Nada de lo que puedan reconocer me pertenece.

Dedicado a Carlos Meza por su ayuda en la corrección de la primera parte de esta historia y a Alicia mi beta.

°°°°

¿De qué están hechos lo sueños?

II

El material de los Sueños.

°°°

Herederos del Fénix

31 de octubre 1975

Londres, Inglaterra

El Bar Plateado estaba cerca del nuevo centro comercial muggle que abriría sus puertas en menos de tres días. La mayoría de los magos parecían atraídos a él y tenían una buena razón para querer que abriera. Una de las esquinas de aquella plaza estaría en constante construcción para los muggles. Para los magos era una entrada alternativa a la nueva extensión de Callejón Diagon.

Pero el dueño del Bar Plateado no estaba preocupado, no había mejor establecimiento que el suyo. El Caldero Chorreante y él tenían un trato.

Era noche de brujas y como siempre el bar estaba a reventar, pero a pesar de su nombre, no era un simple bar, sino también un restaurante y un lugar de reunión para los brujos más sofisticados. Albus Dumbledore lo había elegido por una razón. En aquella fecha no había lugar más seguro que aquel que estaba más lleno.

James Potter averiguó sus intenciones desde que recibió la invitación para la cena de noche de brujas. Se suponía que el director de Hogwarts debía estar en la escuela y allí estaría, hasta que comenzaran los festejos. A las once de la noche se reuniría en el bar con sus demás invitados.

Para entonces James ya era conocido en todo el mundo mágico como uno de los mejores Aurors en el grupo Alfa y no había muchos días en los que pudiera salir.

Su casa era un completo desastre. No había arriba ni abajo, había zapatos en el refrigerador, el fregadero estaba lleno de papeles, basura por todas partes, ropa en el suelo, artículos del profeta por doquier, carpetas a reventar con expedientes, probablemente había hasta ratas. Pocas personas pasaban por el apartamento de James, ni siquiera James estaba mucho allí.

Pero ese día era la excepción. Sin ataques o alguna reunión, estaba tirado en uno de los sillones esperando a que dieran las diez.

No podía ir con Sirius, quien había ido con Sara al cine. Elinor debía estar en algún restaurante elegante con John y no pasaría por la casa hasta las diez menos diez. Remus y Alessandra habían decidido salir el fin de semana. ‚?Qué se suponía que él hiciese!

Desde hacía ya casi seis meses James Potter había intentado pasar cada instante de su vida ocupado. El regreso de Ale a mediados de febrero había traído revuelo. No tenía la marca tenebrosa, no era una Mortífaga y había salido por voluntad de Voldemort de la fortaleza, éste ni siquiera había borrado la memoria de su hija.

Por otra parte, James había comenzado a salir con muchas chicas desde marzo. Sirius y Elinor habían empezado a llevarlo de paseo a los lugares más extraños y a conseguirle citas en todas las ocasiones que podían. ¿Quién no querría salir con uno de los héroes del mundo mágico?

Pero todas esas citas no habían sido más que un montón de aventuras. Una tras otra se habían ido después de un tiempo. James había conseguido olvidar a Lily, no del todo, pero tenía la idea de que la pelirroja no regresaría.

Pero sólo para no pensar en ella o en otros tantos de sus recuerdos tristes nunca se quedaba solo, era como si en su soledad lo comenzaran a rodear dementores y uno tras otro trajeran los peores recuerdos.

James¿estás aquí- la voz de Elinor entró a su cabeza.

Sí.- contestó éste levantando la mitad de su cuerpo.

La joven caminó con paso rápido entre ese tiradero que parecía el basurero de la ciudad. Llevaba un vestido de noche e iba maquillada. James se fijó en todos los detalles de su cara y luego regreso sus ojos al televisor.

Dumbledore querrá que llegues temprano, tenía algo importante que decirte.

Todo lo que dice Dumbledore es importante, hasta cuando habla de la reproducción de los gusarajos.

¿Decaído- preguntó la joven Dashwood mientras se sentaba en una silla que había jalado hasta allí.

James apagó el televisor y gruñó.

No.- dijo por fin.- Yo estoy perfectamente.

Sabes que debes dejarlo ir.

No quiero dejarlo ir.

Puedo conseguirte una cita con Conny Johnson, es una chica monísima, está en mi clase. Una de las mejores estudiantes. Apunto de terminar su especialidad en heridas por encantamientos. Es perfecta para ti.- Elinor tomó su bolso.- por aquí tengo una foto.- dijo y comenzó a revolver en el bolso.

Elinor¿de dónde sacas tiempo? Das dos cursos en la facultad y trabajas ocho horas en el hospital, pero no teniendo suficiente con eso le das lecciones de cocina, una vez a la semana, a Alicia, para cuando se case con Frank, vas a correr con Remus y Peter todos los martes y jueves por Hyde Park. Te reúnes dos veces al mes con un grupo de lectoras en el que has metido a Alessandra y consigues tiempo para hablar con cualquier femenina de piernas increíbles que no sea pelirroja o de ojos verdes para que yo salga con ella. Sin mencionar que tienes un novio que vez todos los días y con él que vives, al cual no le importa que estés aquí trayendo algunos víveres para un hombre que ves más veces a la semana que a cualquiera de tus amigos. Y a veces vas a casa de Sirius a ayudar con la limpieza. ¿De dónde sacas el tiempo?

Elinor sonrió divertida.

No quiero separarme de ninguno del grupo. Hay que estar unidos. Te esperaba la semana pasada en casa de Alicia y nunca llegaste.

Tenía trabajo.- repitió James mientras se paraba y comenzaba a buscar una túnica decente en el suelo.

Marina dijo que te trajo tus túnicas ayer, están en el clóset.- dijo Elinor.- sabemos que tienes trabajo, pero te distanciaste de todos. Comes una vez al mes como mucho con los Merodeadores y yo tengo que venirte a buscar o faltarías a la cena con Dumbledore. Además sé que cancelaste tu última cita.

James tomó la ropa del clóset de blancos. ¿Quién se imaginaría que la casa de James Potter no tendría más que un cuarto y un baño? En aquel cuarto estaba todo lo que James necesitaba, desde una precaria cocineta hasta el sofá cama donde había estado tirado minutos antes.

No quiero tener citas.- murmuró James mientras entraba al baño.

Elinor miró en la habitación, el sonido del agua corriendo se dejó oír. Con pesar y viendo su hermoso vestido se quedó sentada. Si no fuera tan importante esa cena, empezaría a limpiar. Ella no iba, como James, con Dumbledore; es más, ella tenía una reunión con curanderos de San Mungo.

James salió de la ducha diez minutos después totalmente vestido y listo. Paso su mirada por la habitación.

¿Es por Lily- preguntó Elinor suavemente.¿Es por ella que eres un ermitaño?

James fulminó a Elinor con la mirada.

Ella nos dejó.- dijo con fuerza antes de tomar su varita y salir. Elinor lo siguió. Tomó su abrigo del banco dónde lo había dejado. A sus veintiún años Elinor seguía teniendo su sonrisa de quinceañera, pero en el fondo se podía adivinar que su vida tan ocupada tenía la misma razón que la de James: no recordar.

Está lloviendo.- le dijo a su amigo y pensándolo mejor agregó.- Muy fuerte.

¿Cuándo no llueve en esta maldita ciudad?

Elinor le sonrió a su amigo y le rogó con la mirada de que se llevará un abrigo. James regresó por éste.

Podemos aparecernos desde aquí.- dijo con suavidad.

Algo me dice que lo necesitarás de todas formas.

Voy a tener que pagarle a la señora Figg pronto. No sé porque no ha venido a pedir el alquiler.

Sirius le pagó ayer. Me lo contó por la chimenea hoy en la mañana, quería que te lo dijera.

No debió…

Pagó con tu dinero.- le cortó la chica sabiendo que iba a decir.

James asintió. Tenía buenos amigos. Con un plop desapareció de la vista, Elinor le siguió poco después. Antes revisó el lugar con la mirada, hasta posar sus ojos en una foto que había sobre el televisor. Estaba de cabeza, pero la joven sabía que era. James y Lily hacía dos años en otoño, cuando aún vivían en la casa merodeadora. Con un gemido suave también ella desapareció.

Señor Potter.- dijo una voz cuando llegó al bar.- Lo están esperando arriba. Número quince.

James sonrió al dueño del local y caminó hacía las escaleras. Nadie podía saber que venía con Elinor, por eso se suponía que la chica debía llegar minutos después.

Con una sonrisa fingida, James entró al salón quince que resultó ser una sala modesta de paredes desnudas. Una mesa redonda para cinco personas esperaba allí. Ya había tres personalidades muy conocidas por James sentadas. Albus Dumbledore que comía unos caramelos verdes le sonrió.

¿Cómo estás James? Llegaste temprano, esperábamos que fueras el último.

Yo no esperaba verlos aquí.

Alessandra Ryddle le sonrió con galantería.

No te había visto desde hace tres semanas, James. Estar soltero no te hace bien. ¿Has ido a ver a tus abuelos?

Ceno con ellos todos los sábados.- contestó el chico.- Aunque pensé que los dos estarían en Irlanda disfrutando de mejor clima que éste.

Remus sonrió suavemente.

Es una buena coartada, nadie se atreve a agregarse al viaje.

No me sorprende, sus viajes son todo, menos normales. Recuerdo lo que me trajeron de Francia la última vez.- dijo James, quien ya se había sentado.

Pero si era un diente de leopardo fuego francés salvaje lindísimo.- contestó con una sonrisa burlona Ale.

James no estaba tan seguro.

Esas fieras son verdaderamente horribles y sus dientes no son la mejor parte.- repuso mientras comenzaba a mover de forma inquita los cubiertos.

Ale sonrió. Ella y Remus viajaban mucho desde que había regresado en primavera de la "visita" a su "querido" padre. En los viajes reunían para el Departamento de Defensa (y otras organizaciones) información de hechizos y criaturas mágicas. Cada viaje era más exótico y peligroso que el anterior, sus dos amigos se estaban convirtiendo en algo parecido a cazadores e investigadores. James no dudaba que hubiera sido alguno de los dos el que había matado al leopardo fuego.

Nos divertimos mucho en ese viaje, estamos planeando ir al Lago Ness algunas semanas en diciembre.- le informó su amigo con una sonrisa.

¿Van a ir a molestar al pobre mounstro¿Qué les ha hecho- preguntó James con consternación fingida.

Nada, debo admitirlo, pero en algunas de las montañas cercanas se ha corrido el rumor de que hay una manada de thestrals y vamos a domarlos.- le dijo Alessandra.

Seguro que a Sirius le gustaría ir.

Se lo hemos propuesto, pero dice que a Sara no le gustan los animales.

James río. Le alegraba platicar con sus dos amigos de esa forma tan despreocupada. Alessandra le sonrió.

Queríamos invitarte a ti, James. Pero el mundo mágico no podrá arreglárselas sin ti un par de semanas ¿verdad? O es que no has leído los periódicos últimamente- preguntó Remus.

No los leo, veo la acción en vivo y sé lo que sucede, no debo leerla.

Pues hay una reportera, no recuerdo su nombre.- miró a Ale en busca de auxilio.- Pero escribe mucho acerca de ti: "el héroe del mundo mágico"

James volvió a reír.

Todos ellos exageran. Alessandra podría acabar con más Mortífagos que yo si se lo propusiera.

La chica sonrió con malicia.

Estoy intentado dejar mi vicio, James. Intento ya no matar. No me provoques.

Fue entonces cuando James se fijó que Alessandra llevaba gafas. Casi nadie la llamaba ahora Ale, la chica ya no respondía a aquel diminutivo. Todos conocían la razón. Pero el hecho de que Ale trajera gafas, era extraño.

¿Por qué no quieres usarlo? Tú no estabas en el trato.

Alessandra llevó sus manos a sus lentes.

Es más divertido adivinar que saber. Me harte de saber. Además no necesito mucho mis poderes en medio de la naturaleza.

Se quedaron en silencio.

Bueno.-dijo Dumbledore.- creo que nuestro invitado no tardará en llegar. Será mejor que les explique que hacen aquí. Por fin, después de muchos años tienen edad para saber.

°°°

Adivina qué es lo que más me gusta de la noche de brujas.- retó Sara a Sirius. Estaban sentados en el suelo de su apartamento. Se habían cambiado hacía poco y aún no tenían los suficientes muebles.

¿Los dulces- preguntó el chico.- A mí me encantan. Cuando James y yo éramos más pequeños sus padres solían darnos muchos, muchos dulces. Mis padres nunca vieron eso con buena cara.

No son los dulces.- le contestó ella.- Nunca celebré como los muggles.

Bueno entonces los disfraces… espera eso es Muggle… mmm ya sé, la transmisión de Andalí Estrella por la radio mágica. Contaba unas historias terroríficas.

No. No es tan complicado Sirius y aún existe…

Bueno¿cómo celebrabas Halloween?

No lo celebraba, yo… bueno cuando nací… nací el…

29 de octubre, lo sé, fuimos a cenar.

Mi abuela murió días después, mi madre nunca se recupero del trauma de perderla, así que… jamás celebrábamos nada en estas fechas.

Sirius se quedó callado.

No digas que lo sientes.- se apresuró a decir Sara.

Sirius la miró un momento.

Si nunca celebraste noche de brujas, entonces lo que más te gustaba era tu cumpleaños o…

Ese era el truco, Sirius. La noche de brujas nunca trajo nada bueno, tres años después murió mi padre en esta fecha. Y así a sucedido hasta que le tocó el turno a mi madre en mi último año de Hogwarts. Lo solía hacer en esta fecha era ir al cementerio y sentarme entre las tumbas, a veces me quedaba dormida allí. Ese lugar lleno de paz era lo que más me gustaba de la noche de brujas. Algunas personas pasaban por allí, con velas y flores, muchos se sorprendían al verme, sola frente a tantas tumbas, como si esperara algo - murmuró ella mirándolo a los ojos. Sirius se fijo en sus ojos grises, eran enormes, tan fríos, tan vacíos. Siempre le habían recordado a algo, pero nunca había estado seguro de qué hasta hacia unos meses.

-Sirius.- murmuró Elinor cuando él llegó hasta ella. El joven había vencido a Efime de la misma forma que a Aensley.

-Elinor… ¿estás bien?

Ella negó suavemente. Y él la miró. Sus ojos se encontraron de soslayo y luego se atrajeron uno al otro. Sirius miró los ojos de Elinor, eran muy grandes y estaban llenos de mucha esperanza, vida, sueños…

-Vas a estar bien.

-Sirius…

Entonces el grito de Voldemort sacudió la montaña.

Sus ojos eran iguales que los de Elinor, sólo que no tenían esa chispa.

Sirius.- murmuró ella con suavidad alejando su mirada de la del chico. Se levantó y caminó hasta la chimenea.- Dime la verdad.

La verdad de qué...

¿Qué sucedió en ese viaje qué te cambio tanto¿Qué pasó en esas malditas islas- chilló antes de golpear con el puño la pared.

Sirius la miró. Ambos tenían sus ojos fijos en el otro.

Te dije lo que había sucedido.

Sé que mentías.- le espetó ella.- hace mucho que no veo a Lily Evans, sabes la mayoría de las personas en mi grado la conocían como la prefecta perfecta. Pero yo nunca la conocí de ese modo. Era una mujer extremadamente dulce y gentil, tal vez demasiado. ¿Dónde está ahora?

No lo sé. No volvió con nosotros.

Sara barrió con sus ojos la habitación semivacía, recorrió cada milímetro antes de regresar sus ojos a Sirius.

No veo por qué me mientes¿qué horrores ocultan esas islas para mentirme?

No quiero recordar Sara.

La mujer apretó los labios. Al mismo tiempo la chimenea se prendió con una llama verde. Sirius se acercó y miró la cabeza que salía de las llamas.

Black.- dijo una voz femenina.- tenemos trabajo, sal de ese lugar y trae tu perfecto trasero al cuartel ahora.

Sí, Moniq estaré allí en diez minutos.

¡Tienes cinco- chilló la cabeza antes de desaparecer.

Sirius miró a Sara.

Tengo qué…

La mujer suspiró.

Dime la verdad.

¡Te la he dicho!

¡Bien, vete!

Sirius caminó hasta la puerta tomó su abrigo y miró con aire furioso a Sara. Cuando salió la mujer se mordió los labios con los ojos llenos de lágrimas.

¿Crees que soy tonta- le preguntó a la nada mientras apoyaba su cabeza en sus puños.- sé bien lo que sientes por Elinor Dashwood… sé que algo paso.

°°°

Para ser un Auror se debe conocer primero a Alastor Moody, mejor conocido como Ojoloco Moody. Ese hombre de extraño aspecto era el mejor Auror de la fuerza. Jefe de los Aurors Alfa y el mejor maestro que había tenido academia.

Ojoloco Moody era el mejor y el más capaz. Su cara estaba llena de cicatrices y su voz era tan áspera que era casi imposible no reconocerla.

Su mano derecha, y a veces también la izquierda, era Moniq D'Aqua. Una mujer recia, que parecida a una gallina culeca, tenía ese aspecto maternal que se rompía en cuanto tomaba su varita y comenzaba a gritar. Tenía su cabello rojo cobre cortado a tijerazos desiguales. Estaba siempre en movimiento, nunca paraba. Sus mejillas siempre sonrosadas lo demostraban.

El primero estaba sentado en la cabecera de una gran mesa. La segunda estaba a su lado, revisando el proyector mágico.

Bien.- murmuró Moody.- Creo que podemos comenzar.

En ese momento las puertas se abrieron, Sirius Black entró por ellas con cara que denotaba a leguas su desagrado por estar allí.

Black, me alegro que nos acompañe.- murmuró Moody.

No es cierto.- le dijo con una sonrisa retadora el hombre.

Tiene razón, por mí pudo haberse quedado en casa.

¿Y perderme la diversión? Oh no señor.

Moniq le lanzó una mirada enfadada y Sirius dejó la discusión con el jefe de los Aurors Alfa. En la sala había otras cuatro personas. James Potter estaba sentado a lado de Sirius, Alessandra que hojeaba lentamente un archivo, un rubio que acababa de entrar a la fuerza y que Sirius no quería conocer y por supuesto Shacklebolt, un Huffelpuff que Sirius había conocido en sus años en Hogwarts.

Sé que es Halloween.- comenzó Ojoloco.- Y aunque a mí también me encantaría estar fuera de aquí, somos los Alfa, si no hacemos algo probablemente Voldemort nos ganará terreno, así que, por favor miren hacía la pared.

Los cuatro Aurors giraron sus cabezas hacia la pared blanca frente a ellos. El proyector mágico comenzó a zumbar. Lo primero que se vio fue una casa blanca.

Es la residencia de los parientes muggles del embajador francés.- dijo con seriedad Moniq.- Los cinco fueron secuestrados hoy hace menos de tres horas.

La siguiente imagen fueron los cinco muggles. Una mujer de cara alargada, dos niñas de tres años, un anciano apoyado en un bastón y un hombre bajo y de aspecto rudo.

El hombre, único pariente del embajador, es su hermano. El ministerio había ocultado a estos muggles y se sospechaba que las gemelas tenían poderes mágicos. Su vecino avisó a la policía de un secuestro, nuestro infiltrado en la policía muggle nos avisó tres minutos después. Los secuestradores son Mortífagos. Hace dos horas llegó por la chimenea lo siguiente.

Una voz femenina y que reconocieron al instante los dos merodeadores y Alessandra se dejó oír en la sala.

Alfa, como bien saben tenemos en nuestro poder a los muggles del embajador. Lo mataríamos ahora mismo, sino fuera porque son una grandiosa carnada. Entréguenos a Lily Evans y Alessandra Ryddle el dos de noviembre en el centro comercial muggle. Si a media noche no tenemos a ambas, las perdidas para el mundo mágico serán mucho mayores que cinco tontos muggles.

Pudimos rastrear la chimenea de dónde vino este mensaje, no la hayamos exactamente, pero creemos que están en un pueblo cerca de Liverpool. Tenemos que rescatar a los muggles. Si mueren, perderemos la alianza con Francia. Alessandra, supongo que sabes que serás un señuelo.

Sí.- murmuró.

Sólo hay que pedirle a Lily Evans que nos ayude. ¿Alguna idea de quién es?

El rubio sonrió con superioridad.

Trabaja en el área de hechizos, la mejor hechicera de los últimos años. No se negará a cooperar.

Bien, Coliagne, creo que podremos llamarla mañana y…

Habrá un problema con eso.- dijo James Potter con suavidad.- Lily Evans despareció hace más de un año. No está en Inglaterra, es más nadie sabe dónde está.

Un silencio incómodo lleno la sala.

¿Por qué es ella importante- preguntó Shacklebolt.- Alessandra es nuestra principal fuente de información, es cierto, pero la otra es sólo una simple hechicera.

Sirius sintió el temblor de Alessandra. La chica debía estar muy enojada por esas palabras.

Yo me encargaré de encontrarla.- murmuró la joven Ryddle.

Moody le sonrió a la chica.

Bien, en ese caso. Shacklebolt quiero a su equipo en diez minutos en Dublín para reconocimiento. Hay que salvar a esos muggles sin que la Reina Cruel nos descubra. Potter, Black los quiero mañana por la mañana también en Liverpool. Mientras Shacklebolt busca a los muggles encárguense de los Mortífagos y nuestra Dama. Coliagne, aliste su equipo para que estén en el centro comercial desde ahora.

Los cuatro Alfa asintieron.

Tengan cuidado.- dijo Moniq con autoridad.- Nadie debe enterarse de esto. Alessandra ni tú ni la otra estarán en peligro. Coliagne, más te vale que ellas dos estén bien.

No te preocupes Moniq, lo estarán- murmuró el rubio antes de tomar su chaqueta.

Nos veremos el sábado.

Shacklebolt también se despidió. Los tres amigos salieron juntos de la sala. Cerca de la puerta James encorraló a Ale.

¿Cómo que traerás a Lily? No puedes ir a buscarla, no la encontrarás. La hemos buscado por todas partes y…

Creo que Alessandra sabe que lo hace.- interrumpió Sirius.

No lo sabe. Lily no será encontrada, nos abandonó, es una cobarde, Alessandra, no puedes pedirle que venga a luchar contra Ingrid. Mudlose es muy poderosa, ya ha debilitado nuestras fuerzas tanto que le han dado el mote de la Reina Cruel. Lily…

¡Ya lo sé James- gritó Ale cortando a su amigo.¿Qué querías que dijera? Si no me encargaba yo, podrían a algún inefable en mi lugar. ‚?Qué tal si se enteraban de los heraldos¿Quieres volver a la época en que debíamos ser heraldos¡Juramos que no volveríamos a usar nuestros poderes!

¡Lo sé¡Pero no encontrarás a Lily¿Qué piensas hacer entonces!

¡No tengo por qué darte explicaciones¡Dumbledore confió en nosotros hace más de una hora¡Creo que si Dumbledore confía en mí, tú también puedes hacerlo¡O es que me alejaras de nuevo¡Te has vuelto un amargado, James Potter¡Todos saben que no tienes ni una sola razón para vivir¡Por eso no quieres ni siquiera que intente buscar a Lily¡Porque si ella regresa, ya no estarás solo¡Ya no habrá forma de que te pases tus días compadeciéndote y esperando que los demás te tengan tanta lástima como la que te tienes¡Ya has alejado a todas las personas¡Pero nosotros no nos iremos¡Somos tus amigos¡Y yo, James Potter, no te tengo lástima!

Con ese último grito y las mejillas totalmente coloradas la chica salió hecha una furia del ministerio.

¡Bien- gritó James a la nada y con fuerza golpeó la fuente.

James.- murmuró Sirius.- Ella…

‚?Tiene razón- preguntó el joven Potter mirando a su mejor amigo.

¡Sí, James- le contestó Sirius herido por aquel grito.¡No queremos dejarte solo¡Pero te has convertido en un amargado¡Lily te abandonó, te volvió a dejar solo¡Ella tal vez se fue, pero nosotros seguimos contigo!

Sirius también se alejó con paso rápido dejando a James solo cerca de la fuente. Él miró la cara de la bruja de piedra y con un grito desapareció del lugar.

°°°

Alessandra llegó a su hogar de la misma forma como había salido del ministerio. Vivía en un departamento en la calle Moon Lane. Solía pasar allí poco tiempo, había pasado los últimos meses viajando con Remus. Tenía muchos planes para su futuro y entre ellos ya no se encontraba vencer a su padre. Prendió las luces y entró a la sala. Dejó su chaqueta sobre una silla. En una esquina de aquel cuarto alfombrado había una mesa llena de fotografías y papeles.

Ale planeaba "escribir" libros. Sabía que jamás sería tan buena como Elinor para escribir, así que le había pedido a la joven Dashwood que le ayudara. Elinor iba una vez a la semana a la casa como mínimo y ambas mujeres pasaban horas escribiendo dos libros. Uno era una novela acerca de los heraldos. Contaban una historia ficticia donde los heraldos se veían entre mezclados con la trama. El otro proyecto era un libro de divulgación acerca de todos los animales y plantas exóticos que Remus y Ale encontraban en sus viajes, así como hechizos y leyendas.

Elinor era la que escribía bajo el seudónimo "Cassandra Wilkie", ese día en la semana que iba con Ale era sólo para que la joven Ryddle leyera la "enciclopedia" y le diera el visto bueno. La novela se escribía de otra manera.

¿Mal día- Alessandra saltó al oír la voz de Remus.

No sabía que estarías aquí.

Pero si aquí vivo.- murmuró el chico con suavidad mientras abrazaba a Ale.¿Qué tal la reunión?

Bien, hasta que tu antigua amiga pidió por sus rehenes algo que no podemos darle.

¿El mundo mágico?

Ale negó mientras se desasía del abrazo de Remus y se sentaba en el sillón.

Pidió a Lily Evans.

Remus se quedó mudo.

¿Y que van a hacer? Si comienzan una investigación…

Yo soy la que la buscará… pero me peleé con James por ello.

Remus se sentó junto a su novia. La chica apoyó su cabeza en el hombro de él.

¿Vas a buscarla?

No, no puedo regresar a las Islas en el poco tiempo que tenemos y menos encontrar a Lily. Estamos perdidos, la Reina Cruel está planeando algo grande y no sé que es, parece haber mejorado sus defensas. No puedo llegar a ella.

¿Y nuestra espía no te dice algo?

Narcisa es el nuevo elemento de tortura. El Lord oscuro usa su poder para matar. La pequeña Bella también tiene ya un sobrenombre. ¿Quieres saberlo?

No sé si quiero saberlo.

La llaman en secreto Dama del hielo. Dicen que a veces llega ser peor que el arma de Voldemort. Bellatrix Black quiere ser la mano derecha del señor oscuro y como no puede quitar a Aensley, se deshará de Ingrid.

¿Qué planeas hacer para encontrar a Lily?

Nada, buscaré una pelirroja.

No lograrás engañar a Ingrid. Lily y ella tienen una conexión.

Desearía que Lily regresará por sí misma. Quisiera verla de nuevo.

Remus le sonrió a Ale.

La volverás a ver, estoy seguro.

¿Antes del fin- preguntó con voz suave la pelinegra.

Remus no pudo contestar aquella pregunta.

°°°

Sábado 2 de noviembre, 1975.

Apertura del centro comercial.

El centro comercial estaba a reventar. Los muggles andaban por todo el lugar al igual que los magos. Era de noche, era algo así como una venta nocturna, eran cerca de las once de la noche y en el piso superior en el área "VIP" comenzaba a pasarse la tercera ronda de vino.

En ese piso estaba Alessandra del brazo de Remus. Ambos habían encontrado trajes muggles para la ocasión. Los Aurors que los acompañaban también habían encontrado que ponerse, más de uno parecía ser un guarda espaldas, pues llevaban hasta los anteojos oscuros. Alessandra se río por lo bajo al ver a Coliagne con un traje azul claro coqueteando con una mujer que a leguas se veía que era casada.

Cuando den las once y media bajaremos a ver como está todo en lo pisos inferiores. Algo no me gusta. No veo rastro de Ingrid, no siento su presencia. ¿Y tú?

Tampoco, pensé que estaría entre todas estas personas importantes.

Tal vez no ha llegado.

¿Crees que venga tu padre?

No, sería mala propaganda venir por una simple bruja.

Coliagne se acercó en ese momento a la pareja.

Ryddle¿dónde está Evans?

No debe tardar, tal vez está abajo. Si no ha llegado en media hora, seguro nos encontrará abajo en el punto.

Mejor que sea así, tu carrera…

Dirás la tuya, la mía está a salvo.

No te perderé de vista, Ryddle.

No esperaba otra cosa, comandante.- dijo con burla la chica.

Cuando el hombre se hubo alejado Ale jaló a Remus.

Hay que bajar. Tengo que pasar a una tienda.

¿Qué- preguntó el joven extrañado.

Hay que comprar algunas cosas, vamos, Remus.

Las cosas que Alessandra tenía que comparar, salían de lo común. Ella y Remus se habían cambiado para que las personas a su alrededor no los miraran y eso despertará sospechas. En la primera tienda que entraron había una pareja. Se notaba a leguas que lo eran por su ropa. Los dos magos miraban con atención una caña de pescar que les mostraba un hombre con mala cara.

¿Para qué quieres estas cosas- preguntó Remus ojeando una vez más las bolsas.

Para Ness y ahora…

Sería mejor comprar las cosas después de la misión.

Ale río con suavidad y besó a Remus en la mejilla.

Me preparó desde ahora, me ha parecido bien ya que estamos aquí.

En ese momento el rubio bajó las escaleras. Sus "guarda espaldas" lo seguían.

Ryddle.- murmuró cuando se acercó a la mujer.¿Dónde está la bruja?

Tal vez no tuvo tiempo para venir.

¡Tenía que venir!

¡Pues no vendrí chilló Ale poniéndose de pie y mirando con furia al hombre.

¿Qué- preguntó Coliagne extrañado.¿Cómo que no vendrÿ

Está desaparecida desde hace más de un año. Nadie la ha visto y se cree que está muerta.

¿Por qué estaría interesado el Lord Oscuro en una muerta?

Tal vez no sepa que está muerta…

O quiere el cadáver.

No me importa para que quiera a esa bruja, no vendrá.- zanjó Alessandra la cuestión.

Esto te costará tu trabajo…

No lo creo, además…- La mujer se quedó callada. Eso fue extraño porque Alessandra jamás perdía tiempo para regañar a uno de los Alfa.

¿Ale estás bien- dijo Remus que de preocupación había dejado salir el diminutivo de la joven.

Alessandra giró un par de veces y miró hacia todas partes buscando algo. De pronto sus ojos se fijaron en una parte del centro comercial.

Abajo.- murmuró.

‚?Qué- chilló el rubio.¿Qué, demonios…!

La heraldo de Slytherin miró a los muggles a su alrededor.

¡Abajo, una bomba- gritó a todo lo que dieron sus pulmones. Las personas a su alrededor la miraron. Justo en ese momento Alessandra tomó la mano de Remus y lo obligó a tirarse al suelo.

Segundos después la primera explosión recorrió el centro comercial.

°°°

Elinor no había podido celebrar Halloween con John. Así que habían decidido celebrarlo dos días después en uno de los restaurantes más elegantes de la ciudad.

La chica disfrutaba de pocos minutos para ella y en general pasaba esos escasos momentos con su novio.

¿Sabes que había extrañado estar a solas contigo- murmuró el hombre con suavidad.

No estamos solos.- le dijo ella con una risita.

Sabes a que me refiero.

Sí lo sé.- Elinor le sonrió al hombre con ternura.

Elinor yo… yo quería hablar contigo sobre… algo importante.

¿Qué sucede- preguntó ella preocupada.

El hombre le sonrió.

No te asustes. Sé que no te conozco desde hace mucho tiempo y que la mayoría de tus conocidos los tienes desde tu infancia, pero siento como si te hubiera conocido de toda mi vida.

John…

Espera, déjame terminar. Elinor hay veces que no sé como seguiría viviendo de no ser por ti. Cuando te fuiste a las islas me sentí tan vacío, ay Elinor… esa sensación de vacío es tan horrible que no quiero sentirlo de nuevo por eso no puedo permitir que vuelvas a irte de mi lado.

Con incredulidad creciente Elinor observo a John levantarse de su asiento y dirigirse hacia ella. Se arrodilló frente a Elinor y sacó de su traje una cajita de terciopelo negro. La abrió frente a Elinor y los curiosos que miraban la escena.

Quiero pasar cada minuto de lo que me queda de vida junto a ti. Jamás había llegado a amar a una persona de la forma en que te amo. Responde por favor. ¿Me harías el honor de tenerte como esposa, Elinor Dashwood?

Elinor quedó muda con los ojos clavados en el anillo de compromiso frente a ella.

¿Qué- dijo con fuerza.

John parecía confundido.

Yo entiendo si es muy pronto y si no quieres casarte, sólo pensé qué… entendería si no quieres casarte.

Elinor se dejó caer de rodillas junto a John.

Oh, no John. Quiero casarme contigo. Yo también quiero pasar lo que me queda de vida contigo.- Los ojos de Elinor se habían llenado de lágrimas. John tomó el anillo y se lo colocó a Elinor que al borde del llanto abrazó a su, ahora, prometido.

En aquel momento algo vibró entro de la bolsa de Elinor. La pareja miró la bolsa.

Voy a limpiarme.- murmuró Elinor antes de salir hacia el baño. Ya en él, se encerró en un cubículo.

Abrió su polvera y la cara de James apareció en ella. Era un espejo de comunicación.

¿Qué sucede, James- preguntó.- Estoy cenando con John y…

Elinor tienes que ir ahora al nuevo centro comercial.

¿Qué¿Para qué?

Van atacarlo en cualquier minuto, Alessandra y Remus están adentro… se cree que Lily también. Probablemente sea Ingrid, estamos esperando un ataque masivo.

La cara de Elinor demostró pánico, su amigo no supo si era por lo que pudiera pasarle a Lily o por volver a ver a la pelirroja.

°°°

Sirius estaba acostado bocabajo con la cabeza entre unos matorrales. Miraba con cierta desconfianza la casona que tenía en frente. La habían localizado la noche anterior y llevaban ya casi veinticuatro horas observándola.

No se veía mucho movimiento. No había salido nadie de la casa y desde hacía casi ocho horas las chimeneas estaban también siendo monitoreadas. Desde las dos de aquella tarde nadie habría podido salir de la casa, tampoco se podía aparecer o desaparecer desde hacía nueve horas. Los Mortífagos que estuvieran allí no tendrían escapatoria. Aunque se acercaba cada vez más el plazo que la Reina Cruel había puesto, el movimiento había cesado en la casa desde hacía algunas horas.

La casona era una de las cosas que menos le importaban a Black. No había visto a Sara desde su pelea en Halloween y sentía que no haber arreglado las cosas enseguida empeoraba la situación. ¿Creía acaso la joven actriz que él seguía sintiendo algo por Elinor¡Era estúpido¡La chica tenía novio y parecía enamorada! Él también estaba enamorado de Sara. Por Elinor no sentía más que amistad.

Tratando de alejar aquel tema se topó con otra incógnita que podía ser respondida con más facilidad que la anterior. Giró sobre sí mismo y miró a su mejor amigo con seriedad.

¿Qué quería, Dumbledore- preguntó. James Potter dejó las formas que tenía que llenar para una investigación del ministerio y miró a su amigo.

Nos presentó a una mujer.

¿Nos- inquirió Black.

Sí, Remus y Alessandra también estaban presentes. No estoy seguro que quería, no pudo terminar pero nos citó a lo que llamó "el nacimiento del fénix". Habló de la Orden del fénix, recuerdas esa organización, Dumbledore y otros heraldos la fundaron.

Tenía algo que ver con el fénix de cristal ¿verdad?

James asintió. Él también quería saber que se traía entre manos su antiguo director. Cuando la llamada de Moniq había llegado al Bar Plateado, habían tenido que interrumpir la reunión. Dumbledore había querido que los demás heraldos estuvieran presentes en la ceremonia, pero con aquel ataque ni James ni Ale habían tenido tiempo de avisar a los demás.

¿No te parece extraña la falta de movimiento- Sirius alzó la cabeza ante el comentario de su amigo. Miró los ventanales a oscuras.

Creo que deberíamos entrar. Shacklebolt tiene a su equipo listo.

Sí.- dijo James de forma distraída. Con cuidado alzó la mano sobre los matorrales e hizo una seña. Un plop casi imperceptible delató a Shacklebolt en cuanto apareció al lado de los otros dos Alfa.

¿Qué sucede James- preguntó.¿Debemos entrar?

Potter asintió.

Entraré por la puerta principal, Sirius tu equipo debe entrar por la otras salidas. Shacklebolt en cuanto estemos adentro puedes pasar.

Los tres capitanes asintieron y se miraron entre sí. Con un plop James Potter había desaparecido. Sirius siguió desde lejos los movimientos de su amigo. Su equipo estaba ya en posición, sólo faltaba la señal.

James Potter contuvo la respiración cuando abrió la puerta. Había esperado que ésta estuviera cerrada, pero estaba abierta, aquello era una mala señal. Entró seguido de los demás Aurors en la casona. Todo el lugar estaba lleno de polvo, pero no había rastro ni de los rehenes ni de los Mortífagos.

Sepárense, si ven algo ataquen o avísenme. Cuidado.- James no podía lanzar la señal para meter a sus dos compañeros en una trampa, porque desde que había puesto un pie en la casona se había dado cuenta que era una trampa, algo andaba mal allí.

Subió la escalera con cuidado. Miraba a su alrededor buscando un indicio de los Mortífagos. De pronto de entre las sombras apareció una figura.

Señor Potter.- dijo con voz profunda el Auror que había logrado poner nerviosa James.- he encontrado algo.

James bajó la varita y miró a su agente.

¿Qué es?

Creo que debería verlo usted mismo.

El Auror señaló una puerta. Con cuidado, James metió la cabeza para observar la habitación. Ocho personas yacían en el suelo. Se acercó con cuidado. Los cinco rehenes parecían estar todos vivos, pero los tres Mortífagos que los circulaban estaban muertos.

¿Qué es esto¿Los haz matado tú?

No, señor.- contestó el Auror.- Cuando entré a la habitación así estaba todo.

James se inclinó y miró los cuerpos sin vida de los Mortífagos. Luego se acercó a los muggles. Los revisó. Estaban desmayados. La tos de un hombre lo hizo girar su cabeza hacia él.

¿Qué sucedió- le preguntó el Auror Alfa de forma rápida.¿Qué pasó?

El hombre miró al su vez a James.

Nos trajeron aquí, no había comida… antes de desmayarme… llegó ella. Los hombres vestidos de negro.- la tos le ganó al hombre.- Los hombres vestidos de negro… se asustaron, ella los mató.

¿Cómo era ella¿Dijo algo?

Sí, nosotros éramos… sólo un señuelo. Dijo… dijo que la verdadera presa las esperaba en… en el centro. La llamaron.- la tos volvió a cortar la voz del hombre. James notó como el pobre se desmayaría de nuevo en cualquier momento.

¿Cómo la llamaron?

La reina cruel- dijo el rehén con suavidad.

James que hasta entonces había estado en cuclillas se levantó.

Ve con los demás. Necesitamos que alguien saqué a estas personas y los llevé a San Mungo, a los Mortífagos hay que ficharlos. No hay nada que hacer.

El Auror asintió y salió. Al verlo lejos James sacó de entre su ropa un espejo.

Sirius Black.- murmuró una luz se prendió en el espejo y al instante la cara de su amigo apareció.

¿Qué sucede James? Seguimos esperando.

No hay nadie aquí, Sirius, era una trampa; el blanco principal siempre fue el centro comercial. Alessandra está en peligro.

La cara de Sirius denotó preocupación.

°°°

Alessandra se levantó del suelo. El polvo y los pedazos de paredes y techo habían creado una capa de suciedad sobre el suelo. La joven tosió un par de veces. Habían explotado tres bombas de hechizos, probablemente las autoridades muggles lo tomarían por un ataque terrorista.

¿Remus- preguntó con voz áspera.

Estoy bien.- murmuró el hombre levantándose.

Ale miró a su alrededor. La mayoría de la gente de aquel nivel estaba sana y salva, pero la joven comenzaba a sentir mareo por las emociones tan fuertes que venían de arriba, la gente sufría.

Ya viene la ayuda.- murmuró a Coliagne. Pero él parecía más preocupado en otras cosas. ¿Cómo sabías que venía la bomba, Ryddle? Era una bomba de hechizos, es imperceptible.

Las bombas de hechizos eran el armamento más nuevo del ministerio y también de los Mortífagos. Algunos de los hechizos más peligrosos y mortíferos podían ser concentrados en una burbuja que con las debidas "palabras mágicas" explotaría.

Eso no te interesa.- murmuró la joven con ira.- Tenemos que evacuar éste lugar.

Con agilidad digna de gacela corrió sobre los escombros hasta una de las puertas. Mientras caminaba parecía no tocar el suelo y Coliagne se veía cada vez más sorprendido. Remus conocía la razón de esa extraña visión, los poderes de los heraldos.

La atención de todos se desvió a las puertas cuando Alessandra lanzó un grito. La chica salió disparada y golpeó contra los restos de la fuente.

¡Está cerrada- gritó Remus que ya había comenzado a prepararse para quitarla con su poder, pero el Alfa rubio ya se había adelantado.

¡Ryddle, no eres ni un Auror, no estás capacitada!

Remus sintió al instante la fuerza y cólera que inundó a Ale. La joven se levantó.

¡Jamás- chilló fuera de sí.¡Jamás vuelvas a decirme que no estoy calificada!

Con un grito los restos de la fuente salieron disparados contra la puerta y con una fuerza aún mayor regresaron hacía la chica. Remus pudo correr hacia ella y tirarla al suelo para que los pedazos no le cayeran encima.

No te dejes controlar, Ale.- murmuró al oído de la chica.

Coliagne se acercó a la pareja con los ojos abiertos por incredulidad.

‚?Cómo hiciste eso-exigió saber.

No hay tiempo para explicaciones.- le cortó Remus Lupin que miró su reloj de soslayo.- Tenemos tres minutos para media noche, si para entonces no hemos abierto las puertas quién sabe que podrá pasarle a todos éstos muggles y magos.

Alessandra se levantó y con mayor lentitud caminó hasta la puerta. Tocó con la punta de sus dedos la superficie de vidrio.

Vamos.- susurró cerrando los ojos.- Vamos.

Ante los ojos de algunos muggles y del sorprendido Coliagne el vidrio comenzó a romperse. Pero no fue la única puerta que iba a caerse a pedazos en cualquier momento. Las de todo el lugar comenzaban a romperse al igual que la primera. De pronto Alessandra abrió los ojos y dejó escapar un grito. Los cristales se separaron de las puertas y volaron hacia la joven Ryddle, antes de tocarla se pararon y cayeron al suelo. La mujer volteó y miró a los magos y muggles sorprendidos.

Si no quieren morir, salgan ahora.- murmuró antes de caer sobre los vidrios.

Remus se precipitó hacia ella mientras los sobrevivientes a las bombas comenzaban a correr hacia la salida. Algunos llevaban heridos y otros habían creado con sus compras camillas muy ingeniosas para llevar a los más lastimados. En cuanto las puertas estuvieron abiertas los magos pudieron salir. No pasaría mucho tiempo antes de que llegara la ayuda.

¿Qué demonios fue eso- preguntó el rubio capitán a Remus que intentaba poner a salvo a Ale.

Su poder…

Nadie tiene esa clase de poder.

Tú sabes que sí.- murmuró Remus con algo de rencor.- Será mejor que comencemos a ayudar los demás.

No tan rápido, Lupin.

Esa voz…- el hombre abrió los ojos, sorprendido y miró hacia arriba.

Ingrid Mudlose estaba de pie sobre una de las barandas, el aire frío de la noche que había llenado lo que quedaba del centro comercial movía la capa de la Reina Cruel.

Ingrid…

Sí, querido, vine por mi recompensa. ¡Dame a Evans y Ryddle!

¡No te daremos a Alessandra y Lily está desaparecida desde que salió de La Cima¡Huyó¡Nos abandonó- Elinor Dashwood había entrado al lugar por las puertas destrozadas. Había intentado aparecerse pero un campo cubría el centro comercial, lo que hacía que todos tuvieran un mal presentimiento. Si algo malo sucedía, no habría forma de desaparecer de allí.

Ingrid río con fuerza.

¡Sé que está aquí¡Entréguenme a la Reina del Caos!

‚?No lo entiendes¡Lily desapareció de la faz de la tierra¡Nadie la ha visto!

Ingrid miró a su antigua amiga. Sus ojos negros relampaguearon. Con una mueca de disgusto se lanzó al vació y cayó limpiamente sobre el suelo. Se acercó a Elinor con andar felino.

Elinor.- murmuró.- Si Lily no aparece, detonaré otra bomba y nadie se salvará de esa.

Ya te lo dije, Lily ha desaparecido, sé cree que murió.

¡La Reina del Caos no ha muerto, bien lo sabes, tonta- Ingrid bofeteó a Elinor con fuerza.

La mujer se tambaleó y cayó al suelo llenó de escombros.

Déjala en paz- Sirius Black entró al centro comercial seguido de James.- Lily no está.

Sirius Black.- contestó ella con burla.¿Vienes a salvar a tu estúpida amiga?

Vete de una vez, no podrás contra cuatro heraldos.

Yo no lucharé contra ustedes. La bomba se los llevará. Un minuto después de la media noche y de éste lugar no quedaran más que escombros. Mi señor estará muy triste, cuando descubra que Lily Evans también murió en la explosión. Buenas noches, amigos.

Con un plop Ingrid Mudlose se desvaneció.

Salgamos de aquí.- propuso James, pero fue muy tarde los cristales del suelo regresaron a las puertas en cuestión de segundos.

Estamos atrapados.- murmuró Elinor. Miraba a su alrededor con aire preocupado.

Tiene que haber una salida.- Sirius se lanzó contra las puertas pero obtuvo el mismo efecto que Alessandra antes.

Estamos atrapados.- dijo Remus- no saldremos de aquí.

La primera campanada de las doce que anunciaban la media noche se dejó oír. Un escalofrío recorrió las espaldas de todos con forme las campanadas comenzaron a sonar: cuatro, cinco…

¿Vamos a morir- murmuró Elinor.- Acabo de comprometerme.

Siete.

‚?Qué- preguntó Sirius.¿Te vas a casar con John?

Ocho.

Si no fuera a morir.- la voz de Elinor sonaba totalmente desesperanzada.

Nueve. Silencio. Diez.

La bomba.- murmuró Ale con suavidad aún en los brazos de Remus. Aún había mucha gente en el centro comercial. Seguramente el siguiente ataque sería parecido a lo que pasaría si un bombardero atacara el centro.- Ya viene… al… suelo…

Once. James miró a sus amigos… contuvo la respiración.

La doceava campanada pareció llegar de forma más lenta que las demás. La mayoría de la gente lanzó un grito y se lanzó al suelo intentando protegerse. James miró hacía el centro del lugar. En aquella parte del centro se habían encontrado tres fuentes, sólo una quedaba en pie. La miró escuchando la vibración de la campana, miró el agua que fluía, no entendía como podía seguir fluyendo agua, pensó en Lily.

En ese momento toda la luz del lugar se concentró en la fuente o así le pareció a James una esfera de luz salió como el agua haciendo parecer que el líquido que caía era ahora plata.

La bola de energía giró una y otra vez sobre si misma. Cruzó todo el centro comercial. La doceava campanada se había detenido.

La burbuja de luz se paró frente a James. Él miró la cara que se formaba en ella…

Lily.- murmuró.

Con sus palabras el sonido y el tiempo regresaron. De la burbuja se alejó la luz y el centro comercial tembló. James cayó al suelo y una sacudida le obligó a cerrar los ojos. Un gritó recorrió la sala y después de la luz brillante que llenó el lugar todo quedo en oscuridad.

°°°

Las lágrimas caían por sus mejillas. Miraba incrédula el espectáculo frente a ella. No estaba sorprendida por estar viva sino por la visión frente a ella.

Alessandra Ryddle cayó de rodillas frente al hoyo que se hundía allí mismo. Cerró sus ojos y comenzó a temblar fuertemente. Remus se acercó para consolarla, él también lloraba.

Ella…- la voz de Ale se cortó y no pudo seguir. Miró entre lágrimas la figura de James Potter. Él no estaba llorando. Tenía los ojos fijos en la visión que tampoco podía creer. A unos metros de él, Elinor gimoteaba en brazos de su prometido que había llegado allí después de la explosión.

Sirius se acercó y colocó su mano en el hombro de James. El joven lo miró con los ojos llenos de tristeza.

Hermano.- Sirius también lloraba.- Lo siento.

James volvió a fijar sus ojos en aquella figura. Allí en el hoyo se encontraba una persona. Su cuerpo estaba colocado de una manera grotesca, el cabello le caía sobre el rostro, pero no cabía duda de quién era.

El dolor que sentía James no podía ser expresado, los demás lo entendían y se sumergían en su propio dolor.

¿Cómo no hacerlo? Allí en el fondo yacía una cruel verdad. Lily Evans, la Reina del Caos y la joven más amable que hubiera pisado el mundo mágico estaba muerta.

°°°

4 de noviembre 1975

Casa Evans

Los señores Evans se preparaban para salir. El prometido de Petunia organizaba una recepción para la familia. Habían esperado que su hija menor, Lily, pudiera asistir pero hasta entonces no había habido señal de la joven.

El timbre sonó en ese momento.

Tal vez sea Lily.- dijo la señora Evans con esperanza, no había visto a su hija desde hacía un año.

El señor Evans se dirigió a la entrada. Llovía. Abrió la puerta esperando ver a su hija pelirroja, pero en su lugar se encontró con un hombre de aspecto sombrío.

¿James- preguntó el señor Evans al ver que desmejorado estaba el novio de su hija.¿Qué sucede¿Y Lily?

James abrió la boca un par de veces, pero de ella no salió palabra. El señor Evans sólo pudo notar como se ensombrecían los ojos del joven.

¿Qué sucede James- preguntó la señora Evans que ya había bajado y también esperaba ver a su hija.

Lo que James intenta decirles es una noticia que probablemente encontraran dolorosa.- Alessandra Ryddle apareció junto a su amigo, completamente mojada como James.- mi nombre es Alessandra, fui amiga de Lily.

¿Fuiste- preguntó sin comprender la señora Evans.

Ale tomó aire. Sus ojos se llenaron de lágrimas y unas cuantas la traicionaron y comenzaron resbalar por sus mejillas.

Lily… Lily Evans.- la voz de la joven se cortó.- Lily Evans murió el dos de noviembre durante el ataque en el centro comercial. Murió salvando a la mayoría de los civiles que allí se encontraban.- Lágrimas caían por las mejillas de Ale ya como un torrente.- Yo… yo les doy mi más sentido pésame señores. Su hija fue la persona más amable que conocí.

La señora Evans miró a Alessandra.

¿Es broma- preguntó con voz cortada.

No, señora, su hija menor, Lily Evans, está muerta.

La señora Evans se desmayó y el señor Evans estaba pálido. James bajó la cabeza en señal de respeto.

La amé mucho.- le dijo al padre.

Yo también.- contestó éste- Yo también, James.

°°°

El fuego de las velas era púrpura. La mayor parte de la sala estaba a oscuras. Albus Dumbledore estaba de pie frente a muchas sombras de distintos tamaños.

Voldemort gana terreno cada día. Es hora que el fénix resurja. Ustedes son los herederos del fénix. Hay que mantener viva la llama. Voldemort no puede seguir ganando terreno. Aquí presentes están los magos y brujas más capaces del mundo mágico y aquellos que se interesan por la seguridad del mismo. El ministerio no ganará esta batalla, sólo ustedes pueden inclinar la balanza. Si aceptan seguir el legado, quédense, sino salgan de esta sala.

Nadie se movió en los minutos que Dumbledore guardó silencio.

Bien, pues en ese caso, que el fénix resurja de sus cenizas, que regrese y enfrente a nuestro enemigo. Bienvenidos sean herederos.

Las flamas se incrementaron y ligeras explosiones se dejaron oír. El fénix de Dumbledore sobrevoló la sala y un cantó se oyó desde el lugar dónde estaba el director de Hogwarts.

El fénix de cristal que James le había dado a Lily hacía muchos años estaba cantando. Los presentes se miraron emocionados. James se quedó mirando la figura de cristal.

Lily había muerto y su sacrificio había sido salvar la vida de sus amigos, ella lo había salvado. Ella le había dirigido su última mirada. Él no moriría. Él sería el heredero del fénix. Si lograba que el canto de ese fénix perdurara, Lily también seguiría viva.

Sonrió tristemente. No volvería a ser un ermitaño. Su misión estaba clara. Era parte de la Orden del Fénix, debía proteger al mundo mágico…debía proteger la memoria de su amada Lily.

"Los herederos del fénix comenzaron ese día la batalla contra Voldemort. Seis años más lucharían por el bienestar de la comunidad mágica. La batalla causaría perdidas en ambas partes y los dos bandos conseguirían hacerse de poder durante los años venideros. El ministerio de magia conocía sólo rumores acerca de aquella organización y perdería precioso tiempo intentado encontrar a los Fénix.

Aquel invierno Barty Crounch subió al poder y dio a los Aurors permiso para utilizar las maldiciones imperdonables. Con ello comenzaba la verdadera guerra contra Lord Voldemort, pero los poderes del Caos tendrían aún fuerza para inclinar la balanza."

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N/A:

Hola¿Les ha gustado? Díganme¿Lily está muerta? Si es así, como es que el final va a ser como el de hp? Que va a suceder? Que tal la parte de Elinor- John¿Quién esta a favor del compromiso?

Avances: Lo siguientes es un EA. Se llama La decisión de Lily. Y trata de lo que le sucedió a Lily cuando estaba en las Islas… una que otra sorpresa y un encuentro inesperado.

RRS:

Blanca: Otra vez leyendo a deshoras? Deberías estudiar, imagínate que ya no te dejan leer… no… no… Sip, pobre Abigail… pero hay peores muertes que la suya y oras mucho mas tristes. Un alegría? Mmm hay, pequeñas como la de Elinor en este chap, créeme si pasan momento felices, sólo que yo muestro los tristes… te gustó lo que pasó con Elinor?

Lucía: Si, Isabel muerta, no del todo, pero sí… ohhh… bueno tal vez para ahora tus esperanzas del Sirius- Elinor estén por los suelos, pero todo puede pasar. Espero que tu también te hayas pasado ese día con las personas que aprecias.

Pilitonks: A todos los hago sufrir… pero tal vez me concentró en algunos chaps en algún personaje en especial. Claro que es malo que Tom terminara de desaparecer. Estuvo bueno el último capitulo? Yo la veía aquí en México… pero ya casi no la veo…

Flor: Con esos? Bueno si, sus destinos son los más intrigantes, porque son míos… ya verás, tienen cada una su destino. Elinor merece morir? Mmm que crees? Sip un encuentro antes del fin, el más peligroso… y las peores escenas que escribiré aparte del final. Vamos tienes que admitir que cortar el chap le da emoción…

Andry Black: No recuerdo haber respondido uno de tus rrs, así que te doy la bienvenida (si ya habáis escrito perdona mi memoria) Que bueno que te guste… aquí hay un poco más de la historia.

Fer-black: Que bueno que te guste.

Gracias a todos por sus RRs me ayudan a seguir y me encantan! La verdad que ojalá sigan enviándolos. Gracias por leer.

Bueno eso es todo. Nos veremos el próximo viernes con el EA.

Syringen

ALCS

PD: Mil perdones por los errores con los que se sube el chap (falta de - y ?) no peudo hacer nada.. lo siento...