Corazón de hielo
El dolor era tenue, pero fijo, lo sentía en la mayor parte de su cuerpo…
¿Cómo era posible que Hiei no lo hubiera recordado? Y mas aún como es que el quería apartarse de el.
Fue abriendo los ojos lentamente, aún le dolía el cuerpo, eso era irritante, se tallo los ojos suavemente hasta que abrió los ojos por completo, le dolía la cabeza.
-¿Cómo llegue aquí?-observo el desorden en su cuarto, la ranura en el arista de la pared, la almohada desgarrada, las sabanas en suelo…
¿Entonces no había sido un sueño? ¿Entonces Hiei si lo abría matado?...No, no puede ser…-No…-agacho la cabeza seguía recostado en el suelo, pero al bajar la cabeza miro un cuerpo inconsciente en su regazo.- ¿Hiei? ¡Hiei!-no respondía sus ojos se mantenían cerrados, y su cuerpo inerte en las piernas de Kurama.-Hiei por favor, despierta…-
Me sentía fatal, mi cuerpo lo sentía demasiado pesado, no recuerdo nada… ¿Quién soy? Ese…ese chico ¿Kurama era su nombre? ¿Por qué quería protegerme? ¿Lo conozco? Ahhhhhhhhhhhhh mi cabeza me duele mas…ese chico tiene algo que ver con que yo no recuerde nada de mi…lo se lo presiento.
Oigo una voz a lo lejos ¿Hiei es mi nombre? Creo que si…esa voz es dulce, como los pajarillos en la mañana, no se porque pero presiento que me habla a mi, ¿Entonces Hiei si es mi nombre? Suena como el canto de los ángeles cuando el lo pronuncia.
-ku-kura-Kurama…-fue lo único que pude decir, por alguna razón estaba demasiado cansado, sentía un calor embriagador, un dulce aroma a rosas y…y…debía asesinarlo. Sentí una furia dentro de mí, debía matar al chico, matar a Kurama, pero no quería pero a la vez quería, ¿Qué me estaba pasando? ¿Quería o no quería? Por un momento me perdía, ya no era yo, era un demonio.
-Hiei…-Hiei no contestaba a lo que le pedía, el debía estar bien tenía que estar bien.
Sentía su cuerpo moverse y tensarse sobre el mío, algo estaba mal, lo presentía…Entonces por un rayo de Luna lo vi, el maldito espejo que dejo así a Hiei, una energía emanaba de el, pensé que sería mejor que lo llevase al Reikai ahí sabrían que le sucedía, y que era ese espejo.
We're always together and that settings sun, we made our promises. Now it's there, easily, And that feelings, please tell me...
-Kurama….-dijo Koenma, el estaba inspeccionando el espejo, como el cuerpo inconsciente de Hiei.-su cuerpo creció unos cuantos centímetros, su cuerpo esta siendo controlado contra su voluntad.
-¬¬ dime algo no sepa.-dijo mientras se dejaba caer en la silla frente al escritorio de Koenma.
-Este espejo…no entiendo como lo consiguió Mukuro, este espejo había sido destruido por mi padre hace 1589 años, este espejo esta maldito por los demonios del Makai…-dijo poniéndose mas nervioso.-los demonios con todo el odio que le tenían al Reikai lo maldijeron, haciendo que quien pudiera controlar su poder, controlara hasta el mas fuerte guerrero…pero si el hechizo no es retirado para las dos semanas morirá…-
-¿Y? ¿Cómo le quito el hechizo? Se puede… ¿Verdad?-
-Kurama te seré sincero no lo se…este espejo debe ser destruido, no sin antes devolver a Hiei.-dijo viendo a Hiei encima de uno de los sillones aún inconsciente.
-debe haber algo que hacer…este espejo, tiene la culpa de todo-lo tomo entre sus manos, al tocarlo…Fue como si dejara de estar en el Reikai todo se oscureció, a su alrededor todo era niebla.
-¿Dónde estoy?...-cuando termino de decir esa oración, miles de imágenes de cuando era pequeño aparecieron, desde que apenas nació hasta ahora, los recordaba, todas la mentiras, engaños, muertes, lágrimas…
Era demasiado, tantas cosas que habían pasado, todo…todo estaba ahí, de repente, entre todas las imágenes, se detuvo en una, una en la que estaba Hiei, cuando este le dijo que como amigo podía confiar en el, que no le ocultara nada, ahí dijo su mas grande mentira.
One person governs their heart, suddenly jumping to come by being there, for just a moment, gracefully coming to embrace
-No me sucede nada…-con una de sus sonrisas falsas…La imagen se quemo, ardiendo en llamas…
-Hiei…-las lágrimas comenzaban a subir de su garganta, sus piernas ya no le obedecían cayo al suelo de rodillas.-No es verdad…no es verdad…me sucede todo…todo…y tu…-todo desapareció parecía haber sido tragado por un agujero negro.
-¡KURAMA!-La voz de Koenma resonó en todo el castillo, Kurama se había desmayado al momento de tomar el espejo.- ¡KURAMA!-
De un súbito golpe despertó, estaba asustado…
-¿Qué sucedió?-dijo levantándose del suelo.
-te desmayaste Kurama…-dijo Koenma.
-todo…fue tan real.-el espejo estaba tirado en el suelo, de repente este se elevo en el aire, y se coloco enfrente de Hiei, una imagen se reflejo, pero no era el Hiei que estaba en el sillón, era el Hiei que todos conocían.
El espejo comenzó a brillar, la luz era tan intensa, como había sucedido en la cuarto de Kurama.
-¿¡Que esta pasando!-intentaba decir Koenma, para cuando la luz se disipo Hiei estaba de pie, con su sable en la mano.
-¡Youko Kurama!-apretó con fuerza el sable, y en un rápido movimiento se lanzo en contra de Kurama.
-¡Hiei!-grito.
-¡detente!-otro grito Yuske y Kuwabara había llegado.
Hiei los comenzaba a atacar, Koenma no sabía que hacer, no podían hacerle daño después de todo era Hiei.
Como no podía hacerle nada solo esquivaban sus ataques, hasta que Hiei comenzó a enfadarse y a lanzar su dragón que los seguía hasta estrellarlos contra la pared.
-¡Hiei!-Kurama le abrazo por detrás para retenerlo.-Hiei por favor detente esto no ayuda en nada recuerda…cuando todos éramos amigos…-Hiei comenzó a forcejear en sus brazos.
-¿Recordar que Kurama?...el que negaras que te amaba-al terminar de decir eso dejo de moverse-por mas que me costara ocultarlo tu ya lo sabías, y me dolía mas que los mil no ¡Que pudiste haber dicho!-una gran fuente de energía comenzó a crecer de nuevo en Hiei, solo que esta vez no pudo soportarla y se desmayo.
Estaban los cuatro sentados en la oficina de Koenma.
-¡Estor arto! ¿Qué no piensan hacer nada?-grito desesperado Yuske.
-¿Qué quieres que haga? ¡Viste que a el no le importa quien sea, lo matara si se le presenta la oportunidad!-
-¿Cómo te diste cuenta? ¡Ya se de lo que es capaz pero no podemos dejar que siga así hará daño y el mismo se lastimara!-dijo levantándose de una vez.
-¡Basta!-grito Kurama-hay que ver como sigue.-se levanto.
-tienes razón…-se levantaron de los sillones y bajaron al sótano del castillo de Koenma, era aterrador, se encontraban esqueletos ahí, demonios a medio morir, aparte de que apestaba a muerte, se acercaban a una celda cubierta totalmente de acero.
-es hora…este alertas-dijo Koenma mientras sacaba la llave de una de sus mangas.
Al abrirse la puerta, solo se vio oscuridad adentro de la celda, y pequeño sonido, una respiración…
-Hiei…-dejo salir Kurama, entre la oscuridad de la habitación, unos ojos se abrieron, rojos y llenos de odio, una tenue luz comenzó a formarse en las manos de Hiei, intentando liberarse de su prisión, estaba encadenado en la muñecas y tobillos, pegado a una fría pared de piedra.
-¿Qué le esta sucediendo?-dijo Yuske al verlo de esa manera.
-Su cuerpo no obedece su mente, para el, todos somos sus enemigos.-dijo Koenma.
Hiei comenzó a producir unas pequeñas llamas, y a moverse para salirse de ahí.
-Hiei ¿Por qué?...-me iba acercando a el, cuando el se mostró violento con solo verme, no lo entiendo, ¿todo esto fue mi culpa? ¿Por no apreciar lo que sentías?-Hiei…vuelve por favor…
-¿podrían dejarnos solo?-dijo casi en un murmullo Kurama.
-¿Qué? pero Kurama…-no alcanzó a terminar Kuwabara por que Yuske intervino.
-llámanos si pasa algo-y salió con Kuwabara y Koenma.
-ten cuidado Kurama-fue lo único que alcanzó a decir después de que cerró la puerta.
Kurama se hinco enfrente de Hiei y lo soltó de sus cadenas…
-¡Hiei!-apenas termino de quitarle las cadenas y Hiei ya lo tenía contra la pared ahorcándolo.
-¡Youko cometiste un gran error!-lo azotó contra la pared, para luego arrojarlo a uno de los rincones.
-¿Qué te esta sucediendo Hiei?-dijo apenas poniéndose de pie.- ¿Qué? ¡Respondedme!-
Hiei se acercó velozmente y tomo a Kurama del cabello, y le hablo al oído.
-tu no estas en posición de ordenarme Youko-lo azoto contra el suelo, haciendo que de la boca de Kurama comenzara a salir sangre.- ¿Qué me puedes decir ahora, Youko?
-¡basta! Ya no me llames Youko, hace mucho deje de serlo, mi nombre es
¡Suichi Minamino!-grito levantándose.- ¡Apréndelo!
Hiei sonrió con cinismo, dio una vuelta en si y pateo a Kurama.
-¡No vas a decirme que tengo que hacer! ¡YOUKO!-grito.
Kurama apenas podía levantarse, el cuerpo le dolía en exceso hasta que cedió y se quedo en el piso, pero alzo la vista para hablarle.
-si no puedo hablarte como Suichi te hablare como Youko Kurama-se levanto de golpe se lanzó encima de Hiei.
-si con palabras no puedo convencerte…-se acerco a su oído-tal vez aprendas con otro modo…-y comenzó a lamer su oído, Hiei comenzó a tratar de liberarse del agarre.
-¡Quitate! ¡Maldición! ¡Aleja tu…-Kurama comenzó a desgarrar la ropa de Hiei, poco a poco hasta que lo dejo descubierto del torso.-¡ES LA ÚNICA MANERA EN QUE UN YOUKO PUEDE EXPRESARSE!-grito mientras intentaba quitarse a Kurama de encima.
Kurama se detuvo en seco, era verdad lo que Hiei decía, soltó a Hiei y se levantó.
-yo…-no sabía que decir la verdad el no debió haberlo echo nunca.
-¡¿Por qué maldita sea Kurama! –Soltó Hiei para después soltar su puño en duro y frío suelo--¿Por qué esta es la única manera en que un Youko puede querer algo?
Kurama se detuvo en seco…
Bueno aquí termina U no sean malos y porfas dejen reviews.
