Parte XIV:
Ella se acurrucó entre en él dando pequeños besos en sus labios, sonriendo ante el juego. Se quedó luego quieta mientras Inuyasha la tenía aprisionada con sus dos fuertes brazos a su alrededor, escuchando el ruido del viento allá afuera. La música seguía tocando y a ninguno de los dos parecía importarle el que estuviera a un volumen elevando. Dos golpes sonoros en la puerta hizo a Kagome incorporarse pero sólo lo intentó porque el joven la retuvo y ella cayó nuevamente entre sus brazos. Lo miró asustada e Inuyasha le respondió con una pequeña sonrisa.
.Inuyasha, ya baja esa música!- Dijo la fuerte y autoritaria voz de su hermano mayor, al otro lado de la puerta.
.Ya, tranquilo- Respondió el chico, de lo más natural, apartando un brazo del cuerpo de Kagome que se aferraba del miedo a su cuerpo y tomando el control remoto que estaba al lado, en su mesita de noche, y apretando finalmente el botón "power". El aire se quedó con estremecedor silencio y entonces ambos pudieron escuchar los pasos de Sesshoumaru que se alejaba del lugar.
.Me tengo que ir- Dijo de pronto la chica intentando levantarse pero él volvió a aprisionarla entre sus brazos y la miró con seriedad- de verdad- se disculpó la chica mirándolo asustada- es muy tarde ya... y nadie en casa sabe que he salido.
.Eres una malvada, vienes y luego me dejas solo.
.No seas tonto. – Respondió la hacia, finalmente tomando sus manos y saliendo de su prisión. Él la miró como ella se levantaba desnuda y comenzaba a vestirse rápidamente. – no era necesario que te ofrecieras de escolta al baile. No me gustan mucho esas cosas.
.¿No? A mí me parecen de lo más agradables. Siempre iba a los bailes allá en China.
.¿Fue así como conociste a esa novia tuya?
Inuyasha la miró con detención. Kagome se abrochó el chaleco sabiendo que sus palabras tenían otras intenciones. Esa novia de China, en quien él había depositado sus primeros besos.
.Ella... - Comenzó Inuyasha a hablar con seriedad. Kagome se detuvo y lo miró atenta. Él esquivó su mirada unos segundos pero luego alzó los ojos y los fijó en los de ella.- ¿Es necesario, Kagome?
Ella pestañeó confundida, y movió la cabeza negativamente.
.Lo siento... pero... quiero saber... - Se sentó a su lado en la cama y se miraron unos instantes. Ella al fin sonrió y acarició su mejilla tiernamente, gesto al cual el chico cerró los ojos dejándose llevar - si no tiene importancia para ti... entonces tampoco lo tiene para mi.- Respondió al fin, convencida. Él abrió los ojos sonriendo ampliamente y se alzó hasta ella para tocar sus labios y depositar un pequeño beso. Kagome se aferró a sus dos antebrazos, tocando la musculosidad de esas zonas. Sonrió ante el escalofrío que se hacía presente en su cuerpo y se separó rápidamente de él.
.Dame otro beso- Suplicó el joven con los ojos aún entrecerrados. Kagome sonrió y se inclinó otra vez, pero él tomó su nuca fuertemente con una mano y la besó con pasión. Luego de unos instantes en que ella ya comenzaba a sentir que la piel comenzaba a arder, se separó aún jadeante y lo miró.
.Ya no sigas... o me quedaré y tendrás problemas...
Inuyasha rió estruendosamente y Kagome se abalanzó a él tapándole la boca. Él comprendió de inmediato y le hizo un gesto dándole a entender que se calmaría.
.¿Yo tendré problemas?- Susurró divertido- ¿yo tendré problemas?. ¿Recuerdas que fui yo quien ganó?
La chica le dio una pequeña sonrisa cruzándose brazos. Claro que lo sabía, perfectamente lo sabía, aun lo tenía muy claro en la memoria, y en la piel.
.Eso está por verse.- Respondió aún jugando con las palabras, dándole un fugaz beso en los labios que él no alcanzó a reaccionar. Se dirigió hasta la ventana y la abrió.- nos vemos en el colegio.- y dicho esto saltó hacia el exterior tal cual como él lo sabía en su alcoba. Inuyasha sonrió complacido y luego se recostó en la cama, aún sentía el aroma de la chica entre las sábanas y en su propia piel. Pero su sonrisa se borró de pronto al recordar las duras palabras de Sesshoumaru: "Compórtate como alguien de nuestra casta... si has prometido algo, cúmplelo". ¿Qué era lo que quería decir el muy infeliz¿Qué demonios pretendía?
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Bankotsu la vio llegar con una sonrisa en los labios y las mejillas ruborizadas. Vaya, sí que era hermosa, pero ¿porqué para ella él no existía? Simplemente la muchacha pasó a su lado sin siquiera mirarlo y eso, eso era inconcebible. Pero cómo, si todas las chicas lo perseguían para estar con él ¿porqué Kagome no? La siguió hasta el salón desde el cual la miró con detenimiento desde la puerta. Kagome saludaba a sus amigas risueña y distraídamente, mientras pasaba su mano por el negro cabello, tras su oreja y sentándose en el pupitre, reía jovial y despreocupada.
- Se parece mucho... a ella- Murmuró, mientras los recuerdos se acomulaban a su memoria los días de verano allá en su país, una joven de similares características, pero con un carácter totalmente opuesto al de Kagome. No fue necesario rondarla demasiado. Aún lo recordaba, una joven despechada y que nombraba a su antiguo amor a cada instante, incluso cuando intimaron. Así era ella, y así lo maldijo él también. No era que estuviese enamorado de esa joven, sino que hería en su orgullo de hombre el que hasta en aquellos momentos lo nombrara, a Inuyasha. A ese tonto que ahora volvía a ganar, porque ésta joven, Kagome, parecía igualmente absorta a él. Tendría que idear algo para separarlos, tal vez, así, de esa forma, Kagome caería, sino por despecho o rencor, en sus brazos... igual que la otra...
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.No me gustan estas fiestas- Murmuró Kagome cruzándose de brazos mirando a su alrededor. Inuyasha tomó su mano apretándola con fuerza y entonces ella lo miró pasmada, intentando soltarse de él.- ¿qué haces, Inuyasha!
.Tranquila ¿porqué te pones tan nerviosa? Estamos en la escuela, aquí a nadie le importa que seas mi novia.
Kagome lo miró absorta ¿dijo novia, bueno... al menos eso era un avance y aquel argumento la hizo tolerar la situación.
- Mmmm... es cierto... lo... lamento... - Murmuró avergonzada. El joven caminó con ella hasta la pista mientras todos bailaba una romántica canción. Las luces eran tenues y de colores, difícil también era verse las caras, lo que hizo a la chica seguir el juego y se abrazó a su cuello. Total, era sólo un baile y nadie podría sospechar... y razón tenía Inuyasha, en el colegio a nadie le importaba. La abrazó por la espalda acercándola a su pecho. Sus manos se deslizan una y otra vez por la espalda tibia y desnuda de la chica. Kagome se mordió los labios, aquellas caricias de él, como siempre, quemaban.
.¿Me quieres?- Le preguntó el chico al oído. Kagome sonrió ocultando su cara en su cuello, aspirando el aroma de su fragancia, tan varonil y excitante.
.Mucho.- Respondió dándole un pequeño beso en el cuello. Él sonrió complacido ante la declaración y su afecto.
.¿Cuánto?
Kagome dio una pequeña risa y sintió cómo él la estrechaba más fuertemente contra su cuerpo.
.¿Qué dices?- Preguntó divertida.
.Cuanto.
.Mmmm...
.Cuánto
Kagome levantó una ceja.
.Pareces un niño!- Le reprochó, pero luego se alzó de puntiitas y le habló a su oído.- pero no te quiero... te amo... más que a nada.
La apartó de si mirándola feliz. Ella buscó sus labios y la estrechó con más fuerza. Todo parecía tan perfecto ahora, que los problemas y las dudas quedaban al olvido. Bankotsu miró la escena sintiendo la envidia corroer su alma. Maldito Inuyasha, parecía tan feliz al lado de la chica que parecía dorarle. Pero, él ya tenía una carta bajo la manga, y aquella muchacha, la de China, lo ayudaría, pues la muy ingenua aún estaba enamorada de aquel tonto. Los vio alejarse de la pista sonriendo cómplices en dirección al patio. Les arruinaría el jueguito. No, no dejaría que ese Inuyasha disfrutase de su felicidad.
Kagome entrecerraba los ojos sintiendo cómo él besaba su cuello una y otra vez, mientras sus manos se deslizaban con poco recato sobre sus pechos, respirando entrecortado ante cada caricia recibida. Ella se aferraba fuertemente a las mangas de su traje hasta que para su sorpresa, la mirada inquietante de Bankotsu sobre ellos, mirándolos con una pequeña sonrisa, la hizo saltar de un brinco, alejando bruscamente a su novio de ella, mientras intentaba acomodarse los cabellos un poco avergonzada. Bankotsu se acercó hasta la pareja mirándolos de pie a la cabeza. Inuyasha luego volteó carraspeando, ideando una excusa en el caso que fuese un profesor chaperon el que los hubiese sorprendido, pero cuando sus dorados ojos se encontraron con los burlones del otro, arrugó el ceño enojado y sus manos se crisparon de rabia.
.¡Qué quieres Bankotsu¿Acaso estabas espiando?
Bankotsu lo miró burlón acercándose más a la pareja, comenzó a aplaudir, a lo que Kagome ladeó la cabeza, confundida.
.Bravo, bravo Inuyasha, si que le has jugado un buen papel a ella.- Dijo el otro mirando a Kagome.
.De qué hablas! No he estado jugando con Kagome. Ella es mi novia, maldito infeliz.
Bankotsu se detuvo frente a ellos mirándolos alternadamente el uno al otro.
.¿Novia?. ¿Y qué pasó con la novia de China?
.¿Hasta cuando dejarás de molestar Bankotsu? – Preguntó Kagome exasperada. Inuyasha miró al otro chico triunfal y pasó un brazo por sobre los hombros de Kagome.
.Déjate de molestar, ve a hacer tu propia vida- respondió Inuyasha sarcástico. Bankotsu lo miró con rencor, luego miró a Kagome con detenimiento. Ella se acercó instintivamente más a Inuyasha, sintiendo de pronto un escalofrío recorrer su cuerpo. Era extraño, de pronto la mirada de ese chico se le hizo atemorizante.
.Y tu, Kagome... ¿vas a seguir con él... aún sabiendo que su novia espera un bebé?
Continuará...
N/A: Hola chicas, ya sé, ya sé, tanto tiempo que no escribo este fic pero la verdad es que me he inspirado en el otro y mejor dejo que me llegue la inspiración antes de escribir algo que no vale la pena¿verdad?. Ah! Este fic ya esta por terminar... pronto, muy pronto, si no es en el próximo capítulo será en el subsiguiente... y... n.n necesito reviews para alimentar mi alma (no sólo para este, sino para el otro fic también)¿si? Nos vemos y gracias por leer.
