Como ya saben los personajes no me pertenecesn, son de Saint Seiya, y solamente los tomé prestados para hacer esta historia.
Bueno mis niñas, ahora si viene el "capitulo infame". Por favor no me lancen jitomatazos, piensen que los seres humanos nos equivocamos y muchas veces lastimamos a las personas que queremos y no nos damos cuenta hasta que ya es demaciado tarde.
Espero que les guste el capitulo.
Capítulo 5
"¿Qué dices?"
2Si Milo, fue por ti que me alejé. No podía competir con el recuerdo de Camus. Volví con la esperanza de que lo hubieras olvidado, quería saber si tengo alguna oportunidad de que tu y yo estemos juntos."
Milo se retiró a un rincón donde no penetraba la luz, y oculto por las sombras se recargo en una pared del templo.
"Kanon, me sorprende lo que me dices, no creí que tu sintieras algo por mí."
"Escúchame. Cuando fui tu maestro en la preparatoria, nació en mi un sentimiento que al principio no supe como interpretar, pero conforme fue pasando el tiempo me di cuenta de que te amaba...Yo sabía que amabas a Camus y que sufriste mucho cuando murió. Estaba seguro de que si en ese momento yo te hablaba ibas a rechazarme, y no pude resistir esa angustia. Me fui a recorrer el mundo tratando de olvidarte.. Durante mucho tiempo me dedique a beber. Hacía lo posible por embrutecerme y no pensar en ti, pero pasó el tiempo y no pude olvidarte. Decidí regresar, pero no como un pobre borracho, Entonces me dedique a viajar, a estudiar. He tratado de ser una mejor persona para poder presentarme y decirte lo que siento, pero al llegar me enteré de que Mu y tu eran amantes"
"- - - -"
"Cuando te fui a buscar al Bar, tenía intenciones de contarte lo que te estoy diciendo ahora y después me iba a ir de nuevo, pero cuando me dijiste que su relación había terminado, tuve una pequeña esperanza. ¿No me dices nada?."
"No sé que decirte, contestó aún desde su escondite."
"Dime si podrías llegar a amarme. Siento que en estos días que hemos estado conociéndonos hemos creado un vínculo especial."
"Kanon, no quiero lastimarte. Me agradas, pero yo siempre he pensado en ti solo como un amigo."
"Milo..."
Kanon se acercó hasta donde estaba Milo, tomo suavemente su barbilla y levantó su rostro No podía ver sus ojos, solo percibía un destello que brillaba en la oscuridad. Entonces se acercó y rozó sus labios con los suyos. Milo cerró los ojos. Kanon lo tenía aprisionado entre la pared y su cuerpo. Estaban tan pegados que podía sentir como latía el corazón de Kanon en su pecho.
Pero Milo lo rechazó y volteo la cara a un lado:
No Kanon . Yo, no puedo corresponderte.
"¿Por qué? Yo sé que con el tiempo puedes llegar a sentir algo por mí. Dame una oportunidad."
"Lo siento, no puedo hacerlo. Ahora creo que es mejor que te vayas."
Milo trató de apartarse, pero Kanon no lo permitió. El era más alto y físicamente más fuerte, apretó mas su cuerpo contra el de Milo, y volvió a besarlo, esta vez de manera ofuscada y brusca. Tratando de introducir su lengua en la boca de Milo que se resistía. Ahora sus manos recorrían el cuerpo de Milo. No podía controlarse. Sentir el calor de ese cuerpo resistiendo sus caricias lo excitaba demasiado.
"No hagas esto Kanon., dijo Milo tratando de empujarlo para poder alejarse, pero Kanon no lo escuchaba. Desde hacía mucho tiempo había soñado con poseerlo, y ahora que lo tenía tan cerca no podía ni quería dejarlo."
Milo sentía las manos de Kanon recorriendo su cuerpo impertinentemente, apretándolo, humillándolo, ahora su boca no lo besaba, mordía con desesperación su cuello y su pecho.
"¡NO, NO, NO!"
A pesar de los forcejeos no lograba alejar a Kanon, al contrario, ahora se sentía fatigado y poco a poco dejó de luchar...
Antes de perder el sentido Milo solo atinó a preguntar... ¿Por qué?
De pronto al mirar el rostro de Milo, Kanon pareció volver en sí. Se alejó del muchacho quien se encontraba tendido en el suelo, con la ropa hecha jirones. No podía creer lo que había hecho. Había lastimado a la persona que más quería.
"Yo... lo...siento. ...No quería...yo... Sin poder explicarse salió corriendo de la habitación y del Santuario. Quería escapar de sí mismo, pero no podía. Una y otra vez regresaban a su mente las escenas donde podía verse como en perspectiva, como si fuera una tercera persona, abusando de su amado Milo. Ahora no podría regresar y sabía que nunca sería perdonado y que todo aquello por lo que había luchado ahora no valía nada, ni siquiera valía la pena seguir viviendo con esa vergüenza.."
