Capítulo 15:
Ginny se quedó observándolo fijamente mientras las palabras que le dijo Harry pasaban en su cerebro para procesarlas y saber la magnitud de ellas.
Poco a poco sus ojos fueron abriéndose cada vez más y su respiración se hacía agitada. Su corazón bombeaba sangre a mil por hora y se mordía el labio inferior con regularidad en esos cinco minutos en que ningún movimiento hacían los dos.
¿Quería a Harry? No lo sabía. Siempre le ha atraído, pero cómo para volver a tener una relación con él no tenía ni la más mínima idea del mundo. Cuando había terminado con Harry empezó a salir con Ryan, un compañero de su antigua revista, pero la relación murió cuan él terminó con ella. Nunca le importó mucho más que algunas noches de lágrimas y amargura plena, pero pudo reponerse fácilmente al mes siguiente y después sólo ha salido con personas pero jamás llegar al punto de decirle a él: Eres mi novio.
- Permiso, Harry – interrumpió un señor abriendo la puerta de donde se encontraban los dos jóvenes.
- Dime – pidió saliendo de su estupor Harry viendo el rostro del señor.
- Hay una reunión con el jefe ahora mismo – respondió sonriendo.
- Ok, Josh, voy de inmediato – y le guiño un ojo – Adiós Gin, mañana nos vemos en la casa de Hermione – y se le acercó para darle un beso en la mejilla mientras aún estaba petrificada de la sorpresiva confesión de sentimientos del muchacho.
Ginny sacudió su cabeza para salir de sus pensamientos y se acercó a la puerta – Finitem Encantatem – murmuró apuntando con su varita la puerta y puedo escuchar como ese señor y Harry hablaban:
- ...Entonces no encontraste nada anormal en el sector M54¿correcto?
- Así es, Harry. Nada de nada y creo que ya deberíamos ir ya a la reunión, sino seremos dos aurores desempleados y dudo que consigamos algún trabajo...
Ella se levantó del suelo y una pregunta asaltó de inmediato su cabeza¿Cuál es la zona M54? Se dirigió a los múltiples libros que estaban en la repisa y comenzó a buscar alguno que ofrecía las coordenadas de cada zona en Londres. De seguro iba a encontrarlas, ya que no era información confidencial aquello.
No encontró ningún libro ni expediente para saber de qué trataba, pero iba a preguntárselo a Hermione, ya que ella era la biblioteca humana en todo el mundo y de fácil acceso.
Después salió de la oficina cerciorándose de que no había moros a la vista y salió del ministerio tan rápidamente como había entrado.
"Harry aún me quiere...¿Y yo?" se preguntaba mientras veía unas vitrinas de ropas muggles en la calle.
oooooooo
Luna estaba sentada hojeando un libro muy antiguo de su niñez. Debía estar bastante aburrida para hacerlo, pero no había nada que la dejaran hacer. Ayer Neville la había amenazado de prohibirle ir a trabajar al "El Quisquilloso" si no se quedaba ese viernes en la cama. Lo único bueno es que esa tarde se iban a juntar en el departamento de Hermione por el caso del secuestro y ver quién es el señor Michael Geller.
Una lechuza entró por la ventana abierta de su habitación y se paró en el velador alargando su patita con un pergamino enrollado. Se lo sacó con desgana y comenzó a leer:
"Luna y Neville:
Lamento tener que informarles que esta tarde no podremos juntarnos, ya que el famoso jugador de Quiddittch, Ron, tiene que ir a práctica de equipo.
Le pedí reiteradas veces que no podíamos dejar de juntarnos, pero a él le hicieron un ultimátum: Se quedaba a entrenar o se iba del equipo.
También Ginny tuvo que ir a visitar a su madre a La Madriguera, ya que es una mala hija que nunca visita a sus familiares.
En vista de todo esto, he decidido si por ahora no nos juntamos. Yo les mandaré una lechuza para avisarles si el domingo puede ser o el lunes¿vale?
Espero que estés bien Luna y por supuesto tú también Neville.
Atentamente,
Hermione Granger"
Ahora no tenía nada que hacer esa tarde más que ver televisión o alfabetizar sus discos compactos. ¿Quién le había mandado a embarazarse? Nadie, sólo quería tener un hijo junto a su querido esposo.
Vio como la lechuza comenzaba a emprender vuelo y se levantó de la cama. Dejó en su velador el pergamino y se dirigió a la cocina para prepararse un sándwich de queso y jamón.
oooooooooo
Era sábado en la tarde. No había sido un día muy caluroso y ya se empezaba a sentirse que a pocos días llegaría el otoño. El sol se ocultaba entre las nubes y a veces se aparecía para dar sus rayos a la ciudad, pero no daban calor.
Hermione estaba casi lista para la cena de aniversario del matrimonio del señor Barrymore. Se colocaba los aros de perlas frente al espejo del baño mientras veía de reojo por la puerta que encima de su velador se encontraba una nota que le había mandado Ginny.
"Hermione:
Necesito que nos juntemos mañana en la mañana. Te espero en el paradero del autobús en la calle Hill Road. Por favor no faltes y ven preparada para desenmascarar quién es el psicópata y el misterio del hurón mal nacido ex –Slytherin.
Gin".
Si ella planeaba hacer un enfrentamiento contra alguien Hermione ya estaba lista para regañarla a más no poder. Pero debía ir, de seguro había averiguado algo muy importante. ¿Paradero de autobús en la calle Hill Road? Eso era de verdad muy extraño...
Sacudió su cabeza y volvió a concentrarse en su apariencia para la fiesta. Llevaba un vestido negro con un escote pronunciado hasta las rodillas y de cortes irregulares, también tenía algunos brillos plateados que hacía ver el vestido como si fuera el cielo estrellado. Llevaba puesto un collar de plata y zapatos de tacón negros. Y el cabello lo traía suelto y con un pinche plateado acomodándolo bien.
Escuchó un pequeño "plop" proveniente del living y seguido unos pasos que se acercaban lentamente hasta llegar a la puerta de su habitación. Alguien llamó a la puerta; de seguro era Ron.
Se vio por última vez en el espejo para comprobar que estaba estupenda y se dirigió a abrirle la puerta a su amigo.
- Hola, Hermione. Te ves increíble – le dijo Ron sonriendo y comiéndosela con la vista.
- Buenas tardes, Ron. Tú también te ves increíble...
Ron andaba de terno color negro con delgadas rayas blancas horizontales en el vestón y pantalón. Traía puesta una camisa roja con el primer botón desabrochado y corbata negra.
Después de una media hora, a las ocho exactamente se pusieron en camino hacía los suburbios de Londres. Fueron a un castillo medieval antiguo que ha sido adaptado y remodelado en el interior para que se pudieran celebrar matrimonios, bautizos o cualquier tipo de fiestas donde acudan masivamente las personas.
El castillo era enorme. Se parecía mucho al de Hogwarts, sólo que una de las paredes no estaba y en vez de ella había una ampliación de una carpa donde se podía distinguir a la distancia que ahí se ubicaban las mesas para poder cenar.
- Esto es enorme y demasiado elegante – comentó Hermione entrando por la puerta de roble y con alfombra roja a sus pies tomada del brazo de Ron.
- Sí, recuerdo que acá celebramos cuando ganamos hace tres años la Copa Mundial.
- ¡Es cierto! Me dijeron que fue una de las fiestas más increíbles de todos los tiempos en este castillo...
En la entrada se encontraron con un tres señores que daban la bienvenida a las personas y con una lista en mano comprobaban que estuvieran invitados en la fiesta. Luego pasaban a un enorme salón con la arquitectura medieval y decorado con pinturas del Renacimiento. Allí estaban las mesas de manteles blancos, copas de cristal elegante, servicios de plata y platos de porcelana oriental.
En medio había un espacio como pista de baile y en esos momentos se encontraban Luke Barrymore y su esposa, Diana Barrymore, recibiendo los saludos de los invitados y regalos.
Hermione y Ron se miraron sonriendo cada uno mientras se acercaban a la pareja que cumplía veinticinco años de casados. "Las Bodas de Plata" eran las que celebraban.
- Buenas noches, señor Barrymore. Feliz Aniversario – dijo contenta Hermione dándole un beso en la mejilla – Felicidades, señora Barrymore.
- Muchas Gracias- respondió la señora.
- Buenas noches. Muchas felicidades a los dos por haber cumplido veinticinco años juntos – los felicitó Ron mientras los saludaba.
- ¿Usted es Ronald Weasley? – preguntó entusiasmada la señora.
- Así es...
- ¡Amo como juega usted! Es uno de los mejores guardianes en la historia del equipo Británico – vanaglorió Diana sumamente feliz.
- Yo también lo creo, en estos años el quipo ha mejora muchísimo comparado con una década atrás – asintió Ron.
- Discúlpela, señorita Granger; pero le gusta mucho el Quiddittch – se disculpó Luke Barrymore susurrándole al oído a Hermione, ya que los dos odiaban el Quiddittch.
- Cuidadito, Luke, te escuché perfectamente – le advirtió la señora mientras Hermione, Ron y Barrymore se reían.
La cena fue bastante animada. Había una orquesta que tocaba música de acompañamiento para apaciguar la cena y hacerla más amena. A Hermione y Ron les había tocado en una mesa junto a funcionarios del ministerio y un amigo de Ron que trabajaba en Cooperación de los Juegos Mágicos. También les había tocado junto a Courtney, pero ella se encontraba con Summer en Italia visitando al abuelo a pesar de los reclamos de Courtney para no ir a visitarlo, él obligó la obligó a ir con la excusa que es su nieta.
Conversaban de todos los temas posibles y existentes en el mundo. Luego, ya todos iban a bailar o ya estaban los típicos emborrachados junto a una copa de vino contando sus dramas personales.
- ¿Todavía odias bailar? – le preguntó Ron a Hermione que estaba observando su copa de martini.
- No tanto, como que es obligación bailar... – respondió ella sonriendo.
- ¡Hermione! – dijo una persona a espaldas de la pareja.
Hermione cerró los ojos como deseando que por favor no fuera él. Ron sólo torció los ojos y se preparaba psicológicamente para tener que enfrentarse a...
- Seth, que gusto en verte – le dijo sonriendo forzadamente Hermione levantándose de su asiento y saludando con un beso en la mejilla al muchacho.
- Yo también, deseaba que este día llegara lo más pronto posible.
- Bien, Seth. Él es Ron Weasley, ya se conocían – presento al pelirrojo que estaba sentado en su silla viendo con un odio a Seth.
- Buenas noches – saludó Seth intentando sonreír ofreciendo su mano para estrecharla con la de Ron.
- Un gusto verte nuevamente – y Ron unió su mano con la de Seth estrechándola lo más fuerte que podía.
Así empezaron a ver quién era el que apretaba más fuerte y él que se rendía primero mientras la castaña miraba incrédula cómo peleaban de una forma tan infantil.
- Seth ¿podrías traerme un vaso con agua, por favor? – le preguntó Hermione sentándose en su asiento y señalando un mesero que llevaba una bandeja con vasos de agua y jugo.
- Por supuesto – y partió después de echarle una mirada de profundo odio a Ron.
- ¿Puedes comportarte como alguien normal?
- ¿Qué? – preguntó Ron haciéndose el inocente.
- No me digas que cuando se estrecharon las manos lo hicieron de modo amistoso.
- ¡Claro que sí!
- Inmaduro – murmuró para si ella.
Ya Seth estaba con dos vasos de agua acercándose a la mesa mientras Ron se sentaba junto a Hermione que pensaba en las estupideces que hacían esos dos. De pronto...
¡PUM!
- ¡Oh, no! – exclamó Seth.
Por alguna razón tropezó a un paso de la mesa y se le cayó un vaso. El otro se dio vuelta y derramó agua en el vestido de una señora de edad junto a Hermione ocasionando que la anciana gritara y se levantara de golpe de su asiento y la silla se cayó hacia atrás. La silla cayó menos de un metro, pero un muchacho que estaba bailando tropezó con ella y salió disparado al suelo deslizándose hasta terminar botando un mesero botando todos las copas con licores.
Hermione observaba como Seth se disculpaba con todos los presentes y bajó su mirada para ver que Ron estaba con la pierna izquierda estirada justo en el lugar donde el joven había tropezado.
- ¡Ron! – gritó enfadada Hermione.
- ¿Qué? – preguntó él con borrando la sonrisa maliciosa de su rostro y poniendo cara de angelito.
- Eres un inmaduro¿poner el pie para que tropezara y causara todo este desastre?
- "En la guerra y el amor todo se vale" – dijo él sonriendo nerviosamente.
- ¿Ah, sí? – levantó una ceja.
- Vamos, no puedes enojarte por eso... – replicó Ron poniéndose serio.
- Mira como lo hago – y se levantó de su silla.
Caminó hasta donde se encontraba Seth ya disculpándose con el señor Barrymore y su esposa por todo el lío que había hecho. Sonrió al matrimonio que intentaba hacer entender a Seth que más que desastre causó mucha risa. Lo tomó por el brazo y se lo llevó a los jardines mientras Ron observaba fastidiado.
ooooooooooo
Una hora después...
Ron estaba a una copa más de una Piña Colada para quedar totalmente borracho. Estaba ahogando sus penas en su ya vacía copa mientras tarareaba la canción que tocaba.
- ¿Ron? – preguntó Hermione sentándose a su lado - ¿Estás bien?
- Pregúntame eso después de tomarme unas copas más – respondió él riéndose bobamente.
- Vayámonos, ya es muy tarde...
- ¿Qué hora es?
- Son las tres de la madrugada – respondió ella viendo su reloj de pulsera.
- La noche es joven y tú puedes seguir hablando con tu querido Seth – dijo él riéndose.
- No hablaré más con él. Terminé definitivamente con él – replicó seriamente ella.
- ¿En serio¡Milagro! Tengo el camino libre¿sabes?...hip... Herms, yo todavía te amo con todo ón.
- De acuerdo, si me amas vámonos – dijo ella sonriendo.
- ¡No, no! ...hip...Quiero quedarme un poco más...
- Si nos vamos prometo darte un beso – Hermione ya había visto una vez así a Ron cuando cumplió veinte años así que sabía como convencerlo.
Y con esa proposición Ron aceptó de inmediato. Se fueron después de despedirse de el matrimonio Barrymore y se dirigieron al departamento de Hermione. Luego, ella convenció a Ron que no se acordaba del beso que se habían dado y que debía irse a su mansión. Así lo hizo...
Notas de la autora: Hola a todos!! Saben? No puedo creer que con una amenaza en menos de 2 días ya completé los 5 reviews y me enviaron más! Tuve que amenazar para que me mandaran?? ¬¬ Increíble...
Este capítulo fue un poco de humor por parte de nuestro (me gustaría decir mí) Ron y un poquito de romance y quiero decirles que el romance tendrá una pequeña pausa desde ahora en adelante y ahora nos centraremos en qué pasará con el secuestro, la persona próximamente secuestrada y qué pasará con Hermione y Gin en esa salidita que tendrán...
Ok. Agradezco a todos los que me escribieron. Me han subido la moral de esta historia y espero que siempre sigan enviándome, ya que necesito su opinión, ideas, preguntas, reclamos...
Mil besitos a todos y prepárense para entrar en todo el misterio,
Sirenita
