"Guardián Eterno: la leyenda del pasado"
Por: Sekhmet Malfoy
Encantadora
de Dragones
Miembro de la Orden Severusiana
Miembro de la Orden
Siriusiana
Miembro de la Orden Draconiana
Miembro de la
Legión de Lupinas
Miembro de la Orden de Potter
Miembro
de la Orden de las Mortifagas
http/ después del desastroso comienzo del verano, las cosas parecen mejorar para Harry... pero ahora tendrá que enfrentar un nuevo desafió si quiere proteger a las personas que quiere, y con ello al mundo mágico...
Capitulo 18
Después de todo lo ocurrido entre Sirius, Harry y Severus, las cosas se tranquilizaron lo suficiente, si bien Sirius y Sev aun se miraban como si quisieran saltar al cuello del otro, para salud mental de todos la mayor parte del tiempo se ignoraban, o por lo menos lo intentaban.
Aunque Sirius se paso varios días refunfuñando por lo bajo sobre como deshacerse de cierta serpiente venenosa mientras Remus trataba de tranquilizarlo.
Harry y Sev tuvieron menos suerte, el profesor necesitaba preparar algunas de sus clases y no tenían tanto tiempo para reunirse en privado, excepto en los entrenamientos, aunque esperaban reponerlo en cuanto estuvieran en casa.
A Draco y Sire les fue mejor, las responsabilidades del vampiro no eran tantas como las del resto, así que podía pasar algo de tiempo con el rubio, para beneplácito de este, si bien tenia al vampiro para él solito y el rumor de que era pareja del grasiento profesor de pociones ayudaba, aun había muchas chicas y chicos tras él, incluida la fastidiosa señorita Miller, algún día pondría a esa gryffindor en su lugar.
Ahora los chicos se encontraban en una de sus clases favoritas, con el profesor favorito de Draco (Sekh: Adivinen quien).
- Bien, ahora que terminamos esta parte del programa pasaremos a lo interesante... – Sirehizo una pausa para obtener algo de atención después de que sus recientes palabras provocaran susurros de aprobación entre los alumnos – Artes Oscuras...
Se produjo un jadeo generalizado, en especial entre los gryffindors de la clase.
- Pero profesor... eso... eso no es correcto...
- Señorita Patil, a usted le parece que no es correcto, lo cierto es que la sociedad esta en guerra, Voldemort – otro jadeo, pero ahora de terror –, aun no se por qué les aterra el nombre, solo es eso un nombre, el nombre no les lastimara ni lo invocara hasta este lugar – bufó exasperado.
"Bien como les decía, la guerra esta tocando a sus puertas, ya sea que se hayan decidido a pelear o no de un lado u otro, necesitan el conocimiento, la ignorancia solo los llevara a un punto donde no sabrán como defenderse, no siempre estarán a resguardo en algún lugar seguro.
"En estos momentos están protegidos, pero ¿qué pasará cuando salgan, son séptimos años, se graduaran en unos meses y entonces ¿qué? ¿qué harán una vez que los muros del castillo no los protejan?
- Hay aurores... – otra voz intervino las preguntas del profesor.
- ¿Aurores? Esos aurores que menciona señorita Brown están tratando de enfrentar a un enemigo que se encuentra fuera de sus limites. No tienen tiempo de resguardar a todos y cada uno de los magos o muggles que caminan a diario en las calles de Londres.
Suspiró algo irritado de la necedad de algunos gryffindors. Siendo observado por sus dos discípulos que encontraban completamente fascinados por el rumbo que tomaba esto, solo querían ver hasta donde llegaba el moreno con sus explicaciones.
- Profesor, ¿por qué piensa que Quien Usted Sabe esta fuera de los limites de los aurores? – pregunto un tanto confundida Hermione.
- Bien, la mayoría de los aurores piensa como ustedes, cree que las Artes Oscuras corrompen a los magos, lo cierto es que no es así, la magia no deja de ser magia, no existe magia negra o magia blanca, la magia no tiene color. Son las personas las que convierten el conocimiento y el poder en algo maligno y peligroso.
"¿Acaso no son las personas las que realizan estas las clasificaciones? ¿Acaso no son las personas las que las utilizan? – elsilencio respondió a sus preguntas – Los aurores desprecian esos conocimientos porque les temen, así que no tienen idea de los que sus enemigos son capaces de hacer hasta que los tienen en frente.
"¿Alguno sabe por qué durante una batalla las filas de los aurores disminuyen mientras que las de los mortifagos siguen constantes o se ven ligeramente mermadas?
Uno de los Slytherin levanto la mano, para sorpresa de todos. Y Sire le dio la palabra con un asentimiento.
- Mientras los aurores se dedican a poner fuera de combate a los mortifagos aturdiéndolos o inmovilizándolos, los mortifagos no dudan en utilizar las maldiciones imperdonables u otras sobre ellos, además que les es mas fácil lanzar un Enervate a sus compañeros.
- Eso es verdad señor Hatton. Ellos no dudan en asesinar para tomar ventaja...
- Nos esta diciendo que tenemos que lanzarles un Avada Kedavra...
- Esta malinterpretando mis palabras señor Finnigan. Estoy tratando de decirles que mientras las fuerzas de la "luz" – ironizo la palabra –, utilizan encantamientos conocidos por todos, ya sea magos ligeros u oscuros, ellos conocen otros igual de mortales o dañinos como el crucio o el Avada, algunos de los cuales ni siquiera han oído nombrar. Su ignorancia solo los conduce a un fin, la Muerte, y ni siquiera tuvieron la oportunidad de defenderse.
Esa ultima declaración les dejo fríos y pensando a todos, Sire volvió a suspirar antes de tomar la palabra nuevamente.
- Las Artes Oscuras no vuelven a nadie malo, no lo corrompen. Si lo hicieran las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras no existirían pues no habría nadie capaz de enseñarlas. Para hacerlo se necesita conocimiento sobre ellas – suspiró nuevamente –. Estas clases tienen el propósito de enseñarles a defenderse, y ni el profesor Lupin o yo seremos capaces de ayudarlos si no intentan dejar sus prejuicios a un lado para intentarlo.
La campana estaba por sonar y él vampiro lo sabia, esa seria la ultima clase antes de vacaciones, sin embargo todos querían continuar con esto, la clase se había convertido en un debate muy interesante donde el profesor era el encargado de defender su postura y los alumnos de atacar cada uno de sus puntos, y ninguno quería ceder, pero alguno tenia que parar antes de que el tiempo terminara.
- Les dejare un trabajo sobre esto para las vacaciones, debe ser escrito, describirán su punto o puntos de vista para apoyar o no la enseñanza de Artes Oscuras en los colegios y lo expondrán en la próxima sesión, pueden fundamentarlo con citas textuales, comentarios propios o de alguna otra persona si es que deciden pedir la opinión de un adulto. No pondré limite para ello pero el mínimo será de un metro de pergamino, y para aquellos de descendencia no magia incluso recibiré trabajos impresos.
La campana sonó poniendo fin a su pequeña tortura.
- Pueden retirarse, los veré en Enero y que pasen unas felices fiestas.
Se dejo caer en su asiento mientras los alumnos se retiraban, al final solo quedaron Harry, Draco, Hermione y Ron.
- Eso fue interesante. ¿Crees que encontrare información en casa? – pregunto burlonamente el ojiverde.
- Sabes que si, todo lo que puedas necesitar esta en la biblioteca – sonrió con suficiencia a Harry.
- ¿Por qué hizo esto, profesor?
- Puedes llamarme Sire, Hermione – la chica solo asintió a sus palabras –. Todo lo que dije es verdad, esa es mi forma de pensar, lo ha sido por mucho tiempo y no pienso cambiarla porque mis alumnos están asustados. No quiero ni recordar como reaccionaron los Hufflepuff cuando se enteraron.
- Pero las Artes Oscuras son malas – dijo Ron sin estar convencido de los argumentos de los otros (Sekh: papá puede ser cabezota en algunas ocasiones ¿no creen? sin ofender 'pa Ev: sip).
- No, no es así. Lo pondré de este modo – hizo una pausa pensando su siguiente argumento –. Si estuvieras en un combate donde alguien de tu familia ha sido atacado con una maldición Mornáro (Ev: el fuego negro – según nosotros. Sekh: así que no pregunten) y se consumirá en el fuego de una manera increíblemente dolorosa hasta su ultimo respiro, ¿qué harías, ¿le dejarías morir así o lo terminarías de una manera rápida y sin dolor?
- Yo... yo... no... – el pelirrojo no supo que contestar.
- Lo ves, puede que no se den cuenta, pero incluso existen hechizos y pociones que no se consideran oscuros y sin embargo son tan mortales o dolorosos como las imperdonables, incluso son capaces de recrear sus algunos de sus síntomas.
- En resumen, ¿lo que quieres decir que todo esta en el punto de vista de las personas y en su uso? – pregunto Draco.
- Si, no todas las personas usan estos conocimientos para hacer el mal, sino para defenderse y no todas lo usan para beneficiar a otros.
- Creo que entiendo, ¿por eso mencionaste que necesitamos el conocimiento para defendernos? – dijo Hermione.
- Si, será mejor que se vayan – gimió apesadumbrado –, aun tengo una reunión a la que asistir antes de la cena.
Draco y Harry ahora se encontraban descansando en la sala después de haber organizado sus pertenencias para partir, todo estaba perfectamente empacado en sus baúles, las lechuzas se encontraban ya en la mansión de Sire, donde pasarían la navidad, y ellos solo tenían que esperar a sus parejas para dormir unas horas y partir por la mañana.
- Estoy cansado, las clases están aburridas, la única interesante fue la de Sire, los entrenamientos me están acabando, el quidditch tiene que esperar hasta que volvamos de vacaciones... – continuó despotricando Draco sentado frente al moreno en el sillón mas cercano a la chimenea de los aposentos mientras esperaban a sus novios.
- Me lo has estado repitiendo desde la hora de la cena y ya me tienes cansado, por qué no esperas hasta que Sire llegue y se lo dices a él.
- Porque no se cuanto mas va a tardar, a buena hora al vejete ese se le ocurrió llamar a los profesores a reunión un día antes de partir. Quiero irme a descansar ya.
- Entonces ve a la cama y trata de no dormirte mientras lo esperas y déjame respirar en paz – le recomendó tratando de deshacerse de él.
- No quiero, si me voy seguro me dormiré... – iba a continuar con su perorata cuando la puerta se abrió y entró Severus Snape masajeando sus sienes, con un evidente dolor de cabeza, seguido por Sire que no se veía mejor.
- Ni una palabra – interrumpió el profesor de pociones viendo como Draco iba a comenzar a hablar y por la cara que Harry tenia, seguro no seria un 'Buenas noches' lo que saldría de sus labios.
El rubio cerro la boca esperando que su pareja se acomodara junto a él, una vez que estuvo ahí dejo descansar su peso en el torso firme del vampiro mientras este automáticamente cerraba sus brazos entorno a él.
Severus por otro lado se dejo caer en el sofá que ocupaba Harry y coloco su cabeza en el regazo del moreno y este comenzó a frotar sus sienes tratando de relajarlo.
- Tengo la impresión de que no fueron muy bien las cosas – dijo Harry besando la frente de Severus.
- Y tienes razón, Remus se salvo porque aun esta recuperándose de la luna llena – dijo Sire echando su cabeza hacia atrás.
- ¿Qué dijo Dumbledore?
- ¿Antes o después de regañarme por la clase de esta tarde?
- ¿Te regaño? – pregunto Draco levantando la vista de su pecho.
- Algo así, en pocas palabras le dijo que midiera sus palabras cuando diera clases, que seguramente esto acarreara problemas con el Consejo Directivo y que podría incluso llegar a oídos del Ministerio... – comenzó Severus.
- Y que seguramente ellos harán o dirán algo al respecto de mi presencia en el colegio – termino Sire ante las miradas confundidas de los chicos aclaro –, traducción, que el Ministerio podría descubrir mi naturaleza y echarme de aquí – dijo sin darle verdadera importancia.
- No pueden hacer eso, ¿cierto? – pregunto el rubio tensándose entre los brazos protectores de su novio.
- Pueden hacerlo, pero no servirá de nada – sonrió con suficiencia este, sin dejar de abrazar a Draco.
- ¿Qué quieres decir? – pregunto Sev levantándose de su lugar para mirar de frente a Sire.
- Alguna vez has leído el articulo 112 sección 32 del Código referente a criaturas oscuras que existe en la Constitución del Ministerio de Magia de Inglaterra? (Sekh: datos completamente inventados por mua. Lenara: yo ayude no te hagas. Sekh: tu no cuentas ¬¬ Lenara: ¬¬# Ev: ññU)
- No existe tal sección en el código, nunca la he leído – respondió Remus quien entraba en ese preciso momento al apartamento acompañado de su enorme perro negro. Acababan de llegar como lo habían acordado antes, estar juntos para no perder tiempo esperando a los otros.
La sonrisa de Sire se amplió provocando cejas alzadas y miradas interrogantes de los presentes.
- Bien, verán la sección existe, sin embargo es de conocimiento exclusivo del Ministerio y no puede ser alterado por mago alguno, de intentarse causaría serios estragos en las relaciones que los Clanes mantienen a espaldas de la Sociedad Mágica.
- ¿El Concilio mantiene relaciones con los magos? – preguntó asombrado Sirius después de retomar su forma humana y sentarse junto a Remus en otro sillón, lanzando una que otra mala mirada a Severus que abrazaba a Harry y lo miraba retadoramente.
- Sip, pero no es de... mmm... conocimiento general. El Concilio ha decidido mantenerse en la sombra en esto.
- ¿Qué clase de relaciones? – volvió a preguntar Severus interesado en la respuesta, aun ignorando al animago.
- Bien, les explicare lo que se, ya que no tengo conocimiento de todo lo que hacen, pero después todos nos retiraremos a dormir, ya es tarde y mañana nos vamos.
- Esta bien – respondieron Remus, Harry y Sirius a coro mientras los Slytherins asentían.
- Ustedes saben que mi raza ha caminado por milenios entre los humanos, ¿cierto? – un nuevo asentimiento general y continuo – Nuestra sociedad contribuyó a la formación del Ministerio cuando las relaciones entre criaturas de diferentes razas aun eran algo común, hace unos 1 200 años aproximadamente, sobre todo realizando inversiones en él o en algunos negocios a través de Gringotts, incluso tenemos bóvedas ahí.
- Eso es imposible, no pueden existir tales bóvedas en el banco, las mas antiguas son las de los Fundadores y esas comienzan en la 1, yo mismo tengo la bóveda 11 que esta cercana a esas – dijo Sirius asombrado.
Sire sonrió nuevamente sin asombrarse por lo dicho, después de todo el ya conocía eso. Y suspiro antes de aclarar las cosas.
- Nuestra bóvedas son aun mas antiguas, ni siquiera están numeradas, llegamos a un acuerdo con los gnomos para que fuese así, el apoyo de los fundadores fue de gran ayuda con las relaciones con el Ministerio pero con los gnomos es otra cosa, así que tenemos 15 bóvedas que no están numeradas, una por clan, una es mía y la otra no se a quien pertenece, solo se que es de un vampiro Mayor.
"Volviendo al tema, a los magos del Ministerio no les convine dejar saber a la comunidad que poseemos propiedades que datan mucho antes de que su sociedad se convirtiera en lo que es ahora, incluso podríamos tomar el mando de algunos asuntos que no les beneficiarían y ellos no podrían hacer nada. Así que no pueden romper el acuerdo sacándome de aquí, la ley me protege – sonrió astutamente.
Después de eso mando a todos a dormir, realmente era tarde y tendrían que salir temprano para obtener un buen lugar en el tren.
El viaje de vuelta a casa fue muy parecido al que realizaron al principio del curso, con la diferencia de que esta vez todos compartían el mismo vagón, y los sillones individuales ahora eran de dos plazas.
Después de unas horas Harry dormía placidamente entre los brazos de su pareja mientras este discutía con Sire acerca de las notas de Shadami, no que el vampiro entendiera realmente de lo que hablaba el otro moreno.
Draco jugaba ajedrez mágico con Remus (después de aclarar los puntos sobre su relación con Sire, ahora se llevaban relativamente bien, o por lo menos Draco había dejado de querer maldecirlo) y Sirius dormía en el piso del compartimiento en su forma animaga para ignorar la imagen que representaba su ahijado.
El tren se desplazaba suavemente mientras disminuya la velocidad y se respiraba un aire de tranquilidad que no presagiaba nada bueno a los ojos de Sire, se había sentido tremendamente incomodo conforme se acercaban a su destino, tenia un mal presentimiento y eso no le agradaba.
Remus noto la ligera tensión en el cuerpo del vampiro, cualquier otro no lo habría hecho, pero él era mas perceptivo que el resto, se le quedo mirando hasta que el moreno conciente del escrutinio al que era sometido detuvo su conversación son Severus y le devolvió la mirada.
Se observaron por un momento compartiendo sus preocupaciones sin hablar, algo que fue advertido por el profesor de pociones, quien era el único suficientemente despierto para notarlo y supo que algo andaba mal.
El tren se detuvo justo en el momento en que una explosión se dejo oír al principio del tren, seguido del estremecimiento del tren y cientos de gritos aterrorizados de los alumnos en el área cercana.
Harry despertó sobresaltado mirando a su alrededor y vio como su padrino se levantaba del piso algo aturdido, Draco se aferraba a Sire asustado y los otros tres comenzaban a levantarse para salir del vagón.
Otra explosión se sintió, esta vez mas cerca, Sire se separó de Draco y se apresuró a abrir la puerta, el pequeño ojiverde no espero otra señal y se lanzo tras él, y los otros no dudaron en seguirlos cuando abandonaron el lugar.
Afuera todo era un caos, alumnos gritando y llorando, algunas llamas comenzaban a extenderse en algunos puntos.
- Draco hazte cargo de apagar las llamas – indico Sire y el rubio comenzó a apagar las mas cercanas mientras él hacia los mismo.
"Padfoot quédate con Remus y ayúdalo a proteger a los alumnos – indico el vampiro sin mirarlo, obteniendo un ladrido de aceptación, sabiendo que el animago haría lo que le pedía se dirigió al hombre lobo –, Rem abre los compartimientos cercanos y comienza a reunir a los alumnos y traten de guiarlos al final del tren, parece que no han llegado hasta ahí.
"Harry, Sev, acompáñenme afuera – los aludidos asintieron y se precipitaron a la salida mas cercana ante las miradas suplicantes de los alumnos para que no les abandonaran.
En cuanto bajaron notaron que la situación no era nada buena, había mortifagos tratando de subir al tren o en su defecto lanzando maleficios para destruirlo, algunos aurores, puestos como medida preventiva, se batían en duelo con ellos tratando de alejarlos de su objetivo. Los padres que esperaban a sus hijos o bien se unían a la lucha o trataban de protegerse.
El anden estaba en llamas, el humo comenzaba a expandirse cada vez con mayor rapidez y parecía que los refuerzos no podían ingresar.
- Sev, trata de reunir a aquellos que aun puedan pelear. Cachorro dame una mano, necesitamos apagar el fuego.
Harry se acerco a su maestro creando un escudo mientras este concentraba su energía elemental y apagaba las llamas.
Estas cedieron fácilmente ante el avasallante poder del vampiro y en segundo no quedaba mayor rastro que manchas oscuras y algunas cenizas húmedas, los mortifagos les miraban molestos, y el par de magos se preparó para enfrentarlos.
Remus y Sirius por otro lado habían reunido a los alumnos al finar del tren, Sire había tenido razón, esa área aun no había sido atacada, así que poco a poco y con la ayuda de algunos miembros del ED (Ejercito de Dumbledore) lograron sacar a todos por ahí, en cuanto estuvieron fuera no pudieron sino estremecerse, la imagen que presentaba el anden era demasiado triste.
- Hermione, Ron, ayuden a llegar a todos donde están los demás – indico un lugar donde Severus y algunos otros magos creaban escudos para proteger a los magos o muggles inconcientes o heridos –, nosotros los cubriremos.
En una mezcla de esfuerzos con los alumnos mayores los dos magos lograron llegar donde estaba el otro grupo.
- Granger encárguese de que los alumnos ayuden con los heridos, Lupin dame una mano acá y que tu mascota haga algo – rugió el oscuro profesor de pociones en cuanto estuvieron lo suficientemente cerca –. Draco trata de hacer algo con el fuego.
Como lo ordenó Snape, en poco tiempo los alumnos de 5° estaban ayudando a los heridos o tratando de tranquilizar a los pequeños, y los mayores intentaba ayudar creando escudos o lanzando algunos hechizos. Para sorpresa de muchos el enorme perro de su profesor favorito se transformo en Sirius Black, en asesino prófugo de Azkaban y para mayor su sorpresa se unió a los esfuerzos que hacían Lupin y Snape para protegerlos. Mientras Draco Malfoy se encargaba de minimizar los fuegos a su alrededor, sin embargo no era tan fuerte como Sire para ser de mayor ayuda y se estaba cansando muy rápido.
Una horrenda y fría risa llamo su atención y dirigieron sus miradas a donde un par de figuras se enfrentaban a un grupo numeroso de mortifagos y una sombra se levantaba ante ellos.
El joven mago invoco su espada y daga casi al mismo tiempo que el vampiro, ninguno de los dos necesitaba de una varita para canalizar su magia así que tenían cierta ventaja a su favor.
La pelea comenzó, hechizos lanzados que chocaban con su fuertes escudos y estallaban en pequeñas luces de colores, devolvieron algunos y lanzaron otros, los mortifagos no sabían como defenderse o atacar, el par no solo se movía extremadamente rápido, tenían escudos suficientemente fuertes para desconcertarlos.
Harry se separó de Sire para darle espacio de maniobrar y el vampiro pronto estaba golpeando, aturdiendo o destrozando mortifagos sin asomo de culpa, no que el la sintiera mientras hacia lo mismo.
Eran superados en numero pero eso no era lo que le preocupaba, no, lo que le preocupaba eran los seres que comenzaban a surgir entre las sombras. Vampiros.
- "Por Merlín, ¿por qué no se mantuvieron neutrales o con nosotros?" – gruño mientras un frío comenzaba a apoderarse del lugar.
Una risa fría se escucho, aunque gracias a Merlín no era Voldemort.
- ¿Aun estas de pie Sire? Sabia que mandar a simples mortales no serviría de nada – murmuro la negra figura.
- Ilian... – murmuro el vampiro con rabia, una afirmación mas que pregunta.
Los mortifagos se retiraron dejándole paso al ser.
- ¿Qué te parece el obsequio de Navidad? – dijo este con sorna y una sonrisa maligna en sus labios –, se que me adelante un poco, pero ya me conoces... la paciencia no es una de mis virtudes, jajajaja...
- Tu no tienes virtudes, ni siquiera algo que se parezca – gruño amenazante mientras se ponía al frente de Harry, protegiéndolo.
- ¿Así me recibes depuse de tanto tiempo, decepcionarías a tu madre...
- No te atrevas a mencionarla, no tienes derecho a hacerlo – se tenso el vampiro y sus ojos irradiaban una extraña y tétrica luzque hizo temblar a mas de un mortifago y algunos otros magos –, tu menos que nadie tiene derecho a manchar su nombre o el de la familia, tu nos traicionaste – dijo antes de abalanzarse contra él y comenzar una pelea que dejo boquiabiertos a todos.
Draco observaba como los demás el despliegue de habilidades de su novio y su amigo, mientras Sire se encargaba de Ilian, el ojiverde hacia lo mismo con otros vampiros y los aurores cercanos se encargaban de los mortifagos.
Estaba tan concentrado en la pelea y tan cansado que se descuido, descuido que fue aprovechado por una sombra cercana que se le hecho encima y pronto todo se volvió negro.
El grupo que protegían Severus y los otros pronto sometió a los mortifagos, con ayuda llegada del cielo. Algunos miembros del concilio habían ido a buscarlos a la estación y cuando se dieron cuenta de lo que ocurría no dudaron en intervenir. Algunos cuellos rotos y huesos fracturados daban cuenta de ello.
- ¿Cómo están todos? – pregunto Seth mientras se acercaba al hombre moreno.
- Asustados pero enteros – respondió Sev algo cansado.
- Llegaron a tiempo – murmuro Remus observando como Minüe y Shadami se acercaban a algunos heridos y comenzaban a hacer curaciones.
El vampiro asintió antes de volverse a los otros, eran 5 en total, Auriel, Henos, Shadami, Minüe y él.
- Ustedes dos denme una mano – diciendo esto los tres se dirigieron a donde estaban sus amigos para ayudar. Los alumnos y otros magos aun los miraban sorprendidos y algo asustados, habían notado que no eran humanos, sus pieles ligeramente pálidas y frías al tacto, sus movimientos rápidos e imperceptibles, su velocidad, los delataban.
- Ríndete primo... no lograras nada, los superamos en numero... pronto tu y el resto caerán... – declaro el vampiro castaño parando la estocada de la afilada espada.
- Jamás... esto... aun no... termina – el encuentro seguía igual de reñido, ninguno cedía un ápice al otro.
Harry cerca de ellos ya se había deshecho de algunos mortifagos y uno que otro vampiro pero comenzaba a cansarse, detuvo un golpe con su daga y rodó a un lado, no se dio cuenta que un vampiro le atacaría por la espalda hasta que escuchó un 'clang' detrás de él y vio a Henos sonriéndole. Le devolvió la sonrisa y continuo peleando, en unos minutos los vampiros habían sido sometidos o destruidos y los únicos que continuaban peleando eran Sire e Ilian.
El combate paro cuando un grito de dolor se escucho a espaldas de ellos, cuando se giraron vieron una imagen que helo la sangre de Sire.
Draco se encontraba entre los brazos de un vampiro alto y rubio, que lo miraba con aborrecimiento, y le encajaba los colmillos en el cuello, el pequeño rubio se retorció tratando, inútilmente, de quitárselo de encima, poco a poco sus escasa fuerzas mermaron y sus brazos cayeron inertes a sus costados.
- ¡¡¡DRACO! – grito olvidando por un momento a su oponente y este aprovecho para tomar algo entre sus ropas y lo enterraba con saña bajo sus costillas – ¡¡¡AAAGGGRRRR!
Ambos cuerpos cayeron golpeando duramente el piso...
TBC...
