Hola a todos…Gracias por volver, me alegro bastante de que sigan leyendo el fic y de verdad, espero, no ausentarme tanto pero ya ven, no fue mi culpa…

Disclaimer: Todos los personajes utilizados en este capítulo menos algunos extras son propiedad de Nickelodeon y mi intención con ellos no es de lucro, es la de entretener y/o conmover a los lectores…

CAPITULO VI

-muy bien-dijo Lorenzo sonriendo con frialdad pero aún sujetándola fuertemente-eso lo veremos-luego de decir esto, la acercó bruscamente a él y comenzó a besarla, Lila se resistía, trataba de golpearlo con todas sus fuerzas pero no podía, Lorenzo la tenía totalmente aprisionada y la seguía besando descontroladamente…En un momento ella se dejó llevar y Lorenzo bajó un poco la guardia, siguieron besándose apasionadamente, con intensidad y al parecer, deseo…como si en verdad era lo que ambos querían…ella acariciaba el lacio pelo negro de él, bajaba por su espalda sintiendo los músculos trabajados con cientos de ejercicios, y él se concentraba en la cintura perfecta de la chica, en su espalda, en su cuello…y…De pronto Lorenzo se detuvo, miró a Lila unos segundos, respirando agitadamente…ella estaba de la misma forma, respirando con dificultad y con las mejillas rosadas…Lorenzo aún la miraba y le sonrió arqueando una ceja, se separó de ella…

-estoy seguro de que Arnold nunca había provocado esta reacción en ti-dijo comenzando a arreglarse el traje-ahora no tendrás dudas de quien es el mejor ¿verdad?-preguntó acercándose a ella, puso su mano en una de sus mejillas aun rosadas…iba a besarla una vez más…pero ella se alejó y le dio una cachetada tremenda, al parecer esta vez si había reunido todas sus fuerzas…-será mejor que pase luego, cuando te calmes pelirroja-dijo sobándose la mejilla que ahora estaba roja y sonriéndole, se dirigió a la puerta, se despidió de ella con una mano y salió…comenzó a bajar las escaleras del pórtico para dirigirse a su auto, esta vez sonrió de una forma diferente y emprendió marcha…

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Phoebe y Gerald caminaban juntos hacia la biblioteca, Gerald le había prometido que mientras estuvieran trabajando juntos no le hablaría de sus sentimientos, lo que no pudo asegurarle es que no lo haría nunca más…ambos sabían que era imposible, el chico ya lo había demostrado muchas veces…Phoebe caminaba con la vista fija en el suelo, temía que sus ojos la delataran, había estado llorando por que quería estar con él pero se hacía a la idea de que no podía y de que no debía…

-Phoebe-dijo Gerald interrumpiendo aquel silencio molesto

-¿si?-contestó Phoebe aun con la vista en el suelo

-sé lo que te prometí pero debo decirte algo-dijo deteniendo la marcha, Phoebe también se detuvo-siento mucho hacerte sufrir tanto, sé que quizás te costará mucho volver a confiar en mí pero debo decirte que desde que sucedió todo aquello no he podido estar en paz por que realmente te necesito y te amo y sé que fui un patán, un poco hombre…pero tú me conoces y sé que algún día, no sé cuando y no me importa esperarlo…me verás a los ojos y verás la verdad…

-Gerald…-le dijo entre sollozos y lo abrazó, no pudo evitarlo, lo necesitaba

-perdóname Pheebs…

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-hola Arnold-saludó Helga entrando a la habitación del chico, la puerta estaba abierta y Arnold apagaba el computador

-hola-dijo sin ningún tono especial-pensé que nos encontraríamos en tu casa

-si, así es…pero decidí venir yo, es que quería saber como estabas cuanto antes-le dijo acercándose a él que estaba de espaldas guardando algunas cosas en su mochila

-gracias-le dijo Arnold volviéndose a ella-pero no necesitabas venir aquí de todas formas

-Arnold, estas molesto conmigo ¿cierto?-le preguntó, Arnold no dijo nada, tan solo se quedó observándola-siento mucho esa pelea, creo que no debieron arreglar las cosas de esa forma, yo iba a…

-ver a Lorenzo y ver si estaba bien-dijo Arnold completándole la frase-y ahora vienes aquí ¿para que? ¿Para hacerme creer que te preocupas por mi? No pierdas el tiempo Helga, no lo necesito

-no, claro que no lo necesitas-dijo Helga comenzando a enojarse-tienes suficiente con la preocupación de Lila, así que la mía no te hace falta

Arnold sonrió, le gustaba saber que Helga estaba celosa por que significaba que le importaba y que aun lo amaba.

-¿nos vamos a tu casa o prefieres que nos quedemos aquí?-preguntó saliéndose del tema. Helga lo miró enojada

-no Arnold, ahora nos vamos a mi casa-respondió molesta-ese es el trato, ahora toca allá-completó saliendo enojada de la habitación, Arnold la siguió.

Las horas como siempre habían pasado rápidamente, el sol casi se ocultaba y el ruido de los automóviles, los radios y la gente disminuía cada vez más, ciertamente Hillwood era un vecindario tranquilo, raramente azotado por un escándalo…La estrellas comenzaron a salir una por una, aunque realmente muchas no se distinguían por que exceso de luces que había en el vecindario opacaba su brillantez…

-creo que por hoy, esto es todo lo que puedo hacer-dijo Arnold estirando los brazos y apoyándose del respaldo de la silla giratoria frente al computador de Helga…De momento se puso de pie y comenzó a guardar unos libros en su mochila…

-hoy estuviste muy silencioso Arnold-le dijo Helga recordando que en toda la tarde Arnold casi no había argumentado palabra y que cada vez que ella le hacía una pregunta para sacarle conversación, él respondía con monosílabos

-pensé que eso era lo que querías Helga-dijo Arnold normalmente acercándose a la chica, estaban frente a frente y él le acomodó un mechón rebelde detrás de la oreja, ella le sonrió-si no quieres que te hable de lo que siento por ti, lo mejor es no hablar…

-deberías hacer algo con ese moretón-dijo desviándose del tema, la cercanía de Arnold ya comenzaba a ponerla nerviosa, estaba sintiendo como la respiración comenzaba a fallarle y entendía que eso no era precisamente un síntoma anterior a un paro respiratorio, entendía que aquello solo pasaba cuando se tenía en frente al amor, al mismo amor...y seguía entendiendo que el amor para ella se llamaba Arnold…había sido así desde que tenía memoria, había sido así…desde siempre…

-si, algo haré-respondió sonriéndole…y tratando de descifrar el ritmo de la respiración de Helga, observando en su mirada un brillo especial y notando como su pecho subía y bajaba una y otra vez-¿te sientes bien?-le preguntó tan solo por preguntar y acercándose un poco más a ella hasta que ella quedó contra la pared

-si, estoy bien Arnold…-respondió empujándolo con suavidad, lo miró a los ojos, cuanto le gustaba esa mirada decidida y segura de él, cuanto le atraía, cuanto le hipnotizaba-estoy bien…-volvió a decir, acercó su cara a la de él y de inmediato aprisionó con sus labios los suyos, se besaban lentamente como queriendo disfrutar cada contacto con los labios del otro-buenas noches Arnold

-buenas noches Helga-le dijo y volvió a besarla…Luego se alejó hacia la puerta, Helga iba tras él, abrió la puerta y se volvió a mirarla una vez más…quería abrazarla…quería…

-Hola Arnold-dijo llegando Phoebe mientras subía las tres escaleras del pórtico de la casa de Helga-Helga…creo que estoy interrumpiendo algo, lo siento-dijo algo apenada al notar como ambos se habían quedado mirándola

-no te preocupes Phoebe-dijo Arnold sonriendo-hasta mañana-se despidió

-creo que esta es una buena noche para conversar-dijo Phoebe sonriendo mientras observaba la esquina por donde segundos antes había desaparecido el rubio….

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-¡cállate! Has dicho demasiadas tonterías y no quiero seguir escuchándote-dijo tomándola por los hombros, bastante enojado

-suéltame imbécil-le ordenó mirándolo fijamente a los ojos, no le tenía miedo…trató de empujarlo pero no pudo-y no, no me callaré…la verdad siempre te molesta ¿cierto? Y a mi no me importa ¡No te comparas con Arnold!

-muy bien-dijo Lorenzo sonriendo con frialdad pero aún sujetándola fuertemente-eso lo veremos-luego de decir esto, la acercó bruscamente a él y comenzó a besarla, Lila se resistía, trataba de golpearlo con todas sus fuerzas pero no podía, Lorenzo la tenía totalmente aprisionada y la seguía besando descontroladamente…En un momento ella se dejó llevar y Lorenzo bajó un poco la guardia, siguieron besándose apasionadamente, con intensidad y al parecer, deseo…como si en verdad era lo que ambos querían…ella acariciaba el lacio pelo negro de él, bajaba por su espalda sintiendo los músculos trabajados con cientos de ejercicios, y él se concentraba en la cintura perfecta de la chica, en su espalda, en su cuello…y… de pronto Lorenzo se detuvo, miró a Lila unos segundos, respirando agitadamente…ella estaba de la misma forma, respirando con dificultad y con las mejillas rosadas…

Esos recuerdos llegaban una y otra vez a la mente de Lorenzo, pensaba en lo mucho que le había gustado aquel beso, sentir la cintura de la pelirroja entre sus brazos, oler aquel perfume tan femenino ¿Qué era? ¿Flores o frutas?

-no puedo creer lo que hice-se dijo a si mismo, recostado en su gran cama-de verdad estaba muy enojado, nunca me han gustado las comparaciones…quizás me excedí con la pelirroja-dijo pasando su pulgar por sus labios y cerrando los ojos, el sueño se estaba acercando…-no, ella se lo merecía…esto le enseñará quien soy…-susurró antes de quedarse dormido

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Lila había tomado un largo baño, había observado por algunos momentos unas marcas rojas que tenía en los brazos…ahora eran rosadas…pensaba en el imbécil de Lorenzo, él tenía razón, Arnold nunca había provocado esa reacción en ella, aunque lo amaba…se sentía algo triste y deprimida pero no sabía por qué, aunque sabía que algo tenía que ver con lo ocurrido con Lorenzo…Tenía bastante que ver con él

-¿Qué me pasa?-se preguntó a si misma frente al espejo, peinándose la cabellera húmeda…en ese momento alguien tocó la puerta-pase-dijo ella, en ese momento Arnold apareció reflejado en el espejo-Arnold ¿Qué haces aquí?-preguntó extrañada volviéndose a él

-vine a visitar a una amiga, creo que puedo ¿o no?...y vine a disculparme por lo de esta tarde

-¿de que hablas?-le preguntó

-bien, si lo olvidaste no hace falta que lo recordemos-respondió Arnold sonriendo-Lila dime ¿Qué te pasa? Te noto algo triste

-no me pasa nada Arnold-mintió ella-gracias por preocuparte

-Lila, sabes que puedes confiar en mí-le dijo-estas así por que extrañas a tu padre ¿cierto?

-si, creo que si-dijo caminado hacia él, ella misma no sabía que le pasaba pero decidió contestar aquello-hace ya mucho tiempo que no lo veo

-ohh…Lila...-dijo entre un suspiro acercándola a él para abrazarla…En ese momento ella comenzó a llorar-sabes que aunque esté lejos de ti, tu padre te adora y quiere lo mejor para ti…por eso trabaja tanto-le dijo, aunque la verdad de las lágrimas de Lila para él era otra…-sabes que puedes confiar en mi ¿cierto?

-si…gracias Arnold-le respondió entre sollozos-gracias

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-bien, seremos sinceras las dos ¿entendido?-decía Helga a su mejor amiga Phoebe mientras se sentaba a su lado en el sofá, la oriental pasaría esa noche en casa de su amiga como en los viejos tiempos sin ser específicamente una pijamada sino para conversar de sus vidas simplemente, hacía mucho tiempo que no conversaban seriamente

-si, entendido-respondió Phoebe-primero cuéntame tú…siempre supe que entre Arnold y tú había pasado algo muy serio en el campamento por lo cual él terminó con Lila y tú te hiciste novia de Lorenzo, cosa que sinceramente pienso que no debió suceder pues amabas a Arnold y por lo que vi hace algunos momentos lo sigues amando… ¿Qué sucedió entre ustedes que causó tantos problemas?

-bien…bien Phoebe-dijo atropelladamente-te contaré por que sé que puedo confiar en ti por que siempre has sido mi mejor amiga… ¿recuerdas que Arnold y Lila estaban peleados? …Lila no fue al campamento que hicimos en la playa justamente por eso, por que estaba muy molesta con Arnold, tanto que habían terminado y…

-hola Helga-dijo Arnold llegando a su lado, se sentó al lado de la rubia en la arena…La luna estaba enorme y brillante y el aire perfumado por la salinidad del mar, se sentía en la brisa que soplaba lentamente

-hola Arnold-dijo devolviéndole el saludo con una sonrisa-cuando te vi llegar, no lo podía creer…pensé que por todo lo sucedido con Lila no vendrías

-decidí venir por que Lila y yo terminamos…y la verdad no quería quedarme en casa pensando en la mala forma que todo acabó-dijo normalmente, estaba sereno como si todo lo de aquella ruptura tan solo le hubiera hecho bien-la verdad es que…

-¿si? Puedes confiar en mi Arnold-le dijo sonriendo

-lo sé Helga-dijo tomando su mano y mirándola fijamente a los ojos, Helga se inquietó un poco pero de todas formas siguió ahí-la verdad es que…Lila y yo terminamos por que yo amo a otra persona…a ti

-¿Qué dices?-le preguntó Helga incrédula

-lo que escuchaste, te amo a ti Helga G. Pataki y no puedo seguir ocultándolo-le dijo, luego comenzó a besarla y Helga le correspondía, aquel beso estaba lleno de algo que ella no conocía pero que desde siempre había anhelado, amor, pasión, deseo…todo

-yo también te amo Arnold-dijo volviendo a besarlo…La luna seguía brillando en el cielo oscuro, adornando aquel momento que al parecer había sido muy esperado…

-Helga no sabes cuanto he esperado este momento

-Los días siguientes…fueron maravillosos-dijo Helga abandonando por un momento los recuerdos- los mejores días que tuve en esta vida, en los cuales pude estar con Arnold, disfrutar de su compañía y recibir su amor…Era todo tan hermoso

-y si te hizo tan feliz ¿Qué sucedió?

-bueno…-comenzó a decir Helga con algo de tristeza en la voz-de alguna manera todo fue como un cuento de hadas, que hay un momento que es tan especial que lo recordarás toda la vida…pero mi cuento de hadas tuvo un espantoso final…

Helga caminaba hacia la escuela como siempre recordando los bellos días que pasó junto a Arnold, todo lo que le hizo sentir ese maravilloso chico, el amor que se brindaron…la promesa de que siempre estarían juntos…Lo vio a tan solo unos pasos lejos de ella y decidió acercarse, iba a hablarle pero descubrió que no estaba solo, una chica pelirroja lo acompañaba…y luego lo besó y él no la detuvo, correspondió a ese beso…

-entonces nunca terminó con Lila…-dijo llorando para si misma escondida detrás de un árbol-Arnold se burló de mí, pensé que me amaba, le creí que me amaba…soy una estúpida-dijo comenzando a correr, iba tan sumida en su propio dolor que tropezó con alguien-discúlpeme por favor-dijo sin levantar la vista

-Helga ¿Qué te sucede? ¿Por qué estás llorando?-le preguntó la persona con quien había tropezado, se notaba en su voz que estaba bastante preocupado y sorprendido

-Lorenzo-dijo Helga levantando la vista, lo abrazó, lo necesitaba, era su amigo…-sucede que soy una estúpida, una imbécil que se dejó engañar de una forma terrible-dijo entre dolorosos sollozos-soy una idiota…

Notas de la autora: Hola de nuevo, pues ya vieron…Lorenzo, la verdad es que no puedo con él, ¿Cómo pude darle esa personalidad tan…arrolladora, Arnold y Helga están jugando con fuego, Pheebs en el siguiente capítulo les dirá quien es la chica con la que Gerald la engañó, así que no se pierdan el siguiente capitulo..Y otra cosa, a veces tendrán que esperarme un poquito pues debo ir escribiendo los capítulos..

Chau

cuidense