Capítulo 11:
Estaban en un pasillo de alguna oficina, podían deducir los muchachos. La gente que caminaba por allí hojeaba expedientes, hablaban por un teléfono celular o se quejaba del trabajo.
- ¿Dónde está Ginny? – preguntó Harry impaciente por saber qué había ocurrido.
- Allí – respondió Neville señalando a unas personas saliendo de una oficina.
El grupo se acercó a dónde estaban, observando todo con mucha concentración para recordar todos los detalles.
- ...pero debo seguir en lo mismo; Señorita Weasley, ha sido un honor que usted me haya entrevistado – dijo un joven bastante de unos 28 años, cabello castaño claro y ojos verdes.
- El honor ha sido todo mío, señor Johnsons y espero que en sus exportaciones le vaya genial.
- Gracias, eso esperamos todos. Pero creo que nos irá excelente, más que mal en Europa somos la mejor compañía de cosméticos.
- Bien, debo irme al periódico, sino mi jefa me matara por llegar tarde – dijo Ginny sonriendo – Adiós y gracias por la entrevista.
- De nada, fue un placer conocerla.
- El placer fue todo mío – y la pelirroja se fue por el pasillo.
Ginny pasó justo por el lado del grupo. Todos se miraron y la siguieron hasta que vieron como un muchacho de cabello rubio venía caminando con dirección a ella.
Iba caminando algo apurada, porque estaba justa en el tiempo para llegar al periódico. Levantó su vista y vio como alguien de cabellos rubios se le acercaba, extrañamente le parecía familiar hasta que por fin cayó en la cuenta de quién era.
- Draco Malfoy... – dijo ella observándolo con asco.
- Ginny Weasley – murmuró él – Nunca creí encontrarte acá.
- Bueno, yo vine a hacer una entrevista, pero es extraño encontrarte después de siete años en una fábrica de cosméticos femeninos.
- Eso no es extraño, mi familia compró las acciones de esta compañía, así que vine a verificar si todo andaba bien – replicó Malfoy cruzándose de brazos – Así que eres reportera Weasley, algo bueno que hayas hecho en tu vida...
- Sí, al menos no me la paso de fiestas en fiestas sin hacer nada productivo.
- Andas muy amable hoy día, supe que Potter terminó contigo...
- ¡Vaya! Hasta que se entera de algo por fin este chico...Eso pasó hace muchos años y terminó conmigo. Andas comentando noticias añejas, Malfoy – dijo riéndose Ginny.
- Lo que pasa es que tú no eras suficiente para él...
- ¿Sabes? tengo mejores cosas que andar hablando con un asqueroso como tú, adiós – Ginny empezó a avanzar, pero Draco la detuvo por el brazo.
- Tal vez deberías probar con alguien mejor que él, yo.
- Creo que los años te han dejado loco hurón mal nacido – dijo sonriendo maliciosamente la pelirroja – Y para que sepas jamás andaría con alguien como tú.
- ¡Ese asqueroso anda acosando a mi hermana! – gritó enfurecido Ron.
- Cálmate, Ron – le pidió Hermione observándolo y tomó su mano para que se tranquilizara y por cierto, aquello funcionó.
Harry observaba en silencio. En verdad, le daba algo de tristeza ver como Ginny no le había dolido el comentario de Malfoy respecto a su antigua relación, era como si ahora no le importara...
- Señor Malfoy, debo hablar con usted – dijo una mujer detrás de los dos.
- Claro – respondió sonriendo Malfoy – Nos vemos algún día Weasley...
- Hasta nunca – se despidió Ginny y comenzó a alejarse.
- Tengo todos los detalles de las personas restantes, sólo falta el de Azkabán – informó la joven a Malfoy.
Todos estaban escuchando con sumo interés la conversación reciente. Vieron como Ginny se dio vuelta y escuchó lo que dijo la mujer. Malfoy se fue con la mujer por un pasillo y Ginny los comenzó a seguir de forma muy disimulada atrás de ellos.
Ginny se acercó a la esquina de un pasillo y se escondió bien apegada a la pared para escuchar con lujo de detalles lo que es mujer le había dicho a Draco Malfoy.
En verdad, despertó mucho interés oír las palabras Azkabán y los restantes. Parecía que planeaban algo y conociendo que siempre la familia Malfoy anda en algo sucio y oscuro tenía que escuchar, de seguro algo tiene que ver con el secuestro.
Se agachó y quedó en cuclillas.
- Dime, tenemos a los dos, a ti, a mí y ahora sólo falta el de Azkabán – dijo Malfoy pensativo en la esquina del pasillo en voz baja a la mujer - ¿Cuántos días serían?
- Unos dos, nada más de eso, sino nos meteríamos en un gran lío – respondió la mujer algo nerviosa.
- Perfecto, nos veremos después para que me tengas al tanto de todos los detalles – ordenó el rubio – Nos vemos.
- Éste anda en algo muy malo – comentó Luna a todos.
El grupo estaba al lado de Malfoy escuchando todo desde la primera fila frente a ellos.
- Tienes razón – respondió Harry.
- Oigan...Ginny anda escuchando y...Malfoy se va a doblar por el pasillo en que ella está – dijo Hermione.
Ginny al ver que Malfoy se dirigía a dónde ella estaba trató de levantarse para salir corriendo, pero se cayó y quedó sentada en el suelo con las piernas abiertas. Le entró completamente el pánico y Malfoy la vio allí en el suelo. Él alzó una ceja y sonrió.
- ¿Qué haces allí? – le preguntó en un tono frío y se le borró la sonrisa.
- Ehh..a mí se me olvido mi varita en...se me cayó la varita aquí y la estaba recogiendo y...me resbalé por el piso recién trapeado – respondió tratando de sonar convincente.
- El piso no está mojado, Weasley – dijo sonriendo maliciosamente – Lo que más odio en el mundo es que escuchen mis conversaciones – y Malfoy sacó su varita.
- ¡Ah, no! – gritó Ginny asustada y se paró de un salto del suelo y comenzó a arrancar.
Detrás de ella venía Malfoy con su varita en mano persiguiéndola. Ginny corría como si su vida dependiera de ello, y era así.
- ¡Lo siento mucho! – gritó disculpándose con alguien que había botado al suelo.
- ¡Lo lamentarás, Weasley! – gritó Draco detrás de ella casi alcanzándola.
Habían llegado a un lugar que parecía un pasillo abandonado y estaba la caja de electricidad. Era el típico depósito dónde se hallaba las maquinarias del edificio.
Malfoy la tomó por el brazo y la detuvo. Ginny intentó soltarse, pero él era mucho más fuerte que ella. La llevó hasta la pared.
- Para – ordenó Malfoy y extrañamente Ginny dejó de moverse – No es bueno que andes escuchando conversaciones privadas, Weasley.
- ¿Privadas? Estabas organizando algo sucio – replicó Ginny mirándolo con profundo odio.
- Será mejor que te quedes callada, puedo matarte en cualquier momento – le dijo y puso la punta de su varita en el cuello de la pelirroja.
El grupo había seguido la persecución de Ginny. En serio que todos estaban controlándose, porque Draco Malfoy era un infeliz por andar amenazando a alguien así.
- Es un imbécil – murmuró Ron.
- ¡Déjame en paz! – gritó Ginny - ¡Eres un maricón, imbécil...
- ¡Cállate! – le ordenó Malfoy y Ginny dejó de gritar – Te ves mucho mejor cuando estás calladita y ahora que estás callada puedo hacer esto... – se acercó a ella para besarla, pero ella movió su cabeza – La haces difícil...Bésame.
Ginny abrió los ojos como asustada y comenzó a acercarse a él hasta que lo besó. Malfoy parecía disfrutarlo, pero Ginny parecía querer suicidarse.
- ¡Se acabó! – gritó Ron enfurecido – Cuando vea a ese mal nacido, juro que lo voy a matar...
- Ya cállate, Ron – replicó Luna – Ahora he visto algo muy extraño.
- Es cierto, las órdenes que le da Malfoy las cumple¿por qué? – preguntó Hermione.
Harry estaba en completo silencio. Veía con mucho dolo aquélla escena. ¿Por qué? Sentía rabia, celos, tristeza, dolor; era cómo si mal ver eso estuviera sintiéndose tremendamente mal.
En pleno beso Ginny le pegó en la ingle a Draco con mucha fuerza. Él cayó al suelo retorciéndose de dolor y ella sonrió complacida.
- Te...las... – fue lo único que dijo con mucho dolor, aún, Malfoy levantándose del suelo – Cierto¿quieres hablar y poder moverte del sitio en que estás? – el preguntó sarcásticamente – Pues...está bien – y se acercó a ella para darle un beso en el cuello – Nos vemos – se despidió el sonriendo y empezó a caminar.
Ginny comenzó a vomitar sangre. Después de unos segundos parecía que ella podía moverse. Ella caminó a Malfoy con el demonio dentro de ella. Le tocó el hombro, él se dio vuelta y...¡PAM! Tremendo puñete que le pegó ella directo a la nariz.
- Olvidate – dijo Ginny apuntando con su varita la frente del rubio que yacía en el suelo – Bueno, este encuentro jamás lo recordarás, Malfoy – y dicho esto ella se fue de aquel oscuro lugar.
Todo comenzó a dar vueltas nuevamente y en pocos segundos los cinco salieron de los recuerdos de Ginny. Se encontraban en su habitación y alrededor de ellos estaba el pensadero al centro.
Ron lo tomó lentamente y lo guardó en el escritorio. Luego se dio vuelta para observar los rostros del grupo.
- Nunca me hubiera imaginado que Ginny se hubiera encontrado con Malfoy de esa forma – dijo finalmente Neville después de un momento de silencio incómodo.
- Juro que si vuelvo a ver a Malfoy lo muelo a golpes¿vieron cómo trató a Gin? – preguntó Ron cruzándose de brazos.
- Es verdad, lo que me preocupa mucho es lo que habló con esa mujer. Hablo de alguien que escapó de Azkabán y que anda reuniendo personas, al parecer el prisionero es el último miembro que les falta – dijo Harry acomodándose sus lentes.
- Hay que averiguar si algo extraño ha pasado en Azkabán y ver lo del secuestro del señor Stiles – agregó Luna.
- También me llamó la atención otra cosa, Malfoy le daba órdenes a Ginny y ésta las cumplía, algo extraño debe haber allí – opinó Hermione sentándose en la cama de la habitación.
- Tenemos que averiguar muchas cosas – dijo Harry – Veamos, necesitamos organizarnos bien en todo esto.
- Vale¿cómo lo hacemos?
- Luna se encargará de buscar información en Azkabán, irá con ella Ron – les dijo Harry observando como asentían los recién nombrados – Neville, tú irás conmigo a lo del secuestro del señor Stiles y Hermione junto con Ginny averiguarán sobre el álbum de fotos que encontré y quienes son las personas que aparecen junto a Dumbledore en las fotos.
- Bien, antes de que empecemos con esto vayamos a... – pero Ron no pudo continuar, alguien llamaba a la puerta.
El pelirrojo se acercó y la abrió. Una señora gordita, de baja altura, el pelo canoso y unos enormes ojos celestes entró en la habitación. Sonrió a los otro cuatro jóvenes y luego se volteó hacia Ron.
- Señor Weasley, el almuerzo ya está listo y también le ha llegado una lechuza hace unos cinco minutos – informó la anciana – No quise decirle antes, ya que estaba con sus invitados...
- No se preocupe, Sylvia. Y muchas gracias por avisarnos, bajamos en un momento más – dijo Ron sonriéndole mientras ella le pasaba la carta.
La anciana salió de la habitación y Ron se acercó a los demás, mientras despegaba el sello de la carta donde se veía el sello del Ministerio de Magia. La leyó rápidamente.
- Es del señor Barrymore, decía que Ginny fue al ministerio a decirle sobre su encuentro con Malfoy y está muy preocupado por eso de que Malfoy le daba órdenes y ella las obedecía – contestó Ron a las miradas inquisitorias de sus amigos – Bien, vayamos a almorzar y luego cada uno irá a hacer lo que Harry nos ordenó.
De repente sintieron un gritó que provenía del primer piso de la mansión y todos se miraron preocupados, bajaron las escaleras rápidamente mientras veían el cuerpo de Ginny en el suelo...
Notas de la autora: Hola!! Bueno, no ha sido el mejor capítulo del mundo, pero tuve un bloqueo mental así q intenté escribir lo q se me ocurrió en el momento.
Bien, les deseo a todos un muy FELIZ AÑO NUEVO 2005, que la pasen increíble y que este nuevo año venga lleno de alegría y prosperidad...y que el libro 6 de HP sea excelente y decirle a Rowling q es mi ídola, ya q va a poner una pareja en el libro... y d seguro será R/Hr o H/G...
Bueno, muchas gracias x los reviews q he recibido hasta el momento y aúne spero q me sigan enviando para saber su opinión.
Besos,
Sirenita
"En planes de matar a Rowling si mata a ese personaje (...) aunque es mi ídola por la pareja del sexto libro"
