"Guardián Eterno: la leyenda del pasado"

Por: Sekhmet Malfoy

Encantadora de Dragones
Miembro de la Orden Severusiana
Miembro de la Orden Siriusiana
Miembro de la Orden Draconiana
Miembro de la Legión de Lupinas
Miembro de la Orden de Potter
Miembro de la Orden de las Mortifagas

http/ después del desastroso comienzo del verano, las cosas parecen mejorar para Harry... pero ahora tendrá que enfrentar un nuevo desafió si quiere proteger a las personas que quiere, y con ello al mundo mágico...

Capitulo 17

Despertó sintiendo una agradable calidez rodeándolo, haciéndolo sentir tan seguro y completo como no recordaba. Trató de moverse, pero su movimiento se vio impedido por un brazo que se enroscaba en su cintura pegándolo a un cuerpo firme. Sonrió suavemente sin abrir los ojos, podía sentir el fuerte pecho de su pareja pegado a su espalda, y se había dado cuenta que su cabeza descansaba sobre el otro brazo de su amado, ya recordaba, había pasado la más hermosa de las noches gracias a su hermoso vampiro.

Abrió sus bellos ojos grises y tratando de no moverse demasiado, se giró para observar a Sire dormir. Levantó su mano y apartó algunos mechones negros de su rostro amado para colocarlos detrás de su oído. Su sonrisa se amplió un poco más al notar que el vampiro parecía ajeno a sus mimos y continuaba durmiendo.

- Amor, debes estar completamente agotado para no sentir mis movimientos – susurró mientras acercaba su rostro al de su dormido amante y acarició suavemente sus labios con los propios.

Movió su mano un poco más cerca y acarició una de sus mejillas antes de tratar de desembarazarse de él y levantarse. Maldijo en voz baja al darse cuenta de que la habitación estaba realmente fría, aunque no lo había notado antes gracias al haber estado entre las tibias mantas de la cama junto a su pareja. Rápidamente localizó la camisa del pijama que usaba la noche anterior y se la colocó. Suspiró ligeramente satisfecho y se decidió por darse un baño, busco la ropa que necesitaría, y volviendo a dar una rápida mirada al formulario de la persona dormida en la cama se internó en el baño, sin haberse dado cuenta de que un par de hermosas amatistas no perdían detalle de su movimientos desde que abandonara la calidez del lecho.

Remus observaba contrariado como su pareja daba vueltas por toda la habitación, por lo menos lo había obligado a dormir por algunas horas con la ayuda de un oportuno Desmaius, sin embargo ya había despertado y su mal humor no había menguado ni tan siquiera un poco. Suspiró pesadamente pensando qué hacer para tranquilizarlo.

- Paddy, ¿podrías dejar de caminar en círculos, comienzas a marearme.

- Tu lo sabias, ni siquiera tienes que mentir, lo sé... – continuó despotricando, contra cierto profesor de pociones y contra su pareja, sin tomarlo en cuenta realmente.

- ¿Paddy? – trato de llamarlo, sin obtener resultado alguno.

- Y no me dijiste nada...

- ¿Padfoot? – volvió a tratar.

- Pude haberlo evitado antes...

- ¡¡SIRIUS ORIÓN BLACK, SIÉNTATE AHORA MISMO! – gritó completamente molesto el licántropo.

Algo sorprendido, y por qué no, ligeramente aterrado al recordar que la luna llena se acercaba a pasos agigantados, el animago se sentó frente al alterado licántropo.

- Bien, tal vez ahora podamos hablar...

Se despertó al no sentir el calor que le había acompañado toda la noche y tanteó un poco la cama con los ojos aun cerrados. Nop, su acompañante no se encontraba en la cama junto a él, frunció el ceño y suspiró imperceptiblemente, se decidió a abrir un ojo, la cama estaba vacía pero para su suerte se escuchaban algunos ligeros movimientos del otro lado de la habitación.

Sonrió ante la visión de su niño rubio peleándose un poco con la camisa de un pijama, mas específicamente con la camisa de SU pijama, aunque siendo sinceros le quedaba mejor a él. Lo observó abrir el armario y sacar algo de ropa, ¿desde cuándo su pequeño Dragón tenia tanta ropa en su habitación, ya lo averiguaría mas tarde. Notó que hacia un movimiento para girarse y mirarlo, así que cerró los ojos y se fingió dormido, quería darle una pequeña sorpresa por no haberle despertado.

Entonces lo escuchó dirigirse al baño, así que abrió nuevamente los ojos y lo vio perderse detrás de la puerta, miró el reloj en la mesa de noche, 10:25 a.m., ¿para qué tenia un despertador si no lo usaba, ah si, un obsequio de Harry, que había insistido que era necesario. Si claro y él era la reina de Inglaterra.

Suspiró y apartó las mantas que cubrían su desnudez, y sin importarle la temperatura de la habitación siguió al joven dentro del baño.

La imagen que lo recibió cortó cualquier pensamiento coherente que pudiese haber pasado por su mente en un segundo. Draco estaba de espaldas a él frotando su cabello mientras el agua de la regadera, colocada cerca de la enorme tina, bañaba su cuerpo de forma por demás sugerente. Sin perder mas tiempo se acercó, le obligó a apartar su manos del cabello y comenzó a lavarlo por su cuenta.

- ¿Por qué no me despertaste?

- Te veías muy tranquilo durmiendo, además después de lo de anoche pensé que estarías cansado.

- Tal vez, pero no lo cambiaria por nada – mencionó mientras dejaba su cabello y besaba su mejilla, después tomó una esponja para comenzar a enjabonar el atractivo y joven cuerpoentre sus brazos –. La próxima vez despiértame. No me agrado despertar sin ti a mi lado – terminó besando su cuello mientras frotaba su abdomen con suavidad.

- De acuerdo – respondió el chico girándose para abrazarlo por le cuello y ofrecer sus labios, los cuales no fueron rechazados sino todo lo contrario.

Sire comenzó un beso dulce, tranquilo, entregado y completamente apacible, muy diferente a los compartidos la noche anterior, o a la mayoría de los que lograba recordar. Se bañaron el uno al otro desfrutando de los suaves contactos sin llegar a pasar de ahí, ambos sabían que no había tiempo, el vampiro había llegado apenas la noche anterior y estaba seguro que los otros aparecerían por ahí de un momento a otro, así que no había tiempo para hacer nada, (Ev: es frustrante, Sekh: lo dice por experiencia propia Ev: ¬¬#) total si ya habían esperado mucho para estar juntos como la noche anterior, bien podían esperar un poco mas para estarlo de nuevo.

Se separaron observándose a los ojos, amatistas contra diamantes fundiéndose en un mar de sentimientos y emociones, amor, entrega, pasión, dulzura y ternura, entre otros. El rubio sonrió notando como los ojos de su pareja brillaban por él y Sire respondió a su sonrisa, iba a besarlo nuevamente cuando escucharon como alguien tocaba a la puerta. Draco maldijo en voz baja por segunda vez en la mañana y Sire bufó contrariado.

- Termina de bañarte – susurró el vampiro, lo besó nuevamente y se cubrióen una toalla antes de salir del lugar. Desde la habitación, mientras se enfundaba en una bata de seda, pudo escuchar un murmullo parecido a "¡A veces pienso que estoy condenado a ser interrumpido!". Sonrió, tal parecía que si, ya que no era la primera vez queocurría.

Ya cubierto por la fina bata se dirigió a ver a aquel que osaba interrumpir su recién iniciada mañana, a pesar de que el reloj indicaba casi las once treinta de la mañana.

Abrió la puerta mientras continuaba maldiciendo a la persona que se encontraba del otro lado.

- Hola, supuse que ya estabas despierto, ahora vuelvo – dijo el adolescente de ojos verdes mientras se dirigía a su alcoba y su acompañante se sentaba en uno de los sillones.

- Buenos días para ti también – dijoirónicamente el vampiro en dirección del chico que ni se inmuto y continuo su camino como si nada.

- ¿Agradable noche? – preguntó el profesor de pociones observándolo con una ceja levantada de arriba a abajo notando la sonrisa satisfecha en sus labios.

- Algo así, pero supongo que tu ya lo imaginas – sonrió inocentemente mientras le guiñaba –, iré a cambiarme si ustedes ya están aquí, Remus y Sirius no deben tardar.

- No me lo recuerdes. Hablar del chucho ese no es lo que me gustaría hacer en este momento – murmuró lo ultimo para si.

Después de casi veinte minutos los hombres faltantes se unieron a los habitantes del apartamento, comenzaron a charlar de asuntos triviales antes de enfocarse a los temas de importancia, omitiendo completamente lo ocurrido la noche anterior ya que ninguno de los involucrados quería tratar el tema.

En primer lugar aclararon la estadía del rubio en el lugar, algo que fue completamente del agrado del vampiro. Se pusieron al corriente de algunas novedades de la escuela. Y después de solicitar el té se dispusieron a conversar de los temas de importancia, ignorando olímpicamente las miradas asesinas que le dirigía el animago a Severus y que eran completamente correspondidas.

- ¿Qué tan grave es la situación actual del concilio? – pregunto Harry seriamente.

- Lo suficiente como para comenzar a preocuparnos – respondió Sire sorbiendo su tazade té –. Dos de los clanes están organizándose nuevamente y algunos otros llamando a sus miembros y tratando de recuperar las bajas.

- ¿Con cuántos vampiros contamos aproximadamente en estos momentos? – preguntó Severus ponderando las posibilidades en un futuro enfrentamiento.

- 35 ancianos y unos 50 menores de 3000 años, no estoy seguro, habría que esperar a que se reúnan los clanes al completo para saberlo. Pero de acuerdo a los informes de nuestros infiltrados, Voldemort cuenta más de 350 vampiros y la mayoría son recién iniciados, solo tiene 20 vampiros mayores, los cuales se encargan de dirigir al resto.

"Nos aventajan en número, pero los que deben preocuparnos son los mayores, no solo tienen mas poder sino experiencia, sin embargo tenemos un punto a nuestro favor – termino mientras meditaba sus ultimas palabras.

- ¿Cuál? – preguntó Draco interviniendo por primera vez en la conversación.

- Ninguno es capaz de soportar el sol, lo que sabemos es que solo Ilian y su general de confianza sobrepasan los 5000 años y son los únicos en soportar una exposición total al sol, los otros 18 son menores a los 2500.

- Eso es una buena noticia, pero debe haber algo mas que pueda sernos útil – murmuró Remus.

- Es ahí donde entra Severus – murmuro Sire.

- ¿Qué? ¿qué tiene que ver él? – murmuro Sirius entre sorprendido y molesto por la mención del otro hombre.

- Severus puede ayudar a Shadami en un proyecto que esta realizando, después te doy las notas que necesitaras – dijo lo ultimo dirigiéndose al oscuro profesor quien asintió antes de preguntar.

- ¿De qué se trata?

- Shadami ha estado trabajando en un suero para crear una protección extra para nuestros neonatos, y un veneno anticoagulante para los enemigos, pero no se mucho, supongo que tu entenderás mas de ello.

Continuaron hablando y planeando por casi una hora más, hasta que decidieron que era mejor ir al comedor puesto que se habían perdido el desayuno, no podían faltar a la comida o seria muy sospechoso.

Antes de salir, Sire indico a todos que se adelantaran quedándose solo con Sirius, tenia que hablar con él. Sobre todo después de observar la falta de habla en el comúnmente bromista y parlanchín animago.

- Creo que tenemos una conversación pendiente – inicio el vampiro indicándole que se sentara nuevamente.

El otro moreno solo gruñó, sin embargo siguió las instrucciones y se acomodo nuevamente frente al vampiro, realmente necesitaba hablar con alguien, no que lo fuera a admitir abiertamente.

- No sé de que quieres hablar, ya todo esta dicho – refunfuño sin levantar la vista el ojiazul.

- Sé que estas molesto y solo estas diciendo estupideces de las que después te arrepentirás – se escucho un nuevo gruñido que ignoro completamente mientras hablaba –, pero ¿te has puesto a pensar en cómo se siente Harry?

- Pero... pero es... es Snape...

- ¿Y?

- ¿Cómo que 'y'?

- Si, solo lo estas viendo lo que quieres ver, te estas dejando llevar por antiguos pleitos escolares, ¡Por Dios Sirius el hombre esta poniendo todo de su parte para olvidar y perdonar ¿y tu no puedes verlo!

- ¿Es que no se dan cuenta que solo esta jugando con él para vengarse?

- ¿Vengarse, dices que es una venganza. Por Merlín, ¿por qué Severus planearía una venganza sabiendo que en cuanto yo me enterara le sacaría el corazón, le rompería uno a uno los huesos y le arrancaría la cabeza? Sin contar lo que Remus y tu le harían.

- Uno nunca puede saber lo que pasa por la mente de un Slytherin como él.

- Ten cuidado con lo que dices, mi novio también es un Slytherin, así que mide tus palabras – gruño el vampiro mostrando sus colmillos.

Sirius tembló imperceptiblemente para el ojo humano mas no para su acompañante.

- Bien – rumió como respuesta cruzando los brazos y mirándolo mal antes de bajar la vista.

- Padfoot...

- ¿Ah, ahora soy Padfoot?

- Si, Padfoot... – hizo una pausaantes de continuar – Morë... – (en Quenya: oscuro, oscuridad)al escuchar el sobrenombre cariñoso que el vampiro solo usaba en contadas ocasiones y solamente cuando no había nadie mas cerca, se decidió a mirarlo a los ojos, estos estaban ligeramente enojados, aunque también reflejaban una mezcla de entendimiento y apoyo, soltó un ligero bufidoantes de centrar su atención completamente en él –, sé que es injusto de mi parte pedirte que lo aceptes así como así, y no te lo pediré, solo te pido que "trates" de darle una oportunidad, no lo hagas por mi o por él, hazlo por Harry, ese pequeño cachorrito que se gano nuestro corazón, también se gano el de Sevy y esta sufriendo por tu rechazo.

- Lo se, es solo que... – enterró con frustración su rostro entre su manos sin concluir la frase.

- ¿Han pasado muchas cosas entre ustedes que no son fáciles de dejar atrás?

- Si.

- Todos tratamos de dejar atrás el pasado mientras recordamos los buenos momentos para darnos fuerzas, a muchos aun nos cuesta, pero tratamos de aprender de nuestras experiencias, de nuestros errores, aprendemos a tratar con ellos y a superarlos, nunca es sencillo pero...

- Es necesario para poder continuar – termino Sirius por él levantando nuevamente la mirada encontrándose con dos amatistas que le observaban con cariño y una sonrisa de aprobación, Sire tenia razón, pero no seria nada fácil enterrar el hacha, sin embargo lo intentaría, era lo menos que le debía a Harry.

El vampiro se levanto dirigiéndose a hacia él para apretar su hombro ligeramente antes de abandonar la habitación y alcanzar a los otros.

Cuando el Sire atravesó la puerta del comedor todo se volvió silencio, ignorando todas las miradas fijas en él se dirigió a la mesa principal para sentarse entre Severus y Remus, quienes dicho de paso lo miraron interrogativamente, y comenzar a comer sin hacer caso a nada que no fuera la comida en su plato permitiéndose perderse completamente en sus pensamientos.

Poco a poco todo volvió a la normalidad, sin embargo aun había alguien esperando un explicación.

- Todo esta bien – murmuró el vampiro para sus compañeros.

- ¿Seguro? – preguntó escéptico Severus.

- Si, solo necesita estar solo un rato para pensar – respondió nuevamente –. "Y yo también, la cabeza me va a estallar un día de estos".

Pronto volvió a adentrarse en sus pensamientos, sin notar la mirada preocupada de un joven rubio sobre él.

Mientras apretaba disimuladamente un paquete oculto entre los pliegues de su capa, recordó el ultimo consejo que le dio Irad antes de abandonar el refugio.

"Llegado el momento sabrás que debes hacer con esto – mencionó tendiéndole un saco de terciopelo –, deberás hacer lo que tu corazón te dicte aunque eso te haga sufrir...termino entregándole un libro escrito con símbolos extraños".

¿Sufrir? ¿sufrir qué? ¿por qué? ¿qué es lo que le ocultaba su amigo, suspiró resolviendo analizar ese pensamiento después. El ruido de los alumnos saliendo del comedor le devolvió a la realidad.

Noto algunas miradas preocupadas sobre si y esbozo una sonrisa decidiendo dejar las preocupaciones para mas tarde, por ahora era suficiente con planear las próximas vacaciones al lado de su pequeño Dragón y los que ahora consideraba su familia, una extraña familia para un vampiro, un pareja, un pequeño hermanito, un licántropo, un animago prófugo y un ex mortifago... a pesar de eso su vida no podría ser mejor, sonrió nuevamente ante el pensamiento.

Cuando Harry regreso a su alcoba, habiendo dejado a todos los demás hablando sobre las vacaciones se dispuso a buscar a su padrino, si había algo que no necesitaba o quería, era una pelea con él, no ahora que por fin lo tenia de regreso.

Ser un sahir (como solía referirse Sire a los magos) era de gran ayuda, sobre todo cuando se tienen algunos dones de Uve y el mapa del Merodeador, así que sin asomo de duda se dirigió de regreso a sus aposentos para resolver o tratar de resolver la situación con su padrino.

En cuanto cruzo la puerta dispuesto a decirle unas cuantas cosas a su padrino, se detuvo completamente sorprendido, el hombre que se encontraba recargado en la chimenea no parecía ser la misma persona con quien había discutido la noche anterior, se veía sereno y decidido a algo, no sabia que, y no sabia si debía alegrarse o no de que no estuviera gritando o algo peor, lanzando maldiciones a diestra y siniestra.

- No digas nada Harry – le paró notando el ademán del joven por hablar –, déjame a mi, ¿si?

El chico asintió como respuesta, entonces el animago suspiró y le dedico una sonrisa cansada antes de hablar.

- Yo... te debo una disculpa – murmuro suavemente –, aunque no esperes que me disculpe con Sniv, Prongs se revolcaría donde quiera que este si lo hago – sonrió paternalmente tratando de aliviar la tensión entre ambos y obteniendo una ligera sonrisa del joven animándolo a continuar.

"Se que dije cosas que te molestaron o dolieron, o ambas... pero... estoy consiente que no fue lo mejor que pude hacer, necesite de una noche casi en vela, los gruñidos y amenazas de Moony, además de la sabiduría de alguien a quien aprecio para darme cuenta de que no es mi vida la que esta en juego... no es mi felicidad la que esta en medio de esto...

"... y no me di cuenta que... – le miro cándidamente haciendo que a Harry le diera un vuelco el corazón imaginando que probablemente su padre le hubiese mirado así – una de mis responsabilidades como tu padrino es apoyarte... guiarte, pero también confiar en que sabes que es lo mejor para ti... ya no eres el pequeño que tus padres colocaron en mis brazos y que yo en cierta forma me he empeñado en sobreproteger... yo...

Temblando ligeramente de la emoción el joven mago se arrojó a los brazos de Sirius, quien correspondió al abrazo estrechándolo aun mas contra si, las lagrimas corriendo por sus rostros pero el calor en su corazón y la seguridad de estar haciendo lo correcto.

- Sirius... – susurró Harry ocultando su rostro en el cuello del mago mayor – Gracias...

- Se que no actué de la mejor manera, pero... – suspiro antes de hacer algo que jamás pensó que haría, y apartando ligeramente al chico, despejo su frente de los rebeldes mechones de cabellos negro – no puedo decir que lo entiendo, porque no es así, y puede no gustarme tu elección, porque aquí entre nosotros, jamás lo hubiese elegido a él – dijo con una sonrisa extraña – pero te apoyare en lo que decidas...

Lo ultimo lo dijo en cierta forma para convencerse a si mismo de que estaba haciendo bien y que aunque no lo aprobara completamente lo apoyaría, y jurándose que si a Snape se le ocurría lastimarlo de alguna forma ni siquiera un vampiro o un licántropo furioso llegaría al hombre antes que él lo hiciera.

Muy pronto las cosas volvieron a una agradable monotonía, los alumnos preparándose para las vacaciones, los profesores organizando las clases que impartirían al regresar de las vacaciones, Sirius y Severus incordiándose mutuamente mientras Remus trataba de tranquilizarlos, Harry repartiendo su tiempo entre la escuela, los entrenamientos, su pareja y alguna otra cosa que surgiera, y un vampiro mas feliz que nunca compartiendo todo su tiempo libre con un atractivo rubio que le había robado el corazón...

Lo que ninguno se imaginaba es que tal vez pronto las cosas no seguirían igual...

TBC...