Notas de la autora: Wee¡MAS angst! Honestamente, no se supone que habría una secuela, pero obtuve una retroalimentación muy positiva del fic, así que decidí escribir otro más.

Por cierto, no, esta historia no "eliminará todo el angst". El género principal de esta historia es el angst. Si sientes que no puedes manejarlo, entonces no lo leas, así de simple. Si, el fic me dejó un nudo en la garganta y para el autor, sentirse así sobre su propia historia, no es particularmente bueno. .

No creo que sea tan bueno como el PdV de Hisoka, pero puede que aclaré unas preguntas a lo de porque Tsuzuki hace lo que hace, que le dijo a Tatsumi, etc. Esta es la misma situación de antes, pero desde un PdV diferente.

Bueno¡disfrútenlo!

Notas de la traductora: Pues, tenemos una continuación y yo no me había enterado. Soy un desastre. Lo que dice la autora acerca del angst se debe a los reviews que recibió quejándose sobre el exceso de angst. Igual que antes, esta escrita por Starza bajo el título de Addiction. El segundo capítulo fue llamado Denial.

PdV significa lo mismo que PoV solo que traducido al español (Punto de Vista). Por si alguien se lo pregunta.

Sin más preámbulos les dejo la historia.


Aún con la televisión encendida, no puedo encontrar nada remotamente interesante. Nada parece captar mi atención. Y entonces, me aburro. Cuando me aburro, mis ojos y mi mente comienzan a vagar por todo el lugar... y mis ojos se paran sobre tu figura. Tu libro esta sobre tu regazo, tus ojos verdes miran abajo, a las páginas que lees. ¿Cuando tiempo has estado en la misma página?

Aparto mis ojos cuando alzas la mirada. No puedo verte a los ojos mas tiempo; es demasiado doloroso... se que has vuelto a tu lectura, pero se que no pasarás de la primera página. ¿Te estas sintiendo igual que yo¿O solo te estas sintiendo culpable de nuevo?

Encuentro que mis ojos han vuelto a divagar para volverte a ver. No, tú no eres el que se está sintiendo culpable. El único culpable en esta situación es...

Repentinamente cierras tu libro y dices que te irás a la cama. Yo solo asiento con la cabeza simplemente, pretendiendo que la película de la tele es lo más importante del mundo. Por alguna razón, tu te quedas ahí.

¿Que esperas que haga, Hisoka¿Esperas que te pregunte que esta mal, aún cuando ya se que dirás que no es nada¿Esperas que diga que es muy temprano como para que te vayas a dormir, aún cuando tu argumentarías que yo me quedo despierto hasta muy noche¿O esperas que sonría y te de un abrazo pretendiendo que las cosas están bien?

No, no puedo hacer nada de eso más tiempo. Porque no significan nada para ti. Yo no significo nada para ti... ni siquiera noté a que ya te habías ido. Esperé unos minutos antes de retirar unos mechones de cabellos de mis ojos. Me prometí que dejaría de llorar después de tantos años. Pero siempre rompo esa promesa y encuentro que las lágrimas se han formado en mis ojos antes de que me de cuenta. Es un hábito difícil de dejar.

¿Porque me molesto en quedarme? Me he preguntado varias veces. Nada bueno puede salir de eso. Después de cinco años de esperar y anhelar, aun no puedes decirme lo que sientes por mí.

La primera vea que me dijiste que no sabías como te sentías, me heriste. Sabía que habías visto a través de mi cuando dije que estaba bien si no sentías lo mismo que yo. Pero tenía que decírtelo, tratar de ocultártelo era peor que no decírtelo.

La primera vez que dijiste que me necesitabas, me alegraste. Me estabas dando una oportunidad. No estabas aceptando la idea en su totalidad, pero no me estabas rechazando tampoco.

Te mudaste conmigo, y los primeros dos años fueron una bendición. Me hablabas más, sonreías a menudo, me dejabas tocarte más...

Y luego, las cosas comenzaron a cambiar. Desaparecías por horas sin decirme nada. Y yo terminaba buscándote por toda la casa, la oficina, o donde fuera que estuviéremos. Gritaba tu nombre en pánico total. ¿Te había pasado algo¿Estabas bien¿Había hecho algo mal de nuevo¿Había hecho algo para que me abandonaras?

Y entonces, aparecías de repente. Lo primero que hacía era abrazarte fuertemente contra mi cuerpo, no queriendo dejarte ir. Te decía que había estado muy preocupado. Tú me mirabas con esa mueca en tus labios y me llamabas idiota.

Fue en esos momentos que me di cuenta de algo. No podía dejarte ir. Necesitaba que estuvieras a mi lado, aun si me amabas o no. Si me dejabas, yo no sabría que hacer...

Luego volví a echar todo a perder. Nunca debí traer a colación la noción de acostarnos, especialmente estando consciente de lo que te había pasado. Me dijiste que estaba bien, pero debí haberlo sabido.

¿Sabías que nunca gritaste mi nombre ni una vez? No importaba cuantas veces yo gritara el tuyo o te dijera que te amaba, tu nunca dijiste nada...

Creo que, aquel día, una parte de mi murió.

Me di por vencido entonces. No tiene caso continuar una relación cuando solo es por una parte.

Y comenzamos a separarnos. No podía seguir manteniendo la farsa; no tenía la energía para intentarlo. No podía tocarte sin sentirme culpable y sucio. No podía verte a los ojos sin pensar en lo desagradable que era por hacerte esto a ti. No podía seguir diciendo aquellas mentiras de todo esta bien cuando yo sabía perfectamente bien que no era verdad.

Aún así, te quedaste. Nunca entendí porque seguías aquí. Aún ahora no entiendo porque sigues conmigo.

Lo que es peor es que después de todo, aún sigues durmiendo en la misma cama que yo. Aún dejas que te toque íntimamente.

Nunca pude entender porque, incluso hasta hoy. Me decía a mi mismo que dejaría de tocarte, que tenía que ponerle un alto a todo esto. Pero no puedo dejar de tocarte. Te necesito a mi lado, aún si no me amas.

Hay veces en que deseo que me digas que me detenga, que me digas que me odias o que no me quieres. Entonces tendría una razón para detener esto. ¿O es solo una excusa que estoy usando?

Repentinamente, el teléfono sonó. Apagué la tele y caminé hacia donde estaba el aparato, preguntándome quien sobre la faz de la tierra llamaría a estas horas de la noche.

-hola, casa de Tsuzuki.

-¿Tsuzuki-san?

Reconozco tu voz de inmediato.- ¿Tatsumi!

-suenas sorprendido. ¿Interrumpo algo?

-no, es solo que no esperaba que llamaras tan tarde...

-ya veo.- hay una breve pausa.- ¿Estas bien? Ni tu ni Kurosaki-kun fueron al trabajo hoy y ninguno contestó el teléfono cuando los llamé antes.

-¿en, no estoy bien.

-ya veo.- hay otro silencio incómodo.- ¿Que hay de Kurosaki-kun¿Esta despierto?

Niego con la cabeza, aunque se que Tatsumi no me verá.- no, esta durmiendo. Yo... bueno, creo que solo esta cansado, es todo...

-¿Estas seguro de que esta bien, no esta enfermo ¿verdad?

-¿que, no, Hisoka no esta enfermo.

-Tsuzuki-san... ¿Están los dos bien, últimamente ambos han estado...

Claro, deja que Tatsumi se preocupe por nosotros. No merezco un amigo tan bueno como el.- lo sé Tatsumi, es solo...- Me siento muy mal mientras susurro.- es solo que me he sentido un poco mal últimamente. No es nada de que preocuparse.

Se que Tatsumi no va a creerme.- ¿Estas seguro, sabes que ambos pueden...

Lo interrumpo antes de que pueda terminar.- no, en verdad. ¡Ambos estamos bien! Estaremos a tiempo mañana...

Hay un silencio pesado del otro lado del teléfono. Cada segundo de silencio parece una tortura, porque realmente no se lo que Tatsumi podría hacer. Se que no me cree ni una sola palabra; pero no es el tipo de persona que se mete en los asuntos de otros cuando estos se niegan a hablar.

Oigo un suspiro del otro lado y se que, de momento, Tatsumi me va a pasar mi excusa.- de acuerdo Tsuzuki-san. Pero si quieres llegar a tiempo será mejor que te vayas a dormir.

Sonrío e interiormente agradezco a Tatsumi por estar ahí para mí todos estos años.- si, ya estaba por irme a dormir.

-solo.- hay otra pausa.- solo recuerda que si tienes cualquier problema, la puerta de mi oficina siempre estará abierta para ambos.

-lo sé Tatsumi... lo sé.

-cuídate mucho... y cuida de Kurosaki-kun.

-lo sé. Te veo en el trabajo.

-si.

Hay algo que necesito decirle...- y Tatsumi.- hago una pausa antes de decir.- gracias...

Tengo el presentimiento de que Tatsumi esta sonriendo ahora; la pausa en el teléfono ya no es incómoda como las anteriores.- Espero que cumplas tu promesa y te vea en tu oficina a las seis de la mañana, en punto.

Me río ligeramente y susurro.- buenas noches Tatsumi.

-buenas noches Tsuzuki-san.

Espero hasta que escucho que has colgado y pongo el teléfono en el recibidor. Nunca podré ocultar nada serio de ti¿verdad Seichirou? Una parte de mi desearía que te rindieras. No valgo tu tiempo.

Es otro pecado que nunca podré expiar.

Abro la puerta del dormitorio y miro a la cama un segundo antes de dirigirme al baño para coger un pañuelo. Me miro a mi mismo en el espejo mientras seco mis ojos. Dios, me veo terrible. Mi cabello se ve como si no hubiera sido cepillado en días, y mis ojos están rojos con ojeras debajo de ellos, mi cara se ve un poco pálida, y no se si soy yo pero, me veo mas delgado.

No es sorpresa que Tatsumi me haya llamado. Si así me veo en el trabajo...

Tiro el pañuelo a la basura y regreso a la cama. Te veo acurrucado del otro lado de la cama. Probablemente para que no tengas que tocarme o mirarme...

Me acuesto en el lado opuesto de la cama, tratando fuertemente de reprimir mi llanto de nuevo. Necesito terminar esto. No se cuanto tiempo más...

Siento algo frío rozar mi hombro volteo la cabeza para encontrar tus ojos verdes mirándome. ¿Cuanto tiempo has estado despierto?

-¿Hisoka?- antes de que lo sepa, te estas acercando a mi lado, descansando tu cabeza en mi hombro. Y como todas las noches, envuelvo mis brazos a tu alrededor y te jalo cerca de mi cuerpo.

¿Porque sigues haciendo esto? No lo entiendo, se que no me amas, pero aún así te quedas conmigo.

Tal vez...

-te amo.- te susurro, como todas las noches. Se que no me contestarás. Se que no dirás nada, sino que veo tus ojos cerrándose.

Pero todavía puedo tener esperanza.

¿Verdad?