Nada de lo que puedan reconocer me pertenece.
Dedicado a Carlos Meza por su ayuda en la corrección de la primera parte de esta historia y a Alicia mi beta.
¿De qué están hechos lo sueños?
II
El material de los Sueños.
La reencarnación de Isabel
Primera Parte.
Una reina sin corona. Que nace de un poder oculto.
De una traición
2 Julio, 1974
Las Islas
Gill no tenía idea como había llegado hasta las negras arenas de Dorymuà. Después de su encuentro con aquella extraña criatura había regresado a su casa temblando y luego había comenzado a viajar.
Había hecho caso a todo lo que aquella criatura le había dicho. No había parado hasta llegar a Akina.
Nunca había viajado tan rápido, en pocos días estaba en la capital. El día del derrumbe del puente ella estaba agazapada en una casa hogar. Había visto con miedo a aquella pelirroja, que había sido llamada la reina de caos, acercarse a una niña.
Y ahora esa niña, llamada Abigail, viajaba con ella. No estaba segura como se había convertido en su compañera, pero estaba segura de sin su ayuda no estaría en Dorymuà.
La niña estaba ciega, pero conocía todo. Cada planta, cada animal, cada guijarro en el camino, sólo tenía que tocar algo para saber que era. Gill conoció por primera vez un poder que deseó más que nada. Aquella niña le habló de lo que había sentido en La Reina del Caos, juraba con fervor que esa mujer tenía miedo.
Gill no se creía eso, o por lo menos no comenzó a creerlo hasta que estuvo metida en las arenas de Dorymuà.
Dunas y valles de arena era lo único que ella podía ver. Sólo La Cima se alzaba sobre todo eso.
Una mañana, tal vez el cuarto día de viaje por las dunas negras, Abigail se levantó gritando. Sin hacer caso a Gill subió la colina como una gacela. Jamás se había visto tan ágil, tan viva ni tan llena de fuerza. Escaló la colina de arena en busca de su punto más alto. Gill la siguió.
Al llegar allí descubrieron un campamento a la distancia y el bosque que rodeaba La Cima.
Pero pronto Gill se dio cuenta que Abigail miraba la montaña. De pronto un grito rompió el aire frió de lo que Gill consideraba la mañana.
Abigail se encogió.
¿Qué demonios te pasa- le espetó Gill.
¿No lo sientes- preguntó ella con lágrimas en los ojos.
¿Qué voy a sentir- respondió con dureza.
Abigail fijó sus ojos sin vida en ella.
-La Reina del Caos ha decidido pelear por su vida.- dijo en tono lúgubre antes de comenzar a caminar con apuro.
Lily e Ingrid se miraban fijamente. Ninguna de las dos se había movido. Sólo habían bajado sus capuchas y ahora el viento del pronto amanecer mecía las capas de todos los allí presentes.
Elinor miraba a sus dos amigas queriendo intervenir y romper aquella conexión. Pero Ingrid fue más rápida.
-Lily Evans.- repitió esta vez con voz más suave.- La princesa de esta isla, la joya de los enemigos de Voldemort, la carta que lo molesta noche y día. Estás aquí, no encontramos, por fin.
-Ingrid… Ingrid.- murmuró la pelirroja como si no lo pudiera creer.¿Qué haces aquí?
-Bien lo sabes.- dijo con aire triunfal.
Lily se mordió el labio inferior y miró hacia el suelo.
¿Te alegra verme- preguntó con sorna la morena.
-Sí.- contestó muy bajito la otra, volvió a subir su mirada y la clavó en Ingrid.- Quería preguntarte… ¿Por qué?
La morena pareció dudar ante aquello. Alejó su mirada de su antigua amiga y la giró a los árboles.
-No lo entenderías, Evans, nunca. Tú y tu vida perfecta no pueden comprender qué es lo que sucedió.
Lily no se inmutó sólo abrió su boca y dijo:
¿Mi vida perfecta¿Por qué todos piensan que lo es?
Ingrid clavó sus ojos tristes en la pelirroja que sintió un escalofrío que recorría su espalda.
-Siempre fuiste tan amable, tan tonta, creyendo que las traiciones no existían. Creyendo que seríamos felices.
Hubo un silencio incómodo.
-Aún lo creo, Ingrid, aún creo que seré feliz y que lo serás también.
-Idiota.- masculló la Mortífaga.- He aprendido más que nunca ahora con mi maestro. Él me enseñó, se preocupó por mí y me enseñó a usar mi poder.
La cara de Lily hizo que Ingrid soltará una pequeña risa.
¡Oh, ingenua Lily! No eres la única con potencial, pero basta de esto. Viene a hacer algo.
¿Y qué fue- preguntó Lily agriamente.
-Vine a luchar, Evans. Vine a obligarte a luchar conmigo.
-No lucharé contra ti.
-Sí, lo harás. Tengo en mi poder algo que te hará luchar.
Lily miró a Ingrid sin comprender.
-Vamos, Lily. Tú sientes las sombras. Sientes el dolor a tú alrededor y la opresión. Yo, Lily Evans, puedo hacerte sufrir, con eso.
Lily abrió sus ojos sin mesura.
-Deja estas islas en paz.
-Vamos, Evans, ya lo sentiste una vez, sentiste como viajabas a través del tiempo… y los has visto.
¡No te atrevas!
-Cualquier cosa por probar esos poderes de los que alardeaste tanto.
-Nunca los presumí, no son más que una maldición.
Ingrid sonrió.
¿Vas a luchar?
Lily no respondió, sólo bajó la mirada.
¡No te atrevas a luchar- la pelirroja giró su mirada y observó a Ale.- No te permitiré que luches contra Ingrid Mudlose.
-No eres nadie para impedírselo, Ryddle.- dijo con acidez la morena.
Alessandra dio tres zancadas hasta acercarse a las dos antiguas amigas.
-Tu castigo por traidora vendrá también hoy Alessandra, cuando en esta tierra oscura llegue el sol.
-Pues no llegará.- dijo la heredera de Slytherin con sorna.- Y tú, Mudlose, vas a caer.
Las dos se miraron con ira.
-No interfieras.- dijo Ingrid.- Esto es entre Lily y yo.
-No voy a luchar.- dijo la pelirroja con suavidad.- No contra ti.
Ingrid se alejó de Ale y se acercó a su antigua amiga.
-Lily Evans ¿sabes lo que viniste a buscar?
-Sí, una caverna forrada de joyas y riquezas.
-Sí, pero las joyas son los ojos y las lágrimas de este país hechos piedras, aquellas riquezas no son más que una mera forma de llamar a lo que vas a sentir ahora.
Lily retrocedió un paso.
-No lucharé.
Ingrid sonrió.
-No diré que lo siento, porque no lo haré.
Una sonrisa apreció en la boca de Ingrid, que movió su varita y pronunció en voz baja un encantamiento.
Lily cayó de rodillas y ahogó un grito.
-Evans, creí que yo podía ser un heraldo, me equivoqué, pero tengo mucho poder dentro de mí. Míralo.
La pelirroja abrió sus ojos con terror. Ante ellos comenzaron a pasar imágenes, cada vez más rápido, cada vez eran más confusas y dolorosas. Lily comenzaba a marearse y solo oía la voz de Ingrid.
¿Los ves¿Ves que sufren? Venías a buscar una caverna cubierta de joya y riqueza, la encontraste… la encontraron.
Todos lo allí presentes lo sintieron de pronto. Fue como mirar hacia Akina, estar en esas calles llenas de riquezas y ver a todos aquellos habitantes que parecían sufrir.
-Ellos también lucharon para acabar con los "extranjeros", aquellos impuros. ¿Por qué entonces nuestra causa es peor¿Por qué los apoyas a ellos¿Por qué, Lily- la voz de Ingrid se adentró en la cabeza de todos.
-Yo soy una sangre sucia.- contestó Lily en trance.¿Por qué he de dejar que mates a mi sangre?
-No, Lily. Eres ya una bruja, es más, deshazte de eso que te encadena a los muggles. Eres una de las brujas más poderosas.
Lily miró a sus padres de pronto y con un parpadeó regresó a las Islas. El dolor se incrementaba dentro suyo. Quería dejarlo salir, pero hacia tanto que no tenía esa energía dentro de ella, hacía tanto…
Todos los sintieron de pronto, cuando entre las mil imágenes de guerra y de los pobladores de Akina apareció aquella niña, aquella que tenía unos ojos ambarinos sin vida.
Taladraron el alma de todos, pues estaban llenos de transparentes lágrimas. Lily no lo resistió más. Recordaba aquel consejo… dejarlo salir todo… todo… todo
-Únete, Evans… nada te ata a los muggles.
Todo… todo… Un gritó rompió el aire matinal. Se oyó la montaña crujir, fue como sin en segundos todo el poder perdido regresará a los heraldos, en un remolino de recuerdos, poco a poco regresaba todo.
La caverna, aquella donde yacía la mayor tristeza les regresaba sus poderes.
Lily abrió sus ojos mientras la tierra bajo sus pies aún se movía. Miró hacia el frente. Una gran puerta se abría en La Cima. Ingrid ya no estaba frente a ella, pero sentía su presencia dentro de la montaña. Lily se levantó del suelo.
Elinor se acercó.
-Ya los tenemos Lily.- dijo con suavidad.- Ya tenemos el poder, vámonos.
-No.- contestó la pelirroja.- Si Ingrid quiere una batalla, entonces tendrá una batalla… no retrasaré más esto… no más.
Gill llegó corriendo seguida de Abigail a la escena, dónde minutos antes habían estado los heraldos. Miró la gran abertura que había en La Cima. Abigail se quedó callada mirando la tierra negra bajo sus pies.
¿Qué sucede- preguntó Gill con fuerza.
-Nada.- contestó una voz masculina.- Gill, has venido y respondido al llamado.
La chica giró la cabeza y se encontró con la cara del anciano que tantas veces había servido en el bar. Atrás de él, un joven la miraba de forma inquisidora.
¿Armando- murmuró ella mirando al chico anonadada, olvidándose de la caja en sus manos o de Abigail que estaba detrás de ella con sus manos entre el polvo.
-Hola Gill.- contestó él con una sonrisa sincera.
-Es cierto… es cierto¿qué Carina está muerta?
Armando bajó la mirada y asintió quedamente. Gill ahogó un gemido.
-Mi contrincante no murió en mis manos. ?Cómo se atreve¿Cómo se atreve a no volver a darme una revancha o a matarme de frío en medio de una ventisca¿Cómo se atreve a dejarme aquí¿Cómo se atreva esa desgraciada!
Gill soltó la caja indignada que cayó sobre la negra arena.
-No es ella la que nos interesa ahora.- le dijo el anciano.
Gill lo fulminó con la mirada.
¿Quién la mato- preguntó Gill-. ¿Dónde estÿ Quiero saberlo para matar a ese asesino.
-Está en La Islas.- murmuró Armando.- pero jamás podrás pelear contre Ingrid Mudlose, es mucho más poderosa. Tiene poderes que no entiendo de dónde sacó. Era una chiquilla tonta y vanidosa en Hogwarts y ahora es una guerrera con los poderes más grandiosos que he visto en una bruja. Ha retado a Lily…
¿Te refieres a La Reina del Caos- preguntó Abigail con voz queda sin levantar la cara.- Se llama Lily Evans ¿verdad?
-Sí.- contestó el anciano.- Pero Ingrid la ha retado, es muy poderosa. No entiendo de dónde ha sacado tanto poder, no es ningún ser sobrenatural.
¿Entonces no hay manera de que la mate- preguntó Gill.¿No hay forma de que vengue a mi mayor contrincante?
-No la hay.- Armando miró hacia las entrañas de la montaña.
¿Cómo puede ser más poderosa que La Reina del Caos¿Quién es esa Ingrid para retar a los guerreros más fuertes!
Hubo un suspiro. Abigail se levantó y tomó la caja que yacía sobre la arena.
-Los poderes no sólo se heredan.- murmuro mirando con sus ojos ambarinos al anciano.- También pueden permanecer dormidos hasta que llega el momento de usarlos.
Armando miró los ojos sin vida de aquella niña ciega. De pronto relampaguearon mostrándose de colores muy distintos. Abrió la boca para decir algo, después de aquella sorpresa. Pero sólo atino volver a cerrarla.
Abigail cerró sus ojos con dolor. Por un momento creyó… el mundo oscuro había resplandecido… la arena negra había parecido ante sus ojos… el mundo tenía luz y luego volvía a oscurecerse… algo en su interior la obligaba a ver... algo en su interior estaba llamándola.
¿Para qué estás aquí, Gill- preguntó Urbank.
-Me mandó una mujer de rostro alargado y piel opaca. Ella me dio esa caja.
El anciano la miró.
-Es la caja de Isabel.
¿Qué- preguntó Armando.¿Isabel?
-Entonces es cierto.
¿Qué cosa- dijo el discípulo.
-Que la primera Reina del Caos, la más poderosa hechicera que pisó la tierra… - el anciano calló.
¿Qué- chilló Gill.
-En la junta se comentaba que había reencarnado, pero eso es imposible.
¿Por qué?
-Porque su alma está viva.- el anciano pasó su dedo por el dibujo en la caja.- Pero hay dos personas en las que pudo reencarnar.
¿Quiénes-indagó Abigail.
-Las dos que heredaron la fuerza de los ojos de aquella reina perdida. Gill, cuando el sol salga pon la caja en aquella abertura, no tardes ni un segundo, cuando el sol bañe esta tierra negra será la hora del juicio.
¿A dónde va- chilló la chica.
-La junta tiene que saber esto. Armando cuídalas, sácalas de aquí en cuanto suceda.
Y con esas palabras el anciano desapareció.
Alicia miró la puerta al final del túnel.
¿Sabes lo qué quieres decir- le preguntó a Ale.¿Qué quiere decir que estemos aquí cuando ya tenemos el poder?
-Que nos esperan adentro.
¿Y si es una trampa- preguntó la pequeña Marina.
-Oh, Marina, por supuesto que es una trampa.
La chica miró sin entender a Sirius.
¿Si es una trampa, qué hacemos aquí?
-Venimos a saldar una deuda…- contestó James.
¡Es una locura- chilló Elinor.- No voy a matar ahora a Ingrid por lo que nos hizo antes. Está en desventaja, primero somos nueve y segundo tenemos nuestros poderes de regreso.
-Te equivocas.- la voz de Lily la interrumpió.- No está sola, además de que soy yo la que va a responder aquel reto y por otro lado Ingrid tiene más poder del que creemos.
¡Era mala para todo- dijo Peter, que lo sabía porque el nombre de Ingrid estaba justo arriba o debajo del suyo en todas las materias.
Ale los fulminó con la mirada. Remus se giró y miró a Alicia.
-Tú te quejaste de que no podíamos enfrentarnos a Ingrid, pues bien, venimos a terminar con la única persona que nos ata a nuestros pasados.
Alicia miró a todos sus amigos… poco a poco todos se habían convertido en asesinos… todos… hasta ella. Luego miró a la pelirroja que inspeccionaba la puerta. Una punzada de dolor se le internó en el corazón. Si Lily mataba a alguien, entonces sería su culpa.
Recordaba cuando había matado a alguien por primera vez. Un vampiro, sólo tenía dieciséis años y había sido demasiado, momento antes como todos había sentido por un segundo lo mismo que La Reina del Caos, había sentido a las sombras sobre ella. Con un gemido caminó hasta la puerta. Sacó una de las flechas y la incrustó en una abertura que hasta ese momento nadie había notado. Con un chillido la puerta cedió. Sirius la empujó con fuerza.
El túnel que habían recorrido momento antes, había sido una pendiente, ahora no estaban en las entrañas de La Cima, sino en el pico de la gran montaña. El lugar no era un cueva de rocas bellísimas, sino un templó hecho del mismo cristal que Akina. Luces de colores adornaban las paredes y desde aquella altura se miraba hacia el mar, lejos de la oscuridad que llenaba a Dorymuà.
-No tenían que venir todos.- Ingrid los esperaba sentada en un sillón de terciopelo verde. Antorchas rodeaban las paredes de cristal y alumbraban de forma lúgubre aquella estancia.
-La pelea es con todos, amiga.- le dijo de forma ácida Sirius.- Hace mucho tiempo creí que estabas enamorada de mí.
Ingrid comenzó a reír.
-No rías Ingrid Mudlose.- le cortó Lily.- Que yo vi como llorabas sobre el cuerpo de Doug, aquel que te amó siempre. Aquel que murió en tus manos para protegerte a ti… a ti y a su querida sobrina.
Los ojos de Ingrid centellaron con una inmensa tristeza que perforó el alma de Marina. Jamás había sentido una mezcla de sentimientos tan fuertes.
-Realmente quiere matarnos.- murmuró.
¿Creías que no- contestó Remus.- Es poco importante ahora que esté sufriendo, nos matará de todas formas.
Marina mordió su lengua y miró a la morena con tristeza.
-Así que me tienes pena.- dijo ésta sin quitar sus ojos de Lily.- Marina, eres una idiota. No debes tener pena de un enemigo que te tiene encarcelado- mientras decía esas palabras las puertas detrás de los heraldos se cerraron con estrépito.- Y que sabe más de ustedes que nadie.
¿De qué hablas- murmuró Ale.
¿No conoces la profecía, Ryddle? No aquella que los trajo aquí, sino la maldición que yacía sobre Isabel, tu madre.
Alessandra bajó la cara. Ingrid rió.
¿Nadie te lo dijo? Eres tonta. La junta ya sabía que tu nacerías a raíz de una traición, es más, aquí tienes.- Ingrid lanzó una esfera plateada a Ale que la atrapó en el vuelo. Al instante la esfera brillo.
Una voz grave y masculina surgía de las entrañas de aquella esfera y la cara de un hombre comenzaba a aparecer.
Una reina sin corona
Que nace de un poder oculto
De una traición
De la noche de pasión de un par de amantes
Una reina que conocerá al caos
Una reina que guiará al mundo hacia el principio de la fuerza.
Una reina que no sabe de tristezas.
Muerta en tiempo inmemorial, sin enfermedad aparente.
Muerta por la oscuridad.
Regresa después aquella reina
Traicionando a quienes la crearon
Regresa a engendrar y criar con un traidor
Regresa a servir
Y después aquel sacrificio por el que murió traerá sus frutos
Y entre la vida y la muerte
Al borde de un abismo
Ha de revelarse
Más de una traición
-Esto no tiene sentido.
-Claro que lo tiene.- contestó Ingrid.- Alessandra Marie Ryddle ¿sabes por qué murió tu madre¿Por qué murió cuando era joven después de vencer a Merlín, cuando éste se descarriaba? Todos sabemos que terminaron con la parte mala de Merlín y el resto de él quedó bajó una roca, pero tu madre no murió en batalla, ni de muerte natural. Sino haciendo un encantamiento. Un encantamiento que la haría vivir por siempre, pero falló.
¡Mentira! La traición de mi madre fue venir y amar a aquel fallo natural que era Voldemort.
-Tú misma los has dicho muchas veces, tú no eres hija de Voldemort, sino de Tom Ryddle. Lo que quiere decir que te han engañado. ¡Isabel era egoísta ¡Quería vivir por siempre y le salió el tiro por la culata!
¡No permitiré que injuries a mi madre¡El único mal que ha hecho tiene nombre y soy yo!
Ingrid comenzó a reír. James se estremeció al oír esa risa fría.
¡Eres tonta, tonta, tonta¡Tú madre creó su propia reencarnación¡Se aseguro de que después de muerta regresaría a esta tierra con todos sus recuerdos¡Pero Alessandra, tú madre falló¿Quieres saber quién la detuvo¿Quieres saber!
Ale temblaba de furia.
¡Slytherine y Tirani la detuvieron! Y entonces tu querida madre murió. Fue aplastada por la oscuridad, por su propio corazón negro. ¡No se parece en nada a Lily Evans¡A esa tonta que tienen por Reina del Caos ahora¡Porque tú, Lily Evans, no tienes ni un poco de cordura o ambición!
Los ojos de Ale comenzaron a relampaguear.
-Vas a pagar esto. ¡Vas a pagar esto, Ingrid Mudlose!
¡Primero acepta la verdad¡La traición de Isabel camina entre nosotros¡Su reencarnación no salió como debía¿Quién es, Alessandra¿Quién es la reencarnación de tu madre¿Acaso eres tú!
¡Ya!
Ale tomó aire y con un gritó colérico lanzó una de las antorchas hacia Ingrid. La antorcha no hizo nada, se apagó a unos centímetros de la joven morena.
¿Cómo- chilló Remus.
¡No tenías poderes¡Lo sé¡Te leí- gritó Ale.¡Lo sé!
¡Que no los leyeras hace años, no quiere decir que no estaban allí!
Ale chilló fuera de sí.
¡No te burles de mí!
El sillón donde estaba Ingrid comenzó a temblar, pero la morena sólo sonrió.
-Idiota.- dijo comenzado a reír.¡No puedes enfrentarte a mí¡Ya no!
El sillón se alzó en el aire y comenzó a subir peligrosamente hacia el techo, Ingrid sonrió más ampliamente y saltó de aquel mueble para caer limpiamente en el suelo.
-Arrepiéntete de tus palabras, Alessandra, estás perdida.
Un torbellino salió de dónde estaba Ingrid y golpeó a Alessandra arrojándola contra la pared. La joven se levantó.
¿Cómo hiciste eso- exigió saber James.¿Ingrid?
-Te extrañas de verme tan cambiada, Potter. Vamos, no tienes ya lo que quieres. Estás en el ministerio, el mejor Auror de la fuerza y además Lily está contigo. ¿Quieres realmente tus poderes¿Quieres realmente esa espada que es más aparatosa que nada?
-Cállate, Ingrid.
-Vamos, siempre fuiste una de las personas más inteligentes que conocí, sal de aquí antes de que te arrepientas.
¡No!
-Igual tú, Marina, qué tienes que estar haciendo aquí, no me conociste, nunca te he hecho nada, tienes tus poderes, te dejo marchar.
La chica parecía dudar.
-Déjala en paz.- dijo Lily.- Deja de jugar con sus mentes.
Ingrid río.
-Es divertido, Lily. ¿No lo crees así?
La pelirroja miró a su amiga.
-Eres poderosa.- contestó Ingrid.- Si vinieras con nosotros te ayudaríamos a manejar las sombras. A ser la más poderosa de las hechiceras. A ser todo lo que deseabas ser cuando entraste a Hogwarts. ¿Recuerdas tus sueños, aquellos que tenías a los once años¿Tus ilusiones, tus deseos? Yo sí. No sabías nada del mundo mágico pero querías ser parte de él. Elegiste ser parte de este mundo. ¿Te arrepientes?
-No.- contestó sencillamente la Reina del Caos.
-Ya lo sabía. Deseabas tanto ser una bruja. Nos contaste más de un millón de veces como eran los muggles, nos explicaste todo acerca de ellos y aprendiste sobre el mundo mágico más de lo que cualquier mago sabe. Conocías cada hechizo, cada maldición. Lo sabías todo. ¿Por qué entonces no viniste conmigo¿Por qué te convertiste en la enemiga de mi señor? Aún hay tiempo Lily, ven conmigo, estaremos juntas una vez más. Tal vez ni tengas que matar, amiga mía. Sólo deberás brindar poder, auxiliar con tu grandioso poder e inteligencia nuestra causa que es noble. ¿No quieres que volvamos a estar juntas?
-No de esa forma, Ingrid. Mis sueños siguen azotándose en el viento. Aún seré la más grandiosa de las brujas que ha existido, pero también seré la mejor hija que mis padres pudieron desear. ¡No mataré a muggles y contribuiré a que mi raza sea exterminada¡Jamás!
Alessandra abrió la boca sorprendida por el arrojo con el que la pelirroja hablaba, jamás la había oído así.
-Ingrid, ojala vinieras tú y te nos unieras. Pero sé que hay en ti algo de mi antigua amiga. Odio tener que luchar, pero si así lo quieres, que así sea. ¡Nuestra antigua amistad no interferirá en ese duelo¡Es un duelo, mi vida será tuya si pierdo y podrás hacer con ella lo que te plazca, hasta llevar a un alma herida hacia tu señor y ponerla a sus pies¡Pero si gano, Ingrid juro que pagarás la memoria de todos los que has matado!
Ingrid sonrió.
-Quiero aceptar amiga.- murmuró.- Pero no puedo
En ese momento se oyeron pasos apresurados. Los heraldos giraron su cabeza mirando a los muchos Mortífagos que los rodeaban. El grito de Alessandra los hizo volver a la realidad.
La joven Ryddle estaba apresada por más de diez Mortífagos. Se debatía contra ellos. En seguida Remus se lanzó en su ayuda, pero otros Mortífagos taparon su camino y lo obligaron a luchar.
Lily se había quedado clavada en el suelo. Mirando a Ingrid. Abrió su boca con sorpresa.
¡No- chilló.¡Él!
-Bien, Lily Evans, me has descubierto por fin.
Lily soltó un grito. Todos dejaron de batirse. La voz fría de Lord Voldemort se había alzado entre el clamor de la batalla y lo había parado.
-Voldemort.- dijo Lily.
-Veo que me recuerdas. Tú me mandaste al olvido. Ingrid, serás recompensada por esto. Aquello que te prometí será tuyo.
-Gracias mi señor.
Voldemort se acercó a Lily.
¡No te atrevas a tocarla- chilló Alessandra mientras seguía tratando de liberarse de los Mortífagos.
Voldemort giró su cara y miró a la joven Ryddle.
-Alessandra.- dijo él con suavidad.
¡Aléjate de Lily¡Te mataré con mis propias manos si la tocas!
Voldemort hizo una seña y los Mortífagos que apresaban a Alessandra la acercaron a su amo.
¿Qué no la toque- preguntó éste divertido.¿Me matarás? Ahora, hija mía, estás en mi poder.
¡No soy tu hija, asesino!
Voldemort sonrió. Quitó su vista de Alessandra y miró a Lily.
-Lily, veo que has crecido un poco más. Veo que eres más poderosa que antes.
Lily no respondió sólo miró con odio a Voldemort.
-No deberías odiarme a mí, tú no cumpliste tu misión.
-Eres un asesino, has matado a tanta gente… ?Cómo te atreves a venir a pararte frente a mí y llamarla por su nombre- chilló la heredera Slytherine.
¡Calla de una vez niña!
¡No¡No dejaré que toques a Lily¡No te vas a acercar a ella, maldito!
Voldemort se volteó colérico y le propinó una bofetada a la chica.
¡Cállate de una vez niña estúpida¡Cállate, ahora!
Ale sentía como le quemaba su cara.
¡Suéltenla- Ale se quedó de pie y miró a aquel hombre con furia.
¡Golpéame si quieres¡Sigues siendo lo mismo por lo que peleas, tú sangre mezclada¡Maldito hijo de…- Voldemort ni siquiera sacó la varita, nadie lo había visto actuar así. Dio una señal. Dos Mortífagos tomaron a Ale y la lanzaron contra una pared. La chica lanzó un gemido al golpear el vidrio. Éste no se rompió al instante. Ale ya estaba en el suelo cuando los pedazos de cristal cayeron como lluvia sobre ella. Marina se abalanzó hacia la mujer seguida por los demás. Estaba inconsciente. Elinor comenzó a revisar los cortes y heridas.
¿Por qué- preguntó Lily con los ojos llenos de lágrimas.¿Por qué nos torturas?
-Porque no hay nada más divertido que ver a los brujos más poderosos quebrarse y llorar. Lily, cada día eres más poderosa… ven conmigo, construiremos ese mundo ideal…
La joven negó con la cabeza. Voldemort pasó su frío dedo por el mentón de la chica. James se abalanzó hacia Voldemort, pero un par de Mortífagos lo pararon. Ni siquiera pudo sacar la varita o la espada, pues los dos guerreros del Señor Oscuro comenzaron a golpearlo, los demás no tardaron en seguir su ejemplo cuando muchos heraldos se dispusieron a ayudar a sus amigos.
-Ni siquiera necesitamos varitas para acabar con ustedes, Lily, ya me viste terminar con mi hija. Mírala, tan indefensa, tan vulnerable. Tan mía.
Lily se horrorizó cuando Voldemort le obligó a mirar a Ale.
-Vamos, Lily, nadie puede conmigo. Ni tú podrás. No puedes matar y no tienes porque morir.
Lily seguía sintiendo el frío contacto de los dedos de Voldemort. Como estos pasaban por sus mejillas y su cuello dándole escalofríos.
-Eres tú la reina que necesito. Creí que sería Alessandra la elegida, pero llegué aquí desde hace rato. Tienes tanto poder. Ingrid me había hablado de ti, pero hasta ahora no pensé en ti, de esta forma.
La pelirroja miró a James que se levantó y sacó su varita para afrontar a los Mortífagos.
-No hay nada en el mundo muggle para ti, sólo personas que creen que eres rara. Sólo dolor. Recuerda cuando eras más joven, recuerda a los niños, recuerda sus burlas¿recuerdas aquella niñas que te hacían menos? Podrías vengarte de ellas ahora.
Lily bajó la mirada hacia el suelo.
-Nunca me hirieron de verdad.
-Ni aunque te dijeran fenómeno, leyeran tu diario y propagaran por la escuela tus secretos.
-Eran niñas.
-Tienes veinte años Lily, en diciembre veintiuno y sigues siendo una niña.- la voz fría de Voldemort entraba y se estancaba en la cabeza de Lily.
-No merecen morir por tonterías infantiles.
-Allí te equivocas, Lily. Merecen morir, merecen morir por el más mínimo insulto, merecen morir por todo… todos esos muggles merecen morir.
Lily miró a Voldemort, los ojos verdes seguían llenos de lágrimas y los de rojos expresaban deseo.
-Isabel es tu reina.- contestó Lily.- Yo no soy una asesina, yo no me entregaré a ti, jamás.
-Isabel ya no merece ser reina del mundo que preparo. Morirá pronto y me cree un mounstro.
-Lo eres.- contestó Lily clavando sus ojos en los de él.
-Lo sé, pero todos pueden aprender a…
-No seré tu sierva.
-No, Lily, serás más que eso.- murmuró él en tono provocador.
Ale abrió sus ojos y miró a aquel ser despreciable tan cerca de Lily. Aquella cercanía le dio náuseas y un dolor agudo en el pecho. Él no la tendría. No merecía tener a Lily Evans. Durante uno de sus viajes había descubierto que el nombre de su amiga quería decir "la que es pura" o "la más pura", y era así. Voldemort no merecía tenerla. ¡NO!
-No seré tu reina.- volvió a decir Lily.
-Todos se arrepienten.- la cara de Voldemort cambió y Lily miró a James en él. Lanzó un gemido ahogado y bajó los ojos con pena.
-Lily Evans.- llamó James.
-Déjame.- murmuró ella.- Ya, por favor.
Lily empujó a aquella ilusión hacia atrás, pero ésta la tomó de los brazos.
-Por favor.- dijo en un murmullo ahogado. Miró entre las lágrimas a James que se levantaba apoyado en su espada y lanzaba golpes a diestra y siniestra contra los Mortífagos, que aumentaban de número y volvían a atacarlo.
-Sabes que dentro de ti necesitas como todos el poder.
-No, es verdad. Déjame.- Trató suavemente de apartarse de aquel James.- Sé que no eres tú.
¿Segura- una mano le obligó a voltear. Lily se encontró con la cara de James.
-Te lo ofrezco todo.
-Yo…
-Vamos Lily. Te ofrezco el poder de cambiar todo para bien o mal. Serás una reina de verdad.
-Yo…- murmuró ella que parecía olvidar que quién estaba frente a ella no era más que una ilusión.
-Di que vendrás conmigo. Di que serás mía.
Lily abrió su boca.
Alessandra al mismo tiempo se levantaba. Al igual que sus compañeros estaba en muy mal estado, sólo que ella estaba llena de sangre. Se apoyó en un corte de la ventana para levantarse. Por el cristal escurrió un hilo fino de sangre. No, ella no podía. Ale miraba con los ojos desorbitados a Lily en brazos de Voldemort. A Lily que ya no luchaba por zafarse de ellos, sino que miraba a Voldemort enajenada.
-No, por favor, no.- masculló tan quedamente que sólo ella lo oyó. Quedándose sin fuerza resbaló por el vidrio.- Lily reacciona.
James por otra parte no podía creer lo que veía. ¿Qué estaba sucediendo? No podía pensar bien las cosas, sólo comprendía ya que tenía que llegar hasta Lily… hasta su Lily.
Lily suspiró.
-Di una sola palabra y el mundo estará a tus pies.
-Jam…
-No lo menciones.
Lily sonrió suavemente.
-Di una palabra, Lily, y estará todo bien por siempre, estaremos juntos… para siempre… lo juro.
Lily lanzó otro suspiro ahogado.
-Yo… sí.- contestó con voz queda. Aquella respuesta hizo que Alessandra soltara un grito.
Voldemort no espero más. Y ya la batalla había cesada y todos vieron a Voldemort besar a Lily Evans mientras detrás de ellos el sol rojo fuego salía en la tierra oscura de Dorymuà.
Gill miró el sol que comenzaba a iluminar la arena negra. Aquella isla donde nunca llegaba el sol era alumbrada por la mañana.
Tomó entre sus brazos la caja de madera y caminó hasta la abertura que había a un lado de la montaña.
Armando y Abigail iban tras ella.
-Me voy.-murmuró Abigail.- tengo que cumplir mi parte de este trato.
Gill la miró.
¿A dónde vas?
-Arriba, cuídate Gill, yo sé que todo estarás bien.
Abigail desapareció corriendo por las puertas.
-Eso nos deja a nosotros.- murmuró Armando.
-Y a mí.
Los dos se giraron para ver a la mujer de ojos grises y piel opaca acercarse.
-Pon la caja en su lugar Gill.
-Sí.- contestó ella.
Se arrodilló ante el hueco y metió la caja.
-Ábrela cuando te lo diga. Luego los dos corran hacia el bosque… el campamento regresará a Akina tres minutos después. Si no están allí, morirán aquí.
Gill asintió y mordiéndose el labio tomó la tapa de la caja para abrirla cuando se lo ordenaran.
-Por un minuto.- comenzó la dama de piel opaca. Iru era su nombre.- Por un instante el mundo se estremecerá con el murmullo del ayer, con los lamentos de su corazón herido. Con el sonido de su soledad eterna que rebota entre las paredes vacías y desnudas del tiempo. El mundo verá al pasado y temblará ante ella, encarcelada en la mayor tristeza y herida por la soledad que trajo su falta. Es suficiente, que aquí termina el camino. Pues ahora el mundo tiembla. Pues ella llega, olvidando las razones por las que vino y comenzó a luchar… por su libertad.
Hubo un silencio y el sol bañó la montaña.
-Ahora.- dijo Iru y desapareció al instante. Gill abrió la caja y un torbellino blanco salió de ella.
¡Corre- dijo Armando mientras la tomaba de la mano y comenzaba a correr. Gill se dejó llevar con los ojos fijos en la montaña.
La tierra se estremeció bajó los pies de todos. Los cristales de aquel templo escondido se rompieron en un estrépito. Lily y Voldemort se separaron. Ella había salido del trance, pero no pensaba en lo que acaba de hacer. El piso se rompió y de allí salió un remolino de colores. Éste separo a Voldemort de la pelirroja.
Una figura salió de entre el polvo. Ale abrió sus ojos. Justo en el momento para verla abrir los suyos y contemplar aquel lugar. La más poderosa de las Reinas… Isabel había llegado al encuentro.
Sé que esperan ver la parte dos… bueno estará frente a ustedes el miércoles en la noche. Me pareció más divertido y emocionante cortar aquí y pasar lo siguiente el miércoles. (¡Qué mala soy!)
La segunda parte es la batalla contra Voldemort, unas cuantas sorpresas y la primera batalla por la reencarnación de Isabel.
RRS
Niniel204: Ya veo que para tus gustos mi historia parece ser la indicada. Bueno los mundos van explotando en mi cabeza como burbujas de jabón, la verdad los nombres… bueno ando por la vida parándome frente a la gente y pidiendo que me den un nombre o un apellido, algunos nombres (como dos en las Islas) tiene otros significaos y me los dio una amigo… así voy tenido una colección de nombre enorme. El destino… me parece algo importante en este ff… todo lo que les sucede esta regido por el destino, desde su elección como heraldos. Alessandra… la chica sufre, no hace más en su vida que sufrir… la verdad nop sabe aún todo sobre Lily, madre del mas poderoso, sólo sabe una parte. ¡YA veras! Ojala te haya gustado el chap.
NeLi BlAcK: Ingrid? Mmm todo puede pasar… y el problema no es si muere o no, es cómo muere… si las profecías salen por doquier, el destino rige a los heraldos y su lucha esta vez tiene muchas ramas desde Voldemort hasta sus propios destinos.
Blanca: Bien, por fin estás leyendo a la hora que debe hacerse :P Sí, Abigail tiene un papel corto pero importante. Que te pareció la lucha? Te gusot el chap? Te has quedado en suspeso?
Pilitonks: RR1: Que bueno que te guste el ff… es mi consentido y favorito… la trama salió no tengo idea como, sólo apareció en mi mente de pronto… Ale es increíble es uno de esos personajes que tiene cada libro, de esos que saben todo y pueden explicar muchas cosas. Peter? Te diré que odio verlo como un idiota, para mi hubo una buena razón para traicionar a sus amigos, antes de eso probablemente él era un chiquillo asustadizo que tenía amigos una vida y que era bueno, si hubiera sido realmente tonto y traicionero no lo hubieran tenido por amigo. Ninguna persona es del todo mala, es mi lema. Bueno Armando y Carina si recuerdas son isleños… eso quiere decir que no son heraldos, sólo tienen poderes más grandes que los magos comunes. Sí Isabel es la primera, después de ella vienen muchas más, pero ella es la primera Ib está antes que Lily y Lily es la última reina del caos. RR2: Bueno, la segunda parte no es una secuela, estaba planeada, la trama, la batalla, el problema son los mismos, la trama esta hecha como extensión de la primera, no es una nueva trama (con borrón y cuenta nueva) a partir de lo primero. Matarla? Crees que Lily es capaz? La chica no dejó que muriera a manos de Voldie, menos la matará ella misma, claro muchas cosas pueden pasar. Lo pricncipal del fic es la intriga, he descubierto que cuando uno esta enganchado con un ff es porque no tiene que seguir moviendo hacia abajo la hoja para ver que pasa… intento crear ese sentimiento de "necesito saber ya!" que nos sucede a todos con un buen fic (o mejor a un con un buen libro)
Mmm pararse? Eso quiere decir estar de pie, pero tm quiere decir detenerse o dejar de hacer algo… tiene muchos significados… pero creo que esos son los mas comunes. Ojala te haya servido…
Trini: Que te vaya bn en tus vacaciones… no te preocupes cuando regreses leerás y serás afortunada porque no tuviste que esperar seis días para saber que pasaba. Que bueno que te guste y por lo de la reencarnación.. oh niña que no es tan fácil de resolver, YA VERAS
Gracias por los rrs.. Me hace mucha gracia entrar a mi mail y ver que los tengo, me dan fuerza para escribir :P
Nos vemos el miércoles si no ando nadando en tarea, porque a los profesores les dio por ponerse mas crueles que usualmente.
Syringen
ALCS
PD: Lamento la falta de signos y guiones, he estado tratando de corrgirlo todo la mañana pero no he podido... lo siento
