Capítulo 4. Una vida olvidada.
-¡Papá! ¿Qué haces aquí?
-¿Cómo sabe eso, señor Kinomoto?
-Eriol... Tú y yo somos parte de la misma esencia...
-¿Qué quiere decir?
-Tus recuerdos y los míos son los mismos... Son dos partes que necesitan completarse.
-¿De qué habla? ¡No comprendo!
-Sakura, realiza el conjuro de la carta regreso; con la ayuda de Eriol, Shaoran y los cuatro guardianes podremos regresar todos sin problema.
-Pero papá...
-Lo sé todo, mi pequeña. Siempre lo he sabido...
-¿Yue... Sientes esa presencia? -interrogó Kerberos en voz baja.
-Así es... Es la magia del Mago Clow.
-Pero no proviene de Eriol.
-Sakura, Eriol, adelante... –indicó Fujitaka mientras sonreía pacientemente.
En ese instante Sakura y Eriol recitaron al unísono el conjuro para liberar sus llaves mágicas:
-Llave que guardas los poderes de mi estrella, muestra tu verdadera forma ante Sakura, quien aceptó la misión contigo... ¡Libérate!
-Llave que guardas los poderes de la oscuridad, muestra tu verdadera forma ante Eriol, quien aceptó la misión contigo... ¡Libérate!
-¡¡Regreso!
Un resplandor los cegó por un instante y cuando abrieron los ojos se encontraron en el enorme salón de la residencia de Clow, la cual Sakura reconocía perfectamente.
La escena que se mostró a sus ojos fue muy bella, pues podían escuchar la melodía "For Elise" siendo perfectamente ejecutada por un joven alto, bastante bien parecido, de cabellos negro-azulados y tez clara, quien de inmediato fue reconocido por el grupo como el Mago Clow cuando era más joven; junto a él, también tocando el piano, estaba una hermosa muchacha de largos cabellos negros y rizados, con un rostro angelical y mirada serena. Rubí Moon y Spinel intercambiaron miradas al darse cuenta que esa escena ellos la habían vivido el día anterior. Al terminar de interpretar la melodía, ambos jóvenes se sentaron en el piso, frente al fuego de la chimenea.
Interrumpiendo el silencio que reinaba en el grupo, Sakura preguntó:
-¿Ella es mi mamá?
-No, lo creo. Fíjate bien Sakura, esa señorita se parece mucho a Tomoyo.
-Pues sí... Es muy parecida a ella, pero, ¿recuerdas las fotografías de mi madre, Shaoran? Ella es casi idéntica...
-Así que al fin han notado el profundo parecido que existe entre mi amada Nadeshiko y Tomoyo.
-¿Por qué hay tanta semejanza entre ellas, señor Kinomoto? -interrogó Eriol muy sorprendido.
-Recuerden que Sonomi, la madre de Tomoyo, y Nadeshiko eran primas. -respondió tranquilamente Fujitaka.
-Pero eso no justifica un parecido tan impresionante.
-Tienes razón Kerberos, y ahora sabrán por qué, escuchen.
El grupo prestó atención a la conversación que se desarrollaba en el salón:
-Mañana cumplirás 20 años, querida Catherine, dime ¿Qué quieres de regalo?
Al escuchar ese nombre, Eriol se quedó perplejo y abrió los ojos desmesuradamente... Empezaba a comprender...
-¿Puedo pedir algo más? Read, soy sumamente feliz a tu lado. Tú, Yue y Kerberos se han encargado de convertirme en la mujer más dichosa de este mundo.
-Pero debe haber algo que pueda hacer para hacerte aun más feliz.
-Bueno... Sí... Sí hay algo, pero no quiero molestarte...
-Pídeme lo que quieras, amada mía, sabes que no soy capaz de negarte nada.
-Pues... Yo quisiera... Que tú y yo nos...
En ese instante entró a la sala el poderoso guardián Kerberos, llamando la atención de la chica. Éste se sentó al lado de la joven mujer y dijo:
-Mi Lady, le traje estas flores. -dijo la bestia halada luego de haber colocado en el regazo de Catherine un pequeño recipiente con pétalos de flores y un ramillete de otras.
-Mis favoritas: Tomoyo, Sakura y Nadeshiko. Así es como se llaman en japonés.
-Ciruelo, cerezo y clavel... -agregó Clow.
-Gracias Kerberos... ¿pero de dónde las conseguiste? Es Febrero y el jardín está cubierto de nieve...
-Estaban en la habitación en la que el amo Clow utilizó la carta de las flores, cuando creó para usted la carta "Voz" y "Canción"
-Pero eso fue hace una semana.
-Sí, pero estas flores han sobrevivido desde entonces.
-Fuiste muy amable al traérmelas, querido Kerberos. ¡Lo olvidaba! Mira... Tengo algo para ti. -dijo al tiempo que sacaba de una cesta un pastel de fresas con chantilly.
-¡Vaya! No tenía por qué haberse molestado... Pero ya que lo ha hecho no rechazaré su amable obsequio.
El mago y la joven rieron al tiempo que los visitantes volteaban a ver a Kero con una gota en su cabeza. Obviamente él se hizo el desentendido.
-Por cierto Kerberos, ¿y Yue?
-En el jardín. Recuerde que a él le gusta el frío.
-Vamos con él, Read; sabes que a mí también me encanta estar en la nieve.
-Claro, querida, vamos.
El escenario cambió nuevamente y ahora estaban en el jardín de la casa. Todos se veían sumamente felices. Inclusive Yue, quien regularmente se mantenía alejado de la diversión, participaba de los juegos que organizaba Lady Catherine. La mirada de Clow pocas veces se apartaba de su amada, pues le fascinaba verla tan contenta. Ella a su vez le correspondía abrazándolo y besándolo tiernamente cuando se podían apartar de las miradas de los guardianes. Era un cuadro sumamente conmovedor, hasta que...
-Tanta alegría me resulta insoportable...
Clow abrazó a su amada como un acto de reflejo; en tanto, sus guardianes se pusieron delante de ellos.
-¡Julián! ¿Cómo pudiste entrar en mi casa?
Por primera vez, Sakura vio que en el rostro del Mago Clow desaparecía su gentil sonrisa.
-He venido a recuperar lo que me pertenece... Lo que tú me robaste. Catherine es mía... Es mi prometida y volverá conmigo.
La dama en cuestión tenía miedo y abrazaba con fuerza a su amado.
-Ella no ha sido ni será tuya jamás. Y mientras siga con vida cuidaré que no le pongas un dedo encima.
-Eso lo podemos arreglar.
Lo que ocurrió continuación fue tan rápido que apenas y pudieron darse cuenta. Julián se movió velozmente y sin que los guardianes pudieran hacer nada para detenerlo llegó hasta el sitio en el que estaban ella y Clow. Tomándola con fuerza de uno de sus brazos, la arrancó violentamente del lado del Mago y la arrojó a la nieve. Consciente de que nunca podría hacerle frente a su adversario, pues la casa estaba rodeada por un poderoso campo mágico, se alejó de él tan rápido como se había acercado.
-Mañana al atardecer convertiré a Catherine en un vampiro, como yo, y nada podrás hacer para evitarlo. -Fue lo último que dijo antes de ir hasta donde había caído Catherine desmayada y transportarse.
El hechizo del regreso se rompió y todos aparecieron en la cafetería de la escuela.
-¿Qué fue lo que pasó? ¡Debemos regresar y saber qué ocurrió con Clow y Catherine!
-No Eriol, no podemos hacerlo... -dijo con un dejo de tristeza el padre de Sakura.
-La historia se está repitiendo. -musitó Spinel quien también se mostraba deprimido.
-Papá... Todavía no entiendo que ocurre aquí... ¿Por qué sabías todo eso?
-Me sorprende que aun no lo hayas deducido, hija.
-De la misma manera que yo, el señor Kinomoto es parte de la reencarnación de Clow.
-¿Qué? -replicaron al unísono Sakura, Shaoran, Rubí Moon y Spinel.
-Se los explicaré: Como Eriol lo dijo, el alma del Mago Read Clow reencarnó en esta época en dos personas... Eriol Hiragizawa y yo. Mi propósito era darles a mis hijos los poderes que me correspondían como Clow, a Touya para que te cuidara, y en un futuro le brindara sus poderes a Yue. A ti, mi querida Sakura, para que fueses capaz de encontrar el libro y liberar el sello que protegía las cartas. Después, esa magia te ayudaría para convertir las cartas Clow en cartas Sakura... Hasta el momento en que conocí a tu madre, cuando el sello de la reencarnación se rompió, yo desconocía mi misión.
-¿Pero qué tiene que ver mi mamá en todo esto?
-Veo que ya has comprendido lo que sucede aquí, Eriol. ¿Se lo explicas tú?
-Sakura, así como el alma de Clow fue dividida en dos personas, a la de Lady Catherine Andrews le ocurrió lo mismo.
-Y una de las personas fue mi mamá.
-Así es. -contestó Fujitaka.
-Y la otra se trata de... -empezó a decir Shaoran sin poder terminar su frase.
-¡Es Tomoyo! Ella es la reencarnación de Lady Catherine.
-Sí, Kerberos... Por eso no fue coincidencia que la única mortal, sin relación directa con las cartas Clow, que se enterase de su existencia fuese Tomoyo... Y la simpatía que los guardianes sienten por ella es porque, pese a que no la recordaban en su vida pasada, podían percibir que el alma de Tomoyo era la misma de la única mujer que Clow amó.
-Pero y ese hombre... ¿quién es él? -interrogó aun desconcertada Sakura.
-Él es un vampiro y ha regresado para llevarse a Catherine, es decir, a Tomoyo. -respondió Eriol mientras cerraba los ojos y sentía un nudo en la garganta. Sin embargo agregó-. Pero no lo logrará mientras yo esté con vida. Spinel, Rubí Moon, vengan. Debemos ubicar la presencia de Julián e impedir que cumpla con su propósito. Sakura, puedes hacer lo mismo si quieres...
Eriol salió de la cafetería seguido por sus guardianes. Todos se sorprendieron al ver la preocupación que mostraba por Tomoyo, sin embargo, ya sospechaban el por qué.
