N.A: ¿Por qué escribes otra historia de KND si tienes dos en emisión? Porque puedo y porque quiero. Esta historia se la dedico a mis soles Rossett y Val. Escribiendo esta historia con mucho amor, drama y angst y sus ships 4x60 - 1x274 que tanto les fascina. Espero hacerles justicia.
Aunque soy super fan de 3x4 nunca está de más explorar otros horizontes como buen multishipper que soy. Gracias a mis soles por enseñarme a amar más ships.
ADVERTENCIA DE CONTENIDO: romance chicoxchico, lime lindo y bonito sin rayar el lemon, los personajes en esta historia son adolescentes y amo con todo mi corazón los romances dramáticos adolescentes, si no les gusta por favor abstenerse de dejar comentarios negativos en la historia.
Capítulo 1: La historia de violencia que te rodea
Los dos sabemos que no está bien que me quieras,
pero tú no te marchas,
porque en realidad, no hay nadie para ti como yo.
Los dos conocemos
la historia de violencia que te rodea.
Pero no estoy asustado,
no hay nada que perder
ahora que te he encontrado.
Wally decide que por fin le dirá de sus sentimientos a su amigo de la infancia Nigel. Cuando descubre que él está saliendo con alguien más, ya no duele, porque sin darse cuenta formó un lazo muy fuerte con el chico nuevo problemático, Patton Drilovsky. Aquel chico que le mostró que es sentir amor de verdad.
Nuevo año escolar. Se supone que es una época de comienzos. Empezar con el pie derecho. Ser bueno en algo. Causar una buena impresión. Hacer amigos. Alejarte de esos que te molestaban en cada ocasión que pudieran. Cambiar algo de ti que te molestaba en el pasado y convertirlo en algo bueno. Ser el chico bueno. Ser el chico malo. En fin, muchas cosas.
Y para Wallabee Beetles, él solo tenía una sola meta clara en su mente. Declararse ante su amor de la infancia.
Durante años permaneció callado su corazón por temor a ser juzgado. No sabia de donde habían llegado esos sentimientos pero allí estaban, según él, bastante claros en su interior.
Pero él no estaba muy seguro si era una buena idea hablar de sus sentimientos o callarlos para siempre, después de todo era un chico. ¿Acaso Nigel Uno podría corresponderle? Él había salido con una chica de su clase llamada Lizzie. Pero no lo notaba muy feliz. Esa relación lo asfixiaba y no lo dejaba ser quien era en realidad. Wally podría darle el aire que él necesitaba. Sin presiones. Sin exigencias. Libres los dos. Un solo ser.
"Hablar de tus sentimientos siempre es difícil al principio pero una vez empiezas, se hace más fácil con el tiempo. Deberías intentarlo a pesar de tener miedo a no ser correspondido."
Eran las palabras de su mejor amiga Kuki Sanban.
En un principio creyó estar enamorado de ella pero solo fue durante una etapa de negación donde se decía a sí mismo que estar detrás de un chico estaba mal. Qué equivocado estaba. A medida que crecía se dio cuenta de que era bastante normal, incluso en los chicos de su edad. Pero siempre habrá alguien dispuesto a molestarte por ello.
Rechazo. Odio. Negación. Burla. ¿Qué dirá el resto?
"No debería importarte lo que dicen los demás de ti. Tienes derecho a ser tú mismo y ser feliz con quien sea."
Él día que se declaro homosexual con su amiga Kuki, no pudo desear un mejor apoyo que el de ella. Kuki era un sol que atesoraba siempre de tener en su vida. Ella tornaba sus días grises en hermosos cielos azules con nubes tan blancas como la nieve. Admiraba mucho su energía y buena vibra, y la quería por eso, pero solo hasta allí.
Como siempre, Wally, como le decían sus amigos cercanos, se sentaba al lado de Kuki. Detrás de la chica, estaba su otra amiga que formaba parte de su grupo social, Abigail Lincoln. No le interesaban mucho las clases, siempre estaba distraída mandando mensajes de texto, atendiendo su celular y por supuesto, prefería las clases de gimnasia y los deportes antes que sentarse a resolver problemas matemáticos. Aún así era brillante y sin mucho esfuerzo, tenía buenas calificaciones. Diagonal a ellos, estaba Hoagie Gilligan, un cerebrito andante, presidente del club de ciencias, aficionado de los videojuegos y la cultura geek. Él y Wally habían sido amigos desde que él se mudo de Australia. Fue el primer niño que se le acercó a hablarle sin burlarse de su acento que ya casi desaparecía debido a todos los años viviendo en Estados Unidos.
Y del otro lado de Wally, se sentaba Nigel. Siempre lo tenía tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Especialmente porque últimamente parecía perdido y Wally cayó en cuenta de que quizás él estuviera pensando en alguien. ¿Será en él? Eso sería pedir demasiado.
Pero nada cuesta soñar.
Porque el mayor anhelo de cualquier corazón enamorado es que esa persona sienta lo mismo por ti.
―Buenos días estudiantes, espero que este nuevo año escolar sea muy provechoso para todos. Veo caras nuevas, ¿Podrían presentarse por favor?― Habló el profesor cuando entró al salón. Wally estaba tan ensimismado en que Nigel se sentará junto a él que no se percató que justo detrás de él estaba uno de los chicos nuevos.
Un chico alto, de cabello oscuro con un remolino al frente y un beanie verde atrás, se levantó sin muchos ánimos mirando hacia adelante.
―Patton Drilovsky, 15 años.
―De acuerdo señor Drilovsky, ¿Algo más que quiera agregar a su presentación?― le preguntó con un buen ánimo el profesor pero el estudiante seguía muy serio.
―No necesita saber más nada de mí.
―Bueno como es el primer día pasaré por alto esa actitud y para la próxima clase nada de gorras, sombreros y cualquier cosa en la cabeza, ¿Está claro?
Patton se quitó con brusquedad su beanie, resultando con el cabello despeinado. Estaba enojado.
La clase entera entonces se giró a ver al chico nuevo. Emanaba un aura tenebrosa de pocos amigos. ¿Acaso era un adolescente? Su cuerpo era más grande que los chicos de su edad, con esa musculatura podría estrangularte en segundos.
Wally se giró sobre su asiento y entonces notó que el chico nuevo que estaba siendo grosero con el profesor en el primer día, lo estaba mirando a él. Sus ojos eran oscuros y sus cejas gruesas. ¿Por qué lo miraba así? Wally se incorpora rápidamente en su asiento.
"Lo que me faltaba, que el nuevo agarre su rabia contra mi. ¿Por qué tenía que sentarse justo detrás de mí?"
Las horas de clase pasaron demasiado lentas. Era el primer día y los profesores parecían muy motivados en comenzar con todo desde el principio. ¿No podían tener algo de consideración? Vamos, apenas arrancaba el inicio de ciclo escolar.
Wally estaba inquieto. Primero porque miraba de reojo a Nigel que solo miraba al frente y hacía apuntes en su cuaderno. ¿Acaso él no se distraía? Segundo, sentía que el chico nuevo, que por cosas del destino, le tocó sentarse en el asiento de atrás, tenía su mirada clavada sobre su nuca.
Ni siquiera han hablado y ese chico parecía que lo quería matar con la mirada.
"A lo mejor le disgustan los rubios. Por favor Wally no sean tan idiota y no lo hagas enojar. ¿Será que no le gustan los extranjeros?"
Fue un alivio para todos cuando la hora de la comida llegó por fin. Algo de distracción, aire fresco, comida en sus estómagos, para poder terminar la jornada escolar.
No fue sorpresa para nadie que Abigail apareciera en la mesa donde se sentaba Wally y los demás a la mitad de la hora de almuerzo.
―Entonces Abby, ¿Qué averiguaste?― pregunta interesado Nigel mientras devoraba una manzana.
―¿Averiguar qué?― preguntó Wally intrigado.
―En serio niño, y eso que somos amigos desde hace años. Ya saben, estaba hablando con mis contactos. La información que tengo para ustedes es bastante… interesante.― Movió sus palmas entre sí de arriba hacia abajo.
―Uyy, chismes escolares, me encanta. ¡Cuenta cuenta!― grita emocionada Kuki, dando pequeños aplausos.
―Es sobre nuestro nuevo compañero. ¿Notaron que había algo raro con él?― Wally dejó de comer para escuchar mejor lo que decía su amiga ―Según escuché cada semestre se cambia de escuela, al parecer tiene mala fama y se mete siempre en problemas y eso que su papá lo mete cada verano en un campamento de entrenamiento militar para mejorar su conducta y a la mitad termina fugándose.
―No exageres, eso no puede ser cierto― agrega Hoagie.
―¿Es que no vieron sus músculos? Hasta yo quedé sin palabras― se abanicaba con la mano la chica pensando en él chico nuevo y Hoagie la miró con mala cara ―Discúlpame amor― se dirigió hacia su novio Hoagie ―Pero créeme que todas las chicas quedaron bastante impresionadas con su físico.
―No es mi tipo― agregó Kuki encogiéndose de hombros.
―¿Notaron su mirada? Siento que si le digo que me pase un borrador me estrangulaba con un solo dedo― dijo Wally.
A Nigel le sonó el celular y empezó a escribir con prisa. Esto no pasó por alto a los ojos de Wally. ¿Quién le había escrito?
―Tengo que irme. Quiero ser presidente de la clase este semestre también y debo ir a la oficina del director ahora mismo― se levantó y se marchó sin decir nada de más. Wally lo siguió con la mirada hasta que se perdió en la multitud.
"Qué extraño. Esas inscripciones suelen ser unos días después de que comienza el curso, quizás adelantaron esos trámites. No es que él esté viendo a alguien. Vamos Wally deja de pensar en esas cosas."
Nigel no fue a la oficina del director. En su lugar, se dirigió a la azotea de la escuela. Realmente no mucha gente iba a ese lugar, salvo las parejas que querían algo de privacidad y para ser el primer día, no creía que nadie utilizará ese lugar todavía.
―Sabía que vendrías― dijo un chico rubio sentado de espaldas que miraba hacia el firmamento.
―Dijiste que era una emergencia― Nigel caminó hasta el chico y se sentó a su lado.
―Así es― voltea a mirarlo ―Quería verte.
Nigel casi se pierde en esos ojos azules que lo volvían loco pero un ruido de un ave lo regreso a la realidad.
―Pero nos vimos ayer.
―Para mí ha pasado una eternidad― posó una mano en su mejilla y Nigel no pudo evitar sonrojarse, luego se apartó. ―¿Qué tal el primer día?
―No mucho, no tengo mucho que contar.
―¿En serio? Por allí escuche que hay una especie de delincuente que está en tu salón este semestre. Ten cuidado. No quiero que te aparte de mí.
―¿Por qué lo dices?― pregunta confundido Nigel mientras se ajusta sus lentes oscuros.
―Los chicos que siempre aparentan ser así de rudos y problemáticos no están interesados en las mujeres.
―¿En serio te preocupa él? Me da escalofríos.― un ligero temblor recorrió el cuerpo de Nigel al pensar enfrentarse ante el chico nuevo.
Chad miró de reojo a Nigel y luego sonrió. Por supuesto que Drilovsky no representaría ningún obstáculo entre él y su niño mimado.
―¿Estás seguro que nadie nos verá aquí arriba?― preguntó Nigel mirando de un lugar a otro.
―Si lo hacen, diremos que solo es una reunión de los presidentes de clases, ya sabes, nadie nos quita nuestro lugar.
―Eso tendría sentido si te eligen como presidente de clase― Nigel sonrió.
―Preocúpate por ti mismo. Ese puesto yo lo tengo asegurado― se acomodó su rubio cabello hacia atrás haciendo que Nigel se sonrojará por el gesto.
Los siguientes días parecían estar más tranquilos, con tareas y proyectos acumulándose por doquier. Al menos Wally pasaba tiempo con Nigel y los demás después de clases en su casa, en una pequeña casa del árbol que su padre le había construido a Nigel cuando era pequeño y se convirtió en su lugar de reuniones con sus demás amigos que vivían cerca. Wally se unió a ellos poco después de llegar de Australia con la ayuda de Hoagie.
Donde tuvo la suerte de hablar más con Nigel y acercarse a él. Donde sin querer se enamoró de él.
Le gustaba pensar en escenarios durante la noche donde él se declaraba y Nigel admitía que sentía lo mismo que él. Escenarios donde pasaban el día juntos, salían a citas, se besaban, hacían cosas de adolescentes, etc, etc. Incluso lo soñaba y se despertaba más acalorado que de costumbre pero nada que una ducha fría por la mañana no pudiera remediar.
―Wallabee Beetles― dijo el profesor su nombre. Las clases de historia eran odiadas por muchos pues ponía muchos trabajos en grupos y el no dejaba que los estudiantes escogieran libremente a sus compañeros. Él los elegía y eso ponía de mal humor a todos. ―Con Patton Drilovsky.
Un escalofrío recorrió su espalda.
"No puede ser. Todos menos él"
