"Guardián Eterno: la leyenda del pasado"
Por: Sekhmet Malfoy
Encantadora
de Dragones
Miembro de la Orden Severusiana
Miembro de la Orden
Siriusiana
Miembro de la Orden Draconiana
Miembro de la
Legión de Lupinas
Miembro de la Orden de Potter
Miembro
de la Orden de las Mortifagas
http/ después del desastroso comienzo del verano, las cosas parecen mejorar para Harry... pero ahora tendrá que enfrentar un nuevo desafió si quiere proteger a las personas que quiere, y con ello al mundo mágico...
Capitulo 15
Sire se encontraba algo, o mejor dicho bastante sorprendido por la interrupción; de acuerdo, no solo estaba sorprendido también molesto. Suspiro resignadamente, y notando que la herida de Draco ya estaba cerrada le dio un suave beso en el área afectada antes de ayudarlo a levantarse.
- Vamos cariño, vuelve a la cama, iré a ver que ocurre – murmuró tomando los pantalones del pijama que había elegido el rubio y colocándoselos, se giró un poco y tomó la camisa del pijama pero en lugar de ponérsela la paso sobre los hombros de su pareja, una vez hecho esto lo tomó en brazos para colocarlo dentro de las mantas –, volveré en un momento.
El rubio asintió no muy convencido y pudo observar como Sire entró al baño de la alcoba, después de unos momentos escuchó su voz preocupada, aunque no pudo entender nada de la conversación.
Dentro del baño las cosas no estaban muy bien.
- Remus ¿estas bien? – preguntó preocupado el vampiro, antes de notar como este se encontraba semi inconciente y apoyado sobre el animago - ¿qué ocurrió?
- Larga historia... – respondió Sirius por su pareja – hubo problemas, y grandes...
Sire asintió antes de hablar nuevamente.
- Será mejor atender a Rem primero, después me contarás – dicho esto y notando que el animago no estaba en mejores condiciones, tomó en brazos a Remus para llevarlo a la habitación de Harry y atenderlo.
Salieron del baño, y el vampiro sólo le dirigió una rápida mirada a su novio mientras salía de la habitación con un Remus, ahora inconciente, en sus brazos y Sirius ligeramente apoyado en él. Entonces el rubio sí se preocupo, ¿qué diablos había pasado para que ambos estuvieran en ese estado?
No pudiendo suprimir su curiosidad, Draco salió detrás de ellos vistiendo solamente la camisa del pijama que le había dado Sire. En cuanto entró a la otra habitación vio como su pareja, con ayuda del animago, atendían las heridas de su profesor de DCAO.
- Estábamos en una reunión... no sé qué diablos pasó, todo fue muy rápido, realmente no sé quién ataco pero no todos eran vampiros...
- ...
- Creo que gran parte de ellos lo eran... – suspiró pesadamente observando a Sire limpiar las últimas heridas de su lobito – aunque pienso que también había mortifagos... no estoy seguro y eso no me agrada...
- Supongo que Voldemort consiguió su apoyo de algunos clanes de vampiros... pero en este momento lo que me preocupa son las pérdidas, no tenemos muchos miembros, los clanes no son demasiado grandes desde que nuestras leyes cambiaron...
- ¿Qué quieres decir con eso? – preguntó confundido Sirius, sin embargo el vampiro no respondió.
Ninguno de los dos notó que el rubio estaba presenciando la escena. Draco podía ver la preocupación de ambos adultos, pero también sabía que ese no era el momento para hablar, por lo menos no para Sirius, el animago se veía agotado.
- ¿Por qué no dejan eso para mañana? Sirius necesita atenderse y descansar – sugirió captando la atención de los morenos.
- Draco tiene razón, deja que te atienda y después te meterás en esa cama... mañana hablaremos.
- De acuerdo – aceptó el otro, realmente estaba cansado, pero aun había algo que lo preocupaba - ¿dónde esta Harry?
Ups... ññU tema equivocado, ahora ¿cómo saldrían de allí? No podían decirle con quién estaba, el chico aun no hablaba con su padrino sobre su pareja, ¿cómo diablos podían decírselo sin alterarlo? (Sekh: personalmente yo lo considero imposible... Ev: y yo...)
- Verás... Harry... pues. "¿Cómo se lo digo?" pensó algo desesperado, pero como siempre su ángel o demonio guardián le salvo nuevamente del apuro cuando la puerta fue abierta y el moreno de ojos verdes se adentro en el lugar, dándole tiempo justo para salir de ahí arrastrando consigo a su Dragón, no estaba de humor para dar explicaciones.
Suspiró pesadamente tratando de entender qué diablos había pasado, las explicaciones de Sirius no habían sido de mucha ayuda, pero ahora el animago estaba descansando junto a Remus, no podía ir a interrogarlo.
Harry, después de haber dado vagas explicaciones y transfigurar una silla en una cama, estaba tratando de dormir en la misma habitación que su padrino. Severus... mmmm... no sabia donde estaba el profesor de pociones, pero bueno, según una platica mental con el chico, había preferido dejarlo en sus habitaciones y evitar una discusión con su padrino.
Y Draco estaba en su alcoba, después de haber sido enviado a dormir pero el vampiro... y dicho vampiro era quien seguía preocupado, muy preocupado de hecho, en la pequeña sala del apartamento...
- Amor, ¿por qué no vienes a la cama? – pregunto tímidamente Draco desde el umbral de la puerta de la recamara, aun luciendo la encantadora camisa del pijama que le hacia ver adorable a los ojos del vampiro.
Sire sólo asintió y se acerco a él para seguirlo de vuelta a la cama y entrar en ella.
- ¿Qué esta ocurriendo? – fue lo primero que preguntó Draco cuando ambos estuvieron dentro de las mantas, aun estaba perdido y nadie le había explicado nada.
- No estoy seguro cariño, pero creo tener una pista... ¿recuerdas lo que te dije acerca de las desavenencias entre vampiros? – el rubio asintió –. Según la versión de Sirius, parece ser que se algunos se unieron a Voldemort - Draco se estremeció al escucharlo y se aferro a su pareja, que sonrió ligeramente besando su frente –. Es solo un nombre cielo. Bueno, el punto es que no sabemos quiénes están con él o cuántos son, eso sumado a que no sabemos el numero de las pérdidas que tuvimos... – suspiró nuevamente – será mejor dormir y dejarlo para mañana, ¿te parece?
- Sí, creo que es lo mejor – murmuró acurrucándose mas cerca de él y permitiendo que los brazos de su novio lo rodearan protectoramente, Sire lo acerco un poco mas para besarlo y permitir que se acurrucara por completo en su pecho para dormir, mañana seria un largo día.
El comedor era un corral esa mañana, los rumores no paraban de circular, por lo menos no en la mesa de los Gryffindor.
- ¿Han escuchado el rumor? – dijo un chico moreno de sexto año en la mesa de Gryffindor.
- ¿Qué rumor? – preguntó Lavender.
- Dicen que Potter esta saliendo con Malfoy.
- ¡¡¡¿¿QUÉ! – gritó Ginny, haciendo que todas las miradas se enfocaran en ella.
- Sí, dicen que por eso dejo Gryffindor.
- Además, siempre se les ve juntos... – ¡¡Oh, no! Nadie le iba a quitar a su Harry... abandonó el comedor sin escuchar el resto de la frase, justo cuando entraba su hermano acompañado de Hermione.
- ¿Qué ocurrió? – preguntó Herm ocupando el lugar vacío de Ginny.
- Sólo se entero que Potter y Malfoy salen juntos... – le contestó el mismo chico de sexto que inició todo. Los recién llegados se quedaron boqueando ante eso y salieron detrás de la chica, quien sabe que tenia en mente...
- Tenemos que ponernos en contacto con el concilio, debemos conocer como está la situación...
- Sí, pero no podemos enviar a nadie.
- Yo puedo hacerme cargo de esto... no tardare demasiado. – desde que había amanecido estaban tratando de ponerse de acuerdo, Remus y Sirius aún estaban reponiendo energías, pero su condición mejoró luego que Severus se presentara con algunas pociones restauradoras.
- Sire, tienes que quedarte, por lo menos hasta que Remus pueda hacerse cargo de dar clase – medió el jefe de Slytherin.
- Sí, sería mejor pensar un plan de reserva, y seguro Thálit podrá acompañarte para asegurarse que todo está bien – intervino Harry, muy a pesar de Draco esa era la mejor opción.
- Supongo que sí, aún tenemos que esperar a que los chicos se recuperen – respondió finalmente Sire.
Estuvieron comentando diversas opciones y sopesándolas hasta que se dieron cuenta que era hora de ir al comedor. Salieron del lugar sin preocuparse de los dos hombres que aun dormían, las pociones administradas se encargarían de que lo hicieran por las siguientes 10 horas.
Harry y Draco caminaban tranquilamente por uno de los pasillos que conectaban las mazmorras al comedor; se habían separado de sus parejas para no levantar sospechas y hablaban animadamente sobre la copa de Quidditch tratando de olvidar momentáneamente sus preocupaciones cuando una figura femenina se les atravesó.
- Harry, ¿qué estás haciendo con Malfoy? – preguntó Ginny Weasley colocándose frente a él mirando airadamente al rubio.
- Disculpa pero yo no tengo por que darte explicaciones Weasley – respondió fríamente el sly... (Sekh: me encanta como suena... 'Harry el sly'... sip... ññ Ev: ¬¬U ya, como digas...)
- Pero todo el mundo está diciendo que sales con él... eso... eso...
- Eso no es de tu incumbencia – gruñó nuevamente el moreno, sabía perfectamente por qué la chica actuaba como lo hacia y no pensaba seguirle el juego ¿o tal vez sí, total, eso le daba ventaja, a él no le gustaba la pelirroja y si el nuevo rumor le ayudaba a quitársela de encima... puessss – si lo hago o no es nuestro problema, no tuyo.
Eso descolocó no solo a la chica sino al rubio, ¿qué diablos estaba pensando el moreno para meterlo en tal predicamento?
La opinión de Draco no era la misma y estaba por abrir la boca cuando fue detenido por una mirada de su compañero que decía claramente 'sígueme la corriente', y aunque no le agradó para nada tener que guardarse sus comentarios, permanecido en silencio en espera de ver como se desarrollaban los acontecimientos.
- Pero Harry...
- Ya te lo dije, no tengo por qué darte explicaciones, ahora si nos disculpas tenemos hambre – dijo jalando al rubio de la mano para que apurara el paso.
Ginny se quedo de pie observando como se alejaban del lugar y fue así como la encontraron su hermano y Hermione.
- ¿Qué ocurrió? – preguntaron.
La chica comenzó a contarles lo ocurrido tratando de controlar sus sentimientos y las lágrimas de humillación y dolor que se agolpaban en sus ojos.
- Te dijimos que te olvidaras de eso...
- Lo sé, pero nunca mencionaron que saliera con Malfoy – los otros sólo la tranquilizaron, después de todo tenían que volver al comedor para desayunar e ir a clase de pociones.
Camino a la clase de pociones Harry estaba tratando de tranquilizar a un Draco que no paraba de quejarse sobre su comportamiento.
- ¿Cómo te atreviste a decir eso? – le enfrentó nuevamente sin levantar la voz, de la misma forma que habían estado haciéndolo desde que dejaron el comedor – ¿cómo permitiste que continuara?... no lo puedo creer, ¿y Severus, pensé que por lo menos lo tomarías en cuenta para hacer esto...
- Draco... – intentó hablar el joven moreno.
- No... lo que sea que pienses decir no sirve de nada...
- Draco...
- No... eso no fue justo...
- Draco... – intento nuevamente pero en esta ocasión tomándolo del mentón y girándolo para que le mirara... sip... eso sí logro llamar su atención, claro que la del resto de los estudiantes también y ahora ya eran el centro de los rumores nuevamente.
- Draco ¿no te das cuenta de que estás armando un espectáculo en medio del pasillo?
El rubio solo se sonrojo al ver la realidad en sus palabras. Sí, todo mundo los estaba mirando, así que con resignación se dejo conducir hasta su lugar al frente de todos para esperar la clase mientras meditaba, eso si, sin que su tío se diera cuenta que realmente no prestaba atención y todo lo hacia maquinalmente.
Si decían que estaban juntos podrían fácilmente suponer que cuando Draco no estaba en su sala común o no llegaba a dormir era porque estaba con su novio, Harry, pero ¿cómo quedaba Sire, había notado que varias alumnas y alumnos estaban detrás de su novio. Y Severus. Bien, él no tenia admiradoras como el vampiro pero también seria sospechoso. Suspiró nuevamente, ojalá Harry dejara de meterse y meterlo en problemas.
Una hora después de terminar la cena, en la pequeña sala de apartamento que compartían Harry y Sire se llevaba a cabo una nueva discusión.
- ¿Así que por eso fue todo el escándalo? – preguntó Severus cuando los chicos explicaron lo ocurrido en los pasillos, y los rumores que eso había acarreado.
- ¿Te parece poco? – casi gritó Draco.
- Tranquilo cariño – intervino Sire, tomando por la cintura al rubio y sentándolo en su regazo –, la idea es buena, pero tú también tienes tu punto.
- Es verdad, eso les deja libres a ti y a Sev - mencionó Harry sentado al lado del profesor de pociones.
- Pero tomando la idea de Harry podríamos hacer lo mismo – murmuró Severus ocasionando que los otros tres lo miraran esperando una explicación – bien, verán...
Al otro día ya había un nuevo rumor circulando por cada corredor del colegio, y lo peor, o eso pensaban algunos alumnos y alumnas, ninguno de los involucrados parecía tener el menor interés en desmentirlos.
Todos los alumnos observaban no tan discretamente a dos personas sentadas en la mesa del profesorado que conversaban, una hablando animadamente y otra escuchando e interviniendo esporádicamente durante el monologo de la otra mientras tomaban el desayuno. Cuando todos se preparaban a abandonar el comedor, una de ellas, un moreno de cabello largo, se acercó y besó la mejilla del otro moreno de ojos negros antes de murmurar algo y salir del lugar dejando a todos sin habla. Era oficial... ¡¡¡Snape tenia pareja! ¡¡¡No sólo eso, Snape salía con el profesor Pierce!... ahora lo que faltaba era que Voldemort se presentara y una de dos, firmara un tratado de paz o terminara lo que comenzó hacia mas de 10 años y matara a Potter, el mundo finalmente se estaba volviendo loco...
En uno de los pasillos del colegio se escuchaban nuevamente dos voces discutiendo, no era raro verlos juntos, sobre todo después de que dejaran claro que salían juntos.
- No insistas – dijo por enésima vez en la semana Harry.
- Me lo debes y lo sabes – refutó Draco nuevamente.
- Eh dicho que no.
- Me lo debes, así que hazlo.
- No...
- Sí...
- No...
- Sí...
- No...
- Ríndete o le diré a... – el moreno suspiró con resignación, sabia que terminaría cediendo tarde o temprano, pero había rogado internamente porque el rubio no sacara su ultima carta, sin embargo sus ruegos no fueron escuchados.
- De acuerdo, pero se hará lo que yo diga y cuando lo diga – le interrumpió evitando que mencionara el nombre de su pareja.
- Seguro – sonrió triunfal. Los alumnos que habían atestiguado la discusión se preguntaban de que iba, pero obviamente ellos no se los dirían, así que fuese lo que fuese esperaban enterarse más tarde, siempre lo hacían.
- Bien, ya que puedes hacerte cargo de las clases esta semana, comenzaré a hacer los preparativos para marcharme.
- De acuerdo, ¿pero cuándo se lo dirás a Draco?
- Hoy después de la cena, sé que no le agradará la idea de que me vaya tan pronto, pero tengo que hacerme cargo de esto.
- Ten cuidado Sire.
- Lo tendré Rem, lo único que lamento es no estar aquí cuando el cachorro decida hablar con Sirius. Así que espero tu puedas ayudar a controlarlo – por fin Sire había convencido, o mejor dicho obligado, a Harry para que hablara con su padrino acerca de su relación amorosa con su profesor y al moreno no le había quedado otra alternativa que ceder.
- Lo haré, no te preocupes, me encargare de que Pady no mate a Severus y no encierre a Harry en alguna de las torres del castillo – ambos sonrieron imaginándose al animago sometiendo a los otros dos magos y a Severus tratando de lanzarle una buena maldición mientras Harry trataba de evitar que hubiese heridos.
Tal como lo dijo, esa misma noche se despidió de su pareja y se encamino a los limites del colegio para después, utilizando sus poderes sobrenaturales, alejarse del lugar en un parpadeo. Desafortunadamente, su maestro no podría acompañarlo y de alguna forma estaba agradecido de que se quedara con su cachorro y su dragón, eso lo hacia sentir mas seguro al dejarlo bajo la supervisión de alguien adulto, después de todo no siempre se podía confiar de los otros tres magos sobretodo si dos de ellos se declaraban la guerra después de la confesión del pequeño moreno; ahora sólo esperaba que las cosas no estuvieran tan mal como pintaban.
Llegó a la mansión donde el concilio se reunía. Tal como lo había mencionado Remus, el lugar estaba en pésimas condiciones, paredes con muestras de haber sido quemadas, puertas fuera de los goznes, candelabros destrozados, cuadros arruinados, el lugar parecía un campo de batalla, y no ponía en duda que lo había sido.
Caminó dentro del lugar revisando algunas de las habitaciones principales, incluyendo la biblioteca, pero éstas también estaban en las mismas condiciones que el resto de la casa, ¿qué diablos había pasado ahí? se preguntaba a cada paso, nada, absolutamente nada quedaba que fuese de ayuda, ni siquiera sabía dónde buscarlos, aunque no fue necesario, se giró hacia la puerta principal de la casa y ahí, de pie como una de las tantas columnas que aun permanecían firmes, se encontraba Amelek.
Se acercó a él y mientras lo hacia no pudo evitar observar al otro; el vampiro de ojos rojos siempre era sumamente serio y formal, pero en esta ocasión mostraba algo mas, dolor, furia, vergüenza y otros sentimientos mas que se debatían en su hermosos ojos, su rostro impasible no permitía mostrar algo mas que indiferencia, pero Sire lo conocía, lo conocía desde hacia más de tres mil años, podía ver más allá de su fría máscara, así que se acercó lentamente y justo cuando se encontraba a un paso de él abrió sus brazos para rodearle, gesto que fue recibido de igual manera por el otro. En ese momento no quería explicaciones si no confortar a su amigo, demostrarle que podía contar en él de la misma manera que Amelek lo haría... las explicaciones podían esperar...
TBC...
