Capitulo Tercero
-Buscando al ángel-
Yoh se fue prácticamente azotando la puerta. Hao solo miro confundido y Anna solo fijo su mirada en la puerta.
-Ese estúpido va a romper mi puerta si continua así...
-¿Quién era ese idiota?
-Se llama Yoh Asakura...y trabaja justo enfrente, en el restaurante.
-¿Es pareja tuya o algo?
-No..-Dijo Anna secamente mientras fruncía el ceño.
-¿En serio? porque parece estar bastante interesado en ti..
-Si...pero yo no en él.
-Tienes tantos pretendientes aquí..
-Son todos una bola de idiotas, vanidosos...
-Vaya eres una mujer de conversación- Dijo Hao algo aburrido.
-¿Qué quisiste decir con eso?- Dijo Anna viéndolo con mirada de hielo.
-Lo que oíste eres una mujer aburrida.
-Pues perdóname pero yo no nací para tu diversión
-¿A que te dedicas? ¿Qué haces en tu tiempo libre?
-Pues veras- Dijo suavemente Anna fingiendo calma y cerrando su libro...me dedico a vender libros y yo no conozco el tiempo libre...porque soy una persona solitaria que no quiere divertirse y muy probablemente ahora ocupe ese tiempo libre ayudando a un ángel caído a hacer no se que cosa rara...
-Te prometo que valdrá la pena...
-No necesito tu lastima...
-Pero yo si la tuya...
-¿Y que piensas hacer?
-Tengo que investigar ciertas cosas
-No me digas que piensas matar a alguien ...
-Yo nunca dije eso..
-No puedo confiar en ti...
-Eso esta bien. Yo tampoco lo haría.
-¿Y cuando empiezas con tu investigación tipo Sherlock Holmes?
-¿Qué?
-Cuando empiezas...
-Tan pronto como el grupo se complete...
-¿Disculpa?
-Olvídalo...de todas maneras no puedo hacer mucho..no he venido aquí a matar a alguien...
-¿Cuál es tu propósito aquí? Ya contéstame..
-Soy una persona sin destino ni propósito, sin nadie por quien preocuparme ni nadie que se preocupe por mi, soy un joven que no tiene una razón para seguir adelante...ese soy yo..-Dijo Hao, cada palabra que decía era un paso que daba, por lo que quedo cara a cara con Anna.
-Aléjate de mi.- Suspiro la muchacha lenta y peligrosamente.
-Entonces esta será la ultima vez que me preguntes...
-Eres un idiota...
-Mira Anna, estoy buscando una forma de conseguir el perdón y poder largarme de aquí...he estado aquí demasiado tiempo, presenciando demasiadas cosas, es como ser inmortal, y vivir la misma historia una y otra vez...
-Con esa actitud no conseguirás el perdón muy pronto...
-Lo sé...sigo cometiendo los mismos errores una y otra vez...
-No pudiste haber hecho algo tan malo....
-Si lo fue...todo fue culpa de ella...y luego esas estúpidas ambiciones mías
-¿De ella?
-Mejor me voy.
Hao salió de la librería y se fue lejos pasando el restaurante lentamente, para luego irse a las afueras del centro de Funbari.
-Que tipo mas raro.
El día paso tranquilo, el mediodía también sin embargo la tarde no fue así...Anna estaba descontrolada, no sabía porque...una gran ansiedad llenaba su corazón y su mente. No tenía caso...era inútil..que Hao no estuviese ahí era una carga menos para ella y sin embargo...
Trato de relajarse pretendiendo que nada pasaba, a fin de cuentas era una carga menos, una carga menos...se repitió eso todo el día...los minutos pasaban y pasaban...y no regresaba...de vez en cuando una que otra persona iba a comprar un libro y ella los atendía mas desinteresadamente que de costumbre (si es eso posible).
Las horas pasaban, Anna se resigno y empezó a leer un libro, mas lo dejó después de un rato después de darse cuenta que estaba leyendo la misma línea una y otra vez.
Cuando Anna miro el reloj eran las nueve, ya era hora de cerrar. Anna suspiro..y se dirigió a la puerta de cristal para cerrarla, posteriormente dejar caer la cortina.
Empezó a caminar lentamente viendo al asfalto, dio una ultima mirada al restaurante, vio a Yoh y a Tamao cerrar el restaurante e irse caminando juntos.
Al verlos Anna hizo un ademán parecido a una sonrisa, se sentía alegre por la joven Tamamura que se iba alegremente con Yoh.
A diferencia de lo que muchos creían Anna no odiaba a nadie mas que a ella misma. Por no poder llevar una vida feliz, por no poder sonreír, por encerrar toda esa amargura en su ser, ¿dónde se habían ahogado sus sonrisas?
Su madre se las llevo todas...y luego ella..ella...
-No, no vale la pena recordar-Dijo la chica de ojos oscuros mientras estrechaba mas su abrigo...
¿Dónde habían quedado sus recuerdos de unicornios, mariposas y paletas de dulce? Su infancia indagaba en algún lugar de la mente de la solitaria muchacha...no queriendo salir...no valía la pena...
Empezó a llover, Anna odiaba la lluvia, pero era imposible hacer algo al respecto era época de lluvia de todas maneras, todos los días llovía y ella sin paraguas.
Mientras a la mayoría de la gente le encanta la lluvia, ver como las gotas al caer en los ventanales se volvían una, Anna odiaba ferozmente la lluvia, la lluvia solo le recordaba sus lagrimas, todas aquellas que derramo aquella noche en la que no pudo reparar su error. La lluvia no pudo apagar aquel fuego que...
-¡Basta!-Anna grito de pronto hacía la nada, lagrimas caían de su rostro. –Eres una estúpida Anna, prometiste no recordar eso, lo prometiste idiota, y mírate por tu desobediencia ahora estas sufriendo.
Se detuvo y busco refugio, mismo que encontró bajo el techo de una choza vieja, ahí se quedo observando a la nada...
-Maldita lluvia.
De pronto lo vio...era una sombra que se movía sutil y ágilmente por los árboles y el terreno. A Anna le llamo la atención semejante espectáculo, pero lo que la llevo a seguir a esa agraciada figura es que la había visto a los ojos para luego seguir con su viaje.
Anna se levanto y siguió a aquel extraño ser, él al verla corrió y ella tuvo que seguirlo corriendo también.
La luz de los faros pudieron iluminar a aquel extraño...era un pequeño, parecía ser un niño, con la piel oscura y el cabello negro.
¿A dónde iría con tanta prisa a estas horas?
Anna nunca se había caracterizado por sentir curiosidad hacia nada ni nadie pero haciendo una excepción a esto se decidió a seguirlo con curiosidad, el viento chocaba contra su cara, haciendo mas difícil su respiración, la lluvia ya la había mojado completamente, y el frió le helaba los huesos.
No podía ser una chica normal que en este momento estuviese en su casa viendo televisión, leyendo o algo parecido. Tenía que estar persiguiendo a un niño a quien sabe donde...
De pronto aquel niño se detuvo frente a una parte boscosa de Funbari, casi nadie iba ahí, camino un poco, luego dio vueltas a la izquierda, luego a la derecha y llego a un lago que daba la impresión de claro oscuro.
Anna se detuvo en seco al ver como el niño se acercaba a un cuerpo que se encontraba tirado en el suelo aparentemente herido, mas lo que vio después simplemente la horrorizo..
-Hao...-Dijo Anna sin poder quitar su mirada de encima.
Se acerco temerosamente al cuerpo tendido, cubierto de sangre, temiendo que estuviese muerto...
-¿Se encuentra bien?
-¿Quién eres tu?
-Contéstame primero! ¿Se encuentra bien si o no?
-Esta vivo, aunque no esta en buena condición.
Anna suspiro aliviada ,aquel ángel caído, que si hacía cuentas no tenía un día de conocer estaba vivo...era un alivio.
-¿Qué te han hecho Hao?- Dijo Anna con real preocupación por primera vez en mucho tiempo. No estaba bien del todo. Se estaba preocupando por un...ángel caído..
-¿Usted conoce al señor Hao?
-¿Creo que es obvio no? Pero mejor primero actuamos y luego platicamos..
-¿A dónde lo llevaremos?
-A mi casa
Entre los dos cargaron a Hao, pretendiéndolo llevar hasta la casa de Anna, quien por primera vez se maldecía por haber vivido tan lejos.
Llegaron después de mucho, mucho tiempo, Anna estaba exhausta, su acompañante estaba preocupado. Luego de colocarlo en el sillón. Anna se dirigió al baño mientras dejaba al niño con Hao.
-Muy bien ya volví y traje algunas cosas básicas para curarlo.
-Es usted muy amable...
-Te tragarás tus palabras después.
-Disculpe que no me haya presentado. Me llamo Opacho y soy el ayudante del señor Hao.
-Así que tú eres ese del que Hao estaba hablando en la mañana. Bueno yo soy Anna Kyouyama mucho gusto.
-¿Usted la joven que el señor Hao a elegido para..?
-Si...para ayudarlo en lo que sea que este haciendo.
-¿Sabe usted algo de primeros auxilios?
-Pues no pero tendré que aprender.
-Pues lo primero que tendremos que hacer es desvestirlo.
-Errrhmm..
Anna miro horrorizada a Hao luego de oír lo que Opacho había dicho, pero era cierto, no había otra alternativa, la ropa del muchacho estaban bañadas en sangre. Llena de horror tuvo que proceder a tal labor.
-Opacho, ve por alcohol y vendas, están en el baño al fondo
-Claro señorita Anna.
Anna suspiro aliviada, mientras se disponía a desabotonar la camisa de Hao lentamente, no quiso admitirlo pero lo había hecho para alejar a Opacho y no sentirse incomoda..
Pero era imposible no sentirse incomoda...sus mejillas ardían y seguramente estaban completamente rojas...pero era imposible no sonrojarse.
Lo que Anna estaba viendo era simplemente un cuerpo perfecto, moreno, músculos bien formados, un deleite para su vista.
Tratando de no mirar y recordándose que lo estaba haciendo para salvar la vida de Hao, Anna se dispuso a quitarle los pantalones .Olvido sus lujuriosos y depravados deseos al ver el estado en el que se encontraba Hao...tenía varias cortadas en el cuerpo y moretones, y casi estaba desangrando...Anna no sabía ni por donde empezar..
Nunca en su vida le había pasado algo así..tenía a un joven súper apesto, casi desnudo a medio morir...
-Mas te vale que sobrevivas a esto Hao. Me la vas a pagar caro...
Hola!
Ahora si me tarde, jaja lo que pasa es que la iba a poner el fin de semana pasado pero tuve que salir y ya no tuve acceso a Internet ni nada por el estilo...
Jajaja ahora si que hice "sufrir" a Anna ( y eso es entre comillas porque como me gustaría estar en su lugar ;;)
Por otra parte aparece Opacho ¿Por qué lo puse? Pues....para darle a Hao un tono mas paternal o algo por el estilo. Además de que me cae bien D
Jejeje ya no sean mala onda dejen reviews XD me ayudan a tener inspiración con la historia si no me cae que no la voy a continuar eh?
Bueno ya en serio. Gracias por seguir esta historia sin rumbo fijo.
Cuídense!
Raven Solitude
