Capítulo 21:

Al primero que le dio un vuelco en el corazón y una reacción de preocupación fue a Ron. Ciertamente era el que estaba más preocupado que el resto de sus amigos y cuando Harry dijo aquellas palabras casi le da un infarto cardíaco por la buena noticia. Aunque esperaba que no estuviera herida y que nada le hubiera pasado.

Tal vez sueñe algo extraño, como un sueño imposible; pero le gustaría que cuando la encontrarán ella lo abrazará y volviera a ser todo como antes. Pero lo sabía, de sueños no se puede vivir y era mejor dejar esos pensamientos tan enterrados en su corazón para desenterrarlos nuevamente.

"¿Qué dices?" preguntó Luna pestañeando incrédula y levantándose de su asiento "Creo que la falta de sueño te está afectando".

"Por supuesto que no" replicó Harry perdiendo la compostura.

"Eso da lo mismo ahora¿cómo sabes donde está Hermione?" Ron estaba al borde de la histeria.

"Lo que pasa es que..." dijo interrumpiéndose Courtney "Es muy difícil de explicar acá" miró el pasillo del hospital "Creo que es mejor que vayamos a otro lado..." el nerviosismo se hacía cada vez más evidente.

oooooooooo

Estaba recordando como le habían 'ganado' a Voldemort cuando ella iba en sexto año en Hogwarts. Recordó con suma claridad como si ayer hubiera ocurrido lo de la fusión de las varitas de Harry y Voldemort, luego las luces de colores y la extraña explosión del cuerpo de Tom.

Pero poco después todo el castillo de Hogwarts había desaparecido y la escena del fin de la guerra se hacía cada vez más borrosa hasta que todo quedó oscuro. Sintió que caía, los cabellos se le alborotaban y que jamás iba a dejar de caer.

De repente millones de rostros aparecieron en frente suyo, como si el rostro de las personas más queridas en su vida estaban reflejadas en un espejo. El de sus padres, un espejo con Fred y otro con George, uno con el rostro de Ron, otro con el de Hermione, el de Dumbledore; uno con la cara de Luna y Neville y al último, en el fondo de todos como escondiéndose del resto estaba uno con la imagen de Harry.

"¿Pero estás segura que ellos te quieren tanto como a ti?" una voz le hablaba y se le hacía vagamente familiar.

"¿Quién eres?" Ginny se dio media vuelta e intentaba encontrar a alguien "¿Quién me habla?" preguntó al darse cuenta que se encontraba sola sólo con esos espejos.

"Yo" y detrás del espejo de los señores Weasley apareció una muchacha de cabello pelirrojo, ojos castaños, algunas pecas en sus mejillas y una sonrisa malévola "¿De verdad crees que ellos nos quieren tanto como nosotras a ellos?".

"¿Por qué eres igual a mí?" le preguntó a la muchacha de dieciséis años que era ella en esa época "No sé a que te refieres...".

"Yo soy tú, Gin" su voz se torno dulce y se aproximaba paso a paso donde se encontraba la muchacha "Yo sé todo lo que has sufrido por dar mucho cariño y no recibir nada a cambio, por eso no quiero que sufras más".

"Yo jamás he sufrido por eso..." giró su vista al espejo donde se encontraba su hermano.

"Vamos¿tú crees que ellos están intentando la manera de hacerte volver a la vida que llevas normalmente?" se detuvo a su lado y una brisa fría causo que Ginny temblara "¿En serio eres tan ingenua?" le susurró al oído "¡Mira como es la verdadera realidad, lo que de verdad tú sientes e ignoras!" señaló a todos los espejos y chasqueó los dedos.

Los espejos comenzaron a quebrarse. Los vidrios saltaban y se quedaban flotando en la nada junto al marco correspondiente de cada espejo. Y sólo quedó el de Harry ahí, entre vidrios rotos y personas sacadas de la vida de Ginny.

"‚?Estás loca!" chilló Ginny tapándose los ojos sintiendo que muchas punzadas atravesaban su corazón como si lo hiriesen "Me estás haciendo daño...".

"Bienvenida a la realidad, Ginevra Weasley" y se fue al espejo de Harry "Bienvenido al mundo donde tienes que aprender a ser independiente, libre de sentimientos, y por supuesto; libre del amor" e incrustó su uña rompiendo el espejo con el rostro de Harry.

"¡BASTA!" la pelirroja estaba llorando y sentía que su cuerpo se debilitaba cada vez más "Déjame en paz...".

"Tienes que aceptar que estás sola" la mirada de la Ginny de dieciséis años se torno roja y algunos mechones de su cabello se ondularon "Y nadie puede ayudarte..." su voz ya no era dulce, era de odio y de satisfacción por causar el sufrimiento de la pelirroja.

"¡Yo no estoy sola!".

"¿ESTÁS SEGURA?"...

oooooooooo

"Ayúdenme" dijo Ginny entre sueños y todos los presentes voltearon a verla "Yo no estoy sola...No lo estoy... No puedo estar sola" comenzó a llorar.

El sanador había salido y les había dado quince minutos al grupo para que pasaran a verla por última vez en el día para que después pudiera descansar completamente en paz. Supuestamente estaba con sedantes y se les hizo muy raro que empezara de nuevo a hablar en sueños.

Ron le explicó junto con Luna el problema de la varita de Ginny a Courtney y Harry. Pero el más preocupado fue el muchacho de cabello negro y ojos verdes que se acercó de inmediato a la cama donde se encontraba recostada y muy inquieta la pelirroja. Tomó su mano y la comenzó a acariciar escuchando con atención lo que hablaba.

"No puede ser verdad que me han dejado sola" se movió negando la cabeza "Ron es mi hermano, jamás me dejaría con alguien como tú y en este lugar".

Ron la miró fijamente y sintió sus ojos llenarse de lágrimas. Él de verdad quería ayudar a su hermana, como siempre lo había hecho; protegerla de cualquier cosa y esta vez era la excepción, le había fallado como nunca creyó haberlo hecho.

"Hermione no puede haber muerto... No, ella es fuerte y yo sé que está viva" Harry le acarició la mano "Ninguno de esos malditos disparates que me dices servirán de algo¿me entiendes? Porque yo sé que ellos intentan llevarme a la realidad...".

"¡No puedo más!" gritó Luna rompiendo en llanto y abrazó a Courtney "Esto es muy triste y delicado...".

"Tienes que tranquilizarte" aguantando las lágrimas la rubia trabajadora del Departamento de Misterios comenzó a hablar con voz firme "El tiempo es oro y si queremos recuperar a Ginny tenemos que actuar ahora mismo...".

"Es cierto, dinos qué ocurrió" Luna se sentó en la silla.

"Bien, estaba en el Departamento de Magia...

Estaban todos los que trabajan en la oficina del señor Barrymore. Él estaba con la mirada baja y parecía estar repasando bien las palabras que iba a usar.

"¿Qué le cuesta tanto pensar?" preguntó Courtney a un compañero a su lado que rió.

"No sé, de seguro nos dirá algo importante si nos citó a todos".

"Bueno... No sé, me cargan las reuniones".

"Señores y señoritas, los cité a todos para que vinieran a esta reunión donde tengo una lamentable noticia que darles" pasó su vista por los cerca de veinte personas en frente suyo.

"¿Qué pasó?" preguntó una joven curiosa.

"Me acaban de informar que en la explosión que ocurrió en la Mansión Malfoy anteayer hubo una herida y una persona fallecida" ninguno se inmutó, porque siempre les informaban de los muertos y era una cosa común de cada día "Ginevra Weasley es la herida y ya está en recuperación en San Mugo" y cn total calma prosiguió "Y la persona que falleció es Hermione Granger".

Silencio, luego unos murmullos estaban presentes en toda la sala.

Courtney se quedó inmóvil y casi sin respirar. Se llevó una mano al corazón y la apretó como si no quisiera que nadie le quitará algo. Bajó la vista y cerró los ojos imaginando que nada de lo que dijo ese viejo estúpido había dicho, que todo era una mentira o una broma de muy mal gusto.

No podía ser que una de sus mejores amigas ya no esté con ella, no esté para acompañarla, para reírse, disfrutar la vida, llorar juntas, salir de paseo con Summer ni nada de eso... Todo había acabado...

"Holey, anda a ordenar los expedientes" le dijo Barrymore notando que ella era la más afectada.

Ella salió a paso lento, casi sin pensarlo; sólo quería salir de ahí para no estar con todas esos individuos que siquiera se habían inmutado por Hermione... sólo un poco que era casi insignificante.

Mientras ordenaba los expedientes, los guardaba en sus carpetas correspondientes y enrollaba pergaminos apoyó una de sus manos en un escritorio, bajó su cabeza sintiendo como toda su cabellera rubia le tapaba el rostro y lloró.

Necesitaba hacerlo, quería hacerlo, pero una de las cosas que más odiaba era llorar en público, excepto con Hermione... Ella era la única que la había visto tan vulnerable en toda su vida. ¿Cómo podría ser que ella ya no estaría acá si hace dos días la vio viva?

¿Perdería las pocas esperanzas que le quedaban? Ciertamente cuando vio a Ginny en San Mugo estaba preocupada por ella y Hermione...

"No debo llorar" se secó las lágrimas que rodaban por su mejilla y siguió con su labor.

"Luego, fui a ordenar las cosas de Barrymore y encontré una carta muy extraña" tenía sus ojos rojos, estaba aguantándose las lágrimas "Era un certificado de defunción de Hermione y Luke Barrymore era el que pagaba el servicio...".

"¿Luke Barrymore?" preguntó desconcertado Neville "¿Qué tiene que ver él con Hermione en esto?".

"Ese es el problema, para que a alguien lo declaren muerto necesitan encontrar el cuerpo" Harry seguía junto a Ginny "Y en este caso, la escuadra de aurores no han encontrado el cuerpo".

"Esto me huele mal, Barrymore anda metido en algo" Ron miró a través de la ventana "De seguro él es uno de los secuestradores...".

"Tal vez o sólo sea un cómplice" la rubia estaba pensando más para si.

"¿Y qué tiene que ver dónde está Hermione?" preguntó ansiosa Luna.

Courtney sacó un mapa de su bolso de la mano. Era un pergamino maltratado, casi que se rompía sólo al verlo. Lo extendió con mucho cuidado sobre sus piernas y con su varita señaló una zona al sur de Gran Bretaña; cerca de la estación donde se abordaba el tren para viajar a Francia.

"Recién ayer se rompió una bola de cristal" haciendo referencia a una profecía "Inmediatamente después el jefe de los aurores vino al Departamento a pedirnos cierta ayuda con un pequeño problema...".

"No sabía que había un problema, no me lo dijeron" comentó Harry ofendido.

"Había un aumento de los niveles de magia en este sector" y señaló la zona de Plymouth "La cosa es que han dejado en nada todo esto, pero yo me puse a investigar más".

"Allí era donde estaba uno de los primeros castillos de las colonias católicas y cerca estaba la ciudadela del Rey Arturo" comentó Luna causando algo de duda entre los presentes "¡Estudié Historia de la Magia en casa cuando Neville me obligó a quedarme en cama el fin de semana!" explicó.

"Exacto, justamente el sector donde detectaban el aumento de magia era el castillo de la primera congregación católica en Inglaterra" vio las caras de dudas entre Neville y Ron "Después explicaré que es catolicismo" torció los ojos "Mi teoría era que si había una anormalidad en los niveles de magia es cuando hay magia negra y magia blanca en el mismo lugar, las auras chocan y causan este alboroto".

"Como Dumbledore es el primer secuestrado y tiene una de las auras de magia blanca más fuerte e intentan revivir algunos mortífagos a Voldemort, lo más lógico es que choquen sus energías y pasé esto...".

Discutieron mucho intentando ver si valía la pena arriesgarse ir hasta Plymouth que quedaba muy lejos desde Londres. También Harry les explicó a Neville y Ron el catolicismo y brevemente la historia del Rey Arturo comprobando que ellos nunca pusieron atención a las clases de Binns en Hogwarts.

Si Hermione se encontraba allí con el resto de los secuestrados iba a ser muy peligroso; estando entre esas auras chocando cualquier hechizo hecho en un lugar estratégico podría resultarle la muerte inmediata.

Y tenían que tener en cuenta que necesitaban la varita de Ginny lo antes posible sino querían tener una visita rápida al cementerio.

"Está bien, será mejor que vayamos" Neville ayudó a su esposa a levantarse y salieron todos.

Harry antes de salir le dio un último vistazo a Ginny que se encontraba callada, pero moviendo frenéticamente la cabeza. Con mucho pesar y tristeza salió, porque si quería recuperar a Ginny y a Hermione, tenía que dejarla sola por un tiempo.

oooooooooo

Estaba mareada, sentía que se mecía de un lado a otro lentamente. También el ruido de aves y olas de mar. Algunas gotas cayeron en su rostro, pero no podía saber que era porque todo estaba oscuro. Intentó abrirlos, mas seguía viendo todo negro... Estaba vendada con una tela áspera al tacto y negra, por lo que pudo deducir.

Movió su cabeza muy rápido y con brusquedad. La tela comenzó a ceder y sentía como se le aflojaba el nudo hasta que se le cayó hasta el cuello.

Se encontraba en la especie de una bodega de un barco. Había una pequeña ventana redonda donde se apreciaba el cielo plagado de estrellas y unas grandes olas que hacían caer su rocío dentro del lugar.

Cerró los ojos intentando sacar esa sensación de querer vomitar y los abrió de nuevo escuchando una especie de suspiro. Miró a su lado y vio al señor Stiles en el mismo estado que ella; vio que junto a él y en diagonal a ella estaba un señor bajo, regordete y casi calvo con unos pocos mechones blancos en su cabeza.

'Yo lo he visto' pensó la castaña tratando de hacer memoria 'Es el señor Geller' y fue cuando recordó que lo había conocido en la antigua casa de Courtney cuando habían ido a Italia.

Y a su lado y en frente de ella estaba un hombre que se veía de mediana altura, una larga barba blanca y su cabello también, un gracioso sombrero puntudo azul con escarchas que simulaban estrellas y unos lentes de media luna que lo hacían característicamente conocido...

"¡Dumbledore!" intentó decir Hermione casi en un colapso nervioso de la emoción de verlo después de todo lo ocurrido, pero unos sonidos raros salieron de su boca indescifrables porque estaba amordazada 'Maldita sea'.

Vio como el señor Stiles despertaba. No tuvo la necesidad de soltarse una venda en sus ojos, porque no le habían puesto una. Con pesadez abrió los ojos y se encontró con Hermione en la misma situación que él. Con sorpresa miró sus piernas atadas, al igual que sus manos.

Se observaron por unos minutos como tratando de transmitirse telepáticamente la solución al problema de las cuerdas, pero como estaban amordazados nada podían decirse. De repente, Stiles hizo un movimiento de cabeza apuntando algo debajo de él.

'¿Qué?' se preguntó Hermione después de ver una serie de mímicas de él y aguantando la risa.

Después con sus manos amarradas apunto el bolsillo de su túnica por mucho rato hasta que captó la atención de la joven.

Ella comprendió y sacó con mucha dificultas, después de una serie de piruetas, el cuchillo que había guardado del esqueleto del castillo donde había estado. Sostuvo entre sus piernas el cuchillo y con dificultad se desamarró las manos.

"¿Quiénes son ellos?" preguntó Stiles después de estar completamente libre de amarraduras igual que Hermione "Él es Dumbledore, pero ese señor...".

"Es Michael Geller, el abuelo de una amiga mía y uno de los escritores del Renacimiento más reconocidos en Europa e Italia" explicó Hermione guardando el cuchillo y lo sacaría para cuando ellos despertaran.

"¿Dónde estamos?".

"Por lo que he podido deducir hasta ahora, estamos en un barco viajando de noche y seguramente con dirección a Roma" pensativa apoyó su espalda en la pared de madera húmeda "Tenemos que tener mucho más cuidado esta vez, casi nos matan".

"¿Para qué nos quieren a todos?".

"Tengo una mera idea, pero no me calza para que lo quieren a usted..." lo miró a los ojos por unos segundos intentando descifrar todo esto "Podría contarme su vida para ver si algo se relaciona con mi hipótesis".

El señor Brad Stiles había nacido en Liverpool y se fue a vivir a Londres desde muy pequeño. Sus dos padres eran brujos, por lo tanto jamás fue a una escuela muggle antes de Hogwarts.

Su primo por parte de su madre era el dueño de la tienda de varitas 'Ollivander' en el Callejón Diagon y todos los veranos lo ayudaba a vender antes de la temporada escolar donde se repletaba el negocio con estudiantes que iban a comenzar su primer año.

Pero cuando comenzó Hogwarts no volvió a ayudar y el negocio después de poco pasó a un tío de su primo, el señor Ollivander.

"O sea que si tuviera un cuarto apellido sería Ollivander" dijo Hermione uniendo cabos "¿Y usted vendía varitas o las probaba para ver cuál era la mejor a cada estudiante?".

"Yo las probaba junto al tío de mi primo...el señor Ollivander, él era como el socio" su semblante se torno triste "Pero mi primo falleció poco después y el negocio pasó al señor Ollivander y ahora le pertenece al hijo de él...".

'O sea, el señor Stiles debe tener sus buenos años' aparentaba unos cuarenta, pero por lo que le acababa de relatar debía tener unos cincuenta.

"Recuerdo que la varita que más me causo problemas fue cuando era mi primer verano trabajando, debería tener unos seis años. El tío de mi primo había salido a comprar algo y yo me quedé solo atendiendo" sonrió "Luego un joven que iba a comenzar su primer año en Hogwarts venía por su varita y probó casi todas las que habían en el local... Hasta que me tuve que ir a la sección de varitas exclusivas y le pasé una que tenía la cola de un ave fénix o algo así, la cosa es que era la varita más extraña y sólo había dos".

"¿Sólo dos?" su mente comenzó a alumbrarse y a unir todos los cabos sueltos.

"Sí, y como un milagro esa varita le quedó perfecto, podía controlar toda la fluidez de su magia".

Las varitas eran para canalizar la magia dentro de uno y siempre va a haber una que puede lograr eso con un mago. Por lo que le había contado Harry después de haber iniciado el primer año, su varita tenía una igual y el señor que se la vendió le dijo que era muy extraño que esta le fuera igual y que la gemela era la de Voldemort...

"¿Recuerda el nombre del niño a la que se la vendió?".

"No, nunca me lo dijo... Pero me pareció tan antipático y cuando le preguntaba si quería una varita con cualquier madera, él me decía que no estaba a su altura...Siempre me ha parecido que era un Slytherin de corazón" vio con extrañeza la sonrisa de Hermione "Agradezco siempre a Merlín que mi hijo de trece años nunca ha sido así".

"¡Ya sé para que sirve cada uno!" ella poso su mirada en cada uno de los presentes "Cada uno cumple un rol importante para revivir a Voldemort..." el señor Stiles casi se mata de la impresión "Vamos a cooperar para que Voldemort vuelva a destruir el mundo" dijo observando la ventana intentando pensar un plan para negarse o escapar.

oooooooooo

Fueron en el autobús Noctámbulo y llegaron entrada la media noche. Estaba en frente de uno de los castillos más antiguos en todo el país y uno de los más descuidados.

Entraron sin tomar muchas precauciones y ahí fue cuando notaron que el lugar se sentía apacible, ningún tipo de energía se sentía en el ambiente. Estaba muy tranquilo para su gusto.

"Tal vez se hayan ido" dijo Luna con su varita en la mano "Hemos llegado tarde".

Estaba en un pasillo todo oscuro y llegaron a un salón que parecía ser el trono del rey o algo así. El trono estaba descascarado, parecía que alguien aprovecho la soledad del recinto y se robo la cobertura de oro que lo cubría. Las paredes de piedra estaban llenas de musgo y polvo.

"Acá no hay nada" Neville observaba todo con mucho cuidado "Tendremos que ir a los otros salones a ver si algo pasó".

"¡Esperen!" Harry señaló las antorchas que estaban pegadas a las paredes "Están encendidas, alguien estuvo aquí hace muy poco tiempo" viendo el crepitar de las llamas.

"Y el suelo no está tan polvoriento, hay marcas de zapatos" Courtney comprobó que si hace algunos días nadie hubiera estado, el suelo estaría lleno de telarañas, tierra y suciedad.

Siguieron investigando en el mismo salón para ver si existía una puerta oculta o algo así gasta que Ron encontró en uno de los rincones...

"¡Miren esto!" todos se acercaron preocupados y vieron unas extrañas letras escritas en el suelo.

"¿Qué es eso?".

"Sé que es un dialecto antiguo, pero nunca me lo en enseñaron en la academia" comentó Harry pensativo.

"Y este es el zarcillo de Hermione..." Ron levantó del suelo junto a las letras un hermoso zarcillo de plata con una piedra de amatista verde incrustada "Se lo regalé cuando salimos de Hogwarts".

"Ron..." Neville puso una mano en el hombro del chico viendo como se ponía triste.

"Al menos sabemos que ella estuvo acá" Courtney miraba con mucha pena la escena e intentando cambiar de tema por el ambiente tenso "Este es un dialecto antiguo...".

"Sí" todos la miraron con interés.

"Creo que Hermione es una vidente o confía mucho en el destino" pensó más para si sonriendo.

"¿A qué te refieres?" preguntó Harry.

"Ella parecía saber que la encontrarían y yo vendría con ustedes, porque este es el Alfabeto Hebreo y este me lo sé de memoria gracias a mi querida madre y sus estúpidas enseñanzas que jamás creí que me servirían" se agachó para ver mejor las letras "Menos mal que me enseñaron este alfabeto...".


Notas de la autora: Hello! Estoy cansada... Hoy tuve uno de los días más agitados de toda mi vida. Tuve que hablar con medio colegio sobre las elecciones del Centro de Alumnas y contar mis experiencias de estar en él, luego tuve clases de Castellano y Comunicación con la menopaúsica de mi profe... Francisco, mi profesor, faltó y me tocó con esa vieja rubia y viciosa a chillar como ardilla. Y finalmente después de ayudar a mi hermano con su estúpida tarea y de paso hacer la mía, me puse a escribir la parte del castillo al final... Creo que estoy un "poco" estresada.

Pero siendo bien sincera, me gustaría decir que en este capítulo intenté dar a entender que Ginny aún siente algo por Harry, en la parte de los espejos, aunque no se sabe si es amor o algo como cariño.

También empezaré a escribir sobre los sentimientos amorosos de cada personaje, porque ando con el aire "romántico" por escuchar el CD de Arjona.

Adelantos: Descifran lo que escribió Hermione, todos los secuestrados unen fuerzas para escapar, el grupo se dirige a Roma en un viaje bastante arriesgado y Ron intenta no sacar los sentimientos enterrados de su corazón, no quiere pensar más en Hermione.

Bien, eso ha sido todo por ahora. Gracias por todos los reviews que me han mandado hasta el momento y espero que me lleguen aún más con todo lo que piensan respecto a esta humilde historia.

Y prepárense, porque ya empezamos en la parte de conflictos y revelaciones de todo tipo.

Mil besitos,

Su Sirenita, Gabita.