Arnold le molestaba, pensaba que seguirían enojados pero sabía que no duraría mucho…era su historia, peleas y reencuentros, un día peleaban y al otro día volvían a ser la pareja del momento, sonrisas por todos lados, tomados de la mano por los pasillos, besos aquí, besos allá…
Salió al receso molesto, quería estar solo pues no deseaba descargar sus frustraciones con alguien que no tenía nada que ver…Pensaba en el beso del día anterior, como Helga le había correspondido, como si nunca lo hubiera dejado de amar luego lo había pateado, no la entendía…ahora estaba con Lorenzo como si nunca hubiera pasado nada entre ellos. Golpeó el árbol contra el cual estaba apoyado sin estar consciente del dolor que sentiría, no le importaba…
-si yo fuera tú, no haría eso nunca más-dijo llegando Lila, sonreía levemente. Tomó la mano de Arnold y la observó por algunos instantes-te lastimaste…-susurró viendo algunos rasguños
-Lila ¿Qué haces aquí?-preguntó Arnold, observando a la pelirroja que en ese momento besó su mano lastimada y lo miraba dulcemente
-vine a hablarte-contestó sonriendo-he pensado mucho en lo que hablamos ayer…y…he decidido que tienes razón, si tú no me amas debo de entenderlo o por lo menos, tratar de hacerlo…Arnold, no quiero perder tu amistad, es suficiente con haber perdido tu amor…no quiero perderte como amigo
-Lila yo…
-déjame hablar-lo interrumpió antes de que pudiera decir algo más- yo te amo y lo sabes, solo quiero que sepas algo más, si me necesitas no dudes en buscarme por que yo siempre estaré cuando me necesites, siempre
-gracias, eres muy buena amiga-dijo abrazándola-te quiero mucho Lila
-yo también Arnold-le dijo correspondiendo a su abrazo y sonriendo-siempre será así…-susurró
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Gerald observaba divertido la pelea entre el matrimonio más sólido del salón, Ronda y Harold…desde hacía algunos minutos, la auto-nombrada reina de la moda y el estilo, peleaba por la súper hamburguesa que su robusto y deportista esposo se atragantaba, doble carne, lechuga, tomates, salsa picante, ketchup…
-¡es un criadero de grasa!-gritó histérica y con repulsión, su plato de lechugas sin sal en un ataque de desesperación había sido lanzado por su esposo contra la cara del pobre Eugene (yuyin?)
-ya te he dicho que no me controles lo que como-le dijo Harold dándole otra mordida a su hamburguesa-o lo pagará tu basura nutritiva, el equipo de fútbol de esta escuela necesita hombres robustos no nutridos…así que ¡déjame en paz!
-Harold, eres un…
Gerald había desviado su atención de la divertida pelea hacia la chica oriental, quien en esos momentos se sentaba en una mesa con un libro y mordía una manzana, hoy se veía mas linda que nunca, pensó, su pelo negro y lacio estaba suelto, vestía una blusa estilo japonesa negra con detalles rojos y unos pantalones bombachos negros también que llegaban a la mitad de las pantorrillas…se fue acercando a su mesa lentamente sin que ella lo notara, se sentó en la silla que quedaba a su lado…
-quiero hablar contigo ¿puedes?-le dijo. La chica se sobresaltó al parecer si estaba muy concentrada en aquel libro de Psicoanálisis de relaciones matrimoniales
-Gerald ¿Qué quieres?-le preguntó algo fastidiada-trato de buscar algo que nos ayude en el dichoso trabajo de Slater
-ya te dije que quiero hablar…
-¿sobre que?-preguntó
-no trates de engañarme Phoebe, no sufres de amnesia y sabes bien de lo que quiero hablarte-le dijo algo molesto
-si es sobre lo de ayer, desde ahora te aviso que no me interesa hablar de eso…nunca sucederá otra vez
-¿y por que no?
-de verdad que eres un cínico Gerald- le dijo molesta mirándolo fijamente, en ese momento aventó el libro contra la mesa-pero si de verdad quieres, te refrescaré la memoria…a ninguna mujer le gustaría encontrar a su novio en la cama con otra-dijo con los ojos aguados, molesta y algo temblorosa. Gerald aún la observaba sin encontrar palabras que decirle-buscando lo que tu no podías darle, por que eso fue lo que pasó…buscaste con esa cualquiera lo que no te di, si de verdad me hubieras amado no te hubiera importado esperar a que estuviera lista…pero de ti no me sorprende nada ya…te odio y quiero que me dejes en paz de una vez por todas-después de decir esto salió corriendo ante las miradas extrañadas de muchos, que no habían escuchado nada pero lo habían visto todo
-¡¿y que demonios están mirando! ¡Se acabó el espectáculo!-gritó furioso saliendo de allí- se acabó
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-bien amor, nos veremos luego-le dijo Helga dándole un beso rápido en los labios-no me extrañes-le dijo mientras se marchaba
-eso será imposible-dijo sonriéndole. Miró unos momentos hasta que la rubia desapareció de su vista, sintió una mano sobre su hombro y miró, era una delicada mano femenina con uñas pintadas de barniz rosa
-que bueno que hiciste lo que te dije-le dijo. Era Lila, lo miraba sonriente jugando con la medalla de su cadena-¿nos vamos?
-si…-contestó Lorenzo, le abrió la puerta del auto. La chica subió y él cerró la puerta-quiero que sepas una cosa pelirroja, no me arreglé con Helga por que tú lo quisiste, la quiero y quiero estar con ella, eso es todo-dijo. Pasó al otro lado del auto y subió, encendió el convertible
-muy bien Lorenzo-le dijo Lila-es lo que tú digas, como siempre ¿no?-preguntó mirándolo y sonriendo desafiante
-si, así es...me alegro que tengas las cosas en claro-contestó y emprendió marcha… -supe que tú también buscas la forma de arreglarte con Arnold, hoy junto al árbol le hablaste de amistad, de que siempre lo amarías y tratarías de entender su decisión… que buena actriz eres pelirroja-comentó unos minutos después en el camino
-¿Cómo sabes eso?-preguntó Lila sorprendida
-digamos que…mis contactos son mejores que los tuyos…
Notas: pues si, algunas…ya ven que ruin es el desengaño, ni me quiero imaginar la situación en la que estuvo Pheebs, espero que me disculpen por hacerle ese mal pero bueno pronto vendrá la calma, así que no se preocupen…El próximo capitulo y los demás traerán algunas sorpresas y recuerdos así que sigan leyendo el fic y dejándome sus reviews, les agradezco a todos esos comentarios tan interesantes que me dejan, de verdad me hacen sentir muy feliz…Gracias
Chau
Los quiero…