"Guardián Eterno: la leyenda del pasado"

Por: Sekhmet Malfoy

Encantadora de Dragones
Miembro de la Orden Severusiana
Miembro de la Orden Siriusiana
Miembro de la Orden Draconiana
Miembro de la Legión de Lupinas
Miembro de la Orden de Potter
Miembro de la Orden de las Mortifagas

http/ después del desastroso comienzo del verano, las cosas parecen mejorar para Harry... pero ahora tendrá que enfrentar un nuevo desafió si quiere proteger a las personas que quiere, y con ello al mundo mágico...

Capitulo 13

Dios, y pensar que el creía que la semana había sido de muerte... suspiro por enésima vez en el día.

- Severus, repíteme, ¿por qué estoy haciendo esto? – se escucho preguntando con voz cansada y por décima vez en los últimos 15 minutos.

- Porque se lo prometiste a Harry, además querías librarte de Auriel – respondió el aludido con una voz igualmente cansada.

- Entonces, ¿por qué sigo teniendo la impresión de que no sirvió de nada? – volvió a refutar el hombre de ojos amatista haciendo que su acompañante girara los ojos.

- Eso es realmente simple... – fue interrumpido antes de acabar (nuevamente).

- Si es tan simple ¿por qué no...

- Sire guarda silencio de una maldita vez... – casi grito el maestro de pociones completamente exasperado, llamando la atención de los alumnos reunidos en el lugar, demonios, habían tenido esa conversación unas... mmm... sinceramente no sabia cuantas veces, suspiro y maldijo nuevamente la hora en que su pareja prácticamente lo había obligado a arrastrar al vampiro hasta hogsmeade – es lo que estoy tratando de explicar.

- Bien, sigo esperando... – refunfuño Sire, lanzándole una mala mirada.

- La razón es simple y se reduce a él... – señalo a un hombre de cabellos castaños oscuros y mirada añil, que pedía su orden en la barra sin dejar de mirar hacia su mesa.

- Cierto, ¿por qué no se quedo en el colegio, sería mas fácil si dejara de cuidarme como si fuese un niño pequeño que lo necesita... ¡¡POR DIOS, TENGO SEIS MIL... – se detuvo ante la mirada sorprendida de los otros clientes de "las tres escobas" - ... razones para no estar aquí... –termino frustrado. Ni siquiera podía sacar sus frustraciones en paz. Volvió a suspirar con pesadez antes de dirigir su mirada hacia la ventana.

Había estado observando a su ex... no, técnicamente no habían terminado su relación, se le veía algo molesto... siendo sinceros se le veía realmente molesto, además ¿qué era lo que había gritado?

Dirigió su mirada hacia su cerveza de mantequilla y suspiro ligeramente.

- ¿Ya elegiste tu disfraz para el baile? – una voz suave, aunque algo fría le devolvió a la realidad.

- Aun no, ¿y tu? – respondió el rubio observando los escrutadores ojos verdes que le miraban.

- Algo así, le pedí ayuda a Sire – eso si que llamo completamente la atención de su interlocutor.

- ¿Él ira? – pregunto tratando de que su voz no sonara desesperada por obtener una respuesta.

- Si, aunque yo diría que tiene que ir – sonrió burlonamente.

- ¿Por qué, ¿acaso no tenia pensado asistir? – ahora si había fallado en su intento, eso sonó algo desesperado, por lo que se gano una ligera risa burlona de parte del ex gryffindor frente a él.

- No, Auriel lo obligo a cambio de un par de cosas – soltó la ultima frase como no queriendo hacerlo para ver la reacción del rubio.

- ¿qué clase de cosas? – pregunto interesado, al diablo las apariencias, había notado el interés del otro vampiro en su novio y eso no lo iba a permitir, así que ahora no le importaba sonar suplicante.

- No estoy seguro, menciono algo sobre dejar de seguirlo a todos lados y no se que. Pero el punto es... ¿estas listo para arreglar las cosas con él? – pregunto Harry, siendo sincerohabía notado cierto cambio en Sire desde el día anterior, cuando Severus le informo sobre la conversación ocurrida entre los vampiros dentro del aula de DCAO, ya no vestía de negro, bueno no completamente y se veía ligeramente mas animado, claro que no era muy notorio, sin embargo ahora se la pasaba refunfuñando del otro vampiro todo el tiempo.

Volvió en si cuando el rubio dirigió su mirada hacia la mesa donde se encontraban ambos profesores morenos, noto como al hacerlo una mirada amatista se cruzo con una plateada y sonrió, tal vez ese distanciamiento no duraría mucho.

Miro la mesa donde estaba su... mmmm... novio, aun lo eran ¿cierto?... su mirada cruzo con la del pequeño rubio, ¿qué había en ella? Dolor, celos, esperanza... y ¿amor?... si eso era cierto aun podría funcionar, sonrió ligeramente en su dirección y a cambio recibió otra sonrisa igual, bien... al parecer iba por buen camino.

Se levanto un poco para ir en dirección de su ángel cuando descubrió una presencia conocida que le hizo tensarse de repente, giro su vista bruscamente hacia la ventana. Y su corazón se detuvo ante la visión que se le presentaba, un hombre alto y apuesto vestido de negro, de cabellos marrón, miraba sonriendo hacia él, pero no eso no era lo que llamaba su atención, no... lo que lo había hecho eran sus profundos ojos negros azulados, sacudió ligeramente la cabeza y parpadeo un par de veces, cuando dirigió nuevamente su vista a la ventana ya no había nadie. Se dejo caer pesadamente en su asiento completamente aturdido.

- ¿Ocurre algo? – pregunto su acompañante.

- Si... no... – se agacho tomando su cabeza entre sus manos – no estoy seguro.

- ¿pasa algo? – pregunto Auriel sentándose a su lado después de obtener su orden -, te vi agitarte, ¿estas bien? – coloco su mano en el hombro de Sire.

- Si... – se levanto para salir del lugarignorando a los otros – ahora vuelvo, necesito hacer algo – dijo aun de espaldas, y hablo de nuevo sin girarse –. Auriel, ¿no sentiste algo extraño?

- ¿Extraño? – parpadeo confundido – no..., ¿qué ocurrió? - pregunto aun mas interesado.

- Ahora no, necesito algo de aire "además de asegurarme que no era una ilusión" – agrego para él saliendo definitivamente del lugar.

- ¿qué fue eso? – no pudo evitar preguntar el rubio cuando noto lo ocurrido en la otra mesa.

- No lo se, pero debe ser importante, Sire no actúa así sin razones.

- ¿Te molesta si salgo un minuto?

- No, anda, creo que podrías hablar con él – Draco asintió y salio del local. Sin notar como su amigo sonreía, como lo había dicho, podría ser la oportunidad de arreglar las cosas entre ellos, después de todo una vez que Draco había superado su reacción inicial de miedo a los vampiros lo demás ya no debería ser un problema.

Fue interrumpido en sus meditaciones cuando un par de sombras se acercaron a su mesa. Estaba tan ocupado en sus pensamientos que no lo noto hasta que fue tarde, ahora ya no podía escapar de ellos.

- Weasley, Granger, ¿se les ofrece algo? – pregunto fríamente sin mirarlos.

- Queremos hablar contigo – dijo la castaña sentándose frente a él, ocupando el lugar abandonado del rubio mientras el pelirrojo se mantenía en pie esperando a su hermana quien se acercaba.

Suspiro imperceptiblemente antes de hablar.

- Bien, tienen cinco minutos – ¿a quién quería engañar? Cierto a ellos..., pero no lo podía evitar extrañaba a su amigos, a pesar de su forma de comportarse realmente los extrañaba.

- ¿Qué te pasa Harry, te pierdes en las vacaciones y cuando vuelves te ves... – el pelirrojo hizo una pausa antes de continuar señalando su figura – así... frío, duro, tan distinto... tan...

- Slytherin... – termino su hermana por él colocándose junto al moreno – además ¿qué es eso de que estabas viviendo con vampiros? – pregunto tratando de acercar su mano a la del chico, la cual estaba sobre la mesa cerca de su cerveza de mantequilla.

Les miro un momento antes de intentar contestar, pero fue interrumpido por un voz fría, aunque él podía notar claramente un timbre de molestia en ella, aparto su mano de la mesa, para frustración de la pelirroja, al girarse y observar al hombre moreno que le hablaba.

- Señor Potter, ¿podría hablar con usted un momento? – asintió ligeramente, antes de levantarse para seguir a su pareja se giro para mirar a los ojos a Hermione.

- "Hoy antes del baile en el Sauce, tu y él... solos..." – fue lo que escucho la castaña en su cabeza antes de observar como su amigo seguía al hombre hasta su mesa donde se sentó en el lugar de Sire.

Ron la miro confundido pero se animo a preguntar.

- ¿Qué fue eso?

- Aquí no...

- ¿Qué paso con Sire? – pregunto nada mas sentarse con los otros.

- No sabemos, solo dijo que saldría a tomar aire – respondió Auriel –, creo que veré que pasa.

- No tu te quedas donde estas – le detuvo el joven al observar como se levantaba para salir –, estoy seguro que estará bien – termino con una mirada picara que fue captada inmediatamente por su pareja.

- Draco fue por él, ¿cierto? – dijo afirmando mas que por preguntar.

- Si, espero que arreglen todo.

- Aun no entiendo por que lo apoyan con eso... Malfoy es muy joven para... – comenzó a decir el moreno pero Harry lo interrumpió.

- Ellos sabrán lo que hacen, no tenemos por que interferir – le miro seriamente dando por terminada la discusión.

- Cambiando de tema, ¿qué hacías con los gryffindor's? – pregunto su amor preocupado, había observado claramente los avances que intentaba la pelirroja con su ángel y por eso se había acercado a interrumpir.

- Tranquilo amor, se perfectamente por que te presentaste, las clases de Amelek me sirvieron perfectamente para conocer a las personas con tan solo verlas – dijo en voz baja para que nadie los escuchara –, pero ya es hora de que arregle las cosas con ellos.

- Los hechas de menos – menciono Auriel participando de nuevo en la conversación, recibiendo un asentimiento como respuesta.

Trato de avanzar entre los alumnos, estaba seguro que de si continuaba en esa dirección lo encontraría, aunque debía tomar en cuenta que no disponía de mucho tiempo, la visita al pueblo estaba por terminar y pronto habría menos luz, debía darse prisa.

Noto como un hombre vestido de negro le observaba al final de la calle, estaba por salir del pueblo, pero no le importo, sabia que debía hablar con él, su sangre le llamaba.

Apretó un poco el paso sin darse cuenta que un joven rubio le seguía, estaba interesado en hablar con Sire, pero no podía darle alcance con tantos estudiantes en medio, maldijo por eso... por un momento perdió de vista a su novio, y cuando se dio cuenta este estaba por salir de los limites del pueblo rumbo al lindero del bosque. No dudo y le siguió, cuando le dio alcance pudo observar como se detenía frente a un hombre, no se veía mayor de 30 años, realmente era apuesto y esos ojos... jamás había visto unos ojos como esos, ¿eran negros o... azules, no podía asegurarlo, se acerco otro poco para tratar de escuchar... (Hay este niño como se mete en problemas por escuchar platicas ajenas ¬¬... Ev: muy cierto... ññU)

- ¿Quién eres? – pregunto Sire algo nervioso, sabía que conocía al hombre frente a si, pero no podía darlo por sentado, no quería hacerlo.

- Lo sabes, no creo necesario decirlo... – contesto con calma, tal como lo haría Amelek si fuera él.

- ¿Entonces eres tu? – observo un pequeño asentimiento por parte del otro, su calma comenzaba a sacar de sus casillas al moreno por lo que le reprocho con dureza – ¿por lo menos me dirás tu nombre, creo que merezco conocer el nombre de aquel que me hizo lo que soy...

- Me juzgas demasiado rápido...

- ¡¡TE JUZGO COMO ME DA LA GANA! – grito nuevamente molesto – ¡¡CREO QUE TENGO EL DERECHO DE HACERLO, ME HICISTE LO QUE SOY, Y A DIFERENCIA DEL RESTO ME DEJASTE, NO TE IMPORTO QUE FUERA UN NEONATO, ME ABANDONASTE CUANDO TU DEBER ERA EL DE ENSEÑARME, EL DE GUIARME!

- Me hice a un lado para no convertirte en un moustro...

- ¿Y quieres que yo me lo crea? Es lo que soy gracias a ti – ahora ya no estaba gritando, pero se podían ver ligeras lagrimas oscuras corriendo por su rostro –, jamás eh podido volver a mirarme al espejo sin ver a un condenado en el... ¿por qué si no querías convertirme en esto lo hiciste? – pregunto en voz suave dejándose caer en la pasto sin levantar la mirada.

- No te deje por que quisiera... – el castaño se puso a su altura para levantar suavemente su barbilla - pero mi presencia solo habría traído tu destrucción... mírate, no eres un moustro – Sire dirigió su mirada hacia él nuevamente –, eras el elegido, lo supe desde que te mire cazando junto a tu padre, eras perfecto, la imagen de un ángel... – le miro con orgullo como solo su padre le había mirado antes – de nuestro ángel... no me aleje por que lo deseara, cometí muchos errores en mi vida y después de ella, pero el dejarte no fue uno, si me hubiese quedado a tu lado habría corrompido tu corazón... tu alma...

- ¿Por qué volviste entonces? - volvió a interrogar, nunca había sido bueno para guardar rencores, con excepción de Ilian, así que ya no deseaba reclamar por algo que no tenia remedio - ¿por qué ahora?

- Porque ahora me necesitas, no voy a volver a dejarte solo, no de nuevo, ahora ya no puedo moldearte, así que estas a salvo de mi – hizo una pausa, el viento comenzaba a enfriarse ligeramente a su alrededor, esa no era una buena señal –, debes marcharte, hablaremos después, pero antes – se acerco un poco a Sire para dejar su cuello expuesto al otro vampiro –, debes alimentarte, mi sangre te dará mayor fuerza.

- Pero...

- No discutas, date prisa, debes marcharte pronto – si poner mas excusas se acerco al otro y le mordió el cuello, nunca antes se había alimentado de otro, ni siquiera había probado sangre humana pero en ese momento no importo, ni siquiera se dio cuenta cuando su maestro comenzó a beber de él, era extraña y embriagante la sensación de poder que le recorría mientras la sangre del mayor entraba en contacto con sus labios, estaba tan perdido en sus sensaciones que no se dio cuenta que el otro vampiro le separaba de su cuerpo...

Draco observaba aun escondido, nunca había visto algo similar, estaba confundido, aunque no le agradaba en absoluto que el desconocido estuviera tan cerca de su Sire. Vio como el castaño alejaba al moreno de su cuello. ¿Quién se creía que era para acercarse a su pareja?

- Es suficiente, ahora debes irte.

- Pero...

- Hablaremos en un par de días, vete...

El moreno se alejo un poco y se giró hacia el pueblo, trato de mirar atrás, y cuando lo hizo se dio cuenta de que no había nadie...

- Espero que cumplas tu palabra... Padre – dijo sonriendo ligeramente sin notar la mirada de Draco, este no estaba nada contento, no conforme con haber seguido a su novio para tratar de arreglar las cosas este se encontraba con otro vampiro sin siquiera acordarse de él.

Cuando pretendían volver, Sire aun sin conocer que su rubio estaba cerca, escucharon una divertida risa proveniente del bosque, junto con un pequeño murmullo que parecía decir "Thálit", esto provoco que la sonrisa del vampiro se ensanchara, después de todo ahora conocía su nombre.

- Ahora... – murmuro para si el adulto – si pudiera hacer que Draco volviera conmigo mi felicidad estaría completa...

Volvió hacia las tres escobas si saber que sus palabras habían sido escuchadas.

- Vaya, ya era hora que volvieras, debemos regresar al castillo, gracias Dios todos los mocosos están en camino en los carruajes – fue la bienvenida para el profesor en cuanto ingreso a las tres escoba -, ¿dónde diablos estabas?

- Tranquilízate Sev, - Harry coloco su mano tentativamente en el brazo de su pareja deteniéndolo antes de que saltara sobre el vampiro en busca de una explicación – seguro tiene sus razones, ¿dónde esta Draco?

- Debería estar con ustedes – menciono preocupado Sire.

- ¿No estabas con él? – ahora si el ojinegro estaba preocupado.

- No. Estaba atendiendo algo más – respondió el profesor de DCAO.

- Aquí estoy – se escucho una voz detrás de ellos.

- ¿Dónde te habías metido? – interrogo su tío, pero fue interrumpido por Auriel, que se estaba cansando de la conversación sin sentido.

- Regáñalo cuando estemos en el colegio, por si se les olvida debemos asistir a un baile.

- No me lo recuerdes, aun no se por qué tengo que ir – suspiro Sire.

- Lo prometiste y... – refuto el otro vampiro.

- ¡Y debes cumplir tus promesas! – terminaron un moreno de ojos verdes y otro de ojos violetas por él...

- Me están dando dolor de cabeza... suban al carruaje – sentencio Severus obligándolos a subir.

El camino de vuelta hubiese sido completamente silencioso, de no ser por que Sev intentaba sacarle información a Draco, los otros tres estaban pensativos, Harry se preguntaba ¿qué había hecho Sire que no hablo con Draco, Auriel intentaba encontrar una respuesta a la pregunta que Sire le había hecho antes de salir del mesón, ¿no sientes nada extraño?, ¿qué podía haber alterado al vampiro de esa forma?... y Sire... Sire solo pensaba como hacer para que su rubio le perdonara... De esa forma llegaron al castillo para prepararse y asistir a la fiesta, después de todo aun era Hallowen...

- Aun no puedo creer que haga esto – se quejo nuevamente Sire, vestido con su antiguo traje de justicar... ahora que recordaba el mismo le había hecho mejoras, tenia unos ajustados pantalones de cuero negro, botas de piel de dragón a juego,un peto cubría la mitad su torso dejando espacio a un cinturón del mismo material que el peto para la protección de su cintura y abdomen,una especie de polo de manga larga se podía observar bajo el peto, el atuendo era completado por una gran capa negra con un forro interno de color rojo pendía de sus hombros mientras su espada colgaba a un costado.

- Lo prometiste, además no te puedes quejar te ves genial – menciono Harry, colocando su espada a un costado de su cadera, iba vestido de una forma similar, solo que en lugar de un peto, llevaba una túnica verde botella cerrada de cuello chino con abertura en los costados desde la cintura hasta las rodillas, esta tenia en todos sus bordes grabados rúnicos color plata y una capa verde oscura.

- Lo dices para hacerme sentir mejor... por cierto deberías irte si quieres hablar con tus amigos – respondió dando por zanjada la pequeña discusión.

- Si querías deshacerte de mi solo tenias que decirlo – dijo este saliendo de la habitación, solo entonces Sire se permitió observarse en el espejo, no se veía tan mal... ahora debía salir a buscar a su rubio y arreglar las cosas, solo rogaba que Auriel no estuviera cerca.

Llevaban algunos minutos esperando a Harry, les había costado bastante trabajo despistar a Ginny, la chica parecía sospechar algo y no podían sacársela de encima, pero ahora ya estaban ahí, esperaban que el cumpliera su palabra y se presentara, tenían muchas preguntas para él. Después de todo no había sido fácil disfrazarse antes de salir a esperarlos... ahora lo esperaban algo impacientes.

El pelirrojo influenciado por Hermione se había disfrazado como un elfo... la chica había estado metida en la biblioteca buscando información para la PEDDO (Sekh: ¿¿así era? Ev: no importa tu sigue... Sekh: o.k...) y había descubierto que estos eran en cierta forma parientes de los elfos del bosque, así que ahora el chico portaba unos pantalones cafés ligeramente ajustados a sus piernas junto con una túnica verde clara, y botas oscuras que le llegaban debajo de la rodilla, además de una capa verde oscura y para completar un sencillo hechizo que hacia a sus orejas terminar en punta. Mientras la chica utilizaba un vestido blanco con encajes dorados ligeramente ceñido a su dorso con un pequeño escote, y la falda del vestido caía de manera suave cubriendo sus piernas, su cabello había sido trenzado un poco desde la coronilla a la cien creando un lindo recogido al frente y dejándolo suelto en la espalda permitiendo apreciar sus orejas puntiagudas. Estaban nerviosos y fue así como los encontró Harry.

- ¿Estarán ahí toda la noche? – les sobresalto una voz a su espaldas, ¿cuándo había llegado Harry? –, vamos, no quiero hablar aquí.

Le siguieron hacia las orillas del lago, donde se detuvo para mirarles de nuevo.

- Tengo cosas que hacer, así que resumiré lo ocurrido en las vacaciones... – le tomo cerca de 30 minutos hablarles de ello, lo hizo porque estaba cansado de mentirles y no quería ocultarlo mas, claro que no menciono lo de las clases ni su relación con Severus así como lo relacionado al concilio, hablo de Sirius y de cómo lo recuperaron entre otras cosas, cuando termino sus amigos estaban sorprendidos – creo que no es necesario mencionar que esto no debe salir de aquí...

- ¿Pero por que no hablaste con nosotros desde un principio? – reclamo molesto Ron –, somos tus amigos, no debiste hacernos a un lado y juntarte con Malfoy.

- Lo se, pero no estaba listo para enfrentarlos, y necesitaba que incluso ustedes creyeran la farsa, así seria mas real y respecto a Draco, no es como pensábamos, él es alguien muy agradable una vez que lo conoces.

- Pero aun así bebiste ponernos al tanto, no puedes hacer algo así solo – intervino Hermione.

- Herm no estoy solo, Sirius, Remus, Sire y el resto están conmigo, son mi familia.

- ¿Un vampiro es tu familia? – volvió a refutar Ron.

- Ron, no los conoces, no sabes como son...

- Lo único que falta es que digas que te entiendes con Snape – le corto nuevamente el pelirrojo.

- Ahora que lo mencionas – no estaba inicialmente en sus planes hablar de ello pero bueno...

- No, no quiero saber – dijo palideciendo el gry ante la implicación de sus palabras.

- Trataremos de entenderte Harry, necesitamos pensar lo que nos dijiste, pero ahora creo que hay que volver, el baile ya comenzó – dijo Herm escuchando la música proveniente del Gran Hall.

- Creo que es lo mejor – consintió el moreno, pronto los tres estaban de vuelta.

- Hablaremos después ¿cierto? – pregunto ligeramente asustado el pelirrojo.

- Si, pero no frente a todos, deben entender que aun debo sostener esta farsa.

- Lo sabemos, trataremos de hacerlo – concordó Herm antes de despedirse junto con Ron de su amigo, pronto se perdieron entre el resto de los alumnos.

- ¿Todo arreglado? – susurro alguien cerca de su oído, mientras le abrazaba por la espalda.

- Eso creo – respondió en un ronroneo acomodándose dentro del abrazo.

- Entonces colócate ese antifaz y concédeme la primera pieza.

- Creí profesor que no le agradaba la idea de que todos supieran lo nuestro.

- No creo que lo hagan - fue entonces que Harry se giro para observar a su pareja y boqueo como un pez fuera del agua, Severus vestía completamente de negro (para variar) pero de su espalda pendían unas alas de demonio completamente negras, sus ojos antes negros ahora eran de un color cobrizo, y su cabello llegaba a la mitad de la espalda con mechones rojos y dorados distribuidos en el. Sus labios estaban pintados de color negro y gracias a una poción podían apreciarse un par de colmillos rozando sus labios. Si Harry no conociera su voz no lo habría reconocido –, y creo que estas de acuerdo conmigo, así que vamos – tiro de él colocándole el antifaz en el proceso y arrastrándolo hacia la pista de baile, después de unos momentos Harry se movía junto a él al compás de la música, disfrutando de su hermoso demonio.

Aun no se decidía a entrar, realmente no quería encontrarse con Auriel dentro del Gran Hall, respiro profundamente tratando de encontrar una razón para no hacerlo.

Justo cuando estaba por avanzar alguien se colgó de su espalda impidiéndole movimiento alguno, para después susurrarle al oído con voz melosa.

- ¿Nos extrañaste? – sus sonrientes ojos verdes metálicos compartían una mirada traviesa con alguien que aun se ocultaba en las sombras.

- ¿Quién puede extrañar a un dolor de cabeza? – respondió sonriendo ligeramente.

- Que malo... – menciono la otra figura que se acercaba por el frente, para colgarse de su cuello con sus ojos color ámbar brillando divertidos mientras su cabello negro caía atado en una larga trenza.

Draco (Sekh: para variar de nuevo... Ev: ¿por qué siempre lo metes en situaciones así?... parece un fisgón... Sekh: me gusta que se entere sin que le hablen de frente... muajajajajajaja) acababa de llegar, y encontró la situación nada divertida, pero ahora no podía interrumpir. Si Sire estaba jugando con él era el momento de descubrirlo.

- "Si solo soy un juego, yo mismo me encargare de él" – pensó sin apartar la mirada del trío.

- Laurent bájate de mi cuello... y tu Beckett deja de colgarte de mi espalda.

- ¿No vas a dejarnos jugar... – comenzó Beckett

- ... ni siquiera porque venimos... – le apoyo Laurent

-... a salvarte? – terminaron juntos sin soltar a Sire y mirándolo con dolor fingido.

- ¿Y de que se supone que vienen a salvarme? – pregunto arqueando la ceja al mas puro estilo Snape.

- ¿Qué quien va a ser?... de Auriel – dijo Laurent como si fuera la respuesta mas obvia. Esta frase capto completamente la atención de cierto rubio escondió.

- "A ver... ¿qué se traen estos? Espero que sea en serio que se desharán de Turner" – después de todo tal vez podría sacar provecho de la situación, solo necesitaba saber que ninguno de esos dos estaba interesado en su novio.

- ¿Acaso hay alguien mas acosándote? – pregunto interesado Beckett, tal vez tendrían mas información para incomodar a Sire.

- Ya... tranquilos, ¿y cómo se supone que lo harán? – pregunto interesado, sabia que si dejaba que se quedaran realmente se libraría de Auriel, claro que también se arrepentiría de dejarlos cerca con tantos chicos/as listos para recibir alguna broma. Estaba completamente conciente que se arrepentiría antes del amanecer, pero ahora no le importaba si podía librarse de Auriel y tener oportunidad de arreglar las cosas con Draco. Mientras Draco pensaba de manera similar.

Ambos vampiros compartieron una mirada de complicidad y sin soltar al moreno dijeron al unísono.

- Asuntos del Concilio.

- ¿Qué, ¿es en serio que lo necesitan o es una jugarreta suya? – pregunto liberándose de ambos en un solo movimiento.

- Digamos que hablamos con un par de canes que mencionaron una depresión de tu parte... – dijo el oji-verde

- y un vampiro protector... así que venimos a darte una mano – complemento Laurent.

- ¿Amelek sabe de esto? – pregunto mas serio y sentándose en las escaleras del vestíbulo, quizás después de todo era un asunto oficial, por así decirlo.

- Claro que sabe – dijeron serios, algo anormal en ellos.

- ¿Y les permitió venir? ¿a ustedes justamente? – ignoro completamente sus miradas ofendidas...

- Sire – tanteo Laurent antes de continuar captando la atención de este y también de Draco, que no se perdía palabra –, somos amigos, lo hemos sido desde hace mas de 5 milenios...

- Lo se, pero...

- Sire... – ahora fue el turno de Beckett – amigo... te conocemos, sabemos que no sueles actuar así, si estabas deprimido Auriel solo iba a ahogarte.

Ese comentario se gano una sonrisa del moreno de ojos amatistas.

- Me gustaría que él se diera cuenta.

- Te quiere – volvió a mencionar Bek (Sekh: como ya me canse de escribir los nombres completos del par los abreviaré... Ev: ya... ¬¬) –, y lo sabes...

- Lo ha hecho desde hace mucho – menciono Lau. Sire solo asintió, conocía los sentimientos de su amigo por él, pero no podía darle falsas esperanzas.

- Lo se, pero no puedo fingir algo que no siento por él, eso solo lo haría sentir peor.

- Pero él cree que lo hace te hará bien, y nosotros no vamos a permitir que siga así – comenzó Lau –, si él se interpone entre tu chico y tu...

- no solo saldrás lastimado, sino tu chico y Auriel, Sire, cuando te conocimos estabas casi tan deprimido como ahora, te recuerdo cazando vampiros buscando en tu cacería tu propia muerte – esta información dada por Bek sorprendió a Draco, aun no había hablado de Sire sobre gran parte de su vida, quizás si se arreglaban podría conocerlo mejor –, estoy seguro que no volverías a hacerlo, pero igual terminaría destruyéndote, sobreviviste a tu perdida, pero ¿podrías sobrevivir de nuevo?

- No lo se... pero ustedes siempre me apoyaron eso me ayudo, a pesar de sus excentricidades son mis mejores amigos... – sonrió tristemente recordando lo mencionado por Bek – pero eso no quiere decir que les consentiré en todo... – les regalo una autentica sonrisa antes de continuar, en el fondo ese par realmente le animaba – chicos dejémoslo ahí... mejor vayan y desaparezcan a Auriel... quisiera estar solo un momento, necesito pensar...

- De acuerdo... – sonrieron viendo a su amigo mas animado – pero...

- ¿Si? – pregunto al verlos titubear.

- ¿Podemos quedarnos verdad? – pusieron una mirada de cachorritos abandonados, ahora volvían a ser los de siempre.

- Vayan antes de que me arrepienta – sonrió de nuevo negando suavemente antes de realizar un movimiento con su mano y transfigurar las ropas del par en unos disfraces que les venían como anillo al dedo, ahora Laurent lucia un lindo traje de mimo, con maquillaje y todo dejando fuera su larga trenza, mientras Beckett portaba orgulloso un traje de arlequín con cascabeles incluidos, sonrió nuevamente viéndose atrapado en un doble abrazo.

- Gracias – dijeron antes de darle un par suaves besos en los labios y desaparecer por las puertas del comedor en busca de su presa... digo amigo para cumplir con su misión... no planeaban fallarle a Sire.

- Son un caso... – murmuro para si enfocando su mirada en el piso.

- Pero se preocupan por ti... – una suave voz le hizo levantar la mirada para encontrar a un hermoso rubio de mirada gris sonriéndole dulcemente disfrazado como un guerrero chino, sus ropas eran completamente claras, los pantalones blancos algo ajustados desde la cintura pero sueltos desde la rodilla a los tobillos, unas sandalias que parecían cómodas para el combate, y una túnica de cuello chino color arena sin mangas y con botones dorados, además de unas muñequeras a juego con el cinturón en forma de dragón ceñido a su cintura.

El chico pensó que en esta ocasión si le había servido escuchar una conversación ajena...

Mientras tanto en la pista de baile y con una linda canción romántica de fondo...

- Sev, ya es tarde, ¿no crees que deberíamos salir de aquí? – pregunto sugerentemente Harry a su oído, provocando un ligero estremecimiento en su pareja.

- Si tu crees que bailaste lo suficiente, ¿quién soy yo para contradecirte? – murmuró de igual forma aprentando su agarre un poco más.

- Vamos quiero salir de aquí – dijo el oji-verde tirando suavemente de su mano para conducirlo fuera del comedor.

Avanzaron lentamente entre el resto de los alumnos del lugar, estos ni siquiera les habían notado puesto que la mayoría estaba muy ocupado con su pareja, o como nuestro par de vampiros favoritos, buscando a una buena vic... amigo, para conversar.

Claro que como no todos tienen vida propia hubo un par de personas que notaron la salida de la pareja.

- Herm, dime que no es Harry con Snape – solicito el pelirrojo algo pálido, reconociendo el disfraz de su amigo.

- De acuerdo, - sonrió burlonamente la chica castaña – Ron esos no son Harry y el profesor Snape. Vamos a bailar – y lo jalo a la pista sin dejar que contestara.

Fuera del lugar nuestros protagonistas caminaban lentamente rumbo hacia las mazmorras donde ambos tenían sus dependencias.

- ¿Qué tienes en mente mi ángel? – pregunto divertido el mago adulto notando la dirección de su destino.

- No estoy seguro, por qué no me ayudas a decidir – murmuro el chico girándose para encararle, cuando lo hizo sonrió dulcemente y acerco sus labios a los de su pareja quien no desperdicio tiempo y pronto le tenia atrapado en un estrecho abrazo mientras su lengua exploraba con avidez dentro de su boca, saboreando cada rincón como si fuese la primera vez.

Cuando el beso termino por falta de aire Severus se distancio un poco de sus labios para comenzar a trazar un camino de besos húmedos en el cuello de Harry para posteriormente seguir la línea del cuello rumbo hacia su oído y susurrar:

- Tengo un par de ideas, ¿qué te parece si las discutimos con calma en mis habitaciones? – termino mordiendo juguetonamente el lóbulo del chico quien comenzaba a estremecerse entre los fuertes brazos de su pareja.

- mmmm... me parece un buena idea – logro decir entre pequeños jadeos, comenzaba a excitarse por las acciones del profesor de pociones. Esperaba que esta vez nadie les interrumpiera.

Se separaron con algo de reticencia para encaminarse a las dependencias privadas del profesor tomados de las manos, tuvieron suficiente suerte de no encontrarse a ningún alumno o profesor en el camino por lo que llegaron sin problemas, en cuanto entraron Severus aprovecho para cerrar la puerta mientras Harry recorría el lugar interesado, en la primera estancia se encontraba una sala, tenia un par de sillones aparentemente cómodos, hizo una nota mental para probarlos después, continuo con su inspección notando un par de libreros que parecían contener libros bastante interesantes de pociones y encantamientos, además algunos sobre artes oscuras, tendría que pedírselos después para leerlos, en un extremo de la habitación había dos puertas, seguramente una de ellas conducía a la alcoba de su próximo amante, no pudo continuar su línea de pensamientos por que un par de brazos le rodearon por la cintura.

- ¿Te gusta? – pregunto con voz ronca Snape.

- Es... agradable... - gimió cuando este comenzó a pasear sus manos entre los pliegues de la ropa buscando los broches y comenzando a abrirlos - mmmm... ¿prisa? – pregunto divertido al notar como sus manos erraban un poco en sus propósitos.

- Tal vez – respondió moviendo tentadoramente sus labios en el cuello recién liberado de los primeros botones de la túnica –, ¿por qué no me das una mano? – incito a su compañero que se giro por respuesta dirigiendo las manos de Snape hacia los botones que fueron rápidamente sacados de su lugar al igual que la túnica.

Sin la túnica estorbando el maestro de pociones tuvo acceso a la blanca piel del chico y comenzó a besar con deleite, y como este no pretendía dejarle la diversión solo a su pareja hizo un movimiento de muñeca y desapareció las alas del disfraz para comenzar a desnudar a su amante.

Lemmon (leer en la pagina que indica mi bios)

Diccionario… (sacado de no recuerdo que pagina… ññ´)

Neonato: vampiro recién creado.

Justicar: Poderoso vástago de La Camarilla que vela por la seguridad de la Mascarada. Existen muy pocos (uno por cada continente, según parece)

TBC...