Capítulo 20:
Harry no estaba tan preocupado porque el ministro quisiera hablar con él respecto al uso del giratiempo sin tener un permiso otorgado por el ministerio, pero eso jamás hubiera ocurrido a menos que los milagros de verdad existieran.
Después de una charla con lo que Harry intentaba explicarle con detalles el caso del secuestro pudo salir. Aunque aún le molestaba que el ministro no se preocupara por este asunto sólo por tratarse de Dumbledore; ya que era igual a su padre: Veía a Dumbledore como una amenaza a su cargo.
"Harry "dijo alguien a sus espaldas y este dio media vuelta encontrándose con Courtney.
"Hola, pensé que estabas en una reunión del departamento "algo sorprendido por verla a su lado.
"Lo estaba" sonrió nerviosamente "Necesito decirte una cosa muy extraña que descubrí en la oficina del señor Barrymore" él arrugó el entrecejo sin entender qué cosa habrá descubierto "Tenemos que ir a un lugar más seguro que acá".
"¿Qué te parece en el Cuartel de Aurores?" preguntó después de unos segundos pensado en un lugar seguro "Podemos ir a una de los cuartos que hay allá.
"Genial, pero no sé aparecerme porque nunca he ido" se notaba mucho miedo en su voz.
"Tómame de la mano y nos apareceremos" eso hicieron y con un simple ¡plop! desaparecieron del pasillo del ministerio.
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Seguía en el mismo estado en el que la habían visto la última vez. Como soñando con algo muy malo, pidiendo ayuda y moviéndose constantemente entre las sábanas blancas de su cama.
Ron se acercó a su hermana y le quitó algunos mechones de su pelirrojo cabello sintiendo lo caliente que estaba la frente de ella; tenía fiebre como les dijo una enfermera preocupada. Se le quedó mirando unos momentos deseando que volviera a despertar y dejará de sufrir como ahora.
"Todo va a pasar pronto, no te preocupes" le dijo Luna poniendo una de sus manos en el hombro del muchacho.
"No lo puedo creer. Mi hermana está acá en este estado y Hermione secuestrada por Malfoy" cada palabra que decía le dolía más al darse cuenta que esta no era una pesadilla "Jamás llegué a pensar que esto ocurriría".
"Ninguno de nosotros lo hizo..."
"Estoy tan cansado" se dio media vuelta para ver a la joven rubia observando la ventana con nostalgia "No hemos dormido nada desde ayer cuando fuimos al departamento de Hermione".
"Sí, yo también lo estoy" confesó ella sonriendo y viendo el rostro de Ron "Pero no creo poder dormir con todo lo que está pasando".
"Nadie podría hacerlo" dijo entrando al cuarto Neville con una vaso plástico de té "Acá tienes" se lo pasó a Ron para que calmara un poco sus ánimos.
"¿Le habrá ido bien a Harry?" preguntó Luna tomando la mano de su esposo.
"Yo creo que sí, ese se salvó muchas veces de Voldemort así que dudo que no pueda salvarse de este ministro de pacotilla".
"Se nota que le tienes afecto" comentó Neville observando a Ron como bebía su té "El sanador me dijo que ya debemos salir, porque tienen que observar a Gin más tiempo e inyectarle más sedantes para que duerma sin hablar".
Ella se veía en un estado deprimente que hasta el corazón más frío le daría pena ver a la menor de los Weasley tendida en la cama con su piel pálida, ojeras bien marcadas y sus cabellos alborotados.
"No quiero, jamás te haré caso...¿Entiendes?" decía entre sueños "Nunca lograrás tu cometido, porque yo te detendré..."
Después de verla por última vez los tres salieron de la habitación para que el sanador le inyectara más sedantes. Se sentaron en unas cómodas sillas de espera donde no se veían muchas personas a las siete de la tarde de este día martes; esperando que Harry llegara bien y con alguna noticia significativa.
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Brad Stiles observaba con mucha intriga la mirada que tenía Hermione y fijó su vista donde ella miraba; el esqueleto. En un principio no pudo entender en qué cosa ayudaría ese esqueleto putrefacto y después ya empezaba a sospechar que la joven estaba loca.
"¿De qué..."
"Shh" dijo la castaña para que se callara – Usted sólo guarde silencio y comience a prepararse para correr situaciones peligrosas en nuestra huída – Stiles sólo frunció en entrecejo e hizo una mueca como de desagrado, de verdad no le agradaba nada esta muchachita.
Hermione que estaba sentada con la espalda a la fría pared de piedra y con las manos y pies amarrados hizo un ademán quedando de costado en el suelo. Doblando lo que más pudo sus rodillas alejó sus pies de la pared y con un impulso se movió unos cinco centímetros. Luego comenzó a andar como un gusano arrastrándose de costado avanzando unos tres centímetros a cada movimiento.
Stiles encontró bastante inteligente la forma de movilizarse estando vendada y poco ruidosa para que vinieran los secuestradores. Pero aún no le calzaba la idea de qué podría servir el esqueleto en el escape.
'Un poco más' pensó ella con una gota de sudor en su frente por el esfuerzo de avanzar cuatro metros a tan poco rapidez.
Llegó junto al esqueleto. Como saben, tenía puesta la armadura de un caballero medieval y una correa con una cantimplora, la vaina donde se dejaba la espada y un pequeño cuchillo que tenían los caballeros cuando les hacía falta la espada.
'¡El cuchillo!' ahí descubrió cuál era el plan de la chica.
La muchacha hizo cerró los ojos por el desagrado de tener que estar tan cerca de una persona ya muerta; pero a los pocos segundos los volvió a abrir. Trató de sentarse como pudo quedando a espaldas del cuchillo. Sus muñecas estaban atadas y con un acto de mucha flexibilidad de dedos pudo sostener el cuchillo. Se acercó más al esqueleto y cortó la cuerda que la ataba.
Sus manos le dolían mucho y se las llevó al frente suyo moviendo las muñecas y los dedos para acostumbrarse a tenerlos en movilidad de nuevo. Con su mano derecha empuñó el cuchillo, lo sacó y se despojó de las cuerdas que ataban sus pies. Con un poco de dificultad se puso de pie y con una sonrisa avanzo sigilosamente a donde se encontraba Brad Stiles.
"Gracias" dijo él al verse completamente libre y viendo las cuerdas a un lado de él.
"No es nada" Hermione observó la pequeña ventana con barrotes que se encontraba casi topando con el mohoso techo; entraba poca luz y de un color anaranjado, así que ya era casi de noche "Bien, ahora nos toca escaparnos".
"¿Cómo lo haremos?" preguntó levantándose y quedando de pie junto a ella.
"Con mucha cautela, silenciosamente y sólo sígame a mí" no tenía muchas ganas de explicárselos a ese señor tan arrogante "¿Entendido?" él sólo asintió con la cabeza.
Se dirigieron a la escalera, también de piedra, pisando primero con los talones y después poniendo la planta de pie completa para no hacer tanto ruido. La mayoría de las personas creen que al pisar con la punta de los pies es menos ruidoso, pero no es verdad.
Llegaron poniéndose en cuclillas a la puerta antigua de madera y un trozo largo de fierro; con una manilla circular de metal negro. Hermione le hizo un gesto con la mano para que no se moviera y se fue levantando poco a poco para poder ver a través de la diminuta ventanilla con barrotes de la puerta si había alguien o escuchar pasos cerca.
Sin haber moros a la costa levanto el pulgar para que Stiles se relajara y se pusiera de pie. Él intentó abrir la puerta tomando la manilla, pero estaba cerrada. Los dos estaba sin varitas como para poder abrirla.
'A veces los métodos muggles son los más efectivos' ella sacó con un poco de dificultad de su cabello una orquilla. La puso en la cerradura y con unos movimientos a la derecha e izquierda un pequeño "clic" sonó.
Los dos se miraron fijamente a los ojos como dando a entender que desde aquí en adelante correrían muchos peligros y deberían estar preparados para lo que sea.
El señor Stiles abrió con mucho cuidado la puerta para que no rechinaran los oxidados grilletes mientras Hermione guardaba en su bolsillo el cuchillo, ya que podría servirles en cualquier caso.
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El Cuartel General de Aurores era más bien parecido a una posada donde hospedaban los aurores antes de salir a una misión o la usaban para descansar en una. También, allí se reunían los jefes para determinar que casos que le asignaban.
Aparecieron en una habitación muy acogedora. Una cama deshecha, paredes de madera y el techo también; una mesita de noche, una ventana con vista a las colinas y un baúl donde guardar algunas cosas. El piso estaba lleno de archivos del ministerio que seguramente Harry había sacado sin permiso.
"Vaya, que lugar tan lindo donde se quedan ustedes " haciendo un gesto de desconcierto al ver los archivos en el piso "Si alguien llega a saber que te los has llevado..."
"Courtney, dime que sabes" no había tiempo de rodeos y el tiempo era oro para todo esto.
"Harry; cálmate, todo a su debido tiempo..."
"¡Es que estoy histérico!" confesó sin aparentar más la tranquilidad que había fingido todas estas horas "Estoy muy preocupado..."
"Yo también; por eso te lo digo ahora y debemos pensar con calma con los demás" se sentó en la cama corriendo las sábanas a un lado "Hoy tuvimos todos los empleados del Departamento de Misterios una reunión con el señor Barrymore...
"¿Y?" en realidad no sabía a que venía todo eso.
"Antes de eso, Barrymore me pidió que buscará un expediente con la información de algunas profecías ya cumplidas. Buscando entre todos los estantes, archivadores, escritorios llegué al de él y encontré un papel muy extraño..."
"¿Qué papel?" parecía que algo tenía que ver con el secuestro.
"Era un certificado de defunción a nombre de Hermione Jane Granger – eso cayó como un balde de agua fría a Harry "Decía que ella estaba muerta y en un papel adjunto estaban los datos de su funeral y adivina quién era el que pagaría eso..."
"¡Luke Barrymore!" no lo dijo muy convencido, no podía ser cierto.
"Exacto; él va a pagar el servicio fúnebre de Hermione, peor no sabemos si está muerta porque a las personas cercanas del fallecido que ha muerto".
"Y a ninguno nos han informado..."
"Luego, en la reunión él nos contó..." ahí fue cuando una de las verdades del secuestro fue revelada.
oooooooooo
Era un pasillo como de los castillos antiguos y le recordaba mucho a Hogwarts. Algunas antorchas estaban en las paredes alumbrando. Pero si se fijaban en el frente a menos de cinco metros se veía oscuridad.
Stiles y Hermione se miraron; ella hizo un gesto afirmativo con la cabeza y se llevó el dedo índice a los labios indicándole que guardara completo silencio. Avanzaron en el pasillo fijándose si alguien venía o había alguna trampa en todo esto.
Llegaron hasta una escalera de caracol de madera; al parecer era la única forma que tenían de salir y no era muy seguro. En general la madera crujía al caminar sobre ella y eso podría despertar sospechas en los secuestradores.
Paso a paso y con mucha precaución subieron. Parecía eterno, que nunca iban a terminar de subir los tantos escalones que se veían que llegaban hasta el techo. Al llegar más cerca de la salida; una sensación de frío se percibía, temblaban de lo helado que estaba. También se sentía una energía maligna y muy poderosa proveniente de allì algo que no podrían evadir aunque salieran lo más rápido del mundo; algo que los acecha constantemente.
'Creo que no nos será muy fácil escapar' pensó Hermione cuando recordó que en la mansión Malfoy sintió esta sensación y terminó acá. Mientras pensaba se tropezó y su tacón sonó muy fuerte retumbando en todo el lugar.
Brad Stiles se dio media vuelta lanzándole una mirada asesina y después se torno de preocupación; porque lo más seguro es que hayan escuchado eso y los descubrirían.
La ayudó a levantarse y luego de unos minutos siguieron subiendo intentando hacer el menos ruido posible.
Llegaron hasta un salón espacioso lleno de lujos. Era como un antiguo comedor, pero no había ningún mueble y sólo iluminaba el lugar una ventana con aplicaciones de vitro desviando los colores de los rayos del sol.
Deberías ser más cuidadosos – se escuchó que alguien decía y hubo eco por el lugar tan espacioso.
Era Draco Malfoy saliendo entrando al salón con tres dos varitas en sus manos y una sonrisa que denotaba burla.
"Granger, debes poner los pies en la tierra y ser menos ruidosa" Hermione bajó la vista unos segundos por la vergüenza, pero en seguida se irguió.
"No me interesan tus consejos, así que mejor ahórratelos" dijo ella con voz segura.
"¿Ahora no te interesan mis consejos?" preguntó él jugando con una varita vagamente familiar para la castaña "Yo quería decirte otra cosa... Creo que esto no lo necesitarás" hablaba de su varita; la que tenía en sus manos y la guardó dentro de su capa.
"No puede ser tan cobarde" dijo el señor Stiles "Nunca es bueno jugar así de sucio...
"Y con lo que usted le hizo a mi padre¿a eso se le llama jugar limpio? – preguntó alguien detrás de Malfoy.
" ¡Yo diría eso de ti, Seth!" gritó con rencor Hermione viendo como él aparecía al lado del rubio; estaba muy dolida" Creo que jugar con los sentimientos de las personas no se le llama ser honesto..."
"Te lo mereces por haberme dejado" sonrió "¿Crees que me iba a quedar de brazos cruzados sabiendo que te gusta ese pobretón?"
"Ron ya no es un pobretón; tiene mucho dinero como jugador de Quiddittch y por lo demás jamás lo ha sido" – era raro hablarle así a él, después de todo, lo había querido mucho.
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El sanador salió del cuarto de Ginny cerrando la puerta con cuidado. Ron se levantó de inmediato para preguntarle si estaba mejor o no, aunque no tenía muchas esperanzas después de todo lo ocurrido.
"¿Dónde está la varita de la señorita Weasley?" preguntó el sanador viendo los rostros de los tres jóvenes.
"No sabemos..."
"¿Nadie la tiene?"
"Parece que sí..." dijo pensativa Luna recordando que cuando vieron a Ginny en la mansión Malfoy perdió su varita cuando se desmayó y Jack Vodanovic la había tomado.
"¿Es importante?" preguntó Ron preocupado.
"Necesitamos la varita de ella para que pueda recuperarse y seguir con vida..."
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Si una persona lanzaba un hechizo sobre la varita de otra; podía hacer que el dueño de la varita cayera en pesadillas y a cada segundo su alma se iba debilitando causando la muerte. Era como un beso de un dementor, pero con mucho más largo y doloroso.
Como la varita está fuertemente conectada con el mago; eso es fácil de lograr.
De eso era conciente Hermione Granger cuando Seth le dijo que había lanzado un hechizo en la varita de su amiga Ginny Weasley. También de que cualquier movimiento en falso podría ser perjudicial; pero no le importó, se dirigió hasta Seth para pegarle una cachetada y ponerse a sollozar.
"¡No queremos escándalos Granger!" gritó Malfoy afirmándola de los brazos tratando de mantener la calma.
"Son unos cerdos" y le pegó una patada en la ingle haciendo que le rubio cayera.
La varita de Hermione cayó rodando al suelo y el señor Stiles la agarró.
Después todo sucedió muy rápido. Mientras Malfoy se retorcía de dolor, Seth sacó su varita para aturdir a los dos secuestrados y Hermione corría para aferrarse a su varita. El hechizo aturdidor dio resultado y los dos quedaron en el suelo.
"Prepárense para un largo viaje" dijo Seth riéndose y se alejó de ellos.
El hechizo estaba haciendo efectos en Hermione y sabía que se refería al viaje a Roma. Con todas sus fuerzas sacó el cuchillo de su bolsillo y grabó en la madera del suelo las letras:
YR ShKTSCon la esperanza que sus amigos la encontraran para ver si podía salvar al mundo del regreso de Voldemort y se desmayó con el cuchillo en mano.
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Harry llegó con Courtney a San Mugo y aparecieron justo en frente de Ron, Neville y Luna...
"Ya sabemos donde puede estar Hermione" dijo Harry agitado y con un brillo especial en sus ojos.
Notas de la autora: ¡Yupi! Al fin pude redactar el capítulo que me tenía desesperada. Como se habrán dado cuenta, partí escribiendo el capítulo muy bien para terminar con pocos detalles; o sea, estaba harta de escribir y como tenía que ya subirlo lo puse.
Me siento mal, así que desde ahora en adelante me demoraré, pero escribiré capítulos de calidad; muy buenos. Aunque no intentaré demorarme mucho.
Bien¿qué tal les ha parecido este capítulo? Sean sinceros por favor y déjenme un review aunque sea! Y muchas gracias por los que me han llegado, me dan ánimos y me impresiona todos los cuestionamientos que se hacen; creo que algunos tienen telepatía a través de la pantalla.
Mil besos,
Sirenita