Capítulo 16:

"Por favor, esta tarde a las tres y quince tienen que venir a mi departamento por el caso. Y si Ron ocurre cancelar les pido que le peguemos a ver si sabe que de todas formas nos reuniremos.

Hermione"

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Ya era lunes a las tres de la tarde y Luna estaba ya al borde del colapso nervioso. ¡Se había pasado dos días en cama! No tenía la menor idea de cómo no terminó volviéndose loca, pero a juzgar por su tic nervioso de mover el dedo índice a cada momento ya estaba a pocas horas de estarlo.

Sintió como el pomo de la puerta giraba y la figura de su esposo aparecía en el umbral de la puerta.

- ¡Neville! – gritó ella como sino lo hubiera visto en años.

- ¡Wow¿Y este recibimiento tan efusivo? – preguntó él mientras Luna lo abrazaba o estrangulaba mejor dicho.

- Estaba impaciente por verte para que podamos ir a la casa de Hermione y así poder irme de esta casa por unas horas...

- ¿Estabas tan desesperada? – inquirió sonriendo mientras se quitaba la chaqueta dejándola encima del sofá.

- Sí. Conté las manchas del techo: son 126, limpié el closet, ordené los discos compactos de música del desván...

- Si que estabas mal, pero ahora estoy yo contigo... – y se acercó a ella dándole un beso ligero en los labios.

- Por eso estoy muy feliz – y el beso se volvió bastante apasionado.

- Ok, Luna. No podemos ahora, estás en cinta y debemos ir a la casa de Hermione en cinco minutos... – dijo Neville tratando de calmarse.

- Tienes razón, iré a arreglarme al baño – acomodándose la falda y la blusa se fue.

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Ron caminaba como loco. Estaba a una calle del edificio donde Hermione vivía y se había retrasado unos minutos al llegar, ya que venía de los suburbios de la ciudad averiguando cosas bastantes interesantes sobre el asunto de Hermione y ya tenía alguna hipótesis de qué ocultaba.

"Si es eso juro que nunca más le vuelvo a hablar..." pensó furioso y tratando de controlarse el pelirrojo saltando un charco de agua.

- ¡Ron! – gritó una voz familiar a espaldas suyas.

- Harry¿cómo estás? – le preguntó el pelirrojo sonriendo.

- Bien, tratando de no llegar tarde donde Hermione, porque sino nos manda millones de maleficios con el carácter que tiene...

- ¿Qué haces por Londres muggle? – preguntó curioso.

- Andaba viendo ropa, me gusta mucho más la muggle que las túnicas¿no crees?

- Es verdad...

Siguieron caminando hasta llegar a un edificio de quince pisos. Era de color ocre y las cortinas de las ventanas de cada departamento coloreaba la monotonía de los colores claros.

Pasaron por una puerta que parecía un ventanal más que nada y se detuvieron a un conserje que estaba en su escritorio leyendo un periódico. Al parecer no se había dado cuenta de la presencia de los dos muchachos.

- Disculpes, señor – dijo Harry bajando delicadamente el periódico que tapaba la mayoría de la vista del conserje.

- Buenos días¿se le ofrece algo? – preguntó en un tono apacible y de máquina como si eso lo dijera cientos de veces en el día.

- ¿Cuál es el piso del departamento de la señorita Granger? – preguntó Ron después de un bostezo.

- En el tercer piso.

- Gracias – dijeron los dos al unísono.

- De nada – y siguió leyendo el periódico.

Siguieron hasta llegar al elevador que justo en ese momento se abría y salía una señora junto a un niño pequeño tomado de su mano. Después que salieran los dos se subieron y las puertas se cerraron. Harry presionó el botón de color negro con el número tres de color blanco y en pocos segundos ya se encontraban ahí.

Caminaron hasta llegar a una puerta de color café y con números de color dorado: 303.

Ese era el departamento.

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- ¡Harry, Ron! – dijo Luna saliendo del elevador junto a Neville viendo a los dos frente a la puerta del departamento de Hermione.

- Hola – saludaron los dos.

- ¿Qué pasa? – preguntó Neville.

- Hemos llamado millones de veces a la puerta, pero nadie atiende – respondió Ron tocando nuevamente el timbre.

- ¿Y por qué no se aparecen? – preguntó Luna.

- Yo no puedo aparecerme hasta mañana, ya que hoy tuve que ir al ministerio a renovar la licencia y para validar que me aparezca toma 24 horas – contestó Ron moviendo constantemente el pie.

- Y yo no puedo, porque tuve una misión hace una hora y estoy muy cansado para hacerlo...

- Ok, Harry. Yo me apareceré adentro – y Neville enseguida desapareció.

La puerta se abrió y Neville estaba ya dentro de departamento. Los demás pasaron agradecidos. Entraron y se dieron cuenta de algo al buscar en todas las habitaciones: Hermione no estaba.

- Es extraño, dudo que se haya ido, ya que sabía que vendríamos a esta hora – comentó Neville saliendo de la cocina.

De repente Courtney apareció el en living junto a Harry quien se asustó un poco y sacó su varita al instante como siempre hacía, ya que debía estar precavido a los ataques sorpresa.

- Hola a todos – saludó la rubia sonriendo torpemente – Discúlpame si te asusté Harry...

- No te preocupes.

Courtney¿dónde está Hermione? – preguntó Ron.

- Ella salió temprano del trabajo y dijo que se iba a juntar con Gin y que después iba a venir con ella para reunirse con ustedes – respondió ella buscando algo entre los cojines de los sillones.

- ¿A qué hora salió? – preguntó esta vez Neville.

- Como a las una de la tarde...¡Aquí está! – dijo poniéndose un pendiente en la oreja izquierda - ¿Está todo bien, chicos?

- Emmm...Sí – respondió Luna.

- Ok, nos vemos después...Ah, Harry. Tu jefe te estaba buscando como loco por el ministerio entero y pregunto a todos los funcionarios si te habían visto.

- ¿Le puedes decir si te lo encuentras que estoy acá?

- ¡Claro! Nos vemos, adiós – y se desapareció.

- Bien, Hermione no ha vuelto y salió con Ginny por una razón desconocida para nosotros – resumió Luna suspirando.

Un ruido se produjo en la salita donde se encontraba la chimenea y acto seguido un señor alto y calvo salió lleno de hollín hasta el living.

- Potter, menos mal que te encuentro – dijo el señor respirando más tranquilo.

- ¿Qué pasa, señor? – preguntó Harry preocupado.

- Nos han avisado una explosión en el área M54 y el reporte de una persona herida que estaba allí y la han trasladado a San Mugo.

- ¿Cuál es la zona M54? – preguntó Ron como si estuvieran hablando en chino.

- Es el área donde se ubica la abandonada mansión Malfoy – respondió el señor sin darle mucha importancia a la pregunta del pelirrojo – Potter, necesito que vayas a ver a la persona herida al hospital y averigües que pasó.

- ¿Cuál es el nombre de esa persona?

- Fue identificada como Ginevra Weasley...

Harry, Luna, Neville y Ron abrieron enormemente los ojos. Ron saltó de su asiento y comenzó a preguntarle si eso era verdad. Luna se llevo una mano a la boca para ahogar un grito y Neville la abrazaba para calmarla, aunque él no lo estaba. Harry se quedó inmóvil sin decir nada; no podía...Su Ginny estaba herida en el hospital.

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- ¿Ustedes son parientes de Ginevra Weasley? – preguntó un hombre de lentes y bigotes saliendo de una puerta.

- Sí, algunos somos amigos, pero él es su hermano – respondió Luna levantándose de su asiento de golpe junto a los demás.

- Buenas noches – saludó él sin sonreír.

- ¿Cómo está ella? – preguntó Harry dudando por la respuesta que le diera.

- No se preocupe tanto, está bien. Sólo esta durmiendo a causa de los sedantes que tuvimos que darle después de que despertara para que su cuerpo pudiera descansar.

- Que bien – dijo aliviado Neville - ¿Qué tiene¿En qué estado llegó?

- Llegó inconsciente, con heridas múltiples en su cuerpo por maleficios que había recibido y con algunas quemaduras. Logramos que cicatrizarán y desaparecieran las quemaduras hace poco minutos y también las heridas ocasionadas por los maleficios...

- ¿Se puede especificar los maleficios? – preguntó Ron.

- No, aún no. Eso tomará algunas horas – respondió el sanador guardando un lápiz en su bolsillo.

- ¡Sr. Kent! – gritó una enfermera saliendo de la misma puerta donde él había ido al encuentro del grupo – La paciente ha despertado, pero...

- ¿Pero? – preguntó él.

- Hay un problema, venga rápido.

- Discúlpenme, les avisaré cuando puedan verla – dijo el sanador y se fue junto a la enfermera a la habitación de Ginny.

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Ya eran casi las cinco de la madrugada y los cuatro seguían en la sala de espera a alguna noticia de Ginny.

Ron había intentado contactar a Hermione muchas veces, pero no pudo. No estaba en su departamento, ni en el ministerio.

- ¡Muchachos! – gritó una muchacha corriendo hacía ellos que estaban sentados en unas sillas.

- Courtney – dijo Luna sonriéndole débilmente.

- Me enteré en el ministerio el accidente de Ginny¿cómo está ella? – preguntó la rubia preocupada.

- Está bien, pero no nos han dicho más – respondió Harry deseando entrar a ver a Ginny.

- Que bueno, eso es una gran noticia...

- ¿Te pasa algo? – le preguntó Ron viendo como Courtney se mordía el labio inferior.

- Sí, es algo relacionado con el...Bueno, ustedes saben – dijo ella nerviosamente.

- ¿Qué... – pero no pudo continuar, porque el sanador y la enfermera salieron de la habitación de Ginny.

- Muchachos, lamento la demora. Pueden pasar a ver a la señorita Weasley sólo media hora y después tendrán que irse, ya que la tendremos en observación.

- Muchas gracias – respondió Harry ya en girando el pomo de la puerta.

Las paredes eran de color beige. La ventana de mediano tamaño era tapada por una cortina celeste al igual que el color de dos sillas junto a la cama de color blanco donde estaba una joven pelirroja sentada con la mirada perdida en sus manos.

- ¡Ginny! – gritó Luna contenta por verla sana y salva.

- Hola a todos – saludó ella sacudiendo la cabeza y volviendo a la realidad.

- Nos alegra que estés bien, nos tenías muy preocupados – comentó su hermano sentándose en una silla.

- Me lo temía y discúlpenme por haberlos preocupado tanto – se disculpó ella sonriendo.

- No te preocupes, con tal que estés bien...

- Courtney te ves nerviosa¿todo bien? – le preguntó Ginny.

- Gin¿sabes dónde está Hermione? Ella me dijo en el ministerio que iba a salir contigo y que en la tarde me entregaba unos documentos, pero llegué en a las doce al departamento y ella no estaba... – le explicó Courtney – Si no lo entrego mañana me puedes despedir...

- No sé dónde andará... – respondió Ginny bajando la mirada.

- ¡Pero si salió contigo! – replicó Neville.

- Salió conmigo, pero...

- Gin¿qué pasó para que quedaras herida y Hermione no aparezca? – le preguntó Harry serio.

- No lo recuerdo, me borraron la memoria de qué fui a haces a la mansión de los Malfoy, y sólo tengo una cosa clara – respondió ella al borde de las lágrimas.

- ¿Qué cosa? – inquirió Luna.

- Hermione puede estar muerta por mi culpa... – ya con lágrimas rodando por su mejilla.


Notas de la autora: Aloja!! Y como les dije, le pusimos una pausa al romance para centrarnos en esto del secuestro.

Estamos en problemas, Ginny y Hermione se fueron a meter en la antigua mansión Malfoy. Y como consecuencia hubo una explosión dejando sólo a una persona herida: Ginny, pero ¿qué cosa habrá pasado antes de la explosión como para decir que Hermione esté muerta?

También me gustaría agregar que ya estamos acercándonos al secuestrador, o sea, ya sabrán quién es. ¡Prepárense!

Bien, espero que estén genial y me dejen algún review para saber su opinión con este capítulo.

Besos,

Gaby