Capítulo 29:
"¿Aún siguen allí?" preguntó con una voz preocupada y cansina.
"Luna está bien, pero necesita que la examinen porque con la pelea podría haber tenido unos problemas con su hijo" respondió suspirando mientras sus párpados le pesaban del repentino cansancio después de toda la noche despierto "Harry sigue inconsciente".
Hermione volvió a bajar la vista y se dejó perder en sus pensamientos. Ron la miró tristemente aún con la mano puesta en la perilla de la puerta en la que momentos antes había entrado para consultar sobre el estado de sus amigos.
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Harry caminó con una mirada llena de decisión enfrentando su destino ya decidido con la espada en su mano. Cuando entró en esa extraña luz, la conexión de las varitas era de una forma lenta... Era como si el tiempo pasara lentamente mientras todos miraban con desesperación esperando que alguno de los dos saliera, esperando que él saliera victorioso de haber salvado al mundo de Lord Voldemort.
El tiempo aún pasaba lento, los segundos parecían horas para el grupo de personas heridas tendidas en el suelo esperando alguna señal que diera por terminada la guerra que desde hacía más de cincuenta años persistía en el mundo mágico.
Todo sucedió en sólo quince segundos, quince segundos que duraron siglos hasta que la conexión se rompió dejando las dos varitas en el suelo y en la calle venía caminando con pesadez un muchacho de cabello azabache, ojos verdes iguales que los de su madre, una cicatriz hecha por su mayor enemigo tan sólo al tener un año y empuñando una espada bañada en sangre al igual que su rostro además de heridas, cortes y moretones.
"Harry..." dijo Ron viendo como su amigo dejó caer la espada con sus mejillas bañadas en lágrimas "¿Qué sucedió?" preguntó, al igual que todos los que observaban la escena se preguntaban.
Pero no obtuvo respuesta alguna, él cayó en el suelo inconsciente y poco a poco todos quedaron en las mismas condiciones por las heridas y el cansancio de sus cuerpos.
A los pocos minutos un escuadrón de aurores romanos llegaron con un comunicado de Londres con todos los antecedentes que había dado Harry al cuartel sobre el caso del secuestro, y los descubrimientos que habían hecho por lo que estaban enterados de todo.
Los trasladaron a un hospital más cercano para saber cómo estaban. A Draco y Barrymore los mandaron a Azkabán inmediatamente poniéndolos en una celda custodiada directamente por los dementores, pero fue muy diferente el final que tuvieron Jack y Seth: Los dos habían fallecido por pérdida de sangre y un fuerte golpe en el cerebro respectivamente.
A la una de la madrugada Tonks llegó al hospital de Roma viniendo por todos para llevárselos a Londres para ser atendidos en San Mugo, obviamente agradeció la colaboración de sus compañeros aurores romanos muy amablemente, pero ella prefería lavar la ropa sucia en casa en vez de en otra nación.
En San Mugo los examinaron a todos y con unas pociones lograron curarles todas sus heridas que no eran de un nivel crítico, pero no por eso graves. Lo que si es que Luna se había quedado en una cama descansando y haciéndose examinada por su embarazo si se podrían haber presentado complicación con la pelea y Harry estaba descansando aún inconsciente, pero vivo.
Los que tuvieron más exámenes y medicinas fueron Stiles, Geller y Dumbledore; pero era más por haber estado días secuestrados en situaciones nada agradables por lo que su salud no era de lo mejor.
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La muchacha lentamente dejó caer su cabeza en el hombro del pelirrojo que sonrió débilmente al sentirla tan cerca de él, pero ninguno de los dos habló mientras pocas personas pasaban en el pasillo dirigiéndose de una sala a otra sin saber que hace pocas horas 'El Niño Que Vivió' se enfrentó al que 'No Debe Ser Nombrado' y no se sabía con certeza quién había ganado, pero lo más probable es que Harry, sino ya Voldemort hubiera empezado a atacar de inmediato aprovechando que pocos sabían que volvería.
Otra cosa que les preocupaba era el estado de Ginny. Desde que habían llegado no los habían dejado entrar a verla, porque estaba en un estado crítico. El sanador les explicó que necesitaban averiguar cuál fue el maleficio que le aplicaron a su varita para removérselo y no era nada de fácil hacerlo. ¿Qué pasaría si moría antes que pudieran hacerlo? Según sus cálculos, en unas horas más la pelirroja perdería su alma.
"Deberían irse a dormir a sus casas si van a estar en ese estado" los dos levantaron sus miradas encontrándose con Brad Stiles. Se había cambiado la ropa por lo que se veía mucho más limpio, le habían curado las heridas y fue al ministerio a declarar cómo había sido secuestrado para después irse a dormir unas horas "Han estado acá desde que llegamos en la mañana y ya casi van a ser las seis de la tarde... Vayan a dormir".
"¿Cree que podríamos dormir sabiendo que mi hermana podría morir?" preguntó Ron "Además, Harry aún está inconsciente y quiero quedarme por su ocurre cualquier cosa".
"Los sanadores nos dieron algunas pociones para que nuestro cuerpo descansara sin la necesidad de recostarnos" agregó Hermione sonriendo cansada "Pero gracias por preocuparse".
"Es lo mínimo que puedo hacer, les debo la vida al igual que todo el mundo por salvarnos de... de Voldemort" dudó un poco si decir su nombre, pero no debía tener miedo de llamarlo tal como era "Albus y Michael vienen acá en unos momentos, estaban resolviendo algunos problemas con sus trabajos por medio del ministerio y después estarán para que podamos conversar" se sentó al lado de Ron sin decir nada más.
Courtney estaba en el Departamento de Misterios organizando rápidamente todo el trabajo abandonado por Barrymore al haberse ido, además que fue a recoger al colegio a Summer para verla nuevamente después de todo lo que había pasado. Neville acompañaba a Luna que aún estaba en exámenes, pero nada grave.
Parecía que el mundo todavía seguía girando, seguía viviendo sin haberse dado cuenta de la amenaza que casi cae sobre el mundo sino fuera porque un grupo de muchachos se enfrentó a los seguidores de Lord Voldemort dejando todo lo que más apreciaban de lado pensando sólo en salvar a los demás.
Justo cuando Neville llegaba con Luna, Dumbledore y Geller aparecieron en el pasillo del hospital con sus semblantes calmados, cambiados de ropa, sanados de sus heridas y solucionados todos sus problemas momentáneos en Hogwarts y Roma respectivamente.
"Me gustaría que habláramos en otro sitio, en un pasillo no es lo más adecuado" dijo el profesor sonriendo como siempre y entró a la habitación donde se encontraba Harry.
Todos lo siguieron entrando a una habitación blanca con las cortinas cerradas. En la cama había un joven pálido y con los ojos cerrados respirando pausadamente sin darse cuenta que había algunas personas en su cuarto. Sus gafas estaban posadas en la mesita junto a la cama y su ropa estaba puesta delicadamente en una silla cercana.
"Se preguntaran de hace tiempo, cómo pudimos ser secuestrados si éramos del Consejo Mágico, por lo que debemos ser magos poderosos" dijo Michael Geller lentamente. Los cuatro muchachos se miraron y asintieron lentamente "Es fácil... Hay una explicación".
"Desde hace un tiempo, unos colegas que venden túnicas en Roma me mandaron una lechuza diciéndome que ha habido una concentración de magia negra que desde hacía mucho no se veía. Por lo que fui a Hogwarts después de unos días que mi hijo había iniciado su tercer año para hablar con Albus" Stiles se acomodó en una silla "El ministerio no me hubiera tomado en cuenta, así que sabía que él me escucharía".
"Una vez que Brad me lo comentó, me quedé intrigado y averigüé durante unos días junto a los aurores que quedaban de la Orden sobre el punto donde se concentraba la magia oscura... Era en la tienda de 'The Dark Moon', esa tienda romana tiene fama de vender artículos de magia negra, libros de maldiciones y ese tipo de cosas por lo que no nos sorprendimos mucho de que algo raro pasaba" siguió explicando Albus Dumbledore sin dejar de sonreír.
"Los aurores con Albus me contactaron poniéndome al tanto de todo lo que habían investigado. Yo en Roma comencé a averiguar todo lo que había sucedido aquella noche donde supuestamente había sido derrotado Voldemort, la esencia de la persona en su varita al fallecer, los ritos antiguos que se usaban para revivir a las personas" siguió Michael Geller con su particular acento italiano.
Ron, Hermione, Neville y Luna se fueron enterando así de cómo descubrieron los planes que tenían unos pocos mortífagos que quedaban, también que era lo más probable que otros escaparan de sus respectivas prisiones y se reunieran para hacer un rito especial. Fueron atando cabos poco a poco armando toda una hipótesis que realmente sucedió, una hipótesis que llegó a ser más de eso convirtiéndose en lo que pasó en el plazo de una semana o algo así: Necesitarían una fuente de magia poderosa como el director del colegio, alguien que conociera perfectamente todos los callejones y tiendas como Brad Stiles, algún conocedor de historia romana como Michael Geller y la coincidencia es que ellos fueron antiguos miembros del Consejo Mágico en la primera guerra contra Voldemort. Y luego dedujeron que alguien debía estar en el ministerio siendo espía de los mortífagos por lo que el grupo se iba a ver envuelto en la situación.
La profecía debía cumplirse de alguna forma, por lo que comenzaron a planear minuciosamente todos los detalles sabiendo qué cosas harían, por donde partirían investigando los secuestros y las conexiones que harían. Se habían dejado vencer en todas las peleas que tuvieron previamente con los mortífagos para ser víctimas de los crímenes, obviamente lucharon, pero aparentaron cansancio por la edad y haciendo valer por su vejez pudieron dar esa apariencia. Tuvieron que someterse a todos los hechizos y encantamientos de Barrymore, Malfoy, Vodanovic y Durst haciéndose los débiles que no podían evitarlo, pero sabían que el hombre que fue elegido como el igual de su adversario llegaría tarde o temprano para cumplir su destino.
"Lo que sí nos sorprendió y jamás esperamos es que la señorita Granger fuera la elegida para el ritual" dijo Dumbledore respirando tranquilamente después de echarle un vistazo a Harry que seguía descansando "Como Tom tiene sangre pura... e impura" parecía que había pensado en decir otra cosa en vez de 'Sangre Sucia' por lo que Hermione sonrió "Necesitaba de las dos. El señor Malfoy tiene sangre pura y usted la otra, pero nunca pensamos que aprovechándose que ustedes iban tras ellos la iban a meter más aún de lo que estaba involucrada".
"Pero todo salió bien como esperamos gracias a la ayuda de sus amigos" agregó Stiles dirigiéndole una mirada especial a Ron que sintió un rubor en sus mejillas que estaban pálidas "Así es como estamos acá revelándoles nuestro plan".
"Una cosa..." dijo Neville "¿Cómo es eso de la esencia del brujo en su varita?".
"La varita que cada uno tiene es única para ti, por lo que al estar hecha sólo para una persona y ser usada por una sola persona empieza a adecuarse a la personalidad, características del brujo. Y al morir el usuario esa conexión prevalece, porque la varita guarda los recuerdos de los hechizos, encantamientos y tiene la esencia de quién la usó" respondió Dumbledore tocando con delicadeza su larga barba blanca "En el caso de Tom, su esencia estaba en la varita así que podrían hacer que ésta saliera de la varita materializándose hasta el punto de conseguir la forma del cuerpo físico del brujo... Al hacerlo así, esa persona sería inmortal porque en si ya está muerta".
Los cuatro pensaron en sólo una cosa: Si no lo hubieran logrado, si Harry no lo hubiera logrado; Voldemort estaría nuevamente en el mundo siendo inmortal. No podrían vencerlo, porque sería invencible si sólo su esencia materializada con la imagen que alguna vez había tenido el heredero de Slytherin.
Es cierto que antes, en los años del colegio de los chicos y en el periodo de guerra, Voldemort era por decirlo así "invencible" por tener siete objetos con su alma en ellos. Había aplicado magia oscura, poderosa y antigua: el 'Horcrux' en unos objetos por si su cuerpo moría, aún él seguía vivo porque su alma había sido divida en siete pedazos. Pero los habían destruido, habían eliminado todos esos objetos para que fuera cualquier enemigo de carne y hueso que pudiera morir en la batalla final con el elegido entre sus iguales: Harry Potter.
"Hubiera sido inmortal, sería imposible matarlo" dijo en un suspiro Ron dejando de pensar en todo eso, ya había pasado por lo que no debía alarmarse "Entonces, por eso la maldición en la varita de mi hermana le afectó directamente al alma".
"Claro, su esencia ya estaba en su varita. La maldición surtió efecto haciendo que su alma se viera debilitada ocasionando las mismas consecuencias que el beso de un dementor" ahora Hermione entendía mejor cómo podía ser posible que por una maldición su amiga estuviera al borde de la muerte.
Lentamente abrió los ojos sintiendo que le pesaban mucho, pero aún así después de unos segundos logró ver en dónde estaba: En San Mugo, en una habitación... Aún tenía en su mente el claro recuerdo de la pelea con Voldemort, de lo que le dijo y de cómo había logrado matarlo con mucha dificultad; pero se alegro que seguía vivo.
Escuchó la voz de Hermione... La sentía muy cerca y se detuvo a observar su cuarto encontrándose con sus amigos con Stiles, Geller y Dumbledore estaban hablando. Hablaban de algo de la varita, de esencia y el alma; así recordó con esas palabras a Ginny sintiendo como su corazón latía más rápido y escuchó con atención a su amiga.
"Pero aún así me parece ilógico que no puedan saber ahora mismo la maldición y removerla" dijo Luna una vez que Hermione había terminado de hablar "Sería muy fácil si vieran un libro...".
"Es magia oscura, no está en ningún libro. Y es difícil, porque necesitan saber con exactitud el hechizo, porque hay muchos que pueden causar síntomas parecidos y un error garrafal como ese podría hacer que la señorita Weasley falleciera más rápido" respondió Stiles.
"Pero Gin no puede morir, ella es fuerte" murmuró débilmente Harry desde su cama atrayendo la atención de todos.
"¡Harry!" gritó Hermione corriendo a su lado a abrazarlo.
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Ya eran las once de la noche. El ministro de magia con unos aurores fue para recopilar todos los datos necesarios para informarle bien y tener un expediente claro de cómo había sido todo el caso hasta la derrota de Voldemort. Interrogaron a Dumbledore pidiéndole que explicara con claridad desde el principio de los hechos en su despacho en el colegio y terminó entrando al cuarto donde descansaba Harry a pesar de que el sanador y las enfermeras le negaron la pasada, porque el muchacho debía reposar después de todo lo que había pasado y tenía que recuperarse de sus heridas.
El tiempo pasaba... Hermione fue a su departamento para cambiarse de ropa y para comer algo, con mucha suerte dormir un poco; Ron fue a su mansión a ducharse y volvió rápidamente al hospital preocupado por el estado de Ginny, habían llegado unas cartas de toda la familia preguntando sobre el estado de la muchacha dando a entender que hace poco se enteraron de su estado en San Mugo. Luna con Neville fue a su casa y volvieron al poco tiempo porque no podían quedarse descansando sabiendo que a Ginny le podría pasar cualquier cosa, Courtney regresó atareada con Summer a su lado para que viera a su bisabuelo por lo que Michael Geller estaba contento por ver a su bisnieta, aunque ellos estaban impacientes esperando qué pasaba con Ginny.
"¿Qué puede pasar si ella no despierta?" preguntó inocentemente Summer sentada junto a Ron, quien estaba con las manos sobre su rostro nervioso por la tediosa espera, y él sólo le sonrió.
"Si mi hermana no despierta, nunca más lo hará" respondió con un nudo en la garganta.
"Hija, no le preguntes esas cosas al tío" dijo Courtney tomando su mano y apartándola con una mirada de reproche. Prefirió no haberle contado en qué situación estaban porque era demasiado delicado para que una niña entendiera perfectamente "No te preocupes, todo saldrá bien".
"Gracias... Pero aún no encuentran la maldición y puede ser muy tarde".
"¡Ron!" le replicó Luna escuchando atentamente la conversación "No hables así, ella se pondrá bien. Sobrevivirá".
"Luna tiene razón, tenemos que ser optimistas" dijo Hermione apareciendo en el pasillo viéndose un poco más presentable después de irse a su departamento a descansar un poco "¿Han estado acá todo el día?".
"Casi..." respondió Neville encogiéndose de hombros "Nadie puede descansar en un momento como este".
"Tú tampoco dormiste nada, se te nota en la cara" Ron sonrió tiernamente a la castaña que suspiró asintiendo "Todos estamos demasiado preocupados como para hacerlo".
Los minutos pasaban, la gente caminaba de un lado a otro y aún no pasaba nada. El sanador vino un rato para informarles que estaban haciendo todo lo posible y ya casi tienen la maldición, que sólo faltaban un par de letras. Pero la verdad ninguno tenía muchas esperanzas, ninguno tenía la suficiente seguridad para afirmar que Ginny sobreviviría.
"¿Seguro, abuelo?" preguntó Courtney de nuevo a Michael Geller. Se iba a llevar a Summer al departamento para ayudarla con sus deberes del colegio y para que estuvieran un poco más tranquilos sin una niña a su lado.
"Claro, déjame llevarla" la tomó de la mano a su bisnieta "Además, vendré mañana en la mañana a ver cómo están las cosas... Pero por favor, si pasa algo avísenme por lechuza inmediatamente" Ron sonrió y asintió lentamente antes de que se fueran.
"Yo iré a La Madriguera a hablar con sus padres, señor Weasley" dijo Albus Dumbledore levantándose de su asiento "Deben estar preocupados... Si pasa cualquier cosa me avisan por lechuza o flú".
"Por supuesto, profesor" respondió Neville y así Dumbledore se fue a la casa de los Weasley.
Justo en esos momentos una enfermera salió del cuarto de Ginny diciéndoles que podían pasar a verla; después de todo no habían podido por su estado, pero querían entrar. El cuarto era muy parecido al de Harry, sólo que en este estaba una muchacha pelirroja recostada; muy pálida, grandes ojeras, labios resecos, hablaba dormida mientras se movía lentamente y una respiración agitada.
Ron se sentó al instante en la silla al lado de la cama y miró con horror como yacía su hermana casi moribunda. Le tomó una mano y la acarició deseando con todas sus fuerzas que se recuperara mientras sus recuerdos de la infancia, en Hogwarts y de todas las cosas que habían vivido los dos juntos aparecieron en su mente.
Los demás sólo observaron con ternura mezclado con tristeza la escena y se acomodaron en un sillón frente a la cama mientras intentaban borrar cualquier mal pensamiento de que algo malo podría ocurrirle a la pelirroja.
"Muchachos..." entró el sanador sonriendo viendo a todos que lo miraron impacientes "Ya encontramos la maldición, por lo que estamos trabajando en el contra-hechizo lo más rápido que podamos".
"¿Tenemos esperanzas aún de que viva?" preguntó Ron sin poder ocultar la felicidad en su rostro.
"Sí, aún tiene" con una inclinación de cabeza salió para seguir trabajando, pero antes evalúo si el suero con polvos de hada aún estaba en un nivel alto para que Ginny mantuviera estable durante unas horas.
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Harry suspiró por última vez en ese minuto en que se encontraba pensando en todo el asunto de Voldemort.
Desde pequeño fue marcado con una cicatriz que lo hizo diferente a todos, porque él era el elegido entre todos como el semejante a su atacante. Tenía sangre mestiza, pura e impura y ahora tenía la desgracia de ser huérfano sólo con un año de vida al igual que lo fue su atacante, pero él fue huérfano desde que nació... Desde que su madre lo tuvo, falleció y Tom Riddle quedó sin ninguno de sus padres vivos, al igual como el pequeño niño lo estaba.
Creció en la casa de sus tíos siendo un esclavo, un estorbo para ellos con su hijo. Vivía bajo la alacena, a veces sin comer por una semana; les preparaba el desayuno, limpiaba la mayor parte de la casa, iba al colegio donde no tenía amigos por ser muy callado y tímido, luego volvía a la casa para seguir haciendo el aseo de la casa siendo tratado como lo más despreciable del mundo... Solo, abandonado, triste, melancólico y sumiso era el niño que vivía.
Así, también hace muchos años atrás un niño llamado Tom Marvolo Riddle vivía en un orfanato sin sus padres teniendo las mismas características que Harry, sólo que no lo trataban mal; pero era diferente, era sumiso, callado, tímido y autosuficiente por lo que no le importaba lo que los demás decían.
Harry Potter llegó a Hogwarts, así descubriendo que era un mago y que ese era el lugar al que pertenecía. En ese colegio aprendió a controlar y a usar sus poderes, conoció lo que eran amigos y poco a poco su carácter tímido y retraído fue formando a un muchacho feliz, seguro de si mismo. Aunque dentro de esos años conoció porque era especial; Lord Voldemort lo había elegido y tendría que enfrentar diversas situaciones dolorosas para llegar a matarlo. Perdió a sus padres, a su padrino, a muchos compañeros, a algunos profesores y otras inocentes vidas fueron sacrificadas a lo largo de este camino.
En cambio Riddle llegó sintiendo que, también, Hogwarts era su hogar... Pero él era especial, él era el heredero de Slytherin por parte de su madre quien era descendiente del fundador de esa casa en el colegio descubriendo que tenía demasiado poder en sus manos; y como el poder siempre corrompe la mente mortal, él fue descubriendo todas las cosas que podía lograr usando magia oscura, magia prohibida para conseguir cualquier cosa.
Los dos tenían similitudes muy grandes y algunas diferencias demasiado pequeñas, pero eso los hacía igual en cierta forma. Mas, uno de los dos era mucho más poderoso que el otro... Harry podía amar, él podía entregar su propia vida con tal con salvar la del resto sin importar lo que pasara porque siempre su propia vida iba al final que la de todos.
Voldemort no. Se preocupaba sólo de su propia persona y jamás se detuvo a pensar en los demás, por eso jamás tuvo amigos verdaderos, sólo seguidores que lo veían como alguien superior donde nunca tendría la cabida decir que iniciaran una amistad o algo así.
Por eso había ganado, por la fuerza del amor. Cuando peleaba con el ser de ojos rojos, piel escamosa y pálida como la de una serpiente y una voz rasposa pensaba en todas esas personas que lo ayudaron a lo largo de toda su vida siendo importante de una o cierta forma: Hagrid, Albus Dumbledore, la profesora McGonagall, toda la familia Weasley, Hermione, su mejor amigo Ron, Neville, Luna, sus compañeros de Gryffindor, su equipo de Quiddittch, Sirius, sus padres, los profesores que siempre lo apoyaron incondicionalmente... Y Ginny.
"¡Ginny!" dijo como despertando de un trance sentándose en la cama de golpe al ver en sus pensamientos el rostro de la pelirroja sonriéndole como lo hacía cuando estaban juntos, cuando eran novios "¿Habrá...?" acordándose de la maldición, del recuerdo claro de su pesadilla, la forma en que le quitó su varita al desgraciado de Malfoy, como lucía antes de que partieran a Roma... Y las horas habían pasado, podrían haber pasado hasta el momento en que su alma saliera de su cuerpo.
Y lentamente con mucho dolor por sus heridas se levantó de su cama.
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Sin notarlo, se oscureció más aún y eso era extraño, porque ya estaban de noche, pero parecía que algo iba a pasar. Todo estaba demasiado tranquilo, afuera no se escuchaban pasos hasta que el sanador junto con la enfermera entraron apresuradamente en la habitación. Se detuvieron frente a Ginny pidiéndole a Ron que se quitara un momento... La enfermera sacó la varita de Ginny de su bolsillo, le tocó la frente a la muchacha que seguía ardiendo en fiebre como siempre.
"¿Qué pasó?" preguntó Luna viendo con atención y un poco de preocupación que nadie dijera nada esperando cualquier cosa.
"Ya removimos la maldición, por eso estamos esperando que dejé de tener las pesadillas y duerma cómodamente" respondió pausadamente el sanador viendo preocupado a la pelirroja mientras la enfermera la revisaba para saber si estaba bien o no.
Unos segundos bastaron para que los ojos de la enfermera se abrieran sorprendidos y poco a poco se pusieran llorosos, miró al sanador negando con la cabeza. El sanador bajó la cabeza lentamente sin decir ninguna palabra.
Era un silencio ensordecedor, se sentía en el aire que algo malo pasaba, que no todo estaba bien. Se sentía en el ambiente un frío, un frío que traer los pensamientos malos cuando llegan a tu corazón diciéndole que ya no hay esperanzas, de que se ha ido para siempre y no va a volver... El frío con el silencio acompañado de la impresión de una pérdida.
Hermione tomó de la mano a Ron que estaba a su lado; se encontraba nerviosa, asustada y con dos lágrimas rodando por sus mejillas. No podía ser que... No, no; esto debía ser un mal sueño o una muy mala broma de la enfermera, porque es terrible. Aunque muy en el fondo sabía que nadie jugaría con algo así, por eso debería creer que Ginny...
Ron caminó lentamente hasta llegar al lado de su hermana. Sin sonreír acercó tímida y lentamente su mano, la que antes había estado acariciando. Unas lágrimas amenazaron con salir de sus ojos mientras temblaba levemente.
"Es... ¿Es normal que esté tan fría, verdad?" preguntó lentamente intentando calmarse. El sanador sus piró y lo miró diciéndole que no, que no era así; de que había pasado lo peor que se hubiera esperado "No puede ser que mi hermana... Que Ginny... ¡Que esté muerta!".
Esas palabras retumbaron en los oídos de todos. Luna negó con la cabeza mientras sollozaba diciendo en voz baja "No, no puede ser". Neville la abrazó sintiendo un nudo en su garganta que subía hasta su boca que temblaba un poco del nerviosismo dela situación, porque no podía aceptar que estuviera muerta, de que se hubiera ido de su lado de aquella forma. Courtney lloraba silenciosamente mirando la cama de la pelirroja sin decir nada no pudiendo asimilar las palabras.
"¿Por qué paso esto?" preguntó el pelirrojo bajando la vista conteniéndose las ganas de llorar, porque no podía ser que su hermana ya no estuviera allí, que se hubiera ido "¿QUÉ PASÓ?" gritó con furia en su voz y sus mejillas sonrojadas.
"Removimos el hechizo... pero mucho después del plazo" contestó tristemente el sanador "Se nos pasó el tiempo, y le llegó la hora" el muchacho se acercó a él y lo tomó del cuello de su camisa levantándolo unos centímetros del suelo "Por favor, cálmese...".
"¿Qué me calme?... ¡Mi hermana murió por su culpa!" sentía unas ganas de matarlo a él. Su hermana no podía, no merecía haberse ido de esa forma... No merecía haberse ido.
"¡Ron, suéltalo!" chilló Courtney levantándose de su asiento.
"¡No hagas nada estúpido ahora!" dijo Luna dejando de sollozar y lanzándole una mirada fulminante diciéndole que este no era el tiempo de culpar a nadie.
"Ron, para ahora mismo" Neville lo apartó del sanador "Quiero que respires profundo y no hagas ninguna locura. Yo también estoy tan impactado y adolorido como tú... como todos nosotros" asintió con voz quebrada con unas lágrimas en sus ojos.
El pelirrojo bajó la vista avergonzado. Pero es que era imposible que su hermana con la que había vivido tantas cosas, la que siempre lo molestaba, la que lo ayudaba en todo lo posible hubiera fallecido.
Sintió unos brazos rodeándolo a la altura del pecho y miró como Hermione llorando silenciosamente lo abrazó. Su camisa comenzó a empapar un poco por sus lágrimas mientras él también la rodeaba con sus brazos respirando agitadamente.
La puerta se abrió repentinamente y todos miraron con asombro como Harry caminaba lentamente, debido por sus heridas, llegaba al cuarto de Ginny donde todos estaban con unos semblantes llenos de dolor mezclados con pena.
"¿Qué pasó?" preguntó antes de que la enfermera lo retara por haberse levantado "Todos se ven tan mal".
"Harry..." dijo Luna con la voz entrecortada "No puedo" negó con la cabeza volviendo a llorar en el pecho de su esposo.
"Ginny falleció" dijo finalmente Hermione mirándolo con sus ojos hinchados.
"¿Qué...?" posó su vista en la cama donde yacía el cuerpo de una pelirroja. Avanzó con la mirada atenta de todos hasta tocar su mejilla que estaba pálida y helada, sus ojos con ojeras y sus labios entreabiertos; parecía que no tuviera vida, parecía que estaba durmiendo y tenía la sensación de que jamás despertaría "¡No, Ginny, no me dejes!" dejó caer su cabeza muy cerca de la de la chica sintiendo que el mundo se le había venido abajo.
Significaba tanto para él, era la persona más importante de su vida. De verdad la quería, la amaba como a nadie más había hecho; aunque hubieran terminado sólo por querer tener más experiencias con otras personas, él sabía que ella era especial al resto de todas las mujeres porque había sido demasiado bueno... Desde que empezaron a salir se conocieron muchísimo mejor, ella le había enseñado muchas cosas que lo hicieron ser mucho más decidido, lo había hecho pasar unos momentos inolvidables y le hubiera gustado que después de todo esto; después de lo del secuestro, de derrotar a Voldemort, después que se recuperará y todo volviera a la normalidad pudiera decirle que aún no la olvidaba, que aún la quería mucho como para que siguieran separados por más tiempo.
Y ahora todo se había perdido, todos esos pequeños sueños se habían desvanecido hace sólo unos minutos donde, seguramente, ella perdió la vida. Ella se fue para nunca más regresar, para que jamás volviera a sonreírle, a hablarle, a mirarlo con esos ojos castaños que lo volvían loco; para que volviera a besarlo que sólo ella lo hacía sentir mariposas en el estómago y que el tiempo se detenía a su gusto.
"Ginny, tú tienes que despertar; no te puedes ir" susurró levantando su cabeza para ver de cerca esas pecas en su pálida piel que la hacían ver con un toque infantil y tierno.
"Harry..." Ron le puso una de sus manos en el hombro. Había caminado con Hermione hasta estar a su lado más tristes aún por ver al pelinegro en ese estado "Hay que aceptarlo".
"¿Aceptarlo?" se giró a ver a sus amigos "Ella no puede haberse ido, algo debe estar mal... Eso es todo".
"Señor Potter, es la cruel realidad nada más. Lo lamento muchísimo, en serio; pero ahora solamente nos queda esperar que su alma salga de su cuerpo y desaparezca" el sanador le quitó la varita de las manos a la enfermera y se la pasó lentamente a Ron que la tomó guardándola en el bolsillo de su pantalón.
Casi imperceptiblemente la habitación comenzó a ser más fría hasta el punto que algunos temblaban un poco, parecía que la oscuridad hubiera aumentado más aún si era posible y se sentía en el aire la tristeza, el dolor y la pena. Podía decirse que se podía sentir que Ginny sí se había ido, que ahora su alma abandonaba su cuerpo para que nunca más estuviera a su lado, con sus amigos, con su hermano, con su familia, con Harry.
Tal como había dicho el sanador, de su boca entreabierta una pequeña esfera plateada salía lentamente iluminando todo el cuarto haciendo que el cuerpo de la pelirroja estuviera más frío, más pálido y más rígido.
"Ginny... no" dijo Luna viendo con horror como su alma dejaba el cuerpo, sabiendo que era verdad: Su amiga había fallecido. Neville la abrazó más fuerte sintiendo como una lágrima rodaba por su mejilla mientras esperaba algún milagro, alguna solución que parecía no venir.
"¿Por qué?... ¿Por qué a ella?... No es justo, no es justo..." decía Hermione observando fijamente como el alma de su amiga dejaba el cuerpo para desaparecer, para irse con el viento dejando todos esos momentos como simples recuerdos.
Ron sólo se limitaba a mantener abrazada a Hermione, pero ni él mismo estaba tranquilo. Ya estaba llorando viendo sin poder hacer nada como el alma de Ginny salía de su cuerpo inerte haciendo que de verdad muriera; y él sabía que todas las personas algún día se irían del mundo, pero nunca pensó que de esta forma, ahora le iba a pasar a su hermana menor.
Harry veía como el alma de la persona que más amaba en su vida se iba, se iba sin ningún obstáculo.
"No me hagas esto, Gin, no me puedes dejar ahora... No me puedes dejar solo, te necesito" susurró entrecortadamente por las lágrimas. Sabía que no funcionaría a que ella se fuera de este mundo, pero se negaba a aceptarlo "Te necesito para poder seguir adelante más que nunca, no me dejes solo".
Pero algo ocurrió; la esfera plateada dejó de subir saliéndose del cuerpo de la pelirroja, se detuvo rozando sus labios resecos mientras todos los presentes se miraron impresionados pensando que aún quedaba una esperanza... Y el más sorprendido era el pelinegro.
"Ginny, no puedes irte. Todos te necesitamos para poder seguir con nuestras vidas, si te vas sería demasiado difícil poder seguir adelante" dijo Hermione acercándose al cuerpo de la pelirroja quedando al lado de Harry.
"¿Quién me va a recordar todos mis errores?" preguntó Ron alzándose de hombros "Sólo tú eres capaz de decirme que soy un estúpido, que soy un bueno para nada… Eres la única persona de la familia que me escucha y me ayuda cuando lo necesito".
La esfera aún no se movía, se mantenía en el lugar brillando hermosamente encima del cuerpo inmóvil de una muchacha, una muchacha que intentaba ser salvada por las personas que más quería en su vida para que no se fuera de ese mundo.
"Eres una de las pocas que me conoce bien, siempre me entiendes y me das fuerzas para alcanzar mis sueños… No te me vayas, Gin" dijo Luna sonriendo débilmente.
"Después de todas las cosas que has hecho, todos los proyectos no puedes irte ahora" agregó Neville viendo con un brillo de esperanza en sus ojos.
"Ginny, aunque no te conozco mucho… Puedo decir que eres una bella persona, preocupada de los demás y si te vas; no sé cómo podré sobrevivir con un grupo tan amargado y deprimido como este" dijo con un poco de tono de broma Courtney. Ron sonrió como algo parecido a una risa, pero no era un momento muy propicio para eso.
Después de unos segundos el alma de la pelirroja comenzó a subir de nuevo, dejando su cuerpo mientras todos volvían a suplicar que no dejara este mundo, que la necesitaban. Parecía que todos los esfuerzos que hacían no valían la pena y era mucho mejor quedarse callados haciendo que el destino cumpliera su labor llevándose el alma para dejar el cuerpo de la muchacha que ya había sufrido bastante descansar en paz.
"¡No me dejes!" gritó Harry desesperado "Ginny… Yo aún te quiero mucho, aunque nos separamos e hicimos nuestras vidas aparte nunca dejé de pensar en ti, porque tú eras la única que me hacía sentir amor. Tú eres especial, y no quiero que te vayas sin poder haberte dicho cuánto te amo; que sin ti no sé que podré hacer…" mientras el pelinegro apoyado en el pecho de la muchacha hablaba con unas lágrimas en sus ojos el grupo observaba como la esfera plateada cambiaba sus tonalidades a rosa, verde, azul, naranjo, rojo, morado, amarillo hasta volver a plateado descendiendo al cuerpo de Ginny "… Y sé que fui un estúpido muchas veces, pero eso no quita que eres a la única mujer que amaré en toda mi vida como lo hice contigo, por eso no me puedes dejar solo…".
"Harry…" dijo Ron tomándolo por el hombro y con un ademán logró que su amigo viera que Ginny estaba viva. Su rostro comenzaba a recobrar su color, sus ojeras se hacían menos notorias, sus labios se movían como hablando en un sueño, se movía.
Toda la pesadilla había terminado y ninguno podía lograr creer que había vuelto a la vida. Pero una señal para que lo creyeran fue que la pelirroja se sentó abruptamente como si hubiera estado bajo el agua; respiraba agitadamente y en sus ojos se notaba el miedo.
"Una pesadilla…" murmuró levantando su vista viendo a todos observándola con una inmensa sonrisa en el rostro, llorando "¿Qué les pasa?... ¿Nunca habían visto a alguien dormir con una pesadilla?" preguntó desorientada.
Rieron nerviosos, porque deberían explicar todo lo que sucedió; pero antes el sanador los sacó del cuarto para que pudiera examinar a Ginny bien, después de todo nadie estaba muriendo y de repente resucitara.
Definitivamente los problemas se habían solucionado: Lord Voldemort era cosa del pasado, el secuestro también, Ginny estaba viva y había llegado el momento de seguir con sus vidas.
Notas de la autora: Y se viene el final… QUE IMPRESIONANTE! Esta historia fue una de las más complicadas de escribir y jamás creí que llegaría el día en que dijera que había llegado el final por lo que me resulta muy extraño. Pero bueno, era lógico que iba llegar el día (y es este), así que debo decir con orgullo que pude hacerlo, que la pude terminar.
Cuando escribí que Ginny estaba muerta estaba con post-HP&HBP porque, créanme, es traumante, doloroso el final. Tenía unas ganas de no aceptar la cruel realidad, y de matar con todas mis ganas a cierto hombre traicionero y asqueroso que hizo eso. Bueno, también súmenle el factor de la vida amorosa, por lo que tuvimos este resultado…
Lo único que les digo es que esperen el siguiente capítulo, el ÚLTIMO CAPÍTULO. También agradezco sus reviews recibidos que me suben el ánimo y espero que me mandan a este capítulo que está cargado de emociones.
Gracias por leer la historia,
Sirenita
