Hola!! Ya estoy aquí de nuevo... esta vez he tardado en actualizar un poco más... lo siento!!! ( Ah.... ¡¡Y vuelvo a tener reviews!! D
Mairim: wapa!!! M alegro de que te haya gustado!! No te preocupes, que no tenía la intención de dejar de escribir!! Jejejejej (ahora no... me lo paso demasiado bien!! XD) Un ptuneet, pesiosa!!
Lyra: nena!!! Ia stic aki, ia a arribat larale!! XDDD (deixau... xD u.u') res, k com t dit aket mati el pujo ara, a primera hora, e??? Not pots keixar!!! Jejejeje... segueix llegint, sisplau!!!
Mereth: enu... a tu ke dirte?? XDDDD nomes ke moltes grasies per tot, i ke akest capitol x mi es mol special muajajajajaja i si sta minimamen potable es xk algu la corregit! ;D
Lanier!!!!!!!: wooooo!! Wooooooooooo!!! (Nindë se sonroja al leer el review!) Wooooooo!!!! Muchísimas gracias!!!! 0 Me hizo muchísima ilusión.... siento haber tardado tanto!! (y siento haber respondido a tu review el último, pero es que los he ido respondiendo empezando por el último que recibí... no se si me explico!! nnU) Pues eso, que espero que te guste y que sigas leyendo y enviando estos estupendos reviews!!!
Hablando del capítulo... bueno, solo añadir que me lo pasé genial escribiéndolo (soy así jejejje) que es cortito (Dicen que si bueno y breve, dos veces bueno... pues si no es bueno, que como mínimo sea breve, no?? Muajajaj) y que está betado por Mereth... como todos!! Jejeje...
Ahora sí que os dejo con el capítulo...
Nindë Boot
Capítulo 3: Un terrible error
La puerta hizo un golpe seco, y tres chicas idénticas subieron la cabeza hacia ella, con cara de terror, aunque quien había entrado las miraba con auténtico pánico. Ellas fueron más rápidas, y gritaron a la vez "Desmaius", asustadas e histéricas, así que la figura del extraño rebotó contra la puerta y cayó al suelo, golpeándose brutalmente contra el suelo.
Antes incluso de que ninguna de las tres se le acercara, exclamaron:
- ¡Mierda!
Se miraron entre sí, y se acercaron, temerosas.
- ¿Nos habrá visto?- preguntaron, al unísono. Se miraron y sonrieron.
- ¡Me cago en todo lo cagable!- exclamó una de ellas, avanzando el brazo para girarlo. Las tres lo cogieron y lo tumbaron en un sofá.
- ¿Por qué ha entrado aquí?
- Parecía que huía de algo...
Mientras pensaban que hacer con ese chico, sonó algo, a sus espaldas. Las tres se giraron y se miraron, era el pequeño reloj de arena que estaba encima de la mesa.
- ¿A quién le toca irse?
- A mi.- respondió una, cogiendo el giratiempo y dando una vuelta. Desapareció de inmediato. Las otras dos se miraron.
- ¿Ahora qué hacemos?
- No sé... primero esperemos... luego... cuando tú te hayas ido, yo lo sacaré fuera de esta sala y, desde lejos, le despertaré. Con un poco de suerte, creerá que ha sido el golpe de la cabeza, o un sueño... o algo así.
- Buena idea.- Le dijo la otra, y volvieron al trabajo, aunque de vez en cuando dirigían nerviosas miradas al rubio que estaba tumbado en el sofá.
Al cabo de tres cuartos de hora, una de las Hermiones se levantó, asegurando haber terminado la redacción de Herbología, haber encontrado la información de Defensa que la profesora Margeritte Lanier (la nueva profesora, sustituta de Dolores Umbridge, y con tan poca semejancia a ella que parecía que Dumbledore la hubiese buscado a propósito) les había mandado, y haber redactado el informe de Aritmancia. Cómo no tenía nada más que hacer, hasta que sonara la alarma del reloj de arena que había en la mesa, se acercó al caldero que había dejado la Hermione que ya se había ido. "Casualmente", al lado del caldero estaba el extraño, dormido.
- Será un cabrón, pero está buenísimo.- susurró, aunque la otra Hermione pudo escucharlo.
- ¡¡Cállate!!
- ¡Oh, venga, Hermione! Sé que tu lo piensas, porque eres yo... digo que soy tu... bueno, que ya me entiendes!
- Sí, pero decirlo en voz alta es aceptarlo... y eso son palabras mayores.- explicó la Hermione que ahora practicaba intentando convertir a Crookshanks en un aveto.- Me da un poco de pena...
La otra chica le miró, asustada, alejándose del chico.
- ¿¿Quién?? ¿¿¿¿Malfoy????
- ¡¡No!! Crookshanks... este curso no paro de transformarle... pero es que es el único animal al que tengo cerca... ¡porque Ron no se dejaría!
Ambas rieron, y el reloj de arena volvió a sonar.
- Que vaya bien con el rubito.- se dijo, mientras hacía girar una vez su giratiempo y desaparecía.
La única Hermione que quedaba suspiró. Ahora se sentía mucho mejor... no era que no le gustara estar consigo misma... pero debía admitir que no era la mejor compañía del mundo. Miró a Malfoy, que seguía durmiendo inconsciente en el sofá, y decidió que iba siendo hora de que se fuera de allí. Pero en ese momento Crookshanks intentó huir, con medio cuerpo inmóvil y lleno de ramitas y chocó contra el caldero, quedando inconsciente.
- Mmmm... pobrecito Crookshanks... te prometo que esta es la última vez que te uso de conejito de indias- aseguró, mientras susurraba un "enverate", para despertar al animal, girándose para coger el libro y realizar el contrahechizo de la transformación en árbol.
Pero cuando se giró, el libro, la varita y el estómago le cayeron al suelo: Crookshanks seguía tendido en el suelo, con un aspecto lastimable; mientras que un chico rubio y estúpido se estaba incorporando y la miraba con cara de idiota.
Se quedaron más de dos minutos en silencio, el Slytherin con cara de concentración (sin duda intentando recordar) y Hermione a punto de echarse a llorar:
- ¿¿He-apuntado-mal?? ¿¿He-des-per-tado-a-Malfoy?? ¡Seré inútil!
Antes de que Malfoy reaccionase, ella se giró y empezó a recoger sus cosas, despertó al gato, lo devolvió a su forma original y se dispuso a irse de allí, sin ni siquiera girarse a mirar al chico. Cuando llegó a la puerta y empezó a abrirla, una mano la cerró brutalmente. Hermione se giró, temiéndose lo peor y encontrándose encerrada entre los brazos del rubio engreído.
- ¿Qué me has hecho?- preguntó lentamente Malfoy, arrastrando las palabras y saboreándolas. Parecía contento.
- Nada.- respondió ella, secamente, intentando deshacerse de el chico. Él rió por lo bajo.
- Mira, estúpida sangresucia, ahora tengo la oportunidad de darte tu merecido, así que no pienses que te dejaré escapar. ¿Qué me has hecho? Yo no he llegado allí- dijo, señalando el sofá con la cabeza.- por pie propio, ¿qué me habéis hecho, tu y... y... y las... otras...?
- ¿¿Qué otras??- disimuló Hermione.- Mira, Malfoy, yo lo único que he hecho a sido arrastrarte hasta el sofá cuando te has desmayado, pero si tienes que agradecérmelo así, no te preocupes: la próxima vez te dejaré en el suelo.
- No te hagas la lista conmigo.- le recomendó Malfoy, apretando los brazos de la chica contra la puerta.
- ¡Suéltame!- exclamó ella, él relajó un poco la fuerza que hacía, pero no se apartó.- Malfoy, apártate no sea que me dé alergia tenerte tan cerca!!!- le gritó ella, intentando apartarse. Le tenía demasiado cerca.
- ¿Y por qué debería hacerlo?- preguntó él.- Lo haré cuando me digas qué está pasando aquí, porque sé... sé... lo que he visto, Granger.- dijo él, decidido. Se miraron, pero ella no respondió nada solo lo miraba con los ojos muy abiertos, así que él sonrió de lado, con esa arrogancia típica de los Malfoy y preguntó en un susurro irónico, acercándosele más aún.- ¿¿O es que te pone nerviosa tenerme tan cerca??
- Apártate, o te daré una patada.- escupió Hermione, cerrando los ojos e intentando zafarse. Pero él la tenía inmovilizada y, aprovechando que ella había cerrado sus ojos, se dejó llevar por sus instintos, y se le acercó más, y más, hasta que la tenía tan cerca que creía poder oír a su cerebro, buscando desesperado una salida. Era inútil, no había salida: el chico se acercó lo poco que quedaba y la besó, una vez y otra, con besos apasionados, cortos y seguidos, hasta que aprofundizó el beso, llenando con su lengua viperina una boca que no le rechazó.
Se separaron cuando el aire se agotaba en sus pulmones, y entonces Draco le soltó los brazos y la condujo hasta el sofá, volviendo a besarla desesperadamente. Ella se dejó llevar hacia allí, en estado de shock, dejando su mochila, sus pergaminos y a Crookshanks en la puerta. Se sentó, y Draco se le acercó de nuevo. Volvieron a fundirse de nuevo en un beso, pero cuando volvieron a separarse, Hermione tartamudeó:
- ¿Qu-qué es-stás haciendo?- intentó que sonara feroz, pero más bien pareció asustada.
- No lo sé.- respondió Malfoy, pero no se paró a pensarlo, puesto que volvió a juntar sus labios con los de ella, para conocer con urgencia su lengua, que luchaba para gobernar la situación (sin éxito alguno), para recorrer toda su boca y su cuello a base de besos, y su pierna a base de caricias.
Hermione se dejó llevar, en un principio pensando en que debería alejarlo de ella y salir corriendo (pero sin hacerlo), hasta que él puso su mano en su pierna y empezó a besarle el cuello, momento en el que le entró un gran pánico. Al ver que el estúpido ese no avanzaba más, le dio las gracias mentalmente y se abandonó al placer que producía esa lengua de serpiente contra la suya, o esos dientes perfectos mordisqueándole suavemente los labios o el cuello... Y sintió como ella también lo necesitaba, mientras sus manos se dirigían solas hacia la espalda del chico, acariciándola, trasladándose rápidamente hacia su pelo, despeinando el siempre perfecto aspecto de Draco Malfoy. Notaba como se aceleraba, y algo dentro de sí le pedía más y más, mientras el chico apenas la dejaba respirar, lamiendo sus labios, sus dientes, su boca, su lengua juguetona. Sin que ella ni se diera cuenta, Draco la tumbó del todo, tumbándose él al lado (el sofá de repente parecía más grande...) (N/A: estando en la Sala de Menesteres no es nada raro tampoco... xD) y aprovechó la situación, sin ni siquiera pensar en lo que estaba haciendo: una de sus manos recorrió sola la pierna de la chica, hasta llegar al borde de la túnica, y empezó a subir, despacio, acariciando la suave piel de la chica, mientras la otra mano tocaba distraída un mechón de su emmarañado pelo, y su lengua se paseaba por su cuello.
Su mano ya llegaba a la cintura, y a su paso iba subiendo la túnica de Hermione (disimuladamente), cuando de repente ella se incorporó, alejando a Draco de sus labios, se levantó del sofá, cogió sus cosas y salió corriendo.
Llegó a la Sala Común haciendo tremendos esfuerzos para no llorar, así que pasó de largo (haciendo ver que no oía a Harry llamarla) y se encerró en la habitación. Cerró la puerta con magia y puso un hechizo silenciador en las paredes y la puerta, por si acaso.
- ¿¿¿Es que me he vuelto loca???- se gritó a sí misma.- ¿¿QUÉ HE HECHO?? Dios mío... ¡¡Como alguien se entere!! ¡¡Pero... ¿C"MO? ¿¿POR QUÉ?? ¿¿Por qué no le he apartado?? ¿¿Por qué no le he impedido que se me acercara?? ¿¿Por qué no le he dado una patada?? ¿Por qué lo he permitido? Acaso yo... ¡¡OHHHHRG!! ¿¡¿¡¿PERO QUÉ HE HECHO?!?!?
Cogió el libro de Defensa y empezó a darse golpes con él en la cabeza (N/A: no lo intenten en sus casas!! xD), hasta que se cansó y el dolor ya no le permitía pensar, con lo que dejó de atormentarse, aunque siguió sintiéndose fatal, y pequeñas pero numerosas lágrimas de rabia corrían por sus mejillas.
Esa noche estuvo muy nerviosa y, si en alguna ocasión, alguien le dirigía la palabra, ella se molestaba con una facilidad increíble y acabó márchandose del comedor sin cenar, porque le apetecía sopa pero estaba demasiado caliente, la carne demasiado hecha, no quería ninguno de los postres que había y una cabecita rubia de dos mesas más allá estaba demasiado tranquila.
Apenas durmió en toda la noche, y lo poco que lo hizo aún le puso más nerviosa, puesto que soñó con un Harry Potter chillando que le había traicionado, que si quería ser la novia de Malfoy tendría que haber ido a Slytherin desde un principio, y no fingir que era su amiga para sacarle no se sabe qué información. Ella acababa delante de la profesora McGonagall, que la miraba decepcionada y le decía que tenía que echarla de Hogwarts por estar saliendo con un enemigo. Después, ella volvía a su casa, y terminaba siendo dentista como sus padres, en la misma consulta y con la misma bata que ellos, hasta que, poco a poco, se convertía en su madre, sin ninguna diferencia.
Se despertó de golpe. No, ella no era su madre.
- ¡¡Uff!! Ya está bien, ya estoy harta de esto... ahora mismo voy a ir a hablar con ese estúpido... ¿qué se ha creído? Yo tengo mis... mis... ¡mis ideas! No pienso salir con ningún mortífago, aunque mi vida dependa de ello! ¿Qué se habrá creído ese estúpido... malcriado y... y...
Hermione se levantó se puso las zapatillas, y fue hasta la puerta de la habitación, con un tremendo enfado encima, pero cuando iba a abrir la puerta, se le apareció un gato con cola roja y cara de pillo, que la detuvo.
- Hermione... querida... sabes que soy tu más fiel consejero, así que escúchame. Son las cuatro de la mañana, no sabes la contraseña de la Sala Común de Slytherin, y además... ¡no tienes nada que decirle a Malfoy! Solo ha sido un desliz, por ambas partes... seguro que él ni se acuerda...
- ¡No le escuches! Aunque claro... yo ya no cuento para nada aquí, ¿verdad?- replicó un gato que hasta estando enfadado tenía cara de santito, y que acababa de aparecer.- ¡Lo ves! No me escuchaste la última vez y has terminado liándote con un Slytherin! ¡¡Y no uno cualquiera!! Si me hubieras hecho caso...
- ¡Lo hecho, hecho está!- gritó el otro gato, bufando con exasperación.- Ahora lo que cuenta es que no puedes salir de la habitación, para ir a buscar al rubito... y menos con esas pintas...- añadió, mirándola de arriba abajo.
- ¡¡Ni con estas pintas ni con ninguna!! Hermione, vuelve a la cama ahora mismo.-le ordenó el gato que parecía resplanceder en la oscuridad. Ella obedeció.- Mañana buscas a ese Malfoy, lo llevas a un lado...
- ¡¡Sí!!- gritó emocionado el gato picarón, aunque cuando el otro siguió, le cambió la cara.
- ... y le aclaras las cosas. Le dejas claro que fue un error, y todos contentos.
- Sobretodo tú.- susurró el gato de cola roja, antes de desaparecer, soltando otro bufido de desesperación.
Hermione volvió a tumbarse, pero no pudo dormir más.
Al día siguiente, a primera hora, tenía dos clases a la vez, así que cuando terminó Aritmancia, usó el giratiempo y fue a clase de Encantamientos, pero antes de entrar, se cruzó con alguien en los pasillos, y decidió que cuanto antes arreglara las cosas, mejor. Iba acompañado por un grupo, pero se quedó atrás hablando con Snape y cuando terminaron, Malfoy se dirigió hacia el vestíbulo, para salir a los jardines a clase de Herbología.
Cuando se cruzaron, él ni la miró, hasta que ella le cogió de un brazo (como quien no quiere la cosa) y se lo llevó a rastras hacia un aula vacía. Una vez allí, le soltó y le plantó cara.
- Tenemos que hablar.- le dijo, aunque era obvio que si le había llevado hasta allí no era para hacer ganchillo.
- Oye, mira...
- Déjame hablar.- le cortó la chica.- Fue un error, no sé por qué te me tirastes encima, pero...
- ¿¿Qué yo me tiré encima de ti??- le preguntó el chico, con los ojos muy abiertos.
- ¡¡Hombre, pues sí! Yo solo me iba, cuando tú...
- Cuando yo me interesé por qué me habías hecho. Luego te me insinuastes, y yo accedí a tus súplicas.
Hermione no salía de su asombro.
- ¿Que yo...? ¿QUÉ?
- Oh, vamos... no te pongas así, ya sé que soy irresistible para casi todas las chicas, solo accedí a hacerte pasar un buen rato, porque no tenía nada mejor que hacer.
- ¡Oh!- casi gritó la chica, pensando que esa serpiente asquerosa era hasta más imbécil de lo que ella había creído. Se debatió un poco consigo misma, sobre si irse, insultarle, escupirle... pero al final se decidió y le dio tal bofetón que estropeó por un tiempo la perfecta y pálida cara de Draco Malfoy.
Pasó por su lado, decidida a irse, pero él la agarró del brazo, igual que ella había hecho para llevarle a esa aula.
- ¿Sabes que eres muy predecible?- le dijo, con una media sonrisa que le dio un miedo espantoso a Hermione.- Por ejemplo, -añadió, como quien no quiere la cosa, sentándose encima de una mesa- si yo ahora te besase, me darías otro bofetón, si volviese a hacerlo, intentarías irte, pero solo con que insistiera un poco ya no te resistirías en absoluto.
La chica se lo miró, sintiendo como se aceleraba otra vez su pulso. ¿¿Quién había hablado de volver a besarse?? Se lo miró, levantando una ceja, mientras notaba el corazón en la garganta.
- Tranquila, no pienso besarte.- respondió el chico, con arrogancia, desviando la mirada hacia su reloj.
- ¿Por qué no?- preguntó ella, sin darse cuenta. Ambos se miraron, y ella reaccionó, se tapó la boca con las manos, sin entender qué había dicho ni el motivo, y se giró para irse. Malfoy, pero, no la dejó llegar muy lejos: la cogió por la cintura, abrazándola contra él, y, tras apartarle el pelo suavemente con una mano, empezó a besarle el cuello. Lo hizo muy lentamente, lo más despacio que podía, aunque con ese pequeño contacto, la chica ya empezó a respirar con dificultad.
Después de cerca de dos minutos, disfrutando de esa dulce tortura, la chica se giró y devoró los labios del chico, empujándolo inconscientemente hacia una de las mesas. Él saboreó el beso, profundizando, dejando a Hermione sin respiración, una vez y otra, hasta que se separó lo suficiente como para poder hablar. La miró, con esos ojos inmensamente grises, y susurró:
- ¿Ves como sí me deseabas?
E impidió que ella respondiera, besándola con locura, trasladando sus manos hasta el trasero de la chica, apretándola contra sí. Luego la separó, se mordió el labio inferior y se fue hacia la puerta, comentándole:
- Perdona, bonita, pero es que llego tarde a clase, otro día seguimos.
Y se fue, dejando a una Hermione atontada y confusa.
O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O.O
PD: Una pregunta que quería haceros... (tal vez debería ponerla en un foro, pero ya que estamos aquí lo pondré) ¿cómo se supone que van vestidos los alumnos de Hogwarts? Lo normal sería que fueran con la túnica y nada debajo, puesto que en los libros, Rowling dice claramente que en el tren, se quitan la ropa muggle y se ponen sus túnicas. Por otro lado, la mayoría de autores de fics describen a los personajes con ropa muggle... O también hay la versión de las películas, en que llevan las dos cosas... Problemas que les veo a todas las versiones:
Si fueran vestidos con ropa muggle... ésta dejaría de llamarse así!! No sería muggle si ellos también las llevan...
Si solo llevan la túnica... se van a morir de frío!! ¿¿Qué harán en invierno?? ¿Ponerse una túnica de cuello vuelto y larga hasta los pies?
Y la versión de las dos cosas... no sé, no le encuentro mucha lógica... (aparte de que considero muy "cutre" (con respeto a los que les guste) el uniforme típico de colegio inglés que les han puesto a los pobres actores...)
De todos modos, yo me he decidido por la versión de que solo llevan túnica, aunque se morirán de frío... Si alguien tiene la respuesta que me la diga, ¡¡por favor!!
PD2: Muchas gracias a todos los que habéis leído el fic!! D Y un montón de besos a los que dejen review (a los que lo lean... solo uno, por ser malos y no dejar review!! ;D)
PD3: ¡¡Reviewcito!!
