"Guardián Eterno: la leyenda del pasado"
Por: Sekhmet Malfoy
Encantadora
de Dragones
Miembro de la Orden Severusiana
Miembro de la Orden
Siriusiana
Miembro de la Orden Draconiana
Miembro de la
Legión de Lupinas
Miembro de la Orden de Potter
Miembro
de la Orden de las Mortifagas
http/ después del desastroso comienzo del verano, las cosas parecen mejorar para Harry... pero ahora tendrá que enfrentar un nuevo desafió si quiere proteger a las personas que quiere, y con ello al mundo mágico...
Capitulo 14
El chico pensó que en esta ocasión si le había servido escuchar una conversación ajena...
- Draco... – murmuro el moreno y viendo como el chico rubio hacia un intento por acercarse, se levanto para alcanzarle a mitad del camino.
- Lo siento... – susurro sabiendo que el vampiro lo escucharía.
- ¿Sentirlo? ¿por qué habrías de sentirlo, fue mi culpa el no haber hablado antes... – le corto antes de que continuara disculpándose.
- Cierto, debiste decirme, pero no era eso de lo que quería disculparme – contesto sonriendo suavemente, dejando al vampiro algo desconcertado con una clara pregunta pintada en el rostro '¿de que demonios hablas?' por lo que se apresuro a contestar con una inocente carita que ni él se creía –, no debí quedarme a escuchar tu conversación...
Sire no pudo evitar sonreír, era clarísimo que no lo sentía en absoluto y estaba a punto de rebatir el punto cuando una voz le detuvo.
- ¿Profesor Pierce? – escucho una voz femenina a sus espaldas, y tratando de no desestimar al rubio se volteo ligeramente para observar a una de las alumnas de gryffindor de sexto año.
- Señorita Miller, ¿se le ofrece algo? – pregunto mirando de reojo a Draco, el chico se veía molesto y frustrado por la interrupción, además era obvio que estaba celoso de que la chica le robara la atención de SU novio.
- Yo... me preguntaba... si... – tartamudeo tímidamente y algo sonrojada provocando un bufido por parte del rubio y una sonrisa del moreno, quien se estaba divirtiendo por las reacciones de su pareja.
- ¿Si? – le animo a continuar sin perder de vista al rubio en ningún momento.
- Me preguntaba si me podría acompañar en el baile... – eso si le descoloco, era obvio que no quería ir, perdería la oportunidad de arreglar las cosas con su pareja, pero tampoco podía decírselo así a la chica. Pero una vez mas se dio cuenta de que en algún lugar tenia un Ángel, Dios o Demonio que le apreciaba, pues su salvación se acercaba desde el lado opuesto del pasillo.
- Sire... – le llamo Auriel notando la incomodidad del otro vampiro y del rubio que no pudo hacer nada mas que bufar contrariado y mirarle amenazadoramente, claro que este le ignoro – ¿no deberías estar dentro?
- De hecho, pero estaba por decirle a la señorita Miller que me es imposible acompañarle, me ha dado una terrible jaqueca y pretendía salir a tomar algo de aire – comento tratando de mostrarse adoloridoyantes de que cualquiera de los dos, la joven o el vampiro, decidiera ofrecerse a acompañarle continuo –, pero ya que estas tu aquí podrías acompañarla, el joven Malfoy estaba por acompañarme fuera y seria una completa descortesía dejar sin una escolta a la señorita – termino con una agradable sonrisa que le indicaba claramente que no aceptaría un no por respuesta, así resignado que asintió aceptando ante la mirada atónita de los dos jóvenes y la divertida del moreno.
Draco aun no podía creer que su novio por fin le diera su lugar frente a Auriel, para él era mas que obvia su mentira, todos sabían que los vampiros eran incapaces de sentir jaquecas, hambre y de enfermarse, claro que la chica no sabia que él era un vampiro, pero aun así estaba tan feliz y aturdido que no se dio cuenta cuando Sire se acerco a él con intención de guiarlo hacia los jardines del colegio.
- Señor Malfoy, podemos salir – susurro lo suficientemente alto para ser escuchado por los otros y despertando de su ensoñación al rubio que solo atino a seguirle.
Auriel solo negó con la cabeza lanzando una mirada de tristeza, sabia que Sire jamás seria suyo, era momento de aceptarlo y permitirle buscar su felicidad al lado del joven Malfoy, suspiro y guió dentro del salón a la pequeña gryffindor, que aun continuaba aturdida por la forma tan sutil de hacerla a un lado...
- ¡¡Diablos! – dijo Sire en cuanto salieron del colegio llamando la atención de su pareja.
- ¿Pasa algo? – pregunto su rubio interesado.
- Olvide decirle a Auriel que le estaban buscando – sonrió con fingida inocencia, sonrisa que fue recibida por otra igual, ambos conocían los planes que tenia cierto par de vampiros para él...
- No es justamente de lo que me gustaría hablar...
- Lo sé – suspiro pesadamente Sire antes de tomarlo en brazos y moverse rápidamente rumbo al lago con ayuda de su sobrenatural habilidad, no quería esperar mucho para hablar con él, así que entre mas pronto se alejaran del castillo habría menos probabilidades de ser interrumpidos.
Cuando lo bajo para permitirle sostenerse por si mismo trato de alejarse, pero el rubio no le dejo, realmente extrañaba sentirse rodeado por los fuertes y protectores brazos de Sire, y este así lo entendió porque en lugar de romper el abrazo lo sujeto un poco mas firme, mientras el otro colocaba sus manos en su firme torso.
- Lo siento, pero tenia miedo – susurro el vampiro a la altura del oído de Draco apretándole un poco mas hacia si.
- ¿Miedo? – pregunto sorprendido el jovenmirándole a la cara - ¿de qué tendrías miedo?
- Miedo de perderte, de que me odiaras y no me permitieras estar contigo – suspiro separándolo de su cuerpo e indicándole sentarse en el césped mientras él hacia lo mismo –, verás... – se corto ligeramente al notar como Draco se situaba entre sus piernas para acurrucarse en su pecho permitiendo que le abrazara, y sonriódulcemente ante ese gesto de ciega confianza que le daba animándolo acontinuar – Draco, tenia miedo... después de todo soy una criatura oscura, una condenada a vivir eternamente, a alimentarse de otros, a crear terror en los corazones de los humanos... tenia miedo de que tu pensaras eso de mi, de que me temieras, de ver en tus ojos el miedo que yo mismo te provocaba, no podría soportar que me miraras así de nuevo...
- ¿De nuevo? ¿qué quieres decir?
- ¿No lo recuerdas? – vio en su rostro reflejada la duda y le explico –, cuando Ilian – escupió el nombre – nos ataco hace algunas semanas, tus ojos... me miraste con temor... me dolió saber que fui yo quien lo provoco...
Draco pudo notar el dolor y arrepentimiento en la voz de su pareja y eso le dolió, se dio cuenta de cuanto lo había lastimado sin darse cuenta, le miro a los ojos sonriendo comprensivamente antes de acercarse y besarlo con calma, con dulzura, con amor, tratando de darle a entender que estaba ahí, con él, para él... y su beso fue correspondido de igual manera, Sire comprendiendo todo lo que el otro no podía decir con palabras sonrió dentro del beso, por fin tenia de nuevo entre sus brazos a su amor y esta vez no dejaría que se alejara nuevamente.
Cuando se separaron por falta de aire se miraron de nuevo y esta vez fue el rubio quien hablo.
- Me comporte como un crío al no permitir que te acercaras a mi, pero también estaba asustado, creí que no confiabas en mi, que yo solo era un juego para ti... – sus ojos se humedecieron un poco pero no lo tomo en cuenta y continuo hablando – y cuando Turner llego me di cuenta que él era como tu, y como siempre trataba de estar todo el tiempo contigo, yo... creí que..., ¿cómo podía competir con él? Él era todo lo que yo no... – no pudo evitar derramar una lagrima que fue recogida por el vampiro que le miraba con ternura y amor – tuve miedo de que te quedaras con él... de que me dejaras... – comento suavemente abrazándose a su torso temiendo que fuese a desaparecer de su lado derramando un par de lagrimas mas – yo... ya no te temo y ¡¡no eres un moustro, eres un ángel... Mi ángel – susurro antes de besarlo de nuevo. Sire se sorprendió, era la segunda vez que escuchaba eso, pero viniendo de su amado cobraba un nuevo significado y se sintió feliz, completo...
- ¿Dónde esta? – pregunto el arlequín a su compañero recorriendo con su mirada todo el lugar.
- No lo sé – contesto el mimo -, ¿crees que esta con Sire?
- No... de estarlo ya lo hubiese arrastrado hacia aquí – razono el arlequín.
- Bueno, da igual... – desestimo el comentario con un movimiento de su mano antes de sonreír malignamente - ¿qué te parece si nos divertimos un poco?
- ¿Qué tienes en mente? – susurro Beckett acercándose al otro y rodeando su cintura posesivamente.
- Verás... – comenzó a susurrar algunas palabras en el oído a su compañero provocando que este sonriera aun mas.
En el otro lado del salón un completamente aburrido Auriel ignoraba continuamente a la chica que escoltaba, quien no paraba de hablar sobre su queridísimo profesor de Defensa, no que a él el tema le desagradara, al contrario, era solo que la chica estaba aun mas obsesionada con el moreno que él. Estaba por decirle que se callara de una buena vez cuando noto como un par de personas se acercaba al área donde se encontraban las bebidas, no era que le preocupara el que dos personas se acercaran a beber algo, no, lo que le preocupaba era que se la hacían sumamente familiares, cuando estos se miraron y sonrieron supo quienes eran y no pudo evitar que un escalofríos le recorriera de pies a cabeza, no podían ser ellos...
Se disculpo con la chica, después de todo ahora tenia un buen pretexto para dejarla. Haciendo gala de su sobrehumana agilidad se acerco a los otros dos que estaban tan entretenidos con el ponche que no notaron su presencia hasta que fue demasiado tarde, Auriel ya los tenia tomados por las orejas como si fuesen un par de niños traviesos.
- ¡¡Auch! – gimieron al unísono.
- ¿Qué diablos hacen aquí? – les reprendió cuando estos se giraron a mirarlo de frente.
- ¿Y quién te crees tu para tratarnos así? – refunfuño Beckett mirándolo amenazadoramente con sus hermosos ojos verdes, claro que no resultaba tan amenazante con sus lindos cascabeles moviéndose al mismo ritmo que él lo hacia.
- ¡¡Si... a ti nadie te invito! – rezongó Laurent apoyando a Bek.
- Los mimos no hablan, - le reto Auriel son una sonrisa burlona – pregunte ¿qué hacen aquí? Y quiero una respuesta...
- De cualquier forma te lo diríamos... – comenzó Lau.
- Te necesitan en casa... – termino Bek, utilizando el termino 'casa' para referirse al concilio.
- ¿Y los enviaron a avisarme? – el par cabeceo afirmativamente y aun con incredulidad volvió a preguntar - ¿a ustedes precisamente?
- Tu también – gruñeron ofendidos.
- ¿Perdón?
- Sire dijo lo mismo cuando hablamos con él.
- ¿Hablaron con él?
- ¬¬, ¿sabes? si quisiéramos escuchar nuestras propias palabras las grabaríamos... – ellos que no acostumbraban molestarse por prácticamente nada pero estaban comenzando a hacerlo... ¿por qué les tenia que tocar un vampiro como ese para convencer? Sire había hecho menos preguntas...
- O.k... tranquilos – se disculpo al notar las miradas asesinas sobre su persona y dándose por vencido, al parecer debía volver, pero no se iría solo... aunque no sabia que sus planes se verían frustrados mas pronto de lo que pudiese imaginar...
- ¿Ron? – le llamo la atención su hermana.
- ¿si?
- ¿Sabes donde esta Harry? – con esa pregunta hizo temblar a su hermano, este no podía decirle nada respecto al paradero de su amigo, no por que supiera donde estaba, cosa que realmente no sabia, sino por que conocía a la persona con quien estaba.
- Lo vi hace unas horas, pero me parece que ya se fue.
- ¡¿qué! ¡¡¿por qué!
- Te dije que...
- Te escuche perfectamente, ustedes dijeron que estaba aquí, y ahora dicen que ya se fue.
- Ginny, creo que no deberías continuar insistiendo en... – intervino Hermione para apoyar a su novio.
- ¿En que? ¿acaso saben algo que yo no?
- Gin... Harry tiene pareja, y no creo que la vaya a dejar por ti – le soltó su hermano tan sutil como siempre, aunque para suerte de los involucrados no menciono nada sobre la verdadera situación.
- ¿cómo lo saben? ¿él se los dijo? ¿por qué están tan seguros? – comenzó a interrogarles a lo que los otros trataron de responder (o mas bien Herm trato de responder) sin mencionar en algún momento el sexo o nombre de la pareja de Harry.
Ahora su novio se sentía ignorado por ambas chicas así que prefirió dedicarle su completa atención a su ponche, cuando Hermione lo miro no pudo evitar reír, su risa pronto contagio a Ginny y en segundo ambas se reían sin control ante la confundida mirada del pelirrojo, olvidando de momento la discusión anterior.
- Rayos, ahora no sabremos si funcionaron – murmuro Laurent algo decepcionado por haber sido atrapado antes de conocer el final de su travesura.
- ¿Qué funcionó que? – pregunto Auriel mientras conducía al par de vampiros fuera del comedor.
- ¡Nada! – respondieron al unísono los otros dos, y ellos que habían planeado todo, se habían acercado discretamente a la mesa de los bocadillos para hacer lo que tenían planeado y sin saber como Auriel los había descubierto y sacado antes de conocer los efectos de los lindos juguetes que consiguieron en el callejón Diagon justo unos días antes, en un lugar que deberían recordar visitar nuevamente, una tienda llamado "Sortilegios Weasley" atendida por unos gemelos pelirrojos que les agradaron bastante...
Cuando salieron se encontraron con Sire que volvía muy bien acompañado de quien sabe donde, no que quisieran averiguar, bueno tal vez dos de ellos, pero el otro prefería no saber...
Laurent y Beckett se acercaron rápidamente al rubio y lo rodearon antes murmurar ignorando su mirada confundida.
- Hola lindo y atractivo rubio de hermosos ojos... – comenzó Bek con una mirada apreciativa.
- que no conocemos y que parece interesarle a Sir... – termino Lau dirigiéndole una mirada burlona al moreno de ojos amatistas que solo giro los ojos entre divertido y exasperado.
- h... hola... – murmuro este ligeramente cohibido, era muy diferente enfrentar a ese par a verlos de lejos, lo bueno es que en ese momento ya contaba con su novio de vuelta, y este como un buen príncipe azul de cuento le rescato de tan incomoda posición.
- Hey, par de bufones pervertidos dejen tranquilo a MI NOVIO – recalco las ultimas dos palabras, palabras que terminaron de romper las ilusiones de cierto vampiro de mirada azulada.
- Huy tranquilo, no seas celoso... – comenzó uno de ellos.
- Nadie te lo esta quitando...
- Aunque podríamos in... – murmuraron ambos por lo bajo.
- Ni lo piensen – y antes de que estos le debatieran algo mas pregunto –, ¿qué hacen aquí? ¿no deberían estar dentro?
- Él tiene la culpa – gimieron como niños a los que se les ha quitado un dulce señalando a Auriel que los miraba reprobatoriamente, esto provoco que Draco sonriera, Auriel bufara y Sire levantara una ceja interrogativamente.
- Ellos estaban haciendo no se que dentro – se defendió el otro rápidamente, en ocasiones no se daba cuenta que les seguía el juego al par de vampiros y también se comportaba como un niño caprichoso, y ese era uno de esos momentos –, además según dijeron debo marcharme porque me necesitan en casa.
- Es dijeron – menciono asintiendo Sire mientras rodeaba protectoramente los hombros del rubio que seguía siendo presa de las miradas de los otros vampiros, pero aun les debía un favor así que decidió seguirles el juego por un rato –, además ya que ellos están aquí me ayudaran con algo que necesito, pero tu deberías preparar todo para...
- Si lo sé, me iré esta noche – interrumpió dando la vuelta para marcharse –, así que ya nos veremos – termino sin mirarlos de frente.
- ¿Podemos quedarnos? – preguntaron ilusionados los morenos cuando Auriel se perdió de vista, y Sire se pregunto si sobreviviría hasta el amanecer...
Hacia mucho que no dormía así, se sentía realmente cómodo, protegido y tan calientito que no deseaba moverse por ningún motivo, pero le estaba dando hambre, así que decidió levantarse, sin embargo no cumplió con su cometido puesto que un par de poderosos brazos le tenían completamente atrapado, entonces recordó la noche anterior y se sonrojo despertándose sin abrir los ojos. Se decidió a hacerlo cuando escucho una ligera risa a su costado y sintió como el dueño de las calidas manos que comenzaban a recorrerle se movió.
Abrió sus hermosas esmeraldas y se encontró con unos ojos onix que le miraban apreciativamente, fue en ese momento que se dio cuenta de la situación, estaba desnudo, en una cama que no le pertenecía, con su primer y único amante mientras la sabanas que antes le cubrían eran retiradas, se sonrojo aun mas provocando una risa burlona de parte de su pareja.
- ¿Te parece gracioso, Sev? – pregunto haciendo graciosos pucheros y fingiendo enfado, claro que no tenia que fingir demasiado puesto que realmente estaba comenzando a molestarse.
- De hecho – murmuro este sin dejar de correr su mano por la suave piel de Harry, provocándole un nuevo estremecimiento, le divertía ver las reacciones que provocaba en su amado.
- mmmm... – ronroneo el chico con satisfacción mientras disfrutaba de las tiernas caricias que le proporcionaban olvidando su enfado – me parece que alguien se esta ablandando.
- Le aseguro señor Potter que de blando no tengo nada – murmuro Snape fingiéndose ofendido pero sin dejar de hacer lo que hacia y dirigiendo sus labios al cuello de su pareja.
El chico sonrió y murmuro antes de tomarle por la barbilla y besar tranquilamente sus labios.
- Eres tan dulce que si el resto lo supiera no te temerían...
Ese enunciado hizo que Sev sonriera dentro del beso antes de volverlo uno mas profundo y apasionado. Entonces todo comenzó de nuevo, después de todo era domingo y no había clases, podían pasarlo justo donde estaban solo tendrían que conseguir algo de comer...
Pasaron varias horas disfrutando de caricias compartidas, tanto en el baño como en la habitación, estando en compañía del otro incluso se olvidaron del desayuno, sin embargo no podían faltar a la comida o seria demasiado sospechoso. Así que resignados a sus deberes salieron de ahí para dirigirse a las habitaciones de Harry.
Cuando llegaron lo primero que encontraron fue a Sire durmiendo en un sofá con Draco recostado en su pecho, trataron de dirigirse a la alcoba del chico sin despertarlos, pero tomando en cuenta que uno de ellos tenia un excelente oído eso fue imposible.
- Bonita hora de llegar jovencito – dijo el vampiro con una voz autoritaria.
- Mira quien lo dice – reprocho este retadoramente.
- Ya, no quiero discutir, pero no puedes entrar en la alcoba – bostezo medio dormido.
- ¿por qué no? – pregunto interesado Sev después de todo era el cuarto de su pareja.
- Porque tenemos visitas y están ahí.
- ¿En mi habitación? – el otro asintió - ¿por qué no en la tuya?
- Mencionaron algo que sonó a "será divertido revisar que tiene ahí" – dijo Draco que se había despertado por las voces de todos.
- ¿Mencionaron? ¿divertido?... oh no... dime que no están aquí – medio tembló Sev ante la repentina sospecha de quienes eran los invitados, pero no tuvo que esperar demasiado pues pronto sintió un peso familiar en su espalda, cuando se giro para averiguar sobre lo ocurrido pudo ver a Harry en una situación similar.
- ¡¡Hola! – corearon las visitas y después de algunos regaños, que Harry se cambiase de ropa, abrazos y demás todos estaban enterados de lo ocurrido.
- ¿qué le hicieron a los bocadillos? – pregunto Harry entusiasmado con la idea de las bromas del dúo, estos explicaban mientras los otros tomaban algo de té, aun tenían un par de minutos para ir al comedor.
- Bueno, el ponche tenia una poción que convertía partes del cuerpo en animales... – explico Laurent.
- Según nos dijeron los de la tienda, se transformarían según la persona, desde serpientes hasta jirafas... – termino el otro provocando la risa de los presentes.
- ¿cuánto durará? – interrogo Draco, tal vez aun podrían ver los efectos.
- mmmm... cerca de dos horas mas, eran de larga duración y sin contrahechizos – sonrió Lau antes de continuar enumerando sus travesuras, total con ellos no tenían que fingir portarse bien –, algunas galletas que provocan estornudos cada vez que alguien murmura un 'si' cerca...
- No olvides los caramelos arcoiris, hacen que el que los coma luzca un lindo arcoiris en el cabello – continuaron hablando sobre eso por un rato mas, y mientras mas hablaban mas divertidos estaban todos.
- Creo que no deberíamos perdernos la comida, aun podríamos apreciar su trabajo – dijo Sire poniéndose de pie al igual que los otros –, pero ustedes – señalo a Lau y a Bek –, no pueden quedarse en el castillo así que lo mejor seria que se quedaran en el pueblo.
Harry viendo que estos querrían evitar partir se apresuro a intervenir.
- Además hay un lindo lugar llamado "ZonKo" en Hogsmeade que se que les interesara – eso llamo su atención, habían escuchado de la tienda mientras estaban en el callejón Diagon, así que sus ojos se iluminaron mientras el resto temblaba y rogaba por no ser los blancos de ese par.
El grupo se dirigió rumbo al comedor después de haber despedido a los otros, ignorando las miradas que les lanzaban en cuanto llegaron se separaron dirigiéndose a sus lugares, los profesores a la mesa alta y los chicos a la de slytherin.
Aunque se morían por reírse permanecieron con sus rostros impertérritos, pero en todo el salón podían observarse los estragos provocados por cierto par de vampiros, algunos chicos lucían como gatos, serpientes, lechuzas, tortugas entre otros incluso había hienas y leones, como era el caso de cierto pelirrojo de gryffindor, muchos otros estornudaban entre platicas, incluso un par de profesores se veían como lindos arcoiris al igual que el director, había personas que parecían zombis y algunos otras cosas mas. Ese par si que sabia hacer su trabajo. Pudieron escuchar a los alumnos hablar sobre eso, nadie había podido deshacerse de los hechizos y tenían que admitir que era bastante gracioso así que habían decidido dejar las cosas como estaban, para completo beneplácito de aquellos que no habían sido victimas de las travesuras.
Pasaron tres semanas y a pesar de que mantenían una constante comunicación con Sirius y Remus no había nada sobre su regreso, al parecer las cosas se habían complicado con su misión así que aun no volverían, pero esperaba que eso cambiara pronto. Para satisfacción de Laurent y Beckett que aun se podían colar de vez en cuando al colegio y molestia de Dumbledore que tenia que soportar a su maestro sustituto de DCAO, ya habían tenido de todo, desde pantanos en los pasillos, galletas de canario, varitas explosivas, y demás artículos de bromas prohibidos por Filch, pero cono no encontraban pruebas de nada nadie podía ser castigado.
Durante esas tres semanas las cosas iban perfectas para Harry y Severus, solían pasar muchas noches juntos no necesariamente complaciéndose mutuamente sino conversando, leyendo, haciendo deberes o simplemente abrazados cerca de la chimenea o en la cama disfrutando de la calidez del cuerpo de su pareja.
Mientras Sire y Draco se conocían mejor (o mejor dicho Draco interrogaba a Sire sobre su larga vida), Sire hablaba de todo lo que había visto, hecho y demás, aunque ninguno había tocado temas ligados a la platica entre los vampiros del día de Hallowen o la verdadera razón del odio entre Ilian y el moreno, el rubio podía notar que su novio aun no estaba listo para ello, aun así ambos solían pasar mucho tiempo juntos disimuladamente, y el rubio en ocasiones se quedaba a dormir con Sire, aunque su relación estaba en buenos términos aun no habían pasado al siguiente nivel, y no era por que no quisieran, simplemente aun no estaban listos y ambos lo sabían.
Sire había tenido un par de encuentros con su maestro, algo que no le agradaba demasiado a su dragón, pero bueno, tenia que admitir que era útil, ahora se conocían mas, incluso le ayudaba a entrenar algunas de sus habilidades al igual que a Harry, tenían que admitir que era un gran sujeto y bastante agradable después de todo, incluso Draco conversaba con él, muy de vez en cuando, pero aun no se fiaba completamente como para dejarle el camino libre con su novio...
Por otro lado, después de mucho insistir tanto Draco como Severus se habían integrado a los entrenamientos y aprovechando la presencia de Laurent ambos poseían unas finas y útiles espadas, y Beckett tenia grandes conversaciones con Severus sobre plantas curativas o para pociones, no que a Bek le importaran las pociones solo conocía las plantas necesarias, aunque eso no iba a continuar así por mucho tiempo, los chicos habían sido convocados a casa, a pesar de su forma tan excéntrica de ser tenían responsabilidades que cumplir, no eran los lideres de sus clanes solo por que si y tenían que volver por ello.
Volviendo al tema de los entrenamientos, los sly's aun no eran expertos y tal vez no podrían enfrentarse a un vampiro como lo haría Harry, pero ambos estaban en condiciones para hacerlo con cualquier otro enemigo vivo. Tenían conocimiento suficiente sobre lucha cuerpo a cuerpo, esgrima y combate armado, además de ciertas habilidades independientes y recién descubiertas, como para hacerle frente a sus enemigos. Justo en ese momento se encontraban en la cámara de los secretos practicando, habían cambiado el lugar de entrenamiento después de lo ocurrido antes de Hallowen con Ilian, no podían arriesgarse nuevamente a un ataque.
- Vamos Sev, la serie que te mostré... ahora – indico Harry enfrentándose a su pareja –, uno dos, corta, tres cuatro, esquiva, cinco seis, defiende... – Severus realmente se esforzaba, además le agradaba sentirse útil y capaz de defenderse sin ayuda de su ángel. Había demostrado que sus capacidades de duelos mágicos le hacían completamente capaz para soportar un combate armado como el que pretendían comenzar ahora.
Con ágiles movimientos y olvidándose de enumerar la serie de golpes ambos estaban combatiendo casi al mismo nivel, cortes, giros, embistes, defensas, todo era realizado con gran destreza y precisión, para ambos era todo un gusto combatir así y lo demostraban mostrando sus grandes sonrisas cargadas de satisfacción, orgullo y desafío.
Severus recordaba lo ocurrido después de la llegada de Laurent y Beckett...
Flash Back
- Vamos cachorro, levántate... – dijo Sire (en ausencia de Henos el se encargaba de su entrenamiento) urgiéndole a ponerse en pie, pero su espada había sido arrojada lejos de sus manos.
Harry estaba por convocarla cuando unas pálidas manos la levantaron para empuñarla. Severus se encontraba observándola tan fijamente, admirándola y girándola para apreciar su filo y hermosura que no se dio cuenta cuando Sire, decidiendo jugarle una broma, se lanzo contra él, sin embargo pronto los tres se sorprendieron por sus rápidos reflejos para bloquear y responder al ataque...
Fin del flash back
Sonrió al recordarlo aun sin dejar de atender a su combate... desde entonces había decidido poner todo su empeño en ello y estaba seguro que no defraudaría a su hermoso y amado maestro.
Mientras ellos estaban entretenidos Sire instruía a Draco en el control elemental, al igual que Severus, el rubio demostró grandes habilidades elementales, el moreno se había sorprendido bastante por ello, pero le seria bastante conveniente para defenderse en un combate real. El chico era bueno, sobre todo tratándose de un elemento algo inestable, quizá no tanto como el fuego pero si mas que la tierra y el aire, Draco era un mago elemental de agua, y no era nada sencillo controlar su don, y Sire lo sabia por experiencia propia, al igual que Harry había mostrado sus poderes elementales con el fuego y la tierra el poseía el don del agua y el viento.
Flash Back
Draco se había alejado de todos para pensar como convencería a su pareja de que le entrenara, se sentía inútil sin hacer nada, así que se encontraba mirando el atardecer descansando su espalda en un árbol cerca del lago cuando fue tomado por sorpresa por un par de vampiros bromistas.
- ¡¡¿¿QUÉ CREEN QUE HACEN! – grito y sin darse cuenta que había levantado su brazo contra ambos arrojándoles un gran chorro de agua con la palma de su mano, después de eso ambos se encontraban nadando en el lago ante la mirada estupefacta de su pareja (quien le observaba esperando el momento adecuado para salvarle del par de pervertidos), los vampiros y el mismo.
Fin del flash back
Ahora Sire se encontraba enseñándole a Draco como crear escudos de agua.
- Eso es tómalo con calma – susurro tranquilamente – deja que tu poder fluya suavemente pero no dejes que se desborde, relájate... siéntelo, eso es, siente como se mueve, como sale de ti y te rodea, como una corriente de agua calida y envolvente que te protege... – siguiendo las instrucciones, y teniendo los ojos cerrados, no pudo apreciar como un muro de agua le rodeaba, pero podía sentirlo provocándole un gran sentimiento de calma como cuando Sire le abrazaba protectoramente y sonrió por ello –, eso es, ahora has que se convierta en una burbuja que repela y absorba los ataques.
El chico siguió las indicaciones y en un momento estaba encerrado en una esfera, tenia aire dentro de ella pero se sentía algo inseguro de abrir los ojos, sin embargo lo hizo. Y se preparo para recibir los ataques que no tardaron en llegar.
El vampiro lanzo un par de hechizos de fuego que fueron rechazados por el escudo, algunos otros mágicos que igualmente desaparecieron, sin embargo estando conciente del nivel del su novio y tratando de no forzarlo demasiado detuvo los ataques después de un rato, se acerco a este en cuanto el escudo desapareció para abrazarlo, se le veía cansado.
- Lo hiciste bien – dijo Sire abrazándolo a su pecho para que descansara, a lo que Draco no se resistió si no todo lo contrario, se giro y ofreció sus labios que no fueron rechazados, Sire apoyo su frente en la de Draco para permitirle recuperar la respiración –, lo dejaremos por hoy, es hora de ir a dormir.
Draco le sonrió dulcemente permitiéndole tomarle en brazos, estaba realmente molido así que se acurruco en su pecho mientras este dirigía a la otra pareja que estaba en una situación similar.
Severus respiraba entrecortadamente apoyándose en su espada aun con una sonrisa en los labios, le había dado problemas al chico a pesar de ser un principiante y estaba feliz con ello.
- La próxima vez no será tan sencillo, mi ángel – susurro cuando Harry se acerco sonriendo orgulloso de sus avances y deposito un casto beso en sus labios.
- Lo se, pero ahora es hora de descansar.
- Yo apoyo eso – susurro el vampiro con el rubio dormido en sus brazos –, será mejor salir de aquí.
- ¿Llevaras a Draco a nuestras habitaciones? – pregunto Harry, quizá podría aprovechar eso e irse con Sev.
- Si, no tengo deseos de llevarlo a su habitación y separarlo de mi, así que esta noche descansara conmigo.
- De acuerdo, nosotros estaremos en las mazmorras si necesitas algo – convino Sev captando la insinuación en la pregunta de Harry y arrastrándole fuera de la cámara.
Ambas parejas salieron del lugar separándose para dirigirse a sus respectivas alcobas.
Cuando Sire estuvo dentro llevo a Draco inmediatamente a recostarse en su cama, donde lo deposito con delicadeza en el lecho admirando su hermoso rostro, su cuerpo de cintura estrecha y su cremosa piel. Lo deseaba tanto, pero podía darse cuenta que el chico no estaba listo para entregarse completamente a él... claro que se vale soñar despierto y justamente eso era lo que hacia mientras se recostaba a su lado envolviéndolo en un cálido abrazo.
Draco se aferro a su cintura sintiéndose protegido, estaba aun dormido pero podía sentir la calidez de los brazos de su pareja rodeándolo y guardándolo seguro. Dejo escapar un suspiro por esa sensación. Sire sonrió ante eso y trato de acomodarse mejor, sin embargo su movimiento termino despertando al rubio, que bostezó y abrió sus hermosos ojos plateados para mirarlo adormilado.
- ¿Cuándo llegamos aquí? – pregunto medio dormido.
- Hace unos momentos – respondió Sire apartando algunos mechones rubios de su frente –, estas cansado, será mejor que duermas.
- Lo sé, pero necesito un baño – menciono Draco levantándose de la cama para deshacerse de su túnica ante la atenta mirada del vampiro que no perdía ninguno de sus movimientos -, ¿tienes algo de ropa que puedas prestarme? – se giro parapreguntar, y se sonrojó por la mirada de su novio.
Por toda respuesta el otro movió su mano en dirección a su armario, el cual se abrió mostrando distintas ropas, Draco se acerco y tomo una pijama completamente negra antes de huir rápidamente en dirección al baño, dejando a un muy divertido vampiro con la vista fija en el lugar en que desapareció.
- No se cuanto tiempo voy a resistir esto mi pequeño dragón – murmuro recostándose completamente mientras escuchaba el ruido del agua caer dentro del baño.
Se permitió dormitar un momento, y cuando volvió a abrir los ojos lo primero que vio fue a su hermoso niño mirándolo desde la puerta del baño, con sus hermosos y dulces ojos grises, con el cabello aun húmedo y su suave piel blanca resaltando por efecto del pijama negro de Sire, se veía tan dulce, y gracioso enfundado en ella, le quedaba lo suficientemente grande para dar el aspecto de un niño necesitado de protección y amor así que no pudo resistirse y se acerco a él para aferrarlo a su pecho protectoramente y conducirlo de vuelta a la cama, y el chico se dejo conducir dócilmente.
Le beso primero dulcemente, pero cuando Draco abrió sus labios para darle la bienvenida el beso se volvió mas apasionado, ansioso y necesitado por ambos, Draco se dejo caer lentamente entre las almohadas arrastrando consigo a Sire, tenia que admitir que estaba sumamente nervioso, pero sentía que también lo necesitaba, debía admitir que lo deseaba...
- ¿Estas seguro dragón? – ronroneo Sire dirigiendo sus labios a través de su rostro rumbo a su cuello.
- mmmmm... aja... – respondió el rubio tratando de no perderse en las sensaciones provocadas por su pareja.
El vampiro nunca había hecho esto, pero de algo tiene que servir saber leer mentes y tener cientos de años caminando sobre la tierra y varios libros con referencias tanto escritas como ilustradas. Así que poco a poco comenzó a desprender la ropa que cubría el cuerpo de su amado, primero los hombros, los cuales se convirtieron rápidamente en el siguiente blanco de sus labios, después su torso, provocándole suaves estremecimientos al rubio cuando comenzó a succionar sus sonrosados pezones.
Draco estaba comenzando a perderse en las nuevas sensaciones de su cuerpo, pero no quería quedarse sin hacer nada así que comenzó a descubrir el cuerpo de Sire, tampoco tenia experiencia alguna, pero había hablado con Harry, y este a pesar de los continuos sonrojos que cubrían sus mejillas al hablar le había explicado ciertas cosas, sabia que iba a pasar y lo deseaba...
Ninguno decía nada, quizá por que no sabían que decir, quizá por que no querían decir algo que arruinara el momento, pero ambos poniendo de su parte para hacer todo lo mas agradable posible, después de algunos minutos nada les ocultaba de los ojos del otro y podían admirar sus cuerpos mutuamente.
Sire podía sentir la excitación recorriendo cada poro de su piel y la de su pareja, podía ver el deseo en los ojos del otro que le miraban amorosamente, aun con miedo de lo que pudiese pasar pero con confianza, confianza de saber que no haría nada que le lastimara. Por otro lado Draco podía apreciar en las orbes violeta el amor que Sire le profesaba, su preocupación y el mismo deseo que el mismo tenia.
Sabiendo que tendría otras oportunidades de admirar a su pequeño dragón Sire volvió a besarlo, esta vez mas apasionadamente, un beso que fue devuelto con la misma fuerza, el vampiro estaba excitándose demasiado, después de tanto tiempo de haber mantenido su cuerpo lejos de este tipo de situaciones ahora no podía controlarlo, eran demasiadas sensaciones, pensamientos y sentimientos agolpados en su cuerpo y mente que su razón se nublo y no pudo evitar retomar algunos de sus instintos primarios y dirigió su boca hacia el cuello de pareja en un reflejo inconciente de deseo para clavar sus colmillos rápida e indoloramente, comenzando a succionar con calma, podía sentir el dulce sabor de la vida de Draco recorriendo sus labios y boca para llegar a su garganta, pero un gemido inconciente del rubio le hizo volver a la realidad y completamente asustado se alejo de él hasta ponerse a los pies de la cama.
- Yo... yo... lo... lamento – murmuro viendo como un hilo rojo escurría del cuello del rubio para tratar de llegar a su pecho, no sabia si alejarse o arrojarse a beberlo, su necesidad de verlo seguro se confundía con su necesidad de alimentarse con él.
- No es tu culpa...
- Claro que lo es... yo... no debí... – trato de explicarse dejándose caer desnudo al piso alfombrado sin mirarle a los ojos.
Draco pudo ver la confusión en él y comprendió la razón de ello, alguna vez se había animado a preguntarle a Thálit algunas cosas y sabia que las principales razones por las que un vampiro reacciona de esa forma y él le contesto: la primera, es cuando su hambre se presenta; la segunda, cuando se ve amenazado y su instinto de supervivencia sale a flote; y la tercera, como en ese caso, su excitación se vuelva tal que encuentra placer en beber la sangre de su compañero durante el acto sexual. Así que no estaba asustado, él sabia el riesgo que corría de acceder a intimar de esa forma, pero también sabia que Sire nunca había tenido alguien a su lado que le enseñara todo lo que debía saber, y ahora estaba algo asustado por su reacción, aunque él debía admitir que lo había disfrutado, no fue como la ocasión en que la vampiresa de Ilian se había alimentado de él, no, Sire había sido dulce, cariñoso, y encontró placer en entregarse a él de esa forma.
Se acerco al moreno y levanto su rostro para mirarlo con amor, no para culparlo, y el vampiro vio su aceptación reflejada en sus ojos y se aferro a él temiendo perderlo... noto como el hilillo de sangre seguía corriendo ligeramente hasta su torso y no pudo evitar beberla, recorrió su lengua a través de su pecho desnudo hasta llegar a su cuello donde se detuvo con algo de temor, no quería volver a morderlo, le miro a los ojos y viendo la confianza del rubio se acerco de nuevo.
Draco pudo ver como Sire utilizaba uno de sus afilados colmillos para hacer una incisión en su propia lengua para hacerla sangrar y después dirigirse a su cuello donde lamió suavemente, sintió un ligero cosquilleo cuando termino por besar el área afectada y después nada.
El moreno volvió para mirarlo a los ojos, ya mucho mas tranquilo y estaban por tratar de continuar su encuentro amoroso cuando la puerta se abrió dejando ver a un licántropo agitado seguido por un enorme perro negro que murmuro...
- Tenemos grandes problemas... – antes de dirigirse al baño rápidamente.
TBC...
