Capítulo 13. Un secreto revelado.

Un mes pasó y aunque los chicos ya estaban casi reestablecidos, Touya era muy exigente y no los dejó salir sino hasta que los notó perfectamente bien... Sin embargo las salidas no consistían mas que en bajar al jardín, ahora completamente verde.

Tomoyo estaba sentada con Sakura sobre una manta en el pasto del patio trasero de la mansión de Eriol. La maestra de cartas había permanecido cerca de su prima durante su convalecencia, separándose únicamente cuando tenía que ir a la Universidad. Shaoran y Eriol también habían fortalecido sus lazos de amistad, pues gracias al tiempo que el joven chino se dedicó a cuidar de su amigo cuando éste estuvo en cama, ahora esa unión era como de hermanos.

-Sakura, ¿te puedo preguntar algo? -dijo Tomoyo, mostrándose seria repentinamente.

-¡Claro que sí!

-Dime... ¿Cuándo se casaran Shaoran y tú? -interrogó pícaramente, pues se había dado cuenta de que en la mano de su amiga había una sortija que nunca antes había visto.

-¡To- Tomoyo! ¿Por qué me preguntas eso? Yo...

La antigua Card Captor se puso de mil colores y no pudo responder. Para su buena suerte escuchó que Kaho Campbell, antes señorita Mizuki, quien estaba de visita en la casa de Eriol, le decía:

-¡Sakura! ¡El té, las galletas y los pastelillos están listos! -gritó la bella mujer pelirroja desde la puerta que conectaba con el patio trasero de la casa de Eriol.

-¡Voy! -respondió en el mismo volumen de voz empleado por su amiga, pues estaban bastante lejos. Kaho entró nuevamente a la casa.- Enseguida regreso, Tomoyo.

-No te preocupes, aquí te espero.

La joven de cabellos negros sonreía mientras observaba a su querida amiga correr hasta la puerta, pero de pronto "algo" robó su atención.

-¡Buenas tardes, señorita Daidouji!

Sentir los brazos de Eriol rodear su cintura y percibir su cálido aliento en su oído la hicieron estremecer, haciendo que se ruborizara sin querer, así que le sonrió a su amado y entrelazó las manos de él con las suyas.

-Cuando me llamas "Señorita Daidouji" me haces sentir como cuando éramos niños.

Él se sentó junto a ella y tomando su rostro del mentón dijo con suavidad.

-Y cuando tú me sonríes así, haces que mi corazón lata más rápido...

-Cuídate de no decirlo enfrente de Touya, o nos prohibirá vernos. -bromeó Tomoyo y Eriol concordó con su amada. Ella miró en dirección hacia donde se había ido su amiga y se sorprendió al no encontrarla.- ¿Y Sakura? ¿Llegó tan pronto? Indudablemente es una gran atleta ¡No puedo creer lo rápido que corre!

-Bueno... No creo que este en la casa, o mejor dicho, no creo que haya llegado aún... Shaoran debe estar con ella, me dijo que tenían que hablar de algo muy importante.

-Ya veo... Eriol, ¿ya te diste cuenta de que Sakura trae puesta una sortija nueva?

-Sí, me percaté de ello hace un rato. ¿Crees que Shaoran ya le propuso matrimonio?

-Podría apostar a que sí, aunque me sorprende que no nos lo hayan dicho.

-No te preocupes, ya los conoces, se apenan con mucha facilidad. Te aseguro que no tardaran en contarnos lo que ocurre.

Tras sonreír de esa forma que Tomoyo amaba, Eriol se acercó con cautela a los labios de su bella compañera, sintiendo y aspirando el dulce y cálido aliento que despedía; ella no opuso resistencia ante aquel contacto tan íntimo, al contrario; amaba tanto a ese apuesto inglés que lo atrajo hacia ella al tiempo que apoyaba sus manos en el fuerte y protector pecho del joven.

-Preciosa, ¿ya te he dicho hoy cuánto te amo?

-Mmm... creo que no, pero aún no es tarde.

Él sonrió de lado y la estrechó con ambos brazos. Con reservas, depositó un largo beso en los labios de su "ángel" (como él la llamaba), sintiendo esas emociones que sólo se experimentan cuando se está enamorado. Ella respondió con la misma ternura y suavidad, deleitándose más y más con la boca de su novio. Sus labios se abrieron haciendo un húmedo contacto con los de él y eso la hacía sentir mariposas revoloteando en su estomago, a la vez que una profunda calidez llenaba su corazón.

Quizás en algún momento se saciarían uno del otro, al menos eso pensaban al principio, pero se dieron cuenta que irónicamente, mientras más avanzaban, más sensaciones nuevas querían descubrir, pero tenían todo el tiempo del mundo para hacerlo.

Al separase, Eriol la retuvo entre sus brazos llenándose del dulce perfume que el cabello de la chica despedía, al tiempo que acariciaba la suave mejilla de ella. Después de unos instantes le preguntó:

-Pequeña... ¿Eres feliz?

-Por supuesto que lo soy. Tú eras lo que mi vida necesitaba para sentirse completa... -De pronto la mirada de Tomoyo se quedó perdida, desconcertando a Eriol.

-¿Qué ocurre?

-Bueno... Es que es una necedad mía... Quizá no es más que un capricho, pero no he podido quitármelo de la cabeza...

-¿De qué se trata, cariño?

-Cuando estuvimos recuperándonos, para ser precisa, cuando soñé con el Mago Clow, él me dio a entender algo acerca del señor William que aun no logro descifrar... O mejor dicho, que no puedo aceptar.

-¿Y qué es eso que te desconcierta?

-Aún... aún no sé quien es mi padre.

-No veo que relación tiene eso con lo que... ¡Espera! ¿Crees que William...?

-Lo sospecho, aunque quizá no tenga fundamentos, pero el señor Clow dijo que a su debido momento me enteraría de todo. Obviamente mi madre es quien debe decírmelo, ¿no lo crees?

-Supongo que sí ¿Piensas preguntárselo?

-No me atrevo... Quizá no le agrade hablar de eso... Si durante años no ha tocado el tema, no veo por qué deba hacerlo ahora.

La conversación fue interrumpida por Mei-Lyn, quien lucía un hermoso vestido rosa, perfectamente modelado por su espléndida figura, producto de sus entrenamientos en artes marciales. Ella estaba varios metros lejos de los enamorados, pero hizo gala de su potente voz al gritarles:

-¡Chicos, sus padres dicen que entren a la casa, quieren hablar con nosotros!

Esto sorprendió un poco a los jóvenes, pero de inmediato Eriol se puso de pie, brindándole su mano a Tomoyo para ayudarla, y tomados de la mano, se dirigieron a la casa.

Cuando entraron, todos los esperaban en el Gran Salón de la mansión. Las familias Hiragizawa, Daidouji, Lee y Kinomoto estaban reunidas. El señor Amamiya también se encontraba allí, al igual que la profesora Kaho y su esposo, un atractivo joven Estadounidense con habilidades mágicas. Los guardianes estaban presentes en su verdadera forma, cosa que ya no sorprendía a nadie.

Tomoyo notó que la mirada de Yelang Lee, Fujitaka, Sofía y Kenji Hiragizawa mostraba cierta tristeza, no así la de su bisabuelo, la de Touya, de los guardianes o la de Kaho, quienes de hecho también parecían desconcertados al ver a las familias de los jóvenes hechiceros reunidas.

Sonomi estaba algo inquieta, pero el señor Fujitaka trataba de tranquilizarla. Al principio no tuvo valor de hablar, pero al darse cuenta que los adultos esperaban que la señora Daidouji iniciara, Tomoyo decidió romper el silencio y preguntó:

-¿Y bien mamá? ¿Qué ocurre? ¿Por qué estamos todos reunidos?

-Yo... Ah... Tengo algo muy importante que decirles, pero antes que nada quiero pedirles a todos una disculpa... De no haber guardado silencio, quizá no hubieran pasado por todo lo que sufrieron cuando mi hija fue secuestrada; pero yo no creí que el secreto que tenía pensado llevarme a la tumba pudiera ser tan grave como para causar que tanto Eriol como Tomoyo estuviesen a punto de perder la vida... ¡Por favor, perdónenme!

Los jóvenes se sorprendieron al escuchar sus palabras, así que intercambiaron miradas de desconcierto; los únicos que parecían serenos eran los adultos, a excepción del abuelo.

-Sonomi... Creo que hablo por todos al decir que no comprendo nada. No veo porque tengas que pedirnos disculpas.

-Ahora lo entenderás todo, abuelito... Mi querida hija... Siempre me has preguntado por alguien muy importante en tu vida y que no estuvo a tu lado. Yo no encontraba el método para decirte la verdad, no podía hacerlo, cómo iba a explicarte algo que yo misma no acababa de comprender.

La angustia en el rostro de la señora Daidouji se hacía más evidente, y sin darse cuenta se puso de pie y comenzó a dar vueltas por la habitación. Nuevamente el señor Kinomoto intervino y la condujo hasta la silla en la que inicialmente estaba sentada.

-Bien... Lo- lo siento... Explicaré todo desde un principio y al final júzguenme, si lo creen necesario... -Después de dar un sonoro suspiro la señora Daidouji dijo- Hace más de veinte años comenzaba a hacerme cargo de las finanzas de la empresa de nuestra familia. Mis padres estaban muy graves, indudablemente no les quedaba mucho tiempo de vida, y el abuelo se había retirado, así que no tenía más remedio que comenzar a tomar las riendas de la familia. Nadeshiko era dichosa viviendo con su amado esposo y su pequeño hijo: Touya. Yo envidiaba esa felicidad. Ella vivía en paz, sin nada que la perturbara, mientras que yo tenía la obligación de viajar constantemente; por lo tanto, el amor por el cual mi prima había renunciado a todo, yo no lo conocía.

"Uno de mis viajes me llevó hasta Inglaterra, para ser precisa a Londres... De todo el mundo, hubo algo en allí que me dejó cautivada. Era como una poderosa fuerza que me invitaba a establecerme en ese lugar. Aunque lo quería, aunque esa voz era insistente, no me atreví a hacerlo. Si abandonaba mis responsabilidades, la compañía que tanto trabajo les había costado levantar a mi familia, seguramente caería a manos de un desconocido.

Lo que creí que era una vaga ilusión mía, se materializó en un apuesto caballero llamado Christian Daidouji. -Tomoyo abrió los ojos al darse cuenta que por primera vez su madre estaba nombrando a su padre- Al menos ese fue el nombre que me dio, no sabría decirte su realmente se llama así... ¡Era sumamente apuesto! Tomoyo, tú eres casi una réplica de él... Cabello negro, ojos azules y enigmáticos como la noche, piel blanca, rostro altivo y personalidad arrolladora. Sus facciones eran finas, pero a la vez varoniles y le daban un aspecto imponente. Su voz comúnmente era ronca, pero perfectamente modulada. Sus modales eran finos y educados... ¡Un verdadero caballero inglés! Todo en él me fascinó desde el primer instante... Nos conocimos en una cafetería."

Tomoyo no dijo nada, pero de inmediato relacionó la descripción de su madre con la del vampiro que le había salvado la vida. ¡Eran la misma persona! Sabía que sus deducciones estaban demasiado cerca de la verdad.

-Ya llevaba casi un mes viviendo en Londres, pues el trato por el cual había ido allá aun no se cerraba. -continuó Sonomi.- En aquel momento acaba de recibir una carta en la cual me informaban que mis padres habían fallecido. Fue un duro golpe para mí, a pesar de que jamás había llegado a depender de ellos, los quería; sin embargo, mi consuelo era saber que al fin descansarían, pues la enfermedad que extrañamente habían adquirido los dos casi al mismo tiempo, llevaba años matándolos lentamente y ellos ya habían sufrido demasiado. Siempre he detestado derramar lágrimas, aun más si es en presencia de la gente, pero la soledad que me rodeaba en esa cafetería, el frío de esa época y las circunstancias, hicieron que a pesar de mi orgullo comenzara a llorar, sin importarme nada ni nadie. Lo único que quería en aquel momento era liberar el dolor de mi corazón...

"El se sentó en mi mesa y me dio un pañuelo...

-Es una lástima que un rostro tan bello como el suyo sea opacado por las lágrimas...

Aunque me fascinó ese hombre desde el principio, mi naturaleza altiva y rebelde me hizo responderle:

-No recuerdo haberlo invitado a tomar asiento, ¿o sí?

Mi respuesta le sorprendió muchísimo, pues por un momento enrojeció y abrió desmesuradamente los ojos, pero recuperó rápidamente su serenidad y contestó:

-No creí que mi presencia le fuera tan molesta, pues parece necesitar un amigo...

-Un amigo, tal vez, pero usted ni siquiera es un conocido.

-Christian Daidouji. -contestó mientras extendía su mano.

-No le pregunté su nombre, pero gracias. -le respondí mientras con actitud forzada, aunque sólo en apariencia, respondía su saludo.

-¿Y cuál es su nombre?

-El hecho de que usted me lo haya dicho, no significa que yo deba hacer lo mismo. -me puse de pie y dejando un billete para pagar la cuenta, agregué- Buenas noches, y le agradezco sus buenas intenciones, aunque no eran necesarias.

-El destino nos une, señorita Amamiya. Aunque intente evitarlo, no podrá escapar.

Ya estaba bastante lejos de la mesa y de espaldas a ésta cuando escuché sus palabras, las cuales, por obvias razones, me sorprendieron. Cuando salí de la impresión, giré la cabeza hacia el sitio en el que había estado, pero él ya no estaba.

Regresé a Japón para el funeral de mis padres, pero volví a Londres, pues el negocio más importante de mi vida estaba por ser realizado. Allí me topaba con Christian en cualquier lado y casi a diario: en el cine, en un museo, en el teatro, en la ópera, en los restaurantes, incluso en la empresa.

Poco a poco, y con algo de resistencia por parte mía, comenzamos a salir. No voy a negar que esos fueron unos de los días más felices de mi vida. Él siempre era atento y todo un caballero. Sin darme cuenta me enamoré perdidamente de él. Un día me propuso matrimonio, no fue en una cena elegante, como lo esperaba, sino en mi departamento, pues ese día había sufrido un pequeño accidente y él se había quedado para cuidarme.

Me sentí la mujer más dichosa sobre el planeta y sin pensarlo ni consultarlo con mi familia, acepté. Esa misma noche, fuera de mí por la emoción que me embargaba, pero perfectamente consciente de lo que hacía, compartí la primera y única noche con él.

La boda se realizaría en unos cuantos meses, pero para mi sorpresa quedé embarazada de mi querida Tomoyo tras ese encuentro. La boda se llevó a cabo en Febrero, curiosamente el día 17, era viernes, lo recuerdo perfectamente, pero nadie de la familia asistió, aunque en ese entonces, mi única familia eras tú abuelo. En aquel entonces estabas muy lejos y a raíz de la muerte de mi padre, no querías viajar, ¿lo recuerdas? Aunque no pude invitarla, pues aun estaba molesta con ella por habernos abandonado para casarse contigo Fujitaka, supe que Nadeshiko estaba también embarazada, te esperaba a ti, querida Sakura, pero su estado era delicado, por ello, aunque la hubiera hecho partícipe de mi próxima boda, ella no podría salir del país.

Tan pronto como nos casamos, Christian partió de viaje, pues tenía un asunto muy importante que arreglar, me dijo. Así que la noche de bodas la pasé sola, y mi mayor consuelo era el pequeño bebé que crecía dentro de mí. Él volvió en el mes Julio para ver como me encontraba y volvió a irse. El 3 de septiembre, día en que nació Tomoyo, -yo había vuelto a Japón en agosto- él no estuvo presente. Traté de llamarlo y avisarle, pero no lo localicé.

Abuelo, tú no sabías que tenía meses de no verlo, la verdad no quise decírtelo por temor a lo que podías pensar, así que oculté el dolor de no tener al padre de mi pequeña en el momento en el que daba a luz. Pero cuando te tuve en mis brazos, mi niña, el dolor desapareció y me diste fuerzas para vivir y seguir adelante. Fuiste y eres mi esperanza y mi mayor motivación.

A la semana de tu nacimiento, tu padre regresó y de inmediato quiso que fueras registrada, a pesar de todo yo no podía negarte el apellido de tu padre, yo misma lo llevaba, aun lo llevo, así que accedí.

Él se quedó en la casa por un tiempo, pero cada noche salía sin decirme nada. Intrigada, decidí salir a buscarlo en la primera oportunidad que tuve. Te dejé a cargo de la niñera y sin que él se percatara seguí sus pasos. Llegué hasta un bar, donde él cortejaba a una hermosa muchacha. Recuerdo que esa joven era una de las más bellas que he visto en mi vida. Parecía modelo. Era rubia y con hermosos bucles dorados cayendo por su esbelta figura. Me sentí furiosa, quise ir hasta la barra y darle a esa mujer y a Christian su merecido, pero conteniendo mis impulsos, no hice nada y me limité a observar. Ambos salieron del bar y los seguí una vez más.

Los perdí de vista unos instantes, pues ellos salieron por una puerta de emergencia. Al salir, me llevé una impresión terrible cuando los encontré en un lúgubre callejón. Gracias a un faro de luz, vi con claridad que él estaba mordiendo el cuello de la muchacha al tiempo que sostenía su cuerpo levitando en el aire. No puedo describirles lo que en ese momento sentí. Mi cuerpo entero tembló de terror. Pensé que me había vuelto loca y estaba alucinando, pero el grito que di y la reacción de él ante el agudo sonido que produje me hizo darme cuenta que nada de lo que había presenciado era irreal."

"No me fue posible correr u ocultarme. Soltó el cuerpo mal herido de la joven y apareció frente a mí en un abrir y cerrar de ojos. Vi sus labios llenos de sangre y un siniestro brillo en sus pupilas. Sus manos sujetaron mis hombros con fuerza y sé que por su mente cruzó la idea de matarme. Pero cuando estuvo a punto de estrujar mi cuello entre sus manos me atrajo hacia él y dijo algo así:

-Aunque quiero, no puedo hacerlo. Hay alguien más en juego y debes cuidar de ella. Cuídala bien, porque volveré por ella algún día, cuando sea el momento. Sólo te haré una advertencia: No reveles nada de lo que has visto o de lo contrario no tendré misericordia y te mataré sin importarme nada, ¿queda claro?

Yo no pude responderle, estaba demasiado alterada como pensar en una respuesta, además no me dio oportunidad de hacerlo, pues me besó por última vez y partió para no volver jamás. Me quedé estupefacta por unos momentos, no sabía qué hacer... Él pudo haberme matado, pero no lo había hecho, yo lo sabía, sin embargo mi cerebro no reaccionaba ante lo que acababa de pasar... Todo era demasiado fantasioso para poder creerlo, pero a pesar de esa confusión, de una cosa me di cuenta: Debía protegerte Tomoyo, sin importar lo que ocurriera, jamás permitiría que él te encontrara.

Desde que tienes uso de razón me has preguntado por el paradero de tu padre, pero yo no quería que supieras nada de él, ni siquiera su nombre, porque sabía que si te encontraba te llevaría a su lado. Sin embargo, nada de lo que hice para evitar que sufrieras funcionó, de hecho creo que el no haber hablado desde el principio con la verdad fue lo que causó este problema. Él quería recuperarte, por ello trató de convertirte en un vampiro... De no haber sido por Sakura, Shaoran, Fujitaka, Eriol y los guardianes, el final pudo haber sido desgarrador. Gracias a su ayuda no moriste a manos de él"

Sakura y Shaoran se miraron con confusión y remordimiento reflejados en sus rostros. Después de todo William les había dicho la verdad: ¡Él era el padre de Tomoyo! Quizá no debieron haber dudado en revelar la información que poseían, pero ya no había marcha atrás, ahora sólo debían esperar para ver la reacción de la joven Daidouji.

Ella tenía la mirada perdida. Había atendido a las palabras de su madre y su cerebro trabajó tan rápidamente, que pronto sacó las conclusiones de todo lo que había ocurrido durante tantos años, sin que ella se diera cuenta.

Julián había fungido como el espía de su padre desde que se había alejado de ella, por eso es que él estaba perfectamente informado de todo lo que había acontecido en sus vidas, incluyendo el hecho de saber la existencia de las cartas Clow y de Sakura.

¡Su padre! ¡Ese vampiro era su verdadero padre! El llamado de la sangre, como muchos lo llaman, le había indicado desde el preciso momento en el que lo tuvo frente a ella quien era él, pero no lo creyó posible. Era hija de un vampiro y un mortal, tal y como Julián se lo había dicho, pero siempre relacionó esa historia con la de la señorita Catherine, no con ella. A pesar de todo, le tenía un profundo agradecimiento, pues gracias a él y a Nathasha, ella y su amado habían revivido.

-Mamá... -dijo casi con un susurro- ¿Quieres saber el verdadero nombre de mi padre?

-¿Lo- lo sabes?

-Sí. Y yo también tengo algo muy importante que decirte: él y su esposa, la señora Nathasha, quien me quería como su propia hija, sacrificaron sus vidas para devolvernos a Eriol y a mí las nuestras. El nombre de mi padre era William Andrews.

Sin soportar más, Tomoyo dejó salir todas las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos. Eriol se contuvo para no abrazarla y le cedió el lugar a su madre. Los presentes fueron mudos testigos. No hallaban ni una sola palabra de consuelo para Tomoyo o Sonomi. La primera porque se acababa de enterar de su verdadero origen, la segunda, porque se sentía culpable por el sufrimiento del ser a quien más quería.

En silencio, Yelang se puso de pie y se dirigió a la puerta, indicándole a sus hijas, a su sobrina y a Shaoran que hicieran lo mismo. Los Kinomoto siguieron su ejemplo y Sakura llamó a sus guardianes. Acto seguido la familia Hiragizawa salía del Salón, acompañados por los otros dos guardianes, mientras Eriol sostenía al señor Amamiya. Kaho y su esposo salieron tomados de la mano y con la mirada fija en el piso. Cuando todos salieron, Tomoyo se sintió libre de sollozar, y llorando por primera vez en muchos años en el maternal pecho de su madre, se permitió a sí misma liberarse del dolor que desde que tenía uso de razón la había acompañado.

Las tres familias y los guardianes se dirigieron hacia el salón de té en total silencio. Nadie era capaz de comentar algo. No había ni una sola palabra que pudiera mitigar el dolor por el que la familia de Tomoyo estaba pasando.

Sakura era quien más lamentaba el que su mejor amiga a atravesara esos momentos tan difíciles. Tomoyo siempre le había mostrado una sonrisa cuando ella perdía las esperanzas. Ella siempre le había hecho ver que no debía rendirse ante ninguna circunstancia. Ella que era su apoyo incondicional, siempre había vivido con el agudo dolor de no saber nada acerca de su padre, y más aun, con el dolor clavado en el alma y soportándolo de manera silenciosa, pues jamás compartió su pena con nadie.

Eriol ya había notado esa melancolía en los ojos de Tomoyo, una melancolía que estaba profundamente escondida tras esos hermosos ojos que lo conquistaron, y además que ella disfrazaba hábilmente con su tierna sonrisa. Si bien sólo un dolor agudo era capaz de vivir tantos años oculto en el fondo del alma, él también se había dejado llevar por su máscara de felicidad y madurez, olvidándose de esa pena que seguramente atormentaba a la joven. Esperaba que tras haberle abierto las puertas de su alma a la luz, esa oscuridad abandonara de una vez y para siempre el corazón de su amada. Él mismo se encargaría de apoyarla para que al fin su sonrisa y el brillo de sus ojos no fuesen opacados por ningún dolor.

-Madre... ¿usted sabía todo esto? -interrogó suavemente Shaoran instantes después de salir del salón.

-Sí, Sonomi nos lo dijo antes de que ustedes entraran. Obviamente se abstuvo de contarnos los detalles, pero Sofía, Kenji, Fujitaka y yo fuimos enterados al mismo tiempo.

-¡No puedo creerlo! ¡Todo esto debe ser un sueño, una pesadilla! Sonomi ha vivido 20 años con ese secreto enterrado en su corazón... ¡Es simplemente inconcebible!

-Abuelito, no te preocupes más con eso... A pesar de todo las cosas no han salido mal. Tomoyo está viva y ya nada perturbará su felicidad. -dijo Sakura mientras abrazaba con ternura a su bisabuelo.

-Pero es que todo paso frente a mis ojos sin que yo pudiera hacer nada. Ella sufrió enfrente de mí y yo no le presté atención por ahogarme en mi amargura y mi dolor.

-'No existen las coincidencias, sólo lo inevitable' Eso lo solía decir el Mago Clow. –intervino Fujitaka- El destino de Tomoyo estaba escrito; el que William conociera a Sonomi era necesario para que ella naciera. Además, el sufrimiento de su nieta ha sido recompensado con el amor que Tomoyo le ha dado al paso de los años.

-Y Tomoyo ha sido y es muy importante para nosotros. Cuando Sakura fue Card Captor, estoy seguro que sin su ayuda y apoyo incondicional, le hubiera sido imposible atrapar las cartas, ¿o estoy en un error, Sakura?

-No, no lo estas Eriol. A Tomoyo le debo mucha de la felicidad que ahora hay en mi vida. –respondió dirigiéndole una fructífera mirada a Shaoran, misma que fue interceptada por Touya y miró al chico Lee con unos ojos que prácticamente echaban chispas de odio.

-Señor Amamiya, créanos. Yo no conozco mucho a su familia, salvo a Sakura y a Tomoyo, pero le aseguro que sus nietas son las mujeres más fuertes que he conocido. Bueno, después de mi tía Yelang, por supuesto. –comentó Mei-Lyn tratando de apaciguar el dolor que veía en aquel gentil anciano.- Usted no tiene idea de la clase de peligros que corrimos cuando Sakura capturaba las cartas. Y Tomoyo estuvo la mayor parte de las veces involucrada en esos peligros, pero jamás la vi llorar ni temer por lo que pudiera suceder.

-Entiendo lo que quieren decir y les agradezco el amor que le profesan a Tomoyo, pero eso no hace que me sienta menos responsable. Al morir sus padres, yo era el encargado de proteger a Sonomi y ayudarla. Ella siempre decía que su esposo estaba de viaje y que cada semana le llamaba para preguntar por Tomoyo. Ni siquiera me preocupé por investigar si eso era cierto o no... De haber sido más perspicaz le habría ahorrado el dolor de cargar en silencio con ese terrible secreto.

-No, abuelo -dijo Sonomi abrazándolo, pues acaba de entrar al Salón-. No te culpes de nada... Todo quedó en el pasado y ahora no tiene caso atormentarse más. Mi alma al fin se ha liberado. Al fin puede respirar en paz...

Tomoyo entró poco después que su madre, y aunque en su mirada se observaba cierta tristeza, llevaba la cabeza en alto, mostrando lo enrojecidas que estaban su nariz y mejilla, pero a Eriol le pareció verla más hermosa que nunca. Si bien la noticia no le había sorprendido del todo, tampoco fue algo que asimilaría así como así. De hecho sabía que apenas estaba empezando a comprender. Su mirada fue centrándose en el piso mientras en su mente se formaba la certeza de que los momentos de dudas y de sombras la asecharían de ahora en más... Pero de pronto sintió una mano entrelazándose con la suya; aunque se sintió confundida por unos instantes, al levantar la vista y toparse con esa paz que los ojos azules de su amado irradiaban, comprendió que no todo estaría mal. Ya antes había sufrido y lo había superado. Ahora que Eriol estaría a su lado el peso del dolor sería menor, sería mucho menor...

-A partir de hoy comenzaremos desde cero... -concluyó Kaho con una amplia sonrisa mientras tomaba la mano de su esposo, Louis Campbell, siendo perfectamente sincronizada con los pensamientos de Tomoyo.- Este es un nuevo inicio para todos, así que lo que pasó, pasó; no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Además, lo que ocurrió en el pasado nos ha traído hasta este momento, donde todos estamos reunidos y al fin somos felices, sin sombras que nos acechen, ni secretos que nos lastimen.

-Brindemos por la eterna felicidad. –sugirió Rubí Moon.

Todos estuvieron de acuerdo y tomando las copas con sidra que Mei Lyn y Rubí Moon habían llevado al salón de té, donde ahora estaban reunidos, brindaron.

Para mayor comodidad, fueron hacia uno de los grandes salones de la mansión, donde el ambiente era más fresco y poseía una hermosa vista, debido a que el cuarto estaba rodeado de ventanales.

Shaoran y Sakura murmuraban algo en el sofá en el que se habían sentado, lo cual llamó la atención de más de uno de los presentes, pero nadie dijo nada. Después de un rato de estar así, Sakura se puso de pie y un poco nerviosa al sentir la mirada de todos fija en ella, dijo:

-Bueno... Perdón por interrumpirlos, pero Shaoran y yo queremos darles una noticia muy importante, aprovechando que nuestras familias están reunidas. ¿Se las dices tú?

A pesar del imponente aspecto de Shaoran y de la seriedad que mostraba su rostro, se puso completamente rojo y murmuró:

-Yo... Señor Kinomoto, lo que quiero decirle... ¡pedirle!... -aclaró su voz- Yo, quiero pedirle la mano de Sakura en matrimonio.

-Así es... Bueno... Lo que queremos decirles es que... -dio un fuerte suspiro antes de decir- ¡Shaoran y yo estamos comprometidos! -dijo la joven mientras mostraba con un poco de timidez su mano izquierda, luciendo la espléndida sortija que adornaba su dedo anular.

La mayor parte de los presentes se asombraron, excepto tres: Yue, Tomoyo y Eriol.

-¿Pero cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? -dijeron graciosamente Touya y Kerberos a la vez.

-Hijo, Kero, tranquilos. Yo también estoy muy sorprendido, no esperaba que fuera tan pronto, aunque bien sabía que esto ocurriría en algún momento.

-¡Pero Sakura es una niña! -replicó el señor Amamiya.

-Y tú Shaoran, aun no terminas la Universidad -dijo asombrada, aunque no enojada, la señora Yelang Lee.

-Calma, madre... El pequeño Shaoran tenía que casarse tarde o temprano. Además, ha hecho la mejor elección. -agregó Shiefa, la hermana mayor del joven mago.

-Y tú abuelito, recuerda que Sakura está apunto de cumplir 20 años y es una joven muy inteligente. De entre todos los hombres del mundo, ha escogido al mejor, pues Shaoran la ama como nadie más lo hará, lo sé porque conozco a ambos desde que somos niños. Definitivamente él es la mejor persona que pudo haber encontrado Sakura y viceversa. Sé que ellos serán muy felices juntos. -dijo Tomoyo mientras abrazaba a sus amigos.

-Tienen mi bendición, mis queridos niños -dijo Fujitaka mostrando una gentil sonrisa- Shaoran, sólo te pido que cuides bien a mi pequeña.

-No lo dude, señor Kinomoto, siempre lo haré. -respondió mientras miraba con ojos de amor a su adorada Sakura.

-Pues lo mismo les digo yo, Shaoran y Sakura, nada me hace más feliz que saber que tendré una nuera tan linda como Sakura. Lo único que les voy a pedir es que tomen las responsabilidades que su nueva vida conlleva con entusiasmo y seriedad.

-Así lo haremos madre, no tiene porque preocuparse.

-Una pregunta más... ¿cuándo piensan casarse? No lo harán mañana, ¿no es así? -interrogó con preocupación el señor Amamiya.

-No abuelito, por supuesto que no... Esto es un compromiso, pero esperaremos hasta terminar la universidad para casarnos. ¿Verdad?

Shaoran asintió con una sonrisa. La felicidad de los enamorados era tal que de pronto, aunque se negaba a aceptar abiertamente la unión del "monstruo" con el "mocoso", Touya sonrió y abrazando a su hermana le dijo al oído:

-Deseo que seas muy feliz, hermanita, te lo mereces... Sé que al lado de ese niño insoportable lo serás. Pero si en algún momento ese mocoso trata de pasarse de listo, sólo avísame y me haré cargo de ponerlo en su lugar, ¿entendiste, monstruo?

La joven Maestra de Cartas sonrió plácidamente al escuchar las palabras de su hermano y también lo abrazó efusivamente.

Las muestras de afecto y felicitaciones rondaron por toda la habitación, hasta que de pronto Tomoyo, quien se estaba tomada de la mano de Eriol, dijo:

-Esperen, Sakura y Shaoran, tengo un enorme favor que pedirles.

-¿Cuál es? -respondieron sus amigos casi al unísono.

-¿Puedo hacer sus trajes de boda? ¡Por favor, no se vayan a negar, les prometo que quedaran divinos!

A todos los presentes les salió una gota en la cabeza. Los futuros esposos sonrieron y tomando ambas manos de Tomoyo, Sakura le dijo:

-Por supuesto, querida Tomoyo.

-Tú eres la más indicada para hacerlo. -agregó Shaoran.

-Y a nosotras nos dejarás organizar la boda ¿verdad, querido hermanito?

-¡Entonces yo cantaré en el banquete! Sé que con mi hermosa voz todos quedarán cautivados –comentó Mei-Lyn haciendo gala de su muy elevado ego.

-¿Qué dices, chiquilla? Si alguien cantará esa será Tomoyo. Ella sí tiene talento, no como tú... Y déjame decirte, mocoso, que eres muy afortunado al permitir que yo, el GRANDÍSIMO Y PODEROSO KERBEROS te permita casarte con Sakurita.

-En eso tiene razón el muñeco de peluche. Agradécenos nuestra gentileza, mocoso. Aunque Sakura sea un monstruo, no permitiré que alguien quiera pasarse de listo con ella

-Y Sakura, ya has pensado en cómo llamarás a nuestros sobrinos. Por favor, no tengan muchos hijos. Con seis o siete será más que suficiente.

-¡Estarán hermosos! ¿No lo crees Feimei?

-Claro que sí, Fuutie... ¡Debemos ir haciendo ropa de bebé para que no nos tomen desprevenidas!

-¡Sakura, pero eres una niña! No puedes ser madre tan joven... –dijo la madre de Tomoyo, como siempre, preocupándose como siempre, por su pequeña sobrina.

-¡Eso sí! Deberán vivir en china para poder verlos seguido. –imperó Fanren.

-¡Claro que no! Sakurita vivirá en Japón y yo cuidaré a sus hijos...

Los jóvenes prometidos únicamente giraban su cabeza en dirección de cada uno de los miembros de la familia que exteriorizaban su opinión, las cuales duraron mucho mucho mucho tiempo. Decidieron reservarse sus comentarios para después, y se limitaban a negar o asentir con la cabeza según fuera el caso. De esta manera, la reunión familiar se convirtió en una celebración llena de algarabía y entusiasmo mientras planeaban la futura boda...

FIN

Lamento que este capítulo haya sido muy largo, pero es que la narración que Sonomi dio era necesaria. Ofrezco también disculpas por la tardanza en subir. Sé que en estos últimos capítulos me he extendido mucho en actualizar, pero es todo fue por culpa de los trabajos finales de la universidad. Aunque aquí entre nos me siento muy feliz porque me fue MUY MUY MUY BIEN este semestre.

Bueno, chicos, podríamos decir que esto fue el final. Pero como todos saben, después de esto sigue un epílogo. Al fin sabemos por qué Sonomi guardaba tan celosamente el secreto sobre el nacimiento de Tomoyo. Ese fue un duro golpe para nuestra querida amiga, pero con el amor de todas las personas que la quieren el dolor no vivirá en su corazón. ¡Gracias por leer el fic y continuar dejándome reviews.

Ahora vamos con los agradecimientos "personalizados".

Saturno: ¡Qué pena que vayas a perderte el final del fic... Y por mi querido Eriol no te preocupes... Todo está fríamente calculado. A ese hombre no lo maltrato más allá de lo necesario. Gracias por seguir siendo fan del fic, y no te apures, aunque como todo tiene que llegar a su final, a esta linda parejita todavía le estoy sacando mucho jugo. Hay un fic que estoy escribiendo en UA, espero que les guste, pero como no me gusta abarcar mucho y no apretar nada, terminaré primero con "La verdadera historia de Tomoyo", luego vendrá "Una semana en las montañas (el lemon) y empezaré a subir el siguiente fic. En fin, espero leer tu review ya sea en este capitulo o en el epílogo. GRACIAS POR TU APOYO.

Sora: Sé que me vi muy malvada al poner a Touya del "oportuno", pero es que necesitaba a alguien que hiciera ese papel, y no se me ocurrió nadie más. Además, nuestro querido Doctor Touya tenía motivos muy validos para irrumpir así como así en la habitación de Tomoyo. Debo confesarte que Sonomi también fue una candidata idónea para que interrumpiera el momento, pero es que ya he leído muchos fics en los que ella es la suegra villana y malvada, y eso me pareció poco original, por eso él fue el elegido. Gracias por aportarme tanto y por fas, no olvides dejarme tus reviews para este final y para el epílogo. ¡¡NOS VEMOS!

Undine: No agradezcas nada, para mí es un verdadero placer leer buenos fics que hablen de mi pareja favorita de SCC. Creo que después de esto, queda más o menos claro por qué Eriol tenía que mostrarle a Tomoyo su amor. Digo. Todo lo que Sonomi les confesó hoy no fue cualquier cosa, y si bien el amor te hace sentirte por sí solo inmensamente feliz, también es el mejor soporte en los momentos en los que sientes que el mundo se te viene encima, ¿no crees? En fin. Ojalá nos podamos leer pronto y cuídate mucho. ¡HASTA PRONTO!

Sangomikarin: ¡Eres bruja! Jejeje... precisamente esa es la idea. El epílogo que verás la próxima vez que actualice nos mostrará la vida de nuestros amigos algunos años después de este fin. De esta manera, el siguiente fic se situará entre este fin y el epílogo. Ojalá y este capitulo y los que vienen te agraden lo suficiente como para dejarme tus comentarios. Muchas gracias por tomarte la molestia de leer el fic y de escribirme tus impresiones. Espero leerte pronto. ¡Cuídate!

Tomoyo: Y.Y snif snif... ¡Gracias por tus palabras! De las cosas más bonitas que me ha dejado escribir mis fics y mostrarlos, es el conocer personas como tú, con tan lindos y bondadosos sentimientos. Confío en tu apoyo para el siguiente fic, y nuevamente te agradezco tus comentarios. ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!

Kary: Déjame decirte que desde que vi Sakura Card Captors por primera vez (y eso ocurrió cuando Cartoon N. Transmitía la segunda temporada) supe que Eriol debía quedarse con Tomoyo. ¡Gracias a Dios existen los fan fics y aquí puedo exponer mis planes frustrados por culpa de CLAMP! Gracias por apoyar esta historia de principio a fin y ojalá el lemon te guste lo suficiente como para que ten ganas de dejarme un review. ¡Estamos en contacto!

Sailor Alluminen Siren: Ojalá y no te decepcione el final, pero quiero creer que el epílogo será de tu agrado. Eres muy linda por apoyarme, y créeme que yo comprendo eso de los finales. Sé que de repente es un sacrificio dejar horas de estudio por leer fics (aunque para personas como yo, es lo que impide que te vuelvas loca con tantos trabajo y exámenes) y eso hace más amplios mis agradecimientos. Cuenta conmigo para lo que necesites y cuídate mucho.

Selene (o Luna): Como lo he dicho antes, sólo bastó para que viera a Eriol Hiragizawa para saber que él debía enamorarse de Tomoyo (y a la inversa). Qué pena que CLAMP no pensó lo mismo que yo y juntó a mi amado Eriol con Kaho Mizuki. Y bueno, ni qué decir de Tomoyo, quien en el Manga da claras muestras de estar enamorada de Sakura. Pero en mi mente y en mi corazón, tengo la esperanza de que en este mundo hay un Eriol para cada Tomoyo. Jejeje... (Ay Dios, ¿de dónde saco estas ideas tan locas?) Muchas gracias por tu apoyo, y espero que sigamos en contacto.

Maru-chan: Espero que el beso que se dieron no te haya decepcionado. Cuando lo escribí pensé en mi primer beso con un chico a quien quiero mucho (mi exnovio) y traté de escribir esas sensaciones tan lindas que te recorren todo el cuerpo. Eso fue en compensación por la horrible interrupción de Touya el capítulo pasado. Gracias por decir esas cosas tan lindas. A mí también me gustaría escribir mucho más sobre esta linda pareja, y de hecho ya tengo otro fic que aun no tiene título, pero que ya va muy avanzado, y es un UA. Es su momento lo subiré a la página y espero contar con tu apoyo. Quizá el epílogo lo subiré la próxima semana y casi enseguida, iniciaremos con "una semana en las montañas". Espero seguir leyéndote. ¡Domo Arigatou!

Ximenix: ¡Gracias por todos tus comentarios! Hiciste que mi autoestima subiera, porque no estás tú para saberlo, ni yo para contarlo, pero en estos días me he sentido algo tristona. Quizá por eso es que me he tardado un poco más en actualizar. Tengo que esmerarme para que el epílogo sea de su total agrado, pero ya está prácticamente terminado, sólo le faltan unos cuantos detallitos, pero definitivamente será tierno y romántico... yo no concibo otro tipo de finales. (Bueno, ahora que lo recuerdo, escribí un fic de Magic Knight Rayearth que sí quedó triste, pero como ese fic fue basado en una vivencia personal, pues tenía que apegarlo a la realidad, y en realidad fue muy muy muy triste ese asunto) Quisiera seguir contando con tu crítica para el siguiente fic, porque ese sí es un prueba de fuego. Ojalá te animes a hacerlo. De nuevo muchas gracias por todo y nos vemos en el epílogo

WiOvIx: Qué lindos comentarios... ¡Y POR SUPUESTO QUE ESTARÁN JUNTOS ESTOS ADORABLES ENAMORADOS! Eso no lo dudes, pero ya me dirás que tal en el epílogo. Lo de los obstáculos puede que no sean todos, pero eso aun no lo garantizo. Es que unos chicos lindísimos, quienes se llaman Sele-chan y Alejandro, me recordaron que un vampiro no muere fácilmente, así que contemplando la posibilidad de que Julián regrese varios años después, empecé a hacer el borrador de lo que sería una posible continuación. Pero aun no estoy muy segura de si lo voy a seguir escribiendo o no. Muchas gracias por tu interés y espero que nos sigamos viendo.

Sele-chan y Alejandro. ¡USTEDES SÍ APOYAN EL REGRESO DE JULIÁN! Vaya... nunca pensé que alguien lo querría de vuelta... Bueno, el muchacho estaba muy guapo (al menos en mi imaginación) pero con lo villanote que fue, ni en mi más locos sueños creí que alguien lo quería ver de nuevo. Bueno, pues entonces empezaré a esforzarme por hacer un digno regreso del apuesto villano y un contexto decente para su aparición. ¿VERDAD QUE ERIOL-KUN ES EL CHICO CON EL QUE TODAS SOÑAMOS? ¡Qué Dios me castigue con uno así! Y bueno, cuando uno anda concentrado en esos momentos... IMPORTANTES... pues eso de sentir presencias y demás sale sobrando. Además, Touya al menos tenía el pretexto de irrumpir en la habitación por ser Médico. Y todos conocemos al Señor Touya Kinomoto, cuando se pone enérgico, ni quien lo aguante... (pero aun así, después de mi querido Eriol me parece el personaje más sexy de Sakura Card Captor) Y lamento la tardanza, pero como bien lo dicen, cuando uno anda en finales, el tiempo es oro. ¡Gracias por continuar conmigo en este camino hacia el final. Espero leer sus comentarios en este capítulo y en el epílogo. ¡HASTA PRONTO!

Arlet: Debo decirte que tu review acaba de pasar a la historia como mi favorito. Muchas gracias por tus gentiles comentarios, no sólo hacia lo que escribo, sino incluso hacia mi persona. Creo que eres de las pocas personas que realmente captan la finalidad de escribir. Tengo una imaginación muy alocada, pero cuando escribo, no sólo quiero que lo haga mi mente, sino también mi corazón, y la manera más adecuada que hallo para que eso ocurra, es transmitirles a ustedes, lo que ha pasado por mi corazón. Ya sean momentos buenos o malos creo que todo nos deja una sabiduría que en el futuro sabremos aprovechar. Veo que eso es lo que te pasó a ti con tu "persona especial". Pero ten fe en que si ese chico y tú deben estar juntos, el universo conspirara para que tu sueño se realice. Aún tengo la esperanza de que o volverá a mí "mi persona especial" (o en términos cristianos: exnovio) o encontraré a quien me haga completamente dichosa sólo con una mirada. Te deseo la mejor de las suertes en todo, tú también me haz caído súper bien y ojalá podamos seguir en contacto. Y ya felicité a mis amigos de tu parte... (los dos se pusieron rojos como jitomate y me dijeron que por qué andaba hablando de ellos en Internet, pero también me dijeron que te agradeciera tus comentarios... jejejeje) ¡HASTA PRONTO!