Primer día de clase después de una largas, pero a la vez cortas, vacaciones. Realmente el tiempo había pasado muy rápido, habían estado bastante ocupados durante las vacaciones.
Keiko y Suu se habían encontrado de camino al instituto.
"¿Y ya estás curada del todo?" – se interesó Keiko.
"No, aún tengo que vigilar lo que hago." – respondió medio bostezando.
"Te veo un poco dormida. Deberías ir a dormir más temprano." – le aconsejó.
"Ya me gustaría, pero soy incapaz. No tengo sueño hasta bien tarde."
"Eso es porque no estás cansada. Podrías hacer deporte." – sugirió la chica.
Suu rió. – "No gracias. Ya he hecho suficiente 'deporte' este verano."
"Sí, eso es verdad." – dijo Keiko, sonriendo.
Llegaron al instituto. La mayoría de chicos y chicas tenían una expresión parecida a la de Suu. El primer día siempre era duro...
"¡Suuuu!" – oyeron que unas voces le llamaban, con un tono que a Suu no le gustó nada.
"Mira son Ayumi, Aya y Akane." – dijo Keiko.
"Las tres A's..." – suspiró con fastidio, no le gustaban especialmente esas tres chicas.
Se pasaban el día cotilleando, metiendo las narices en la vida de los demás. Seguro que venían a explicarle las últimas noticias del verano.
Pero que sólo la hubiesen llamado a ella y además con ese tono... era sospechoso... Suu tuvo un mal presentimiento.
"¡Hola!" – saludaron las tres a la vez.
"Hola." – respondieron Keiko y Suu, no con mucho entusiasmo. A Keiko tampoco le interesaban mucho sus historias.
"Parecéis muy animadas y contentas."
"¡Lo estamos!" – asintió Aya.
"¿Y eso?" – preguntó Suu, no es que le interesase mucho, pero bueno...
"Porque estamos a punto de confirmar un... bueno, no es un rumor, porque lo vimos con nuestros propios ojos... digamos que es una suposición de la que estamos MUY seguras. Pero, claro, como buenas profesionales tenemos que comprobar que la historia sea cierta y por eso antes de-"
"¡Suficiente, Akane!" – la interrumpió Ayumi.
Keiko y Suu suspiraron aliviadas. Cuando Akane empezaba a hablar no había quien la parase.
"Yendo al grano: tenemos que preguntarte algo." – continuó Ayumi.
"¿A mí?" – preguntó una Suu muy sorprendida, señalándose con el dedo ella misma. Keiko también las miró sorprendida.
"Sí, a ti. Y tienes que ser sincera." – intervino Aya, luego se giró hacia Keiko. – "Y tú Keiko, si sabes algo también nos lo tienes que contar."
A ver con qué tontería salen ahora...
"El sábado te vimos." – empezó Aya.
"¿A mí?"
"Sí, a ti." – Respondió Akane. – "Te explico: las tres fuimos con unas amigas, y amigos también, a una fiesta que hacían en un bar y cuando volvíamos; no demasiado tarde porque nuestros padres no nos dejan salir hasta tan tarde... Pasamos por otra calle para llegar a nuestras casas más rápido y aunque estaba un poco oscuro y las luces de las farolas no iluminaban muy bien, cosa de la que siempre se queja mi padre, porque dice qu-"
"¡Akane, por favor!" – volvió a interrumpir Ayumi.
Keiko y Suu lo agradecieron muchísimo. Los discursos de Akane, que hablaba sin hacer pausas y explicaba cosas que no venían al caso ni tenían importancia, mareaban.
"¡Caray chica, si que te lo tenías bien escondido y qué suerte tienes!" – le dijo Aya con una sonrisilla. – "Aunque no sé, para serte sincera... creo que has ido un poco deprisa..."
"¿Se puede saber de qué estáis hablando?" – preguntó, ya empezándose a hartarse de tanta tontería.
"Sí, ahora hazte la despistada. ¡Te vimos el sábado entrando en una casa con un chico!"
"¡Sí! ¡Y era el mismo chico que un día te vino a buscar después de clase!" – dijo Aya. – "¡AH! ¡Y nos quedamos un rato esperando y no volviste a salir!" – eso se lo inventó, pero ya le servía para ver la reacción de Suu.
Suu miró a su alrededor, medio patio las estaba mirando. – "¿Queréis bajar la voz?" – les susurró, empezando a ruborizarse.
Las tres chicas se tomaron eso como si fuese porque ¡había pasado algo! Sonrieron victoriosas y decidieron seguir preguntando a ver si podían sacarle algo más de información.
"¿Entonces ese chico es tu novio?" – preguntó Akane, muy entusiasmada, susurrando para que Suu no se enfadase y se fuera.
"¿Cuánto tiempo lleváis saliendo?" – preguntó ahora Aya.
"¿De verdad que pasaste la noche con él en su casa?" – ahora le tocó a Ayumi.
"¿Cómo se llama y dónde os conocisteis?" – Akane preguntó, sacando una pequeña libreta.
"¿Tus padres ya saben qué relación tienes con él?" – Ayumi sacó un bolígrafo de su mochila y se lo dio a Akane.
"¿Y para qué se lo va a decir? ¡Si ellos no están aquí!" – les dijo Aya a las otras dos. – "¡Qué suerte tienes! ¿Y cómo te pidió que salieses con él?"
Las tres se quedaron mirando a Suu, esperando respuestas. Suu se había quedado boquiabierta ante tal lluvia de preguntas... ¿pero qué clase de preguntas eran esas? Y además, ¿a ellas qué lesimportaba?
Lo más lógico habría sido que Suu se inventara cualquier historia para hacer que perdiesen interés y olvidasen el tema... como que era un familiar suyo y que la había invitado a cenar... Pero cuando se enfadaba era incapaz de pensar racionalmente. Nunca le habían gustado las personas así.
Suu cerró los ojos y respiró profundamente. – "NO es mi novio y no pasó NADA. Y no voy a deciros nada más porque no hay nada más que decir." – les dijo simplemente.
Se dio la vuelta y empezó a andar hacia la puerta del instituto.
No había dado ni tres pasos cuando Ayumi preguntó, - "¿Entonces es sólo un rollo?"
Akane apuntó algo en su libreta. Suu dio media vuelta y se acercó a ellas, una mirada muy seria en su cara.
"NO quiero oír hablar más del tema, ni oíros a vosotras. ¡¿Entendido?!" – dijo con tono amenazador.
Las tres chicas asintieron, un poco asustadas. Suu nunca se había enfadado, al menos con ellas...
Suu volvió a darse la vuelta y se fue con paso firme. Keiko que había estado callada durante toda la escena también se fue, no sin antes hacer un comentario. – "Hacedle caso, por favor."
Ayumi suspiró y cogió la libreta que Akane tenía en la mano. – "Bien, veo que apuntaste las preguntas. Entonces ella lo niega... Creo que tendremos trabajo para descubrirlo, pero no nos rendiremos, ¿verdad que no?"
"Pero Suu se va a enfadar con nosotras, ya lo oíste." – le dijo Aya.
"La gente tiene derecho a saber. Seguro que tarde o temprano aparece una oportunidad para descubrirlo." – respondió Ayumi. Le gustaban los retos, las noticias que se resistían eran sus favoritas.
"¡Yo estoy de acuerdo! ¿Y si la seguimos? ¿Y si llevamos una cámara de hacer fotos?" – propuso Akane, muy emocionada.
"Mmm... sí, creo que es una buena idea. ¡Después de clase la seguiremos y mañana traeremos una cámara cada una!" – ordenó Ayumi con decisión. – "¡Ahora debemos cumplir nuestra otra parte del trabajo!"
Aya suspiró resignada. – "Suu se va a enfadar mucho si hacemos esto."
~ ~ ~
Llegó la hora de comer y como de costumbre Keiko y Suu se fueron a la terraza a comer.
Keiko se rió al ver que Suu se sentaba de mal humor. – "¿Todavía estás enfadada?"
"Sí." – respondió simplemente, abriendo la comida. – "Y no sé por qué te ríes, no tiene ninguna gracia."
"Venga, no lo pienses más. En seguida encontrarán otra historia más interesante y se olvidarán. Además, ya les aclaraste que no erais novios." – Keiko rió recordando la escena, la verdad es que hacía gracia.
"Ojalá tengas razón. Lo último que quiero es que se entere el instituto entero."
"¡Qué exagerada!"
En ese momento llegaron Yusuke y Kuwabara con sus respectivas comidas. Hablando en voz baja y luego callándose y sonriendo a Suu de un modo extraño.
"¿Qué pasa?" – preguntó ella, muy desconfiada.
"Ya nos lo podrías haber dicho tú, mira que enterarnos por terceras personas... creíamos que éramos amigos." – dijo Yusuke muy serio, aunque era evidente que estaba bromeando.
"¡Sí! Lo que no sabía es que tú y... ¿cómo se llama?... Bueno, da igual. Que fueseis tan amigas como para que le contaras eso." – dijo ahora Kuwabara.
"¿A quién he dicho el qué?" – preguntó Suu, extrañada.
"¿Qué has contado?" – le preguntó Keiko. Suu se encogió de hombros.
"Ya podrías vigilar a quién se lo dices, porque me parece que se lo va a contar a todo el mundo... Ya deberías conocerla." – continuó hablando Yusuke.
Suu se levantó alarmada, no podía ser que esas... No se habrían atrevido a... – "¿Qué está diciendo? ¿Qué os ha dicho?"
"Bueno, a mí nada pero se lo estaba contando a los amigos de Kuwabara y luego ellos nos lo han contado a nosotros. Díselo Kuwabara." – dijo Yusuke.
"Pues dice que estás saliendo con un pelirrojo muy guapo que un día te vino a buscar y que el sábado fuiste a visitarle muy tarde en la noche..." – explicó, aguantándose la risa y tratando de reproducirlo con las mismas palabras.
Suu se quedó un momento boquiabierta, sin poderse creer lo que acababa de escuchar.
"¡¡YO ME LAS CARGO!!" – gritó muy enfadada levantándose de golpe.
"¡No! ¡Espera Suu!" – Keiko se levantó para detenerla, evitando que pasase por la puerta. – "¡Cálmate! ¡No arreglarás nada así!"
"¡Tal vez no, pero me quedaré muy a gusto!"
"Vamos Suu, sabemos que eso es mentira, estábamos bromeando. ¡No te preocupes!" – le dijo Yusuke, tratando de tranquilizarla.
"Vosotros sí, pero... ¡Las muy...!" – gritó todavía furiosa. – "¡Cómo las pille...!"
Kuwabara se reía y pronto Yusuke empezó a hacerlo también.
"¡A mí no me hace gracia!" – les dijo, aunque ya empezaba a calmarse.
"Venga, siéntate y acaba de comer." – le dijo Keiko, también sonriendo.
Suu se sentó murmurando algo.
"Bueno, al menos has tenido suerte y te han buscado un novio guapo." – bromeó Keiko.
Suu le dirigió una severa mirada y volvió a envolver la comida. Se le había quitado el apetito.
"¿No comes?" – le preguntó Yusuke.
"No."
"¿Me lo das?" – le pidió.
"No."
"¿Sabes que cuando estás de mal humor das miedo?" – le dijo el detective.
"Mejor."
Kuwabara rió. – "Da miedo, pero también está muy mona."
"Callad y comed."
Se hizo un silencio. Ni los dos chicos ni Keiko podían resistir no preguntarlo, así que aún sabiendo que Suu se enfadaría, preguntaron.
"Pero entonces... ¿qué pasó el sábado?"
Sin decir palabra ni mirarles, Suu se levantó y empezó a irse.
"¡Ey! ¡No, no! ¡Espera!" – Yusuke se apresuró a levantarse y a evitar que la chica bajase las escaleras. Kuwabara hizo lo mismo.
"Venga, cuéntanoslo. Ya sabemos que no pasó nada, pero ya nos ha picado la curiosidad. Va, ¿qué te cuesta?" – le rogó Kuwabara.
"Dejadme en paz." – les dijo ella, pero no intentó irse, se quedó allí de pie, haciéndose un poco de rogar.
Yusuke y Kuwabara la cogieron cada uno por una muñeca y se la llevaron de vuelta.
"Bien, ¿qué pasó?" – preguntó Kuwabara, los tres mirándola con mucha atención.
Suu suspiró profundamente. – "Es una tontería... resumiendo: Kurama volvió tarde y entonces se dio cuenta de que no tenía nada para la cena, ni para el día siguiente. Como el supermercado donde suele ir a comprar cierra los domingos, quiso ir a comprar el sábado mismo antes de que cerraran." – se detuvo un momento para mirarles, los tres asintieron. – "Yo ya estaba harta de estar encerrada en casa y como la herida ya estaba mucho mejor y podía moverme, le acompañé."
"Y cuando volvíais os debieron ver." – concluyó Yusuke.
Suu se encogió de hombros. – "Supongo. Yo la verdad es que no las vi por ninguna parte. Y eso es todo. No sé de dónde sacan esas ideas... Si hubiésemos hecho algo que lo diera a pensar, aún lo entendería..."
"Ven demasiados programas de esos." – dijo Keiko.
"Sus vidas deben ser muy aburridas..." – suspiró Suu. – "Sólo espero que no se entere ningún profesor, no tengo ganas de que me empiecen a hacer preguntas."
Se hizo un silencio y cada uno siguió comiendo.
"Yo ya estoy. Ahora tengo que ir un momento a la biblioteca a buscar un libro." – dijo Keiko, acabando de comer.
"¿Qué? ¿El primer día y ya tienes que coger un libro? ¡Relájate un poco, mujer!" – le dijo Yusuke, estirándose en el suelo.
"Sí, como tú, ¿no? ¿Me acompañas Suu?"
"Bueno, no tengo nada mejor que hacer." – aceptó, levantándose.
"Hasta luego, chicos." – se despidieron.
"Sí, adiós. Que os divirtáis." – dijo Kuwabara también estirándose en el suelo.
~ ~ ~
Sonó la campana que indicaba el final de la última clase. Todos recogieron con muchas ganas y empezaron a salir del instituto.
"Tampoco ha sido tan terrible. Seguro que en una semana ya se les ha olvidado." – le decía Keiko a Suu, mientras salían por la puerta y empezaban a cruzar el patio.
"Noooo, qué va... sólo media clase me ha estado mirando durante las últimas horas y en los intermedios algunas chicas me han venido a preguntar estupideces." – dijo con tono irónico. – "Como esto dure el resto de la semana creo que me va a dar algo. Y como pille a esas tres me van a oír, suerte tienen de no ir a nuestra clase."
"Hablar sí que lo vas a tener que hacer, porque no pueden seguir así. Pero estoy segura que de aquí unos días ni se acordarán si no les das mucha importancia." – trataba de convencerla.
Suu suspiró, no estaba muy segura de eso.
"¡¡Ooooh mirad!!" – pasó una chica corriendo por su lado en dirección a la entrada del instituto.
Suu la siguió con la mirada. – "¿Dijiste una semana?" – gimió. Sus ojos fijos en la entrada.
"Sí, bueno... más o menos." – respondió Keiko, y también miró hacia la entrada. – "Oh."
En ese momento pasaron corriendo Ayumi, Akane y Aya hacia la entrada, casi saltando de alegría. – "¡Mira Suu! ¡¿Qué bien, eh?!"
"¡La madre que las...!" – Suu que se temía lo peor empezó a correr también en dirección a la entrada. – "¡Nos vemos mañana, Keiko!" – se despidió.
Keiko hizo un gesto de despedida con la mano, compadeciéndola. Kurama no había escogido un buen día para acercarse hasta aquí...
Suu llegó antes que esas tres, se paró delante mismo de Kurama, que la miraba sorprendido. Y también miraba sorprendido la cantidad de gente que los estaba observando mientras susurraban y sonreían.
"Hola-" – empezó a decir Kurama, pero Suu le miró severamente y se puso a andar.
"Vamos." – fue lo único que le dijo, andando más deprisa, seguida de un Kurama que no entendía nada y de tres chicas muy emocionadas.
Cada vez andaban más deprisa y las chicas tuvieron que empezar a correr un poco. Suu giró en la primera esquina que encontró, seguida todavía de Kurama.
"¡Ey! ¿Se puede saber qué pasa?"
"Luego." – respondió. A pocos metros vio un supermercado, era de esos que tenían varias salidas... – "Por aquí."
Los dos se metieron en el supermercado, subieron las escaleras mecánicas y salieron por una puerta que daba a una calle por la que nunca habían pasado. Condujo a Kurama hasta la primera esquina y se detuvieron.
Se asomó para comprobar que las chicas no habían salido por la misma puerta. No. Habían tenido suerte.
"¿Por qué huíamos de esas chicas?" – preguntó Kurama, casi divertido.
"Por nada, cosas nuestras." – suspiró. Tampoco hacía falta que se enterase. – "Y... ¿por qué has venido? ¿No quedamos en tu casa ayer?"
Kurama le había insistido en que hoy después de clase se pasara por su casa para comprobar que la herida seguía cerrándose bien. Después de todo, era el primer día que estaba levantada tanto rato y tanto movimiento podría hacer que se abriese.
"Sí, pero es que he sabido que Yukina está en el templo de Genkai y te quería preguntar si querrías ir."
"¿Para qué?"
"Yukina podría curarte la herida completamente y así no tendrías que venir cada día a casa para que te pusiese la crema."
"Ya te dije que me la podía poner yo sola, tú eres el que no quieres." – le dijo un poco fastidiada.
"Ya lo sé, pero no me fío de ti."
"¿Cómo que no te fías de mí?" – preguntó ofendida.
"Estoy seguro que no te pondrías la crema ni un solo día." – le dijo, sonriendo.
"Claro que me la pondría." – respondió ella, pero en el fondo sabía que no lo hubiese hecho...
Habían empezado a andar hacia alguna parte. Suu por si acaso seguía vigilando que esas tres no estuvieran por allí.
Pensó en lo que le había dicho Kurama. Sí, desde luego Yukina podría curarle la herida y ella no tendría que estar molestando a Kurama. Pero ella seguramente era capaz de notar que había algo más que esa herida, algo que hacía que no se encontrase bien en algunas ocasiones... Si Yukina podía, entonces Genkai también, y tendría que responder a sus preguntas y todavía no creía que fuese el momento... No, no podía ir.
"Ahora que lo pienso..." – empezó Kurama antes de que Suu pudiese decir algo. – "¿Quién te ha hablado de Yukina?"
"¿Eh?"
"Alguien te habrá hablado de ella, porque cuando la he nombrado no me has preguntado quién era." – se explicó.
"¡Oh, sí! Emmh fue... ¡Kuwabara!" – respondió rápidamente.
"Claro, quién sino." – rió Kurama.
¡Dios! Suu suspiró. ¡Pero de qué había ido...! Tenía que estar más atenta a estas cosas y sobre todo si estaba con Kurama. Claro, algún día tendría que... pero todavía no.
Oh-Oh...
Suu sintió una punzada en el corazón y se detuvo de repente, apoyándose en una pared. Kurama también se paró al ver que Suu no le seguía y cuando se giró vio que empezaba a caer al suelo.
Llegó justo a tiempo para evitar que cayese al suelo. Muy preocupado se la llevó a un banco. Y a los pocos segundos Suu empezó a recuperar el conocimiento.
"¿Suu? ¿Estás bien?"
"Eh, sí, sí. No pasa nada." – respondió ella, tratando de recordar lo que había pasado.
¿Se había desmayado después de la punzada? No debería haber pasado esto, no al menos tan pronto si se estaba tomando las pastillas. Si era lo que creía, las cosas se iban a complicar...
"¿Suu?" – la llamó Kurama, cuando ella se levantó del banco, intentando alejarse de toda esa gente que se había acercado a ver cómo estaba. – "No deberías levantarte."
"No ha sido nada." – contestó, y continuó andando, seguida de Kurama.
"¿Cómo que no ha sido nada? ¡Te acabas de desmayar en medio de la calle!"
"Eso es porque... no he comido nada este mediodía." – eso era verdad, no había comido nada, aunque por supuesto, la causa no era esa.
"¿Y eso por qué?" – Kurama no pareció creérselo.
"No tenía hambre. No le des más importancia, no lo volveré a hacer más. ¿Vamos para tu casa ya?" – intentó acabar con el tema.
"Sí, claro." – respondió él. Aunque no estaba del todo convencido. Debería vigilarla.
Suu decidió que a partir de ahora iría con mucho más cuidado.
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Azusa se queda boquiabierta mientras lee y relee dos reviews que no se esperaba recibir. Uno dice que el fic es una joya o.O y el otro que se pasó dos horas enteras leyéndolo!! Ô.Ô Alucinando... No lo entiendo...
Pues ahora que me doy cuenta, esta vez no he tardado tanto en actualizar. No os acostumbréis, por eso. Supongo que ha sido una excepción ^_^ Otra cosa, este me ha salido largo, así que no me hagáis caso con eso de que los haré cortos (qué desastre...) ^^;
Vamos a los reviews:
Botan-92, muy contenta de que te guste ^_^ He continuado pronto!! (Qué cosa más rara XD)
Yukii, 'de transición'... ¬¬ suena muy mal, me recuerda a la asignatura de Historia... Que no exageres dices… ^^; Sí, a que es buen propósito ^^ a ver si lo cumplo!
Shirubi, ¡¡Suu te llamaron prepotente!!! ((Suu se cruza de brazos y pone una cara muy seria: "¿¿Prepotente yo?? ¿Por qué?")) Yo también te lo pregunto, de verdad la he hecho prepotente?? Dónde?? (y encima me dices que eso no es nuevo ^^;;) Oh, me apunto la sugerencia del título! Gracias ^_^ Los títulos los pondré cuando los tenga todos, de momento no voy a preocuparme demasiado.
Zafiro, uno de los reviews que decía era tuyo ^^ De verdad te parece una joya?? Ah! Ya sé por qué! Porque es la primera que lees! Date una vuelta por esta sección y ya verás la de fics buenísimos que hay. Pero gracias por decir eso!! Supongo que querías decir: 'a que él y Suu...' sólo puedo decirte que todo se verá.
Ropna, otro de los mentados reviews... perdiste 2 horas de tu valioso tiempo para leerte ESTE fic?? o.O Bueno, sobretodo gracias por leerlo y dejar review, no importa si es la primera vez. Lo que esconde ya se sabrá, no sé cuando, pero lo hará XD Y sobre la paciencia... pues conmigo lo tienes claro, porque tardo MUCHO en actualizar ^^;;
^_^;(Siento una mirada fija en mí... seguro que es Yukii ^^;; Ey, al final no he dicho tantas cosas malas, ¿no?)
Muchísimas gracias por los reviews, de verdad! T_T ((llorando de emoción)) [Bueno, tampoco exageres...]
MATA NE!
