Capítulo seis:
¿Estás feliz ahora?
Unos días después, Mónica presentó la demanda de divorcio en los tribunales alegando "diferencias irreconciliables". Realmente no quería hacerlo, pero era inútil permanecer atada a alguien que no la amaba y que, tal vez nunca la había amado realmente. Esa idea todavía estaba en su mente cuando, al día siguiente, Chandler apareció en su casa, irónicamente, parecía sorprendido e incluso ofendido por la decisión de Mónica.
Chandler- Mónica... vine porque hoy me llamó alguien que dijo ser tu abogado.. ¿Acaso me estás pidiendo el divorcio?.
Mónica- si... pasá... tenemos que hacer una lista de las cosas que tenemos para dividirlas equitativamente entre nosotros, mi abogado dice que es lo mejor para divorciarnos sin problemas.
Chandler- (pasando vacilante) bueno... pero Mon.. No hay que hacer esto ahora, podemos divorciarnos mas adelante.
Mónica- olvidate... quiero terminar con esto lo antes posible, para poder seguir con mi vida, pero ¿qué te pasa? ¿No es esto lo que vos querías?
Chandler- supongo...
Revolvieron todos los cajones y armarios del departamento y, aunque les tomó toda la tarde, separaron lo que les correspondía a cado uno.
Chandler- ok... entonces mañana envío a que busquen el estéreo, el juego de
pac-man, y la cama del cuarto de huéspedes y la mesita de luz haciendo juego, vos podes quedarte con lo demás, no me importa.
Mónica- ok... pero ¿dónde te vas a llevar tu ropa, tus cd´s, y tus cosas del baño?
Chandler- supongo que me tengo que llevar las valijas que compramos para la luna de miel entonces.
Mónica- (algo triste) bueno... en realidad.. no me molesta... yo tengo las que me compré en Londres... son viejas pero aún sirven y vos siempre decías que eran muy femeninas (riendo nerviosamente) aunque supongo que eso no te molesta ahora.
Chandler- (sarcásticamente, haciendo voz de mujercita y doblando la muñeca)
Para nada queridita... si me re combinan con el vestido de puntillas y la capelina floreada que me acabo de comprar.
Mónica- lo siento... no quise decir..
Chandler- (enojado) ¡¡Sé muy bien lo que quisiste decir! Crees que porque vivo con una persona, que también es hombre, voy comenzar a pasearme por ahí con peluca, vestidito corto y tacos altos. ¡¡No soy mi padre! No voy a hacerme un implante de senos o algo por el estilo...
Mónica- lo siento... no te enojes... ¡un momento! ¿Estás viviendo con él ahora?
Chandler- si... y lo siento, yo simplemente me enamoré de Andrew así como antes me enamoré de vos... no pude evitarlo.
Mónica- (tratando de contener las lágrimas) no te creo Chandler, no podés haberte enamorado de mí y ser gay al mismo tiempo... ¿acaso estuvimos engañados durante todos estos años?. (acercándose) Chandler... ¿no podemos solucionarlo de alguna manera?...
Mónica lo besó y Chandler no la detuvo. Cayeron al sillón pero entonces Chandler se dio cuenta de que estaba cometiendo un error y la apartó.
Chandler- no... no podemos... lo siento... pero soy gay, ahora estoy enamorado de un hombre... tenés que aceptar eso.
Mónica- no me pidas que lo acepte... nunca voy a aceptar que mi vida desde el viaje a Londres hasta acá fue una mentira... (llorando) Chandler... estos últimos fueron los mejores años de mi vida... no pudiste haber estado fingiendo todo el tiempo. Nadie puede mentir tanto, ni tan bien...
Chandler- no fue así... yo no era gay cuando nos juntamos... te juro... nunca te mentí hasta que conocí a Andy.
Mónica- (dándose vuelta y secándose las lágrimas sin mirarlo) bueno.. espero que estés feliz con tu decisión.. Yo me voy a ir, así te dejo guardar tus cosas tranquilo... dale tus llaves a Joey cuando te vallas.
Mónica salió rápidamente por la puerta y Chandler la persiguió y la obligó a escucharlo.
Chandler- realmente te amé... tenés que creerme eso... y espero que algún día no me odies más y podamos volver a ser amigos.
Mónica- yo también.
Diciendo esto, se fue al Central Perk, pero con Phoebe en su luna de miel, Rachel ocupada mudándose, Ross trabajando y Joey filmando no tenía a nadie con quien charlar, por primera vez se sentía sola estando en esa cafetería tan querida por los seis. Mónica se acercó al mostrador para pedirle a Gunter lo que quería.
Gunter- hola..
Mónica- hola... me das un café, por favor.. con un gran pedazo de torta de chocolate.
Gunter- ok.. ¿Preferís que te sirva todo cuando lleguen los demás?.
Para Gunter la respuesta era obvia, en 10 años nunca había visto a alguien de ese grupo tomando su café solo. Sin embargo, lo que escuchó le sorprendió.
Mónica- este... mis amigos no van a venir...
Gunter- (sorprendido) oh... esta bien...
Mónica- (algo molesta) es así como son las cosas... tienen su propia vida.
Gunter- ok... nunca pensé lo contrario... excepto tal vez de Ross.. en fin.. ahora te llevo tu pedido.
Mónica- gracias... este... mejor servime un café irlandés...
Mónica se sentó en el sillón naranja, y pensó "Pero ¿Por qué tienen que vivir sus vidas justo cuando a mi se me escapa la mía?".
Continuará...
