Todos miraron sorprendidos a la persona que estaba sentada a unos metros de ellos. No podía ser que esa fuese la persona que tanto los espíritus como ellos estaban buscando.
"¡Es... es... Suu!" - dijeron Kuwabara y Yusuke a la vez, no se lo podían creer.
"Es esa chica que nos presentasteis el otro día." – dijo Kurama, pensando que no había notado nada extraño cuando la vio.
"¿La conocéis?" – preguntó Koenma extrañado.
"Sí que la conocemos, pero ahora no es el momento de explicarlo."
"Claro que lo es, Yusuke ya puedes estar contándome de qué conocéis a esa chica." – se quejó Koenma.
"Oh por favor Koenma, no seas crío. Ya te lo contaremos más tarde."
"¡Qué no! Quiero que me lo expliques ahora. Recuerda que soy tu jefe."
"Por favor, parad quietos. Al final se va a dar cuenta de nuestra presencia. Ahora hay que pensar en qué debemos hacer." – dijo Kurama intentando calmar la situación.
"A lo mejor ha venido hasta aquí dando un paseo." – sugirió Kuwabara – "No creo que ella sea la persona que esperamos."
"Pues a mí me parece que está esperando a alguien. ¿Por qué razón no puede ser ella?" – dijo Hiei.
"Pues porque no y punto. Como quieres que una chica como ella..."
"De todos modos..." – interrumpió Koenma – "aunque no fuese ella tenemos que sacarla de aquí, los espíritus estarán a punto de llegar. Yusuke y Kuwabara, vosotros que la conocéis, id para allá y preguntadle qué hace aquí."
"Pero... si es ella no lo va a decir." – comentó Kurama – "Quiero decir que si ella es quien se va a encontrar con los espíritus, no se lo va a decir a ellos."
"Id para allá, venga y arregláoslas como queráis, pero haced algo." – ordenó Koenma, impaciente.
"Sí mira que fácil, ¿no? Podrías ayudar." – se quejó Kuwabara, mientras Yusuke y él salían de su escondite.
Disimuladamente fueron hacia donde estaba Suu.
"¿Qué hacéis aquí?" –les preguntó muy sorprendida.
"Pues nos han dicho que había una banda de gamberros por aquí que han estado molestando a algunos de nuestro instituto y veníamos a ver si los encontrábamos." – mintió Kuwabara, fue lo primero que se le pasó por la cabeza, pero a Yusuke le pareció bien la excusa. – "¿Y tú qué haces tan lejos de la ciudad?"
"¿Ah sí? Pues por aquí yo no he visto a nadie. ¿Qué hago aquí? Pues nada he venido dando un paseo y cuando me he dado cuenta ya me había alejado de la ciudad."
A Kuwabara le apareció una sonrisa de triunfo. Tenía ganas de echárselo en cara a ese tonto youkai. "¡Kazuma Kuwabara siempre tiene razón, jajajaja!" – pensó.
"Deberías irte de aquí, no es un lugar seguro para ti." – aconsejó Yusuke, ignorando las tonterías que hacía Kuwabara.
"No sé por qué lo dices. Tranquilo, que no me pasará nada, si aquí no hay nadie." – ahora Suu parecía molesta por la presencia de ellos.
Mientras detrás de la pared, los demás se impacientaban.
"¿Por qué narices no se va? Ya es casi la hora de comer, venga chica vete a tu casa, que tus padres te estarán esperando." – dijo Botan nerviosa.
"No se irá." – dijo Hiei, los otros lo miraron – "No se irá, sencillamente porque está esperando a los espíritus."
"Podría ser, es una posibilidad. Ya es la hora y no ha aparecido nadie más, es sospechoso." – comentó Kurama.
Entonces todos los presentes notaron como una gran energía se acercaba cada vez más hacia donde estaban ellos.
"¿Es la persona que esperamos?" – preguntó Botan.
"No, la energía proviene de varias personas, mejor dicho proviene de varios espíritus." – dijo Kurama con expresión seria.
"Y esos aún están ahí, ¿pero a qué esperan?" – dijo Koenma.
A escasos metros de donde estaban Yusuke, Kuwabara y Suu aparecieron cinco espíritus, y por su aspecto parecían bastante fuertes. Uno de ellos los miró detenidamente, parecía ser el jefe del grupo.
"Creí haber dicho que vinieras sola."
"Ellos no tienen nada que ver, ahora se iban." – dijo ella mientras los echaba con la mirada.
Pero ellos no se movieron, estaban confundidos. ¿Quién se hubiera imaginado que Suu era la persona que buscaban? Durante tres meses habían estado comiendo y hablando con ella, era su amiga.
"Lo siento por ellos, pero deben morir. Ningún humano nos ha visto y sigue con vida. A no ser que sea un colaborador nuestro, claro." – sonrió – "Me presentaré, soy el demonio Jukai, jefe de Los Demonios Negros. Ahora que sabes quienes somos, quiero proponerte que seas nuestra colaboradora, pues tu fuerza nos sería de gran utilidad para alcanzar nuestro objetivo. ¿Qué me dices?"
"Con que esa es la propuesta de la que me hablabas en el mensaje." – Jukai asintió. – "Por curiosidad, ¿cuál es el objetivo del que hablas?"
"Controlar el Makai y el Ningenkai, por supuesto."
"Me lo imaginaba. Entonces mi respuesta es fácil: Ni sueñes que voy a colaborar con vosotros, no sé ni cómo se te ha ocurrido pensar en la posibilidad de que yo aceptara." – Yusuke y Kuwabara la miraron sorprendidos por su actitud, nunca la habían visto tan seria ni con esa mirada amenazadora, parecía otra chica.
"Si colaborases tendrías la vida eterna como regalo de bienvenida al grupo." – dijo el espíritu.
"No quiero para nada tener una vida eterna." - dijo ella muy convencida.
"¡Muy bien Suu, así se habla! ¡No te dejes engañar por estos desgraciados!" – gritó Kuwabara.
"¿No quieres? Vaya cuánto lo siento. En este caso hay dos alternativas; la primera es robarte los poderes y luego matarte, pero me gustaría evitar eso, pues quiero que seas un miembro más de nuestro grupo. La segunda es proponerte un trato."
Suu lo miró desconfiada mientras éste sacaba un papel de uno de sus bolsillos.
"Keiko Yukimura." – leyó él - "Sería una lástima que tu amiga se viera involucrada en esto por tu culpa, ¿verdad?" – Entonces se giró hacia un espíritu que formaba el grupo y le ordenó que la trajese allí, ante la mirada alarmada de todos. – "El trato es: si colaboras conmigo, yo no mato a tu amiga. Es un buen trato, ¿verdad?" – dijo mientras se reía.
"¡Desgraciado!" – gritaron Yusuke y Kuwabara.
Entonces, viendo que la situación se complicaba los demás salieron de detrás de la pared y se reunieron con ellos, ante la mirada sorprendida de Suu.
"¿Crees que cambia algo que ahora seáis más?" – dijo muy tranquilo y seguro, Jukai. – "Ni que fueseis cien, no, mil humanos nos podríais vencer."
"Eso habrá que verlo." – dijo Yusuke amenazadoramente.
Pero antes de que diera un paso apareció delante suyo una barrera que los separó de Suu y los espíritus. Por más golpes que le dieron no consiguieron hacerle nada.
"Tened paciencia, cuando acabe con este asunto os mataré uno a uno, pero lo primero es lo primero."
Jukai se acercó lentamente a Suu e hizo aparecer en su mano una espada.
"Con esto mataré a tu amiga si no colaboras con nosotros." – amenazó él.
"Inténtalo si puedes, pero primero tendrás que encontrarla." – respondió ella sonriendo.
"La tendrás aquí dentro de unos instantes, mi subordinado debe estar a punto de volver."
Dicho esto aparecía el espíritu encargado de traer a Keiko, que les dijo que no la había encontrado por ninguna parte, parecía que se había evaporado.
"En realidad tampoco importa mucho." – dijo él, molesto por la actitud de Suu. – "Aquí delante tenemos unos cuantos que también nos servirán. Sólo tengo que dar la orden y uno de mis espíritus cerrará la barrera con tus amigos dentro y luego se irá cerrando hasta aplastarlos. ¿No te parece divertido?" – dijo riéndose.
"Hazlo." – dijo ella amenazante. – "Si te atreves, claro".
Jukai sonrió y dio la orden, pero cuando el espíritu que había creado la barrera se disponía a cerrarla una espada lo atravesó.
"¿Pero qué...?" – exclamó Jukai mirándose las manos.
Suu ya no estaba delante de él, ahora se encontraba al lado del espíritu muerto con la espada de Jukai en la mano. Furioso, ordenó a los otros espíritus que la matasen, pero éstos corrieron la misma suerte cuando se acercaron a Suu.
"Es tu turno, ven." – dijo ella muy seria.
Jukai se puso tan nervioso que todos los ataques que lanzaba le salían mal y Suu los esquivó fácilmente. Llegó hasta él y como había hecho con los demás, lo atravesó con la espada.
Tiró la espada al suelo y respiró aliviada mientras observaba cómo la barrera desaparecía. Todos tenían caras de alucinados y no se movían.
"¡Genial!" – dijo finalmente Kuwabara. – "Has estado fabulosa."
Todos se acercaron a ella. Había llegado el momento de aclarar las cosas, le pidieron que les contase quién era ella en realidad, cómo era que tenía esos poderes, el porqué no les había dicho antes quién era.
" Creo que nos debes una explicación, ¿no?" – dijo Yusuke.
"Claro. Nos os preocupéis, os lo contaré todo. Empiezo por el principio." – respondió ella, mientras los demás se acomodaban para oír sus explicaciones.
"Vamos a ver..." – empezó – "La verdad es que no os he mentido en nada, sólo que no os he dicho ciertas cosas, pues hasta hoy no sabía quienes erais, me refiero a lo de ser detectives espirituales. Sabía de la existencia de éstos, pero no sus identidades."
"¿Por qué has venido a este país?" – preguntó Koenma.
"Porque oí que aquí encontraría un detective espiritual. Sólo hace un año que tengo estos poderes y no entendía por qué ni cómo los había conseguido. Por eso, cuando me dieron la oportunidad de venir aquí de intercambio no dudé ni un momento. Quería encontrar al detective espiritual para preguntarle sobre mis poderes, pensé que él me podría ayudar."
"Pues no creo que Urameshi sea el indicado para resolverte eso. Bueno eso ni nada, jajaja." – bromeó Kuwabara, ganándose un puñetazo de Yusuke.
"¿Quieres callarte? Puede que yo no pueda resolverte tus dudas, pero conozco alguien que sí que podrá, ¿verdad Koenma?" – dijo Yusuke.
"Sí, supongo que Genkai podrá. Me gustaría proponerte algo." – dijo Koenma.
"¿El qué?" – preguntó ella, intrigada al igual que los demás.
"Si no es pedir mucho, me gustaría contar con tu ayuda en los casos difíciles que encargue a Yusuke. Con esto no quiero decir que con vosotros cuatro no haya suficiente, pero es mejor tener otro colaborador por si las moscas." – se explicó Koenma, viendo la cara de enfado de Yusuke. – "Siempre y cuando Genkai diga que tienes el nivel suficiente para hacerlo, claro."
"No sé qué decir." – dijo ella, un poco nerviosa.
"Piénsatelo unos días o mejor, dame una respuesta cuando hayas visitado a Genkai." – propuso Koenma, ella asintió.
----------------------------------------------------------
Koenma y Botan volvieron al Reikai y los demás a sus casas. Mientras volvían, Yusuke preguntó por Keiko a Suu. Ella les contó que estaba en su casa esperándola, había dicho a Keiko que iba a comprar unas cosas y que volvería dentro de un rato.
"Al salir he creado una barrera aislante que impide localizar a Keiko. La verdad, es que ya me suponía que intentarían hacer algo así." – explicó ella.
"Carai, en eso te pareces a Kurama." – comentó Kuwabara, Suu miró sorprendida primero a Kurama y después a Kuwabara. - "Sí mujer, él también es muy previsor, como tú." – se explicó viendo que Suu no lo había comprendido.
"¿Ah sí? No lo sabía" – respondió ella mirando a Kurama. – Espero llegar a conoceros mejor a todos."
Se despidieron y cada uno se fue para su casa. Yusuke y Kuwabara quedaron con Suu en que irían una tarde a ver a Genkai.
-----------------------------------------------------------------
Llegó el lunes y ni Yusuke, ni Kuwabara vinieron a clase, lo que extrañó mucho a Suu y a Keiko, pero a ésta no tanto. Le dijo que seguramente habían hecho campana.
A la hora de comer, Suu decidió contar lo sucedido el fin de semana a Keiko.
"Pues no me lo hubiese imaginado nunca. ¿Cuándo tienes que ir a ver a Genkai?" –preguntó Keiko.
"No lo sé, teníamos que hablarlo hoy. ¿Seguro que han hecho campana?" – preguntó Suu.
"Es lo más probable, pero tranquila, tendrás tiempo de ir. Seguro que mañana vienen. Espero, porque sino Yusuke me oirá."
"Supongo que sí. Deberíamos ir para la clase, ya casi es la hora de empezar."
----------------------------------------------------------
Una chica entró corriendo en la clase donde Keiko y más chicas estaban limpiando. Ya se habían acabado las clases y les tocaba limpiar.
"Asomaos a la ventana, chicas." – dijo sin aliento, había venido corriendo desde el patio.
"¿Qué pasa?"- preguntó una.
"Vosotras asomaos y mirad hacia la entrada del instituto." - dijo mientras señalaba hacia allí.
"¿Quién es ese? Es muy guapo." – dijo otra, muy animada. – "No es de este instituto, sino lo sabría, jeje. Me suena el uniforme que lleva."
"Diría que es de un instituto privado, pero ahora no me sale el nombre." - dijo otra, pensativa. – "¡Ya sé! es del instituto Meio. ¿Qué hará un chico como él aquí?"
Al oír el nombre del instituto Keiko también fue hacia la ventana.
"Sí que es él." – pensó - "Ahora vuelvo chicas." – dijo ella mientras salía hacia el patio.
"¡Hola!" – saludó Kurama.
"¡Hola! Me temo que has venido para nada, porque ni Yusuke ni Kuwabara han venido hoy."
"Ya lo sé, están con Genkai. Vengo a buscar a Suu." – dijo él.
"¿A Suu? ¿Y para qué?" – preguntó intrigada. – "Ya la queréis liar en vuestros asuntos."
"No lo sé, sólo me han dicho que la lleve al templo de Genkai, de todas formas ella tenía que ir un día de estos y como Yusuke y Kuwabara estarán ocupados una temporada..."
"¿Por qué? ¿Qué están haciendo? Le dije a Yusuke que me avisara cuando le enviaran a alguna misión de esas." – interrumpió Keiko enfadada.
"Tranquila, Yusuke me dijo que te dijera que se está entrenando con Genkai y que posiblemente se esté allí durante una temporada y que no te preocupes.". – la tranquilizó Kurama. – "Cambiando de tema. ¿Dónde está Suu?"
"Supongo que estará acabando de limpiar la clase, ahora le diré que estás aquí. Espera un momento."
"De acuerdo, muchas gracias."
Keiko entró en el edificio y se fue hacia la clase donde estaba Suu. Cuando entró vio que todas las chicas estaban asomadas a la ventana, mientras que los chicos seguían limpiando molestos.
"¡Keiko!" – la llamó una. – "¿Conoces a ese chico? ¿Me lo presentas, por favor?"
"Lo siento Sayuri, pero ahora no puedo estar por ti. ¿Has visto a Suu?"
Saiyuri señaló hacia la pizarra, Suu estaba allí barriendo. Keiko fue hacia ella y le dijo que Kurama la estaba esperando abajo.
"¿A mí? ¿Y por qué?" – dijo ella, sorprendida.
"Le han dicho que tenía que llevarte a ver a Genkai. Yusuke y Kuwabara también están allí, entrenándose. ¿Me podrías hacer un favor? Averigua qué se traen entre manos esta vez y cuando vuelvas me lo cuentas." – le pidió Keiko.
"¿Cómo? Bueno, supongo que sí. Tranquila te lo contaré. Ahora bajo, ya he acabado lo que tenía que hacer." – dijo Suu, recogiendo sus cosas mientras las demás la miraban asombradas.
Se despidieron y Suu bajo rápidamente hacia donde estaba Kurama, mientras las chicas que pasaban cerca de ellos se los miraban curiosas cuando salían.
"Siento haberte hecho esperar." – se disculpó ella.
"Tranquila, he venido sin avisar. Esperaba a que salieses de clase."
"¿Por qué me has venido a buscar?"
"Como Yusuke y Kuwabara se están entrenando con Genkai, me han pedido que te llevase yo allí. Supongo que Genkai tendrá ganas de conocerte."
"Yo también tengo ganas de conocerla, ¿crees que me podrá ayudar en lo de mis poderes?" – preguntó ella, un poco preocupada.
"Seguro que sí. Y creo que te dirá también que tienes el suficiente nivel para ayudar en las misiones de Yusuke. ¿Colaborarás si puedes?"
"Hmmm, supongo que sí. ¿Tú lo harías? Por cierto, ¿cómo os conocisteis vosotros cuatro? – preguntó curiosa.
Kurama le explicó toda la historia mientras se dirigían hacia el templo de Genkai.
==============================================================
¿Qué le dirá Genkai a Suu acerca de sus poderes?
¿Por qué están entrenándose Yusuke y Kuwabara con Genkai, será porque ha aparecido otro nuevo enemigo?
En el próximo capítulo más.
=====================================================
HOLA!
Me parece que este capítulo me ha quedado un poco cortito, pero tenía que cortar porque sino el tercero me quedaba demasiado largo.
Pos nada, cualquier cosa me lo decís.
¡Hasta pronto! ;)
