Capitulo Primero
-Y cayó el ángel-
Eran las nueve de la mañana. Funbari apenas estaba despertando. El frió de la madrugada estaba siendo apagado por un sol que prometía resplandecer durante todo el día.
Los establecimientos abrían sus puertas lentamente al publico: La tienda de abarrotes, el mercado, el templo espiritista, el restaurante de comida japonesa, lentamente todas las cortinas eran levantadas para dar luz a un nuevo día...
Excepto aquella de enfrente...
...la librería...
El joven Yoh Asakura veía impacientemente hacia su dirección mientras esperaba a que sus puertas de cristal abrieran. Era la única oportunidad de verla...
De ver a Anna Kyouyama.
Siempre era la última en abrir por lo menos por el rumbo de Yoh, a pesar de que era una de las personas que mas vendía. Había dos o tres librerías aparte de la suya. Pero la suya era la mas grande.
Siempre tenía su mirada perdida en un libro. Él podía verlo porque el mostrador daba a la calle.
Lo único que sabía a ciencia cierta de ella era que amaba los libros, aunque eso era mas que obvio. En mas de una ocasión trato de regalarle alguno de sus libros, mas ella siempre los rechazaba argumentando que no tenía caso, pues libros tenía de sobra.
Cuantas veces había tratado conquistarla y cuantas veces había fracasado...incluso ya había perdido la cuenta.
Ella era la reina del hielo...y derretir su corazón era casi imposible.
De pronto la vio llegar...
Sus ojos negros, su cabello rubio, su figura perfecta. Era imposible no verla. Iba vestida como de costumbre con un vestido largo un poco abajo de las rodillas y sandalias japonesas. Su cabello estaba en una coleta alta que permitía ver su rostro aun mejor que de costumbre.
¿Por qué se había enamorado de ella? Ni él lo sabía. La amo desde el primer momento en que la vio llegar a la aldea hacia seis años.
Desde ese momento el intento pretenderla, enamorarla ella nunca accedió. Ella no era como las demás..
Yoh suspiro al verla...era inalcanzable para él.
-¿De nuevo suspirando por Kyouyama?
Yoh volteo la cabeza solo para encontrarse con sus compañeras de trabajo Pilika y Tamao viéndolo extrañadas.
-Es que ella es tan...tan...
-Tan rara diría yo, solo mírala Yoh tiene seis años viviendo aquí y sabemos lo mismo de ella que cuando llego. o sea nada.
-Algún motivo tendrá Pilika..
-Vamos Tamao...aparte de todo siempre esta sola leyendo...Esa chica nunca ha tenido amigos...te has anotado a una lista de imposibles.
-Meseras!- Interrumpió una voz. Un cliente nuevo había llegado al no ser atendido tuvo que gritar.
-Mejor ve Pilika- Dijo Tamao empujándola suavemente.
Pilika simplemente hizo una cara de desagrado y se marcho.
-No le hagas caso Yoh. Eres una buena persona. Algún día te corresponderá.- Dijo la chica de cabello rosado mirando al suelo. Ella siempre le había amado en silencio y el hecho de que él adorara a la "Reina de Hielo" como la llamaban le resulta algo incomodo. Mas su amor por el castaño era tan grande que era capaz de olvidar su propia felicidad por él.
-Gracias, eres una buena amiga.
-De nada, mejor me voy, talvez necesiten mi ayuda.
Y con eso dejaron al castaño de nuevo solo con sus pensamientos y con la presencia de ella.
Anna levanto la mirada en el momento en el que Yoh la estaba viendo lo que ocasiono que sus miradas se encontraran.
Yoh se sonrojo notablemente y la saludo con un gesto del brazo.
Ella no contesto, simplemente lo miro fijamente por unos instantes y se metió a la librería cerrando la puerta tras de sí.
Vaya...ese chica era asombrosa...
Su librería llevaba dos horas abierta y ya llevaba cinco libros vendidos. Estaba bien para apenas haber empezado el día.
Su librería se había hecho famosa, Anna no sabía si era por el hecho de que tenía bastantes libros o por la curiosidad que sentían los demás hacía la propietaria.
Había llegado hacia seis años y aunque aparentemente todo mundo la había aceptado, la duda de su pasado quedaba en el aire.
La joven rubia dejo de acomodar libros por un instante, el solo pensar en su pasado hacia que le diera un dolor de cabeza indescriptible, volver a revivir las imágenes en la mente era desagradable. No...el pasado era el pasado y no podía cambiarse no importaba lo mucho que uno quisiese...
Había llegado a Funbari para olvidarse de todo, encontró gente alegre, demasiado alegre para su gusto, sobre todo ese joven del restaurante de enfrente siempre sonriendo..siempre con esa estúpida sonrisa que la mareaba aun mas...
De pronto oyó el sonido de unas campanitas que le anunciaban cuando la gente entraba a la librería, se acerco al mostrador para ver quien era y se encontró con...
...esa fastidiosa sonrisa....
-¿Qué tal Asakura Yoh? ¿Qué te trae por aquí? Espero que hoy si vengas a comprar un libro...- Dijo la joven algo desganada.
-Pues la verdad no..- Dijo el chico entre risas.
-Era de esperarse- Dijo la muchacha regresando a su labor de acomodar libros -¿Entonces que carajos te trae por aquí?
-Vine a verte como siempre.
-Pues gracias pero no recuerdo habértelo pedido.
-Lo hago por iniciativa.
-Bueno pues si vas a estar aquí haz algo útil- Le dijo Anna dándole una pila de libros.
-Claro Annita.
-Me vuelves a llamar así y te mueres.
-Lo siento...
Desde hacia seis años, todos los días Yoh iba a la librería de Anna, no se sabe si a la misma hora, pero si era alrededor de las diez y once de la mañana. Anna siempre hablaba con él...los primeros dos meses intento sacarlo de su tienda como a todos sus pretendientes idiotas. Sin embargo él fue el mas persistente y ella tuvo que resignarse.
Poco a poco empezaron a hablar todos los días, nunca profundizaban en sus conversaciones, mas que nada Yoh era el mensajero entre el mundo exterior y Anna. Ella sabía que él estaba enamorado de ella. Pero ella nunca le correspondería, trato de desanimarlo varias veces, mas nunca dio una...en términos generales él era lo que se le podía llamar "amigo".
-¿Y que has hecho últimamente Anna?
-¿Vender libros?
-¿Es eso lo único que haces?
-Debería hacer otra cosa acaso?
-Pues no se...¿nunca vas al cine, al parque o algo así?
-No...y no pretendo empezar pronto.
-¿Por qué no?
-¿Por qué si?
-¿Quién es capaz de llegar a tu corazón Anna?
-Eso ni yo lo se Asakura...no intentes averiguarlo.
-Anna...
Se quedaron bastante tiempo en la entrada de la librería Yoh la veía intensamente, Anna solo lo observaba...no tenía la capacidad de hacer otra cosa.
Yoh pudo ver en los ojos de la chica un mar de contradicciones, era como si todo aquel pasado desconocido se reflejara en sus ojos, toda aquella soledad, si tan solo pudiese ayudarla.
-Hey..Asakura te hablan- Dijo la rubia despertando al joven de sus sueños.
Yoh volteo solo para descubrir horrorizado que estaba saliendo humo de la cocina, otra vez había salido sin apagar lo que estaba cocinando.
-Nos vemos Anna.
-Hasta mañana Yoh.
-¿Quieres que venga mañana?
-Aunque no quiera vienes...
-Tienes razón..hasta luego...
-Adiós..
Con eso Anna cerro la puerta y volvió al mostrador intentando sonreír. Era la quinta vez que pasaba en el mes.
Abrió el libro que estaba leyendo en la mañana pretendiendo reiniciar con su lectura, la vida en Funbari era tranquila y sin complicaciones, y ella lo hacia ver tan complicado. Eso si, nunca pasaba algo interesante en el pueblo, ella esperaba algo, mas no sabía exactamente que...
El día paso tranquilo, mas sin embargo el clima empeoro llegada la tarde por lo que la mayoría decidió cerrar los establecimientos, Anna incluida.
Se puso un abrigo negro, y una boina mientras agarraba su paraguas. Yoh se acerco junto con Tamao para ofrecer llevarla a su casa mas ella (nuevamente) se negó diciendo que estaba por caminos separados y que no quería desviarlos.
Anna siguió su camino en completa soledad como era costumbre. La lluvia empezó a caer mas fuertemente y las calles ya estaban desiertas para ser temprano. Anna miro su reloj. Apenas eran las siete.
Camino rápidamente queriendo olvidar el frió, de pronto creyó haber oído unos pasos atrás de ella. Volteo rápidamente. No había nadie.
Genial ahora sufro paranoia Pensó Anna nerviosa mientras trataba de acelerar su paso. Volteo en varias ocasiones mas nunca encontró a nadie.
De pronto llego a su casa. Suspiro aliviada mientras trataba de sacar sus llaves, las introdujo en el cerrojo y jalo la puerta abriéndola, Estaba a punto de entrar cuando de pronto alguien le cubrió la boca.
-Hola Anna....
Bueno, no tengo mucho que decir de este capitulo, pero claro que quiero agradecerles a todos aquellos que me han dejado review, ya que para mí esto es muy importante. Me ayuda a mejorar como escritora.
Cualquier comentario que tengan solo déjenme un review y claro que lo tomaré en cuenta, también pueden escribirme un e-mail yo con gusto leeré todos.
Cuídense!
Raven Solitude