Elegidos
Capitulo 1 Inicio
Hiei se encontraba cerca de la frontera entre el Makai y Ningenkai había algo, extraño en el ambiente.
-Hn. ¿Qué demonios es esa sensación? –se pregunto Hiei.
De pronto, un temblor se hizo presente, que, no solo se sintió en el Makai, también en el Ningenkai y Reikai.
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-Si las cosas siguen así no solo este plano dejara de existir –dijo una voz masculina
-Tienes razón, hermano, si los pilares no se reúnen, ella nos vencerá –dijo una voz femenina, ambos estaban cubiertos por las sombras miraban a Hiei desde la distancia
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-¡¿Qué rayos fue eso! –exclamo el pequeño gobernante del Reikai.
-No lo se Koenma-sama –le respondió Ogri.
Nuevamente otro temblor se sintió, pero este fue un poco mas fuerte.
-Si esto continua así el castillo se destruirá –dijo Koenma al tiempo que caía al suelo.
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-Tu debes ser Hiei –le dijo una voz femenina.
-Hn. –Hiei miro ala dueña de la voz, encontrándose con una hermosa pelirroja de ojos rojas, su cuerpo estaba cubierto por una capa que le llegaba a los tobillos, a su lado se encontraba un joven de cabello gris y ojos rojos, el también estaba cubierto por una capa que le llegaba a los tobillos, la piel de ambos era clara.
-Permítanos presentarnos –dijo el joven –Yo soy Yuki y ella es mi hermana, Pandora.
-No me interesa –le respondió y les dio la espalda.
-Supongo que tampoco le interesa saber el origen de los temblores –Hiei se detuvo y la miro sobre su hombro -¿Saben de esto?
-Si –dijo la pelirroja, Hiei la miro a los ojos
-Hablen, antes de que les saque la información a golpes ¬.¬
-El equilibrio se esta perdiendo –le dijo el joven –Si desea evitar la destrucción debe venir con nosotros…
-No me interesa la que le pase a este mundo o a cualquier otro…
-¿Tan poco le interesa el hombre que ama ni su hermana? –Hiei la miro con sorpresa, sorprendido, ¿Cómo era posible que esa mujer supiera eso?
-Si los hilos, que unen a todos los planos y dimensiones se destruyen… Todo acabara.
-Hn.
-Pero hay una forma de evitarlo, usted es uno de los elegidos, uno de los pilares encargados de evitar la catástrofe.
-Por eso debe venir con nosotros –dijo el joven
-¿Y si me rehusó? ¿Me llevaran ala fuerza?
-No –le respondió la pelirroja –Es su decisión, el venir con nosotros, pero recuerde… Que de esto depende, no solo la vida de sus seres queridos, también de la creación entera.
-Hn
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Kurama se encontraba en el jardín de la escuela sentado, bajo la sombra de un árbol, cuando se sintió otro temblor, un poco mas fuerte que el ultimo.
Lo que ocasiono que varios estudiantes (en especial las chicas) gritaran y corrieran aterrorizados, de pronto, todo se calmo como si el tiempo se hubiera detenido.
-Youko Kurama –dijo la voz de una mujer.
Kurama la miro, tenia el cabello largo, asta la cintura, algo esponjado de color negro, ojos de igual color, usaba una capa blanca cubriéndola por completo, su piel era del color de la nuez, pero algo llamo la atención del pelirrojo, sus ojos, tenían un brillo de tristeza y culpa.
-Mi nombre es Andrómeda de Cler, no se preocupe, no le haré nada –le dijo –solo quiero hablar.
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Mis señores me lo dijeron –Kurama la miro confundido –He venido porque usted es uno de los elegidos para detener esto…
-¿A que se refiere?
-Tan solo en tu mundo le dan diferentes nombres… Juicio Final, Raknarod, Apocalipsis, pero nosotros lo llamamos la gran guerra.
-No comprendo…
-En determinado tiempo la oscuridad, adquiere un extraordinario poder, el cual usa para atacar la creación de la luz, pero para destruirla, primero tiene que acabar con los pilares… Y usted es un de ellos.
-¿Yo?
-Si, es por eso que debe venir con migo –le dijo –Pero no ahora le daré tiempo de que se despida de la que tal vez no regrese con vida.
La mujer cerro los ojos y desapareció.
El pelirrojo miro a todos lados pero no la encontró, se había ido y aunque no fuera así, con todo el alboroto, dudaba que pudiera divisarla.
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Kurama ya se encontraba en su casa cuando se sintió otro temblor, si existían dudas en su mente sobre ir en busca de la mujer, ya no existían y se preparo para salir.
-Shuichii, ¿Adonde vas? –le pregunto Shiori.
Kurama la miro y abrazo.
-Saldré un momento…
-Ten cuidado.
-Si.
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Karma iba corriendo cuando se topo con Yusuke y Kuwabara, el pelirrojo, al principio no se percato de su presencia, asta que estaban cerca del bosque.
-¡Kurama! –grito Urameshi, haciendo que este se detuviera.
-Yusuke, Kuwabara, ¿Qué hacen aquí?
-Lo mismo te preguntamos –le dijo Kuwabara.
-Yo… No lose
Los dos se miraron entre si, extrañados por la respuesta.
-Me alegra que haya respondido a mi llamado –dijo la voz de aquella misteriosa mujer.
-Que linda –dijo Kuwabara al ver ala mujer.
-¿Ellos también nos acompañaran?
-¿Adonde? –le pregunto Yusuke -¿Quien eres?
La mujer no respondió ya que otro temblor se sintió, esta vez aun mas fuerte.
-Andrómeda vamonos –dijo el pelirrojo –Sino este mundo…
-¿Tu también lo sientes? ¿No es verdad?
-Si…
-¿De que demonios están hablando?
-De la destrucción –dijo la mujer simplemente.
La mujer les dio la espalda y se deshizo de su capa mostrando unas hermosas alas, las cuales, estaban oscuras, casi en su totalidad, con las puntas blancas, las cuales, brillaban con intensidad, saco una pequeña llave (solo dios sabe de donde), giro la llave como si abriera una puerta invisible, lo que ocasiono que un portal de luz apareciera.
-Síganme por favor –dijo la mujer y entro al portal, seguida de Kurama y los otros.
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Los cuatro entraron al portal, que los llevo a lo que parecía ser una habitación, en la que había aparatos muy extraños.
-Me alegra que este de regreso comandante –dijo una voz masculina, la mujer hizo una reverencia ante el hombre.
-Consejero Yuki, le presento al pilar de la segunda realidad… Kurama.
-Es un placer –dijo –Yo soy Yuki
-El placer es mío –le respondió.
-¿Dónde estamos? –pregunto Yusuke.
-En una nave –le dijo Yuki
-Es peligroso que usemos la tele transportación en este momento –explico Andrómeda
-¿Por qué? –pregunto Kuwabara.
-Es porque, aunque la verdadera batalla aun no ha comenzado, la luz y la oscuridad, despiden una gran cantidad de poder, lo que hace peligroso la tele transportación, en especial para los mortales –explico la mujer.
-Comandante –llamo Yuki -¿Podría llevar al elegido y sus amigos con el otro?
-Si
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La mujer condujo a Kurama y a los otros, por uno corredor, en el que había grandes ventanales, por donde podían ver el espacio.
-Mira eso Urameshi –dijo Kuwabara deteniéndose para mirar.
-Wuau, la tierra se ve increíble –dijo Yusuke
-Síganme, no se distraigan –les dijo Andrómeda
-Andrómeda.
-¿Si?
-¿Podrías explicarme que son los pilares? ¿Por qué me eligieron?
-Para explicarte lo que es un pilar, primero te debo Mostar el origen de todo –dijo deteniéndose en frente de una puerta metálica –Pero eso sera en unos momentos –dijo u la puerta se abrio.
El grupo entro en lo que parecia ser una elegante sala de estar y se sentado en uno de los sillones, se encontraba Hiei de brazos cruzados y ojos cerrados.
-¡¿Hiei! –dijeron los tres al unísono.
-Veo que ya se conocen –dijo la mujer –Me da gusto.
-Ahora responderé sus preguntas –dijo la inmortal.
-¿Qué demonios son los pilares? –dijo Hiei en tono cortante.
-Un pilar o elegido… Son algo así como la reencarnación del espíritu de la realidad que representan… Aunque….
-Hn.
-¿Aunque que? –pregunto Yusuke
-Debo admitir que es muy extraño que dos elegidos, no inmortales claro, hayan reencarnado en la misma dimensión.
-¿No es común?
-Lo que sucede es que, si un mortal, nace siendo un elegido, es muy probable que en cierto tiempo pierda el control de sus poderes, si este no ha sido entrenado, pero si dos mortales, nacidos en el mismo plano o realidad y en el mismo mundo, podrían, no solo destruir su mundo, sino la realidad entera, si perdieran el control de sus poderes
-¿Así de poderosos son? –pregunto Kuwabara algo temeroso.
-Si –dijo y se dirigió ala puerta –Por ahora descansen y si necesitan algo, solo díganlo en voz alta y la computadora de la nave les dará lo que necesitan –dijo y se fue
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Lizerg-chan: Bueno aquí termina el primer capitulo n.n espero que les gustara.
Este fan fiction esta dedicado a mi buena amiga Naomi non
y a Erika de cancer