Capítulo 23:

Salieron cuidadosamente de donde se encontraban. Ella sacó de su pelo la orquilla y abrió lo más lento la polvorienta puerta de madera toda húmeda a causa que estaban navegando en pleno mar.

La luz de la luna se colaba a través de las pequeñas ventanas redondas chocando con el rostro de los tres hombres secuestrados; tres hombres que habían sido compañeros alguna vez, tres hombres que trabajaron juntos para lograr un buen mundo mágico y, finalmente, tres hombres que tuvieron que elegir por la honestidad delatando a otro de los suyos haciendo que en un futuro no muy lejano, quedaran acá; quedarán para contribuir contra su voluntad, contra todos sus principios de la vida para traer nuevamente a la vida al Lord Oscuro que intentó una vez llenar el mundo de sombras.

Se colocó la orquilla nuevamente en su castaño cabello y abrió sin hacer el menor ruido la puerta que conduciría a su libertad o la condena se de muerte.

Las cuatro personas evaluaron la situación intentando saber por medio de ese silencio, quién iba a ser el que se arriesgaría como carnada para los dos hombres que se encontraban fuera impacientes para tener uno de los días más agitados y lleno de emociones en su vida.

Hermione avanzó un paso y girando su rostro vio como todos por medio de sus miradas le advertían que debía estar muy conciente de lo que iba a hacer, ya que si cometía un pequeño error, iba a ser su muerte.

Sacó de su bolsillo el pequeño paquete que le dio el director de Hogwarts y lo vio por unos instantes sabiendo que tenía mucho en contra y una pequeña ayuda; el contenido del paquete.

Lo guardó y empezó a subir las escaleras que conducían a otra puerta en el techo sobre éstas. Y de seguro al abrir esa compuerta, iba a llegar al barco.

Los tres observaban con suma concentración como la joven auror subía para llegar al barco y de allí arriesgar su vida para que, al menos, uno de los cuatro escapara y la misión de los mortífagos no pudiera concretarse.

Dumbledore se acomodó sus gafas. Sus ojos ya no eran los mismo de siempre, su mirada era una muy diferente que sólo una vez había visto la muchacha. Esa mirada de miedo a lo que depara el futuro la vio cuando pelearon esa noche de invierno en el castillo de Hogwarts contra Voldemort.

Agarró nerviosa la manilla oxidada de metal de la compuerta arriba suyo. Me mordió el labio inferior y cerró los ojos para borrar de su mente cualquier pensamiento ajeno a esto para no cometer ningún error.

Los abrió y después de un suspiro usó un poco de fuerza para que la compuerta se abriera y se perdió su silueta para la vista de los tres hombres que ahora sólo rogaban a Merlín que todo marchara bien y nada le pasará a la jovencita.

Llegó al fin hasta el barco. Respiró hondo sintiendo el aire fresco rodeándola y la brisa marina golpeando contra su rostro. Por fin vio el cielo plagado de estrellas y la luna. Sintió una sensación de alivio y libertad que anhelaba tanto sentir después de haber estado encerrada desde el castillo junto a Brad Stiles hasta en la bodega del barco que tenía como rumbo Italia.

"¿Y cómo va todo ahora?" se escuchó la voz de un hombre y unos pasos que se acercaban.

"Bastante bien, ya debe estar con las pesadillas que irán quitándole poco los recuerdos felices para que después, no tenga el alma" bajaban las escaleras que conducían a la popa y donde se encontraba el volante del barco.

"Por Merlín, me gustaría ver esas pesadillas" rió. Esa voz se le hacía muy familiar.

"Yo también, ver sufrir a Weasley es uno de mis mayores triunfos".

Hermione asustada de que la vieran, porque los pasos se acercaban más a donde ella se encontraba, cerca de la proa, vio rápidamente unos barriles junto a una tela blanca que debían ser las velas de repuesto. Corrió hasta ellas y se escondió detrás de los barriles ocultándose de esos hombres.

"Falta poco para llegar a Roma" Draco Malfoy llegó hasta la proa y se apoyo en la baranda viendo el mar "Falta poco para todo, Jack" se giró para ver al descuidado hombre.

"Lo sé, tenemos mucho a nuestro favor gracias a que hemos cuidado todos los detalles" sonrió mostrando sus dientes amarillentos y sucios "Ese grupito de Harry Potter jamás podrá detenernos".

"No lo sé, ellos de verdad son bastante astutos" lo vio pensativo "Tienen a Courtney Holey de su lado y eso les será de mucha ayuda. Luke me dijo que puede serles de mucha utilidad, ya que sabe bastante porque es italiana y podría haber encontrado los papeles del entierro de la sangre sucia".

"Es cierto, si esa mujer llega a encontrar los papeles que dicen que Luke pagó el funeral de la sangre sucia va a empezar a sospechar y eso no es nada bueno" se rascó la nuca "Pero si pasa algo, Luke o Seth nos vendrían a avisar; no son tan estúpidos como para no hacerlo".

"Tienes razón" sacó de uno de los bolsillos de su capa cinco varitas "Creo que después de que nuestro Lord reviva tendré que botar tres varitas y me quedaré con la de Dumbledore, porque es la más poderosa y con la de Ginny Weasley para acabar de matarla".

La casta veía todo asomándose cuidadosamente detrás de los barriles y al escuchar eso abrió los ojos por la sorpresa y el deseo de matar a todos los mortígafos que siguieran vivos.

'Soy una estúpida' pensó apretando los puños imaginándose en el estado en que estaría Ginny; moribunda, con pesadillas, sufriendo y muchas cosas terribles. También los recuerdos del castillo... Él la había traicionado, él. Eso era lo más increíble y le costaba imaginar que una vez quiso tanto al enemigo, lo había querido tanto entregándole casi todo lo de su ser y él sólo se burlaba de ella 'Me las pagara'.

Vio como los dos mortífagos se retiraban a la popa para controlar el rumbo del barco. Ella suspiró aliviada y se dio media vuelta quedando frente a la baranda y abajo el mar; las olas golpeaban el barco y algunas gotas caían en el rostro de la muchacha refrescándola.

Volteó para ver si había moros en la costa; no había ningún peligro. Se mordió el labio inferior nerviosa y se levantó erguida. Caminó hasta llegar topando con la baranda y sacó de su bolsillo el pequeño paquete. Lo volteó y una pequeña bola de color café verdoso se encontraba en la palma de su mano. Se lo echo a la boca y lo trago rápidamente por si tenía mal sabor y sin más se lanzó al agua abandonando en barco.

oooooooooo

Abrió desesperado todos los cajones de su oficina. No encontró lo que estaba deseando encontrar y siguió revolviendo todas las cosas que encontró por su haber y tampoco nada halló.

Se sentó en su mullida silla y apoyó sus codos en el escritorio repleto de papeles desordenados. Se llevó las manos a su rostro y ahogó un grito de rabia que tenía contenido en la garganta hace unos buenos minutos.

De repente la puerta se abrió y entró un muchacho de cabellos ondulados oscuros y ojos pardos. Vio arqueando una ceja al hombre que se encontraba frente suyo mientras negaba con la cabeza disconforme. Se acercó hasta él a paso decidido.

"Luke" dijo Seth con voz molesta "¿Qué estás haciendo acá en el ministerio a las cuatro de la madrugada?".

"Estaba buscando los papeles que pudieran delatar nuestro plan para sacarlos de la posible vista de los intrusos" sacó las manos de su rostro y parecía que había envejecido unos diez años "Desaparecieron los papeles del funeral de Granger".

"¿Qué?" preguntó intentando no gritar y avanzó rodeando el escritorio hasta llegar a su lado. Enojado golpeó la mesa "¿Qué estás diciendo?".

"Alguien parece que revisó mis archivos y descubrió los papeles que decía que yo pagaba el funeral de la sangre sucia" explicó nuevamente sintiéndose un estúpido "Esos papeles han caído en otras manos".

"Y esas manos pueden ser de alguien del grupo de Potter" lo agarró del cuello de la camisa y lo agitó con fuerza causando la asfixia del anciano "¿Acaso sabes lo que has ocasionado con tus descuidos¡Nuestro plan se puede ir al caño por tu culpa!".

"Suéltame" dijo con todo el aire que le quedaba.

Seth lo soltó bruscamente. Se dio media vuelta revolviendo su cabello desesperado por saber qué cosa debían hacer. Cerró los ojos intentando tranquilizarse y pensar de la mejor forma una solución.

"Creo que debemos irnos de inmediato a Italia" lo miró con frialdad mientras el hombre se reponía de lo sucedido y lentamente se levantó del asiento "Disculpa".

"Da lo mismo" tomó su capa que estaba en el respaldo de la silla y se la puso sobre los hombros "¿Dónde está el traslador?".

"En mi oficina y por si acaso, ya hice mis arreglos para que nadie sepa que usamos un traslador para el país" salieron de la oficina de Luke Barrymore "¿No el dijiste a tu esposa todo esto, verdad?".

"Claro que no, ella no sabe nada de esto" suspiró caminando entre los escritorios de sus empleados "No sabe nada de mi pasado".

"Ah" dijo para después abrir la puerta y salir del Departamento de Misterios.

oooooooooo

Nadaba hacia el fondo del mar. Podía respirar gracias a las branquialgas que su profesor le había dado unos momentos antes de iniciar esta misión para escapar.

No podía ver con mucha claridad qué peces o animales habían, ya que era de noche y todo estaba muy oscuro. Sólo nadaba por instinto hasta el fondo esperando hallar lo que Michael Geller le había dicho.

"La ruta que están siguiendo es salir por el Canal de la Mancha hasta llegar al océano Atlántico. Rodean Portugal y España para entrar al Mar Mediterráneo y así llegar a Italia" recordó exactamente todas sus palabras "Lo que debes hacer es que como ya estamos llegando al Mar Mediterráneo, según mis cálculos, abajo hay sirenas; pídeles ayuda aunque será difícil que acepten, pero al saber lo que planean estos tipos lo harán".

Y seguía agitando sus brazos sin estar cansada, porque podía respirar. Pero su mente vagaba en sus recuerdos...

¿Qué pasaría si no salía viva? Voldemort podría volver y sabía que les sería muy difícil a sus amigos derrotarlo completamente. No podría volver a ver a sus amigos nunca más. No podría volver a trabajar, no podría ir a la salida que le prometió a Summer para comprarle un vestido. Y, aunque le costara aceptarlo, su corazón le decía que ni siquiera podría haberle dicho a él lo que sentía: 'Te amo'.

No volvería a aprovechar la segunda oportunidad que el destino le había dado, la desaprovecharía de una manera tan cobarde. Pero, el miedo al sufrimiento era el mayor enemigo a esos sentimientos que parecía olvidados.

"¿Quién anda ahí?" escuchó, de repente, una voz rasposa y distante.

Se detuvo y miro a todos lados asustada, mas nada logró encontrar. Volvió a escuchar que preguntaban lo mismo y la persona o ser proveniente de la voz no aparecía.

Todo estaba demasiado tranquilo, como si nadie estuviera cerca de la muchacha y estuviera alucinando cualquier cosa.

"¿Quién eres?" escuchó que alguien le preguntaba nuevamente en su mente "¿Quién anda aquí?" era como si se estuviera colando en los pensamientos de la joven y cada vez que pronunciaba una palabra le dolía la cabeza.

De repente sintió que algo abajo suyo se movía. No pudo atreverse a observar qué había y miró hacía arriba notando que ya no se podía apreciar la superficie. Quedaba poco para llegar donde las sirenas.

"¡Ah!" gritó cuando algo o alguien le tomó el tobillo.

Intentó soltarse moviendo frenéticamente el pie, pero esa cosa era más fuerte que ella. También se empujaba para arriba, a la superficie, con los brazos pero seguía estática con esa cosa aferrándose a su pie.

Se atrevió a mirar y ahogó un grito. Sólo con ver esos ojos azules tornasol le hicieron quedarse inmóvil y hacer todo lo que ella quería.

oooooooooo

"¡Déjame!" salió corriendo y con sus mejillas bañadas en lágrimas.

Atravesó el cuadro en el que antes había entrado presa del miedo con esa Hermione de esta pesadilla. Se dio cuenta que se encontraba en el mismo sitio vacío, oscuro, con los espejos rotos y ahora ese cuadro en medio. La figura de un corazón roto se iba dibujando por si sola.

"Te dije que esto es la realidad" se dio vuelta y se encontró con su hermano "te dije que yo no quería tener a una hermana como tú" y sonrió al ver las heridas en los brazos de la muchacha "¿Acaso no eras una buena jugadora de Quiddittch?".

"Claro que lo soy" bajó la vista aguantando llorar nuevamente "Sólo es que tú jugaste de una forma tramposa".

"Vamos, Gin" se acercó "Tú sabes que eres una débil y no puedes contra la verdad de las cosas, no puedes escapar de lo que le llamamos el mundo real".

"¡Aléjate de mí!" lo empujó "Tú no me vas a venir hablar de esa forma, porque no eres mi hermano".

Levantó la vista y vio que ya no estaba el pelirrojo. Dio una vuelta completa buscando entre los trozos de los espejos rotos en el vacío y no encontró a nadie más que ella y el reflejo deforme de su rostro en los trozos.

"Porque debes saber que yo no te quiero" media vuelta y vio a Harry cruzado de brazos "¿Tú creías que te iba a esperar después de tantos años?" arqueó una ceja.

Ella se quedó estática viendo sorprendida como le decía de una forma tan normal y esas palabras se repetían en su mente.

"Deberías saber que nadie estaría contigo" y detrás de la figura del muchacho se vio la figura de una mujer que lo abrazó "Hasta nunca" se dio media vuelta y comenzó a caminar junto con la figura de la mujer que abrazaba entre los trozos de los espejos.

"Hasta nunca, Ginebra Weasley" aparecieron en los trozos los perfiles de todos sus seres queridos.

Unas pequeñas luces emergieron de estos y salieron Hermione, Ron, los señores Weasley, los gemelos, Luna, Neville y el resto de sus hermanos y se fueron junto con Harry dejando sola, abandonada en ese lugar tan desolado.

"¡Espérenme!" salió corriendo detrás de ellos rompiendo en llanto "¡No me dejen sola!".

oooooooooo

"Tú eres una sirena" dijo dificultosamente la castaña al ver que ese ser era la que le preguntaba.

"¿Quién eres tú?" preguntó esta sin mover sus labios, sino por la mente.

Su contextura era delgada. Unos hermosos ojos azules tornasol que era lo que más destacaba al ver a estos seres tan míticos. Su cabello café oscuro con su piel escamosa y café verdoso hacían perder el encanto como siempre había creído que eran mujeres bellas, en Hogwarts supo que no eran tan lindas. Sus dientes parecía a colmillos pequeños y los gruesos labios del mismo color que la piel eran casi no percibidos por la muchacha.

"Hermione Granger" Hermione bajó la vista para ver como aún la sirena todavía le tenía tomada la muñeca "¿Podrías soltarme?".

"¿Qué vienes a hacer acá, bruja?" la soltó y se alejó un poco para poder examinar el cuerpo de la muchacha.

"Yo... Yo vine a pedirle ayuda a los tuyos".

"Nunca nos hemos llevado bien con los de tu especie, aunque seas una bruja" la miró con desprecio.

"Lo sé, pero hay demasiados problemas y sólo necesito que me hagan un pequeño favor" desesperada nadó para quedar cara a cara con la sirena "El mundo corre grave peligro, hay personas secuestradas que seremos forzadas a revivir a uno de los peores enemigos de la armonía de nuestro universo".

"¿Qué tratas de decir?".

"Tres sabios magos y yo, hemos sido secuestrados por los mortífagos" la tomó de los hombros desesperada "Ellos ya saben cómo revivir al Señor Oscuro que una vez intentó acabar con todo lo que ahora hay".

La sirena volvió a mirar fijamente los ojos de la castaña. Después de unos momentos donde parecía dudar si ayudarla o no prestarle la menor atención, la sirena se soltó delicadamente de las manos de la joven de sus hombros y le hizo una seña para que la siguiera más al fondo; donde, seguro, estaría la colonia de estos seres.

oooooooooo

No tenían noción del tiempo. Estaba como todo congelado y ellos cinco eran los únicos que a través del aire podían pasar a una gran velocidad como si fueran gigantes y sólo con un paso avanzaran millones de kilómetros.

Todo sucedía en tan poco tiempo que lo único que podían percibir era que avanzaban a una gran velocidad en medio del mar y de pronto se encontraban, al parecer, en Francia. Y también, que al cansancio se iba apoderando de ellos; sus piernas les dolían cada vez que la movían para correr y sus párpados comenzaban a hacerse cada vez más pesados.

Luna tenía unas ganas de vomitar que casi lo hizo encima de Neville, pero aguantando con todas las fuerzas que le quedaban intentó componerse. Su vientre lo sentía extraño, como si un pequeño bulto se iba haciendo más adentro para salirse por la espalda; debía ser porque estaba apareciéndose en estado.

Y sin más pasaron por bosques, castillos, colinas, ciudades y ríos. Hasta que Courtney comenzó a tomar delantera para quedar junto a Harry y ella empezó a guiar al resto, ya que estaban cerca de Roma.

Más edificios antiguos y lagos con el reflejo de la luna con las estrellas en ellos hasta que todo se detuvo y sus pies tocaron el suelo en medio de la noche de una de las tantas calles romanas.

oooooooooo

Estaba en medio, sentada en una roca, rodeada en círculo por todos los sirenos y sirenas que la miraban inquisidoramente y con un semblante de disgusto total por tener a una bruja allí mismo, en su hogar.

Hermione con la vista puesta en la arena y algunas algas para no sentir vergüenza se cruzó de piernas impaciente; le quedaba muy poco tiempo para que el efecto de las braquialgas se acabara y volviera a respirar oxígeno.

"Muy bien, bruja" un sireno de gran tamaño y unos ojos verdes esmeraldas de acercó hasta la muchacha "¿Qué está haciendo acá?".

"Discúlpenme por interrumpirles en sus actividades" tímidamente contestó "Aunque sé muy bien que ustedes no les gusta tener ningún tipo de relación con los humanos o magos".

"Está en lo correcto" se escuchaban murmullos de todos los demás seres acuáticos.

"Pero necesito que me ayuden" levantó la vista y el mentón demostrando seguridad "Se puede avecinar el retorno de uno de los más grandes seres con poderes oscuros".

"A nosotros nos da lo mismo lo que ocurra con el mundo de arriba" arqueó una ceja y una deforme sonrisa malévola apareció en sus labios escamosos "Y mejor aún que todos los humanos y magos desaparezcan, así nos dejan tranquilos".

"¿Qué quiere decir?" se levantó disgustada y nado para quedar justo en frente del sireno "Si el mundo exterior queda dominado por Voldemort, millones de catástrofes ocurrirán. Además de que los humanos desapareceremos y los brujos, los dementores andarán por cualquier lugar y pueden matar a cualquiera, los gigantes podrían ser manipulados por ese ser oscuro, las hadas serán despojadas de su poder curativo y, también, matarán a los sirenos y sirenas".

Más murmullos; todos discutían lo que acababa de declarar la joven. El sireno, que parecía ser el jefe, observó a su alrededor escuchando algunos de los comentarios de sus compañeros y volvió su vista a Hermione.

"Te refieres a un enemigo poderoso, ese es Voldemort" nadaba en forma circular alrededor de la castaña. Ella asintió "Y como estoy en lo correcto, él ya está muerto. Según mis fuentes, un joven lo derrotó en el colegio Hogwarts para magos".

"Eso es cierto, yo estuve con aquel muchacho y eso creíamos nosotros, que habíamos derrotado a Voldemort" se mordió el labio inferior angustiada por el tiempo "Pero no, algo de su esencia quedó en las manos de los mortígafos que han descubierto como traerlo a la vida".

"¿Cómo?" con aire de superioridad comenzó a nadar más lento.

"Cuatro sabios brujos hemos sido secuestrados; tres miembros antiguos del Ministerio de la Magia y yo, una estudiante destacada en Historia de Magia. Cada uno ayudaremos forzadamente a que ese ser vuelva a vivir... Por eso es que les pido ayuda, uno de ellos me dio algo para que pudiera respirar bajo el agua para pedirles ayuda; ustedes son nuestra única esperanza" comenzó a sollozar, pero las lágrimas ni se le notaban porque se confundían con el agua.

Murmullos. Ahora el sireno se había ido a discutir con una sirena sobre todo lo que había pedido Hermione. Y a decir verdad, ella no tenía muchas esperanzas de que accedieran porque es muy difícil intentar sacar esa molestia permanente entre los magos y ellos.

"¡Sólo les voy a decir algo!" todos voltearon a ponerle atención "Si al menos le tienen un sentimiento a su mundo, a sus seres queridos, por favor acepten. Aunque yo sea una bruja y los que van a salvar no serán de su especie, pero intenten ayudar a que cada uno salvé a sus seres queridos...".

Le había salido del alma, porque comenzó a pensar en sus padres, sus amigos, su familia y al final, como si hubiera vuelto de un largo viaje; comenzó a pensar en Ron.

"Sólo le diré una cosa" después de unos minutos, el sireno volvió a adueñarse de la atención "Espero que ya tenga un buen plan, porque no podrá permanecer mucho tiempo bajo el agua".

Hermione comenzó a nadar feliz a donde se encontraba el sireno y con sólo una sonrisa llena de gratitud se dispuso a nadar a la superficie para pedirles un pequeño a favor a la gran cantidad de sirenos y sirenas que iban detrás de ella.


Notas de la autora: ¡Por fin! Uff, de verdad les pido millones de disculpas por la tardanza de este capítulo; yo también soy lectora y que se demoren con los capítulos no me gusta, pero pónganse en mi lugar. Estoy hasta el cuello con exámenes y deberes, también mi vida social está en gran aumento gracias a que todos mis amigos y compañeras de curso tienen fiestas de cumpleaños de 15 y con las tantas historias actualizando a la vez... (le agregué un poco de exageración, pero bueno). ¡De verdad discúlpenme!

Bueno, este capítulo me gustó mucho; creo que hacía mucho que no se me ocurría una buena idea en esta historia como lo que Hermione fuera por ayuda donde las sirenas (agradecimientos a mi partner Ubis por decirme que las branquialgas tiene forma de pelota).

Para el próximo capítulo se pueden esperar muchas cosas; entre algunas: El grupo en Roma, el plan de los sirenos y cómo el último recurso para huir se ve amenazado por los cuatro motífagos en el mismísimo barco.

También me demoré en escribir por el fallecimiento del Papa Juan Pablo II. Yo soy muy creyente y de verdad no me atrevía a subirlo por este tiempo de duelo que he tenido; pero vean que el esfuerzo y la demora ha valido la pena: Este es uno de los pocos capítulos que me han convencido del todo.

Espero sus reviews con su opinión,

Sirenita.