Capitulo 2. ¿Por qué no puedo recordarlo?
La mansión que ocupaba Eriol era bastante parecida a la que fue derrumbada cuando habían construido el parque de diversiones y la carta vacío fue liberada. Al llegar, cruzó la gran verja y atravesó el enorme patio cubierto de nieve que rodeaba la mansión. A Tomoyo le encantaba como lucía ese lugar. Frente a la puerta principal, dudó un poco antes de tocar el timbre... Sabía cuan perspicaz era Eriol y fácilmente se daría cuenta de su turbación. Cuando había decidido no entrar, Nakuru abrió la puerta y dijo:
¡Señorita Daidouji, ya está aquí!
¡Hola! Gracias por abrirme... Disculpe, señorita Akizuki... ¿puedo pedirle un favor?
Por supuesto.
Dime Tomoyo... Te tengo mucho cariño y me agradaría que tuvieras la confianza de llamarme por mi nombre. ¿De acuerdo, Nakuru?
Claro, Tomoyo... Pasa... Eriol te está esperando en el salón.
Gracias.
Al llegar al salón escuchó la bella melodía que Eriol tocaba... Precisamente esa era su favorita: "For Elise". No quiso interrumpirlo, sabía que Eriol ya había percibido su presencia, así que sólo se sentó en el sillón, de espaldas a él y escuchó con atención su interpretación. Cuando terminó se puso de pie y acercándose al piano dijo:
Me fascina esa melodía... Desde niña ha sido mi preferida.
También la mía. ¿Quieres tocarla? -dijo al tiempo que le hacia un lugar en la butaca del piano.
Gracias. -contestó mientras se sentaba a su lado.
Juntos tocaron con una sincronización que sólo se logra con años de practica, lo cual no era su caso, pues esa era la primera vez que tocaban juntos. Nakuru y Spi escuchaban embelesados sintiendo armonía en toda la casa. El tiempo parecía haberse detenido para todos... Después de un rato ella murmuró:
Deja Vú...
Opino lo mismo... También siento que esto ya lo viví.
¿Lo siente Clow o tú?
Yo... Probablemente Clow vivió esto...
Cuando Tomoyo trató de recordar el por qué de esas emociones, nuevamente aparecieron esas visiones, pero esta vez fueron más claras. Allí estaba ella, desesperada, usaba un amplio y pomposo vestido. Había un hombre, alguien bastante apuesto quien la abrazaba y se parecía a él... ¡A Eriol! El dolor apareció otra vez, pero en esta ocasión no pudo correr para no ser vista. Eriol se alarmó y la abrazó mientras dijo:
¿Tomoyo... Qué pasa¡Tranquilízate, todo estará bien!
Ella se sujetaba con ambas manos su cabeza, como si temiese que fuese a explotar. Involuntariamente dejó escapar algunas lágrimas, pues el dolor era intenso y amenazaba con hacerla perder la conciencia, ya que se estaba sintiendo muy débil.
Eriol... Ayúdame... -murmuró antes de caer inconsciente sobre el pecho de su amigo.
¡Nakuru ven, necesito que me ayudes! Hay que llevarla a mi habitación.
Haciendo lo que Eriol le pidió, Nakuru ayudó a llevarla hasta la planta alta, donde estaban las habitaciones. Él colocó a Tomoyo en su propia cama y la cubrió con las cobijas de ésta.
¿Pero qué le ocurrió? Hace unos instantes estaba perfectamente bien... -dijo Nakuru con preocupación al ver a Tomoyo completamente pálida y fría.
No lo sé... Ve a casa de Sakura y cuéntale lo que ocurrió a Kerberos y a Yue, si es que está allí. Diles que mañana nos veremos al atardecer aquí, quizás ellos saben de qué se trata todo esto. Procura que Sakura no se entere de nada, si lo hace, no te preocupes, sólo pídeles que no vengan ahora.
Nakuru se quedó sorprendida ante las instrucciones de Eriol, pero no había tiempo para preguntar nada, así que fue lo más aprisa que pudo en busca de los guardianes.
Después de poco más de una hora, Tomoyo abrió los ojos y lo primero que vio fue el rostro de su amigo. Luego, al girar su cabeza, vio a Spi mirándola con angustia.
¿Eriol¿Qué fue lo que pasó?
No lo sabemos, de pronto te sentiste mal y perdiste el conocimiento. ¿Cómo te sientes? -preguntó en un tono de notable preocupación.
Yo... No lo sé Eriol... Me siento rara... No sé como explicártelo, pero siento como si hubiera recordado algo muy importante, pero únicamente por unos momentos y cuando intento volver a recordarlo, algo me lo impide... Algo... Una barrera quizá. Es como si hubiera ocurrido hace mucho tiempo, en otra vida...
Volvió a sentir ese dolor nuevamente en su cabeza, pero esta vez Eriol lo detuvo con un poco de magia.
Basta, no te esfuerces... Si es un recuerdo este vendrá hacia ti en cualquier momento.
Pero me preocupa no saber que es lo que ocurre. Todas esas imágenes me confunden... Y es la segunda vez que sucede esto.
¿Cómo¿Ya te había ocurrido¿Cuándo?
Hace un rato, en la Universidad... En la salida, cuando estaba con Julián.
¿Julián? -preguntó tratando de aparentar indiferencia, pero no lo consiguió.
Sí, es un chico que entró hoy al salón de clases... Supongo que te sorprende el que lo llame por su primer nombre, pero él insistió en que lo hiciera así.
¿Esa fue la primera vez que te sucedía algo parecido? -dijo para cambiar de tema.
Sí... -respondió, sintiendo una leve punzada al notar las evasivas del muchacho.
Bien, querida Tomoyo, no te presionaré más con mis preguntas. Descansa, mañana veremos que podemos hacer para ayudarte.
Pero... Debo irme a casa.
No te preocupes, llamaré y le pediré permiso a tu mamá para que te quedes a dormir aquí. Mañana nos iremos juntos a la Universidad. ¡Es cierto! No has comido nada... Enseguida te traeré algo de ropa y la cena.
Eriol¿esta es tu habitación no es así?
Sí, y será un placer que tú la ocupes... -respondió para evitar protestas de parte de su amiga- Por cierto, espero que no te moleste dormir con una pijama de Nakuru y si quieres podrás usar ropa de ella para llevarte mañana a la Universidad.
Mientras a ella no le incomode, por mi no hay problema... -respondió con una sonrisa- ¡Por cierto, Eriol, muchas gracias!
No hay de qué... -contestó mientras besaba su mano. Dirigiéndose a su pequeño guardián, preguntó- ¿Spi, quieres quedarte con Tomoyo?
Sí, si no le molesta señorita.
Claro que no... Ven... -dijo ella gentilmente mientras levantaba un poco las cobijas.
El pequeño guardián se sonrojó, pero aceptó el ofrecimiento de Tomoyo... Ante lo ocurrido Eriol sonrió y salió de la habitación. Estaba sumamente preocupado por la salud de la chica...
¿Julián¿Por qué le parecía tan familiar ese nombre? Además, había detectado una presencia en la mañana, y aunque Sakura y Shaoran no hubiesen percibido nada, sabía que se trataba de algo anormal. Esperaba que Kerberos y Yue supieran más del asunto, esa era su mayor esperanza.
Dirigiéndose a la habitación de Nakuru tomó un bello y fino camisón rosa (el primero que encontró) y se lo llevó a Tomoyo junto con la cena. Ella se cambió de ropa mientras él arreglaba la mesita para que cenaran juntos. Platicaron amenamente durante ésta y después de un rato, ella se quedó profundamente dormida.
Spi¿puedes cuidarla durante la noche? -preguntó antes de salir de la habitación.
Claro que sí.
Cuando llegó, Nakuru le dijo que ambos guardianes sabían todo, pero que Sakura y Shaoran también estaban enterados de la situación, pues la maestra de cartas quiso saber por qué su mejor amiga estaba en la casa de él. Sin más remedio ella les había contado lo sucedido, incluyendo las indicaciones que Eriol le había dado. Todos aceptaron, aunque no muy convencidos.
Él se pasó la noche en vela en la biblioteca de la mansión investigando qué era lo que le había ocurrido a Tomoyo, pero nada de lo aparecía allí le ayudaba. Aun así siguió revisando, hasta que alrededor de las tres de la mañana sintió una extraña presencia y un instante después Rubí Moon entró a la biblioteca muy preocupada...
¡Eriol, ven rápido, se trata de Tomoyo!
Sin perder un instante Eriol liberó su llave y ambos subieron corriendo hasta la habitación de la joven. Al llegar la encontraron en el balcón, parada sobre el barandal, con precario equilibrio, mientras el helado frío invernal soplaba con fuerza contra ella. Spinel-sun trataba de sujetarla, pero parecía haber un campo de energía que le impedía acercarse.
¡Hay que bajarla de allí!
Guarda silencio Rubí Moon, hay alguien más aquí. ¿No sientes esa presencia?
¿Cuál presencia¡No puedo percibir nada!
Espera, me acercaré a Tomoyo. Permanece alerta por si alguien interviene.
Gracias a su magia, él traspasó la barrera y levitando se acercó a ella. Lo primero que hizo fue abrazarla de la cintura para evitar que pudiera saltar. Luego le susurró al oído:
Tranquilízate... Nadie te hará daño... Ven conmigo.
¡Read¡Él ha venido por mí! Está aquí. ¡Puedo sentirlo! -dijo ella aterrada.
Él se sorprendió al escucharla llamarlo por el nombre del mago Clow, especialmente por llamarlo por su primer nombre, pero se dio cuenta de que estaba en una especie de trance, así que le respondió:
Cálmate, estoy contigo ahora, todo estará bien.
Por favor, no dejes que me lleve, no quiero volver con él. Read, no lo permitas.
Nada te lastimará, querida, no te angusties.
Colocando su dedo índice en la frente de la joven hizo que quedara inconsciente y tomándola entre sus brazos la llevó a la habitación. De inmediato la acostó en la cama.
¿Por qué la señorita Tomoyo te llamó así? -interrogó Spinel preocupado.
No sé, pero mañana lo averiguaremos. Regresen a sus habitaciones, yo me quedaré a cuidarla.
Obedeciendo a su amo, los guardines se retiraron e hicieron guardia en el pasillo mientras que Eriol permaneció junto a la cama de Tomoyo el resto de la noche.
continuará...
¡Hola!
Bien, antes que nada quiero presentarme: mi nombre es Pilar (Pily-chan para los amigos) y este es el primer fanfic que envio a la página. Llevo leyendo fics casi un año y me he encontrado con algunos excelentes, otros buenos y unos cuantos.. bueno... no sé ni cómo calificarlos. Hay muchos escritores de fics a quienes admiropor su talento artístico. Realemente son muchos como para mencionarlos, de hecho a algunosya les he dejado mis comentarios.
Este es mi primer bebé... espero que lo quieran tanto como yo. No hace falta mencionar que una de mis parejas preferidas de ánime son Tomoyo y Eriol, por ello decidí hacer este fic en honor a tan bella, pero no oficial pareja de Card Captor Sakura.
Creo que eso era todo lo que quería decirles por el momento. Ah, y mi e-mail es para cualquier duda, comentarioo sugerencia. Gracias por tomarse la molestia de leer mi fic y trataré de cumplir consus expectativas.
