Capitulo 3. Yo no te he olvidado Catherine.
A las siete de la mañana, cuando el sol daba rastros de querer salir en el horizonte sin que las nubes se lo permitieran, Tomoyo despertó y se encontró con la sonrisa de Eriol.
-¿No me digas que ya es tarde? -preguntó alarmada mientras se levantaba velozmente.
-No, en lo absoluto, apenas son las siete, así que no te preocupes.
-Perdona mis modales, Eriol, pero me llevé un buen susto. Ahora sí, buenos días.
-Buenos días, Tomoyo... ¿cómo dormiste?
-Muy bien... No abrí los ojos en toda la noche.
"Así que no lo recuerda" -pensó él.
-Por cierto... ¿qué haces despierto tan temprano?
-Me he habituado a levantarme a las 6:00 a.m. -mintió-. No sabía a que hora acostumbras despertarte, así que decidí llamarte, pero te vi tan placidamente dormida, que no pude hacerlo y me has atrapado en estado contemplativo.
-Gracias, de nuevo. Si no te molesta, me gustaría tomar un baño.
-Por supuesto. Todo lo que puedes necesitar esta en la regadera. Te esperaré abajo...
-Claro.
Al salir Eriol les indicó a sus guardianes que no dijeran ni una palabra de lo que había sucedido en la madrugada, y ellos obedecieron sin preguntar nada.
Cuando Tomoyo apareció en el comedor, Nakuru admiró lo bien que le sentaba su ropa y Eriol sólo asintió, pues estaba asombrado. Ella traía puesta una blusa rosa, minifalda y mallas negras, botines del mismo color y un abrigo haciendo juego. Por su parte, Eriol vestía todo de negro y lucía muy elegante. Los cuatro habitantes de la casa desayunaron animadamente y después Eriol y Tomoyo partieron hacia la Universidad.
Camino a ésta, Sakura y Shaoran salieron en su encuentro, lo cual sorprendió a Tomoyo, no así a Eriol, quien con la mente les pidió que no comentaran nada.
-¡Sakura! ¿Pero qué haces despierta tan temprano? -preguntó Tomoyo.
-Bueno... Yo... Decidí... Decidí hacerme el propósito de llegar a tiempo a clases de ahora en adelante. Y Shaoran pasó por mí. -respondió con una sonrisa fingida.
-Pues me alegra mucho eso, así ya no tendrás problemas con los profesores.
Sakura sonrió nuevamente y llegando al Campus Sakura y Shaoran se dirigieron hacia su Facultad.
-Eriol, ¿no notaste rara a Sakura? -preguntó Daidouji al notar algo extraño en Sakura.
-No, en lo absoluto... Tomoyo ¿te molestaría que te acompañara hasta tu edificio?
-Claro que no. ¡Vamos!
Tomados del brazo caminaron hacia el salón de clases de la joven ojiazul y una vez más, afuera de éste la esperaba Julián...
-Buenos días To... -él no pudo terminar de hablar pues su mirada se centró en la del joven hechicero.
-Hola... ¿Te ocurre algo malo? -preguntó ella.
-Nada.
-Bien, Eriol, déjame presentarte a...
-Julián Mc Pherson... ¿o me equivoco? -interrumpió Eriol extendiendo su mano, mirándolo fijamente.
-No, ese es mi nombre. -contestó el joven con frialdad, y respondió al saludo, sin apartar sus ojos de su interlocutor.- Noto un acento inglés en tu manera de hablar.
-Nací en Inglaterra. Tú también eres de allá, ¿no es así?
-Así es. ¿Tu apellido es...?
-Hiragizawa.
-Así que posees sangre oriental y occidental... -Eriol asintió y Julián agregó susurrando- Al igual que una persona que conocí hace mucho tiempo.
-¿Qué persona?
Antes estas palabras tanto Tomoyo como Julián se sorprendieron. La primera porque no sabía de qué hablaba su amigo y el segundo porque sabía que una persona común no habría podido escuchar su voz... Fue entonces cuando Julián logró darse cuenta de todo...
-Nada importante... Creo que es hora de entrar, ¿no lo crees Tomoyo? -habló sin apartar un instante su fría mirada de los ojos de Eriol.
-Sí, enseguida te alcanzo.
-Te esperaré adentro, Lady Catherine.
Una vez perdieron de vista al misterioso joven, Tomoyo interrogó a Eriol:
-¿Cómo supiste su nombre?
-Tú lo mencionaste ayer.
-Pero si mal no recuerdo, nunca te dije sus apellidos...
-¿Te llamó Lady Catherine? -preguntó, interrumpiéndola bruscamente.
-Sí, ayer también lo hizo. Me dijo que probablemente en una vida pasada me llamé así.
-Tomoyo, quisiera venir por ti a la salida, ¿te molestaría?
-Bien sabes que no. Nos veremos aquí a las 2:00 p.m. Mi profesor ya llegó... Bye.
-Good Bye.
Eriol se fue de allí bastante preocupado. La presencia que estaba en su casa la noche anterior indudablemente era la de ese muchacho... ¿Pero por qué estaba tan cerca de Tomoyo? Fuese cual fuese la razón, podía darse cuenta que sus intenciones no eran buenas, así que decidió proteger a su amiga. ¿Lady Catherine? Ese nombre estuvo dando vueltas por su cabeza durante toda la mañana, ¿por qué le parecía conocido?
Eran las 12:00 p.m. cuando avisaron al grupo de Tomoyo que el profesor que les impartía la última clase no asistiría, así que eran libres de irse a sus casas. Ella se sintió algo contrariada, pues había quedado de verse con Eriol.
Lo peor era que no podía avisarle, pues su teléfono celular no tenía batería (al haberse quedado a dormir en casa de él no había puesto a cargarla). Decidió caminar hasta el edificio de Eriol y avisarle personalmente, pero...
-Tomoyo luces muy bella hoy... -ella sonrió en agradecimiento y él agregó- Dime ¿quieres ir conmigo a la cafetería?
-Lo siento, Julián, pero no puedo. Tengo que ir con...
-Déjame adivinar, tienes que ir con Eriol.
-Así es. Quedamos de vernos a las 2:00, pero como el profesor no vino, pues...
-¿Y lo esperarás hasta entonces? ¿Acaso ese tipo es tu novio o algo así?
-Te suplico que no lo llames de esa forma. Y para tu información él es un gran amigo.
-Perdóname por haberte hecho enojar, Catherine. Pero, ¿sabes? Aun con esa cara de pocos amigos sigues siendo muy bella.
-Gracias. -respondió sin estar muy convencida de las disculpas del joven.
-Mira, hace frío. Vamos a tomar un café y a las dos estarás de regreso aquí, ¿te parece?
-Pero...
-Anda, Catherine, no te lastimaré. Sabes que sería incapaz de hacerlo.
Esas palabras la hicieron estremecerse... Catherine... Julián... En ese instante vio en los ojos del muchacho algo que nunca antes había visto. Se sintió atraída por él y no pudo decirle que no. Cuando llegaron a la cafetería que había en la Universidad, se sentaron en una mesa un tanto apartada. Una vez allí él le dijo:
-Tu cumpleaños será dentro de pronto ¿no es así, Cathy?
-¿Por qué sigues llamándome así? -el chico sonrió, pero no respondió a su pregunta, así que ella agregó- Además, mi cumpleaños es en septiembre y aun falta mucho.
-No me refiero al día en que nació Tomoyo Daidouji, sino Lady Catherine Andrews.
Aunque sonara incoherente, Tomoyo sabía que él tenía razón, el cumpleaños de esa chica era el 17 de Febrero (al día siguiente) y cumpliría 20 años. Con temor respondió:
-Ti... Tienes razón Julián, mi cumpleaños será mañana... ¿cómo lo sabes?
-Lo he sabido siempre, por eso anoche fui hasta tu habitación, para recordártelo. Además, mi querida Catherine, jamás olvidaría el día en que mi prometida nació.
-¿Prometida?
-Parece que tú sí has olvidado que te amo y que estamos a punto de casarnos...
-Pe... Pero yo...
-Shhh... No te preocupes... si lo has olvidado, yo te haré recordar.
Tomando el rostro de Tomoyo entre sus suaves y tersas manos, se fue acercando hasta rozar sus labios con los de ella... Cuando estuvo a punto de abrir su boca para besarla como era debido, ella lo alejó rápidamente y dijo:
-¡No! Yo amo a Read... Él es mi prometido. ¡Read Clow es mi prometido!
-¡Maldita sea...! Él no volverá a separarte de mí, Catherine. ¡No lo hará!
Al escuchar sus gritos todas las personas que estaban en la cafetería voltearon a verlos. De pronto, el tiempo pareció detenerse, pues nadie se movía. En ese instante Julián sujetó a Tomoyo de la cintura y desapareció del lugar.
Eriol, Sakura, Shaoran, y los demás seres poseedores de magia pudieron sentir la energía que este ser había desprendido al transportarse con Tomoyo, de la misma forma que percibieron que la presencia de ella había desaparecido.
Alarmados, los tres jóvenes realizaron un conjuro de sueño para salir de sus respectivas clases e ir al sitio en el que había pasado todo. En la cafetería también pusieron a dormir a todas las personas y llegaron hasta allí los cuatro guardianes.
-¿Qué fue lo que ocurrió aquí? -musitó Rubí Moon.
-La presencia de la señorita Tomoyo desapareció... ¿Por qué? -señaló Spinel Sun.
-Fue Julián quien lo hizo. -dijo Yue sin expresión en la voz.
-¿Quién es ese tipo y cómo sabes que él se la llevó? -preguntó Shaoran.
-Sentí su presencia.
-¿Pero qué sabes de él...? ¿Por qué pudiste reconocerlo?
-Solo tú Eriol, que eres la reencarnación de Clow, Kerberos y yo somos capaces de reconocer esa presencia...
-¿Por qué? -interrogó Sakura.
-En su vida pasada, el Mago Clow se enfrentó a él. -le respondió Yue.
-¿Y quién es? ¿Qué es? -quiso saber Shaoran.
-No lo sabemos... -agregó Kerberos- Yo también reconozco su esencia... Sé que lo conocí, pero no puedo precisar cuando fue y menos qué es lo que quiere de Tomoyo.
-Él es un vampiro. Clow peleó contra él para salvar a su amada... Para rescatar a Lady Catherine Andrews.
Todos voltearon al escuchar esa voz, sorprendiéndose al ver al padre de Sakura.
