Nada de lo que puedan reconocer me pertenece.
Dedicado a Carlos Meza por su ayuda en la corrección de la primera parte de esta historia y a Alicia mi beta.
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¿De qué están hechos lo sueños?
II
El material de los Sueños.
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La reencarnación de Isabel
Segunda Parte.
Hija de un ladrón que deseaba ser rey
Isabel avanzó suavemente. Nadie se movía, todos se habían quedado como posesos mirando a la reina que al caminar parecía no tocar el suelo.
Caminó hasta su hija con la cabeza en alto mirando al sol, sin fijarse en la joven que era su vivo retrato, sólo había una diferencia. El cabello de Ale era más corto, había crecido considerablemente en los meses que había pasado en la Casa Merodeadora, pero aún se veía corto al lado del de su madre.
-Madre.- murmuró suavemente.¡Madre!
La mujer la miró, los ojos de ambas se encontraron por un instante y la montaña se estremeció. Isabel se arrodilló junto a su hija sin prestar atención a los cortes que cruzaban la piel blanca de su niña.
-Alessandra.- dijo con suavidad.- Alessandra, mi niña…
La abrazó. Ale a su vez oculto su rostro entre los cabellos de su madre.
-Mi niña¿dónde has estado? Mi niña, pensé que jamás volvería a verte.
Ale levantó su cara posando en su madre sus ojos cristalinos.
-Yo también lo creí, pensé que nuestros destinos estarían separados por siempre¡oh madre¡cuánto la quiero madre querida!
Ale pasó su mano por la cara de su madre, la recordaba, se habían separado cuando ella era muy pequeña, pero la recordaba, además cada vez que se veía a un espejo veía a Isabel. Era una de las razones por las que se había cortado el pelo, para ya no ver a su madre.
-Yo siempre confié en volverte a ver, tan grande, tan bella.- Isabel pasó su mano por las mejillas de su hija por donde corrían lágrimas.- Tus ojos están llenos de una chispa que yo no conocía, que nunca tuve.
-Madre.- repitió la joven.- Como la he necesitado, madre.
-Y yo a ti mi niña.- la mano de Isabel y la de su hija se encontraron, eran idénticas. Cualquier podría jurar que eran las mismas.
Los labios de Ale temblaron ligeramente. Una risa fría interrumpió el momento.
-Isabel, tú hija ya sabe que clase de persona eres, deja de fingir.- dijo Voldemort con suavidad. No miraba directamente a Isabel, sino a la pelirroja que se había levantado y miraba a Ale y a Voldemort de tiempo en tiempo.
¿A qué te refieres- preguntó con acidez la mujer.
Voldemort clavó sus pupilas rojas en Isabel.
-Ya sabe cómo moriste, querida amiga, sabe qué clase de persona eres.
Isabel abrió sus ojos sin mesura. Se levantó rompiendo el contacto que había formado con Alessandra.
-Pero Madre- chilló la chica.- Yo no le he creído a Mudlose. Debía morir en el mayor sacrificio, en la cumbre del poder… yo soy su traición. Madre…
Isabel giró sus ojos y miró con tristeza a su hija.
-Lamento haberte mentido, lamento que nadie te dijera la verdad.
¡No, Madre- Alessandra se levantó.¡No diga que es cierto, Madre¡Por favor, yo…!
-Todos querían que amaras al poder del Caos, a tu madre y a estas islas, como odiabas a tu padre. Lo siento mi niña.
¡No¡Me niego a creerlo¡Me niego a creer que es cierto¡Madre, no mienta!
Isabel bajó la mirada y Voldemort rió.
-Dile Isabel, dile como hace años, cuando todavía tenías poder deseabas tener más, dile como es que la reina del caos no es pura.
-Voldemort.
-Vamos, Isabel¿o sigues avergonzándote de todas las traiciones que cometiste¿De convertir a Tom en lo que es ahora¿De convertirlo en mí?
¡Yo no lo convertí en un asesino¡Él ya era heredero de Slytherin!
Voldemort rió más fuerte.
-Isabel bien sabes que soy el mismo Tom que te encontró antes y te trajo a él. El mismo que supo de tu poder y deseó que lo acompañaras.
¡Cállate!
-Madre, no le hagas caso, sé que…
-Cállate Alessandra.- dijo Isabel. Ale abrió sus ojos con horror.
¿Qué- preguntó¿Qué ha dicho?
-Alessandra, tienes que comprender. Lo intenté. Jugué con el destino. Estaba intentado que después de mi muerte regresara, igual de poderosa, igual de ambiciosa que antes.- contestó con una sonrisa trágica.- No lo logré, pero morí y ese fue mi sacrificio y lo que hice con mis poderes en su máxima expresión, pero no fue salvar a alguien, sino a mí misma.
¡Es mentira- grito Ale, se levantó con dificultad. Todos notaron como sus piernas temblaban.¡Mentira!
-No, Alessandra.- contestó.- Ya, no. Tienes que entender. Me salvé a mí misma. Esa fue mi primera traición al Caos y por la que morí y fui castigada después en esta vida. Luego estuvo Tom.
Ale temblaba de cabeza a pies.
-No.- murmuró. Tambaleándose se acerco a su madre.- No madre, no diga eso.
Ale llevó sus manos hacia las mejillas de su progenitora, quien se apartó. Ale cayó al suelo de rodillas.
-Tienes derecho a saber la verdad. Tú padre supo de mí a través de libros que le dio Grindelwald. Se dedicó a buscar cada vestigio de los heraldos y descubrió que era heredero directo de Salazar Slytherin. Abrió la cámara y dos años después me encontró en la tienda de aquel hombre. Tardó casi cinco años en traerme a la vida y lo logró. Yo había regresado y al instante quise agradecer a mi suerte y me encontré con Tom Ryddle. Él quería el poder de todo, como yo lo había querido antes. Ya no lo deseaba, pero lo recordaba y acepté unirme a su cruzada por el conocimiento, viajamos muchos años y aprendimos muchas cosas. Cuando naciste tú ya estaba arrepentida de ayudar a Tom a conseguir poder, pero ya no podía parar, ya lo amaba y deseaba también el poder.- Isabel dejó escapar un largo suspiro.
Ale tenía la cabeza gacha, estaba en cuatro patas y su cabello tapaba su rostro. Algunas lágrimas mojaban el suelo.
¿Por qué? Las reinas del caos nunca sucumben al poder. ¿Por qué tú sí?
-Hubo una razón por la cual me eligieron a mí para soportar el caos. Yo era impura. Descendía por mi madre de los grandes reyes, pero mi padre no tuvo nombre jamás, no para los cortesanos que creían que el aquel rey era mi padre. Yo pude soportar el caos, pero Merlín también creía que yo era descendiente de reyes por ambas partes. Fui hija de un ladrón que deseaba ser rey, en mí luchaba ese deseo contra la pureza del poder… ganó el deseo.
Ale dobló sus brazos quedando sobre sus codos. Se oía su llanto.
¿Por qué lloras, Alessandra- preguntó Voldemort.¿Por qué tu perfecta madre te ha dejado?
La joven no contestó. Isabel la miró respirando con dificultad.
-Naciste y yo no quería que terminarás como yo, ya conocía el destino de tu padre y quise alejarte de él. Lo logré, pero me convertí en su sirvienta, en una prisionera de mi propio deseo, hasta que sentí los poderes del caos.
Los ojos de Lily e Isabel se juntaron.
-Ellos vencerían y yo tendría la eternidad con Tom y todo estaría bien… mi tercera traición… jugar con el destino una vez más. Desear con fuerza que mis sueños se hicieran realidad, cuando debía dejar todo atrás. Tres veces traicioné a la junta, a mi cargo, a mi poder… a mi poder que ahora está dentro de ti, Lily Evans.
Alessandra se levantó con los ojos llenos de lágrimas.
¡No dejaré que ninguno de ustedes dos le haga daño a Lily¡No lo permitiré!
Caminó hasta la pelirroja y se puso adelante de ella.
-Ha aceptado ser mi reina, Alessandra.- dijo Voldemort con una sonrisa.- Tú misma lo has visto. Ya estaría conmigo de no ser por Isabel.
Voldemort e Isabel se miraron. Se sintió una corriente eléctrica cuando sus ojos se encontraron y se fijaron con ira en el otro.
¡No dejaré que te la lleves¡Ninguna Reina del Caos, volverá a ser tuya¡No lo voy a permitir!
Isabel cerró sus ojos con dolor.
-Apártate, Alessandra, el daño está hecho.
¡No lo haré!
Lily se levantó y puso su mano en el hombro de Ale.
-Cometí un error, perdón Ale…
Alessandra se giró.
-No te irás con él, juré que no te dejaría morir, irte con él es igual que la muerte.
-Ale…
¡No- la joven volteó una vez más.- Padre.- todos se sorprendieron ante ese nombre.- Me ofrezco en vez de la Reina del Caos. Yo que tengo tú sangre, yo tengo el mismo deseo de poder. Yo me ofrezco en lugar de mi debilucha amiga. ¡Yo me ofrezco a tu causa y a ti¡Te juro lealtad¡Soy tuya!
Voldemort sonrió. Alessandra se dejó caer de rodillas y junto sus manos para gritar las palabras y su juramento. El grito agudo que salió de los labios de Alessandra hizo que todos se estremecieran, Remus se acercó a ella.
¡No lo hagas- dijo Isabel mientras se acercaba.- Alessandra…
-No me toque, madre.- dijo ella fríamente.- No después de que me mintió.
Isabel retrocedió y fue Voldemort, él que se acercó.
¿Vendrás conmigo?
-Sí.- contesto Ale.
-No.- murmuró Lily.- No te dejaré.
-Soy más fuerte que tú, nos vemos Lily.
¡Yo cometí el error, no te dejaré ir por mi error!
Voldemort estiró su mano y tomó con sus dedos la mano de su hija.
-Ya no puedes arrepentirte, Alessandra, eres mía.
¡No- Remus se interpuso entre los dos.¡No te irás Ale, no te dejaré ir¡Nunca!
Los ojos de Ale se llenaron de lágrimas.
-Lo siento, Remus. Aún te amaré por siempre.- se acerco y besó al licántropo con apuro antes de avanzar hacia Voldemort.
El Lord Oscuro la miro. La joven Ryddle miró con fuerza a su padre soportando la mirada. En seguida un grupo de Mortífagos se acercó y la apresó.
¡Llévensela¡Ya!
Ale bajó la vista.
¡No te dejaré- gritó Lily. Con un movimiento rápido tomó una de las dagas de Alessandra y la clavó en uno de los brazos de Voldemort.¡No te la llevarás!
¡Tonta- la montaña retumbó.
¡Lily- chilló Ale.¡Lily- pero en el momento en que su padre se agachaba para tomar a la pelirroja del cuello, todo se borró. Ale había desaparecido.
Lily cerró sus ojos. Voldemort la alzaba a unos centímetros del suelo.
-Vamos, Evans, ruega.
Lily gimoteó. Voldemort puso cara de asco y la arrojó contra las puertas por donde habían entrado. Un encapuchado se acercó.
-Sangre sucia.- dijo uno de los Mortífagos.- Nuestro señor te lo iba a dar todo.
A Sirius le hervía la sangre, había reconocido la voz.
-Bella.- murmuró con asco. Se dispuso a atacar, pero alguien se interpuso entre él y su prima.
-Sirius.- murmuró Ingrid con una sonrisa.- Si das un paso más, te mataré.
-No si yo te mató primero.- contestó el chico.
-Estoy fuera de tus posibilidades, Black. Ya no me llegas ni a la suela del zapato.
-Ya lo veremos, Mudlose.
Un grito interrumpió la conversación.
-Dime, Sirius¿qué harás¿Irás a ayudar a Elinor o lucharás contra mí?
Elinor estaba arrinconada por un grupo de Mortífagos. Las ilusiones no eran suficientes.
-Efime la matará.- dijo Ingrid con una sonrisa.
¡Era tú amiga- gritó alguien detrás de Ingrid. Sirius sonrió.- Vete a ayudarla, Padfood, yo me quedaré con Ingrid.
-Remus.- dijo Ingrid con suavidad.- Hace tiempo te propusieron unirte a Voldemort, yo te lo propuse hace menos tiempo. Aún hay tiempo, ven con nosotros.
-No, Ingrid. Ya te lo han dicho, no me uniré a ellos después de lo que hicieron contigo.
-Esa no es la respuesta.- contestó la joven morena.¿estás listo para luchar contra mí, Remus Lupin?
-Siempre lo he estado.
Sirius corrió hacía Elinor, pero una vez más alguien se interpuso ante él. Miró al Mortífago.
-Deberías dejar que tu novia luchará sola.- murmuró al mismo tiempo que bajaba su capucha.
-Aensley, déjame informarte que ella no es mi novia.
¡Qué pena- dijo irónico Aensley.- Si pareces tan preocupado…
Sirius sonrió.
-Nos quedó una batalla pendiente.
-Sí y esperaba que hubieras pensando en lo que te dije.- Ambos tenían sus varitas afuera.
-Lo he pensado y mi respuesta es la misma. Yo no soy un Black.
-Ahora no esta Alessandra para impedirme matarte.
-Yo iba a matarte a ti.
-Sí, pero ahora Black sabes lo que es matar ha alguien, en ti me veo a mí mismo.
-Pues me encargaré de que no vuelvas a ver. Expelliarmus
La varita del Mortífago cayó al suelo.
-Todo lo que sabes hacer. ¡Vamos, Black pelea! Imperio.
Sirius cerró los ojos.
°°°
-Elinor Dashwood di tus últimas palabras
La joven se puso en cuatro patas y comenzó a toser, unas gotas de sangre ensuciaron en el suelo. Levantó sus ojos y miró a Efime, la mujer se veía tan grande y ella sintió como le faltaban sus fuerzas.
La mente de Elinor trabajaba muy rápido una y otra vez se repetía en su cabeza el mismo pensamiento: "voy a morir" apretó sus ojos con fuerzas, no quería morir, no allí en el suelo, desfallecida, sin dar batalla, todos peleaban antes de morir y ella no sería la excepción.
"No quiero morir, no ahora, no… no así"
¡SIRIUS- su grito resonó en la cámara.
El aludido abrió los ojos y su fuerza, ante el crucio que sufría y el imperio que estaba sobre él, se incrementó. Ya no sentía le dolor en aquella zona extraña y vaporosa. Regresaba a la tierra, al suelo frío sobre él que sus rodillas reposaban. La tierra vibraba bajo sus manos. Sentía como todo en ese lugar daba toques… la fuerza de todo… su fuerza…
El grito de Elinor le sonaba en los oídos, un eco… ella lo necesitaba… lo necesitaba…
El Imperio se rompió. Sirius levantó el rostro y miró a Aensley.
-Crucio- murmuró con fuerza y odio. El hechizo cayó sobre el Mortífago.¡Expelliarmus!
Aensley salió disparado contra el sillón dónde había estado sentada Ingrid y Sirius corrió hacia Elinor.
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Lily temblaba en el suelo.
-Bellatrix.- murmuró mientras se paraba.- No deberías enfrentarme.
La mujer rió.
-No deberías tú, enfrentarme a mí. Crucio.
Lily cerró los ojos.
-He sentido cosas peores.- murmuró aunque en su interior estaba gritando de dolor. Levantó su mano y con un movimiento lanzó a Bella contra uno de los vidrios.
Horrorizada abrió los ojos y se encontró con alguien frente a ella.
-Lily.-murmuró Abigail que acababa de entrar.
¿Qué haces aquí!
-Respondo a mi llamado.
-Pero…
¡Lily Evans- chilló Bellatrix.¡Muere¡Avada Kedabra!
-Adiós Lily.- dijo la niña. Antes de que la pelirroja pudiera hacer algo, Abigail paralizó a Bella y luego recibió el rayo esmeralda.
Lily cayó de rodillas. Miró a la niña. Ese era el destino que había visto entre sombras. No podía escapar al destino, no podía cambiarlo. Todo era en vano. Todo estaba perdido. Todos morían por ella, se sacrificaban por ella. ¡Era injusto¿Quién era ella para decidir sobre la vida de los demás¡No quería seguir sufriendo ante el poder¡Ya no!
-No… no de nuevo.- Se levantó, miró con ojos llenos de lágrimas el campo de batalla, se giró y miró las puertas.
¿Lily- la pelirroja se giró y se encontró con James.
-Perdón.- murmuró. Había visto a Voldemort viéndola, no tenía mucho tiempo.- Perdón.
¿Qué dices? Lily, fue un error.
La pelirroja negó.
-No quería dejarte, James. Prometí que estaría contigo al final de esto, pero no puedo cumplir mi promesa.
-Lily…
-Lo siento, James, nunca te olvidaré. Ni aunque muera, pero ya… ya…
Con un gemido la Reina del Caos abrazó a James.
-Adiós- murmuró en su oído. En ese momento la montaña comenzó a temblar. Lágrimas cayeron por los ojos de Lily y James la miró.
-Dos joyas que lloran.- dijo suavemente. –Eran tus ojos a los que se refería la profecía.- Mientras las lágrimas caían se oyeron fuertes campanadas a la distancia y sol llenó por completó la sala.
-Adiós, James. ¡Adiós- gritó y salió corriendo por las puertas, en el momento en que salía la montaña tembló con más fuerza cuando Sirius gritaba. Aensley golpeó el sillón. Elinor yacía en el suelo. Con un grito más fuerte la montaña comenzó a derrumbarse y tapó la entrada.
-Ya no la volverás a ver.- dijo Voldemort por detrás de James.- Y si regresa de Las Islas, será mía, Potter.
-Jamás la tendrás.
Voldemort sonrió.
-He esperado mucho para matarte, está vez el último Potter morirá.
Isabel que había permanecido en medio de aquel lugar, tenía los ojos cerrados y esperaba.
Ya se ha alejado, puedes llamarla ahora.-dijo una voz suavemente
Ya es hora, Isabel, el destino ha comenzado a sonar.-dijo otra aún más suave.
Te estamos esperando.- le comunicó la última voz.
Isabel abrió sus ojos y miró a su alrededor. Ante sus pies había quedado la daga con la cual Lily había herido a Voldemort.
¡Es la hora del final- gritó.¡El abismo se abre a mis pies¡Te recibo salvación, doy mi vida por la de los heraldos!
Clavó la daga en su corazón y un grito agónico llenó el aire.
Voldemort dejó de atacar a James Potter. Se llevó las manos al pecho.
¡Isabel!
La mujer lo miró con los ojos ya oscurecidos y estiró sus brazos. Frente a ella apareció una bola de luz.
-Te di mi poder, a ti, mi reencarnación. No te di mis recuerdos ni mi vida, pues fueron a dar a mi hija, dueña de mi traición. Tú, Lily Evans, estás impune, álzate y recibe mi alma herida.
La esfera de luz se expandió y como había pasado hacía ya muchos años de ella salió Lily. Brillante y ataviada de blanco con la misma corona de luz en su cabeza.
-Isabel- murmuró con una sonrisa.- Recibo y juro. Recibo tu alma herida, tu reflejo en él que tantas veces yo me vi. Recibo el legado de tu pasado, Isabel. La heredera de tu traición recibió quién eres, yo recibo tu alma y te dejo descansar en La Cima, la montaña de la soledad. Juro no seguir los pasos de tu anterior dolor o recordar que en mí yaces. Has pagado tu deuda, y la junta recibe tu vida. Ve Isabel… ve en paz.
Isabel cerró sus ojos llenos de lágrimas y se dejó caer. La figura de luz tomó el puñal y lo sacó del cuerpo. Una luz diminuta y brillante salió del pecho de Isabel y se fue expandiendo.
Mientras eso sucedía el cuerpo de la pequeña Abigail sufría también una transformación. Su cabello cambio al color de la sangre y sus ojos mostraron su fuerza con dos colores distintos: uno era verde y el otro azul.
Melizza dejó caer a sus pies la apariencia en la que había vivido los últimos dos años. Dejó que la muerte se llevará a la pequeña Abigail que no había hecho ningún mal y que por alojarla, había muerto.
¡Los heraldos- gritó y un remolino de viento comenzó a soplar mientras la luz se expandía.- Soy la reencarnación de los elementos. Del poder oculto. Yo, les doy mi poder para salir de aquí.
Los heraldos sintieron como el viento comenzaba a transportarlos, los Mortífagos comenzaron a desaparecer. Ante los ojos de Alicia, Voldemort abrió los brazos y abrazó el cuerpo de Isabel. Marina sentía como algo en aquel hombre comenzaba a morir. Con un grito agónico, Voldemort desapareció. Peter vio por última vez a Isabel, antes que la bola de luz la tocará y explotará. La Cima se estremeció y su pico estalló.
¿Y Lily- preguntó Elinor mirando entre el aire, mientras sentía que su desmayo estaba cerca.
-Ella… ella, como Ale, nos ha dejado.
Y con ese comentario James Potter cerró los ojos y se dejó llevar por el aire hacia Inglaterra.
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2 de Febrero, 1975
Alessandra entró a aquella sala, como se lo habían ordenado. Ya hacía tiempo que estaba en la fortaleza de su padre, sirviéndolo como antes había hecho Isabel. Era la prisionera de Lord Voldemort.
¿Desea algo, padre- contestó de forma obediente.
¿Cuánto llevas aquí, Alessandra?
La joven no supo qué contestar.
-No lo sé.- respondió.- No sale el sol, no hay calendarios, no llevó la cuenta, pero algo me dice que ya es mucho lo que llevo sufriendo.
¿Sufres- preguntó el hombre que había comenzado a acariciar a la serpiente. Su sillón le daba la cara al fuego pero la espalda a su sumisa hija.- Pensé que llegaste aquí por tu voluntad.
Ale bajó la mirada.
-Llegué aquí para no faltar a mi promesa, para que Lily fuera feliz.
¿Sabes dónde est�?
-En Inglaterra.- respondió ella.
-No, tu amiga está en Las Islas. Huyó y aceptó el alma de tu madre, la dejó morir.
-Lo sé, padre, ya lo ha dicho muchas veces.
¿Entonces sufres por su traición?
-No, padre. Yo sé que Lily no me ha traicionado y sé que Tom está muriendo.
Voldemort se giró y miró a Ale.
-Alessandra¿cómo sabes que muere?
-Isabel era lo único que lo mantenía aquí.
-Isabel sigue aquí. Sigue entre las paredes de este lugar, sigue rondando la jaula en la que yacía, sigue gritando y escupiendo en mi cara, blasfemas… sigue aquí.
Él posó su mirada en su hija. Isabel era lo único que unía a Tom a la tierra, Alessandra lo sabía, ahora que Isabel había muerto, también Tom desaparecía.
-Isabel vive en ti.- dijo el hombre con suavidad.- No desaparecerá nunca.
-Lily es su reencarnación, no yo. Lily posé su alma, usted mismo lo vio.
-A veces lo dudo.
¿Por qué lo hace, padre?
-Porque te pareces tanto a ella, eres idéntica, te miro y veo a Isabel. Alessandra¿sabes por qué te llamó tu madre así?
-No padre.
-Eres la protectora de su legado, eso quiere decir tu nombre "la protectora". Me lo reveló hace mucho tiempo. Vete, niña. Quiero que Tom muera de una vez, quiero dejar a Isabel en el pasado, vete.
Alessandra miró a Voldemort con sorpresa.
¿Qué me vaya?
-No eres la reina indicada para mi imperio. Vete, no quiero a la sombra de Isabel aquí, no quiero a su recuerdo.
Alessandra asintió.
-Me voy.- murmuró.- adiós padre.
Voldemort giró de nuevo su cara hacia las llamas.
-Adiós, Alessandra, pero no será la última vez que nos veamos.
-Lo sé, padre.- dijo ella. Se dio la vuelta.
-Recuerda siempre, Alessandra, que Lily no es la reencarnación de Isabel, no del todo… algo de esa Reina vive en ti. Lily tiene algo que es tuyo en su poder. Recuérdalo.
Alessandra cerró los ojos. Minutos después se echaba la capucha sobre la cabeza y miraba por última vez la fortaleza de Lord Voldemort. Era el único no seguidor del señor oscuro que había salido de allí con vida, sin ver la sala de vapor plateado. Era la única que había salido por el recuerdo de Isabel, Reina de Reinas. Muerta a manos del destino. Muerta por una traición que caminaba hacia su libertad. Y aunque muerta, Isabel seguiría afectando al destino, pues aún no estaba decidió quien era su heredera, su reencarnación.
°°°
HOLA! Ya terminó el chap. ¿Qué tal? Isabel está muerta, pero aún no se decide del todo quién es su reencarnación, aunque la junta diga que es Lily, Ale aún tendrá cosas que objetar acerca del tema.
Ahora Lily ha vuelto a huir, es la segunda vez que abandona a James. Así que veremos que sucede.
El siguiente chap se llama: Herederos del Fénix. Ha pasado un año desde esto, Ale ya está con sus amigos de nuevo, pero los ataques son cada vez mas frecuentes. En el siguiente chap habrá un ataque masivo y Lily volverá a aparecer. La formación de La Orden del Fénix y otras cosas más…
RRS:
NeLi BlAcK: EL duelo entre ellas dos aún falta pero llegará pronto no
desesperes… legará. Ohh ya sabes que en este ff hay siempre que esperar lo imposible. (puedo decirte Lucía?)
Fer-black: a ti no te había visto por aquí. Bienvenida al ff… que bueno que te guste.
Blanca: Ya ves que soy mala… El beso? Quiere decir que él está atraído por ella cosa que será importante, no lo olvides!
Oh, la batalla final? Para eso falta aún bastante, mira las fechas, aun no faltan algunos años para el 81. Suerte con tus exámenes.
Pilithonks: RR1: Me alegro que estés mejor… no te preocupes si no puedes leer, ya lo harás… 6 claveles? Wow… yo no soy tan afortunada, una rosa de una amiga y chocolates que tenía de sobra una prima (vrdd-mente patético) RR2: si ya vi que se te cerró, pero no te preocupes que me has dejado dos rrs… desconfías de mi? Cuando no he subido cuando digo? Gill y Abigail tendrán que ver, la mujer de los ojos grises es parte de la junta así que la estaremos viendo. Ya has visto que le pasa a la pobre Abigail, cruel destino…ojala que tus claveles estén bien… La vrdd es que no recibí tu correo… y como ves no me he tardado.
Ale: niña que no te contesto el anterior porque es una bestialidad y tengo prisa… asi que ya sabes lo que opino… por el rr del 9 me encanta dejarte sin aire… no creo que sea tan bueno para ello pero wow… Nadie se lo esperaba estoy segura… ajajaja. Ingrid también es de mis favoritas… es no se… pobre.
Gracias por todos los rrs!
Ya tengo que irme a dormir pero agradezco y espero que nos veamos dentro de dos semanas con el chap. Por cierto en el próximo sucede algo importante entre la relación de Elinor-Sirius así que las que sigan a favor por que terminen juntos me dicen y se preparan psicológicamente para algo muy, pero muy bueno.
Nos vemos
Syringen
ALCS
