Los personajes no me pertenecen.
¡Hola! Sigo viva y coleando, les dejo con el capítulo.
Richard se encontraba junto a Akane en Europa oriental para la histórica conferencia entre vampiros y licántropos. Ambos se encontraban muy ansiosos pues jamás pensaron que eran relativamente importantes. A la convención llegaron los dirigentes más importantes de ambos bandos. Entre los del lado de los vampiros se encontraba el Conde Drácula, su "hijo" favorito y su nieto Sean. Akane, Richard y Sean eran los únicos jóvenes en todo el lugar.
Los temas que trataron fueron muchos y variados pero todos tenían algo en común: la guerra que estaba acabando con ambos lados. Una guerra tonta, pero a la que simplemente no podían darle fin. En el receso de la primera ardua y conflictiva sesión; un grupo de licanos atacó pero fue controlado, los chicos se juntaron por el mero hecho de que no querían estar con los adultos.
- Hola me llamo Akane – comenzó la chica al ver que los otros dos preferirían no decir palabra
- Mucho gusto, yo soy Sean Snape
- Me llamo Richard – dijo el otro – Eres el nieto de Drácula, ¿No?
- Si lo soy y ustedes son la nueva manada
- Si
- También son brujos ¿No?
- Si, estudiamos en el IMA yo estoy en el 5to año y Richard en el 3ro.
- Yo también
- Pareces mayor - admitió Richard
- Y tú no pareces tan débil como los demás licántropos
- Yo no lo soy – tuvo que admitir Richard
- ¿Ah no? Y como le haces para estar en la manada
- Eso es un secreto – dijo Richard. El chico le daba confianza, pero mejor conocerlo bien.
La asamblea continuó durante varios días más y aun quedaba más de que hablar cuado los más chicos tuvieron que irse para cumplir con sus deberes escolares. A Richard le caía bien aquel chico Snape, de algún extraño modo parecía como si siempre lo hubiese conocido, así que decidió mantener comunicación con él.
Cerca de finales del 3er año Sean recibió el anhelado ascenso como integrante del pueblo. Eso era muy bueno para él porque significaba que por fin le dejarían de molestar con pruebas y bochornos. También para esas fechas logró una de sus principales metas desde que alcanzó los 13: poder controlar en cierto grado sus habilidades. En legimency había hecho grandes progresos así como también en su fuerza física.
Aquel sería un verano muy aburrido para él o tal vez no. Emely le había enviado una invitación para ir junto a ella y su madre de viaje. La idea de ir con Anne Frank no era tentadora, pero mucho menos era la idea de pasar el verano con su madre.
Semanas después el viaje a la antártica había sido todo un éxito para Anne pero Sean estaba decido a no volver a viajar con ellas nunca. Anne lo había dejado desorientado y solo en medio de la nada con todo el frío que hacía. Para el colmo de males Emely y su madre estaban en plena guerra familiar porque Anne se negó rotundamente a que Emely fuera a Hogwarts. Aunque Severus fue incluido en el desastre familiar, poco intervino. Anne se mantuvo firme y ganó. Emely iría a la Escuela de Magia Antigua Egipcia.
Como estaba muy enojada Emely se fue a comprar su útiles a Paris y Sean fue a acompañarla, ella era capaz de cualquier locura.
Aquel día de junio le llegó una extraña carta a su casa y se la entregó en sus manos una persona igual de extraña. Estaba dirigida a ella y provenía de una extraña institución educativa. Nahiony, junto a su hermano la abrieron.
Contenía una carta de admisión a la más prestigiosa institución educativa de magia en toda Europa: Hogwarts. La persona que fue de la institución le aclaró que de cierto modo ella era una bruja y que en aquel lugar le enseñaría magia. Al principio ella no lo quiso creer, aquello debía ser una broma de mal gusto, pero aquella mujer afirmaba que eso solía suceder, que personas hijos de no brujos eran brujos.
Su hermano tampoco estaba muy seguro de que eso fuera verdad, así que le puso un radio trasmisor a la lechuza y envió una respuesta con ella, pues después de explicarle la situación a la familia la profesora se había marchado y dejado una lechuza para que enviasen la respuesta.
La rastreó todo a lo largo de Inglaterra hacia el norte, luego desapareció. No les quedó mas remedio que ir al lugar indicado por la mujer donde podría conseguir los útiles para chequear si todo eso era verdad. Fueron al Callejón Diagon al día siguiente y les sorprendió comprobar la veracidad de la carta. Primero tuvieron que ir a Gringots a cambiar el dinero muggle por dinero mágico y luego ¡A comprar!
A pesar que en la lista decía que no debían llevar escobas los del primer año, compraron una para probar. La varita de Nahiony estaba hecha de una madera buena para encantamientos con pelo de unicornio. Al final del día estaban tan cagados de objetos mágicos que cuando llegaron a la casa sus padres se dieron tremenda sorpresa, pues a ellos se les había olvidado contarles la nueva ya que no estaban el día en que la profesora fue a la casa.
Para esas mismas fechas en Australia Leslie recibió su carta de ingreso al la Institución Australiana de Magia. Solo que ella no estaba ni siquiera sorprendida porque desde hacia tiempo que sabía que ella era una bruja, aunque aprovechó la ocasión para que les compraran una nueva escoba.
- Tía Abi, yo quiero una nueva escoba. La que tengo la tengo desde hace años y esta toda fea
- Hasta se puede barrer con ella – dijo su primo desde el monitor del ordenador
- Son caras Leslie - dijo su tía
- Pero tía te prometo que por lo menos me portaré decente durante... ¡un mes! – el resto de su familia se quedó viéndola ya que parecía algo improbable – OK, 15 días.
- Bueno - está bien. La tía sacó muy bien envuelto un paquete – Mira Leslie, esto es un regalo, bueno, no tan regalo porque se que lo necesitaras. Es un GPS, para que no te pierdas mientras estas en el colegio. Sabes que tu primo ya no ira contigo a la escuela.
- ¿Un GPS? Pero no va a funcionar en la escuela
- Esta hechizado, unos amigos de tu madre lo arreglaron para ti – terminó de decir su tía pasándole el paquete
- ¡Gracias! ¡Es genial! Ahora podré salir sola
- No abuses Leslie – dijo el tío
Emely se dirigía a Paris pero decidió hacer una parada en su casa. Los campos de girasoles estaban florecidos y ambos hermanos disfrutaban el paisaje. Emely estaba jugando con Pegaso, que cumplía cerca de 6 años. Todavía tenía el hermoso pelaje dorado de los potrillos de unicornio.
Anne llegó a la casa algo asustada, pero al encontrar a Emely sana y salva su preocupación pasó a ser encontrarle una buena varita. En eso pensaba cuando vio a Emely con mechones en la mano de pelo de Pegaso que se le habían caído mientras lo peinaba. Eso le dio una idea. ¿Pelo de Pegaso con qué? Cerca de allí había un joven árbol traído de África. Su madera se caracterizaba por ser muy resistente, tanto que no se podía rompe después de seca, ni tampoco se quemaba a menos de 1500º C, más otras propiedades mágicas interesantes. ¿Qué pasaría si se hacía una varita?
Anne insistió en que Emely la debía acompaña a que se hiciera la varita y allá fueron, en un pequeño pueblo en Italia, a donde un amigo de Anne. La varita debía ser trabajada prontamente y aun así tardaría unos 10 días en terminarla. So Sean y su hermana decidieron seguir el plan inicial de ir a Francia a comprar los demás útiles.
Además de los libros de la lista, Karl Darcy y su hermana compraron otros para poder enterarse de lo que era el mundo mágico. Y para su suerte sus padres decidieron ir de vacaciones a Paris para celebrar.
Charles también había recibido su carta de ingreso al Grecorromano ese año, pero no se encontraba en el país en ese momento, sino con sus padres buscando a un fugitivo cuya cabeza valía más de 1,000 galeones y se hallaba oculto en unas montañas al norte de Europa. Le escribió a Sean para juntarse en el barco que los llevaría al colegio.
En Inglaterra Harry Potter recibía una extraña correspondencia de alguien desconocido mientras sus tíos enloquecían: él era un brujo.
Nahiony estaba caminando por una calle muy popular de la ciudad cuando se cruzó con los hermanos Snape.
- Sean, Emely es un placer volver a veles – exclamó sinceramente
- Y a ti también – admitió Sean
- Andamos de compras – dijo Emely
- Yo estoy de vacaciones con mi familia - ¿Les decía o no? Tal vez pensarían que estaba loca
- Iré a un colegio en Egipto este año - dijo Emely
- ¡Que bien! El lugar debe ser fascinante
- Lo es - ¿Le debía decir que ambos eran brujos?
- ¿Dónde esta Charles?
- Esta con sus padres – dijo Sean caminando entre las dos chicas. Podía ver que ambas querían decirse algo pero no se atrevían. Vio venir a Karl con una revista que reconocía: "Quidditch", ¿Sería?
- Karl, ven a saludar a mis amigos – llamó Nahiony
- Claro, ¿Cómo están?
- Bien - Emely también vio la revista y ella una mirada directa a los ojos de Sean. No sabía como lo hacia su hermano pero le comunicó lo que pensaba. – Las nimbus son geniales. Voy a ver si me puedo comprar una
- Es cierto son magnificas – exclamó Karl sin darse cuenta
- ¡Emely! ¿Tú también eres una bruja? – preguntó emocionada Nahiony
- Si, lo soy y también mi hermano y su amigo
- ¿Por qué no me lo dijiste?
- Eso no se anda diciendo así por así y Karl ¿Es también brujo?
- No soy un simple muggle obsesionado con el Quidditch
- Apenas sé que soy bruja y ya él sabe mas de eso que yo - se quejó Nahiony entre risas
- Entonces cuando sepas un poco más jugaremos, ¿Te parece?
El grupo caminó el resto del día juntos y en la tarde se separaron esperando volver a verse pronto, pues la correspondencia, aunque constante, no suplía las ganas de ver a alguien en persona.
El 1ro de septiembre llegó y Karl despidió a Nahiony insistiendo de que sacara cuantas fotos pudiera del tren y del colegio, con una cámara mágica obvio. El viaje fue emocionante aunque lamentaba no tener a su amiga consigo. Emely le había dicho que su padre trabajaba en Hogwarts como profesor, pero que su madre no quería que ella fuera para allá.
El tren arribó y ella siguió al enorme hombre por un estrecho sendero y vio por primea vez el castillo de Hogwarts. En vedad era hermoso. Se sentó junto a otras chicas en una de las barcas y observo mientras esperaba a Neville buscando su sapo. La selección la asustaba. ¿Y si ella no era realmente una bruja?
La canción del sombrero había terminado y la profesora comenzó a llamar a los alumnos. Darcy, Nahiony. Ella fue y se sentó bajo el mugriento sobrero. ¡Slytherin! No sabía donde era, pero por los aplausos consiguió llegar a la mesa. Junto a su lado se sentó un chico llamado Malfoy y lo que parecían ser sus guardaespaldas. Pronto descubrió que en aquella mesa TODOS provenían de familias antiguas de brujos. Ahora que recordaba en un libro lo había leído. Por primera vez en su vida Nahiony sintió que debía mentir. Lo hizo por su propio bien, para poder ser aceptada.
Dijo que su familia provenía de otro país, que sus padres habían asistido a Ravenclaw y que todos eran medimagos. "Uf, que útil fue haber leído todos esos libros en el verano" pensó. El chico con la cicatriz ni se percató de su existencia ese día ni ningún otro aquel año.
Charles se reunió con su amigo en el barco. Esta muy emocionado porque iba asistir a clases de magia.
- Charles – le dijo con algo de pesadez Sean
- ¿Pasa algo?
- No se si has oído de la logia
- ¡Como no! Los que te molestaban un chorro, además mi padrastro también vino a este colegio
- Esos mismos, suelen hacerles muchas cosas malas a los del primer año
- ¿Y?
- Pues, debes estar atento. Hay rumores de que este año entra el nuevo jefe o jefa, va a ser muy duro.
- No te preocupes. Les haré la guerra.
- ¿Eh?
- Y les ganaré como tú
- Ejem, yo… hice tregua con ellos… no les gané – dijo Sean culpable
- Pero no te dan lata
- A veces sí
- No importa, eso le da algo de dinamismo al asunto de coger clases, ¿No?
- Me imagino
- Que pena que los del primer año no vayan a la casa Olimpo
- Te crees muy bueno, ¿Eh?
- Mortal seré y seré uno de los mejores ya veras – afirmo Charles muy seguro
Todo fue bastante bien hasta que terminó la cena. Charles estaba entre un grupo del primer año. No podía ver a Sean por ningún lado pero si que muchos alumnos estaban inquietos, con o sin motivos. Al rato la logia hizo su primera aparición del año y se las arregló para torturar a los del primer año impunemente durante un par de horas.
Charles no tuvo mucha suerte, pero salió con menos magulladuras que otros. Encontró a su amigo.
- Sean, ¿Dónde has estado?
- Pues escondiéndome – mintió
- Me debiste avisar
- Te lo avisé en el barco
- Bueno no tan directo
- Saliste casi ileso - admitió Sean quien se las arregló, mientras estaba vestido de la logia, de sacar a su amigo del área de desastre.
Al otro día comenzaron las clases.
Leslie estaba muy emocionada. Tomó el barco con entusiasmo, pues el colegio se hallaba en una isla entre Australia y Tasmania. Al llegar se encontró como en casa. Tanto que al día siguiente ya estaba metida en problemas.
Emely consiguió su varita justo un día antes del inicio del año escolar. Era espléndida. La madera garantizaba que no se rompería fácilmente y los pelos de hibrido resultaron ser poderosos. El colegio no estaba tan mal. Como Emely conocía a algunos profesores ellos aceptaron en enseñarles cosas fuera de su nivel. No podía jugar Quidditch por estar en el primer año, pero podría ver a Sean cuando hicieran las competencias entre el Grecorromano y su actual colegio.
¿Y? ¡Espero sus reviews! Por cierto, el final se acerca.
