¡Los personajes no me pertenecen! Al menos no todos
No estoy muerta, es que perdí la inspiracion. Pero como quiera logré exprimir mi cerebro y escribir algo. Les dejo con la historia.
Charles estaba cayendo en cuenta ahora, sabia que era demasiado extraño que él desapareciera cada vez que ellos estaban allí. Sean siempre decía que se estaba escondiendo, pero Charles no era tonto. O una de dos, de verdad su amigo era un cobarde, o era de la logia. Para su mala suerte no podía averiguarlo. Sus clases lo tenían muy ocupado.
Ella había entrado aquel año al grecorromano. Sus hermanos tenían muchas esperanzas en ella y ella ninguna salida. Sería la Jefa de la logia de los siete mares quisiera o no.
Flash back
- ¡Que!
- Como lo oyes hermanita
- ¿Son, somos de la logia?
- Exacto y tu eres la nueva jefa
- Pero yo no quiero
- Lamentablemente no te queda opción, ya estas dentro. No puedes salir - dijo el mayor
- Todos en nuestra familia han sido jefes antes y tú no serás la excepción - dijo el otro hermano
- Yo no quiero - exclamó ella
- No es cuestión de querer
- Además – dijo el mayor – hay alguien que está causando estragos
- ¿Eh?
- Sean Snape
- Entró en el primer año y solo dos años después ya es miembro del pueblo
- ¿Y?
- Si lo dejamos como esta, sin jefe quien dirija, tomará el control sobre el senado.
- ¿Y a mí que?
- ¡Imprudente! – Exclamó el mayor – Sería muy deshonroso que desde que volvió a surgir la logia sea nuestra familia la que permita que un "plebeyo" llegue a ser jefe
- ¿Que gano con evitarlo?
- Seguir con vida, posiblemente
- ¿Me matarían?
- Hay peores cosas, pero no lo haríamos nosotros…
Fin del flash back
Tenia que ser la Jefa, era su destino.
- Este será un año muy tranquilo – se dijo Sean mientras organizaba su habitación ya en octubre. Un black mail cayó a sus pies – ¡Importante asamblea, no faltes! Hoy en el lugar de siempre a la hora de siempre – leyó Sean - tal vez no.
Sean llegó puntual, vestido con su nueva túnica del pueblo. Su rango había aumentado y por tanto su potestad de opinar dentro de la logia, pero eso no le garantizaba saber todo lo que se planeaba. Pero, al perecer, nadie sabía el motivo que los había reunido a todos allí.
Silencio. Todo se puso oscuro. Desde la tarima principal una figura en túnicas doradas surgió. Tenía un cetro muy imponente.
- ¡Oíd todos! ¡Yo soy la nueva Jefa de la Logia de los Siete mares, la Orden de Poseidón! – Dijo con voz potente – Así que más les vale cumplir mis mandatos o los mandaré con los Dragones - todos estaban visiblemente sorprendidos. Nadie esperaba a un nuevo Jefe, aunque habían pasado 6 años sin uno.
El senado, por orden, rindió sus homenajes. El pueblo lo hizo en conjunto y lo mismo los novatos. "Definitivamente este no será un año tranquilo" pensó Sean viendo a la nueva Jefa.
Emely estaba feliz. Claro que hubiese preferido ir a Hogwarts, pero ni modo, el colegio de magia en el que se encontraba era espléndido, siempre que se evitara a la logia de Ra, y lo que había por aprender allí era oro. Lamentablemente para ella era duro tener que pasar más de una semana en el mismo lugar y por eso a comienzos de noviembre ya no podía aguantar salir de allí. Toda su vida había sido una nómada.
"Otro ataque de la logia" pensó Charles rascándose las nachas "Esto no está bien, me duele todo. ¿Dónde es que se mete Sean? Tal vez debería esconderme también o meterme a la logia para que no me peguen. Y o en la logia, eso es muy gracioso, mejor me escondo. Si mi madre se enterara, alguien tendría que ir a llorar mi tumba". Este era el tipo de pensamientos que rondaban la cabeza de Charles luego de uno de los tantos atentados de la logia, y necesitaba encontrarle una solución rápida al asunto.
Aquella noche Charles tuvo un extraño sueño. Había un enorme perro negro que le guiaba hacia un camino y luego despertó. Al otro día en la clase de Transformaciones oyó por primera vez el término animago, y al contrario de Harry o Ron, que nunca oyen nada, él se interesó en el tema.
"Animago, un brujo capaz de transformarse en un animal" pensó distraídamente Charles "Si yo me transformara en un animal lo suficientemente pequeño para escapar, pero fuerte para protegerme… ¡Un perro! ¡Me volveré animago y seré un perro!" Ese pensamiento le salio de pronto, como si no fuera suyo del todo. Pero era una buena idea así que mas valía comenzar ahora.
Al llegar la navidad Charles se fue con su familia, Sean se quedó en el Grecorromano, Emely, loca por salir de allí, se fue con su madre a andar por el mundo, Leslie por ningún motivo quiso dejar el colegio y Richard la pasó junto a la manada.
El resto del año lo pasó sin más que decir. Charles estaba progresando con lo de la animagia pero todavía le faltaba mucho trecho por recorrer, Emely había aprendido bastantes maldiciones y conjuros como para que quisiera saber más, Sean estaba tan ocupado con las misiones de la nueva Jefa que en verdad estaba feliz por acabar el año y Leslie salió llorando del cole, los profesores por fin pudieron respirar en paz.
Fue un verano interesante para Emely. Ahora estaba en América estudiando unos cuantos pueblos indígenas. Ese año consiguió entrar al colegio de magia Itzu–Maya, para variar de ambiente.
Emely llamó a Nahiony usando un moderno móvil que les regaló Sean.
- Si, ¿Nahiony?
- ¡Hola Emely! – dijo la dulce voz como respuesta - ¿Dónde estas?
- Estoy en Centroamérica ¿Y tú?
- En casa, mi hermano acaba de terminar de construir una réplica exacta de Hogwarts en miniatura.
- ¿Sigue con eso de los trenes en miniatura?
- Si, tengo al expreso de Hogwarts ahora en mi cuarto.
- Jajajaja
- ¿Y cómo te fue en Egipto? – preguntó Nahiony
- Genial, ¿Y a ti en Hogwarts?
- Pues, es muy increíble el lugar aunque Slytherin es muy... no yo.
- ¿Y como es mi padre en las clases?
- Horrible
- ¿En serio?
- Si, a los de Slytherin no les hace nada pero a los de Gryffindor. Uf, casi siento pena por ellos.
- Casi – ambas se rieron
- Los de Gryffindor ganaron la copa por el metiche de Potter.
- ¿Potter? ¿El famoso Harry Potter?
- Si, el mismo.
- Guau
- Es una pena que no vengas a Hogwarts - dijo tristemente Nahiony
- No lo tomes a mal, pero creo que estoy mejor así, no puedo pasar tanto en un mismo lugar.
- Espero que te vaya bien en tu nueva escuela
- Yo también
- ¡Leslie! Deja esa varita ahora
- Pero tía Abi yo no la iba a usar – responde ella
- No quiero saber que te han expulsado, la verdad es que no se como no lo han hecho ya.
- ¿No ha llegado nada del cole para mí? – pregunto Leslie sin prestar atención a su tía
- No. Todavía no llega el correo. ¡Mira! Creo que ahí viene una lechuza – Leslie mira esperanzada
- ¡SI! – Dijo al abrir el correo – ¡Sigo en el cole!
- No se como te dejaron dentro con todo lo que hiciste este año
- No es para tanto.
- ¡No es para tanto! ¡Leslie recibí por lo menos trece Howler sobre tu conducta! Y es sólo el primer año
- errrr...
- Si no te portas bien les diré que te prohíban jugar Quidditch o tener escobas
- ¡Tía!
- Es en serio
- Tratare de portarme bien este año, lo prometo. - y se fue a patinar
- ¿Por que me suena a que no será cierto? - dijo con resignación su tía
Richard estaba en el tren que lo llevaría al IMA. Su mente estaba lejos. Akane se le acercó.
- Hola – le dijo
- Hola – le respondió él en un tono triste
- No estés así, todavía estaré contigo todo un año.
- ¿Pero y después?
- Entonces eso vendrá después. No te preocupes por eso ahora.
- Esta bien - dijo el abrazándola por la cintura y dándole un beso
Emely entró al colegio. En el Itzu-Maya tenían casas y Emely cayó en la casa del jaguar. No era un mal lugar. Las clases eran amenas, en cierto modo. Lo más malo era una chica que estaba en el mismo año que Emely. Se llamaba Alexandra Rodríguez y era la peor revoltosa que Emely había conocida a la fecha. Y peor, Alexandra la odiaba. Así que cuando Emely se enteró que en el colegio les dejaban salir los fines de semanas lo primero que hizo fue ir a su casa a tomar un brake.
Emely daba gracias porque su madre hubiese comprado esa isla deambulante, así podía ir a casa sin tener que viajar tanto. Cuando llegó lo primero que hizo fue ir a ver a Pegaso. Lo encontró junto con los tres nuevos caballos que habitaban en la isla. Ya había cambiado todo su pelaje de dorado a blanco plateado, pronto seria un maravilloso ejemplar adulto. Emely cabalgó y voló sobre su lomo un buen rato. Cuando se desmontó frente al campo de girasoles supo que, en la mirada de él, había un hasta luego. Pegaso abrió sus alas y voló. Emely se quedó rato viendo como su amigo se iba lejos, a algún lugar desconocido. Lloró mucho esa noche.
Pasaban las semanas. Emely había aumentado considerablemente sus amigos por correspondencia porque cada fin de semana se iba con su madre a andar por el mundo. La relación de ella con Alexandra no iba mejor y las clases eran cada vez más interesantes.
Sean estaba en el año de los TIMOs y necesitaba estudiar, pero se necesitaba mucho esfuerzo para concentrase si Charles se le sentaba al lado
- Bla, bla, bla – hablaba Charles sin parar, (sólo imaginen a Italia de Hetalia y entenderán)
- Se supone que estoy estudiando – se quejó Sean
- ¡Hola! – dijo un chica que se sentó al lado de Sean y no paraba de mirarlo
- Tienes otra fan – dijo molestando Charles. Sean seguía con su cabeza metida en el libro
- ¿Saldrías conmigo?
- No – cortó Sean y la chica se fue malhumorada
- No debiste hacerle eso a Alexa, es una buena chica – dijo Charles defendiendo a su compañera de clases
- Estoy estudiando, no flirteando
Esa tarde. Sean recibió una carta de la Jefa diciendo que se le necesitaba en su oficina de inmediato.
- ¿Pasa algo? – dijo Sean mientras estaba delante del escritorio de la Jefa
- ¿Me preguntaba si podrías hacerme un favor? – dijo ella en un tono melosos y peligroso
- A sus órdenes – respondió Sean.
- ¡Perfecto! Quítate la túnica, quiero ver tus pectorales – dijo la chica arbitrariamente Sean se quedó piedra - ¿No me oíste?
- Eh – Sean dejó sus pectorales al descubierto y la Jefa se quedó embobada. Rato después ella estaba recostada sobre el ¡Durmiendo placidamente! "¿Qué demonios les pasa a las mujeres hoy?" Pensó Sean. Necesitaba terminar la pila de deberes que tenia.
- Jefa – llamó, pero nada – Jefa - la chica seguía durmiendo – Jefa, ¡LOS DRAGONES NOS ATACAN!
- ¡Todos a sus puestos! – despierta la chica. Sean sale volando – ¡Rayos! Se me escapó
- Uf, zafé – dijo Sean en una esquina y mira para ver. La Jefa estaba sin la máscara y "¿Ella es la Jefa?" pensó y se fue.
Aquella noche tuvo mucho en que pensar. Sabiendo lo que sabía de la Logia, él era la primera persona que sabía la identidad de un Jefe. Al otro día, de nuevo en la sala de estar,
- Como te decía... – hablaba Charles
- Esto es insufrible
- ¡Hola! – dijo Alexa sentándose cerca
- Hola – respondió Sean. Ella era la Jefa, quien lo diría
- Ejem... – dijo Charles
- Disculpa por como te trate ayer – se disculpó Sean
- No hay problema – dijo la chica - ¿Entonces saldrías conmigo? – Dijo ella probando su suerte – Sean suspiró
- De acuerdo, pero el sábado y si no me vuelves a interrumpir mientras estudio.
- ¡Seguro! – Dijo ella poniéndose de pie de un brinco – ¡Vamos Charles! – y se lo llevó a rastras
El sábado...
- Alexa – dijo Sean al encontrarse con la joven en la entrada del colegio
- Sean, ¡Hola!
- ¡Oye Sean! ¿Vamos a espiar el baño público de las mujeres hoy? – preguntó Charles dirigiéndose a el area de los baños públicos
- ¿Tú haces eso? – preguntó Alexa indignada
- A veces – admitió Sean – "Tonto Charles" pensó Sean – ¿Caminamos?
Sean le hizo saber a Alexa, con el mayor tacto posible, que no estaba disponible para nadie, aunque de cualquier modo la pasaron bien.
¿Y? Disculpen que tardara tanto para esto, pero ya les dije que fue que se me acabo la inspiracion.
