Nada de lo que puedan reconocer me pertenece.
Dedicado a Carlos Meza por su ayuda en la corrección de la primera parte de esta historia y a Alicia mi beta.
¿De qué están hechos lo sueños?
II
El material de los Sueños.
La condena de Alessandra.
Llueve. Llueve a cantaros sobre un castillo de piedra negra y lustrosa. Las gotas resbalan por las ventanas. En muchas hay luz, pero en la que es más notable es en aquella ventanita en la gran torre. En aquel cuarto habita una mujer hermosa y poderosa que absorbe hasta la luz que hay a su alrededor. Pocos la vistan ya, se ha quedado entumida en aquella celda que eligió. Quien más la visita es una niña. Una infante de meros diez años que tiene el cabello negro como la noche y los ojos azules cual cielo tormentoso.
Aquella noche la niña se ha quedado mucho más tiempo que lo habitual y ha sido porque la mujer se lo a pedido. Siempre toman el té juntas, ahora ya les han dado las diez de la noche y siguen con su parloteo.
La mujer parece alterada, la niña deprimida. A ella algo le dice que esa será la última reunión entre las dos. Sobre todo porque su padre se la llevará lejos y no verá mas a la mujer de cabellos plateados que tiene frente a ella.
.-.Se hace tarde.- murmura la mujer echando una mirada al reloj en la mesilla.
.-.Nunca es tarde.- contesta la niña con sus ojos azules centellando.
.-.Debes irte.
La niña niega y la mujer le sonríe con dulzura. ¿Cómo sabrían que volverían a encontrarse? Pero entonces, la niña sería una mujer, sobre ella estarían muchos años de poder y lo único que haría seria deshacerse de aquella que fue su amiga y la parte malvada del más famoso brujo de todos los tiempos. ¿Cómo saberlo en ese segundo de felicidad, en esa décima de alegría, donde mujer y niña no sospechan, donde se quieren, donde en hay aún tiempo y ningún destino que seguir?
.-.Quiero que prometas algo.- dice la mujer.- Que no morirás en la misma tumba que yo.
.-.¡Es imposible eso!- grita la niña con júbilo. La mujer niega.
.-.No mueras como yo, dando por sentado que no hay otra salida. Intenta sobrevivir, querida. Intenta salir adelante y ver más allá del tiempo que te tocó vivir.
La niña mira interesada a la mujer.
.-.¿Más allá?- pregunta con voz temblante.
.-.¡Hasta donde la magia llegue¡Dónde el tiempo te permita! . ¡No dejes morir tu recuerdo, no dejes que olviden tu legado! . ¡Llega a la cima de todo y entonces cae, para que seas recordada por siempre! . ¿Quién te olvidará a ti! . ¡Nadie! . ¿A mí! . ¡Todos! . ¡No te dejes morir! . ¡No mueras en la misma tumba olvidada y llena de mala hierba en la que estaré yo! . ¡No lo hagas!
La niña mira a la mujer sin saber ya que decir. Un deseo comienza crecer en su mente y no será hasta muchos años después que lo cumpla.
Llueve. La niña mira a la ventana, las gotas resbalan. Es el principio de su traición.
Lily abrió sus ojos de pronto. El techo sobre su cabeza desapareció un momento y regresó después. Sentía a James a su lado lo cual la reconfortó y le hizo regresar a la realidad. Otro sueño. No dejaban de aparecer y ahora eran cada vez más frecuentes.
Pero ahora ya comprendió. Allí esta la razón de porqué Isabel traicionó a la junta, de porqué había una reencarnación… esa pequeña niña de ojos azules, igual a Alessandra a su edad, lo había deseado. ¡Había querido ver todas las épocas, vivir por siempre, reencarnar y vivir de nuevo! Y sólo quedaba la batalla decisiva… ella y Ale. Lo peor es que Lily sabía que se acercaba. Movió la cabeza y miró a Harry en su cuna dormía, luego volteó hacia James y se acercó a él. Lo abrazó, no quería sentirse sola, tenía miedo. Miedo de Ale, de sí misma y del caos.
La reencarnación le mostraba a Isabel… a la niña, a la mujer a la joven… todos, los heraldos (entre ellos los cuatro fundadores) y las batallas. Sus vidas habían sido más plenas que las que llevaban los actuales heraldos, pero claro, ellos no habían sido la generación de soledad.
Cerró sus ojos, quería dormir… quería soñar… y soñó… pero nada placentero.
Cherise Lupin se casó y quedó viuda con la misma rapidez con la que había perdido a toda su familia. Ahora vivía en una vieja y gran casona con su sobrina. Las últimas dos Lupin (además de Remus) se compartían su dolor y el amor que se tenían, así podían seguir.
Nelly solía ir con Remus un par de veces al año, cuando Cherise estaba muy ocupada. Sus vidas no eran tranquilas pero hasta ahora habían podido sobrevivir. Hasta esa noche.
Nelly estaba sentada en el suelo acunaba con mimos y sonrisas a la nueva muñeca que su tío Remus le había dado. Cherise estaba en la cocina, era el día libre de la cocinera así que preparaba su especialidad (que también era el único platillo que sabía hacer): pasta con albóndigas.
.-.Estará pronto la comida.
.-.Lo sé.- murmuró de forma lacónica Nelly mientras se levantaba para poner a la muñeca en una cama.
La niña se parecía en los ojos a los Lupin. Eran grandes y profundos de un color claro: gris azulado. Su cabello era castaño oscuro, su tía solía peinarla con esmero. Ahora la niña lucía algunos bucles que enmarcaban su fino rostro y su pálida tez. Cuando sonreía todo a su alrededor se iluminaba y sus dientes blancos y derechos le daban un toque de perfección. Era jovial cuando debía serlo, seria cuando la ocasión lo requería y sólo lloraba en la soledad de su cuarto, en las noches que se sentía vacía y a su alrededor el frío se asentaba. Dos veces lloró en el regazo de su tía, no volvió a hacerlo después de la muerte de su tío político.
No lloraba a menudo, sólo cuando el peso era demasiado para sus jóvenes hombros y su tierno corazón. Nelly pudo haber amado a cien hermanos de distinta forma, a treinta tíos sin aburrirse, a sus padres con devoción interminable… pero todo se le había negado. Sólo tenía para amar a su tía, su tío y las muñecas que le regalaban. Betty era la más nueva, pero la más querida era Karola que con su rostro alegre, sus bucles dorados, sus ojos verdes, su traje de terciopelo color granate y su vejez prematura por varias caídas, se había convertido en la favorita, más que todo porque había pertenecido a su madre.
.-.Nelly.- murmuró Cherise que había salido de la cocina.- Ya está la comida.
La niña tenía en sus manos a Karola que sonreía como todos los días. Nelly la miraba con ternura y le acomodaba el sombrerito que tenía sobre la cabeza.
.-.¿Crees que mamá estará orgullosa? Sé que no puedes saberlo, tita, pero me encantaría que estuviera orgullosa de mí.- Pasó sus deditos por la cara de la vieja muñeca. A lo lejos se oyeron las campanas de la iglesia.
Cherise miró a su sobrina largamente. La niña tenía sus ojos fijos en la muñeca en sus brazos, en su carita de porcelana rajada, en sus manos pequeñas y frías, en su expresión de felicidad petrificada…
.-.Está orgullosa de su niña, yo lo estoy… no es lo mismo pero puedo asegurarte que no tienes nada por lo cual avergonzarte. Vamos a comer.- estiró su mano para que la niña la tomara. Nelly se levantó con un brazo rodeando a la muñeca.
De pronto un ruido estruendoso llenó la casa. Con grandes reflejos que había adquirido con los Aurors, Cherise apareció fuego en la chimenea. Con otro movimiento rompió la vasija de polvos Flu que rodaron por el suelo. Luego empujó a la niña junto a ella hacia aquel hueco en la pared. Nelly quedó en medio de un mar de fuego verdoso.
Miró a su tía preparar movimiento extraños con su varita. Nelly trató de aguzar el oído para encontrar más anomalías. No pensaba en un lugar a donde ir, sólo en quedarse con su tía. Se oyó otra puerta que explotaba y pasos, pasos que se acercaban a ellas.
.-.¡VETE!- oyó a su tía.- ¡Ahora!
.-.¡.¡Tita!.!- gritó.
.-.¡.¡AHORA!.!
La casa se tambaleó de nuevo cuando la última puerta que las separaba de los visitantes voló fuera de su sitio.
Nelly sostenía aún a la vieja muñeca entre sus brazos, la abrazaba y miraba al visitante oscuro con los ojos nublados. Era una mujer… una mujer hermosa y alta.
Cerró sus ojos. Oyó los gritos de su tía hacia ella y las palabras de la Mortífaga y en aquel fuego verde tomó una decisión… Cerró sus ojos y puso un pie fuera de la chimenea… pero aquello fue antes que el rayo de luz la golpeara. Todo se detuvo, se sintió caer hacia el suelo de piedra, soltó a su muñeca que cayó al suelo rompiéndose una vez más. Cherise se abalanzó sobre ella y entonces la golpeó la maldición asesina. Nelly parpadeó, miró a la mujer frente a ella… Cherise muerta… aquella verdad la hizo gimotear. A su lado la cara rota y deshecha de la muñeca había dejado de sonreír.
Tres días después fue anunciada en el periódico la muerte de Cherise Lupin. Entre los datos que se daban estaba aquel de que había un cuerpo junto a ella que no había sido reconocido, aunque todos creían que se trataba de la niña que vivía con ella…
Remus sufrió mucho… su familia le fue arrebatada por fin y Alessandra descifró esa noche que había sido Efime la asesina, que ella había alzado su varita contra la niña y había quemado aquel joven cuerpo; que había sido ella, también quien había matado a la joven Auror y lastimado el corazón de Remus.
Ya para entonces el dolor de Remus era suyo… sus familiares los de ella y sus amores los mismos. Por eso salió a buscar a Efime y entonces fue cuando el destino se cumplió… nada volvería a ser igual después de la noche en la cual Ale salió de la casa en medio de una tormenta… Nada…
Pero Alessandra había olvidado la predicción de Miss Hallow: Nelly sería agraciada y feliz… claro que lo sería.
Agosto 25, 1981
Lily vio en sus sueños aquellas escenas, hasta la salida de Alessandra en la tormenta que también caía sobre su casa y algo en su corazón se revolvió. Seguro que Remus les hablaría de aquello. Era ya de noche y llovía… había soñado y dormido… ojala no lo hubiera hecho.
De pronto, el mundo a su alrededor se perdió en un torbellino de colores difusos, formas sin sentido y líneas que no existían. La sensación de vacío llegó con rapidez y ella se tambaleó. La oscuridad llenó el lugar y logró ver ya muy cerca la figura luminosa, era una mujer hecha de luz: Isabel.
¡Ha llegado el tiempo, Lily Evans! . ¡Ha llegado!-gritó sin abrir los labios.
Su cerebro viajó entre imágenes de la memoria del alma que vivía en su interior, Isabel, Reina de reinas, la primera reina del Caos… la única que traicionó a la junta y fue débil… La que no sería olvidada, la que decidiría el destino de todos en ese momento.
Se acercaba el momento, allí estaba, la noche fría, la lluvia a cantaros y ellas dos en medio de la nada… Lily e Isabel. Se miraron un momento. La primera reina del Caos sonrió para darle ánimos y Lily cayó entonces en su cama, en su casa, cerca de la cuna de su hijo.
Cerró sus ojos y trató de pensar cuando sería y donde… tenía que decidir que haría…
El timbre la sorprendió y la hizo saltar. Oyó varias voces en el piso de abajo: James, Sirius y, ahora, Remus. Éste último sonaba preocupado. Lily miró a Harry de soslayo: dormía.
Suspiró y tras ponerse los zapatos salió de la habitación. Encontró en el descansillo a los tres merodeadores discutiendo. Remus estaba empapado y hacía ademanes coléricos hacia sus dos amigos.
.-.¡Sí, ya la busqué Sirius!- gritó.
.-.¡Yo sólo preguntaba!
.-.¡Salió para vengar a mis parientes, a mi prima y mi sobrina! . ¡Para vengar mi sufrimiento y el suyo! . ¡Porque cree que es la única forma de que superemos esto! . ¡Algo el sucede, no quería oír razones, sólo desapareció, salió diciendo que traería a Efime muerta! . ¿Dónde está! . ¡No puede ir a buscar a una Mortífaga así como así!
.-.Remus.- Lily había entrado a la conversación. Llegó hasta el vestidor y sacó de un armario su abrigo.- ¿Quieres a Alessandra contigo?
.-.¡Claro!
.-.¿Aunque muera pronto?
Remus palideció, se tambaleó y si James no lo hubiera tomado de los hombros, habría caído al suelo.
.-.¿Mo-morir?- tartamudeó con sus ojos fijos en Lily. La pelirroja se tambaleó y lo miró con tristeza. Le echó entonces los brazos al cuello y lo abrazó. Gimió con dolor.
.-.Lo siento tanto.- murmuró a su oído.- Siento lo que haré ahora y sea cual sea el resultado siempre me arrepentiré, pero debo hacerlo… no hay más. No hay más que esta batalla, que este destino. Ale y yo debemos hacerlo, sea cual sea el resultado ya desde ahora me duele… no habrá manera de que esto termine bien. Ya no, si alguna vez hubo una oportunidad que fuéramos felices la hemos perdido. ¡El final se acerca, Remus! . ¡El final está sobre nosotros! Ya no hay forma de parar el destino, estamos demasiado cerca.
Se separó de él y le clavó su mirada triste y resignada. Lo miró largamente, con los ojos húmedos y las mejillas coloradas. Luego se puso el abrigo miró a James y a Sirius dejándolos helados en sus lugares. Sin más salió de la casa corriendo, con la mirada en alto y preparada para enfrentarse a Alessandra. O eso creyó al principio porque un miedo la llenó. Comenzó a correr… cada vez más rápido y más… sin saber a donde iban.
Corría por entre los árboles hacia el lago. Bajaba la pendiente a toda velocidad, antes de llegar a luchar… antes de condenarse a ella y a todos los que quería debía decidir… debía elegir, pero no podía. ¡No podía elegir sobre la vida de Alessandra y aquellos que le importaban¡Maldito destino que los estaba matando poco a poco! . ¿Por qué no podía llegar el final y ya!
Cayó de rodillas sobre el fango cerca del lago. Sus ojos rojos y su mirada perdida. Observó el agua, la sintió, pues llovía, tenía la mente en blanco.
.-.¿Qué se supone que haga yo!- chilló a la nada.- ¿Cómo se lucha, cómo se enfrenta el destino, cómo se aleja uno de sus redes! . ¡Cada vez que lo cambio o que lo intentó, éste regresa a su cause normal como si no hubiera hecho nada! . ¿No hay nada que pueda hacer! . ¿Qué no importan tantas vidas! . ¿No importan los muggles, Cherise, Nelly, Abigail! . ¡Todos aquellos que mueren para llegar al final, para hacernos crecer y sufrir! . ¿Acaso no valen nada! . ¿Quién soy yo para decidir por sus vidas! . ¿Quién es la junta para pedirlas, para conocer el destino! . ¿Cuántas veces más tendremos que sufrir, caer, morir en vida! . ¿CUÁNTAS!- ocultó su cara entre sus manos.- ¡Estamos hartos de sufrir, de morir, de llorar! . ¡Estoy harta del miedo y el dolor! . ¿Cuándo habrá de acabar! . ¡El final está por llegar y aún no veo como terminará todo! . ¿Es que acaso no hay finales felices! . ¡.¡Ya no puedo más!.! . ¡Quiero decidir por mi vida! . ¡Quiero ser feliz! . ¡No quiero más miedo ni dolor! . ¡Quiero estar con mi hijo, verlo crecer, deshacerme de este poder! . ¡Quiero estar con él, quiero que él no sufra! . ¡Deseo que sea feliz¿Qué debo dar por eso! . ¿Mi vida! . ¡O peor aún! . ¿La de miles!- Lanzó un gemido hacia el cielo.- ¡.¡Ya no más!.! . ¡Que termine todo de una vez! . ¡.¡Que no haya más lucha, dolor!.! . ¡.¡Ya es demasiado!.!
Un rayo cruzó el cielo de tormenta. Figuras pálidas y níveas aparecieron a la mitad del lago. Formaban un círculo y ahora iban girando hacia la pelirroja que conocía el destino y debía acatarse a él.
.-.Lily- la voz fue profunda y sonora. Ella levantó la mirada y vio las figuras luminosas que se acercaban. Supo al instante quienes eran, las reconoció y dejó caer su quijada: eran sacerdotisas. Sus pieles blancas, sus ojos claros, su cabello largo y trenzado en miles y miles de finas trenzas, sus dedos finos y largos, sus portes imponentes… todas ellas conocidas, poderosas y bellas.
.-.¿Qué?- preguntó ella aún moqueando.- ¿Ahora qué?
.-.Debes salvar a Alessandra Ryddle, lo sabes.
.-.Sí.- murmuró.- Sed de poder… Pero¿por qué yo? . ¿Por qué ella? . ¿A caso no hemos sufrido bastante para la junta? . ¿Acaso no hemos obedecido lo suficiente, llorado a todos los que debíamos llorar, matar a todos aquellos que debían irse! . ¿Aún no hemos reclamado suficientes vidas¿No hemos ya caído suficientes! . ¿O es que la junta quiere más!
.-.Lily, cálmate… tu misión…- La voz de la sacerdotisas fue roto por el grito de Lily. La pelirroja se paró y dirigió su dedo acusador a la mujer.
.-.¡Estoy harta de misiones! . ¡Harta de obedecer a extraños estúpidos que viven en islas lejanas! . ¿Qué saben ellos! . ¿Conocen ellos a los magos, al dolor, la muerte! . ¡No, no lo hacen! . ¡No saben nada! . ¿Cómo pueden decidir sobre nuestros destinos, cómo darnos misiones, cómo matarnos en vida si no saben nada! . ¿Cómo! . ¡Estoy harta del destino! . ¡La profecía tiene razón! . ¡No hay nadie que vele por nosotros ahora que ella se fue! . ¡No quiero obedecer! . ¡No quiero otra misión, otra batalla, otra muerte! . ¡.¡No quiero llorar más!.!- sus ojos estaban poblados de lágrimas. Movía la cabeza en signos furiosos de negación.
Las sacerdotisas la miraron, habían formado una línea horizontal. Todas hablaron como una, sus voces se fundieron en un solo tono fuerte y autoritario que revolvió a la tierra.
.-.¿Qué haces entonces allí gritándole a la nada? . ¿Chillando frustrada cuando el destino está en tus manos? . ¡Puedes desobedecerlo, traicionar a la junta, al caos, lo sabes! . ¡Puedes elegir ser feliz! . ¡Pero hasta ahora no lo has hecho, levántate de una vez! . ¡Nosotras no te enseñamos a perder a dejarte caer! . ¡Eres la última Reina del Caos! . ¡Hace honor a ese nombre y levantarte! . ¡Alessandra Ryddle no perdió el poder de los heraldos! . ¡Está dentro de ella y la matará si no llegas a ella, aunque ello quiera decir que deban luchar! . ¡Lo sabes Lily Evans! . ¡Lo sabes! . ¡Te dimos las claves para el poder del Caos! . ¡Te mostramos el camino hacia el final! . ¡Ahora que se alza sobre ti, ya no puedes pararlo! . ¡Tú decides! . ¡.¡Siempre has podido decidir!.! . ¡.¡SIMPRE!.!- la sacerdotisas hablaban como una hacia la joven que lloraba. Ella bajó la mirada y luego la levantó. Brillaba con furia y fuerza.
.-.¡Levanta esa cabeza! . ¡Ayuda a quien te necesita como siempre lo has hecho! . ¡Lucha como te han enseñado! . ¡.¡Y no te rindas, como nosotras te aconsejamos!.!
La línea de sacerdotisas volvió a formar un círculo que giró más y más rápido sobre la superficie del lago tormentoso. Un vendaval de apoderó del lugar. Lily gritó con toda su fuerza. Gritó tratando de calmarse por fin, alzó los brazos al cielo dando vueltas. Aquel remolino de viento la rodeó. Era demasiado. Cerró sus ojos dejando salir de su boca su frustración. Se lanzó hacia delante, gritaba con toda su alma, se llevó sus brazos al pecho y se alzó del suelo. Giraba en un remolino de colores sin forma ni líneas. El último recuerdo de Isabel. El último, se asentó en su mente.
Cerró los ojos y abrió los brazos, el remolino, el vendaval y el aire comenzaron a desaparecer, ella sólo se dejó caer al agua con su grito de desesperación terminando. El agua la calló, la rodeó y entumió. Todo se volvió lento y suave, el mundo a su alrededor se detuvo parcialmente. Abrió sus ojos para mirar la inmensidad de una nada negra y oscura. Pequeñas burbujas salían de su boca. Cerró sus ojos y se dejó llevar hacia el fondo del lago, con el recuerdo atorado en su mente y el pensamiento de su hijo estancado entre todas las imágenes, sólo por el debía regresar de aquello que se avecinaba.
Abrió sus ojos en las profundidades oscuras. Miró a una figura de agua acercarse. El cabello que se movía, los ojos que centellaban y la mirada perdida. Se acercó a Lily y la tomó entre sus brazos.
Lily la oyó gemir y llorar. ¡Aquella mujer había muerto a manos de Isabel! Su cabello plateado las rodeaba. Abrió su boca para lanzar un grito.
.-.Sálvala.- Lily oyó en su mente.- Que no caiga como Isabel.
El recuerdo que estaba en su mente crecía y crecía, le hizo doblarse por el dolor que no era suyo y que emanaba el recuerdo. Miró con sus ojos verdes y vacíos a la figura de agua y la rodeó con más fuerza…
Iba perdiendo el conocimiento con forme el aire dejaba de fluir a sus pulmones… cerró sus ojos y se dejó llevar al fondo del lago de la manado de aquella figura…
Ahora que la Dama ha desaparecido
No hay nadie que pueda protegerte de los designios
De una junta que morirá contigo
Isabel miró a la mujer frente a ella. Sus manos temblaban, sus ojos estaban rojos, pero su mirada era fría… había llorado, había sufrido y ahora ya estaba lista, por fin estaba preparada para enfrentarse a esa batalla.
.-.¡Ya haz llegado hasta aquí!- gritó la mujer.- Pero, dime… ¿ya serás recordada por siempre? . ¿Ya serás inmortalizada en las memorias de los menos poderosos? . ¿Ya no morirías sobre la misma tumba que yo¡NO! Aún sigues teniendo diez años, aún sigues muriendo en mi tumba, aún no puedes matarme, aún serás olvidada. ¡Aún perderás todo!
Isabel se retorció por el enfado. Alejó la mirada y la fijó en un punto entre los árboles, hacia la luna que brillaba sobre ambas. Amarilla, redonda y perfecta para iluminar aquella batalla.
.-.Si quieres cumplir tu misión, tendrás que matarme primero. .
Isabel lanzó una pierna hacia atrás y se plantó bien en el suelo. En su mano se creó una esfera de energía plateada que giraba sobre sí misma.
.-.Entonces te mataré.
.-.¡Jamás podrás! . ¡.¡Nunca!.! . ¡Eres demasiado cobarde, Isabel! . ¡Siempre lo has sido!
Tras esos gritos la mujer de cabello plateado a miró desafiante. Isabel se abalanzó sobre ella en ese momento, la esfera de energía creció y se alargó, la alzó sobre su cabeza dispuesta a matar a aquella que estaba frente a ella.
La mujer de cabellos plateados saltó hacia atrás y tomó una rama que había en el suelo. Ésta resplandeció, con ella comenzó a defenderse de los golpes de Isabel. La rama no se rompía al contacto de la vara de energía.
Saltaban y volvían a encontrarse. Los ojos de Isabel oscilaban entre el azul normal y un color eléctrico y enfermizo.
La mujer resbaló de pronto. Isabel creería siempre que lo había hecho a propósito. Cayó de rodillas y dejó caer la rama con la que se había defendido. Isabel colocó la vara cerca del cuello de su enemiga.
.-.¿Vas a matarme?- preguntó sin emoción la mujer.- La Reina del caos… .
.-.Yo no soy como lo serán las demás, soy la primera, el primer ser que tiene sobre sí el poder del caos en toda su expresión. ¡Puedo hacer lo que me plazca! . ¡Y mi deseo es no morir en tu tumba!
La mujer sonrió complacida.
.-.¡Entonces hazlo de una vez Isabel! . ¡Yo no te detengo, no hay nadie más aquí! . ¡Mátame y luego ve y busca a las guardianas! . ¡.¡Mátame!.! . ¡.¡Anda, mátame, atrévete, deshazte de tu destino!.! . ¡.¡No mueras en mi tumba!.! . ¡.¡Vive por siempre, mira el final y decide sobre el caos, controla ahora los destinos de todos!.! . ¡.¡Esa será tu recompensa!.!
Isabel gritó con furia. La vara de energía se convirtió de nuevo en una esfera. Luego una luz cayó sobre ambas. La esfera reventó y se llevó consigo a la mujer.
Isabel abrió sus ojos y se encontró frente a un cuerpo irreconocible. Cayó de rodillas a su lado, sus ojos estaban llenos de lágrimas. Bajó la mirada y poco después la subió. Enmarcaban las lágrimas unos ojos furiosos y decididos. Lanzó un grito de dolor hacia el cuerpo muerto.
.-.¡No va a terminar así! . ¡No voy a morir en esta época! . ¡No voy a terminar mis días en este lugar! . ¡.¡Viviré por siempre, todas las épocas, todos los destinos!.! . ¡.¡Reencarnaré más poderosa que nunca!.! . ¡.¡Nadie me olvidará jamás y no te olvidarán a ti, no dejaré que te olviden!.! . ¡.¡Decidiré sobre todos los destinos, seré yo la que guíe el final!.! . ¡.¡Lucharé de nuevo!.! . ¡.¡NO MORIRÉ!.!
El bosque retumbó con un nuevo grito de dolor y desesperación. Isabel traicionó a la junta, a su destino y al resto. Pero lograría su objetivo, vivir todas las eras, reencarnar y decidir el final. Pues sería la batalla por su alma la que llevaría al mundo al final del Caos… la era de los magos se acercaba…
Alessandra Ryddle salió como una tormenta de su departamento. Remus la siguió de cerca. Estaba lloviendo.
.-.¡.¿A dónde vas?.!- gritó el hombre siguiéndola de cerca y entre la lluvia.
.-.¡Voy a vengarlas!- Alessandra se giró. Sus ojos estaban llenos de lágrimas. Aún apretaba fuertemente la carta del ministerio de magia francés en sus manos.- ¡Ella las mató, lo sé, lo sé! . ¡La siento, conozco el lugar donde se oculta! . ¡Sabía que yo quería a Nelly, la quería con mi corazón, cuando venía a verte y se quedaba con nosotros!- Alessandra estaba temblando sus ojos comenzaban a ponerse rojos por el llanto que ya caía por sus mejillas.- ¡Esa niña significaba tanto para mí como para ti! Miss Hallow dijo que sería feliz y agraciada… ¡ahora está muerta!- cerró sus ojos para parar las lágrimas.- ¡.¡Ella lo sabía!.! . ¡.¡Siempre ha sabido como vencernos, nuestros puntos débiles!.!
.-.¿Nuestros?- preguntó Remus sin saber que decir. Se acercó a su esposa que se hizo para atrás con dolor.
.-.A mi madre y a mí. ¡Siempre supo lo que temíamos, lo que amábamos!- movió su cabeza con furia.- Esta vez llegó muy lejos. ¡Voy a matarla! . ¡Voy a hacerlo con mis propias manos!- un rayo de azul eléctrico se prendió en los ojos de la mujer.
.-.¡Alessandra!- gritó Remus. Se acercó a ella rápidamente para que no se alejara. La abrazó y trató de calmarla, pero ella se alejó del abrazo y dio un paso hacia atrás.
.-.Regresaré.- murmuró antes de salir corriendo fuera de su vista entre la lluvia.
.-.¡Alessandra!- Remus gritó y corrió tras ella. Oyó entre la lluvia un plop que delataba que había desaparecido. Tenía que buscar ayuda… el también desapareció con rumbo a la casa de los Potter.
Alessandra por otra parte apareció en un callejón oscuro. Frente a ella había una casa que parecía a punto de colapsarse. Las puertas y ventanas de la planta baja estaban tapizadas por gruesos pedazos de madera. Había pocas ventanas que aún conservaran el cristal. La lluvia seguía cayendo sobre ella. A lo lejos se veían las copas de los árboles. Aquel viejo edificio estaba a las afueras de la ciudad, cerca de un antiquísimo parque.
Alessandra estaba empapada de pies a cabeza y temblaba aún de dolor e indignación. Pasó sus manos por sus ojos tratando de disipar las lágrimas y miró decidida la vieja casa.
Caminó con paso decidido entre el agua que caía. Abrió sus manos. No pensaba en que había perdido su poder, ella sentía que el poder de los heraldos aún corría por sus venas.
Levantó sus brazos, y como antes, con un solo gesto la madera que bloqueaba su camino saltó hacia atrás y se paró a pocos centímetros de la cara de Alessandra. El poder de los heraldos residía también el caos, aún había poder del caos… su poder aún existía. Eso era todo lo que Ale podía pensar.
Entró con paso firme al lugar. Iba dejando huellas sobre el polvo blanco que yacía en el suelo.
.-.¡Efime!- gritó y su voz retumbó por toda la casa y regresó a su dueña una y otra vez. -¡Preséntate ante mí, Efime! . ¡Al menos antes de morir demuestra que vales algo!
Una risa fría llenó el edificio. La luz se prendió en el edificio tras parpadear unos momentos. Luego, antes la sorprendida mirada de Alessandra, el polvo se alzó en el aire y salió disparado por todo el lugar. El lugar se transformó al instante. El color regresó a él y parecía uno de aquellos hoteles de lujo que había en el centro de la ciudad.
Alessandra estaba parada en el vestíbulo por eso tenía una vista hacia las escaleras y los dos departamentos que había en aquella planta. La luz lo llenó todo. Las puertas se abrieron con un golpe y de ellas salió más luz. Alessandra dio vueltas sobre sí misma.
.-.¿Qué te trae a mi hogar, Alessandra?- preguntó una voz llena de elegancia. Efime estaba de pie en las escaleras. Llevaba un vestido negro y su cabello estaba suelto y peinado hacia atrás. Sus ojos brillaban con la misma fuerza que habían tenido siempre. Se veía majestuosa y poderosa.
Efime había caído muchas veces bajó la garra de Voldemort. Ella había amado a aquel hombre desde que era Tom Ryddle y aún lo hacía. Había entrenado a la más fiel de las Mortífagas: Bellatrix Letrange. Era poderosa y leal, fue la guardiana de Isabel cuando ella aún vivía. Y ahora estaba allí, en esa pocilga que había convertido en un castillo, porque Voldemort no la necesitaba, porque él tenía ya a Bellatrix y a Aensley. Pero su antigua amiga seguía trabajando con él.
.-.Vengo a matarte, Efime.- dijo con cizaña. La mujer rió con frialdad.
.-.¿Crees, realmente, que podrás matarme?
.-.Sabes que sí. ¿Por qué lo hiciste!
.-..¿Qué?- preguntó con una sonrisa la Mortífaga.
.-.¿Por qué mataste a Cherise y Nelly?- Alessandra temblaba de pies a cabeza.- ¡Sé que fuiste tú! . ¡Siempre supiste que era lo que más me dolía!
.-.Allí tienes tu respuesta. Sí, fui yo… pero mi señor me lo ordenó. Aunque he de decir que fue un placer matarlas.
Los ojos de Alessandra estaban otra vez llenos de lágrimas.
.-.¡Te mataré por eso!- Un onda de energía recorrió la casa. La alfombra roja que tapizaba las escaleras se alzó ante la furia de Alessandra y arrojó a Efime al suelo. Ésta cayó limpiamente sobre el suelo frío y gris. La ilusión había desaparecido, hasta el fino vestido negro había sido sustituido por uno más modesto y que parecía muy viejo. Pro aún así Efime se veía imponente.
Se miraron un momento. Los ojos de ambas centelleaban. Alessandra se quitó su abrigo y lo dejó caer al suelo. En los bocillos de su pantalón se veían las empuñaduras de sus puñales, aquellos que habían sido de Annet y el Vampiro. Efime sacó su varita y la empuñó con fuerza.
Lo primero que golpeó a Efime fue una mesita que había cerca de Alessandra. Voló por el lugar hasta la Mortífaga que a penas y pudo esquivarla. La lluvia entró por las ventanas sin cristal y las rodeó.
Efime lanzó un rayo azul por su varita que Alessandra pudo frenar con una silla. Cerró el espacio entre las dos y saltó. Lanzó uno de los puñales que le dio a Efime en la pierna. La mujer no tuvo tiempo de sacarlo de aquel lugar, porque la silla con la que Ale se había protegido. Saltó y se paró con gracia en el barandal de metal. Antes no se habría ni movido un poco, pero con la herida en su muslo se tambaleó.
.-.Alessandra, dime de una vez la verdad. ¿Por qué me buscas hasta ahora? Desde la gran batalla pudiste haberme buscado y matado, sabes que eres ya mucho más poderosa que yo. Jamás he podido ganarte ni cuando me enfrenté a ti en Las Islas siendo una niña. ¿Por qué ahora? Es que acaso también lo sientes y quieres terminar con todo de una vez, vengar a tu madre por todo lo que le hice, vengarte por todo lo que te cause… tienes ahora la excusa perfecta, que maté lo único que le quedaba a tu esposo de familia y por lo tanto a ti. ¿Es esa la verdad?
Alessandra no respondió.
.-.Sí es así, te felicito. Vienes a matarme a mí, a mí que he caído en desgracia que perdí lo único que me importaba a los diecisiete años. ¡Lo único! Pero sabes algo, me siento en deuda contigo… debería contarte el porqué arruino tu vida, el porqué sólo deseo que te vayas de este mundo, Alessandra, tanto como tú has de desear que yo muera.
Alessandra tenía el otro puñal en su mano pero no se movió.
.-.¿Qué?- preguntó con temblor imperceptible en sus labios.
.-.Tom, tu padre, me enseñó que no debía amar a mis padres sólo por serlo. No valía la pena, es verdad, yo no tenía razón para amar a los míos. Odiaban que en su familia hubiera nacido una niña en vez de un varón. Mi madre no podía tener más hijos. Soy hija única… crecí en una casa donde mis primos eran más queridos que yo, dónde debía estar metida en la cocina desde que tenía razón y dónde nunca, jamás fui tratada con respeto.
Soy parte de esas historias melodramáticas que ven los muggles. Tom me enseñó que no debía amarlos, ni respetarlos si ellos no me amaban y respetaban. En cuanto salí de Hogwarts y con el entrenamiento que tu padre me dio, maté a mi familia. Así de sencillo, de forma simple y patética me deshice de ellos. Aún oigo a mi madre, la única persona en esa maldita familia que no merecía morir defendiendo a mi padre. ¡Lo defendía! . ¡Lo defendía a él que la golpeaba y hacía menos!- Efime hizo una pausa y se agachó para quitarse el puñal de la pierna.
Alessandra seguía en silencio. Quería matar a esa mujer, quería hacerlo desde que la conocía, desde que la recordaba. ¡Pero estaba allí de pie y sin poder hace nada, como idiota! . ¿Por qué!
.-.La maté por ellos, fue la última. Le dije que no la mataría… me insultó y se negó a sobrevivir sin su marido y teniendo una hija como yo. Recuerdo la discusión, le dije que todo era su culpa y luego la maté. Después de eso seguí a tu padre y Aensley por el mundo. Jamás hablé con ellos de mi discusión con mi madre. Siempre estuve enamorada de tu padre, quien amó desde los diecisiete años a un maldito cuadro. Y cuando por fin lo logró, logró traer a Isabel a este mundo… ¡La odié tanto! . ¡.¡Tanto!.! . ¡Ella se llevó lo único que me quedaba y terminé en las sombras de esa guerrera invencible e inigualable! . ¿Qué podía hacer yo contra ella, contra una antigua Reina del Caos!- saltó del barandal al suelo y se acercó a Alessandra.- Y llegaste tú, tú viniste, no había forma ya de que Isabel se fuera, vivía en ti. Y después pasé de ser la mejor amiga de Tom, a su sirva a la guardiana de la persona que más he odiado. ¡Trató de matar a su hija, no puedo! . ¡Isabel muere, pero no en mis manos!
Alessandra levantó la cara. Un escalofrío la llenó. Efime la había tomado de la barbilla.
.-.Mátame de una buena vez, Alessandra. Ya a nadie le importa que me pase. Sólo a Aensley, pero su hora también está llegando. ¡Voldemort se quedará solo con un montón de sirvientes que tiene por temor no por lealtad!- Efime soltó a Alessandra.- No vale la pena que luche contra su hija, nunca pude ganarle a Isabel, no podré con su hija. ¡Así que mátame de una buena vez! . ¡Mátame, Alessandra! . ¡Véngate de todo lo que hecho, de todo el sufrimiento que he causado! . ¡Hazlo de una buena y maldita vez!- Los ojos de Efime relampaguearon, Alessandra no podía mover su mano. Su respiración estaba entre cortada. Movió con fuerza su mano a la garganta de Efime. Toda ella temblaba.
.-.¿Por qué no pudo matarte?- murmuró.- ¿Por qué ya no puedo?
Nos parecemos demasiado. Ambas vivimos a la sombra de guerreras más poderosas. Así es nuestra vida… Así es nuestro destino.
Efime tomó la mano de Alessandra y se clavó el puñal. Sus ojos centellearon con fuerza y una sonrisa burlona apareció en su cara.
.-.Llega el final, Alessandra… No te rindas jamás…- Cerró sus ojos y cayó de espaldas.
En ese momento la puerta del edificio se abrió. Lily Evans estaba parada en el lumbral. Goteaba, su abrigo había desaparecido. Parecía perdida y extrañada. Miró a Alessandra con infinita tristeza y dejó caer una lágrima.
.-.Es tiempo.- murmuró a punto de llorar.- Lo sabes…
.-.¿Pueden callarse de una buena vez?- preguntó James Potter con disgusto. Remus Lupin y Sirius Black seguían gritándose.
Cuando los tres habían regresado en sí tras la desaparición de Lila, habían salido a buscarla.
No había rastro de ella y la lluvia empeoraba. Decidieron regresar a Godric Hallow. Harry se había despertado minutos después. James subió por él y bajó con su hijo en brazos,
.-.Tenía hambre- comentó al llegar abajo. Le había dado el biberón a al niño que se había calmado enseguida.
Remus y Sirius estaban discutiendo de nuevo. Cuando sus gritos poblaron el recibidor, Harry dejó caer la mamila y comenzó a llorar.
.-.¡Tu esposa no hace más que crear problemas desde Hogwarts!- gritó Sirius.
.-.¡No voy a dejar que hables así de ella!
¡Cree que sabe más que todos! . ¡Va a matar a una Mortífaga sin refuerzos! . ¡Está loca!
.-.¡Tú y James hacían lo mismo!
.-.¡Éramos Aurors! . ¡Era nuestro trabajo!
.-.¡.¡Cállense de una maldita vez!.!- gritó James. Harry lloraba cada vez más fuerte.
.-.¡Suficiente! . ¡Van a dejar de comportarse como un par de niños y van a pensar de forma racional! . ¡Dejen de pelear de una buena vez!- los dos amigos se quedaron en silencio.- Sirius ve a buscar a Elinor por si sabe algo, llévate a Harry y al espejo, estaremos n contacto. Remus, tú y yo vamos a buscarlas. Deben estar juntas, Lily tiene pesadillas últimamente, estoy seguro que tiene que ver con Alessandra. ¡Vete de una vez Sirius!
.-.¡Claro! . ¡Grítale al único que sabe donde está su pareja!- su sonrisa desapareció al ver las miradas de Remus y James. Tomó a Harry de los brazos de su padre y desapareció con un ligero plop.
.-.¿Tienes una idea de dónde están?- preguntó Remus.
.-.Una… Alessandra y Lily van a luchar, eso lo sé aunque Lily trate de ocultarlo. Hay que buscar un lugar donde puedan luchar en paz…
Remus lo miró asustado. ¿Luchar?
Es hora. El murmullo de la pelirroja quedó suspendido en el aire. Ambas se miraban expectantes¿quién haría el primer movimiento? Habían esperado esa batalla desde hacía años. ¡Desde que Isabel había decidido reencarnar siendo una niña aquella batalla estaba escrita! Alessandra y Lily iban a luchar. Sólo una podía salir victoriosa.
.-.¿Me darás lo que me pertenece?- preguntó Alessandra embozando una sonrisa triunfal. Lily no lucharía contra ella, lo sabía…
.-.No.- contestó la Reina del Caos.- son mis poderes. Me pertenecen tanto como a ti.
Los ojos de Alessandra centellearon de un azul eléctrico que hizo temblar a Lily. Alzó los brazos. Los dos puñales volaron a sus manos. Lily creó una pequeña burbuja de energía. De pronto un puñal pasó cerca de su oreja. La burbuja desapareció.
.-.Esta batalla tiene que ser justa, Lily.- Con una sonrisa maniaca Alessandra movió sus manos.
Lily se llevó las manos a las orejas y gritó. Algo estaba sellando sus poderes, no podría usarlos todos, no podría hacer mucho. Gritó más fuerte. Cayó de rodillas sobre el suelo empolvado del viejo edificio.
.-.¿No vas a defenderte?- preguntó la mujer frente a ella con superioridad.- ¿Das la batalla por perdida?
Lily tomó aire y se levantó. La miró con sus ojos acuosos y penetrantes, luego movió su cabeza. Con una fuerte respiración creó otra esfera de energía y la alargo como había hecho en su batalla con Lily y había visto hacer a Isabel. Alessandra sonrió.
Alzó los brazos y los impulsó hacia adelante. Lily trató de parar lo que se venía, pero fue inútil. El poder de Alessandra hizo que golpeara la pared. Perdió la respiración y cayó como un sacó sobre el suelo. La vara de energía ya se había desintegrado desde antes. Se levantó con dificultad y tosió antes de recuperar su respiración.
.-.¡Dámelo!- exigió.- ¡No quiero matarte!
La silla que antes había golpeado a Efime le dio a Lily en el hombro. La pelirroja hizo una mueca de dolor y volvió a hacer una esfera de energía. Esta vez, sin embargo, no se alargó, sólo se expandió.
.-.¡No voy a darte nada!- gritó con arrojó.
.-.¡Entonces lucha!
.-.¡.¡No!.!- fue un chillido de ayuda.
.-.¡Puedo lanzarte cada ladrillo de este mugroso edificio! . ¿No te importa! . ¡Puedo matarte, Lily!
.-.No lo harás.- murmuró la pelirroja con voz hueca y dolorosa.
.-.¿Cómo estás tan segura?- El viento comenzó a mover los cabellos de Alessandra.
.-.Sólo lo sé.- Lily dirigió una sonrisa sincera y triste a su amiga. Ésta sin embargo gritó con fuerza.
¿Cómo se atrevía! . ¿Cómo! . ¡Creía que no la atacaría porque eran amigas! . ¡El poder de Isabel era suyo! . ¡.¡Suyo!.!
Tomó a Lily y la alzó en el aire. La pelirroja no dijo nada. Sólo gimió un poco. El poder de Ale la suspendía sobre su cabeza.
De pronto sintió como si una soga estuviera alrededor de su cuello. Le costó cada vez más trabajo respirar. Comenzó a toser.
.-.¡Dámelos, Lily! . ¡No me obligues a quitártelos!
La hizo girar. Lily no quería atacarla, no, no. ¡Pero no había otra solución¡Ninguna! Ya no podía respirar. Se estaba ahogando. Sus ojos llenos de lágrimas las dejaron salir por fin. De pronto la imagen de su hijo le llegó a la cabeza. ¡No aún no!
Con un grito dejó escapar todo su poder. Alessandra no pudo hacer más que dejarla caer al suelo. El rayo de energía atravesó el lugar. Lily levantó la vista hacia Alessandra que había golpeado la escalera.
Trató de gritar, pero no pudo. Sus cuerdas vocales no respondían, su reparación estaba agitada. Se levantó torpemente.
Se acercó a ella. La idea de haberla lastimado le estaba volviendo loca. Cerró sus ojos y se arrodilló junto a ella. Alessandra abrió entonces sus ojos. Tosió fuertemente y se levantó.
Lily miró a su amiga. Su respiración desapareció. Alessandra la veía con asco. Sus ojos brillaban de azul eléctrico cada vez más cerca una de otra. Con miedo en su cara se levantó y salió corriendo escalera arriba.
.-.¡Ya no vas a escapar Lily! . ¡Te juro que me quedaré con los poderes de mi madre!
Lily corría lo más fuerte que podía. Algunos maderos de la escalera desaparecían bajo sus pies, esa era obra de Alessandra. Saltaba, corría y esquivaba los obstáculos. Ya en el cuarto piso, con la respiración entrecortada se tropezó con la alfombra que Alessandra había levantado unos centímetros.
De las ventanas sin cristal entraba el viento y la lluvia que las rodeaba con locura. Alessandra la alzó entonces como había hecho antes. Lily pataleó en el aire. Con un grito de locura Alessandra la lanzó contra una de las ventanas que aún tenías cristal. Lily se hizo un ovillo, aún así golpeó el cristal con su hombro herido. Varios pedazos se clavaron en su carne, desgarraron la blusa por la cual comenzó a resbalar la roja sangre. Lily quedó suspendidas a muchos metros del suelo, lastimada y pudiendo respirar difícilmente.
.-.¡.¡Lily!.!- gritó Alessandra desde la ventana- ¡Dámelos de una buena vez! . ¡No quiero matarte!
.-.No puedo dártelos. ¡No puedo condenarte!- gritó desesperada. El poder dentro de ella estaba tratando de salir. Era demasiado doloroso detenerlo. Estaba doliéndole todo, el alma, el cuerpo, la herida quemante de su hombro que seguro tenía en la carne varios pedazos de vidrio enterrados.
.-.¡.¡Hazlo!.!- Alessandra no iba a dejarla caer, no podía, no… no…
Lily lloraba. Demasiada presión, miedo, dolor…
.-.¡Me pertenecen! . ¡Ella era mi madre! . ¡.¡Tú tienes los poderes del Caos, para qué quieres otros!.! . ¡.¡LILY!.!
La lluvia caía sobre Lily. Alessandra no la dejaba moverse ni con el aire que soplaba con enrome fuerza.
.-.¡.¡NO PUEDO!.!- gritó por fin Lily luchando contra el poder de Alessandra. Una ráfaga de viento la lanzó contra la ventana abierta. Rodó por el suelo con Alessandra a quien había llevado consigo en su entrada.
Pero el poder de Lily no estaba contentó. El edificio se tambaleó. Lily trató de detenerlo, detener aquello que se venía. Alessandra estaba a su lado. Con un último gesto desesperado creó un escudo con la energía del caos sobre Alessandra y dejó salir el resto.
El edificio se tambaleó y el techó comenzó a caer sobre ellas. El polvo las rodeó y la lluvia entró.
El piso en el que estaban comenzó a romperse en pedazos. La escalera cayó en pedazo creando un estruendo. Lily gritaba. El techo cayó sobre ellas, los pisos superiores le siguieron a los inferiores... el armazón de la casa apenas pudo soportar eso.
Lily abrió sus ojos de pronto. Estaba entre aquel mar de polvo blanco y lluvia. Habían caído hasta la planta baja. Ella estaba bien, sólo la herida de su hombro le punzaba…
Miró a su alrededor buscando a Alessandra. Con un grito comenzó a escarbar en su búsqueda. De pronto volvió a levantarse en el aire, pero esta vez con la columna doblada. Sentía como si la obligaran a tocar con su cabeza sus pies.
Lily…
La voz penetró en su cabeza. Ella gritaba.
Lily
La pelirroja volteó su cara. Alessandra estaba arrodillada a cierta distancia, estaba lastimada, pero viva. Sus ojos brillaban con tristeza.
Sabes que me pertenecen… lo sabes…
Lily ahogó un grito, Alessandra la soltó en ese momento.
.-.Está bien.- murmuró.- Está bien.- su voz estaba casi muerta.- Son tuyos Ale… no puedo seguir luchando. ¡No contra ti!
Con dificultad se levantó y quedó de rodillas.
.--Ya no…- cerró sus ojos.- Te concedo el poder Alessandra. El poder de Isabel, el derecho de ser su reencarnación es tuyo. ¡.¡Es tuyo!.!- aquel último grito fue desesperado y llenó de dolor. Goleó con sus manos el suelo doblándose.
Una sombra salió de su cuerpo. Se condensó en una burbuja y luego se volvió sólida, era una rosa negra como la que había en la caja de Isabel. La decisión estaba tomada. Alessandra Ryddle era la reencarnación de su madre.
Aquel poder voló a través del cuarto y entró en el cuerpo de Alessandra que gritó de dolor al recibirlo. Un rayo cruzó el lugar. Todo el edificio deshecho se tambaleó.
La lluvia enmarcó entonces la figura de cabello negro y ojos pardos que apareció sobre la destartalada escalera. Lily la miró sin entender, por su brazo seguía resbalando un río de sangre. La Dama del Tiempo sonreía de forma cruel, miraba a Alessandra.
.-.Te han concedido el poder y la vida de Isabel, niña estúpida. Haz recibido el poder, haz sucumbido ante él. ¡Eres una tonta! Con ellos viene tu condena, una vez te salvaste y todos creímos que habías escapado al destino. ¡Nadie escapa al destino, Alessandra! . ¡Ni siquiera tú! . ¡Haz de morir de la forma que fue escrita! . ¡.¡Y yo me encargaré de ello!.! . ¡.¡Porque te condeno!.! . ¡Que caiga sobre ti tu destino, niña estúpida! . ¡Tú sangre luchará de nuevo! . ¡Está maldita, impregnada de dos traiciones, condenada a batallar hasta tu muerte! . ¡.¡Morirás por desear y recibir el poder!.! . ¡.¡MORIRÁS!.!
Un escalofrío recorrió a Alessandra que había palidecido. La última de los Ewan embozó una sonrisa macabra.
.-.Te doy la parte del alma de Isabel que me fue concedida por la Reina del Caos. Te la doy y te condeno. ¡El destino debe cumplirse! . ¡Yo soy la encargada de que así sea! . ¡Yo, la que controló el tiempo y conozco todo lo que será, fue y es! . ¡.¡Muere, hija de traidores!.! . ¡Muere en el supremo dolor de esa batalla interna! . ¡.¡Que tu sangre te mate como debe ser!.!
Un nuevo rayo cruzó el cielo. Cegó a ambas amigas. Gewelin Ewan había desaparecido. Alessandra tenía la mirada perdida. Alargó una de sus manos y atrajo una daga. La alzó hacia el cielo y luego se hirió el brazo. La sangre comenzó a emanar de la herida. Pero la sangre resbalaba hacia sus dedos, salía en pequeños hilos que se separaban y unían en eterna lucha. Chispas salían en cuanto se tocaban. La respiración de Alessandra se cortó.
Cuando Remus y James llegaron encontraron a Lily y Alessandra mirando con aire suplicante al cielo y la lluvia que caía sobre ellas. La primera había condenado a su amiga y lo sabía, la segunda tenía el tiempo contado.
La sangre de tus venas te matará, es distinta y es opuesta.
Cuando una tomé el control de la otra comenzará la batalla.
Sólo hay una forma de detenerla.
Si amas a alguien dale lo único que te pertenece.
Entrega tu corazón o muere.
Esa era su condena…
Ya nada podía hacer, había por fin sucumbido ante el poder.
Esta vez no había forma de parar aquello.
No había esperanza…
Todo había terminado…
Todo...
NA:
Bien... allí está el cruel destino de Alessandra. Puedo decirles que es uno de los capítulos que escribí seguidos y no pare ni un momento. Espero que les haya gustado la batalla... la verdad comienzo a creer que son demasiadas batallas. Efime está muerta! Poco a poco los dos bandos se quedan sin sus mejores guerreros. Falta poco!
ADELANTOS: El siguiente capi se llama "El bar plateado". Vemos a Aensley una vez más y una nueva batalla entre él y Sirius... Alessandra contra su padre y muchas, muchas cosas más. Fue uno de los capítulos más difíciles de escribir y según yo valió la pena.
RRS:
Carla: gracias por tu opinión. Es cierto que JK no ha dicho en que casa iba Peter pero me pareció lógico. Gracias por decir que la historia es buena.
Andita: Sí lo sé, pero había demasiado que hacer... y además puse los tres chaps que debía haber puesto. ME alegra que me perdones y que bueno q te han gustado.
Flopy-Black: Realmente te encanta? Ay... que feliz me haces! Que te enseño? Te enseño algo? Wow... yo tampoco me creo que vaya a acabar pero es una realidad... y creeme te gustara el final. Y sí, se que ya te había dicho que los leería, pero lo haré lo prometo, ahora en las vacaciones lo hare.
Blanca: Sí, puede ser que on fuera tan noble, pero para esta historia quedaba bn un peter noble y desgraciado... Que bueno que te gustaran los capis y sí ya tenemos a Harry de bebé! Y si, las profecías ya estan cobrando sentido! Pronto entenderan del todo
Gala Potter: Que bien que creas que la espera valió la pena! A mi me daba mucha pena encontrarme el viernes ya sin tiempo para actualizar y lo traía en la cabeza toda la semana "tienes que actualizar, tienes que actualizar" y cuando por fin lo hice, no sé... fue un respiro. Ni la mas minima idea? Espero que el capi haya llenado tus expectativas, a mi me encanta, es una de las últimas batallas y creo que se nota como me gustan... Y lo que le sucede a Ale, ya viste aquí una parte, pero la verdadera condena y el castigo vendrán mas adelante. Que bueno que te guste! Y el siguiente capi, pues ya está aquí!
Kittyen: -.- si pero ya terminó el estrés y todo está bn. Que bueno que compartas mi opinio, supongo que en el fondo todos tenemos una opinión parecida. Que bueno que te gustara! Ya actualicé y espero que el capi te guste. Pues... ya ahora sabes un poco de lo que sucederá con ella... Pues lo de Alice... supongo que debí hacerlo mejor... como Alicia y Frank eran perseguidos, pues hicieron como si ella la heraldo hubiera muerto y por ello años después Frank se "volvio" a casar... con Alice... Alicia tomo otro nombre y seguramente cambió su aspecto físico -.- dioses debí explicarlo mejor. Si cada vez menos para HP6!
Nali Black: Que bueno que te haya gustado! Yo también extraño a Maria e Ingrid... bueno supongo que sí, a mi me costo trabajo escribir esa conclusión... ya ves que horas eran cuando lo logre... no sabía bn que debía decir y si, no ve "mas alla" y si vi que estan volviendo a pasar Flor... pero yo nunca vi el final en que termina?
Bueno bueno, ya está... nos veremos el viernes, lo prometo.
Syringen ALCS
4 Capítulos para el final