Parte XII:
El pequeño hermano de Kagome los miraba sin atender, arrugando el ceño y permaneciendo de pie, sin moverse. Kagome respiró entrecortado y luego se apartó un poco de Inuyasha, tratando de sonreír, miró luego a Inuyasha que la miraba asustado.
.Gracias por venir a dejarme.
Inuyasha al fin volteó y sonrió a Souta.
.Hola amiguito¿cómo estas?
Se acercó como si nada al niño y le tocó la cabeza.
.¿Qué estaban haciendo?- Preguntó al fin, mirando a Kagome, que creyó atragantarse antes de hablar.
.Ah! Ehhhh... conversábamos.
.¿Conversaban?
.Sí, eso- Respondió precipitadamente el chico. Souta los miró sin decir nada.
.Ya es hora de entrar... gracias de nuevo, Inuyasha.
Kagome tomó la mano de su hermano y lo instó a entrara a la casa, no sin antes de sonreír al chico de ojos dorados que le respondió también con una sonrisa cómplice. Ambos por ahora, se habían salvado.
&&&&&&&&
El joven la vio pasar distraídamente por los pasillos del colegio. Ni siquiera lo había mirado. ¿Desde cuando una chica lo ignoraba de esa manera?. ¿Acaso esta vez ese idiota de Inuyasha ganaría?. Pero... no podía ser... aquella novia de China se había rendido fácilmente ante sus encantos¿por qué Kagome no?
.¿Vas a alguna parte?.
La muchacha pegó un pequeño brinco y lo miró, seria.
.Ah... Bankotsu.- Murmuró. El joven sonrió más. Vaya, al menos recordaba su nombre.
.El mismo que suele pensar en ti últimamente.
Ella se sonrojó incómoda ante la confesión. Luego movió la cabeza no haciendo caso de sus comentarios y siguió su camino, ignorándolo por completo. No muy lejos Inuyasha se aproximó a ella pero sus miradas de encontraron y Kagome pudo notar que la sonrisa que antes el muchacho traía, desaparecía por completo. Volteó para ver qué era lo que Inuyasha miraba tan seriamente y al ver que sus dorados ojos se dirigían a Bankotsu, no muy lejos de ellos, volteó nuevamente a mirarlo.
.Inuyasha, ya déjalo.
.Ese idiota esta mirando hacia acá- Regañó entre dientes.
.Inuyasha...
.Él al fin quitó su vista del otro y la miró.
.¿Te ha estado molestando Kagome?- Su tono de voz resultó ser demasiado... posesivo. Un escalofrío recorrió el cuerpo de la chica.
.No, Inuyasha, ya, no vayas a comenzar una pelea por nada... - Lo instó a alejarse tomándolo del brazo, Inuyasha se dejó pero volteó para mirar al idiota ese que lo miraba con una pequeña sonrisa. Argg, maldito Bankotsu... si te atreves...
.¿Porqué no te calmas?- Le preguntó ella al fin a la vuelta del pasillo.- me... asustas cuando pones esa cara.
Él cambió inmediatamente el rostro, sorprendido estaba ahora mirándola por lo que acaba de decir.
.¿Que... te asusto?
.No vayas a comenzar una pelea con él, Inuyasha, aquí la disciplina es muy estricta.
Él sonrió ya más tranquilo y tomó una de sus manos.
.Quédate tranquila, Kagome. – La miró con ternura y se llevó su mano hasta la boca besando lentamente. Ella se quedó sin respirar mirándolo atentamente. Luego él levantó la vista y sonrió.- ya es hora de volver al salón.
.Sí.- Murmuró.
&&&&&&&
.¿Y no tuviste problemas anoche? Me refiero a Souta.
.Mmmm. No.
.¿Sabes una cosa?
Kagome estaba entre sus brazos besándolo en la mejilla. Ella se incorporó intrigada.
.¿Qué?
.Que es bastante excitante esto de andar a escondidas.- Sonrió estrechándola más contra su cuerpo a lo cual ella pegó un pequeño brinco. Es que sus brazos eran demasiado fuertes y por un momento hasta la dejó sin aire.
.Ah¿Si?... pues no dirías lo mismo si nos sorprenden aquí en la azotea del colegio.
.Ya tomé precauciones. Miroku esta allá abajo al pie de las escaleras... si alguien viene, él será el primero...
.¿Él?- Kagome levantó una ceja.
.Tengo confianza con Miroku.
Kagome se soltó apenas de sus brazos.
.Bueno... yo no... - Comenzó a arreglarse el cabello intentando desviar la mirada.- además se suponía que nadie sabría esto...
.Tranquila... si no lo sabe... cree que hablamos... – sonrió abiertamente- no nos sorprenderá en nada poco decoroso aquí tampoco... supongo.
Ella lo miró sonrojada y le pegó en el hombro.
.Estas loco, tonto.
El muchacho rió de buena gana.
.Siempre has estado loco. – Volvió ella a decir un poco exasperada.
Él se aproximó y la volvió a tomar por la cintura.
.¿Y no te gusto así?- Acercó su cara intentando besarla pero no lo hizo, ella entrecerró los ojos esperando su beso pero él solo comenzó a rozar sus labios con los suyos tan sutilmente que Kagome comenzó a desesperarse.- así... un loco... como... yo...
La chica se abrazó a su cuello intentando alcanzar sus labios que él los esquivaba rápidamente.
.Si... si... - Murmuró con la voz entrecortada. Sentía su respiración cálida en su cara y aquel jueguito le estaba carcomiendo el cuerpo. Saboreó sus labios esperando a que él al fin los uniera con los suyos pero Inuyasha sonrió complacido.
.Qué dices... ¿iremos a mi casa esta tarde?
Kagome alejó su cara de él y lo miró arrugando el ceño.
.Ahhh... conque ese es tu propósito.
.¿Propósito?- Preguntó fingiendo una mirada inocente.- si no quieres...
Ella lo miró con detención haciéndole saber que sabía que estaba jugando.
.Mi madre me pidió que llegara de inmediato a casa esta vez... por lo de anoche...
Inuyasha abrió los ojos con sorpresa.
.¿Te castigó?
.Digamos que... debo portarme bien por unos días.- Sonrió Kagome. El timbre sonó y ambos se miraron desilusionados.
.Ah! Pero no puede ser!- Regañó como un niño caprichoso, totalmente enojado. Kagome se soltó al fin de sus brazos y caminó hasta la puerta- oye Kagome... ¿y mañana? Voy a ir a tu casa¿te parece?
Ella se volteó.
.No, mejor que no... no quiero que comiencen a sospechar...
.Ahhh¿entonces qué¿No te veré más hasta el lunes?
Ella se encogió de hombros sin saber que más decir. Puso su mano en la perilla de la puerta y en segundos él puso su mano sobre la suya, impidiéndole hacer movimiento alguno.
.Eres malvada¿lo sabías?- Sus palabras fueron dichas en su oído y la piel de Kagome reaccionó de inmediato, en escalofríos. Se giró fingiendo enojo, él la aprisionó más contra la puerta.
.¿Yo, no he hecho nada...- Fingió inocencia mordiéndose los labios. La cara de Inuyasha esta vez lucía bastante diferente y por unos segundos recordó los momentos previos a cuando hicieron el amor.
.Jeje... si... lo hiciste... me quieres dejar así sin más... - Murmuró pasando una mano debajo de la blusa y acercando su boca a los labios de la chica que lo besó de inmediato, apenas respirando mientras el patio de recreos se quedaba cada vez más en silencio.
.Oigan chicos... ya debemos ir al salón...
La voz de congoja detrás de la puerta, de Miroku, los hizo abrir los ojos y sonrieron entre los besos, pero no así se separaron, ya que Inuyasha la apretó más contra la puerta y ella notó de inmediato la erección entre sus piernas, haciéndola perder la razón.
.Chicos... el inspector nos suspenderá...
Kagome entonces posó ambas manos en su pecho separándose de él con sofocamiento y apenas habló.
.Ya es hora, él tiene razón.- Se arregló los cabellos y se alisó la blusa mientras Inuyasha carraspeaba y se abrochaba los últimos botones de su chaqueta que ella antes había jugado con él. Kagome abrió la puerta fingiendo normalidad seguida de Inuyasha que miró a Miroku, el joven sonrió cómplice. No era necesario que se lo dijeran, él ya sabía en que andaban esos dos.
&&&&&&&&
Esto no se lo esperaba. Inuyasha debía haberlo sabido, seguro, dada la forma en que la miraba mientras se llevaba el tenedor a la boca, frente a ella, y al lado de su hermano.
.Gracias por invitarnos nuevamente. - Respondió el mayor de los hermanos haciendo una pequeña inclinación con la cabeza a la Sra. Higurashi. Kagome sonrió cómplice al chico que estaba frente a ella, ninguno de los dos habían intercambiado palabra.
.No tienes por que hacerlo, hijo, ya sabes que somos como familia... a ustedes dos, los quiero como a mis hijos.
Aquel comentario hizo que Kagome dejara el tenedor en mitad de su camino y que la sonrisa se borrara de su cara.
.Y usted sabe que para nosotros ha sido como una madre- Respondió con solemnidad Sesshoumaru. Inuyasha carraspeó con las últimas palabras tratando de llamar la atención de la chica pero ella se encontraba mirando su plato de comida, concentrada.
.Sí, seremos muy felices cuando ustedes dos ya formen una familia.. bueno Sesshoumaru, tu ya estas pronto a eso, así que sólo falta Inuyasha.
.¿No tienes novia Inuyasha?- Le preguntó Souta. El chico sintió un escalofrío pero a la vez las mejillas se encendieron levemente.
.Ehh, no... no, por ahora.- Respondió rápidamente.
.Deberías conseguirte una pronto, la próxima semana es el baile de primavera.
.¿Baile?- Preguntó intrigado.
.Kagome no va porque nunca consigue pareja.- Rió el chico. Rió de buena gana y Kagome le dio una mirada asesina, roja de vergüenza.
.No es eso! Es sólo que no me gusta ir con cualquiera!- Refunfuñó enojada.
.Ahhhh... - Inuyasha sonrió aliviado mirándola de reojo.
.¿No vas a ir otra vez, Kagome?- Le preguntó su mamá. Ella se irguió mirándola con seriedad.
.Te he dicho que no me gustan esas fiestas, mamá... además... no es tema para discutir aquí en la mesa... y con invitados... – Recalcó la última parte y levantó una ceja.
.Bueno, si quieres puedo acompañarte. Así te cuidaré de los buitres del colegio.
Todos miraron a Inuyasha y también Kagome que abrió los ojos con sorpresa. El chico fingió normalidad y se llevó a los labios un vaso de agua.
.Es buena idea- Respondió el abuelo, al fin hablando. No le gustaba para nada aquellas fiestas de ahora y daba gracias a Kami que Kagome no fuera tan amiga de ellas.
.Mira qué amable es Inuyasha, Kagome...así podrás ir más tranquila, si alguien la molesta o intenta sobrepasarse tienes todo el permiso para comportarte como su hermano.- Sonrió la Sra. Higurashi. El abuelo, Souta e Inuyasha sonrieron de buena gana pero Sesshoumaru se mantuvo en un profundo silencio sin decir nada.
&&&&&&&
.¿Porqué estas triste?
Se sentó a su lado, a orillas de la cama y ella suspiró.
.Mamá insiste en que somos como hermanos.
Él la abrazó y depositó un beso entre sus cabellos.
.Ahh, no te preocupes, eso no influye en nada. No lo somos, así que quédate tranquila.
Ella no respondió. Los comentarios de todos la hacían sentirse de pronto culpable de aquella relación que estaba llevando con Inuyasha porque, si bien era cierto no eran parientes de sangre, la relación de ambas familias ameritaban que se comportaran como tales.
.Mejor márchate... si te sorprenden en mi habitación tendríamos problemas.
Él la miró adolorido y se levantó al fin. Caminó con lentitud hasta la ventana y antes de poner un pie en ella volteó para mirarla.
.No te preocupes por lo que digan, Kagome... algún día tendremos que afrontarlo... ¿no?
Ella sintió de pronto que el corazón latía con violencia. Era cierto, verdad, no lo había pensado. Miró a Inuyasha asustada y él sólo le devolvió una pequeña sonrisa, saltando hacia el patio. Se levantó de la cama hasta la ventana, como siempre ya no había ni rastros de él. Y ahora que Inuyasha había dicho eso... ¿no estaba sintiendo más pavor al imaginarse lo que pensarían en casa acerca de su relación?. ¿O deberían seguir fingiendo?
Continuará...
