Capítulo 27:

Hermione había odiado con todo su ser a los mortífagos desde que supo de su existencia. Los odiaba profundamente... Lo que ellos no sabían que ese odio justificado, por todas las atrocidades que habían hecho era mucho más profundo. Los odiaba por haber matado a sus padres. Así que era totalmente incomprensible que ahora estuviera junto a dos asquerosos servidores del Señor Oscuro y dispuesta ayudarles... Solamente el Imperius era la única respuesta lógica para el grupo.

"¿Qué están esperando?" preguntó con voz sorna y una sonrisa en su rostro. Los miraba con desprecio, con una mirada que era cargada de asco que todos, los del grupo, les afectaba ver que su amiga los miraba de esa forma "Pues, si la montaña no viene a ti... Tú vas a la montaña" corrió hasta ellos levantando su varita "¡Expelliarmus!" dijo apuntando a Luna que salió disparada por los aires.

Neville que estaba atónito corrió inmediatamente hasta llegar a su esposa. Estaba inconsciente y una mancha de sangre se impregnaba en los cabellos de la joven rubia: se había herido la cabeza con la caída al concreto del suelo. La dejó allí, era mejor no moverla en esos casos y sacó su varita decidido a atacar a Hermione... Porque no iba a dejar que su esposa y su futuro hijo murieran por un estúpido Imperius de unos locos.

"¿Estás loca!" chilló Courtney a la muchacha de cabellos castaños "Hermione, tú no puedes dejarte vencer por una maldición tan estúpida... Tú tienes una fuerza de voluntad superior a lo que ellos te ordenen" estaba llorando desperada por todas las emociones acumuladas en estas últimas horas.

"Mejor cállate, Holey" dijo Jack cruzándose de brazos "Ella es libre de atacar a los que quiera, y si nos ayuda... Pues, mejor para nosotros".

"Sabandija... ¡Petrificus Totalus!" gritó a Jack. Una ráfaga de color gris salió disparada directamente hasta el mortífago, pero chocó con algo invisible desvaneciéndose "¿Qué rayos...?".

"No creas que soy un mortífago débil. Una cosa es que no peleo al principio, pero creo que nosotros podríamos jugar con ustedes un pequeño momento... ¿No es verdad, Sangre Sucia?".

"Por supuesto" respondió ella divertida.

Draco pensaba en que podrían hacer algo antes de empezar a usar a Hermione para atacar al grupo. Podrían primero derrotar al estúpido de Potter con algo muy duro para su pobre corazón; ya tenía decidido qué iba a hacer para primero acabar con Potter y luego Granger ataría los cabos sueltos atacándolos.

Sacó de su chaqueta la otra varita: La de Ginevra Weasley y una sonrisa se dibujó en sus labios; iba a aniquilar a su enemigo más grande de un sólo golpe.

"Pero antes..." dijo atrayendo la atención de todos "Le haremos una demostración de lo que se perdieron al no haber elegido la otra varita" miró a Jack que pronto entendió a qué se refería y asintió instantáneamente "Veremos qué le está pasando a Weasley en estos mismos instantes...".

Harry sintió como su corazón comenzaba a latir más rápido sólo con escuchar que iban a mostrar qué le pasaba a la pelirroja. De verdad la quería, la quería como si sin ella la vida no tuviera mucho sentido... Pero algo le decía en su cabeza de que no era lo mejor vivir de sueños, de que ella ya podría estar muriendo, de que Hermione los iba a terminar matando y de que el mundo no se salvaría; de que todo lo que habían hecho no valió la pena si de todas formas Voldemort iba a volver para acabarlo y controlar el Mundo Mágico.

¿Para qué seguir luchando? Todo se veía desfavorecido para ellos, ninguna luz de esperanza se divisaba en esa oscuridad y el silencio de la noche. ¿Para qué seguir infundando valor en los corazones de sus compañeros si ni él mismo no sabía si terminarían vivos? No quería llevarlos a todos al fin de sus vidas, no quería hacer el futuro un caos... Quería salvar a las personas, quería que todos fueran felices, quería que por fin tuviera una vida normal y lograr su propia vida.

Mientras, Malfoy decía unas palabras extrañas dibujando en el aire con su varita un círculo bastante grande, como el de un espejo. El círculo comenzó a formarse sin ayuda de la magia y dentro de él había una niebla que giraba como intentando formar una imagen definida. Poco a poco todo una luz destalló y después estaba totalmente oscuro.

"Y ahora, les presentó la pesadilla de Ginevra Weasley" el rubio metió la varita dentro del espejo y nada ocurrió. El grupo creía que se trataba de una broma de pésimo gusto, pero al cabo de unos segundos una imagen apareció... Un hermoso paisaje de un campo con flores y un día soleado, muy de fantasía "Vean y disfruten, es con sonido, así que agradezcan mi gentileza antes de que se mueran" rió junto con Hermione y Jack.

En el campo estaba todo tan tranquilo; no había nadie a la vista y a lo lejos se escuchaba el ruido de un río cuando una mujer apareció caminando. Tenía un rostro pálido y los ojos hinchados; sus labios resecos y sus cabellos pelirrojos se movían con el viento. Una expresión de profunda tristeza y soledad era lo que reflejaba...

oooooooooo

Se sentía triste y sola. Después de haber corrido incansablemente detrás de Harry gritándole que todo debía ser un error, que lo amaba, que no podía dejarla sola, que se moriría si lo hacía; él igual siguió adelante. Con unas amargadas lágrimas brotando de sus ojos prefirió escapar de eso, no quería que él o las extrañas personas que decían ser sus amigos, Ron, Hermione y su familia, la vieran en ese estado... Menos Tom Riddle y la Ginny de ese lugar que parecía el infierno. Así fue como entró en uno de los espejos que estaba a su lado.

Parecía que se había despertado de la pesadilla en que estuvo metida y volvió al mundo real, pero a un lugar alejado del bullicio de la ciudad. Era una sensación de tranquilidad la que se respiraba y la hacía calmar un poco el dolor de su corazón por todo el tormento de sentimientos que tenía. Mejor se quedaba allí descansando, esperando que el silencio calmara sus heridas.

"Disculpe¿sabes dónde está mi hogar?" levantó la vista y se encontró con una niña pequeña. Llevaba un vestido celeste y su cabello rubio en dos trenzas.

"¿Perdón?... ¿Qué haces aquí?" preguntó poniéndose de cuclillas para estar a su altura y la vio con una dulzura indescriptible.

"Mi mamá me dijo que me quedara jugando cerca de casa, pero salí persiguiendo una mariposa y me alejé... No sé dónde estoy" su voz se quebró, como si fuera a llorar "¿Dónde está mi casa?".

"No, no sé. Yo también estoy perdida buscando mi casa, pero podríamos buscarla juntas" la tomó de la mano para caminar en busca de alguna señal de vida en ese lugar.

Llegaron al río y se dirigieron río arriba por la orilla mientras conversaban de sus vidas, claro que la de Ginny era mucho más complicada que la de la pequeña que como gran problema era no comer galletas antes de la cena. Esa edad era una de las más maravillosas de la vida... Como deseaba volver al pasado y no crecer más.

A lo lejos se divisó una casa de madera, muy humilde. De la chimenea salía humo y a lo lejos se vio la figura de una mujer saliendo. Al ver a las dos muchachas abrió los brazos para recibir contenta a su hija. La niña grito de la alegría y fue junto a su madre...Era una escena tan bonita, pensaba la pelirroja sonriendo mientras caminaba hacia ellas.

"Toma..." volvió hasta ella. La pequeña sacó una rosa de color blanco del rosal cerca de la casa y se lo entregó "Gracias por todo, y ojalá que vuelvas a tu casa" inmediatamente salió corriendo adentrándose en la casa con la madre.

Bajó la vista para observar mejor la rosa y palideció de pronto. La rosa ya no era de color blanco... Sus pétalos eran de un negro acompañado de un rojo sangre, su tallo era de un verde muy oscuro. Miró a su alrededor y con miedo se dio cuenta que todo era de blanco y negro, como en las fotos de los periódicos; ella era la única que tenía colores en su cuerpo.

El cielo del campo comenzó a oscurecerse, el viento era cada vez más fuerte... Se escuchaba como el río se estaba saliendo del cause. Todo era un completo desastre. Tenía un muy mal presentimiento.

"Ya te he mostrado demasiado de la realidad, Ginevra" se dio media vuelta y se encontró con la Ginny que iba en el colegio. También mantenía el color en su cuerpo y una enorme sonrisa dibujada en su rostro era lo más notable "Sabes cómo es en realidad tu vida... ¿Para qué quieres seguir viendo como las personas que tu quieres te odian?".

"No me has mostrado nada... Esto es una pesadilla, nada más" armándose de valor contestó con toda la seguridad en su ser "Quiero salir ahora mismo de este lugar".

"No te sigas mintiendo; sabes muy bien de que nadie en este mundo te quiere. Hermione te atacó, tu familia hace que casi pierdas la vida, Ron casi te mata con una blugder en un partido de Quiddittch y Harry se fue con otra... Sé que te sientes mal, sola y sin fuerzas para seguir adelante" era cierto, se sentía de esa forma que cada vez se le hacia más difícil respirar, caminar, parpadear "Después de todo, yo soy tú".

Unas lágrimas brotaron de sus ojos rodando por sus mejillas. No hizo nada para evitarlo, ya no podía seguir fingiendo; la fuerza se le había agotado en el cuerpo. Se dejó caer en el pasto y lanzó un grito desgarrador, de sufrimiento y dolor profundo. Quería pensar que esto era una pesadilla, pero era tan real. Prefería vivir en el sueño en que estaba antes... ¿Un hermoso sueño o una pesadilla engañosa había sido su vida?

"Lo mejor es dejar que tus sentimientos se expresen, no hay que engañarse a que está todo bien. Debes estar cansada de todo esto" la miró con compasión. Fue flotando hasta llegar a la muchacha que sollozaba desconsoladamente y suspiró cansinamente "Podría ayudarte, pero sería demasiado duro para tu cuerpo... Podría sanar ese dolor en tu corazón".

"¡Ayúdame!" gritó levantándose aún con lágrimas rodando por sus mejillas "No pudo seguir sufriendo, no quiero seguir de esta forma... Quiero vengarme" sentía en su cuerpo que lo único que iba a aliviar ese dolor era la venganza, una misma cucharada de su maldito remedio.

"¿Estás completamente segura?" preguntó con una voz dulce. Ginny asintió y la persona exactamente igual a ella hace siete años le tendió la mano ayudándola a levantarla "Prepárate, Ginevra Weasley" esta vez la voz era maléfica y tenebrosa... Seguida de una risa que daba escalofríos de sólo escucharla.

La Ginny de ese lugar, vestida de colegio, se levó por los aires dando vueltas con las manos extendidas mientras reía con una voz que no era parecida a la de la muchacha. Siguió subiendo hasta perderse... Mientras, el paisaje del campo desaparecía y volvía a estar en ese lugar oscuro, en la nada junto a los espejos rotos que ahora estaban haciendo un círculo dejando a Ginny Weasley, de 24 años, en medio sin saber qué pasaba viendo hacia arriba esperando ver a su alter-ego.

De repente detrás suyo apareció un muchacho vestido con el uniforme de Slytherin. Tenía un cabello oscuro peinado hacia atrás... Se veía muy elegante y caminaba de una forma muy lenta examinando a la pelirroja que estaba su lado. Ella aguantaba la respiración presa del miedo de ver caminando junto a ella a Tom Riddle.

"Acá estoy" atrás del muchacho apareció su alter-ego sonriendo malévolamente "Acá está la persona que te... nos ayudara a olvidar nuestro sufrimiento, nos ayudara a vengarnos" hizo una reverencia al tener sus pies en el suelo hacia Tom "Mi Lord, acá estamos dispuestas a todo para calmar el odio de nuestros corazones".

"Ginny, así que has decidido aceptar mi ayuda... ¿Acaso no me dijiste que me matarías si le hacia algo a tus amigos y lo lamentaría el resto de mi maldita vida?" recordó como cuando ella inició su pesadilla, le dijo eso al verlo "¿Qué pasó para que cambiarás de opinión?".

"Yo... Riddle, quiero irme de aquí. No quiero sufrir más, porque si esta es la realidad prefiero vengarme de los que alguna vez se llamaron mis amigos" no sabía de dónde habían salido esas palabras. No podía creer que conversaba con Tom Riddle sobre su vida si él se la había arruinado en segundo año, pero lo que sentía de dolor era más fuerte que ese miedo en su cabeza "Ayúdame".

Tom empezó a reírse. Estaba en la cumbre de la dicha, ya que ahora sería el momento donde la chica se uniría a los suyos... Junto con Granger, podrían aniquilar totalmente a todos los que se les opusieran, les facilitarían la vida. Podría revivir y ve cómo el maldito Potter gritaba de sufrimiento al ver que la muchacha a quien quería estaba de su lado... Del lado del mal.

"¿Sabes por qué te elegí para que tuvieras mi diario hace doce años?" el Slytherin flotó en el aire sentándose esperando la respuesta de la pelirroja "Eres alguien muy especial. Me caíste bastante bien desde que Lucius me comentó sobre la familia Weasley... Sabría que serías la indicada para que me llevases a Hogwarts. Y aún eres la indicada para ayudarme y yo a ti" se puso junto a la Ginny de la pesadilla y la tomo de la mano llevándola al lado de la muchacha "Ustedes dos me prometen ayudarme y yo las ayudo a calmar ese dolor".

"¿Qué tipo de promesa...?" preguntó Ginny mordiéndose el labio inferior nerviosa.

"Quieren venganza, la tendrán. Yo les doy el poder de la oscuridad..." se elevó pro los aires y con unos simples movimientos de manos comenzó a manejar los trozos de espejos a su alrededor. Hizo una bola de color rojo oscuro que atravesó los espejos destruyéndolos "El poder de la oscuridad es uno de los más fuertes... Capaz de lograr todo".

"¿A cambio de qué, mi Señor?" preguntó, esta vez, la otra chica vestida de escolar.

"Maten a Potter" de un espejo salió la figura de Harry riéndose malvadamente de Ginny.

Ella sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas. Aunque terminó con Harry hace años en el cumpleaños de Ron, aún lo seguía queriendo demasiado como para que no le afectara. No iba a dejar que se burlara de ella después de todo lo que sentía... Se iba a vengar, porque nadie se burlaba de Ginevra Weasley.

"¿Qué dicen?" sonrió satisfecho por ver la cara de la pelirroja, la verdadera, que estaba pensando seriamente aceptar la oferta. Pronto volvería al mundo real.

"Ginny... Te dije que te ayudaría para que nuestro dolor no siga dañando nuestro corazón. Vamos, aceptemos, es una muy buena oferta" señaló a Harry que las miraba despectivamente "Él nos ha dañado ya mucho y es hora de vengarnos".

Pero... ¿Todo lo que había vivido había sido una mentira? Todas esas palabras, miradas, risas, sonrisas, momentos, escenas, compras, estudios, llantos, jugarretas, bromas, cenas, bailes, sufrimientos, penas, rabietas, reclamos, regaños, castigos, comidas, paseos, besos, caricias, obsequios, conversaciones, compras, peleas, discusiones, lágrimas, charlas, fiestas... Nada de eso, nada de todo lo que había pasado en su vida podrían ser una cruel mentira. Nadie podía ser tan cruel ni tan bueno mintiendo para hacerle creer que, aunque su vida no estuviera llena de felicidad, fuera una ilusión donde nadie la quería. Era mucho más que eso: Eso era su vida.

Las palabras de su familia son sagradas para su memoria. Las enseñanzas de los gemelos para las bromas son inmemorables. Las discusiones con Ron son incontables. Las largas conversaciones filosóficas con Hermione son llenas de conocimientos. Las cenas con sus amigos son entretenidas... Los recuerdos de los besos de Harry son inolvidables; esas miradas, esas caricias, las sonrisas, las risas, esos silencios que decían mucho más que las palabras. Eran una verdad, porque nadie podría jugar ni mentir tan bien, nadie.

Y si todo esto fuera cierto, si de verdad nadie la quería y estaba sola en este mundo. ¿Iba a pedirle ayuda a un ser tan miserable como Tom Riddle? Él había matado a millones de personas, manipulaba a cualquiera para conseguir lo que quería, masacraba si no obtenía lo deseado. Deseaba tener el control total del mundo mágico, mató a amigos y compañeros del colegio, vio como sufrían lenta y dolorosamente. La utilizó para abrir la Cámara de los Secretos y generar el miedo para que cerraran Hogwarts. No sabía nada más que usar a otros para conseguir lo que quería, no podía arriesgarse sólo un poco si eran sus planes... Y ahora quería que matará a Harry, de seguro a sus amigos, aprovechándose de su estado emocional. Era inaudito. Estaba todo planeado para que la ayudara que no le cabía en la cabeza... Como la Ginny que estaba su lado le decía que aceptara sabiendo que lo odiaba con todo su ser.

Eso era una broma... Una pesadilla... ¡Eso era! Recordaba como estaba en la habitación de San Mugo conversando con el grupo consternada, porque Hermione podría estar muerta por su culpa. Ahí fue cuando sintió un gancho que la jalaba hacia adelante, al abrir los ojos unos segundos después se encontraba en este lugar tan raro frente a frente con Tom.

"Tom Riddle, debo decirte que cada día has mejorado más" tenía unas lágrimas en su mejillas, pero una enorme sonrisa irónica se dibujó en su rostro "Eres casi un digno oponente...".

"¿Qué has dicho?" preguntó confundido.

"¡No soy ninguna idiota para darme cuenta que esto es una asquerosa trampa!" empujó lejos a la Ginny de su lado que salió disparada a los trozos de espejos haciéndose muchas heridas. Negó con su cabeza sintiendo como el odio a ese miserable se iba apoderando de sus pensamientos "Todos me quieren, a ti no. Nunca me uniría a ti, cerdo".

El muchacho cerró los ojos furioso de que no haya caído en la trampa. Se acercó a la Ginny de la pesadilla, la tomó por el cuello mientras su mirada se tornaba de color rojo, como el de los ojos de una serpiente. Cuando la muchacha de la pesadilla lo vio a los ojos desapareció quedando un poco de niebla.

Harry desapareció al instante y ese lugar vacío con los espejos desapareció dando lugar a una sala de color blanco. Había una cama con una muchacha pálida y de cabellos pelirrojos recostada, respirando agitadamente.

"Así es como estás" flotaban encima del cuarto "Estás en esta pesadilla, Weasley" ahora tenía en uniforme de Slytherin, pero los ojos rojos y su piel se tornaba escamosa. Su voz era la de Tom Riddle.

"Una sucia trampa, como siempre. Siempre ganas sucio, eso no está bien" no tenía idea lo que podría pasar si seguía metida en ese mal sueño viendo cómo su cuerpo estaba inconsciente "Pero nunca cambiarás...".

"Tienes razón" rió divertido "Tus amiguitos han viajado para matar a mis seguidores, así recuperarían tu varita y te librarían de este maleficio... Tan ilusos son".

"Inteligente y valientes querrás decir" le corrigió con voz sorna. No le agradaba que hablara así de sus amigos, menos alguien tan bastardo como él "Y de seguro me rescataran, porque nadie puede perder contra tu pila de incompetentes".

"Te diré sólo una cosa: Pudiste escapar de mí gracias a Harry Potter sólo dos veces, pero no habrá una tercera" se acercó rápidamente asustando un poco a la chica. La tomó por el cuello asfixiándola un poco "¿Qué crees que dirán tus amiguitos cuando te vean así, vencida por el increíble Lord Voldemort?".

"Se sentirían tristes de que una basura como tú me gane" rió, pero él la apretó más y ya casi no podía respirar "Eres un asqueroso... Debes estar haciéndoles ver esto¿verdad?".

"¡Qué inteligente eres!".

"Gracias por el cumplido, pero de tu boca no sabe muy bien" intentó soltarse, mas no podía. Tenía mucho miedo "¡Harry, ayúdame!".

"Le estás pidiendo auxilio a tu Príncipe Azul, que conmovedor".

"No... Le pido ayuda va alguien que de seguro te va a terminar de vencer, porque yo sola puedo acabarte".

Intentaba aparentar seguridad, pero estaba aterrada. Estaba junto a uno de los magos oscuros más temidos y poderoso del mundo a su lado. Obviamente no podría derrotarlo si ni siquiera tenía su varita, pero debía ganar tiempo si de verdad el grupo estaba viendo lo que pasaba en su pesadilla. Cualquier método era válido...

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Parecía que cualquier cosa que dijera para ganar tiempo y que ellos pudieran aniquilar de una vez a los mortígafos era válida, haría lo que fuera. Pero las cosas no eran tan fáciles, porque Hermione estaba bajo un Imperius. No podían estar en una situación peor que la de ahora... Tenían el riesgo de terminar matando a Hermione si decidían actuar o dejarían que a Ginny se le fuera el alma del cuerpo estando tanto tiempo en esa pesadilla, bajo la maldición de Draco Malfoy.

Harry estaba con la mirada perdida. Estaba con una esperanza detrás de toda la tormenta viendo que todavía estaba bien, de que todavía estaba con vida y tenía las agallas suficientes como para enfrentarse a Tom en la pesadilla. Pero también, un sentimiento de dolor le invadía su corazón... Eran tan importantes las personas que la rodeaban, sus seres queridos, hasta él mismo que daría lo que fuera por ellos, lo que fuera... Hasta estaba dando su vida por ellos para que en estos momentos acabaran con los mortífagos.

'Pero si yo también estoy arriesgando mi vida... Todos nosotros, no debo ponerme a pensar en ese tipo de cosas ahora' volvió a concentrarse en la realidad. Draco había desaparecido el espejo y guardo la varita de la pelirroja en su capa con una gran sonrisa triunfante al ver las caras del grupo.

Los cinco estaban con los ojos hinchados, aguantando derramar lágrimas; no era el mejor momento para demostrar debilidad. La visión de la pesadilla de Ginny había sido demasiado fuerte emocionalmente... Se notaba que había sufrido tanto allí, de que se sentía la persona más desdichada del mundo; y eso no era cierto. Había sufrido tanto por culpa de los asquerosos seres que tenían frente suyo.

Esos seres habían hecho un caos del mundo mágico hace siete años, ayudaron a matar a los padres de Harry, mataron a muchas vidas inocentes, están controlando a Hermione para que los ataque, tienen bajo un maleficio a Ginny, secuestraron a tres hombres importantes del mundo mágico... Y lo más importante y fundamental para matarlos sin piedad era que se habían unido a Lord Voldemort, se habían unido a un grupo de personas que no tenían idea de que sus ideales eran irracionales, que harían sufrir a tantas personas, que arruinarían la vida de muchos.

"Es una lástima que Weasley no haya aceptado recibir la ayuda de nuestro Señor, hubiera sido una gran ayuda para ella y nosotros" dijo algo decepcionado por la decisión de la muchacha Jack, el estaba seguro que se uniría después de todas las ilusiones que le habían preparado en la pesadilla "Pero ya pelear con nosotros es un honor para ustedes" señaló a Draco, Hermione y él con su mugroso dedo índice.

"Muy equivocado estás" corrigió Courtney con una voz llena de rabia "Será un honor acabar con ustedes" los apuntó con su varita desafiante "Es tan cobarde que tengan a Hermione de su lado, no pudieron haber caído tan bajo".

"En la guerra todo se vale" Malfoy les dijo en un susurro a sus dos compañeros algo que no alcanzaron a oír los demás "Será mejor acabar con esto ahora mismo... Tantos años de profundo odio Potter, por fin podré demostrarte que soy mucho mejor que tú" miró al pelinegro con un odio que daba miedo. Los dos mantuvieron la vista fija, mientras los demás buscaban con sus miradas a sus oponentes "¿Estás listo, Sangre Mugrosa?".

"Cuando quieras, huroncito" sacó su varita preparado para el primer movimiento de su adversario "¡A pelear!".

La primera batalla que se desató fue entre Luna y Courtney hacia Jack. Las dos estaban totalmente enojadas con el mortífago por el pequeño enfrentamiento de unos momentos antes. Nadie se iba a burlar de ellas y habían hasta lo imposible para eliminarlo de la faz de la tierra.

"Hay que acabar con la basura de este mundo" dijo Luna mirándolo burlonamente "Es una lástima que hayas desaprovechado tu vida sirviendo a un Lord Oscuro bueno para nada...".

"Cierra la boca" le dijo el mortígafo "¡Rictusempra!" gritó hacia Courtney que por estar desprevenida el hechizo le dio en todo el pecho. Comenzó a reírse descontroladamente y se dejó caer en el suelo llorando por la risa "Una muerte feliz... Es una obra de arte" sonrió.

"Asqueroso animal, si quieres ver lo que es una muerte feliz... ¡Tarantallegra!" un polvo morado salió de la varita de la muchacha a los pies del hombre. Sus pies comenzaron a moverse solos haciendo que bailara un extraño baile mientras gritaba que parara "Finitem Encantatem" murmuró acercándose a su compañera que dejó de reírse.

Courtney se limpió unas lágrimas y adolorida en el estómago, por haberse reído tanto; se puso de pie agradeciendo con la mirada a Luna. Tomó su varita del suelo que se le había caído y suspirando pensaba en qué cosa hacerle para vengarse.

"Me das asco... Eres un cerdo" murmuró la muchacha de origen italiano después de ver cómo no podía librarse del encantamiento para bailar "¿No eres lo suficientemente fuerte para librarte de este hechizo tan simple?" preguntó con voz burlona "Parece que somos demasiado para ti".

"Ya... se... las... verán... conmigo" dijo pausadamente por el cansancio de bailar.

Harry y Draco estaban en su propio mundo absortos en una batalla que había iniciado desde primer año cuando el pelinegro se negó a unirse al grupo de Malfoy por ver que discriminaban a Ron Weasley. Una pelea que hasta ahora nunca había tenido fin, ahora pelean finalmente para decidir cuál era el ganador.

"¡Impedimenta!" gritó Harry apuntando a su enemigo "No serás capaz de ganarme, sucio".

"¿En qué mundo vives, Potter? Siempre seré un ganador" bloqueó el hechizo del chico fácilmente. Hizo un ademán con su muñeca y lanzó una serie de maldiciones contra Harry, que difícilmente las evadía "¿Mucho para ti?" sonrió.

"¡Nunca!" pero lo que le hacía difícil pelear era el dolor de su cicatriz. Cada vez le empezaba a arder más, aguantaba el dolor, pero sentía como la magia de Voldemort se hacía más presente, más poderosa... Parecía como si su presencia estuviera junto a ellos esperando solamente su cuerpo físico para regresar en gloria y majestad "¡Petrificus Totalus!".

Una ráfaga de color gris oscuro, que parecía una ventisca de nieve, salió disparada al rubio. Intentó esquivarla, pero le dio en la mano izquierda haciendo que esta quedara rígida, como una roca.

"Las pagarás..." musitó enojado y sus ojos se agrandaron un poco por la rabia acumulada en esos momentos.

"La pagarás tú por todo lo que nos hiciste en el colegio, le hiciste a Hermione, y a Ginny. ¿Entendiste, maldito?".

Pero a unos escasos metros de donde estaban estos dos grupos, había otras tres personas que aún no iniciaban su pelea. Neville había decidido acompañar a Ron, que pelearía contra Hermione, por si ella lo atacaba y él no reaccionaba, allí estaría el muchacho para defenderlo.

El pelirrojo se quedó observando detenidamente a la castaña... No podía, no quería creer que ella estaba bajo una maldición y así en cualquier momento lo atacaría. Ella debía ser mucho más fuerte como para negarse a dañarlo. Sabía cuánto la quería, lo que significaba para él; no podía ser que por una asquerosa maldición ella no viera eso antes que cumplir su objetivo.

"¿Te quedarás esperando a que te salgan raíces, Weasley?" preguntó con voz sorna la castaña riéndose. Su mirada no era la misma de siempre, era fría, calculadora y miraba despectivamente a los del grupo "Parece que quieres que yo dé el primer paso".

"Hermione... No puedes atacarme, no puedes hacerme daño" Neville lo veía con mucha pena, se notaba lo mucho que la quería "No tienes que hacerle caso a esa voz en tu mente, debes hacerle caso a lo que tu corazón te dice, tu propia voluntad".

"Mi voluntad dice que te ataque... ¡Desmaius!" dijo apuntando a Ron con completa serenidad, como si fuera una cosa diaria mandar hechizos a cualquiera.

"Protecto" como el pelirrojo siquiera se inmutó por el hechizo de su atacante, Neville se colocó delante de él "Hermione, debes recuperar la razón; ellos son los malos, nosotros los buenos" tenía que intentar rescatarla de esa maldición.

"Ustedes están hablando puras bobadas, estoy perfectamente bien" no sabía porque les contestaba, no debía perder el tiempo con ellos. Mas, algo en su mente le decía que debía hablarles "¡Inmobilus!" apuntó a Neville.

Neville y Hermione eran los que combatían. Al muchacho le costaba mucho, porque ella siempre era mucho más hábil sabiendo una gran cantidad de conjuros, además de que era una auror. Obviamente estaba en un nivel superior para pelear, pero debía hacerlo por todo el camino recorrido. Si quería salvar a todos en el mundo, que el mundo estuviera en paz; tenía que pelear hasta con una de sus amigas.

"Para ser un principiante peleas bastante bien, Neville" le había salido con una voz tan natural y cálida; era la voz normal de la muchacha. Los dos chicos se miraron con un destello de esperanza en sus ojos "Pero ya es hora de ir acabando con el jueguito... ¡Expelliarmus!".

"Hermione, intenta ser como tú eres. Tú sabes que no quieres hacernos esto" dijo antes de que el conjuro le diera de lleno en todo el pecho y cayera al suelo sin quedando inconsciente.

"No me hagas esto, Hermione" esta vez Ron le hablo después de haberla estado contemplando. Sentía un gran dolor al verla manipulada que no soportaba la idea de que estuviera así "No hagas esto, por favor".

Mientras, Luna estaba tirada en el suelo consciente, pero no podía moverse a causa que sus piernas eran de gelatina. Jack estaba en el suelo también con sus manos quemadas, porque Courtney al ver que se había librado del encanto de baile e iba por su varita se las quemó. Ella estaba de pie, pero con unos serios moretones en su rostro y en el brazo tenía una gran mancha de sangre trasluciéndose por su chaqueta.

Harry y Draco... Los dos estaban combatiendo por su honor, por su orgullo. Los dos estaban cansados, múltiples heridas en todo el cuerpo; no estaban en condiciones de seguir, pero aún así seguían peleando. Cada uno usaba sus mejores encantamientos, conjuros, maldiciones y hechizos para desarmar finalmente a su oponente.

"¡Avada...!" Hermione harta de oír como el pelirrojo le decía que no se dejara influenciar por esa voz en su mente, de que esa no era ella, que no le hiciera esto; le arrebató la varita y lo dejó acorralado contra una pared. Tenía su varita apuntada al cuello del muchacho que estaba a escasa distancia suya.

"Vamos, mátame. Mátame, Hermione" le dijo él asintiendo lentamente sintiendo como sus ojos se llenaban nuevamente de lágrimas, lágrimas de impotencia de no poder haber logrado nada para que ella volviera a la normalidad.

Estaba todo listo, sólo le faltaba decir las palabras necesarias: 'Avada Kadravra' y mataría a Ron Weasley, muy fácil. Pero algo se lo impedía, por más que quería decir las palabras no le salían de la garganta... Un sentimiento de remordimiento se lo impedía.

Todos estaban atentos en esa escena. Draco y Harry habían dejado de pelear separándose para ver qué ocurriría. Courtney deseaba correr hacia allá y pegarle una buena bofetada a su amiga para que reaccionara, pero ese momento era de la pareja. Luna miraba con un miedo terrible de que ella le hiciera algo a Ron, de que no reaccionara a tiempo.

"¡Vamos, Sangre Sucia, hazlo!" le gritó Draco sonriendo de ver que uno de sus enemigos, Ron, estuviera a punto de perder la vida a manos de una de sus amigas.

"Avada..." pero no podía pronunciarlas, en su garganta se formaba un nudo y sus manos le temblaban.

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'¿Qué rayos estoy haciendo...? Ron es mi amigo, él es a la persona que más quiero en este mundo. Estoy enamorada de él y no puedo hacerle esto' era la conciencia de Hermione. Desde que le habían aplicado la maldición Imperius, sus pensamientos eran más persistentes en salir a su mente para que le dijeran en palabras las cosas... Ya no eran fácilmente hechas por sentimientos instantáneos. Sino que una voz le decía qué hacer, le aconsejaba en cierto sentido haciendo mucha alusión al pasado.

"Aún sigues con la idea que son tus amigos" dijo la voz retumbando en su mente "Entiende de una buena vez que no lo son. En especial él, son los causantes de todo tu sufrimiento en los últimos años de tu vida... Al unirte con tus amigos tus padres murieron por estar tan cercana a la Orden del Fénix. Al estar con Ron Weasley sufriste aún más, porque te cambio por la popularidad; cambio tus sentimientos por la fama".

'Tienes razón... Yo lo quiero, lo quiero tanto. Pero él me hizo tanto daño, me cambió por ser reconocido, famoso y popular' asintió dejándose influenciar por esa voz que se le hacía muy conocida, pero ahora no era momento de pensar en esas cosas 'Me vengaré, va a saber como me he sentido estos años'.

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Aunque intentaba hacerlo, no podía decir la maldición. La había pronunciado reiteradas veces hasta llegar a la mitad sin conseguir que le saliera la frase por completo.

Ron la miraba desafiante, aunque se notaba muy inseguro de que en verdad ella lo mataría, después de todo estaba bajo las influencias de una maldición. Pero no iba a dejar que esta pelea final se terminara así como así: Dumbledore secuestrado, Hermione del lado de los mortífagos, Ginny bajo una pesadilla junto a Tom Riddle.

Esa no podía ser la forma en que terminara todo, y él tenía la loca idea de que algo podría lograr poniendo su vida en peligro. Le era difícil pensar que le pedía a Hermione que lo matara, tal vez su conciencia no podría ser más fuerte que la maldición y terminara muerto de un sólo segundo; pero presentía que lo que los dos sentían mutuamente, esa conexión, podría ser mucho más poderosa. Aunque después de todo lo que había pasado, aún la seguía queriendo. Había sido un completo error pensar que ser popular era lo mejor que le había pasado en la vida olvidándose que, en verdad, lo importante fue haber conocido a Hermione, tener a sus amigos, su familia.

Y daría todo lo que fuera con tal de poder recuperar esas cosas, no se puede vivir del pasado; pero ciertamente él debía recuperar la última cosa del pasado que había dejado ir: Hermione Granger.

"¿No puedes matarme?" preguntó sin sonreír "Tú sabes muy bien que no puedes hacerlo, porque yo te quiero mucho, Hermione" le dijo con la voz quebrada.

"Pero yo no te quiero a ti... Es mejor que no digas ninguna de tus estupideces si no quieres morir" apretó con más fuerza la varita intentando infundirle algo de miedo al pelirrojo, cosa que no consiguió porque él sonrió débilmente "¿Acaso te volviste loco para que sonrías en el momento previo de tu muerte?".

"No es eso, es que me parece tan increíble ver que la inteligente y poderosa Hermione Granger se deje influenciar tan fácilmente por una maldición. Dicen que eres una bruja, auror muy poderosa, pero parece que sólo eran rumores, porque nadie puede ser tan poco deficiente para quitarse esa porquería de la cabeza".

oooooooooo

Era cierto, ella era la poderosa Hermione Granger al salir de Hogwarts después de haber derrotado a Lord Voldemort. Era la muchacha más respetada, inteligente de todo el colegio. No podía ser cierto que no pudiera librarse de un Imperius si pudo enfrentarse con determinación ante Voldemort aquella noche de hace siete años atrás. ¿Había perdido su voluntad todos estos años? No podía ser verdadero lo que estaba pasando, porque era una demostración de debilidad; hasta Ron se lo acababa de decir sonriendo.

'¿Cómo pude haber sido tanto idiota? Los mortífagos mataron a mis padres, es imposible que ahora esté combatiendo a su lado' dijo segura de si misma 'El estúpido de Malfoy con Seth me hicieron un Imperius, pero yo tengo que ser capaz de vender su porquería de magia si quiero salvar al mundo, si quiero combatir a Voldemort, si quiero defender a los míos...'.

"Estás equivocada, no creas lo que ése te está diciendo. Solamente quiere que vuelvas a estar de su lado para volver a jugar contigo y hacerte lo mismo otra vez. Los débiles son ellos que sin tu ayuda no puedes sobrevivir" le replicó la voz.

'¡Claro que no! Me están usando para hacer cosas que yo no quiero hacer. Eso es tan vil de su parte; ustedes son los débiles para usar estas basuras de maldiciones para conseguir lo que quieren... No pueden valerse de si mismos' cada vez sus pensamiento se hacían más fuertes '¡Así que déjame tranquila...'

oooooooooo

Soltó repentinamente la varita. Caminó unos pasos atrás con los ojos cerrados y las manos en los oídos como tratando de no oír a algo o alguien. Sus rodillas tocaron el suelo a los pocos segundos y ella comenzó a negar con la cabeza murmurando por lo bajo, cada vez era más audible lo que decía.

"¡Así que déjenme tranquila! Nunca les haría caso a un pedazo de basura como ustedes, cobardes. ¿Creían que siempre les iba a seguir el juego?" decía agitadamente "¡Jamás ayudaría a unos asquerosos como tú a colaborar con Voldemort! Menos si eso implica matar a mis amigos".

Harry caminó lentamente adonde estaba Ron. Courtney también se puso al lado del pelirrojo y Luna con un poco de dificultades pudo empuñar su varita y deshacer el encantamiento de sus piernas, así dirigiéndose a donde estaba Ron mirando con los ojos llorosos como la castaña peleaba contra la voz que manipulaba sus pensamientos.

"Fue una buena idea haberle dicho eso" le dijo el pelinegro poniendo su mano en el hombro de su amigo en señal de apoyo.

"Será mejor que vayamos a ayudar...".

"No, Luna" le impidió Courtney tomándola por el brazo "Ella es la única que puede librarse del Imperius, tiene que poner su voluntad ante la voz hasta expulsarla de su mente".

Mientras, Draco suspiró nervioso al ver que la Sangre Sucia se libraría de la maldición después de todo. Ahora no tenía ninguna forma de atacar si estaba solo contra ellos, Jack estaba tumbado en el suelo, y haber peleado con Potter lo había agotado muchísimo, solamente dejándolo con la magia necesaria para escapar y controlar la varita de Ginny.

Pero vio a los dos lados de la calle y al ver dos sombras muy conocidas son sonrió. Los refuerzos estarían por llegar pronto.

"¡No lo voy a hacer!" chilló con lágrimas rodando por sus mejillas. Hermione había estado peleando con la voz, ya que ésta le seguía insistiendo en las cosas del pasado... Y justo en esos momentos abrió un poco los ojos encontrándose con la figura de uno de los mortífagos, el que le controlaba la mente. Un odio comenzó a apoderarse de su cuerpo que sin saber cómo se levantó, tomó la varita del suelo y... "¡Avada Kadravra!" un rayo verde salió dando directamente a Seth Durst.


Notas de la autora: Hello! Este capítulo lo tenía escrito hace unos días, pero no pude agregarlo antes porque estoy pleno periodo de exámenes, así que estoy estudiando como loca.

En el próximo capítulo vendrán todos los sentimientos de todos los presentes (mortífagos y grupo). Y tres magos poderosos entrarán en acción haciendo que el 'Niño Que Vivió' -que ya no es tan niño, ya es un hombre XD!- tenga frente suyo el destino ya predecido.

No sé cuánto me demoraré en escribir porque estoy en exámenes... Y se vienen las vacaciones de invierno donde tendré un tiempito para dedicarme a las historias.

Datos Extras: Tengo Song-Fics que podrían leer... Eso me haría muy feliz, saben? También ya está 'Querido Diario II' para que si leyeron la primera, lean la secuela.

Ah, pos eso no más hasta ahora. Me dejan reviews para saber qué opinan de los capítulos finales. AiOoOoOoS!