Capítulo 26:

Courtney sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas y su respiración era irregular; el impacto de ver allí a su abuelo se estaba apoderando de su cuerpo. Tenía unas ganas de correr como cuando pequeña lo hacía, cuando estaba asustada de algún 'fantasma' o 'una persona mala' y él la reconfortaba, con una cálida sonrisa le decía que todo pasaría, que todo estaba bien.

Pero nada estaba bien ahora. Estaba en manos de los asquerosos mortífagos donde cualquier cosa podría pasarle... Estaba a unos metros suyo, viendo distraídamente algunas estanterías cercanas a la recepción sin verse muy herido o consternado. ¿Le habrían hecho algo, entonces? O tal vez era sólo una imagen para aparentar y en verdad estaba mal; herido y lastimado.

A Ron sus manos comenzaron a temblarle de la rabia y el dolor de ver cómo actuaban de lo más normal esos dos desgraciados después de todas las cosas que habían hecho. ¿Cómo podían estar metidos en una biblioteca tan cínicamente? Ellos iban a usar una vida inocente a cambio de traer un ser ruin al mundo... Iban a sacrificar la vida de Hermione sólo para que Voldemort volviera al mundo de los vivos y pudieran concretar su tarea de controlar a la humanidad.

Sus dientes estaban muy apretados dentro de su boca intentando no lanzarse sobre Draco o Seth a matarlos. Ellos si se merecían desaparecer de la faz de la tierra, por querer matarla.

Harry pensaba en qué estado se encontraba Ginny; ella estaba luchando para sobrevivir unas pocas horas mientras su alma poco a poco se hacía menos presente en su cuerpo.

Habían terminado su relación, solamente para probar cosas nuevas y ver el mundo de distinta forma, pero parecía que muy en el fondo de su corazón sabía que ese era el amor verdadero, ella era especial comparada con el resto de muchachas con las que salía.

Ahora estaba muriéndose y los malditos mortífagos la tenían sólo así para manipular sus sentimientos a la hora de verse con Voldemort cara a cara. ¿Debía decidir si salvarla o salvar al mundo?

"Muchachos..." susurró Luna aún sin despegar la vista de la recepción, pero vio por el rabillo del ojo las gamas de emociones en los rostros de los tres "Debemos calmarnos, por muy malditos y bastardos que sean, debemos tranquilizarnos y pensar con cordura".

"Sé que esto es difícil, también para mí. Pero es mejor escondernos antes de que nos vean acá, sino sabemos como atacarlos" sugirió Neville con muchas ganas de mandarles algunos maleficios "¿Están bien?".

Courtney aguantó sus lágrimas. Ron suspiró para dejar de temblar de rabia. Harry miró al piso intentando calmarse; para después que los tres asintieran lentamente mientras sus mentes comenzaban a pensar de una forma libre de emociones para no hacer cualquier locura que más tarde lamentarían.

"Será mejor que devolvamos este documento a la cámara de donde lo sacamos..." Courtney guardó rápidamente, pero con las manos temblando el pergamino "Deben estar buscando esto para su ritual".

"Buena idea, nosotros nos apareceremos en otro lugar" dijo Harry arreglándose sus gafas "Enfrente del negocio de flores a dos calles de aquí... Está lo suficientemente lejos como para que ellos no nos descubran".

"Tienes razón, hagamos eso" asintió Luna con la mirada reprobatoria de Neville encima de ella "Estaré bien... son dos calles, ni que fuera al fin del mundo".

Una vez que la muchacha rubia se fue con el pergamino corriendo a la cámara subterránea, los demás se fueron al negocio de flores a dos calles de la biblioteca. No tuvieron mayores inconvenientes, porque ningún muggle transitaba por allí en esos momentos.

Cuando Courtney se apreció jadeando y diciendo que todo había salido bien comenzaron a planear qué hacer. Debían esperar a que terminarán en la biblioteca para seguirlos de forma muy disimulada a donde tenían cautivos a Hermione, Dumbledore y Stiles... Pero la cosa es que no sería nada de fácil; pensando en que debían estar actuando como personas cualquiera para pasar desapercibidos y empezar después a atacarlos sería un poco extraño, irónicamente , así que esperar a que sea medianoche para detenerlos en pleno ritual sería bastante ventajoso, ya que podrían darse cuenta que los están vigilando.

Pero el problema era, que también, podrían hacer el ritual en otro lugar; ya que en si, toda la ciudad de Roma tiene ese poder que ayudaría a traer de vuelta a Voldemort. O podrían matar de inmediato a Hermione, tener el caldero con su sangre listo para la noche y así se ahorraría tiempo. Y siguiendo con ahorrar tiempo... Brad Stiles ya había terminado su labor y Geller pronto la terminaría, podrían deshacerse de ellos cuando quisieran.

"Lo que me llama la atención es que Dumbledore se dejó secuestrar así de fácil" comentó Ron sentándose en una banca. Habían caminado hasta llegar a una pequeña plaza con una hermosa fuente en medio de los árboles "Siempre hemos escuchado que hasta... él le tenía miedo, era l único mago que podía generar ese miedo en esa cosa" para no mencionar en plena calle en Voldemort.

"Sí, eso me hace pensar que algo oculto debe haber..." el pelinegro asintió sentándose a su lado "Dumbledore es muy sabio, siempre sabe tantas cosas que parece un adivino y siempre me ayudó contra Voldemort cuando estaba confundido".

"En especial en quinto curso, en el Departamento de Misterios" Neville suspiró sin saber porqué se había dejado secuestrar por mortífagos común y corrientes "Son mortífagos cualquiera, no me lo explico".

"Nadie se lo explica" asintió su esposa con su mirada perdida.

Pasaban los minutos y no tenían ningún plan. El tiempo se acercaba y no veían salir a Draco Malfoy y Seth Durst de la biblioteca.

oooooooooo

Salieron después de unas dos horas. Iban muy conversadores los dos mortífagos delante de Michael Geller que caminaba unos pasos tras ellos con la mirada puesta en el piso; parecía que había envejecido unos diez años con esa apariencia tan preocupada y nerviosa.

Llegaron hasta una plaza que quedaba algo lejos de la biblioteca. En unas bancas se encontraban cuatro hombres y una mujer que miraba distraídamente el cielo cuando ellos llegaron a su lado para empezar a conversar sobre los últimos detalles para la noche.

"Vayamos a mi casa" Malfoy sonrió "Queda en las afueras de la ciudad".

"¿Todavía conservas las mansiones de tu familia?" preguntó algo confundido Barrymore "Pero si el ministerio a la hora de mandarte a Azkabán te desheredó de todas las pertenencias y las dejó para el mismo ministerio".

"No creerás que los estúpidos del ministerio se iban a quedar con la antigua casa de campo Malfoy en Roma" sacó unos papeles de su saco con la mirada atenta de Jack y Barrymore "Seth me trajo los papeles de la mansión, y aún el ministerio no se ha encargado ni de vendérsela al ministerio romano o hacer cualquier cosa".

"Que lindo, el niñito de sus papás reclamando su fortuna" se rió Jack "Ya, será mejor que nos vayamos... ¿Cómo iremos con estos cuatro con nosotros?" señaló a los cuatro secuestrados.

"Iremos como cualquier brujo normal, pediremos una chimenea en algún callejón de compras" Seth tosió algo divertido por la mirada de Draco sobre Jack.

Se giró y se encontró con los ojos de Hermione. Ella lo miraba con resentimiento mezclada con pena, pero no era odio... ¿Acaso no lo odiaba? No lo sabía, y aunque le costara admitirlo, le importaba saber qué pensaba sobre él.

Tal vez tenía ganas de hablar, pero por el hechizo de magia antigua no podían más que seguirlos y acatar las órdenes de Draco sin poder reclamar o negarse a seguirlas. Tal vez sólo quería escapar de esa situación, porque era lo más seguro que ya sabía para qué estaba allí... Era demasiado inteligente y astuta como para pensar que sólo estaba allí por chismosa o para ayudarlos con sus conocimientos de historia.

"Unas dos calles más allá hay una entrada a un callejón muy parecido al Callejón Diagon" sugirió Malfoy intentando calmarse, él no pelearía con una basura como Jack Vonadovic en esos momentos "¿Vayamos?" preguntó a los secuestrados con una sonrisa cínica para luego reírse "Se me había olvidado que no pueden decidir, tienen que seguirme".

Caminaron hasta llegar a una tienda de revistas muggles y pidieron discretamente que los dejaran pasar por una puerta detrás del mostrador acreditando que eran magos. Al pasar llegaron a un lugar muy parecido al Caldero Chorreante, el único que sabía un poco de italiano era Seth y pidió que les prestaran la chimenea; que con gusto lo hicieron.

Así fue como llegaron en pocos minutos a la antigua casa de campo Malfoy que se encontraba deshabitada hace unos buenos años.

oooooooooo

El sol comenzó a ocultarse tras unas pequeñas colinas al oeste; las horas habían ido pasando hasta que empezaba a hacerse presente la llegada de la noche.

Courtney Holey les había contado algo que leyó en el pergamino con el ritual antes de dejarlo en la cámara. Debían hacer todo en la misma plaza donde estaba la Fontana di Trevi, ya que estaba justo en una ubicación parecida a la del Vaticano, además que muchas personas concentraban sus deseos lanzando monedas a la fuente... Había mucha fuerza en ese lugar, y en las noches casi nadie pasaba.

"Queda muy poco tiempo..." Se habían ido a un pequeño local de comida rápida muggle a comer una hamburguesa con una bebida mientras esperaban "¿De verdad ellos no se darán cuenta que los esperamos?".

"No lo sé... Puede ser, o puede que no, Neville" respondió algo dudativo Harry terminando la hamburguesa; apenas tenía apetito, pero si iban a combatir era mejor tener energías "No sé que esperarme de ellos. A veces hacen cosas deducibles, pero otras son totalmente precipitadas e impredecibles".

"Esos tipos son muy inteligentes, esto está saliendo demasiado fácil como para atacarlos y listo; nos tendremos que preparar para algo duro" opinó Ron para después atragantarse con el pedazo de pan en la boca; era un glotón "Que rica la comida muggle..." aunque en realidad estaba mucho más preocupado del bienestar de Hermione y su hermana, que de la comida.

Estaban en lo correcto. Los mortífagos al tener a dos personas integrantes del ministerio de Gran Bretaña podían tener información privilegiada antes que les llegara a los aurores; Courtney y Harry, así que ya tenían preparada unas pequeñas trampas. Draco con ayuda de su poder de magia antigua podría hacer una de ellas con la Sangre Sucia, Hermione Granger, para empezar a jugar con las emociones del grupo; y la maldición de Ginny serviría para rematar el clavo.

"Después de todo¿qué sería la vida sin los juegos?" preguntó divertido Barrymore. En la antigua casa de campo Malfoy habían tomado una poco suculenta cena; carne y arroz quemado, ya que ninguno sabía cocinar ni hacer magia para cocinar; y conversaban en el jardín "Se llevarán varias sorpresas...".

"De seguro pensaron que nosotros no sabríamos que estaban acá, esperándonos en la plaza" sacó de su capa la varita de Ginny Weasley y empezó a jugar con ella sacando unas chispas de colores con unos movimientos de muñeca "Nos divertiremos mucho en la noche" sonrió complacido de que todo saliera como lo habían planeado.

Adentro, en la casa, Jack estaba durmiendo un poco tendido en el suelo sobre su chaqueta para no ensuciarse. Seth fue a mirar cómo estaban los cuatro secuestrados en la habitación contigua; los secuestrados estaban de lo más tranquilos... Era como si ya hubieran perdido las esperanzas de escapar; ya que siquiera les dirigían miradas de odio, nada.

"Me pregunto si están bien..." les dijo algo confundido. Dumbledore era el más calmado de todos, tenía algo de sueño y los párpados le pesaban "¿Están conformes estando en esta situación que no hacen nada?".

Brad Stiles levantó la mirada y lo miró interrogante; como con burla, pero inmediatamente bostezó cansinamente y volvió a perderse en sus pensamientos. Los demás estaban en las mismas; parecía que se hubieran resignado a morir.

'Profesor Dumbledore...' dijo en su mente Hermione después de haber estado buscando una forma de comunicarse; y se acordó que era un auror, por lo tanto podría comunicarse mentalmente por medio de la Legemerancia. Aunque no estaba segura de que fuera tan poderosa como para poder hacerlo, valía la pena intentarlo, no perdía nada 'Profesor Dumbledore, contésteme, por favor... ¿Profesor?' cerró sus ojos pensando en que él la oiría.

'Señorita Granger, por supuesto que puedo oírla' sintió su voz contestándole de forma serena. Volteó a verlo, y estaba sonriendo 'Creí que nunca intentaría esto, pero es una bruja muy inteligente, tarde o temprano lo haría'.

'Gracias...' avergonzada sintió como se ruborizó '¿Qué piensa que nos harán estos locos? No creo que se vayan a conforma con llevar a cabo el ritual, algo le deben tener preparado a Harry y a los demás'.

'Para serle sincero, creo que algo tenebroso y escalofriante... Me comentó que la señorita Weasley estaba bajo una maldición de pasadillas; podrían aprovecharse de eso y, tal vez, usarnos para atacarlos' nunca podía adivinar cómo era tan sabio, no leía tantos libros como ella para saber esas cosas que jamás las habría pensado en estos momentos 'El señor Potter y el resto deben haber conseguido venir acá, eso está más que claro'.

Se quedó pensativa. Eso de que podrían usarlos para atacarlos... Sería usar un Imperius para manipular sus pensamientos y así hacer que los atacaran. Lo más lógico sería que a ella la manipularan, por tener más relación afectiva con los del grupo; en especial con los principales... Harry, Courtney y Ron.

Levantó su mirada para ver que Seth seguía allí viendo interrogatorio a los secuestrados; al perecer no se había dado cuenta que había hablado con el profesor. Pero siguió pensando en el famoso Imperius.

'Los pilares del grupo deben ser Courtney, Harry y Ron. A Courtney la pueden manejar con su abuelo, a Harry con lo de Ginny y a mí... Yo puedo ser algo importante para Ron como para que puedan usarme para manejarlo un poco' pensó un poco triste... Sabía que Ron la quería, y ella a él; una de las cosas buenas que le significó este secuestro, pensó en sus sentimientos 'Podrían dañar a Ron, él es el más débil de los tres pilares... Harry y Courtney no se dejaran vencer tan fácilmente. Sólo porque él me quiere demasiado...' unas lágrimas se querían asomar por sus ojos, pero no lloró, debía ser fuerte.

'Señorita Granger; el amor es un sentimiento demasiado hermoso y a la vez doloroso... Pero no debe pensar que si eso pasa; usted es la culpable' ella miró al profesor con los ojos como plato. Pensó en voz demasiado alta en su mente como para que él la haya escuchado. También una duda se asomó por su mente¿Se había enamorado alguna vez el profesor Dumbledore? Pero no iba a ser tan indiscreta para hacerle esa pregunta.

De repente la puerta se abrió y apareció Jack Vonadovic con sus cabellos revueltos y una cara soñolienta. Bostezó ante la atenta mirada de Seth que lo miraba con una ceja arqueada y se acercó hasta él.

"Vengo a buscar a la Sangre Sucia..." Jack sonrió y desvió su mirada a Hermione que puso interés en la conversación al escuchar que hablaban de ella "Iremos a jugar un poco".

"Por Merlín que son unos niños, venimos a traer de vuelta a nuestro Lord y ustedes quieren divertirse" negó reprobando la idea "¿Iríamos todos a ver las cosas o sólo tú con Draco a hacer sufrir a Potter y los demás?" era obvio que él más interesado era Draco, después de todo 'El trío de oro' eran sus peores enemigos en el colegio.

"No sé, como quieras" tomó a Hermione del brazo levantándola del suelo. Ella estaba asustada y opuso algo de resistencia, pero no pudo ceder "¿Vienes?" se giró a Seth.

"De acuerdo" haría sufrir más a Hermione, mucho más; ya que sería usada cruelmente antes de que la mataran.

Salieron de la habitación; dejando a tres hombres preocupados, porque no sabían de lo que eran capaces esos locos.

oooooooooo

Eran ya las diez de la noche; nadie pasaba por las calles... Estaban totalmente vacías. Sólo cinco jóvenes se encontraban sentados en el borde de la Fontana di Trevi cada uno con sus varitas en las manos; esperaban cautelosamente a los mortífagos que venían a revivir a Lord Voldemort para que acabara con una misión que hacía años Harry Potter se lo impidió. Así que era la batalla final.

Pero, en el fondo, cada uno tenía distintos motivos para luchar, además de que eran amigos del Niño que Vivió: Harry pelearía por el mundo, por Ginny, por su amor; Ron por Hermione, por un amor del pasado que se acabó súbitamente; Courtney por todas las mujeres del mundo que debían sufrir tanto por entregar amor y después que te lo quitaran; Luna por los niños, estaba esperando un hijo y no iba a dejar que futuras vidas fueran acabas antes de que empezaran; finalmente Neville pelearía por las ilusiones de las persona, ilusiones que se ven amenazadas diariamente por la inseguridad.

A lo lejos, tres figuras se alcanzaban a ver y poco a poco se acercaban. Eran dos hombres y detrás había alguien, pero no se podía saber qué era. Uno de cabello rubio y unos ojos grises muy característicos de su persona; un Slytherin que molestó tantas veces en el colegio a todo el mundo, en especial a tres Gryffindors; Draco Malfoy. Otro era un hombre que habían visto en el giratiempo... Cabello negro, una sonrisa burlona permanentemente en su rostro; era uno de los fugados de la ley, de una cárcel; Jack Vonadovic.

"Pero miren, el huroncito vuelve a encontrarse con nosotros" Harry se levantó tranquilamente. Caminó unos pasos para quedar frente a los dos hombres "¿Has disfrutado estas últimas horas de libertad que te quedan?".

"Potter, soy Draco Malfoy, un Slytherin... La astucia es una cualidad presente en mí" sonrió divertido "Y trajiste a todos tus ayudantes. ¿No podías con nosotros tú solito?".

"Que gracioso andas hoy" Ron los apuntó con su varita, la paciencia era una de las cosas que no lo caracterizaba "Pero más gracioso será cuando les demos una buena paliza, y los veamos tras las rejas de Azkabán".

"Te equivocas, pobretón; eso jamás sería gracioso... Lo que sí, es que esta noche será memorable cuando nuestro Lord vuelva y ustedes, pobres malditos, no estarán vivos para ver cómo el mundo cae en manos del mismísimo Señor Oscuro" Jack negó con la cabeza sonriendo malévolamente "Pero hemos tenido la amabilidad de venir a jugar con ustedes unos momentos antes de entrar en planes mayores".

"Exacto; veremos si pueden ser capaces de ganarnos en lo que nosotros llamamos un juego muy divertido" el rubio sacó dos varitas de su capa.

"¿Qué tienes ahí?" preguntó Luna algo asustada por lo que podrían hacerles "Esas no son tus varitas¿verdad?".

"Claro que no... Estas varitas son de dos personas" tenía una en cada mano "Una es la de Ginebra Weasley y la otra de Hermione Granger".

Todos, en especial Ron y Harry, querían lanzarse a ellos a matarlos. Allí estaban las varitas de las dos miembros del grupo que se encontraban en manos del enemigo, las dos con posibilidades de morir en cualquier momento.

"¿Cuál es lo divertido aquí?" preguntó Courtney de una forma muy fría "No le veo nada de chistoso".

"La cosa es que; deben elegir una de las varitas... Podrían salvar a la pobretona de Weasley o dejar libre a Granger, ya que es fácil conseguirse cualquier Sangre Inmunda en cualquier lugar" explicó Jack viendo a los cinco con mucha atención "¿Cuál eligen?".

Se miraron sin saber qué decir o hacer. Estaban locos si pensaban que elegir entre la vida de dos personas era justo sabiendo de que eran demasiado significativas en la vidas del grupo; no se podía comprar y salvar sólo una; y para colmo solamente por una elección a la suerte. Además que podían tener una trampa, así después los atacaban y ahora los quitaban del camino para realizar su ritual.

Los más descontrolados eran Harry y Ron, que sin pensarlo dos veces empezaron a lanzarles maldiciones; allí comenzó una desordenada batalla entre dos mortífagos. La que más se abstenía de luchar era Luna, sólo se defendía con escudos protectores y de vez en cuando lanzaba algunos hechizos, pero nada muy poderoso.

El más fuerte era Draco, de los dos, que peleaba contra el pelirrojo y el pelinegro igualando su capacidad; hacía mucho tiempo que no tenía una lucha tan emocionante e interesante como ésta, la necesitaba desde hace un buen tiempo.

"¡Neville!" chilló Luna viendo como su esposo era impactado con un poderoso Alarte Ascendere que lo impulsó unos diez metros y cayó en todo el cemento de la calle "Aquerosos..." dijo entre dientes, aguantando unas lágrimas, y se dirigió a darle una buena paliza a Jack.

"¡Conjuntivitis!" gritó apuntando con su varita Courtney a Jack. Éste quedó casi ciego, así las dos mujeres aprovecharon de aplicarle diferentes maldiciones por vengarse "¡Cadenas mágicas!" aparecieron unas cadenas que amarraron todo el cuerpo del hombre en el suelo que gritaba de miedo.

"Eres un débil para ser vencido por dos mujeres..." dijo Draco cuando vio el estado de su compañero, pero él no estaba en las mejores condiciones, ya que sus dos enemigos les estaba dando unos serios problemas.

Mientras, Luna fue a ver a Neville que seguía inconsciente en el suelo. Tenía una herida bastante fea en la nuca que se la sanó al instante para evitar un desangramiento y revisó si se había dañado el cerebro, pero estaba bien.

"Enervate" lo apuntó con su varita. Éste empezó a abrir lentamente los ojos para encontrarse con su esposa sonriéndole y con un pequeño rasguño en la mejilla, nada serio, cosa que lo hizo despreocuparse "¿Estás bien?" le preguntó con suavidad.

"¡Cuidado!" la tomó de los brazos y la hizo bajarse rápidamente; ya que un rayo rojo venía directo a la espalda de la rubia "Sí, estoy bien" respondió mientras se levantaba con la mirada indignada de ella "Lo siento, pero debemos combatir Luna... Estaré en perfectas condiciones. Cuídate" le besó la frente y tomó su varita que estaba unos metros más allá en el suelo.

Seguían en plena batalla donde los hechizos más inimaginables fueron usados; hicieron que una bandada de pájaros apareciera y empezara a posarse sobre Draco para distraerlo, éste rescató a su amigo y Jack ya estaba en condiciones de pelear, Neville lanzó un Inmubillus que causo unos contratiempos a los mortífagos.

Pero Luna se quedó en cuclillas, tal como había estado desde que fue a ver a su marido minutos atrás. Había una niebla muy típica de las películas antiguas de misterio y a través de ella veía una figura que se mantenía quieta observando la pelea desde hacía ya mucho tiempo; tal vez era la misma que vieron cuando observaban como los dos mortífagos y otra figura caminando hacia ellos.

¿Acaso se iba a quedar allí sin hacer completamente nada? Estaban peleando por el mundo, por el bien de la humanidad... O tal vez fuera un vagabundo, o un muggle que no puede verlos a causa del campo de ilusión que puso Harry en la tarde.

"¡Relashio!" gritó Ron que se le había ocurrido quitarle las dos varitas de una buena vez a Malfoy para terminar con esta estúpida pelea que les quitaba tiempo valioso. Unas chispas de color naranjo salieron de la punta de su varita y en forma de torbellino le dieron de lleno en el pecho al rubio que quedó tendido en el suelo reclamando el dolor "Listo, quitémosle las varitas, encerrémoslos y seamos felices...".

Courtney estaba con un brazo gelatinoso y con una enorme herida en su pierna. Neville peleaba con Jack que intentaba defenderse como podía, y en un momento intentó matar a la malherida muchacha, pero no pudo hacerlo al ver que su compañero, Draco Malfoy, se encontraba en el suelo con una mancha se sangre pasándose a través de la capa. Caminó lentamente de espaldas para después ayudarlo con un simple hechizo a reponerse y siguió combatiendo con Harry que aprovecho la oportunidad para dejar inconsciente a otro mortífago.

"Malditos..." Draco se reincorporó al instante y vio que de su capa se le había caído una varita de madera oscura. Era la varita de Ginny Weasley... Una gran sonrisa se dibujó en su rostro y se puso de pie ágilmente "¡Parece que ya han hecho su elección!" gritó llamando la atención de todos, incluso de Luna que caminó hasta llegar junto a Neville y la de Ron que se había despertado.

"¿De qué estás hablando?" preguntó desconcertado Harry "No hemos elegido nada; sólo hemos elegido matarlos a ustedes dos" su voz estaba cargada de resentimiento y un odio que creía a cada segundo.

"Gracias al pobretón han elegido... Se cayó de mi capa una varita, así que con la que tengo ahora en mi mano" sacó una hermosa varita de madera clara y con unos detalles dorados en el mango "La que tengo en mi mano es su elección...".

¿Cuál fue la varita, la de Ginny o la de Hermione? En vez de haber salvado a las dos, de haber salvado al mundo de que Voldemort volviera a la tierra a terminar sus planes habían hecho todo lo contrario. Sólo habían salvado a una... a una, y las dos eran importantes.

"Eres..." Ron estaba con los puños apretados sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas. Su hermana y la persona de quien estaba enamorado, una de las dos podría morir. Eso no era justo, la vida no podía ser tan terrible como para quitarle sus seres más queridos de esta forma... No podía creerlo, no quería creerlo "¡Maldito bastardo!" se abalanzó a pegarle un gran golpe a Malfoy con toda la rabia que le tenía, una ira contenida desde hacía mucho tiempo.

"¡Ronald Weasley!" esa voz... esa voz era exactamente igual como la había escuchado tantas veces en Hogwarts retándolo por alguna idiotez.

Todos se dieron media vuelta con un vuelco en el corazón. A través de la niebla la figura que se había quedado observando la batalla comenzó a caminar hasta ellos. Estaba mucho más hermosa de las tantas veces que la habían visto; no tenía ninguna herida y tenía una gran sonrisa dibujada en su rostro, muy clamada.

Courtney comenzó a llorar viendo a Hermione Granger caminando hasta ellos con un paso decidido.

"Ron... ¿Cuántas veces te he dicho que no debes pegarle a la gente? Eso es de animales" con el ceño fruncido lo miró.

Él estaba con el corazón latiéndole a mil por hora. No podía ser que ella estuviera viva, que estuviera bien, que fuera igual de siempre... Era una pesadilla que estaba llegando a su fin con la llegada de la castaña que tan ansiaba tener en sus brazos.

"Y menos, pelear contra dos..." siguió caminando de largo al lado del grupo sin siquiera dirigirles una mirada. Llegó hasta Jack y Malfoy, que se había liberado de la golpiza del pelirrojo, y sacó su varita de las manos del rubio "No es justo, pero ahora con mi llegada haremos las cosas un poco más favorables".

¿Ayudar a los mortífagos¿Estaba de su lado? Se preguntaban todos con escalofríos de ver aquella escena tan extraña. No podían creer que Hermione Granger estuviera diciendo semejante barbaridad después de toda su vida.

El más dolido era Ron...

"Parece que son unos tramposos, un Imperius muy bien hecho" dijo amargamente Harry intentando contener las ganas de llorar. Esa era la única explicación posible que en su cabeza le cabía.

"Me da lo mismo... Una cosa es segura, que ustedes van a morir y no lo van a poder evitar" Hermione sonrió a sus dos 'compañeros' muy divertida "¡Matémoslos!".


Notas de la autora: La verdad, este capítulo lo hubiera terminado antes... Pero ya están empezando los exámenes finales, algunos problemas existenciales agobiantes y los trabajos que me quitan la mayoría del tiempo. Así que verán que cuando tengo tiempo libre no me apetece sentarme a escribir.

Pero vamos al capítulo... Un poco corto, pero da el inicio para una mezcla de sentimientos con la batalla que se vendrá dando. Empezamos a dañar primero con lo un Imperio sobre Hermione que hará que las emociones del grupo sean muy afectadas.

Al principio demuestro la reacción de los tres personajes más 'importantes' del grupo, eso me costó un poco redactarlo.

Para el próximo capítulo se pueden esperar una confrontación de sentimientos. Y el grupo ve la pesadilla de Ginny... Descubrirán cómo detener a los mortífagos, al ver que los cuatro están reunidos con los secuestrados para hacer el ritual.

Ojalá me sigan mandando reviews para saber su opinión. También hago publicidad para un Songfic Oneshot que escribí en un momento de inspiración... 'Here With Me' HG, lo pueden leer y dejarme reviews, obviamente, para ver si sirvo para esas cosas o no.

Gracias, adiós!