RESTAURANDO EL FUTURO

Capítulo 7: La primera Parada

8:45 AM, hora de la Tierra

"Trunks!"

El grito despertó a Trunks. No había podido dormir, presa de la preocupación por los problemas que había tenido con aquella misteriosa nave y sus tripulantes; además, la suya estaba extraña, lo notaba al examinarla cada mañana. Se sentía observado por alguien o algo. Lo único que le dio el ánimo suficiente para levantarse era la dulce voz que lo llamaba desde la cocina…

"Trunks?" preguntó una vez más una feliz Meg. El sonido del aceite en la sartén le hizo imaginar que le llamaba para desayunar. "¡Ya voy Meg!" Respondió no sin bostezar primero. Se vistió y se dirigió tranquilamente a la cocina.

"¡Buenos días!" saludó él; en efecto, Meg estaba friendo tocino y huevos, los cuales desprendían un olor exquisito. "Buenos días; pensé que ya no te levantabas" respondió sin quitar la vista del sartén. "Siéntate, que ya te sirvo". "Ok" y se sentó en la mesa que estaba al centro de la cocina.

Después de desayunar, (esperen, porqué siempre están comiendo y limpiando la nave?) Trunks y Meg ingresaron a la cámara de entrenamiento. Ambos debían entrenar más sino querían que se llevaran su nave la próxima vez, y menos que alguno saliera herido.

Al principio calentaron el cuerpo con patas y puños, para luego empezar la lección de Meg. "De acuerdo Meg¿lista?" preguntó Trunks, quien había tomado a la joven como su aprendiz. "Espero" murmuró ella tragando saliva, no era muy buena en eso de la lucha, por lo cual él siempre debía tener más cuidado del necesario. La pelea dio comienzo con Meg a la defensiva; intentaba cuanto podía, esquivar los golpes del ojiazul. Mientras tanto, éste trabada de hacer que gane mas agilidad al controlar su cuerpo; aunque era probable que el entrenamiento terminara como siempre, con una exhausta Meg, que necesitaba de descanso y unas 4 semillas de ermitaño; y con él entrenando solo. Meg trató de armarse de valor, y golpeó uno de sus brazos con su pierna izquierda. Mala idea.

"Ahhhhhhhhh!" La castaña cayó al suelo, con un sonido seco. Trunks se acercó a ella y la sacudió con sus brazos. "Meg, estás bien?" Y de pronto, ella lo aprisionó en un fuerte abrazo, haciéndole sonrojar furiosamente. "Meg…." Murmuró, mas al escuchar un sollozo, se sajó de ella y observó su rostro: tenía los ojos cerrados, de los cuales caían gruesas lágrimas de dolor; pudo observar que se cogía con fuerza la pierna. Acercó su mano al lugar y presionó ligeramente. "Ayyyyyy" gimió adolorida ella, y más lágrimas cayeron. "Perdón Meg" se disculpó Trunks. Y para sorpresa de ella, la cargó en sus fuertes brazos. "Será mejor que examinemos la lesión" afirmó mientras se dirigían a la pequeña enfermería de la nave.

Meg se aferró a él, le había dolido mucho. Sentía como si le hubieran destrozado la pierna.

Él la dejó en la camilla y fue por el botiquín. Al regresar, se sentó a un lado de Meg, y observó con cuidado la pierna de ésta. El lugar no estaba hinchado, pero se notaba que aquel lugar tendría algunos moretones. La mujer se secó las lágrimas que quedaban y bajó la mirada. "Fui una estúpida" dijo lentamente y muy apenada. "No, está bien. Yo casi caigo de un acantilado en mi primer entrenamiento" agregó dulcemente. "debí ser más cuidadosos contigo". "Soy bastante débil e inútil no Trunks?" preguntó llorando nuevamente. "Primero dejo que maten a mis padres, luego me aparezco como polizonte en tu nave, no se nada de lucha, y me golpeo la pierna entrenado. No sirvo para nada" afirmó triste. Una mano alzó su cara, y otra limpió su rostro. Los profundos ojos del chico de cabellos morados, la miraban con determinación y mucha dulzura. "Yo creo que eres una persona valiente" Un tono rosa llenó las mejillas de ambos. Él le había aplicado una pomada, y la pierna no le dolía. Por lo que fueron acercándose con lentitud mutuamente. Cada vez más cerca, y los segundos se hacían eternidad en sus corazones.

ALERTA DE COLISIÓN! ALERTA DE COLISIÓN! (si, otra vez los interrumpieron jejeje)

Trunks corrió hacia los mando y vio que el radar señalaba un planeta cercano a allí. Ya que no tenían comida ni provisiones para los demás días (un saiyayin come como un saiyayin o no?) así que decidió aterrizar.


El encapuchado miraba el radar satisfecho. Era más difícil llevarle el muchacho y la nave al padre de su amada, ya que aquel planeta tenía muchos guardias y gente en sus calles. Así ya no esperaría tanto para verla… No esperaría para tratar de conquistar a la princesa de Areuru y reina de su corazón. El amor es capaz de mover mundos, y el movería el universo por ella, por sus ojos pardos, por su cuerpo de diosa y su inmensa gracia al cantar.

"Señor, los interceptamos en Zoidre?" pregunta el capitán al mando. El respeto por su señor era insignificante a comparación de su temor hacia él. Había escuchado rumores sobre su habilidad en las artes marciales, y sobre su cierto poder psíquico; pero lo que le ponía la piel de gallina era su entrega hacia su fin: conquistar a la princesa Aeyalu.

"No, no es el momento aún. Déjalos disfrutar más de su viaje" agregó fríamente. Luego, se retiró tranquilo hacia su habitación. Necesitaba planear alguna estrategia para alcanzarles, y pronto.


"Qué sucedió?" preguntó asustada, había logrado levantarse con dificultad. "Nada, solo haremos una parada en este planeta, porque necesitamos más provisiones. No deberías haberte levantado, espera que baje la hinchazón" le informó. "Estoy bien, ya se me pasará" contesto como una niña pequeña.

"Entonces será mejor que nos vistamos para salir a comprar" dijo mirando su camiseta llena de sudor. Después de tomar una ducha, salieron de la nave.

El lugar se veía repleto de gente de diferentes razas y planetas, lo cual creaba un mágico contraste en el ambiente. La modernidad no era mucha. Parecía una aldea algo medieval, sacada de un mismísimo cuento de hadas, con casas de adobe y paja, rústicas y bonitas.

"Trunks, es solo curiosidad, pero ¿con qué dinero vamos a comprar algo en este lugar?" preguntó Meg, que miraba con curiosidad a todos lados. Ese era el viaje más largo que había realizado en toda su vida, y algunos seres tenían una mirada y un aspecto tenebroso; así que estaba muy cerca del joven, con un cierto miedo en sus ojos color caramelo.

Él pensó muy bien eso, ya que jamás había visitado ese lugar. Observó a los lados y vio a un hombre jugando cartas cerca de un letrero que decía "Casino". Ella también lo notó y ambos se acercaron. Se miraron y tuvieron la misma idea. "Señor, disculpe…" dijo la castaña. Un hombre viejo y de color verde tierra los miró con rabia. Su rostro mostraba cicatrices de peleas pasadas. Su mirada era penetrante. "Que desean mocosos" dijo regresando a lo suyo. "Deseamos jugar contra ustedes" dijo airosa Meg, todos los de la mesa giraron sorprendidos. "Apostamos esta nave" agregó muy segura, y jugando con el control en sus dedos. Entonces, hasta Trunks se asustó; No podían apostar la nave, sino no podrían llegar hasta Nameku. Le miró extrañado y ella le guiño un ojo. Todo estaba bajo control. Los jugadores le miraron y uno le cedió asiento. La tensión rondó la mesa y a sus ocupantes, pero después de un rato, Meg sonrió y mostró su baraja. Había ganado.

"Fue muy fácil ganarles" respondió Meg. Ella y Trunks habían comido bastante y llevaban comida y otras cosas en las miles de bolsas que cargaba cada uno. El premio de la apuesta había sido bastante, así que les sobró mucho dinero; el cual guardaron para utilizarlo en su regreso por allí después de encontrar las esferas del dragón. "No sabía que jugabas cartas" agregó él, "Y tú que decías que eras inútil" rió suavemente. Ella le miró mientras caminaban. Aún recordaba el "acercamiento" que había tenido con él hace un rato. Trunks era un hombre atractivo, y eso era indudable; pero, se estaba enamorando de él? Se preguntó a sí. "son tonterías mías" dijo en un murmuro, mientras negaba con la cabeza. El joven le miró extrañado. "sí, espero poder besarla la próxima vez" dijo para sus adentros.

Y se retiraron ambos para seguir viajando.


Motrac observó la ruta que tomaron los muchachos al entra en la nave. Al examinar el mapa, se dio cuenta que cerca había un sistema desabitado. "Ese es el lugar para la trampa" afirmó para sus adentros, "Recibirán una agradable emboscada…"


Hi! Jeje, perdón x la tardanza, pro estaba ocupada en… bueno, simplemente no se me ocurría que escribir. - pro prometo actualizar más rápido, espero ¬¬… en fin. Gracias x los reviews q me enviaron, y los veo pronto!.