Nada de lo que puedan reconocer me pertenece.

Dedicado a Carlos Meza por su ayuda en la corrección de la primera parte de esta historia y a Alicia mi beta.

AVISO: Aún tengo beta desaparecida entre trabajos y tareas, pido perdón por las faltas.


¿De qué están hechos lo sueños?

II

El material de los Sueños.


Harry James Potter

Julio 23, 1980

.-.¡Lily, respira!- gritó Elinor que Caminaba rápidamente junto a la camilla mágica en la que estaba su amiga. Medía el pulso de su, ahora, paciente.- Todo va a salir bien, Lily, tú sólo sigue respirando.

La pelirroja tenía pequeñas gotas de agua por toda su frente que se contraía en un ceño de dolor y frustración. Respiraba apresuradamente y con dificultad. Gritó fuertemente, otra contracción. Aquellos dolores insoportables habían comenzado hacía algunos minutos en Godric Hallow.

Los últimos meses su humor cambiaba de forma abrupta, solía pasearse por la casa mascullando a media voz palabras de consuelo. Tenía un dialogo constante y privado con aquel ser que tenía dentro. Aquel ser tenía ya ropa a montones, juguetes por los cielos y era, con forme la fecha se acercaba, más mimado y esperado que ninguna otra cosa.

Todas las personas que apreciaban al matrimonio Potter se pasaban varias horas hablando con Lily sobre el bebé. La pelirroja recibía los consejos con ademanes atentos y, como bien dijo James, distraídos. Lily no prestaba atención más que a lo que venía y que aún estaba dentro de ella.

.-.Ya quiero verlo.- le había dicho días antes a James mientras reposaba su cabeza en el torso de su marido.

.-.¿Sí?- preguntó él.- Yo también quiero ver al pequeño mounstrito que se acerca.

Lily le sonrió con cariño.

.-.Te imaginas sus ojitos, deben de ser tan lindos y...- Lily miró sus manos de forma concentrada, como si el bebé fuera a aparecer allí de un momento a otro.- Ya quiero tener a nuestro hijo.

James la miró. Aquellas palabras se repetían en ese momento por su cabeza. Caminaba con la mano de Lily entre las suyas. La mujer apretaba fuertemente cada vez que una nueva contracción le recorría, por lo demás parecía apacible y sonriente.

.-.¡Padrino pasando!- la voz de Sirius se mezcló con la de otros pacientes.

.-.No puedes pasar a la sala de parto.- le cortó su novia en cuanto llegó. Sirius la besó en la mejilla y frunció el ceño.

.-.¿No?- preguntó. Miró a la rubia con la mejor cara de niño bueno que consiguió.- ¡Pero soy el padrino!

.-.Está prohibido.- le espetó ella.- Alessandra y Remus deben de estar por llagar, ve a acompañarlos.- luego se giró a James.- ¿Te vas a quedar?

.-.Bueno...- James bajó la mirada hacia Lily.

.-.No te alejes de mí, te necesito.- susurró ella antes de hacer una mueca de dolor.- Lo siento, Eli, ya viene.- gritó de dolor.- ¡Podemos concentrarnos voy a dar a luz a este niño sin anestesia!

.-.¿No sabías? Los magos creen que a lo natural es lo mejor.- dijo Elinor.

Lily chilló y apretó con más fuerza la mano de James, quien hizo una mueca de dolor. Sirius seguía la camilla mascullando cosas acerca de que era el padrino…

.-.¡.¿Cómo?.!- chilló miró a su amiga.- ¡No pienso parir como en el siglo pasado!- volvió a gritar.

.-.Prepara la sala.- Le Elinor dijo con rapidez a la enfermera morena que ya conocemos.- Y Sirius, por favor, deja de gritar y vete a la sala de espera o ve a la tienda, no sé pero vete… ¡Ahora!

Lily chilló con más fuerza. Elinor se inclinó hacia ella, Lily la miró suplicante y luego cerró sus ojos con un suspiro ahogado. La presión en la mano de James disminuyó considerablemente. Sirius ya se había alejado, pero esta vez iba murmurando sobre la tienda de regalos.

.-.¿Es... es normal?- preguntó James de forma temblorosa.

Elinor se agachó sobre Lily, respiraba pero parecía desmayada. Tocó la frente de la Reina del Caos.

.-.¡Está hirviendo!- chilló asustada. Tomó la muñeca de si amiga y cerró sus ojos.- ¡Necesito calmantes y una poción para traerla en sí!

Lily abrió la boca y comenzó a mascullar con suavidad. James sólo siguió los labios de su esposa. ¿Y ahora que sucedía?


La sala estaba llena de niebla y vapor de agua. Cerró sus ojos repasando mentalmente el lugar pequeño y neblinoso en él que estaba. No era grande, parecía que una barrera evitaba que viera más haya de lo que parecía una sala algo grande. Se colocó sus manos en su vientre. Sentía al bebé dentro de ella. Sonrió.

.-.Ya pronto, pequeño, pronto.- murmuró en un hilo de voz.

.-.Sí, Lily, pronto.

La pelirroja alzó la cara sorprendida y se encontró con una mujer alta de cabellos de fuego y ojos brillantes: uno verde y el otro azul.

Abrió su boca varias veces sin saber que decir. La mujer le sonrió con suavidad. En su nariz y los alrededores de su boca aparecieron pequeñas arrugas. Lily las miró impresionada, entonces notó que el cabello rojo estaba ya, también, plagado de cabellos plateados que brillaban.

.-.Creo que me dan un aire más sabio. Sí, decididamente me veo más sabia que cuando nos vimos por primera vez.

Lily le sonrió con suavidad y se adelantó.

.-.Melizza.- murmuró antes de abrazarla.- ¿Vienes a despedirte?

.-.No podría irme a esperar la muerte de otra manera. Sussan y Diana ya me esperan.

.-.Son tan jóvenes.

.-.¿Y tú no?

.-.¿Hablas de...?- Lily se quedó muda.- Hasta ahora todo está bien.

.-.Tienes que escuchar bien mis palabras Lily. En tu vientre esta quien nos salvará a todos. No puedes dejar que nada le sucederá.

Un brillo lleno de angustia apareció en los ojos de Melizza.

.-.Te concedí el poder.- comentó de forma distraída. Le colocó una mano en su hombro y le sonrió con alegría contenida.- Te vi cuando comenzaste a aceptarlo, cuando te lo tomaste con todo tu corazón y lo dejaste por fin llegar a la cima de su capacidad... pero aún hay más. Hay más poder del que crees en ti.- Una lágrima resbaló por el ojo azul de la mujer.- Tienes que entender que cada Reina del Caos llega a la cima den su poder sólo una vez. Tan poderosa es entonces que en su interior todo es posible. Todo. Tan enorme es el poder, tan increíble que cuando desaparece se lleva consigo la vida de su poseedora, ha pasado lo mismo con todas las Reinas del Caos, ya lo sabes.

Tienes que descubrir como llegar a ese poder, tendrás sobre ti el poder de todas la Reinas, el poder supremo y cuando éste se extinga morirán contigo Las Islas, los sabios, las guardianas y yo. El poder se llevará a todos los que creen en él. Tienes que decidir bien, no habrá otra oportunidad. Está sobre tus hombros el destino de todos, también él tiene ese peso sobre sí.

Melizza sonrió con tristeza.

.-.¿Tienen que morir todos¿Tantas vidas se irán conmigo¿Cómo puede alguien pedirme eso!- Lily se alejó de Melizza con un movimiento.- ¿Por qué!

Melizza bajó la mirada.

. tu sacrificio comienza una nueva era, el poder del caos se habrá perdido, habrá dejado un vestigio en el ser protegido, pero nada más. Ya no habrá más desequilibrios que requieran la presencia de los heraldos. Contigo, Lily Evans, termina la era de los isleños, de los grandes hechiceros de antaño y comienza la era de los magos. Ellos solos podrán con lo que venga.- los ojos de Melizza se llenaron de lágrimas.- No tengo miedo a morir, he vivido tantos siglos que estoy lista. Todos los que se irán contigo creen que es un honor ver el final de todo y llegar a aquel vértigo que crearás. Ya verás Lily. Todos están listos.

.-.Pero Gill y Armando...

.-.Algunos hechiceros han venido a Europa. Ellos estarán bien, se encargaran que nuestra vieja cultura, nuestras leyendas y creencias, nuestros poderes... están encargados, ellos y otros de que nada se pierda o se olvida. Ni siquiera tú y los últimos heraldos serán olvidados. La generación de la soledad estará siempre en las mentes de aquellos que sigan nuestras creencias. No te preocupes Lily... tú sólo concéntrate en descubrir el secreto.

.-.Pero¿dónde¿Cómo?

.-.Está en las profecías, mi querida niña.- Pasó su mano por la mejilla de la Reina del Caos y sonrió. Le besó la frente con delicadeza.- Eres dueña del poder que se te ha otorgado, no creo que haya alguien más digno que tú. Los heraldos también fueron bien elegidos. Cuídate, Lily. Todos confiamos en ti, al final nos veremos en la selva en la que los héroes reposan.

.-.¿Qué?- preguntó confundida.

Melizza pasó su mano con bondad por el vientre de Lily, donde reposaba aquel que llevaría a los magos a su era, a su tiempo.

Lily cerró los ojos con dolor, algunas lágrimas resbalaron por sus ojos.

.-.Tenías ¿qué¿Siete años cuando te vi por primera vez?

.-.Mi vida corre de forma distinta que la tuya, ha llegado mi hora.- Melizza movió su cabeza, su cabello fuego desapareció y se convirtió en una cascada plateada. Los ojos verde y azul parpadearon para apagarse suavemente y un brillo de sabiduría apareció en ellos, ya casi no había diferencia entre los ojos que habían palidecido.

.-.Disfruta de tu vida, Lily. Nunca te arrepientas de nada.- se giró para alejarse en la niebla.- Nos encontraremos en el principio.

Lily sintió como si la tierra se la tragará. Abrió los ojos. Estaba en la sala de parto.

.-.¡Despertó!- gritó una voz poco familiar.

.-.Bien, dale la poción, no podemos seguir haciendo esperar a mi sobrino ¿o sí?- Esa era sin duda la voz de Elinor.


Marzo 12, 1980

Lily estaba sentada en le jardín de Godric Hallow. Sonreía tontamente al libro en sus manos. Estaba en la misma página, en la misma frase, en la misma palabra desde hacía ya quince minutos. Parecía meditar profundamente acerca de algo importante. Si cualquiera le hubiera preguntado, habría afirmado que estaba pensando algo importante.

Pero así son las madres, saben que dentro de ellas está una nueva vida y ya no hacen más que pensar sobre el nuevo ser o hablar silenciosamente con él.

Lily Potter tenía a su lado un helado derretido de Tiramisu, James se lo había llevado antes de salir. Había sido uno de los extraños antojos que le habían entrado.

.-.¿No crees que estás comiendo un poco... demasiado?- preguntó Sirius el sábado que había ido a jugar "Ve a pescar" con los demás merodeadores a la casa del matrimonio Potter. Los cuatro hombres seguían practicando aquel juego, aunque ya Sirius se había quejado varias veces y había propuesto jugar Poker. Remus y Peter se negaron rotundamente.

Lily no le había prestado atención a Sirius.

.-.Estoy embarazada.- contestó y luego mostró una gran sonrisa.- No lo entenderías.

La pelirroja movió distraídamente la cuchara del helado. ¡Qué lindo día! Había pocos tan brillantes en Inglaterra. Una suave brisa soplaba a su alrededor moviendo los árboles y el pasto. Había un pequeño lago que se veía desde aquel sitio. También el agua se movía, pequeñas olas poblaban la superficie.

Aquella calma fue abruptamente interrumpida. Una ráfaga tempestuosa recorrió el lugar haciendo que los árboles se golpearan entre sí, que las olas en el agua crecieran y se hicieran más visibles y que la copa llena de helado cayera sobre el pasto.

Lily levantó la cabeza sorprendida. El cielo, antes azul, se había nublado, parecía que llegaría pronto una tormenta, pero la mujer no se movió. Observaba a una mujer rubia que estaba de pie a sólo algunos metros. En sus brazos había un bulto envuelto en una cobija azul clara.

Lily se levantó y caminó bamboleándose hasta Narcisa Malfoy que sonreía con suavidad, parecía que hacía mucho que no sonreía. Lily sospechaba que la sonrisa encantadora y seductora que había tenido Narcisa desaparecería con el tiempo y terminaría en una mueca, no estaba muy alejada de la verdad.

Narcisa estaba casada con Lucius Malfoy y sufría en silencio. Miró a Lily con alegría que no supo expresar y se acercó a ella.

.-.Necesito que lo busques.- murmuró con preocupación.

.-.¿Él…?- preguntó a media voz la mujer embarazada. Narcisa la cortó con asentimiento.

.-.Es mi hijo. Nació en Diciembre- le comunicó antes de destaparlo un poco para que La Reina del Caos lo mirara.- Se llama Draco.

.-.Se parece a Lucius.- fue lo primero que dijo distraídamente la pelirroja.- Ojalá se parezca en todo lo demás a ti.

Narcisa se alzó de hombros y miró embelesada al bebé en sus brazos. No podía tener más de tres meses. Su piel era blanca y suave, tenía una pelusita rubia en su cabeza y estaba totalmente dormido.

.-.¿No te parece hermoso?- La madre miraba a su hijo embelezada.- Ojalá se quedara así por siempre.

Lily le sonrió a Narcisa. Se inclinó y besó al niño suavemente. El bebé movió las manos y abrió los ojos de forma casi imperceptible. Luego con un gorgojeo volvió a cerrarlos y dormir.

.-.Yo lo buscaré.- le comunicó con suavidad a Narcisa.- Todo saldrá bien.

Narcisa sonrió con sinceridad y abrazó más cerca de sí a su hijo.

.-.Gracias, sé que tal vez no nos veamos de nuevo Lily.

.-.Verás como nos encontraremos algún día.- Sonrió y colocó con cariño una mano sobre su vientre, con la otra acaeció la cabeza de Draco.- Adiós, Draco.

Narcisa asintió suavemente y se giró para desaparecer de la misma forma en la que había llegado. La ráfaga de viento cruzó el lugar y se llevó las nubes grises. El sol brilló, Lily lo miró con un deje de tristeza en su sonrisa. De pronto un mareó la invadió, pareció que todo se quedaba en tinieblas que el sol desaparecía poco a poco. Con cuidado se sentó n el pasto y cerró sus ojos. Los abrió y la oscuridad seguía allí, el miedo la invadió.

Se acerca la hora.- La voz venía de una luz a la distancia que era la único que distinguía la pelirroja. Parpadeó, no lograba recordar de donde le sonaba aquella luz. -¡Pronto, Lily!

Un viento helado la sacó de su mente y le hizo aterrizar duramente en su cuerpo. ¿Qué se acercaba? Se levantó y tambaleándose entró a la casa. Ya allí, relegó aquella extraña sensación y visión a la parte de atrás de su cerebro y sacó el directorio dispuesta a buscar a Snape.

Tres días después, Severus Snape se convirtió en el espía de la Orden del Fénix. Pocos supieron de esto, Lily entre ellos.

Cumplió su promesa y, además, le contó su historia a Dumbledore. Desde entonces ambos confían plenamente en el otro.


Lily abrió sus ojos. Miró a James con dulzura y luego al bulto en sus manos.

.-.Es hermoso.- afirmó ella con voz quebrada- Tan pequeño

James se sentó junto a ella y le pasó el brazo por los hombros. Él también miraba embelezado al bebé en brazos de Lily. Una pelusita negra le poblaba la cabeza, tenía los ojos cerrados y dormía. James le tendió su dedo que el bebé, una bola de piel rosa y suave, tomó mientras parpadeaba.

.-.Creo que tiene tus ojos.- le comunicó a Lily. Ella le sonrió y regresó la vista a su hija.

.-.Está aquí.- murmuró.- Es nuestro hijo, James.

James miró un segundo a Lily y luego al bebé.

.-.Soy papá.- contestó con suavidad.

.-.¡Y yo padrino!- Sirius Black entró al cuarto cargando un perro de peluche que le llegaba a la cintura. Lo dejó caer junto a la cama y se acercó a ver al bebé.

.-.No es un juguete.- se oyó la voz de Alessandra que entraba con Remus. Tenía una gran sonrisa, Remus llevaba un ramo de Iris blancos y también sonreía.

.-.¿Y Elinor?- preguntó Lily con suavidad.

.-.Pues… se ha quedado atrás, con nuestros invitados.- Remus le dio un codazo a Sirius para que se quitara del camino.

.-.¿Invitados?- preguntó James con una ceja alzada.- ¿Qué invitados?

Alessandra soltó una risita.

Lily

La pelirroja alzó la cara con confusión. ¿Quién le había llamado?

.-.Gill está aquí.- comentó Remus.

.-.Deberías ver a su bebé, ya tiene dos años.

Lily abrió los ojos por la sorpresa.

.-.¿Qué?

Las sacerdotisas, se suponía, no podían tener descendencia. Estaba prohibido, romper una de esas reglas no escritas quería decir traición de sangre y por lo tanto se debía sufrir una enfermedad como la que alguna vez había resistido Carina.

.-.Sí, pero La Junta lo está cambiando todo.- En la puerta la sacerdotisa estaba de pie. A su lado, Armando le sonreía a todos con un niño a su lado que sonreía con fuerza. Tenía el cabello rojo de su padre y los ojos negros de su madre. Tomaba la mano de su padre con cariño- Alexander está feliz de estar aquí.

.-.¿Có-cómo?- preguntó la pelirroja. James tenía en ese momento a su hijo en brazos. Sirius lo miraba embelesado y lanzaba uno que otro comentario.

.-.Después de la batalla, bueno decidimos unirnos a los isleños que vendrían a Inglaterra. Nosotros, Alexander, seguiremos la tradición de Las Islas. No desconfíes de aquella que posee a los elementos, Lily. Ha vivido muchos años.

Lily le sonrió a la antigua sacerdotisa.

.-.¿Desde cuándo…?

.-.¿Nosotros?- preguntó Armando. Gill rió de forma cantarina.

.-.Al siguiente año de la batalla.- contestó ella.- Veníamos hoy a despedirnos de todos ustedes.

.-.¿Cómo?- preguntó Alessandra con sorpresa.- ¿Se van?

.-.Órdenes de la junta. Lily, ellos piden que comiences a ver las profecías, el tiempo apremia ya. Ya eres madre.- sólo Lily entendió eso último.

Gil caminó hasta la Reina del Caos y le sonrió. Lily miró a Gill y luego estiró sus brazos hacia James quien el regresó al bebé. Éste estaba totalmente dormido. Gill se inclinó sobre él.

.-.Suerte.- murmuró al oído del bebé.- La junta te manda sus deseos… sé feliz.- caminó después hacia su marido y tomó a Alexander. Armando se acercó también le sonrió a Lily.

.-.Adiós, Lily.- bajó la cabeza y luego se despidió de los demás. Llegó hasta James y le sonrió.

.-.Sabes, aunque sea falta de respeto para Jessica, yo voté por ti para capitán en Hogwarts.- James rió y los dos hombres se dieron un abrazo de despedida.

.-.¿cómo se llama?- preguntó Armando de pronto a Lily y James.

Los padres cambiaron una mirada cómplice.

.-.Harry.- murmuró Lily.

.-.Harry James Potter.- corrigió James.

Esa fue la última vez que vieron a Gill y Armando. Alexander crecería en un provincia francesa, donde aprendería sobre la magia y Las Islas. Años más tarde, durante el torneo de los tres magos se encontraría con Harry, pero éste no sabría quien era el joven francés y lo pasaría por alto.

Antes de salir de la habitación Gill murmuró una palabra que nadie oyó. Llamó a Harry "Salvador".


Agosto 27, 1980

Estaba sola en casa. James había tenido trabajo y ella aún se quedaba en casa a cuidar a Harry. Desde allí, sentada en su cama podía ver a su bebé en la cuna blanca. La luz del sol entraba por las ventanas. Lily pensó que era un buen momento.

Desde hacía años tenía guardada en su buró una cajita de madera, dentro de ella estaba las profecías escritas con caligrafía pequeña y compacta. Tenía que resolverlas, lo sabía¿pero cómo? Para ella sólo algunos pedazos tenían sentidos. Tomó el pergamino más grande, la profecía de las gemelas Alviner y lo releyó. Luego creó una copia mágicamente y volvió a meter el primer pergamino a la caja.

Con movimientos suaves de su varita marcó las partes que entendía de un color distinto.

El final estará por llegar

Cuando la luna su color cambie

La bondad desaparecerá

El valor resplandecerá

Pero no existe en el mundo alguien que pueda vencer

Aquello que el mal otorgó al azar

Sólo cuando el fantasma del dolor por tierra camine

La reina de la crueldad podrá su parte consumar

Mientras tanto el mundo se lleva las almas mas heridas

Y los sacrificios incompletos llevan a callejones sin salidas

Aquello se refería a Ingrid y la gran batalla. Remus que se había convertido en licántropo y Marina que había muerto. Sólo la última línea no la convencía. El sacrificio de Elinor. ¿A qué callejón la había llevado?

Cerró sus ojos y lo entendió de pronto, aquel hoyo en el fondo de su mente: Voldemort. El sacrificio incompleto la llevó a hablar con él, día y noche y revelarle todo.

Un estremecimiento se apoderó de ella. Miró las siguientes líneas.

La clave no está en la nada

Sino en el todo

La clave está en el principio

No en el final

La clave del todo está en sus ojos

No en los tuyos.

La clave del mayor sacrificio no vive en ti

Sino en él.

¿Y eso? Aquello no tenía ni arriba ni abajo para ella. Le estaba explicando algo… tal vez el secreto del sacrificio que desde el día en que recibió el poder del caos llenaba su cabeza. ¿Cómo disparar el poder supremo¿Cómo¿Eran aquellas líneas la explicación? Era imposible de descifrar, hablaba como si ella fuera a saber a que ojos se refería, a que principio, a que poder…

Las siguientes líneas le causaron mayor escalofrío.

Madre de la salvación

Has nacido en la Generación de la Soledad

Que lleva a todos a morir en vida y caer en un infortunio sin final

Cuando todos los destinos se vean cumplidos

Cuando todos los presentes en aquel artificio hayan caído

Tal vez tu trabajo hayas cumplido.

Se referían ellos. A los heraldos, a sus compañeros, a todos los que habían presenciado el artificio… ¿qué artificio, cada destino, cada final, allí estaba la solución: eran la generación de la soledad.

Un vacío se creó en el estómago de Lily. Todos destinados a sufrir o perecer. ¿Qué artificio? . ¿El Caos? . ¿El sacrificio no concluido? Sonaba lógico este último, pero podía se cualquier cosa.

Escondió su rostro entre sus manos. ¿Por qué estaban destinados a sufrir, perecer, tal vez, hasta a ser olvidados?

Mientras el destino intentas cambiar

La reencarnación su propia lucha enfrentará.

Si sales victoriosa el destino es para ti

Si en lugar de ello dejas que el poder la llene

Entonces arrepiéntete cuando se la lleve

Al ver aquellas líneas algo en su corazón dio un vuelco. Miró las letras con dolor creciente, comenzaban a desacomodarse del pergamino, perderse en laberintos, ocultarse de su mirada que ya no las reconocía. El corazón le estaba doliendo. De pronto un ruido desde la cuna de Harry la hizo voltear abruptamente, fue tan rápido que sus sentimientos estallaron, el vaso de agua sobre el buró se rompió en pedazos.

Lily se levantó y corrió hacia su hijo. No le sucedía nada, ni siquiera se había levantado. Suspiró aliviada, lo miró un momento.

Fue entonces cuando un sentimiento ya conocido se presentó. Las formas a su alrededor se hicieron difusas, perdieron sus contornos y comenzaron a desaparecer en la oscuridad. Cerró sus ojos con dolor y cuando los abrió ya estaba rodeaba de aquellas tinieblas. A lo lejos distinguió la misma luz centellante que la última vez.

Las palabras se quedaron estancadas en su garganta, un grito cayó sin fuerza dentro de su boca. Su respiración se apresuró y se dejó caer de rodillas hacia el oscuro suelo.

Se termina el tiempo.-murmuró una voz.- Pronto.

Lily sintió como si cayera al vacío. Cerró fuertemente sus ojos y abrió la boca para dejar salir un grito que jamás llegó. Cuando volvió a ver la oscuridad había desaparecido, estaba de nuevo en el cuarto junto a la cuna de rodillas. Entonces logró distinguir lo que flotaba frente a ella.

Su respiración se cortó.

"No, no," pensó desesperada. "No ahora"

La reencarnación su propia lucha enfrentará.

Sólo podía significar una cosa. Su batalla con Ale se acercaba. ¿Cuándo se dispararían los ánimos? . ¿Cuándo terminaría aquel sufrimiento? . ¿quién ganaría?

Si sales victoriosa, el destino es para ti

Si en lugar de ello dejas que el poder la llene,

Entonces arrepiéntete cuando se la lleve

¡Le estaban dando opciones! . ¡El destino le daba dos opciones! Miró las letras escarlata con los ojos salidos de sus ojos. Si perdía… miró aquella línea con miedo creciente. Si el poder iba para Ale…

Arrepiéntete cuando se la lleve

La sospecha de quien se llevaría a Alessandra Ryddle parecía muy plausible… Lily sabía que sólo podía ganar, pero parecía que cualquiera de los dos caminos sólo llevarían a una salida para la heraldo de Slytherine.

Lily se estremeció y se echó a llorar al descubrirlo.


Tres días después hubo una reunión de la Orden. Dumbledore llegó antes a Godric Hallow y les confió sus sospechas de un hecho de trascendental importancia: era probable que en la Orden hubiera un espía. Y lo peor, él creía que sería en el círculo más cercano… El de los herederos, como solía llamar al grupo central.

.-.¡Nadie es un traidor!- gritó James- Nadie, Albus. Les confiaría mi vida a todos. Los conozco desde niño.

.-.Lo sé, James, no te alteres. Sólo que es extraño. ¿De qué otra forma podía Voldemort averiguar nuestros planes?

.-.No puede haber un traidor.- Lily tenía a Harry en brazos y los mecía con suavidad. Por el tono en el que dijo aquellas palabras, se notaba que creía aquello era inconcebible.

.-.Tenemos que pensar en todo, saben que hablar de esto me desagrada tanto como a ustedes, pero es una posibilidad.

Los Potter se quedaron callados. Harry parecía nervioso, Lily notó que estaba por llorar.

.-.Será mejor que vaya ha alimentarlo.

Sin decir más se levantó de la sala. Todo aquello le había recordado a otra línea de la profecía:

Nada está seguro

El poder no es más que poder

Nadie es del todo malo

Hay razones para todo

Vigila a las personas en quienes más confías

Los fénix guían a la verdad

Las sombras al poder

Que la reina de la muerte te ayude al final

Allí también mencionaban una traición, o eso parecía. Además, al parecer, debía vigilar a las personas en quien confiaba. ¡Tal vez Dumbledore tenía razón! Los fénix guían a la verdad… ¿Se refería a los herederos? Podía ser, pues Ingrid había sido hermana de las sombras quienes la guiaron al poder, a Voldemort… ¿y si alguien los había traicionado,...? Soltó un quejido, no podía decirle a James aún sobre aquello, seguro que él tampoco lo creería. ¡Uno de sus amigos! . ¡.¿Cómo podría traicionarlos?.!

Albus Dumbledore la vio salir tan acongojada que sintió pena por ella. Vio al pequeño Harry en brazos de su madre y recordó la profecía. No tenía por qué ser él. Trababa de convencerse de que Harry no era el niño de la profecía. ¡Pero todo apuntaba hacia él! James y Lily se habían enfrentado a Voldemort tres veces, igual que… nadie sabía de aquellos encuentros más que él y Voldemort... los Longbottom.

El matrimonio había desaparecido del plano, pero no para el director de Hogwarts, él sabía donde estaban, eran aún agentes de la Orden y él ya les había pedido que se escondieran.

Hacía unos años, en un periódico había aparecido la noticia de la muerte de Alicia Longbottom, primera esposa del Auror. La Orden averiguó ponto que Frank se había vuelto a casar muy rápido con una mujer francesa de nombre Alice.

¡Que sorpresa se habían llevado cuando Alessandra les informó que en aquella Alice tan diferente en apariencia a Alicia había rastro del poder de los heraldos!

Un ingenioso disfraz, había creído Dumbledore. Aquella pareja también se había enfrentado a Voldemort tres veces. Frank como Auror y Alicia de una forma diferente, las tres por error y había salido ilesa por su gran poder.

De aquellos enfrentamientos no hablaba más que con su marido, pero habían existido.

Y ahora, los Longbottom también tenían un bebé que había nacido a finales de julio: Neville. ¿Dos opciones? El destino le daba a elegir a Voldemort. ¡Podía ser que no fuera tras los Potter!

Dumbledore negó. Tenía que alertar pronto a James y Lily. ¡.¿Por qué era tan injusto todo?.!

¿Era Harry James Potter el elegido como aseguraban en Las Islas?

¿O lo sería el desaparecido Neville Longbottom a quién nadie realmente conocía?


Adelantos:

El siguiente capitulo es el "principio del final" y se llama La condena de Alessandra.

El capitulo trata sobre todo de la batalla entre Lily y Alessandra, como se desarrolla y que sucede antes de ella...

¿Quién ganará?

Nos veremos en una semana (espero)

Syringen

5 Capítulos para el final