Carlos se levantó en la mañana con los primeros rayos del sol que atravesaban la ventana. No había dormido bien. Deseaba haber podido dormir con un ojo abierto. Esa cosa que vio la noche anterior era de verdad y estaba todavía en la casa.
Escuchó cuidadosamente. Ni un ruido. Su padre se había ido de seguro. Con un suspiro se volteo y vio unos ojos rojos viéndolo fijamente.
- Tu!!!!!!. – gritó a la criatura que estaba parada sin moverse al pie de la cama.
- Hola....... – emitió la criatura con sus labios.
- ¿Qué fue lo que hiciste ayer?
- Aprender a hablar.... ¿creo? – ¿Tu eres Carlos, si? – Dijo lentamente y pausado.
- Bueno, parece que tu ya sabias hablar .¿Dé donde vienes?
- No recuerdo.... – respondió el animal en forma de lagartija confundido.
- ¿ Qué le viste de interesante a mi computador?
- No lo se.... Algo de adentro me llamaba.....
- Bueno, quien quiera que seas, tenemos que regresarte a tu lugar. Mientras tanto creo que deberé mostrarte los alrededores.
Así, Carlos empezó a enseñar su casa al nuevo y molesto visitante quien señalaba todo y preguntaba todo y trataba de tocar todo, lo cual molestaba a Carlos.
- Mira. Me voy a bañar. ¿Por qué no te sientas frente a esa cosa que se llama televisión y ves algo por un rato, ¿ok?
- Esta bien. – respondió la criatura recibiendo el control remoto de Carlos.
Carlos salió de la ducha y se vistió rápido. Salió a la sala y vio a la criatura contemplar la pantalla en silencio. A esta hora todo lo que se podía ver en televisión eran telenovelas. Estaba viendo una, donde una pareja estaba a punto de besarse en la boca. Carlos se interpuso entre el y la pantalla.
- ¿Te diviertes?
- ¡Oye! Yo estaba viendo eso!
- No me digas que ves eso interesante.
- Usan mucho la palabra amor. ¿Sabes por que?
- ¿Amor? ¿Qué sabes tu de eso?
- Bueno, busque en mi cabeza y encontré cientos de definiciones.....
- Bueno... bueno... mira... el amor es un sentimiento humano. Significa que las palabras no son suficientes para describir y definir.
- ¿Por qué?
- Bueno... es algo que se siente. Cuando encuentras a alguien que te importa actúas de manera diferente a la usual. Aun así, hay muchas clases de amor..........bien, fin de la discusión. – dijo Carlos apartándose y caminando hacia la cocina. Luego dijo - Estoy preparando desayuno. Tu ¿Qué tomas?
- Yo? .......¿Comer? No gracias.
- Bueno. Olvídalo. – dijo Carlos a la distancia.
Después de desayunar Carlos regreso a su habitación para usar su computador. Todo era normal. La red estaba funcionado nuevamente. En una sala de conversación usual estaba Clara.
Hola Clara. ¿Que tal estas?
Estoy bien. Tuve examen ayer y me fue bien.
Me alegro. Tengo que contarte de mi vida. Las últimas 24 horas han sido una locura.
Mi día también fue raro. Bueno empieza tu......
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- ¿Qué? No otra vez! – exclamó Carlos cuando su teléfono celular empezó a timbrar.
Carlos lo tomó de su escritorio. La pantalla digital mostraba un número que el jamás había visto. Aun así, presionó el botón para recibir la llamada.
- Alo?
- Escúcheme con cuidado..... –decía la voz de un hombre que sonaba muy lejos y rodeada de estática. – Tiene que salir de su casa ahora.
- ¿Quien es usted? ¿Es esto una broma?
- Mientras hablamos un equipo especializado de gente viene a su casa con la policía...... Quieren a la criatura.
- Oiga!! Como supo....... – respondió Carlos nerviosamente quien fue interrumpido por el hombre nuevamente.
- No tenemos tiempo. ¿Tiene algún medio de transporte?
- ¿Cómo?
- ¿Tienes auto?!!!
- Si. Hay un carro parqueado en el garaje.
- Quiero que maneje al aeropuerto de su ciudad. Tiene que darse prisa. – dijo la voz antes que la llamada se cortara.
Carlos se paró de su silla muy nervioso. Cerró los ojos sin poder creerlo pero regreso a la realidad nuevamente cuando escuchó a la distancia el sonido de sirenas.
"Esto es ridículo!" pensó el mientras veía a su nuevo amigo en la sala viendo televisión.
- Niño lagartija! Se acabó la diversión. Tenemos que irnos. – dijo Carlos entrando a la sala apagando el Tv.
- Oye!!! Ese no es mi nombre!
- Entonces, ¿cual es?
- Uuuuuhhhhh.... no lo recuerdo. – dijo la criatura encogiéndose de hombros.
- Te llamaré Luis. ¿Que tal?..... Tenemos que irnos.
- ¿Adonde iremos?
- Te explicare en la salida. – dijo Carlos tomando las llaves de la camioneta pick up de la mesa del recibidor.
Bajaron al garaje por la escalera. Afortunadamente la gente prefería el ascensor por lo que nadie vio a Luis bajando. Además, por fortuna, la pick up estaba parqueada con el frente mirando a la salida; por lo que sería fácil sacarla del subterráneo.
Carlos se sentó en el asiento del conductor y le dijo a Luis que se agachara en el asiento del copiloto. Tomó aire y encendió el motor. Había recibido la licencia recientemente por lo que este seria su primer paseo alejándose de su barrio.
- Mi papá va a matarme!!! – murmuró mientras sacaba el auto a la calle.
Manejó por pequeñas calles secundarias hasta que llego a una principal. La séptima era una de las vías principales en esta ciudad.
- Ahora, ¿Cómo llego al aeropuerto.?..... – se preguntó Carlos en voz alta.
- A la derecha. – dijo Luis espontáneamente.
- ¿Que?
- Cuando estuve con tu computador ayer reconocí esta área de la ciudad en un mapa satelital. La ciudad solo tiene un aeropuerto principal.
- Esta bien. Entonces vamos a la derecha.....
Manejó por la Carrera séptima hasta la intersección con la calle 116. Miró hacia atrás y vio que en dirección contraria se encaminaban numerosas camionetas de color negro.
" Esto va en serio" pensó Carlos asustado.
- Ahora aquí a la izquierda. – dijo Luis como un autómata.
" Es como tener un GPS de carne y hueso" pensó Carlos mientras manejaba por las calles de la gran ciudad.
Manejó por un largo tiempo hasta la avenida Boyacá y luego tomó la Avenida El Dorado que era la única vía de acceso al aeropuerto.
- Me pregunto a donde vamos a parar...... – dijo Carlos cuando el teléfono móvil empezó a sonar dentro de la guantera.
Carlos alcanzó el teléfono y contesto.
- Parece que eludiste a los malos por ahora. – dijo la voz al otro lado de la línea.
- No se porque te estoy haciendo caso.... – dijo Carlos molesto.
- Hiciste bien. Ahora, pon atención. Cuando te diga, te estacionas cerca de un área donde hay hangares cerca. Hay un punto ciego donde nadie te verá. – el hombre hizo una pausa. Luego, súbitamente exclamó. – Ahora!!!
Carlos se arrimó al andén y parqueó la pick up muy cerca de una serie de puertas de acero.
- ¿Ahora que.?.... – le dijo Carlos al extraño
- Hay una cerradura electrónica que controla la puerta del extremo derecho. Ve allá y la abriré.
Ambos corrieron al extremo derecho. Nadie estaba allí.
- Listo.
- Cuando te diga, gira la perilla con suavidad y rápido corran hasta el final del corredor. No miren hacia atrás o se detengan hasta llegar al extremo.
- Un momento... ¿Cómo sabes que....?
- Ahora!"
Como si lo hubiera picado una abeja Carlos abrió la puerta y corrió por el corredor llevando a Luis de la mano.
- Bien. Nadie los ha visto. Ahora abre la puerta a la derecha. Hay una jaula de perro muy cerca cuando cruces. Dile a él que se meta allí. Luego, tu tienes que volver por donde entraste.
