Capitulo Segundo
-Conociendo al ángel-
-Hola Anna...
Anna trato de zafarse desesperadamente de su opresor, al lograrlo volteo súbitamente y saco una navaja de su abrigo.
-Quien quiera que seas aléjate de mi o te juro que...-dijo Anna mientras trataba de atacarlo con el cuchillo.
-No, no Anna,- Dijo el extraño hombre mientras le susurro al oído. –Yo se que no te atreverás.
-Tu no sabes de lo que soy capaz...aléjate.
-Créeme Anna se mas de ti de lo que tu crees.-Dijo circulándola como un animal a su presa.
-¿Quién demonios eres?
-Tú no me conoces, pero yo a ti si...
-¿No me oíste o no fui suficientemente clara? ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Hao..Annita...
-No me llames Annita! ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Cómo me conoces?
-Te he estado observando desde hace mucho tiempo...
-¿Qué? ¿Por qué?
-Eso es algo muy difícil de explicar pero necesito tu ayuda..
-¿Mi ayuda? ¿Qué te hace pensar que te ayudare?
-Nada...pero piensa que esto será una forma de reparar tu pasado
-¿Qué? ¿Qué sabes tú de mi pasado?
-Solo lo necesario...
-Pues lamento desilusionarte pero no pienso ayudarte...
-¿Estas segura? Porque el pasado algún día te alcanzará.
-Te ayudare..pero cállate.
-Me parece bien...
-¿Quién eres? ¿Por qué te has aparecido en mi vida?
-Soy Hao y soy un ángel caído.
-Un ¿qué?
-¿Acaso estas sorda? Soy un ángel caído
-¿Eres el diablo?¡
-¿Estas loca? Claro que no...
-Pero has dicho que eres..
-Eso no es lo que un ángel caído es...¿en que clase de mundo vives que un ángel caído se reduce a eso?
-¿Qué es un ángel caído según tu?
-Es un tema muy extenso y no pienso congelarme aquí
-Pasa pero si me haces algo te juro que te mataré.
-No te preocupes no me arriesgaría por dos razones: la primera es porque necesito tú ayuda, la segunda es que no lo haría porque si muero me voy al infierno...
Entraron a la sala de la joven, Anna dejó su abrigo en el perchero mientras dejaba pasar a Hao, este por su parte dejo su gabardina en el perchero también.
Por fin Anna pudo verlo perfectamente bien. Era alto, delgado pero bien formado, era moreno y tenía los ojos castaños al igual que el cabello que era largo y estaba suelto.
Vestía completamente de negro. Llevaba una camisa que tenía las mangas remendadas y dos botones desabrochados y unos pantalones de vestir.
Si no hubiesen tenido esa extraña conversación afuera de su casa. Anna hubiese jurado que aquel que estaba hablando con ella era Yoh...
Hao se sentó en un sillón con tanta naturalidad que parecía que fuese su casa, Anna trato de no prestarle atención pero estaba con una criatura, espíritu, persona o lo que fuese bastante extraño.
-Bueno me estabas diciendo que era un ángel caído.
-Un ángel caído, o al menos yo, somos humanos que han fallecido y por cometer un error al ser ángeles somos desterrados, pero no para el infierno, sino para la tierra para hacer penitencia y corregir nuestros errores o porque tenemos asuntos pendientes
-Tu has venido a corregir tus errores...
-Pues si..y no..
-¿Por qué yo? Habiendo tantos...¿por qué me elegiste a mi?
-Porque tu y yo nos parecemos.
-¿Qué clase de ayuda requieres de mi?
-Necesito tu ayuda...aun no puedo decirte nada
-No soy la persona mas adecuada para ayudarte...tu sabes porque..
-En realidad no se la razón, solo se que tu pasado te persigue...lo harás bien..
- No necesito compañía..
-Aprenderás a estar acompañada.
-Como sea..parece que no te iras.
-Nos estamos entendiendo entonces...
-Duerme en el sillón que ya se ha hecho tarde y yo tengo que ir a la librería.
-¿Puedo ir contigo?
-¿Mi respuesta afectara tu decisión?
-No...
Anna se dirigió a su habitación, trato de olvidar todo por un segundo, sin embargo se detuvo a mitad del pasillo, volteo a ver a aquel hombre extraño y le dijo:
-¿Que hiciste? ¿Por qué te desterraron?
-Te diré...cuando tu me digas que hiciste hace seis años.
-Algún día...no hoy...
-Algún día Anna...algún día
Anna entonces camino hacía su cuarto, cerrando la puerta tras de ella.
Son las ocho de la mañana de un sábado cualquiera, el cielo sale lenta pero aseguradamente en el pequeño poblado asiático.
Podría ser una mañana cualquiera, mas no lo era, al menos no para Anna quien en este momento se encuentra en su cocina con una yukata calentando agua en una tetera.
Suspiro un momento mientras se recargaba en el refrigerador. Los sucesos de la noche anterior la tenían confundida. Ella, una joven tratando de huir de la oscuridad, se había encontrado, no, mas bien había sido encontrada por la máxima representación de esta.
Cierto que no era el diablo como ella en un momento había creído, pero aun así, él no era de fiar, ¿por qué había sido desterrado? ¿Y si había matado a alguien? ¿Y si en realidad él pretendía matarla en algún momento también?
-Muy bien Anna debes aprender a controlar tu paranoia- Dijo la rubia a si misma mientras iba a su habitación a cambiarse.
Salió rápidamente de la misma vistiendo un pantalón de mezclilla y unos zapatos que parecían botas, al igual que una blusa roja con cuello de tortuga.
Oyó la tetera silbar por lo que se dirigió la cocina por la tetera y dos tazas para llevarlas al pequeño comedor.
Se acerco a la alacena y saco varios frascos, luego se sentó. Sirvió agua caliente en la taza, luego agrego café y azúcar, y se dispuso a mezclarlo.
Justo cuando estaba a punto de empezar a consumir su "desayuno" (si puede ser llamado así.) Hao se despertó y se dirigió hacia donde ella estaba...
-Buenos días- Dijo Anna sin siquiera voltear a verlo.
-¿Qué haces?
-Bueno pretendo salvar al mundo.-Dijo Anna alzando la vista por primera vez.
Hao solo la miro extrañado.
-Olvídalo..-Suspiro Anna resignada.
Hao se sentó a lado de ella mientras la observaba atentamente.
-¿Qué tanto me ves?
-¿Qué es eso?
-Es café ¿Acaso no lo conoces?
-No en mi época yo no consumía semejante cosa...
-¿Pues cuantos años tienes?
-Mas de los que aparento...
Anna solo se reservo a no comentar y a servirle café.
Los dos tomaron en silencio, luego la joven se dio cuenta que se le hacía tarde (tal vez eso no era cierto, pero por motivos bastante obvios ella no quería quedarse con su nuevo acompañante.) por lo que se levanto de su lugar y se dirigió a la entrada de su casa.
-¿Vas a venir o no?
-¿Quieres que vaya?
-No...pero no pienso dejarte sólo en mi casa...
-Como gustes.
Anna se coloco su abrigo negro y una bufanda junto con un gorro rojo. Hao solo se volvió a colocar la gabardina y salieron.
-Este será un día largo.
Eran las 8:30 cuando Yoh se disponía a abrir las puertas del restaurante de su familia, empezó a acomodar las mesas, y a barrer parte de los pisos mientras esperaba a que sus compañeras llegaran. Siempre con una sonrisa el joven se movía alegremente por el edificio siempre volteando a ver hacía enfrente...
...a su querida librería...
De vez en cuando solo suspira y reía un poco, Anna nunca llegaba tan temprano, siempre era la ultima en abrir. Yoh se sintió un poco tonto al desesperarse por no verla, pero es que la quería tanto.
-No te preocupes Yoh ella llegará en una hora y media.- Dijo el joven tratando de reconfortarse a si mismo.
Ya había terminado de arreglar todo para empezar a trabajar cuando de pronto la vio, su silueta delgada, su cabello rubio, era ella.
-Es imposible- Dijo Yoh mientras veía atónito su reloj. En todo este tiempo ella siempre llegaba a las diez...todos los días.
Trato de tranquilizarse, a fin de cuentas, eso no era malo, eso significaría que podría ir con ella antes de que todo el mundo empezara a abrir. En resumen tendría "mas tiempo con ella."
Yoh sonrió ampliamente al haber pensado astutamente, sin embargo al salir del restaurante vio algo que le llamo la atención.
Detrás de Anna iba un joven, era un joven alto, moreno y con cabello castaño. No era la presencia del joven lo que le asombraba, era el hecho de que se acercara a Anna y le ayudará a abrir, cosa que Anna permitió...
¿Era acaso uno mas de sus pretendientes?
No...eso era imposible, Anna nunca dejaba que nadie la ayudará, y si lo hacía ella los corría justo después de que abrieran su puerta. Mas ese joven, ese extraño intruso había entrado junto con Anna al establecimiento.
¿Acaso sería familiar suyo?
No...eso era aun menos probable...no tenían ningún parecido físico.
Tal vez solo venía a comprar un libro...
Si..esa debía ser la razón...él era solo un muchacho normal, que quería comprar un libro y al ver a Anna abriendo la puerta, decidió ayudarla. Eso era lo mas coherente. Yoh sonrió, se estaba volviendo loco por una mujer que no le correspondía.
Yoh entro a la cocina, decidido a empezar a preparar todo, de pronto una joven de cabello rosado entró mientras se ponía un delantal.
-Buenos días joven Yoh
-Buenos días Tamao.
-Ya vio, la señorita Anna ha llegado temprano.
-Si parece ser que hoy madrugo.
-Eso esta bien supongo, podrá vender mas libros.
-Si...ella ha de ser una de las personas que mas dinero gana.
-Eso parece...incluso parece que ya tiene un acompañante que la ayude...
-¿Qué dices?- Pregunto Yoh asombrado, mientras veía hacía la librería desesperadamente...
-Mire allá joven Yoh.- Dijo Tamao mientras movía delicadamente la cabeza de Yoh hacia la derecha y apuntaba a aquel extraño que joven había visto hace poco.
-No puede ser...
Yoh entonces se alejo de Tamao y con una seguridad repentina se dirigió a la librería.
Mientras tanto Hao y Anna estaban en la librería , Anna estaba leyendo un libro. Hao estaba buscando un libro entre los estantes...
-¿Este Anna?-Dijo Hao aburrido.
-No...demasiado tonto..
-¿Este..?
-No...esta en latín..
De pronto se oyó que abrieron la puerta Anna alzo su mirada sin inmutarse, y Hao pareció no notarlo siquiera.
-Asakura, hoy vienes temprano.
-Bueno, es que hoy abriste temprano Anna.
-¿Qué quieres? Hoy estoy ocupada.
-Tal ves pueda ayudarte.
-Gracias pero tengo ayuda de sobra.
-¿Este Anna?- Dijo Hao mientras salía de los estantes..
Hao e Yoh solo se quedaron viendo, Hao con una mirada despreocupada que inspiraba una gran confianza, Yoh con una mirada que estaba enojada, mas aparentaba no importarle...
-Bueno...si ya terminaron...te presento a Hao, él es...emmm...mi nuevo ayudante. Hao él es Yoh.
-¿Conseguiste quien te ayudará Annita? Creí que no te gustaba...
-No me gusta mas las circunstancias lo dictaron así...
-Ya veo...
Con eso Yoh salió de la tienda desilusionado, con el corazón hecho trizas aquel extraño joven había venido a arrebatar la felicidad de su vida...pero el no estaría dispuesto a dejarla ir, no ahora...
¿Qué tal? Ooorale, bueno esta vez si me tuve que poner a trabajar. Espero no haberme tardado mucho, pero es que es tiempo de exámenes, trabajos y tortura física y emocional para nosotros los estudiantes. (Ya ustedes sabrán de lo que hablo)
Jejeje y aparece Hao-el sexy- Asakura D vamos ya todo mundo quería leer sobre él..yo lo se.
En fin, hasta la proxima...
Raven Solitude