Parte VI:
El sentir la piel cálida bajo la palma de sus manos y también recibir de golpe aquellos labios que la besaban con vehemencia, la hacía perder el control de sus propios actos. No pensó en nada, salvo en responderle con el mismo ímpetu con que él lo hacía. Sus respiraciones se volvieron agitadas y el calor tan intenso entre ellos se hizo insoportable. Ahora Kagome había alcanzado el cuello del chico y apenas levantó sus pies para poder abrazarse a él. Inuyasha en cambio había deslizado la mano que antes tenía afirmada en la pared para aprisionarla hasta la nuca de la muchacha. Acarició con sus dedos su cuello hasta finalmente deslizarlos entre su negra y sedosa cabellera. La mano que estaba antes fuertemente aprisionada a su cintura poco a poco quiso explorar más, subiendo lentamente por debajo de la blusa del colegio, sintiendo aquella suave y tersa piel que antes le parecía lejana y prohibida y que ahora ya no lo era así. Kagome inclinó más la cabeza hacia atrás para recibir de lleno sus besos, los ansiaba, sabía que quería algo pero esto superaba con creces algún sueño. Se escucharon las voces de algunos chicos que entraban al gimnasio por la puerta principal y aún así ninguno quiso ceder en apartarse del otro, no, ahora no, pero el fuerte y molesto pitido del silbato seguramente del profesor de deportes los hizo dar un brinco y el beso fue drásticamente interrumpido. Se miraron con sorpresa y luego de unos segundos, Kagome salió con la cabeza gacha del lugar, caminando rápidamente y sintiendo que de un momento desfallecería.
.Qué he hecho!- Se dijo mientras pasaba una mano limpiando en algo la saliva aún impregnada del chico en sus casi adormecidos labios.
Apenas entró al aula Ayumi corrió a su lado feliz.
.El profesor no vino, nos dijeron que podíamos retirarnos.
Kagome aún no podía entender que era lo que había sucedido ¿fue un sueño¿Fue real? Suspiró profundamente hasta sentarse en su pupitre.
.Oye¿ya te encuentras mejor?... parece que... ¿tienes fiebre?
Cuando escuchó que le hacía muchas preguntas recién se dio cuenta donde estaba. La miró con asombro.
.¿Qué dices?
.Si tienes fiebre... - Volvió a preguntar, mientras ponía una mano en su frente.-... pues tu cara esta bastante roja...
Kagome sólo sonrió nerviosamente.
.No es nada- Murmuró-... nada...
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.Andas definitivamente en la luna¿qué te pasa hermana?
Kagome lo miró y luego se dio cuenta que estaba guardando la cafetera eléctrica en el refrigerador. Cuando vio su tremenda equivocación dio un grito casi angustiante y la sacó rápidamente.
.Argg, qué tonta... - Murmuró enojada mientras la volvía a dejar en la mesa de la cocina.
.Hoy has estado muy distraída... - Prosiguió Souta mientras terminaba de realizar sus deberes escolares.
.No es nada... sólo... son los exámenes- Mintió, volviendo rápidamente a su habitación.
Aún no podía creerlo. No podía asimilarlo. Se habían besado... ¿qué diría su mamá si lo supiera? Ella, que siempre recalcaba una y otra vez que ellos se habían criado como dos hermanos... incluso recordaba como Inuyasha cuando era pequeño llamaba "mamá" a su propia madre. Pero... es cierto, no lo eran ¿y entonces porqué estaba tan asustada¿Aterrada¿Porqué además creía que lo mejor era estar bajo tierra que volver a ver la cara de Inuyasha otra vez? Pero ella lo había deseado, había deseado que algo así sucediera, desde hacía tiempo, años tal vez, desde que comenzó a tener aquellos sueños, porque recién con ellos, su subconsciente, pudo darse cuenta que en verdad sentía algo por él... ¿porqué nunca se dio cuenta? Por que tal vez era sólo una niña y ahora ya no lo era... por Kami! Aún podía sentir sus labios sobre los suyos y las caricias sobre su piel. Sonrió cambiando nuevamente sus emociones... ya no estaba asustada, sino feliz... ohhh... una nube... sentía que estaba volando en una nube.
... Inuyasha...
Afortunadamente ya era viernes así que al otro día, en un acto insospechado, salió después del almuerzo aludiendo a que iba a estudiar con Ayumi. Claro, su amiga cuando la vio en la entrada del departamento donde vivía sonrió feliz, pero no pasaron precisamente la tarde estudiando. Las pláticas de ellas, o de ella en este caso, giraba con frecuencia al muchacho que había conocido en el verano. Kagome intentó escucharla, pero en verdad las imágenes de Inuyasha besándola, recordar el sabor de aquellos labios, sentir de nuevo las caricias y más aún, cuando palpó su piel desnuda bajo la blusa del colegio la hacía sentir que perdería el aire. Sonrió nerviosamente y trató de sacarse aquellos recuerdos de la cabeza. Ayumi no se daba ni por enterada, el saber que estaba siendo oída, más que escuchada por su amiga era más que suficiente para ella.
.Vuelve cuando quieras!- Le gritó, mientras Kagome se alejaba con una sonrisa un poco forzada, caminando por las oscuras calles de Tokio. Entró cansadamente a la casa, pero cuando se sacó los zapatos vio que tenía visitas. Las risas se dejaron oír en la sala de estar y ella caminó con el corazón en la mano. Se asomó mirando con un poco de timidez y los vio a todos reunidos, su familia junto a Sesshoumaru, Rin su prometida y también Inuyasha, sentado en un sillón del costado, extrañamente serio, mientras todos los demás parecían divertirse.
.Kagome!- Gritó Souta cuando la vio asomarse. Todos dirigieron su mirada hasta ella.
.Hija, al fin has regresado... sólo te estábamos esperando a ti- Acotó la señora Higurashi, levantándose y caminando hasta ella, que permanecía aún quieta con la mitad del cuerpo asomado, pero fingiendo una sonrisa a todos.
.Lo siento... estaba... estudiando... - Respondió y dejándose ver ahora por completo. Hizo una pequeña reverencia a los invitados y caminó hasta donde estaba el abuelo sentado.
.Los invitamos a una pequeña cena la otra vez... creo que no te lo comentamos... - Dijo el abuelo. Kagome miró a Rin que la miraba con una amplia sonrisa.
.Ahhh, que bien... me alegra mucho que esten en casa- Dijo Kagome mirando alternadamente a los novios. Había intentado no posar sus ojos sobre el muchacho pero la tentación fue mas fuerte y dio una rápida mirada hacia él, el cual la estaba mirando muy serio, pero sin decir absolutamente nada.
.Pueden pasar ahora- Dijo su mamá asomándose en la entrada, invitándolos a todos al comedor.
Ella se había esmerado y Kagome se sintió un poco mal por todo el trabajo que debió haber realizado para que la cena resultara... y ella fuera, en casa de Ayumi.
Sentada frente a él intentó comer disimuladamente pero en ningún momento le dirigió la palabra. Todos reían sobre todo porque la prometida de Sesshoumaru era en verdad graciosa, pero ellos dos parecía ajenos a todos. Y eso, fue notado por Sesshoumaru.
El maullido lastimoso de un gato se dejó escuchar cada vez más fuerte e insistente allá afuera.
.¿No será Buyo, hermana?- Preguntó asustado Souta. Kagome se levantó de la mesa, un poco para liberarse de la carga de sentirse tan incómoda allí.
.Iré a verlo... tal vez este nuevamente en el árbol y no sabe bajar.
Salió apresurada sintiendo el frío de la noche y miró las estrellas. Un suspiro nuevamente se escapó de sus labios. Respiró profundamente mientras el gato seguía maullando lastimosamente. Lo encontró en aquel gran árbol.
.Ahhh, con que aquí estas otra vez... gato malo ¿porqué vuelves a subir si no sabes bajar?- Estiró sus brazos pero el felino no tenía intenciones de bajar.- vamos gatito, baja, ven... ven aquí... vamos... - El gato dio un último maullido y luego saltó a otra rama más baja y finalmente al suelo, donde corrió rápidamente hasta el interior de la casa. La chica sonrió moviendo la cabeza, cuando se dio vuelta se encontró de pronto con la mirada dorada casi sobre la suya.
.Ah! ... me asustaste- Se puso una mano en el corazón. La había sorprendido por completo ¿desde cuando estaba tras suyo?
.Oye... - Comenzó él a decir. Kagome lo miró asustada, casi aterrorizada ¿y si le decía que olvidara todo¿Qué fue un error¿Qué se había equivocado o que no lo tomara en serio porque sólo había sido un impulso, un arrebato?
.La novia de Sesshoumaru es muy bonita- Interrumpió de pronto Kagome. Pero qué estaba hablando¿Cómo cambiar tan drásticamente la conversación? Él la miró sorprendido.
.¿Rin?... ehh... Si... - Sus palabras lo habían sacado de sus pensamientos. - Kagome... - intentó recuperar nuevamente lo que debía decir.
.No... no digas nada... - Kagome había bajado la cabeza. Quería evitarse una desilusión y prefería mil veces dejar todo así, sin aclarar las cosas, que escuchar de sus labios que todo era un error.
.¿Recuerdas aquella carta que era para Sesshoumaru?
.¿La carta?- Preguntó al fin, levantando la vista y mirándolo intrigada.
.Nunca se la entregué.
Kagome abrió la boca pero no pudo decir nada.
.Estuvo algún tiempo en mis manos... al final... la abrí... y la leí...
.¿La leíste?- Preguntó sin creer ya casi enojada.
.Cuando me dijiste que se la entregara... la intriga me corroyó... quise saber de qué trataba pero... al hacerlo sentí un deseo de... odiarte...
.¿Odiarme?- Lo miró asombrada, pestañeando confundida.
.No supe porque sentía eso... así que la rompí... a través del tiempo pude darme cuenta qué era lo que estaba sintiendo... que... siempre te quise.
Kagome al escuchar aquellas palabras bajó de inmediato al vista nuevamente, avergonzada.
.Qué dices... - Murmuró confundida.
.Que me gustas ahora... más que nada...
Ella retuvo el aire sin siquiera atreverse a mirarlo. Oh¿y ahora¿Ahora que?
.Quiero saber que es lo que sientes tú...
.¿Sentir¿Sentir? Sentía muchas cosas, sobre todo estos últimos días... todo había cambiado... pero lo veía venir... lo sabía... sabía que aquellos sueños le estaban revelando algo.
.¿Yo?- Murmuró casi en un quejido. ¿Aceptar que estaba sintiendo algo por él¿Amor¿Era amor?
.No sacas nada con Sesshoumaru, él ya esta enamorado.
Aquellas palabras sonaron más a reproche, después de algunos segundos de su silencio. Levantó ella nuevamente la vista, él estaba mirándola muy serio, demasiado... ¿Aún pensaba que ella sentía algo por su hermano?
.No... no es eso... - Trató de excusarse. Suspiró nuevamente.- ya basta... dejemos esto aquí... olvidemos todo... - De pronto había sentido pánico. Las cosas no debían ser así ¿qué dirían todos? No, eso no era posible, ella no podía tener nada con Inuyasha, más que por respeto hacia los demás. No, no era eso, la verdad era que estaba asustada, demasiado y de un día para otro todo había cambiado. Sintió pánico.
.No!- Protestó Inuyasha. Kagome lo miró asustada pero no pudo decir nada. Caminó apresuradamente hasta la puerta de entrada intentando escapar, pero su brazo fue fuertemente sujetado. El impulso que él había tomado la hizo quedar otra vez contra la pared, aprisionada esta vez con las dos manos varoniles sobre su cintura y el beso profundo en sus labios pronto se dejó caer. Kagome se rindió fácilmente. No podía evitarlo, ahora no, porque volvía a experimentar que estaba volado en una nube. Era realmente exquisito como él saboreaba su boca y sentir de nuevo sus caricias. Se abrazó fuertemente a su cuello, así le gustaba mejor y lo besó de la misma forma en que él lo hacía. Jamas había besado a alguien pero fue fácil poder imitarlo. Y con él no sentía vergüenza de demostrar lo mucho que le gustaban sus besos.
.Sabes... no podemos... dejar... esto así... - Murmuró Inuyasha entre sus labios. Kagome no respondió porque de pronto las manos del chico subieron hasta sus pechos y sentirlas sobre ellos la hizo gemir de deseo.
.No... no... no sigas... - Respondió Kagome. Pero el muchacho había deslizado sus besos hasta su cuello y luego quiso seguir más abajo. Ella tragó saliva dolorosamente, sentía como ya los dedos del chico estaban colándose por debajo del brasier, aquello la asustó. Se separó rápidamente de él y se arregló la ropa.
.Nos esperan allá adentro...
Continuará...
Hola amigas, gracias por leer. Espero ahora conocer sus comentarios, son muy útiles para mi.
Nos vemos.
