FIC REMODELADO. Para referencias a mi estilo y a ciertos aspectos del fic, lean 'Littera Minima' y sus secuelas. En esta ocasión, sumen 3 años a las edades del canon. Tengan en consideración que Ekléctica revisó TODA esta saga para que temporalmente (valga la redundancia) todo calce como corresponde y el tiempo que transcurre entre un fic y otro no genere conflictos. Llevo semanas tratando de que ésta aparezca en mi profile, pero como se resiste, visiten el de Ekléctica, que a ella sí le resultó.
Un especial agradecimiento a Seika Lerki, Tsuyu Ryu y Ekléctica (El Concilio del Fic), madrinas y lectoras de prueba de este fic, que además de incentivarme y animarme a escribir, aplacaron mis instintos asesinos y varios personajes vivieron para contarlo.
Una recomendación especial, si quieren ver este universo expandido, lean "Madness of Love", de Lady Seika Lerki y el omake "Lo que Sueño de ti" y las adorables miniserie "Familia" y "Futuro" de Ekléctica. Finalmente, aunque no menos importante, "Luz Amatista", de Tsuyu Ryu, es una joya. Las conversaciones que las inspiraron a ellas, de paso me inspiraron a mí para retomar este hábito mío de escribir fanfictions. ¡VAYAN A LEER! =D
Saint Seiya, la trama y sus personajes pertenecen al Sr. Kurumada y a quienes han pagado por el derecho respectivo. No estoy ganando dinero con esto, nada más entretengo a mi imaginación y le doy más trabajo a mi Musa.
ADVERTENCIA.
Principio 36 para ver y entender Manga: La linda, tierna y peluda criaturita no es lo que parece.
Se requiere criterio al leer. No me hago responsable de castigos, lesiones, o penas capitales derivados de la lectura de este capítulo.
Capítulo 7: Cómo ponerle el Cascabel al Gato.
A estas alturas del día (recién eran las 9:30 de la mañana) la noticia sobre las temporales inquilinas de géminis ya era noticia añeja (sí, los chismes corren como reguero de pólvora).Lo que ahora causaba una curiosidad masiva no era el hecho que hubieran dos chicas en la tercera casa, sino sobre quienes eran las chicas.
Isabella se sentía muy extraña en el Santuario. La tarde anterior, ella y Anita la habían pasado con las Amazonas, pero no estaba segura que podría pasar allí de nuevo la tarde. Isabella era de aquellas personas que siempre creía que caía mal a las personas. Ahora que tenía tanto tiempo libre, no tenía idea de lo que iba a hacer sin poder ir a casa o a su trabajo. Se sentía presa y eso no le gustaba… detestaba esa sensación de vulnerabilidad. Saga y Kanon estaban con Shion en aquellos momentos, afinando el plan que el mayor de los gemelos había propuesto esa mañana al desayuno. La habían dejado sola a eso de las 7:45 de la mañana, pero no se quedó sola mucho rato: unos 20 minutos después aparecieron Shaina y Alsacia a hacerle compañía, y la instaron a subir hasta Escorpión, por lo que ahora estaba en la cocina del piso residencial de la 8ª casa junto con las chicas.
"Montón de infelices, hijos de la grandísima…" Alsacia se interrumpió a sí misma cuando vio pasar a Rin y a Anita, que corrían con alegría. Se mordió la punta de la manga "¡No puedo creer lo que me cuentas! Malditos… ¡AAAAARGH!"
"¡Rin! NO CORRAS por la casa: si rompes algo o si despiertas al bebé lo vas a lamentar." Ladró Shaina al ver pasar a su alumna.
"¡Que Ogra, Shaina! Deja que Rin se divierta." Replicó Alsacia. "Se es niña una sola vez."
"Esa niña entrena para ser una amazona, y será de las buenas." Gruñó Shaina, cruzándose de brazos. "Debe aprender a seguir reglas.
"Además lo que le preocupa a Shaina es que si Kyrus se despierta, ella tendrá que dormirlo, como la vez pasada y eso la pone como gato de espaldas." Comentó Alisa muy burlona. Shaina se sonrosó. Isabella sonrió unos instantes, pero luego puso la cara en blanco, tras atar algunos cabos sueltos, implícitos en lo que Alisa había recién dicho.
"ANA. NO HAGAS ESCÁNDALO." La perspectiva de dormir a un bebé enojado no se le hacía grata. Alisa echó a reír.
"Pierde cuidado, Isabella: paso por alto la primera vez, pero la segunda le dormirás." La chica infló el pecho con orgullo. "Mi bebé es adorable y muy tranquilo: igual que su papá… en lo adorable al menos."
"Creí que esa regla tuya sólo se aplicaba a maestros, padres y santos revoltosos." Dijo de pronto Alsacia. "Isabella no es ni lo uno ni lo otro."
"Ana está a mi cargo, al menos por el tiempo que estemos aquí." Dijo Isabella, tras soplarse el flequillo. "¡Qué lugar más aburrido! ¿Cómo le hacen ustedes para no aburrirse?"
"Por mi parte tengo que cuidar de Kyrus: eso me entretiene bastante… pero por otro lado… Jejejeje." Rió Alisa divertida. "No más quédate quieta unos segundos y algo pasará, tarde o temprano."
"Este lugar es más divertido de lo que crees: no más hay que saber como animarlo." Explicó Alsacia. "Y también saber esperar."
"Yo me dedico a entrenar a Rin, además de seleccionar a las postulantes voluntarias." Explicó Shaina encogiéndose de hombros. "También tengo una compañía de soldados a mi cargo."
"Eso lleva mucho trabajo." Reconoció Isabella pensativa. "Aunque ya me lo imaginaba. Tengo una pregunta, ¿Por qué Alisa y Alsacia no llevan máscaras?"
"Porque estoy casada con Milo y si no quiero, no uso máscara." Explicó Alisa. "Y Alsacia está comprometida con Camus."
"Sin mencionar que jamás me dijeron que debía llevar una." Reconoció Alsacia divertida, mientras jugueteaba con su anillo.
"Eso derroca un mito, debo admitir: creí que todas las mujeres debían usar máscara." Isabella cerró los ojos y puso una expresión pícara. "Entre otras cosas."
Las chicas se quedaron en silencio, aguantando algunas risillas, puesto que sabían a qué mitos se refería Isabella. Rin y Anita volvieron a pasar por frente a la cocina, esta vez rodando por el suelo, pero ninguna de las mujeres se dio por enterada.
"Entonces… ¿A Saga se le ocurrió una idea para burlar a los malnacidos hijos de su muy… santa madre?" Preguntó Shaina curiosa. Isabella tensó los músculos algo enojada.
"Sí. Él y el antipático de Kanon se fueron a hablar con el Patriarca y no quisieron llevarme." Isa frunció el ceño. "No sé qué se han creído esos dos como para hacerme a un lado, si SOY YO quien está a cargo de Ana. Feh. Como si no me fuera a enterar de todas maneras." Añadió con un resoplido.
"Uuuhh… mi sentido arácnido me dice que Kanon no te cae bien." Tentó Alisa traviesa. Isabella tuvo un tic en un ojo.
"¿Caerme BIEN? ¡ES UN PESADO! No hace más que quejarse y a hacer chistes estúpidos. Me cayó gordísimo."
"Conste que Saga es el pesado oficial del Santuario." Comentó Shaina, aunque lo pensó mejor. "¡Naaah! Saga es tímido, eso es todo. A todo esto Isabella, debes ser la primera chica que dice eso de Kanon."
"Te aseguro que no seré la última en decirlo y no lo diré una sola vez."
"Entonces trata que su novia Lucía no te oiga: es muy celosa." Dijo Alisa. "La he visto sólo una vez: tenía como unos seis meses de embarazo y Kanon me estaba ayudando con unos paquetes. Me puso una cara horrible, como si le fuera a quitar al novio o algo."
"Pues no la verás más, pues terminaron." Explicó Shaina.
"¿En serio? ¡Lástima!" Alisa no sonaba muy convencida.
"No me sorprendería. Dudo que haya mujer que soporte más de 5 minutos al tarado ese." Gruñó Isabella, cruzándose de brazos.
"Saori lo quiere mucho, pero ella no cuenta: es una diosa." Dijo Alsacia.
"Saori nos quiere a todos." Refinó Shaina. "Lucía y Kanon duraron como dos años… claro que terminaban y volvían cada dos meses. Aunque parece que esta vez es definitivo."
"Eso solo tiene un nombre: estupidez."
Alisa entrecerró los ojos con picardía. Kanon no era una mala persona, pese a la mala fama que arrastraba, y en lo personal, se le hacía muy simpático. Algo le decía que Isabella se estaba apresurando a tomar decisiones. Quizás sí…
"Chicas, Milo el escorpión está a dos metros de la cocina, así que si alguien debe ponerse máscara, ahora es cuando." Anunció Milo con bombos y platillos. Shaina e Isabella se pusieron las máscaras momentos antes que el santo dorado entrase a la cocina. "¡Vaya! Veo que tienen todo un aquelarre."
"¡A Mucha Honra!" Exclamó Alisa burlona. "Milito, ¿Qué haces aquí a esta hora?"
"Vengo de recadero: aprovecharon que venía a ver a mi linda esposa y enviaron un mensaje." Explicó Milo, quien le dirigió a mirada a Isabella. "No te había visto con máscara. Te ves muy bien, aunque no tanto como mi flor de Lis." Le dijo con una sonrisa, mientras le guiñaba el ojo a Alisa. "Isabella, Su Excelencia Shion la espera en sus estancias: Kiki te está esperando abajo."
"Feh. Hasta que por fin me incluyen." Isabella se puso de pie y se acomodó la máscara en su cara. "Gracias por avisarme." Le dijo muy simpática. "Ahora ve y regalonea a tu señora, que se merece los cumplidos más que yo."
"Te acompaño a la puerta." Le dijo Alisa poniéndose de pie. "Y recuerda Isabella: Perro que ladra no muerde, y Milo sabe lo que le conviene."
La pareja acompañó a Isabella hasta donde esperaba Kiki, dejando a Shaina y Alsacia unos momentos solas en la cocina. La amazona volvió a quitarse la máscara y miró a Alsacia con una sonrisa cómplice
"¿Es idea mía o puede que a Lucía se le acaben las esperanzas de volver con Kanon al final de esto?" Le preguntó Alsacia. "
"Yo apostaría por eso, lo cual no estaría nada mal. Lucía es más melosa que tú, si eso es posible." Se burló Shaina. "Hay que observar a esos dos muy de cerca."
"Es imposible que dos personas digan caerse tan mal así no más porque sí." Alsacia miró a Shaina con actitud dolida. "Y no soy melosa."
"Lo que tú digas, Als." La amazona suspiró. "Isabella me cae mejor que Lucía de cualquier modo."
"Si tú lo dices… No tuve el gusto de conocerla."
"No te perdiste de nada."
Estancias del Patriarca.
Flashback.
"… estoy de acuerdo y me parece una buena idea. Conozco a mi gente: Isabella no es exactamente tranquila cuando a órdenes se refiere." Dijo la elegante voz de Dafne al otro lado del teléfono. "Ahora quisiera hablar con ella, si no le molesta."
"Ella no está aquí en estos momentos, pero si quiere, puedo enviar por ella." Aclaró Shion con tranquilidad. Se produjo un silencio al otro lado de la línea. "No asistió a esta reunión: preferimos excluirla para no someterla a tanto estrés."
"… Sí, y espero que no se lo coma vivo. Acaba de subestimar a mi oficial, pero eso es ya su problema, señor." Explicó Dafne con sarcasmo, para nada contenta con la situación, pero resignada. "Dígale que se comunique conmigo cuanto antes."
Fin de Flashback.
Shion se sobó las sienes. Eran situaciones como esta las que le recordaban que debía dejar esa actitud tan paternalista con las mujeres. Ya antes había tenido problemas con las amazonas por el mismo motivo, y no exclusivamente con las actuales. Antes de convertirse en Patriarca, cuando aún protegía la casa de Aries, fue enviado a una misión complicada junto con el santo de leo y la amazona de cáncer… quien no dudó en darle la peor madrina de su vida adulta cuando insinuó que mejor se quedaba atrás y que le dejase a los hombres el trabajo pesado, y no estoy hablando necesariamente de un golpe. No es que fuera machista o que subestimara a las mujeres… lo que pasa es que no podía evitar protegerlas de cualquier cosa.
Saga carraspeó para llamar su atención. Anita estaba colgada del brazo de Kanon, mientras este e Isabella hacían cortocircuito. Shion suspiró profundo y tomó la palabra
"Niños, por favor." El Patriarca miró fijo a Isabella. "Los Santos de Géminis me explicaron una táctica que se les ocurrió para burlar a estos delincuentes por mientras estás aquí y tus compañeros neutralizan la fuga de información en la policía." Explicó Shion. "Hemos pulido algunos detalles."
"Anita se quedará en el Santuario para no arriesgarla. En lugar de ella, irá una de nuestras aprendidas, vistiendo sus ropas." Dijo Saga. "Saldrás del Santuario de incógnito, pero de forma que te puedan ver…"
"Pero de esa manera van a sospechar algo." Interrumpió Isabella muy seria. Los demás asintieron.
"Kanon también notó eso, pero no es una falla." Explicó Shion calmado. Isabella arrugó la cara ante la mención de Kanon. "Te verán saliendo de incógnito, pero eso sólo va a contribuir a su confusión: no sabrán si te vas en serio o en broma y no les quedará más que seguirte. ¿Estas de acuerdo? La detective Kasalakis está de acuerdo con el plan."
"No me cabe la menor duda. Dafne siempre dice que prefiere mantenerme ocupada que ociosa. Además que no me queda otra más que aceptar. Ya lo planearon todo, así que no tengo nada más que agregar. ¿Qué ayuda podría haber prestado a la causa, cuando ustedes podían encargarse de MI PROBLEMA sin mí?" Isabella sonrió con ironía. "Sí, acepto."
"Serás malagradecida."
"Nadie te dio vela en este entierro."
"Agradece que te estamos ayudando, que podríamos echarte a patadas del Santuario sin problemas."
"Señorita Nauplias. No es nuestra intención excluirla: nos pareció mejor que la dejásemos descansar y recuperar fuerzas antes de molestarla." Comenzó Shion. "Si tiene alguna otra idea que agregar…"
"¿Para qué quieren mi opinión ahora? NO van a cambiar los planes por lo que yo pueda decir, ¿verdad? Eso les mueve el piso y dudo que sean capaces de tolerar que una mujer les diga cómo deben mejorar… o incluso a aceptar siquiera que una chica intervenga en su club de toby."
"No quisimos…"
"Pero ya lo hicieron." Isabella se encogió de hombros. "Soy mujer, estoy acostumbrada a que me subestimen. Siempre pasa y es cosa de todos los días." La chica sonrió adorablemente tras la máscara, lo que bien podía interpretarse como sarcasmo. "¿Cuándo comenzamos?"
Saga y Shion tragaron saliva… Nunca antes habían escuchado una queja tan descarada contra ellos, mucho menos de alguien que había pedido su ayuda. Isabella se quedó allí, quieta, como esperando más instrucciones.
"¡Malagradecida! Te salvamos el cuello, formulamos un plan para ayudarte y consideramos tu opinión y ¿así reaccionas?"
"Me están considerando porque alguien más se los sugirió." Isabella encaró a Kanon con los ojos chispeantes, aunque sin perder la compostura ni la dignidad. "Y si de considerar mi opinión se trata, me hubiera gustado que me incluyeran en su reunión."
"Lamento el inconveniente. No la invitamos porque creímos que querría descansar después de lo que pasó y…" Shion intervino, pero…
"No soy de cristal." Isabella le interrumpió. "A menos que me hablen en otro idioma, sí pude haber entendido el tema en cuestión."
"Tú necesitas que ten enseñen el lugar que te corresponde." Dijo Kanon. Saga ladeó la cabeza.
"¿Tienes techo de vidrio o sólo mala memoria, hermanito?"
"Cállate Saga."
"¿Mi lugar? ¿Me quieres enseñar el lugar que me corresponde?"
"Tengo cosas mejores que hacer que enseñarte modales, niñata."
"Como si pudieses enseñarme algo o yo quisiera aprenderlos de ti." Isabella se volvió hacia Shion, quien parecía meditar todo. "¿Cuándo comienza el plan?"
"Esta misma tarde."
"Perfecto. Con su permiso me retiro."
Isabella salió del despacho de Shion con pasos suaves. Saga se pasó las manos por la cara y Kanon empuñó las manos. Ahora no tenía duda alguna: esa mujer había sido enviada al mundo para sacarlo de quicio. Shion suspiró profundo y se dejó caer en su sillón.
"Esto sí que fue un vuelco inesperado." Comentó Saga. "¿Qué mosco le picó?"
"Tiene que estar sufriendo algún cambio orgánico la tipa esa." Dijo Kanon cruzándose de brazos. Shion se quedó en silencio.
"Pero tiene razón." Saori dijo de pronto, llamando la atención de los dorados allí presentes.
La diosa había estado todo el tiempo en el despacho de Shion, detrás de unos cortinajes, pues allí había una ventana que tenía una vista muy bonita del Santuario, en la cual le gustaba sentarse a leer. Tan sólo el Patriarca se había percatado de su presencia, pero no había dicho nada. Saga y Kanon se arrodillaron al ver pasar a la diosa, que caminó a la salida. Se detuvo unos momentos ante la puerta.
"El plan la afecta a ella en forma directa, y ninguno fue capaz de invitarla a discutir las cosas, sino que le dieron las conclusiones cuando terminasteis." Athena frunció el ceño. "La subestimaron muy feo"
La diosa abandonó el cuarto en silencio y sin añadir más, dejando atrás a un silencioso Shion y a un par de santos muy perplejos.
"¿Estamos en problemas?" Preguntó Kanon.
"Espero que no."
Casa de Escorpión.
A media tarde.
Milo abrazó por la espalda a Alisa en forma repentina, y le sopló la oreja. La chica se dejó mimar y se recostó en el pecho de su marido, quien aprovechó para besarle el cuello.
"Sorpresa."
"¿Qué haces, Milito?"
"No más pasaba por aquí. ¿Qué haces tú?"
"Pasando el tiempo. Kyrus duerme." Alisa giró sobre sus talones y encaró a su marido. "Segunda vez que te veo a deshora en Escorpión. ¿No que estás con Turno de Santuario?"
"¿Qué no puedo escaparme a ver a mi linda esposa?" Le preguntó Milo con galantería, apoyando su frente en la de su chica. Alisa le rodeó el cuello con sus brazos.
"¿Qué estás planeando, escorpión?" Le preguntó con coquetería. Milo la besó en los labios.
"Tú dime."
Se quedaron mirando a los ojos un buen rato, sin borrar la sonrisa (de idiotas) del rostro, y sin despegar las frentes. Milo tenía los ojos más brillantes y se veía diferente. Eso estaba fuera de lugar y Alisa lo notó enseguida. Arrugó levemente la nariz y rompió el contacto: puso su mano sobre la frente de Milo…
"¿Qué ocurre, muñeca?"
"Tienes fiebre." Exhaló con los ojos abiertos. En todo el tiempo que llevaban de casados, Alisa JAMÁS había visto a Milo siquiera decaído.
"¿Fiebre YO? En lo absoluto." Se defendió Milo, casi ofendido. ¿Él, un santo dorado, con fiebre? JAJAJA, ¡Qué buen chiste!
"Sí, Tienes fiebre, Milo." Afirmó Alisa preocupada, tras revisar la frente de su marido por segunda vez, sólo para confirmar su anterior sospecha.
"¡Qué Va! NO tengo fiebre: estoy tan bien como una lechuga." Aseguró Milo sonriendo penosamente y soltando a su mujer. El santo dorado sonrió con travesura. "No más vine por una limonada: es que tengo la garganta reseca. Estuve en el Coliseo y hoy el viento ha levantado mucho polvo."
Alisa arrugó más la cara, mientras Milo ponía su mejor expresión de ganador de los juegos olímpicos. Se sentía decaído, pero su orgullo de macho le impedía reconocer tal cosa, por lo que intentó por todos los medios que su esposa no se diera cuenta. Alisa suspiró… su marido no se veía bien, pero si este no quería reconocerlo, pues ni modo ¿Qué podía hacer ella en ese caso? ¿Quejarse por él?
"Lo que tú digas Milo." Le dijo con cariño. "A ver qué te doy para esa garganta reseca."
Ambos fueron a la cocina. Alisa no le dio limonada a Milo, pero si le sirvió un poco de helado, que obviamente el escorpión aceptó de buen grado (¿qué hombre desprecia un mimo?). Cuando terminó de comerlo, llamaron a la puerta: eran Shura y Mu.
"Vaya, aquí estabas Milo. Te estábamos buscando." Le dijo Shura tras saludarles.
"¿Sucede algo?"
"Nada serio: es que los gemelos ya van a poner en práctica el plan y quieren que todos hagan como si nada." Explicó Mu. "Eso quiere decir que nos quieren a todos en donde deberíamos estar."
"O sea… Milito debería estar haciendo sus rondas." Dijo Alisa con una sonrisa. Milo se rascó la nuca y le dio un beso en la mejilla.
"El deber llama, princesita." Dijo mientras se disponía a salir. "Llegaré más tarde, pero en lo absoluto cansado." Añadió con un guiño, una coqueta sonrisa y mucho doble sentido. Shura y Mu rieron para sus adentros al ver lo colorada que se puso Alisa, y tras hacer una seña con la cabeza, se despidieron.
Alisa cerró la puerta tras de ellos y tras meditarlo unos segundos, fue al cuarto de Kyrus. Entró en punta de pies, pues el bebé dormía a esas horas y sacó de una de las gavetas un termómetro digital, que había probado ser muy útil con el resfrío de Kyrus.
"Nunca está de más tenerlo a mano." Pensó mientras salía con el objeto en su mano.
Continuará.
Por
Misao-CG
Próximo Capítulo: Agua y Aceite.
"¿Saga?"
"No, tía isa, no es tío Saga. Es el tío Kanon."
"¿Cómo lo sabes?" Preguntó Isabella acercándose más a Kanon. Este tenía los ojos semiabiertos, con un brillo muy especial en ellos. "Está sonámbulo…" Suspiró llena de sorpresa.
PS: Este capítulo lo escribí rápido… de hecho, bastante rápido para lo somnolienta que estoy: ¡SON LAS 1:02 AM (25 de Mayo de 2005)! ¡GRACIAS POR LEER!
