Capítulo 30:
El día era nublado, frío y con una suave brisa típica de los meses de invierno. El pasto estaba húmedo por la lluvia caída hace dos días que aún no se secaba dándole un toque más deprimente a aquel lugar.
Los seis muchachos caminaban lentamente entre las tumbas del cementerio con caras serias, reflexivas y tranquilas. Llegaron en poco tiempo a dos tumbas muy sencillas donde se notaba que nadie había ido a dejarles algunas flores alguna vez, porque el posillo donde se ponían estaba totalmente limpio y hasta con un poco de polvo por no usarlo nunca.
En una de las placas decía: 'Seth J. Durst' y en la otra: 'Jack K. Vodanovic'. Se veían tan solitarias, tan comunes como todas las que estaban a su alrededor.
Pero el hecho de ver esos dos nombres les traía demasiados recuerdos, recuerdos que se remontan hace tres meses atrás…
:.Flash Back.:
Ginny se había sanado completamente y estuvo tres semanas en San Mugo hasta que por fin pudo irse a La Madriguera para estar otra semana a los cuidados de sus padres. Obviamente ya le habían contado todo lo que había pasado desde que ella cayó dormida partiendo desde cómo la encontraron hasta terminar con la batalla final, narrada por Harry, haciéndola quedar al tanto.
Volvió al trabajo consiguiendo que la ascendieran a periodista de actualidad en 'El Profeta' haciendo temas de política, acciones policiales y ese tipo de cosas más serias.
"Ginny…" se dio media vuelta y se encontró con Harry parado en el marco de la puerta de su oficina viéndola con una sonrisa "¿Cómo está la periodista más linda de todo el mundo?".
"Ah, hola" se acercó a saludarlo "Claro que no soy la más linda… Una de las más lindas" corrigió divertida "¿Qué hace por estos lugares el 'Niño Que Vivió' en una humilde oficina de una servidora como yo?" preguntó curiosa, porque hacía varios días que no lo había visto ni hablado con él.
'Bueno, vine a decirte que aún te quiero mucho y que espero que seamos nuevamente novios…' pensó Harry, pero no iba a decirle todo de esa forma, además que estaba muy nervioso. Parecía que hubiera retrocedido en el túnel del tiempo hasta llegar a sexto año en Hogwarts donde pensaba todos los días en la pelirroja y en la forma más apropiada de declarársele… Pero todo fue tan romántico, que sin pensarlo dos veces le plantó un beso en los labios olvidándose de todas las tácticas posibles y preparadas para el gran momento '¿Y si hago eso?'.
"Quería verte… Y hablar de algo muy importante" avanzó hasta sentarse en el escritorio sin ninguna demostración de modales, pero no le preocupó a Ginny que se sentó a su lado de la misma forma.
"¿Algo malo ocurre?" preguntó con un dejo de preocupación.
"O sea, no nada grave, pero es un tema personal. Lo que pasa es que no puedo hablar con Ron, porque está ocupado con las finales de Quidditch continentales; Hermione está estresadísima con trabajo en el ministerio y Neville y Luna están demasiado ocupados viendo todo es asunto del bebé, como quedan pocos meses… Por eso eres la única persona que me queda".
"Bueno, dime qué te pasa. Puedo ayudarte, si es que puedo" con su mirada le pidió que le explicara.
"Son asuntos del corazón" respondió viendo la expresión que ponía.
"¿Crees que tengo cara de consejera amorosa? Por favor, Harry. ¿Para eso viniste?" él asintió lentamente sonriendo. La pelirroja suspiró cansinamente "Ya, ya… Ilústrame de tu vida amorosa".
"A veces me gustaría declararme a una persona, pero no puedo. ¿Sería la mejor forma darle un beso en vez de decirle las palabras?".
Ginny lo vio interrogante, porque jamás pensaría escuchar a su amigo hablando de esa forma tan adolescente lleno de inseguridad y nerviosismo. Pero lo que más le llamó la atención, es que de esa forma fue en que comenzaron a salir por lo que sintió un vuelco en su corazón recordando todo lo que habían pasado juntos.
Salió con muchos hombres, dio muchos besos, abrazó a tantos; pero nadie estaba tan permanentemente en su mente como él. Su primer amor que se había convertido en uno de los novios más importantes, el más importante. Y aunque el tiempo pase, algunas heridas aparezcan y luego cicatricen, los recuerdos así no; y mucho menos los sentimientos que seguían vivos dándole a entender que aún lo quería.
"La verdad no sé" respondió sinceramente bajando la vista "Es tan extraño que me preguntes esto" dijo en voz baja.
"¿Te acuerdas que cuando estábamos juntos yo siempre vivía con el miedo constante que Voldemort te alejara de mi lado?" preguntó de repente con voz melancólica, como cuando alguien se acuerda de algo que tuvo mucha importancia en su vida.
"Claro que sí. Siempre me protegías pensando que podría dejarte, que pudiera morir" lo vio a sus ojos "Extraña la vida. ¿No? Al final, nos separamos porque estábamos interesados en otras persona, olvidando poco a poco lo que alguna vez tuvimos".
"¿Crees que lo olvidamos? Yo creo que más bien lo dejamos de lado… Pero aún sigue presente" vio esos ojos castaños que amenazaban con llorar.
"Tal vez, quizás…" susurró acercándose más a él quedando a una escasa distancia "¿Todavía me quieres, Harry Potter?".
"Nunca dejé de hacerlo" se acercó un poco más "¿Y usted, Ginny Weasley?".
"Te quiero más que nunca…".
Se quedaron unos segundos observándose expectantes mientras rápidamente todos sus recuerdos aparecían en sus cabezas haciendo que ese momento fuera casi un sueño hecho realidad, y lo era.
Se fundieron en un beso cargado de ternura; lento en un principio pensando que disponían de todo el tiempo para estar juntos nuevamente.
:.Flash Back.:
Harry tomó la mano de Ginny apretándola un poco. Ella lo miró sin sonreírle, pero con un brillo particular en sus ojos. Dejó reposar su cabeza en el hombro del pelinegro mientras estaban parados observando las tumbas de los dos mortífagos sintiendo como todo un capítulo de la historia se cerraba, porque Lord Voldemort era cosa del pasado al igual que sus seguidores haciendo que muchas preocupaciones pasen a ser cosa del pasado y que después de un camino oscuro, turbulento, sufrido, lleno de muertes, traiciones y sin esperanzas llegaran a una etapa en donde ahora el futuro podía verse un poco menos nublado, con una pequeña luz detrás de toda esa neblina que era el destino esperando ser vivido.
:.Flash Back.:
Neville llegó al departamento cansado después de un arduo día de trabajo. Dejó su capa acomodada en el colgador de la entrada y su varita en una mesita junto al sofá mientras se desbotonaba la camisa buscando a Luna por la casa.
"Acá estoy" dijo una voz proveniente del cuarto. Él entró y se encontró con su esposa con una gran panza sentada en una silla mecedora con su cabello rubio suelto "¿Cómo te fue hoy?".
"Bien, Hogwarts mandó a pedir una gran orden de plantas para el colegio por lo que tuve que supervisar todo el envío" sonrió. Se le acercó a darle un beso suave en los labios ya acarició su panza.
Como habían pasado tres meses, Luna ya tenía siete meses de embarazo. Parecía que se veía mucho más bella en ese estado, porque tenía como una luz propia en sus ojos que llamaba mucho la atención; era esa hermosura especial que tenían las mujeres en estado, porque tenían a alguien en su interior, estaban esperando una vida.
"Hoy fui al control médico y me dijeron qué va a ser nuestro bebé…" lo miró divertida al ver la expresión de impaciencia que tenía Neville.
"¿Niño a niña?".
"Niño" contestó feliz.
Ahora que Voldemort ya estaba en el pasado, era mucho más fácil planificar el futuro. No estaba el miedo constante de que hubiera una guerra que acabara con todos sus sueños… Podrían estar felices de que, al menos, había un mundo seguro para su hijo; podrían darle una mejor vida que si hubiera estado Voldemort en las calles matando a casi todos los brujos y muggles.
Así se pasaron toda la tarde pensando en qué nombre podrían ponerle, quiénes serían los padrinos y que también deberían cambiarse a vivir en una casa para que tuvieran más espacio para que el pequeño creciera en un lugar agradable para jugar.
:.Flash Back.:
Neville miró de reojo a su esposa que le costaba un poco caminar hasta llegar donde ya estaban Harry y Ginny, frente a las tumbas de Seth y Jack. La ayudó tomándola de la mano, sabía que con esa panza no podía movilizarse fácilmente.
Llegaron a las tumbas y las miraron con un sentimiento de pena, rabia y desolación. La verdad era una pena que ellos dos hubieran estado siguiendo incondicionalmente a Voldemort, y que hayan sacrificado su vida de esa forma por un puñado de ideales equivocados, sin sentido de racionalidad alguno. Tal vez de otro modo hubieran sido buenas personas, que contribuyeran al desarrollo del mundo mágico.
Courtney miraba con la vista perdida las tumbas. Estaba pensando en todo lo vivido, en cómo su abuelo fue secuestrado por esos malditos y cómo estaba el mundo viviendo despreocupadamente que algún mago oscuro volviera a amenazar la paz.
"¿Estás bien?" preguntó Ron a Hermione a su lado. Ella tenía dos lágrimas rodando por sus mejillas viendo la tumba de Seth.
"Sí…" la única razón por la que habían ido, era por acompañarla. Fue a ver por última vez a Seth, después de todo él fue su novio, alguien sumamente importante que la apoyo incondicionalmente en sus momentos más dolorosos.
Se acercó dejándole un ramo de flores blancas, el mismo tipo de flores que le regaló el día de su primera cita. Esperaba que, tal vez, él no hubiera terminado su vida de esa forma tan trágica… Y lo que más le llamaba la atención era que tuvo la oportunidad de matarla, maltratarla tantas veces cuando estaban en Roma, en el barco y no le hizo nada; sólo la dejaba inconsciente para que dejaran de pelear. ¿Tal vez eso significaba que la amaba? No, aunque lo hubiera hecho no sería correspondido.
Seth fue uno de sus mejores amigos cuando tuvo muchos problemas, cuando veía que la vida no tenía sentido, cuando una sonrisa no representaba la felicidad de alguien. La ayudó demasiado, pero nunca más sería igual con todo lo que hizo al final: Se alió con Voldemort, la usó. Aún así intentaría recordar siempre lo bueno que le entregó en su vida.
"No te preocupes, todo ya pasó" Courtney puso una mano en el hombro de Hermione haciendo que dejara de pensar en eso.
"Bueno… Nosotros debemos irnos" dijo Neville haciendo que todos voltearan a verlos "Tenemos que ir a San Mugo por una cita con el sanador".
"Que les vaya bien. Adiós" se despidieron todos de Luna y Neville.
"Nosotros también nos vamos. Harry debe acompañarme a comprar el obsequio para el cumpleaños de mamá" así Ginny y Harry se despidieron.
"Muchachos…" comenzó a decir Courtney.
"¿Tú también te vas?" preguntó Hermione.
"Lamentablemente sí. Summer hizo algo en la escuela y su profesor me llamó para conversar sobre su actitud en clases" se alzó de hombros y se despidió rápidamente.
"Que raro que todos se fueran tan repentinamente…" suspiró la castaña echándole un último vistazo a la tumba de Seth.
"No es raro, yo les pedí que nos dejaran solos" respondió Ron sorprendiendo a la muchacha que arqueó una ceja esperando otra explicación "Quería hablar contigo".
Parecían dos adolescentes nerviosos, pero había algo diferente como todas aquellas veces años atrás n que se quedaban en silencio intentando encontrar la mejor forma de declararse. Eran dos personas adultas, que de alguna forma u otra sabían que se querían, pero no lo decían con palabras; se sentía que esa conversación iba a llevar a otra cosa más, que era una conversación seria.
"¿Qué ocurre?" preguntó la castaña acercándose.
"Sé que no es el mejor momento decírtelo ahora, pero me gustaría que me explicaras cómo no pudiste contarnos que tus padres murieron" esa pregunta le cayó como un balde de agua fría.
El rostro de Hermione comenzó a tornarse pálido. Ella bajó lentamente la cabeza temblando por el nerviosismo de que Ron lo supiera, de la forma tan directa de habérselo preguntado, de sus ojos que demostraban dolor y decepción por haberle ocultado algo tan importante, y de todos los recuerdos que vinieron a su mente como una película de drama.
¿Debería explicarle toda la historia? Tal vez tenía que decirle toda la verdad, confesarle lo que ocurrió, cómo se sintió, las cosas que pasaron en su cabeza como para jamás haberlo mencionado… Pero fue tan difícil haber perdido a sus padres por culpa de unos dementores, por culpa de Voldemort que de a poco pudo ir superando esa herida, ese vacío en su corazón que era llenado sólo por los recuerdos de su infancia y parte de la adolescencia con ellos. Y no es algo que se diga entre clases: 'Chicos, antes de llegar al aula de Historia de Magia debo decirles que mis padres fallecieron este verano'.
"¿Por qué no me lo dijiste?" preguntó sintiendo como su voz se apoderaba de un sentimiento de decepción, dolor y rencor "Era tu novio cuando ellos fallecieron, estuvimos juntos tanto tiempo y no pudiste siquiera decírmelo… ¿Acaso era algo sin importancia? O ¿Yo no podía saberlo porque no te interesaba saber qué decía? Me importa y mucho… Yo te amaba y hubiera hecho lo posible para reconfortarte, para animarte, para vengarme del maldito de Voldemort por haberte hecho eso, por habérselos llevado. Me mentiste, no me lo dijiste".
Hubo un silencio incómodo en donde el viento empezaba a soplar más fuertes y de a poco se notaba que unas nubes de lluvia se acercaban a la zona donde estaba ubicada el cementerio. Nadie estaba en el cementerio, las pocas personas que había cuando el grupo llegó se habían ido; así que sólo ellos dos quedaban en los terrenos hostiles del cementerio.
"Todo pasó un día de verano… Yo había discutido con ellos y salí corriendo de casa hasta llegar al centro de Londres" dijo en un tono melancólico y con la voz quebrada "De repente hizo demasiado frío. Miré al cielo y vi que algunas criaturas cubiertas con capuchas negras volaban en dirección al norte… Pensé en la crisis de la guerra que vivíamos, en el retorno absoluto de Voldemort y me di cuenta que en esa dirección estaba mi cada. Corrí lo que más pude pensando que mis padres podrían estar mal".
Ron se limitó a observarla, a escuchar todo lo que tenía que decir. Poco a poco su mirada se fue suavizando hasta llegar a una compasiva, tímida y sorprendida.
"Al llegar mi casa hecha pedazos. No había nadie, ni dementores ni señal de que mis padres estaban atrapados entre los escombros… Luego, Dumbledore con algunos miembros de la Orden llegaron y ahí fue cuando me dijo que mis padres habían muerto, sus cuerpos estaban debajo de los escombros" se mordió el labio inferior nerviosa "Yo no lo podía creer, ellos se habían ido. Tal vez si yo no hubiera discutido por una estupidez, habría estado en casa para defenderlos y no les hubiera pasado nada, estarían aquí conmigo. Me llevaron a Hogwarts durante una semana donde Dumbledore y los de la Orden con el ministerio me intentaban ayudar para salir delante de mi depresión… Ahí fue cuando planifiqué que seguiría asistiendo al colegio normalmente y en vacaciones el profesor Dumbledore me dijo que iría a vivir con Lupin".
"Por eso es que todo parecía normal. Ibas al colegio, pasabas navidad en Hogwarts y en vacaciones decías que ibas a casa" dijo Ron entendiendo porque durante esos dos últimos años jamás mencionó algún viaje con sus padres, ni nada respecto a ellos.
"Tenía la completa libertad de decirles lo que pasó, pero no podía… En los primeros meses del sexto año sentía un odio hacia Harry, sentía que si no me hubiera hecho amiga de él nunca me hubiera pasado esto. Él era en gran parte el culpable de todo lo que me pasaba; aunque una parte en mía decía que no, que nadie tenía la culpa, ni él ni nadie… Por lo que después comencé a sentir que Harry era mi hermano, él sin saber lo que me pasó me ayudaba porque me comentaba sobre cómo se sentía por haber perdido a sus padres" sonrió débilmente con unas lágrimas rodando sus mejillas "No quería darte lástima ni preocuparte más… Estabas muy mal con la muerte de Charlie que si te comentaba, ibas a dejar de lado tus propios problemas concentrando toda tu atención en mí. Ibas a dejar de lado todo lo que te pasaba por mí, y eso no me hubiera gustado… Te quería demasiado para quitarte todo lo tuyo, sólo para que estuvieras pendiente de mí".
Él no podía apartar su vista de ella, aunque quería dejarla de observarla para poder reflexionar sobre esa confesión… No le había dicho porque ya estaba demasiado preocupado por la muerte reciente de su hermano mayor, su familia estaba en peligro; además que si Hermione lo hubiera contado, hubiera dejado todo por ella, hubiera dejado de lado sus propios intereses para reconfortarla, para estar a su lado ayudándola. Hubiera renunciado al Quidittch, hubiera dejado de pensar todas las noches en estrategias para el campeonato de ajedrez clandestino con los de Ravenclaw. Daría todo por su bienestar sin pensar en las consecuencias que podrían haber pasado, y lo sabía tan bien que jamás le mencionó nada… Actuaba como si nada, estudiaba como de costumbre, seguía siendo como siempre. Pero siempre notó que desde el sexto año su sonrisa se apagó un poco, la luz de sus ojos se esfumó y pocas veces lograba distinguirla tapada con una melancolía en su mirada.
"Sé que tenía que hacerlo, pero no podía; no podía hacer que los demás me vieran con lástima, no podía hacer que dejarás todo por mí, tenía que volver a recuperar esa amistad perdida con Harry, tenía que recuperar lo bueno de la vida para poder vivir" finalizó rompiendo en un llanto poniendo sus manos en el rostro.
La lluvia no se hizo esperar y comenzó a llover. Las gotas rápidamente cayeron empapando poco a poco a los dos muchachos que seguían inmóviles, pensando sin decirse nada aún. Sentían que de alguna la lluvia estaba limpiando las cosas, que estaba aclarando toda la neblina que los tapaba, que las mentiras se habían ido.
Ron sintió un nudo en la garganta al aguantarse unas lágrimas que asomaban por escapar de sus ojos y miró fijamente a Hermione que seguía llorando. Al verla tan desprotegida y triste se acercó lentamente hasta abrazarla, la abrazó dándole a entender que aún la quería aunque le hubieran ocultado eso… Después de todo la seguía queriendo, seguía siendo la mujer más importante de su vida, seguía siendo esa persona que lo escuchó y acompañó durante tantos años; era Hermione.
"Discúlpame…" susurró la castaña correspondiendo su abrazo levantándose de puntillas para quedar a la altura del oído de Ron. Le encantaba sentirlo tan cerca, cada abrazo que le daba era un regalo que hacía que su corazón acelerara el pulso, que en su estómago volviera a sentirse esa sensación extraña pero agradable; que su mente comenzara a recordarle todo lo que vivieron juntos… Y que en esos momentos del sentimiento de abandono y soledad que sentía, él siempre sería el indicado para estar acompañándola. Sólo era él "Gracias por todo, gracias por siempre estar conmigo cuando te necesito".
"Lamento no estar allí para ti cuando más me necesitaste, cuando fallecieron tus padres, después de haber terminado te sentías sola… Y no estaba contigo" sabía que esos momentos fueron los más difíciles y se había apartado, no la había acompañado como hubiera querido.
"Pero estás acá ahora, estás conmigo…" levantó su rostro. No le importo mojarse sus mejillas con algunas gotas de lluvia al ver esos ojos azules que la observaban con detenimiento y nerviosos, pero podía distinguir algo como de impaciencia. ¿Impaciencia por qué? "¿Cometerías los mismos errores de antes?" preguntó en un tono serio.
"No… Nunca más" sabía muy bien a qué se refería: Haber optado por su fama de jugador de Quiddittch que tenerla a ella como novia.
"Me alegro mucho, porque no quiero volver a sufrir" sonrió lentamente.
Lentamente se acercaron hasta juntar sus labios. Era tan bueno por fin probar los labios del otro después de tantos años de haberlo deseado inconscientemente… Un beso de reconciliación, de cariño, de afecto, de reencuentro. Como se querían, y aunque ellos se hubieran separado, ese cariño jamás iba a desaparecer, porque ese sentimiento tal vez era lo que se llamaba el 'Amor verdadero' que solamente una vez en la vida aparece y hay que aprovechar la oportunidad que la vida se da, sino, no estarás verdaderamente feliz con alguien.
¿Se podría decir que nunca más volverían a sufrir? Claro que no, obviamente Ron y Hermione sabían que eso no pasaría… Pero no sufrir tanto hasta llegar al punto en donde terminaron su noviazgo, aunque ninguno de los dos de verdad quería.
"Te extrañé tanto" él la abrazó aún más fuerte sintiendo toda su ropa empapada rozando la suya, pero no sentían frío, los dos estaban sintiendo bastante calor por la agitación del beso y por el momento.
"Y yo a ti…" y luego, los dos dijeron al mismo tiempo 'Te quiero' haciendo que sonrieran nerviosos.
La lluvia seguía cayendo sin cesar y parecía que se venía una tormenta. El viento soplaba no muy fuerte y tampoco había frío.
"Será mejor que vayamos a otro sitios, nos pescaremos un resfriado" propuso Hermione.
"Sí, vayamos a mi casa" comenzaron a caminar, ya que en el cementerio había un campo de protección para que nadie pudiera aparecer o desaparecer.
Así termina esta historia, así termina el caso del misterioso secuestro en Hogwarts. Así termina la amenaza de que Lord Voldemort volviera a algún día para reclamar lo que alguna vez fue suyo… Y así termina la historia de dos parejas enamoradas, que de alguna u otra forma, volvieron a estar juntos.
Fin
Notas de la autora: ¡Hola! Por fin pude decir que terminé… Tal vez le puse mucho romanticismo al final y dejé de lado el misterio, el suspenso y todo eso; pero pensé que le faltaba algo de romance después de todo, no? Si el fic dice que tiene romance, que tenga romance al final.
Agradezco mucho a las personas que me apoyaron para escribir, los que me dieron ideas para seguir adelante cuando estaba sin ninguna para escribir. También a todos los que me han dejado algún review alguna vez, de verdad lo aprecio mucho… Y a los que me dijeron tantas veces que les gustó esta historia, de que era interesante.
No sé, algún día podría ponerme a escribir suspenso con misterio, pero lo dudo… Es muy difícil hacerlo, así que admiro mucho a las personas que pueden hacerlo de una forma que te dejan pegados a la pantalla leyendo deseando saber más y más.
Y así es como les dejó el último capítulo… Lean mis otras historias entrando en mi profile (me tengo que hacer publicidad, no? XD). Y déjenme su review para saber cómo estuvo el final.
Se despide con un beso,
Sirenita
