"Guardián Eterno: la leyenda del pasado"
Por: Sekhmet Malfoy
Encantadora
de Dragones
Miembro de la Orden Severusiana
Miembro de la Orden
Siriusiana
Miembro de la Orden Draconiana
Miembro de la
Legión de Lupinas
Miembro de la Orden de Potter
Miembro
de la Orden de las Mortifagas
http/ después del desastroso comienzo del verano, las cosas parecen mejorar para Harry... pero ahora tendrá que enfrentar un nuevo desafió si quiere proteger a las personas que quiere, y con ello al mundo mágico...
Capitulo 19
Draco se encontraba entre los brazos de un vampiro alto y rubio, que lo miraba con aborrecimiento, y le encajaba los colmillos en el cuello, el pequeño rubio se retorció tratando, inútilmente, de quitárselo de encima, poco a poco sus escasa fuerzas mermaron y sus brazos cayeron inertes a sus costados.
- ¡¡¡DRACO! – grito olvidando por un momento a su oponente y este aprovecho para tomar algo entre sus ropas y lo enterró con saña bajo sus costillas – ¡¡¡AAAGGGRRRR!
Ambos cuerpos cayeron golpeando duramente el piso.
Todos cuanto los rodeaban restaban aturdidos, sin embargo, Harry no permaneció mucho tiempo así y se lanzó contra Ilian, segado por la rabia, obligándolo a alejarse de Sire.
- ¿El niño bonito decidió venir jugar conmigo? ¿por qué no me muestras lo que puedes hacer? – pregunto burlonamente y arrojándolo hacia atrás con toda su fuerza, la cual no era mucha después de haberse enfrentado al vampiro moreno.
Harry gruñó sin responder. Y se volvió a lanzar contra él empuñando su espada firmemente, pronto solo se escuchaba el sonido metálico provocado por ambas armas al chocar. Alternado con algunas explosiones de poder del chico y algunos golpes y patadas de ambos.
La pelea era muy pareja a pesar que ambos estaban cansados después de haber combatido, sin duda era Harry quien se veía mas afectado, pero el vampiro estaba casi igual.
- Ríndete pequeño, tu 'maestro' pronto no existirá – escupió la palabra maestro –, no habrá nada que nos detenga sin él jajajajajaja – se rió nuevamente con esa forma tan escalofriante que tenia –, arrrgggg.
Su horrible risa fue cortada cuando el moreno lanzo su daga, la cual aun empuñaba, directo a su garganta desgarrando la carne y perforando las venas del cuello, Harry lanzo una llamarada de fuego con sus manos arrojándolo al suelo y ocasionando que comenzara a quemarse su ropa.
- No estés tan seguro que morirá, por lo menos no antes que tú – iba a atravesarlo con su espada cuando el vampiro que había lastimado a Draco se interpuso entre ambos contendientes, levantándose protectoramente frente al vampiro caído.
- Quizás si, quizás no, pero te aseguro pequeño niño que no será hoy – levantó el cuerpo de Ilian y después desaparecieron junto con los mortifagos que aun estaban en condiciones de seguirlos.
Entonces Harry dejo caer su espada antes de girarse y mirar a sus amigos con preocupación y se apresuro a llegar a ellos.
- ¡¿Draco! – murmuro Sire escupiendo sangre. Estaba en el piso tratando de levantarse. Sentía un dolor insoportable bajo las costillas pero no se explicaba la razón, la herida provocada por Ilian continuaba abierta, algo completamente extraño, ya debería haberse cerrado.
- No te muevas – escucho la voz de Henos muy cerca y sintió sus brazos deteniéndolo por los hombros, impidiendo que se levantara, pero ayudándolo a recostarse boca arriba.
- ¿Dón... de... est... a Dra... co? – volvió a preguntar pero ninguno de los otros le respondía y eso solo lo hacia preocuparse aun más.
Henos se volvió a mirar a Seth, quien revisaba la condición del rubio con expresión preocupada, este negó con la cabeza en un movimiento casi imperceptible.
- ¿He... nos? ¿có... mo... esta mi... niño? – volvió a preguntar el vampiro escupiendo aun mas sangre.
- Él, esta... – sus palabras fueron cortadas por una nueva explosión cerca de ellos, la cual los arrojo aun más lejos del cuerpo del rubio.
Cuando Henos se enderezó para buscar a Sire observo preocupado como un charco de sangre comenzaba a formarse bajo el vampiro moreno.
- Aarrrggg... – gruño con dolor Sire – ¿Qué... diablos... – dejo de hablar cuando sintió aun mas sangre alojada en la garganta impidiéndole respirar correctamente, ahogándolo.
Auriel se acerco a él rápidamente, lo giro para colocarlo de lado e impedir que se ahogara, una vez mas tranquilo comenzó a examinar la herida y lo que vio lo dejo helado.
- ¿Qué diablos es eso? – murmuro buscando con la mirada a Henos. Había un extraño artefacto incrustado bajo las costillas de Sire, y parecía haber llegado aun más allá. Esa cosa, lo que sea que fuera, no permitía que los tejidos se regeneraran, ni siquiera que dejaran de sangrar un poco.
- No lo se, pero parece que no podemos moverlo, no sin dañarlo aun más.
- ¿Qué... ocu... rre? – tosió el Sire nuevamente, sentía como la sangre abandonaba su cuerpo – ¿Qu... qué... – nunca termino la pregunta pues perdió la conciencia por falta del vital liquido.
- Debemos sacarlo de aquí – indico Auriel preocupado y haciéndoles señas a Minüe y a Shadami para que se acercaran a examinar a su amigo.
Junto con ellos se acerco Seth portando en brazos a Draco. Y detrás de él venían Severus, Sirius y Remus preocupados al mirar a sus amigos inconcientes, en especial Severus que estaba sumamente preocupado por Draco. Y se quedaron helados al escuchar la declaración de Seth.
- No lo logrará – dijo a Auriel con pena mientras miraba a su amigo inconciente –, ha perdido demasiada sangre y aunque revivieras su cuerpo no lo lograra sin ella, y no tenemos pociones aquí ayudar reponerla.
- Lo se... – suspiro pesadamente –, no quisiera se el que tenga que decírselo a Sire – termino con pesar mirando el pálido rostro de su amigo, sabia perfectamente cuanto amaba el vampiro a su pequeño rubio.
- Entonces, ¿no hay nada que se pueda hacer? – la pregunta angustiada de Harry resonó en el silencio del lugar, llegando a oídos de los aurores y magos mas cercanos.
Los vampiros se miraron unos a otros sin saber que decir, pero fue la suave voz de un recién llegado la que rompió el silencio.
- Para salvar su vida no – parado a unos pasos de ellos se levantaba imponente Thálit, el maestro de Sire, quien había estado preocupado por su vástago y había ido a buscarlos a la estación – ... pero quizá... su alma...
- Ni siquiera lo digas, Sire jamás nos lo perdonaría – intervino Minüe ante las miradas confusas de los mortales.
- ¿Qué quieren... – la pregunta de Remus quedo en el aire cuando Seth miro asustado el cuerpo del rubio, el cual parecía respirar aun más lento.
Severus y Harry trataron de acercarse pero Shadami y Henos se los impidieron.
- Debemos sacarlos de aquí – dijo Seth –, a ambos.
- Si movemos a Sire se desangrara aun mas rápido – dijo Minüe en la lengua de los vampiros para no preocupar a los humanos, aunque él se veía sumamente preocupado.
- ¿Cómo lo movemos entonces? – preguntó ansioso Auriel, le inquietaba la seguridad de su amigo.
- Trasporte elemental, será mas seguro – sugirió Thálit, en lengua común.
- No hay nadie con el poder de hacer eso entre nosotros, no con tantas personas – indico Henos.
- Yo puedo hacerlo, pero necesito apoyo.
- Yo ayudare, si no los atendemos, los perderemos a ambos – interpuso firmemente Seth.
En lo que los vampiros se organizaban Hermione se acerco al extraño grupo, seguida de cerca por Ron y Ginny.
- ¿Harry, cómo están?
- Nada bien, Herm – respondió este sin dejar de observar a los otros. Sin notar como Ginny se acercaba más a él, pero Severus que si lo hizo se soltó de Shadami y acerco por la espada de Harry para atraerlo a su pecho y permitir que el adolescente ocultara su rostro en su túnica. La chica solo aparto la mirada confundida y molesta.
Minüe movió a Sire, provocándole dolor con el movimiento, y este abrió los ojos.
- ¿Dra... co... – susurro lo suficientemente fuerte para que todos los que lo rodeaban lo escucharan – ¿Có... mo es... ta... mi... niño...
Los hombres se voltearon a ver unos a otros, pero fue Thálit quien se acerco a él para hablar, no quería mentirle en algo tan serio como eso.
- Nada bien... quizá él no... – no termino la frase pero Sire la comprendió, no podían hacer nada mas por el pequeño, pronto había surcos de sangre sobre sus mejillas, lagrimas de sangre abandonando sus ojos a causa del dolor de su corazón.
- Mi... dra... gón... – continuo llorando, esta vez en brazos de su creador – no... no lo... permi... tas... por... fa... vor... – de dirigió una mirada suplicante a su padre, rogándole por ayuda, ayuda que sabia no serviría de nada. Pero no podía perderlo, no a su amado niño.
- Bebe pequeño, has perdido mucha sangre ya – se desgarro la muñeca ante el asombro de todos los presentes y la acerco a los labios de su discípulo, y para mayor asombro de todos, Sire, uno de los profesores favoritos del Colegio abrió la boca permitiéndose mostrar sus alargados incisivos y comenzó a beber de él –, con calma, estas muy débil.
Después de recuperar un poco de fuerza se giro para buscar a Draco. El cual continuaba inerte entre los brazos de Seth. El otro vampiro, conmovido por la triste mirada de Sire, acerco al muchacho hasta que estuvo lo suficientemente cerca de él.
- Mi pequeño dragón, lo... lo lamento tanto – susurro son sufrimiento, provocando miradas de pena de algunos de sus compañeros y de dolor de su familia. Harry que continuaba aferrado a Sev, cuando lo escucho se aparto ligeramente, su mirada estaba vidriosa por el llanto. Sire acarició suavemente la mejilla del rubio, estaba completamente frío, casi tan frío como él mismo –, resiste mi amor, no me dejes, por favor – suplico llorando.
Todos los magos y alumnos observaron con sorpresa cuando se acerco y beso suavemente los labios azulados y fríos del chico.
- Perdónenme – murmuro, y antes de que cualquiera pudiera hacer algo arrebato al chico de los brazos de Seth y lo abrazó, reuniendo las pocas fuerzas que tenia desapareció en un tornado de viento, arrojando a los mas cercanos al suelo.
Los presente observaban aturdidos el lugar vacío, donde antes se encontraba el cuerpo herido de Sire Pierce junto a Draco Malfoy ahora no había nada.
Los primeros en reaccionar fueron Thálit y Henos.
- Tenemos que seguirlos.
- No sabemos a donde fueron – dijo frustrado Auriel.
- No, pero sabemos donde se siente mas seguro Sire, ahí lo llevará – menciono, un no tan preocupado, Thálit. Que parecía saber algo que los otros no (Sekh: algo raro en un mayor no... Ev: ya ¬¬...).
A su declaración la siguió el silencio, nadie habló hasta que un hombre moreno se acerco hasta el grupo abrazando a un completamente confuso Remus.
- Va a trasformarlo, ¿cierto? – pregunto Sirius, que no había abierto la boca antes.
Los aurores y magos ajenos al grupo lo miraron aturdidos, no solo por el hecho de que era Sirius Black, sino porque realmente no preguntaba, afirmaba. Los vampiros solo asintieron.
- Lo ama demasiado como para dejarlo ir – susurro Harry –, si yo fuera él y estuviera en la misma situación, haría lo mismo – termino mientras dirigía una mirada cargada de amor a Severus.
Nadie mas dijo nada, lo que parecía a algunos un eternidad no habían sido mas que minutos, pronto el extraño grupo de vampiros y mortales, reunió sus cosas y desapareció entre ráfagas de viento y fuego, sin darse cuanta que tres jóvenes se aferraban a algunos en su partida.
Apareció en los limites de su propiedad, la hermosa vista perdía todo su esplendor ante su ojos debido a la congoja de su corazón, y la preciosa carga en sus brazos no soportaría mucho más, su respiración era prácticamente nula, el pulso apenas lo sentía, su piel estaba helada, sus ojos permanecían cerrados y sus labios estaban cambiando de un color azulado a uno morado.
- Resiste un poco mas amor, solo un poco – murmuro a la nada mientras derramaba algunas lagrimas más.
Se adentro en la propiedad, pero sabia que en la casa seria el primer lugar en que lo buscarían, sobre todo sabiendo que quien los guiaba era Thálit, y si lo atrapaban antes de terminar lo que tenia planeado, no tendría oportunidad de hacer nada. Así que reuniendo sus energías, las cuales no eran muchas, se adentro en el bosque, sin darse cuenta que dejaba un rastro de sangre a cada paso que daba, en ese momento él no importaba, solo su pequeño ángel.
Camino durante varios minutos, minutos que le parecieron horas, hasta llegar al claro en mitad del bosque. Cada vez estaba mas cansado, pero no podía rendirse, aun no.
Encontró un punto donde la capa nieve era mas ligera y se arrodillo para después dejarse caer sentado, sin permitir que el pequeño cuerpo que portaba tocara el frío suelo, su cuerpo se debilitaba a cada instante.
Reviso una vez mas los signos vitales de Draco, estaba peor que antes, su corazón no se escuchaba mas, y su respiración ya no se sentía, se asusto, se asusto como no recordaba haberlo hecho en siglos, su cuerpo estaba... no quería decirlo pero lo sabia, su cuerpo estaba muerto. No debía perder mas tiempo. Él mismo estaba perdiendo sangre rápidamente, así que tenia que apresurarse o pronto perdería la conciencia y no podría terminar.
- Perdóname mi amor – susurro dirigiendo su muñeca derecha a su boca, clavo los colmillos provocando una herida profunda, dio la ultima mirada al rostro de Draco antes de cerrar los ojos y dirigirla a los labios entreabiertos del rubio –, solo espero que algún día lo entiendas y puedas perdonarme, porque no sabría continuar sin ti...
La sangre abandono su cuerpo gota a gota, siendo recibida por los fríos labios de su pareja, estaba sintiéndose mas débil a cada momento, no resistiría así mucho mas, separo su muñeca del joven y la herida se cerro al instante. Aparto algunos mechones del rostro del joven y beso su frente.
Aun tenia la duda de cuanto tardarían en encontrarlos, y dada su imposibilidad de moverse y la hora cada vez, más próxima a amanecer, trato de invocar sus poderes elementales.
No era muy afín al elemento tierra, no como Harry, pero concentro sus escasas fuerzas en ordenarle a la tierra bajo ellos que se abriera y les permitiera reposar. En minutos se encontraban rodeados de la calida y dura materia, si las cosas salían como lo había planeado, Draco no podría soportar exponerse a la luz del sol, era mejor estar protegidos.
Su ultimo pensamiento antes de dejarse absorber por la oscuridad fue el de poder resistir lo suficiente para mirar las lagunas plateadas de su amado nuevamente. Después de ello todo se volvió negro.
TBC...
