Notas de la autora: Le he estado dando vueltas a esta historia por días. Además, quería ver un fanfic triste de Tsuzuki/Hisoka. Me gusta lo tierno, pero hey, me gusta leer fanfics angst de cuando en cuando.
Solo avisando, hay una razón por la cual el fic está clasificado "angst" en primera instancia.
Bueno¡espero que disfruten la historia!.
Notas de la traductora: Había encontrado este fic hacía tiempo ya, cuando solo leía por aquí, me gustó tanto que lo bajé a mi computadora. Ahora que tengo cuenta activa he pedido permiso para traducirlo. Fue escrito originalmente en inglés por Starza bajo el título de Addiction (por si alguien gusta checarlo).
Todas las notas que vean son las que la autora ha dejado (a menos de que indique lo contrario).
Suspiro para mis adentros mientras cierro el libro que he estado tratando de leer esta última hora más o menos. No tiene caso. No importa cuanto lo intente, parece que no puedo leer mas de las primeras oracionesde la página uno.
Me recargo en el respaldo de la silla que estoy ocupando actualmente y miro hacia el sofá. Te veo ahí, viendo la televisión. O al menos, pretendes que la vs. He visto la forma en que tus ojos violetas se despegan de la pantalla para mirar a otro lugar. A veces, te veo observándome, pero en el momento en el que te veo de vuelta, regresas los ojos con rapidez al televisor.
Incluso cuando antes trataba de leer, sabía que me estabas mirando. Y cuando alcé la mirada, tú estabas viendo la televisión de nuevo, como si nada hubiera pasado.
Miró hacia la cubierta del libro que estaba leyendo hacía rato, intentando distraerme. Y puedo sentir tu mirada sobre me. ¿Cuantas noches hemos pasado poniendo en práctica nuestros juegos de esta manera?
No puedo seguir con estos juegos donde nos miramos a escondidas esta noche, así que me pongo de pie y te informo que me iré a la cama. Pensé que me dirías que era demasiado temprano (apenas y pasan de las ocho). Pensé que me preguntarías si algo estaba mal. Pensé que vendrías hacia mí y me abrazarías, tranquilizándome silenciosamente como antes hacías.
No hiciste nada de eso. Al contrario, volteaste a verme y asentiste antes de regresar tu vista a la televisión. Me quedo parado en mi lugar unos segundos, tal vez esperando por algún tipo de reacción antes de decidir que solo estoy perdiendo mí tiempo y reanudar mí caminar hacia el cuarto. No me toma mucho tiempo cambiarme y menos de un minuto después, me acuesto sobre un lado de la cama, cerrando los ojos y esperando que el sueño llegue temprano esta noche.
Pero parece que no puedo caer dormido. Esto ya me ha pasado muchas veces antes y sé que no dormiré hasta que tú estés en la cama. ¿Te acostarás del otro lado de la cama, espaldas a mi esta noche¿Terminaré cediendo a mi deseo egoísta de acercarme a ti, solo para que voltees a verme¿Y te voltearás hacia mí para ser tranquilizado falsamente una vez mas¿Terminaré descansando en tus brazos, haciéndome sentir peor que la última vez que pasó¿Me dirás que me amas, como todas las noches, sin recibir nunca una respuesta?
Trato de esconderme debajo de las sábanas mientras escucho el sonido de la televisión. Tan solo quiero ir a dormir sin tener que despertar jamás. Estoy cansado de estos juegos que ponemos en práctica el uno con el otro. Esta llegando al punto en que uno de los dos va a estallar...
¿Cuando comenzó todo esto¿Ese día en el que me dijiste que me amabas? Nunca debiste decirme que estaba bien si yo no podía contestarte o si no me sentía de la misma manera. Sabía que era una mentira cuando me dijiste que estaba bien.
Lo que dije hace tanto tiempo es verdad. En serio te necesito. Te seguiría a donde quiera que fueras. Te seguiría a donde quiera que fueras. Incluso a las profundidades del infierno te seguiría por detrás.
Pero solo porque te necesite a mi lado no significa que te ame.
Te necesito porque eres el único que podría amarme. Te necesito porque eres el único que me acepta tal como soy. Te necesito porque, tal vez, eres la única persona del mundo que podría tolerarme. Te necesito no porque te ame, sino porque necesito tu amor. Es una adicción de la que no puedo prescindir...
Pensé que, con el tiempo, llegaría a amarte. Solo necesitábamos tiempo, y teníamos todo el del mundo para nosotros. Si pasábamos más tiempo juntos. Si hablábamos más. Si vivíamos juntos. Y aún así, después de cinto años viviendo juntos, no puedo decirlo. No puedo decirte dos sencillas palabras.
¿Porque no soy capaz de expresar esas dos sencillas palabras que salen de tu boca tan fácilmente? Porque sería una mentira. Si llegara a decirte eso, te estaría mintiendo.
He llegado a depender de ti. Me he acostumbrado a tu sonrisa, a tus hábitos, a tu presencia... y mientras mas tiempo pase contigo de esta forma, me sentiré mas atormentado. Quiero escapar de esta falsa vida que estamos creando. No es justo para ti aferrarte a falsas esperanzas.
Sin embargo no puedo hacerlo...
He tratado muchas veces de zafarme de esta relación. En el principio, solo me escondía de ti por unas pocas horas al día. Si podía alejarme de ti para no verte en un par de horas, entonces tal vez sería capaz de reunir el coraje para irme y acabar con este juego.
Pero entonces, escuchaba tu voz llamando mi nombre. Cerraba los ojos, tratando duramente de ignorar el pánico en tu voz, con mi conciencia gritándome interiormente "¿como puedes hacerle esto a él?" volviéndome loco. Cuando sentía la angustia proveniente de ti, siempre me rendía y salía de mi escondite. Tu soltabas un suspiro de alivio, avergonzándome, diciéndome lo preocupado que estabas. Yo te llamaría idiota por pensar semejantes cosas y todo volvería a la "normalidad".
Después de varios atentados como aquel, me detuve. Incluso si en verdad llegaba a irme¿a donde iría¿que haría?
¿En verdad dependía tanto de ti¿o es que mi adicción era tan fuerte?
Entonces, recordé la primera noche que nos acostamos. Siempre tuviste miedo de llegar tan lejos conmigo, pero te dije que estaba bien, que por mi no había problema.
Esa noche descubriste que no había esperanza. Tal vez te diste cuenta de que te estabas aferrando con desesperación a algo que nunca pasaría. Tal vez notaste, en ese momento, que la relación solo era de un solo lado. Que yo no podía darte lo que tu querías.
En ese momento que supuestamente debía traer felicidad, tus sueños murieron.
Al día siguiente, creo, fue el día que tus esperanzas comenzaron morir. Las largas conversaciones que teníamos terminaron. Aquellos abrazos tranquilizadores pararon. Las verdaderas sonrisas se detuvieron. Las miradas preocupadas también desaparecieron.
El sexo, sin embargo, jamás terminó. Tal vez, pensaste que el solo hecho de tenerme ahí era mejor que no tenerme del todo. Podía ver la culpa en tus ojos. Pero jamás hiciste nada para ponerle fin. Yo nunca hice nada para detenerte. Probablemente llegaste a pensar que porque yo no te paraba, en algún lado muy dentro de ti, aún significaba que posiblemente yo podría llegar a amarte. Yo nunca te había negado nada o había dejado la relación, así que debía amarte, muy interiormente.
Pero no es así. No se si algún día podré. Y si llego a hacerlo¿seguirías amándome, después de todo lo que te hice pasar?
Soy sacado de mis pensamientos cuando oigo el teléfono. El sonido de la tele desaparece y puedo escuchar tus pasos por el piso, hacia donde está el teléfono.
-hola, casa de Tsuzuki... ¿Tatsumi!- haces una pausa.- no, es solo que no esperaba que llamaras tan tarde... ¿en, no estoy bien.- hay un largo silencio antes de que se pueda escuchar tu voz de nuevo.- no, esta durmiendo. Yo... bueno, creo que solo esta cansado, es todo... ¿que, no, Hisoka no esta enfermo.- otra pausa.- lo sé Tatsumi, es solo...
Tu voz se convierte en un susurro. Agudizo mi oído y capto lo que estas diciendo.-...mal últimamente. No es nada de que preocuparse.- me pregunto que dijiste, pero antes de que pueda pensarlo, continúas hablando.- no, en verdad. ¡Ambos estamos bien!- casi me río de lo absurdo que suena eso.- estaremos a tiempo mañana... si, ya estaba por irme a dormir.- silencio.- lo sé Tatsumi... lo sé.- otro silencio, esta vez mucho mas largo.- lo sé. Te veo en el trabajo.- hace una pausa otra vez.- y Tatsumi... gracias...- oigo que te ríes por lo bajo.- buenas noches Tatsumi.
Escucho como cuelgas el teléfono en el recibidor y también te oigo suspirar. Tu sabes que Tatsumi-san sabe lo que esta pasando entre nosotros, siempre ha sido muy observador en cuanto a ti se refiere. ¿Sabes como se siente hacia ti? El siempre te ha animado. Ha estado enamorado de ti por décadas. Y creo que lo sabes, pero escogiste permanecer conmigo.
Escucho la puerta al abrirse mientras vas en silencio al baño y cierras la puerta detrás de ti. Un pensamiento me viene a la mente de momento, sobre ti marchándote al lado de Tatsumi-san. ¿Porque te quedarías con alguien que sabes que nunca te amaría? Pensando eso, en no volverte a ver todos los días, en no sentir tu presencia a cada momento del día, me hace sentir mal.
Siento como la cama se mueve repentinamente y se que te estas acostando alejado de mi. Trato por todos los medios posibles a no sucumbir esta noche, no volverme y acercarme a ti, pero aquel pensamiento vuelve a mi mente y antes de que me cuenta, mi mano esta estirándose para tocarte. Brincas ligeramente cuando sientes mis dedos rozarte el hombro y te volteas para mirarme.
-¿Hisoka?
Sigo diciéndome a mi mismo que deje de hacerlo, que deje de controlarte así, pero el pensamiento de no volverte a ver es muy fuerte en mi mente y me encuentro pegándome a ti. Tú no dices nada, solo envuelves tus brazos alrededor de mi cintura y me sostienes tan cerca de ti como puedes.
Odio esto. Odio esta falsa vida que llevamos. Pero más que nada, me odio a mi mismo. Por sucumbir constantemente. Por atraparte aquí, en mi propia miseria.
-te amo.- me susurras, como haces todas las noches. Siento que mis ojos se cierran y me pregunto cuando llegará el día en que no seas capaz de decirme esas palabras.
Dije que siempre estaría a tu lado, incluso si te ibas a las profundidades del infierno, yo estaría ahí. Pero nunca pensé que yo sería el que nos arrastrara hasta ahí.
Nota: Porque hubo una confusión en algún lado, Hisoka es el que habla, y los "tú" y "él" se refieren a Tsuzuki.
