FIC REMODELADO. Para referencias a mi estilo y a ciertos aspectos del fic, lean 'Littera Minima' y sus secuelas. En esta ocasión, sumen 3 años a las edades del canon. Tengan en consideración que Ekléctica revisó TODA esta saga para que temporalmente (valga la redundancia) todo calce como corresponde y el tiempo que transcurre entre un fic y otro no genere conflictos. Llevo semanas tratando de que ésta aparezca en mi profile, pero como se resiste, visiten el de Ekléctica, que a ella sí le resultó.

Un especial agradecimiento a Seika Lerki, Tsuyu Ryu y Ekléctica (El Concilio del Fic), madrinas y lectoras de prueba de este fic, que además de incentivarme y animarme a escribir, aplacaron mis instintos asesinos y varios personajes vivieron para contarlo.

Una recomendación especial, si quieren ver este universo expandido, lean "Madness of Love", de Lady Seika Lerki y el omake "Lo que Sueño de ti" y las adorables miniserie "Familia" y "Futuro" de Ekléctica. Finalmente, aunque no menos importante, "Luz Amatista", de Tsuyu Ryu, es una joya. Las conversaciones que las inspiraron a ellas, de paso me inspiraron a mí para retomar este hábito mío de escribir fanfictions. ¡VAYAN A LEER! =D

Saint Seiya, la trama y sus personajes pertenecen al Sr. Kurumada y a quienes han pagado por el derecho respectivo. No estoy ganando dinero con esto, nada más entretengo a mi imaginación y le doy más trabajo a mi Musa.


ADVERTENCIA.

Principio 115 para ver y entender Manga: El héroe siempre pierde la 1ª batalla contra un villano nuevo.

Se pide criterio y discreción por parte de los lectores. No me hago responsable de castigos, lesiones, o penas capitales derivados de la lectura de este capítulo.


Capítulo 15: ¿Quién Sabe Dónde?

Casa de Géminis.


Flashback.

Un portal se abrió en la sala del piso residencial de Géminis unos 3 minutos después que Saga y Kanon hubieran aparecido en Virgo, por medio de otro portal y un montón de gente entró a raudales a la casa de Géminis, haciendo tanto ruido que pareció que el lugar iba a colapsar de un momento a otro. Todos los santos que habían estado esperando en Virgo, decidieron, al verles aparecer, en ir a Géminis, pues les pareció más conveniente. Menos, claro, Shaka que se quedó en su casa en calidad de '¡OMMM!' (Y así se quedaría un buen rato más).

"¡PAR DE IRRESPONSABLES! ¿Por qué no me llamaron?" Alisa estaba definitivamente furiosa, mientras hacía esfuerzos por sujetar el cuello de Isabella, mientras Kanon se la llevaba al cuarto que había estado ocupando. "¿Cómo se les ocurre moverla así como así sin ningún cuidado? ¡Podría tener el cuello roto o alguna lesión en la espalda!"

Kanon no más le gruñó y Saga se encogió de hombros. Alisa, junto a Saori, Shion y los gemelos, entraron al cuarto de aprendices y cerraron la puertas tras de sí.

Fin de Flashback.


Milo acunaba a su hijo en brazos, y le tarareaba una melodía con ternura para mantenerlo calmo y dormido. El santo de escorpión estaba muy contento: era la primera vez desde que se había resfriado que le dejaban cargarlo. Kyrus dormía a pierna suelta. No había pasado media hora desde que habían llegado a Géminis, pero parecía que hubieran pasado años.

Anita todavía 'no era habida.'

Ni bien el grupo entró a Géminis, de inmediato la tercera casa se llenó de la más variopinta vida: Kanon tendió a la chica en la cama, Mu fue a Aries por algunas de sus medicinas y vendajes, Aioros fue en busca de Aioria, Saori fue por algunas toallas y ropa seca, luego de lo cuál, procedió, junto con Alisa, a cambiar las húmedas vestimentas de Isa y de dejarla presentable. Entonces una vez que ambas salieron del cuarto, para dejar entrar a los recién llegados Mu y Aioria para que la curasen, Alisa se puso a discutir un buen rato con los gemelos sobre métodos de rescate y traslado adecuado de heridos, y sobre el chapucero proceder de ambos a la hora de rescatar a Isa de aquella zanja.

Ahora las cosas parecían estar más calmadas. Saori estaba sentada frente a ellos, apoyada sobre el respaldo del sillón, con aspecto grave. Aldebarán estaba cerca de la puerta, apoyado en la pared y Saga ordenaba distraídamente los libros de una estantería (cercana a donde estaba su hermano), para mantenerse de esta forma ocupado o de al menos aparentar una buena excusa del porqué estaba allí. Afro se mantenía cerca de Kanon, quien se había apoyado en una pared a rabiar en silencio, no fuera a ser cosa que reaccionara mal. Shion hablaba por teléfono con Dafne. Mu, Alisa y Aioria estaban dentro de la habitación de Isabella, tratando sus heridas.

¡CRACK!

"¡AAAAAAGH!"

¡PAF, PLAS!

Estos singulares sonidos captaron la atención del grupo en su totalidad, más aún cuando sintieron el cosmo de Aioria encenderse. Afro tragó saliva: aquél 'Crack' sonaba como a reducción de fractura, lo cual jamás era agradable, bajo ningún aspecto, a menos claro que se la hicieran a un enemigo de esos que parecen piedras en el zapato.

"Parece que Isabella despertó." Comenzó Saori.

"A juzgar por ese 'Aagh' yo diría que sí." Continuó Milo.

"No pudo haber despertado en peor momento." Terminó Afro.

Pasó un par de minutos antes que una puerta se abriese. Mu apareció sobándose la nariz junto con Aioria, cuya mejilla estaba roja, por el pasillo que llevaba hacia los cuartos del piso residencial de Géminis. Ambos tenían un caminar digno y pausado. Kanon levantó las cejas al verles con curiosidad. Los santos de Aries y Leo adoptaron una actitud doctoral.

"Isabella ya está bien." Anunció Aioria. "Tuve que reducir la fractura antes de curar su hueso, pero todo salió excelente, como siempre pasa cuando curo un hueso. Se lo vendé no más por precaución: ya está curado, pero lo tendrá muy sensible."

"¡Modestia aparte, querido Aioria!" Exclamó Alisa divertida, tras salir del cuarto con algunas toallas. La chica se volvió hacia Kanon e intercambió algunas palabras con él.

"Le dieron un golpe en la cabeza, que ya está tratado y no presenta peligro. Le di medicinas." Explicó Mu con una sonrisa. "No obstante, tendrá que guardar reposo y a oscuras un par de días."

"Pero no se muere, que Isa es BIEN fuerte." Alisa añadió, mirando muy traviesa a Aioria y Mu. "Tiene un gran gancho izquierdo: golpeó a Mu en la nariz y a Aioria le dio un bofetón cuando le redujeron el hueso. Tuvimos que sujetarla… jijijijijijijijiji… ¿Quién diría que una chica normal, herida para colmo, podría golpear EN LA CARA a dos santos dorados?"

"¡Pero Qué Vergüenza!" Se burló Afro.

"Y se hacen llamar dorados." Bromeó Alde suspirando.

"Ya no molesten a los pobrecitos." Chistó Saori con un mohín. La diosa tomó la palabra. "Me tranquiliza que Isabella ya esté bien… Ahora sólo nos falta encontrar a Anita."

"No nos queda más que seguir buscando." Suspiró Saga. "Y cruzar los dedos para que la encontremos pronto: ya es muy tarde y la lluvia no amaina."

Todos se quedaron en silencio. Aldebarán bufó preocupado y anunció su salida, siendo secundado por Mu y Afro. Shion les vio salir y luego pasó su mirada por todos los presentes.

"¿Dónde está Kanon?"

"Ya déjenlo." Pidió Alisa de pronto. "¿Quiénes están afuera ahora?" Preguntó para distraer la atención.

Y le resultó. Poco después que hubo salido del cuarto, Alisa intercambió un par de palabras con el menor de los santos de géminis, y le instó a que entrase a ver a Isa. La chica dormía, pero Alisa consideraba que le haría bien a Kanon verla, aunque fuera algunos minutos.

Eso fue exactamente lo que hizo. Aprovechando que nadie se fijaba en él de momento, Kanon se escabulló dentro del cuarto. Siguiendo el consejo de Alisa, no encendió ninguna luz, y se acercó a la cama de Isabella. Esta parecía dormir, aunque no del todo relajada. Estaba tendida sobre su espalda y las cobijas la cubrían por completo, hasta el mentón. Kanon se arrodilló y fijó la mirada…

… ¡Qué bonita se veía! Qué intranquila… Quizás tenía frío. El santo de géminis se acercó al armario y sacó una manta, la cual extendió sobre la chica. Se inclinó entonces sobre ella y besó su frente, dándole de paso un fugaz y tierno besito en los labios. Salió del cuarto dando largas zancadas.

Cuando cerró la puerta, Isabella abrió los ojos y suspiró de la sorpresa. Giró la cabeza hacia la puerta, y luego miró al techo. Se llevó la mano izquierda a los labios y tras unos minutos… sonrió.

En la sala, Kanon cruzó la distancia hasta la puerta dando zancadas. Tomó su impermeable que estaba colgado a un costado de la puerta y se lo puso. Este paseo no pasó desapercibido, pues el chico cruzó el lugar justo en el momento en que se había producido un meditabundo silencio entre quienes estaban allí.

"Kanon, ¿A dónde se supone que vas?" Pregunto Milo para romper el silencio y la curiosidad.

"Anita todavía está afuera: voy a buscarla."

"Pero tú ya has salido mucho. Estás muy mojado: te dará neumonía." Gimió Saori.

"Anda un resfrío dando vueltas." Aseguró Shion asintiendo. Milo dejó escapar un 'Feh' de sus labios. "Deja que los demás busquen, tú ya has hecho demasiado, muchacho."

"Lo siento, Excelencia, pero es algo que tengo que hacer."

Dicho esto, Kanon salió de la casa y de inmediato se dirigió al lugar en el que habían encontrado a Isabella. Seguro Anita tenía que seguir allí. Los demás se quedaron silenciosos observando la puerta, como si esta tuviera pegada alguna fotografía llamativa.

"¡Será terco!" Comentó Saga con un mohín y frunciendo el ceño. "Si se resfría, no pienso cuidarlo."

Todas las miradas recayeron en Saga, incluso las del bebé, quien le miró desde los brazos de su papá con ojos largos y grandes. Al parecer querían decirle algo.

"¿Qué?"

"¿Qué no piensas ir a ayudar a tu hermano?" Preguntó Milo.

"¡Pero si yo ya fui!"

"Pues ve de nuevo." Chistó Shion dándole un ligero empujón.

"No seas mal hermano." Gruñó Milo.

"Anita te quiere mucho." Comentó Saori.

"No seas vago y ve con él." Terminó Alisa. Saga puso otro mohín y bufó resignado.

"Ya voy, ya voy… dejen que al menos vaya por mi imper…" Comenzó a protestar, pero Alisa no lo dejó terminar, dado que le entregó su capa impermeable justo en ese momento. "Se aprovechan de mi nobleza."

"Ya no te quejes y vete de una vez."


Alrededores del Coliseo.

Tenían que ser como las 10 y media de la noche. Kanon agudizó la mirada y escaneó con su cosmo el lugar. Estaba de pie justo cerca de la zanja en donde habían encontrado a Isabella. Cerca de allí pudo detectar varias presencias más… había santos buscando en un área bastante amplia, pero Anita no aparecía.

Por lógica tendría que estar en los alrededores. Por lógica tendría que haber aparecido YA. Por lógica tendría que estar aterrada o sufriendo de un ataque de asma, o lo que fuera. Ya necesitaba su salbutamol, seguro. ¿Dónde estaría? Sacudió su cabeza, cerró los ojos y se puso a pensar. Necesitaba hacerlo con mucho cuidado.

Primero… ¿Por qué Isabella estaba al fondo de la zanja, con un brazo roto? Fácil, se topó con los matones que ahora estaban presos en los calabozos y se dio de topes.

Isabella no era de las que se daban de topes, si veía que las cosas no irían en su favor, a menos que no le quedara otra opción. Eso era una actitud inteligente. Muy bien, considerando eso, y sabiendo que los GRANUJAS que estaban en los calabozos eran mucho más fuertes que ella… eso quiere decir que la chica no tuvo más opción que irse a las manos.

¿Qué habría impulsado a Isabella a irse a las manos estando en clara desventaja? Kanon asintió con la cabeza: no hacía falta un doctorado en criminalística para saber la respuesta. Anita. Isabella debió irse a los topes para ayudar a Anita. El menor de los gemelos abrió los ojos de golpe. ¡Claro! Cuando encontraron a Isabella la primera vez… le había dicho a Anita que corriera a abrazarse de las piernas de algún dorado y ella se quedó atrás para escudarla, pese a estar en desventaja. Entonces… si Isabella había hecho lo mismo esta vez, eso quería decir que Anita había corrido hacia el interior del Santuario.

Kanon comenzó a caminar bastante rápido y dando largas zancadas, sin dejar de escanear con su cosmo el área, dado que sus ojos poca ayuda le brindaba, debido a la lluvia y a la oscuridad. ¿A dónde habría corrido Anita? No podía ir muy lejos, no porque habría estado asustada y porque se cansaba con mucha velocidad. Si él hubiera estado en su lugar… más que huir, habría buscado un lugar donde cupiese sin problemas, de forma tal que no pudieran seguirla. ¡Había columnas cerca de allí! Un montón de columnas caídas desde que él recordaba, apiladas una contra la otra. Se detuvo y observó a su alrededor.

Negro, lluvia, viento, frío, negro… por allí estaban las columnas. Y esa silueta femenina que parecía mirarle divertida, cuyos cabellos volaban al viento. Más columnas, rocas, lluvia, oscuridad…

¡Un Momento! Kanon regresó los ojos hasta donde había visto la silueta. ¿Acaso había visto una…? No podía creerlo. ¡OTRA VEZ! El menor de los gemelos adoptó una agresiva posición de defensa: por una mísera fracción de segundo vio una silueta femenina, pero esta se convirtió en ese instante en un brillante punto azul neón, que destacaba en la oscuridad de la lluviosa noche, el mismo que le había guiado hasta Isabella horas antes.

Kanon corrió hacia el punto azul. ¿Qué era? No tenía idea ni tenía el tiempo de averiguarlo. Ya habría ocasión de masticarlo una vez que encontrase a Anita. Se deslizó entre las columnas con dificultad hasta donde estaba el punto… pero una vez que llegó allí, el punto desapareció.

"Ana ¿Me Oyes?" Llamó Kanon con energía. "¡Anita! Dime dónde estás." Nada, no obtuvo respuesta. "¡Anita!" Nada. Silencio absoluto… excepto por el sonido de un inhalador. Kanon se apresuró al lugar donde había oído el ruido. "¡ANITA!"

"… ¿Tío Kanon?" Preguntó una débil voz a sus espaldas. Kanon se dio la vuelta. Vio un hueco increíblemente bien disimulado entre las caídas columnas y se agachó para ver mejor.

Allí se encontró con los enormes y rojos ojos de Anita, que lo miraban llenos de lágrimas. La niña estaba agachada, se abrazaba las rodillas y temblaba de miedo. Hizo un enorme puchero al verlo y gruesos lagrimones se deslizaron por sus mejillas.

Suspiró de alivio al verla. Se veía asustada, pero bien y sin daño aparente. Se sentó en el suelo, en la entrada del agujero y avisó vía cosmo a los demás santos que buscaban a la niña, que ya la había encontrado. Se sintió en el ambiente un alivio generalizado.

"Anita… ¿Qué haces allí? Nos tenías preocupado, ¿Estás bien?" Preguntó muy casual, como quitándole importancia al asunto. La niña asintió con la cabeza.

"Serra me dijo que me quedara aquí." Anita dijo entre hipos y gimoteos. "Que no saliera, y que me quedara muy quieta."

"¿Serra?" Kanon la miró curioso ¿De quién le estaba hablando? Se inclinó sobre el agujero y apoyó sus manos en la tierra… entonces notó algo muy curioso: la tierra estaba muy seca y tibia, y allí en ese hueco no hacía frío. Es más, ni siquiera había un atisbo de humedad y Anita estaba seca. Eso no era normal, ¿O sí? Dejando eso de lado. "¿Quién es Serra?"

"Serra es… Me dijo… Me dijo… ¡Me dijo…!" Anita puso cara de llanto. Antes que se diera cuenta o pudiera evitarlo, Kanon tenía a la niña entre sus brazos, que se deshacía en lágrima viva. "¡TUVE MUCHO MIEDO!" Exclamó entre sonoros sollozos "NO QUERÍA VOLVER CON ELLOS, ME DIJERON QUE ME IBAN A PEGAR. ¡ME IBAN A METER DENTRO DE UN SACO SUCIO! Y LASTIMARON A LA TÍA ISA. LA TIRARON POR UNA ZANJA: YO LES VI. ¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAA!"

"Tranquila, Anita, tranquila." La consoló mientras se ponía de pie. "Ya pasó, no te va a pasar nada malo, ya verás. La tía Isa está a salvo."

"¡PERO NO SE MOVÍA! Y La Arrastraron y Patearon." Anita se sujetó con más fuerza del torso de Kanon, quien se apresuró a sacarla de allí. "¡QUIERO A MIS PAPIS! ¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!"

Muy bien. Esto le rompe el corazón a cualquiera que tenga la suficiente sensibilidad como para que las desconsoladas lágrimas de una peque tan dulce le afecten. Kanon se prometió a sí mismo ir a darles una vuelta a los infelices que habían asustado de esta manera a Anita. Sin darse mayor trabajo, abrió un portal a Géminis mientras consolaba a la niña con cariño. En cuanto apareció en la sala, quienes estaban allí presentes les recibieron con entusiasmo.

Sin embargo… algo aún quedaba pendiente.

No, cuando digo que algo pendiente no me refiero a Shaka, quién seguía en calidad de '¡OMMMMM!' en virgo, sino a asuntos de corte personal que debían ser zanjados a la brevedad.

Continuará.

Por
Misao–CG


Próximo Capítulo: Conversaciones.

"¡Qué buena está esta sopa!"

"¡Muy Reponedora!"

"¡Atchíss, Atchíss!"

"¡MILO! No te desabrigues: No quiero que te dé una recaída."

"¡HEY! ¡Yo no Fui!"


PS: Luego de este chapucero final de capítulo me despido hasta mañana. Escribir esto no me dio guerra. Fue al revés: me resistí un poco a escribirlo, pero aquí lo tienen. Seguramente la misteriosa silueta con cabello largo, el punto azul a quién Anita llamó 'Serra' le estén causando curiosidad… entonces tendrán que esperar hasta Septiembre, porque recién entonces sabrán. Espero no haberlos decepcionado… ¡GRACIAS POR LEER!