Atlantic City (Estados Unidos)
Atlantic City, los casinos, las luces de neón, las ruletas, las maquinas pagamonedas, el ruido de las fichas de plástico que representaban el dinero y la algarabía del público que lo codiciaba.
TJ, había tenido una magnifica noche. Intercambió todas las fichas que había ganado en la caja de uno de los casinos para retirarse de allí.
Como un triunfador, se encaminó con su dinero recién adquirido hacia el estacionamiento donde tenía su motocicleta Harley Davidson a buen cuidado.
Arrancó la moto y partió sin saber que lo estaban siguiendo...
En una de las calles secundarias, se dio cuenta que un automóvil tipo limusina negro lo venia siguiendo desde hace un buen rato. TJ frunció el ceño y continúo conduciendo con calma hasta que llegó a un callejón desolado.
Después de apagar el motor, se bajó de la moto despacio y espero de pie hasta que la limusina se detuviera a unos metros de donde el estaba.
Se abrieron las puertas y descendieron 4 hombres con traje de sastre, muy fornidos y gafas oscuras.
Chicos! – exclamó TJ animadamente. ¿Qué puedo hacer por ustedes?
No te hagas el gracioso TJ. Ya sabemos de tus triquiñuelas para estafar nuestro negocio, y el jefe no le gusta.
Vamos, solo es un poco de dinero...
Cuando terminemos aquí, habrás deseado nunca haber pisado un casino en tu vida. – dijo el hombre mas alto y moreno poniéndose unas mancornas de hierro en las manos.
Los hombres caminaron lentamente hacia TJ.
Muchachos... Negociemos. – decía TJ cuando de pronto la limosina detrás de los cuatro hombres voló en miles de pedazos produciendo una enorme llamarada.
Los hombres sacaron sus armas de fuego sobresaltados. Apuntaron hacia atrás y no vieron a nadie. Al mirar nuevamente hacia adelante vieron un extraño animal cubierto totalmente de escamas naranjas. Tenia un hocico alargado con muchos filosos dientes. A pesar de su pequeña estatura su cuerpo era musculoso y se paraba sobre sus patas traseras con las delanteras colgándoles un poco pareciéndose a un tiranosaurio rex. Sus garras se veían largas y filosas.
Los hombres llenos de miedo dispararon sin cesar sobre la criatura a quien le entraban los disparos pero no se inmutaba siquiera. Luego, abrió sus fauces y de pronto arrojo una bola de fuego que paso muy cerca entre los hombres impactando nuevamente la limusina semidestruida destruyéndola completamente haciéndola saltar por los cielos.
¡Está bien TJ! – grito el líder de los hombres lleno de temor. – Llévate tu cochino dinero. – decía mientras corría despavorido junto con los otros tres hombres detrás de el.
TJ estaba paralizado de miedo. Después de unos segundos se dio cuenta que estaba a salvo.
Oye viejo... Gracias. – dijo TJ animosamente en agradecimiento.
No me agradezcas nada inmundo humano! – dijo la criatura volteando a mirar a TJ. – Estas vivo porque necesito que me hagas un favor. – decía la criatura con voz que parecía la de un niño pero era algo ronca.
¿Qué?
Ya me escuchaste! Sé que eres un humano escurridizo. Por ello, necesito que me ayudes a llegar hasta el computador del casino de la bahía.
¿Por qué no vas tu, e incendias el lugar? – dijo TJ.
No! Eso llamaría mucho la atención y me ha costado trabajo en estos días ocultarme de todos los humanos. Eso arruinaría mi misión.
¿De que estas hablando? – preguntó TJ.
�¡Eso es algo que no te importa! – respondió la criatura acercándose a TJ amenazadoramente.
Esta bien! esta bien!. Tu ganas! – Respondió TJ colocando las palmas hacia delante tratando de apaciguar a la criatura. Luego, bajo los brazos y dijo– Pero... necesitamos hacer algo con esa apariencia tuya.
Mas tarde, frente al casino de la bahía se detuvo la motocicleta Harley Davidson. De ella descendió un hombre de tez morena con el cabello a rape y luciendo muchas joyas doradas. Llevaba cargando en sus brazos a alguien. No podía decirse quien o que era porque llevaba un casco negro puesto encima y el cuerpo estaba cubierto con un pequeño traje para montar motocicleta.
Que hay hermano! – respondió otro hombre aproximándose a TJ.
Todo de maravilla! – saludó TJ estrellando sus puños contra los del hombre que le saludaba.
Oye¿Qué es eso que llevas ahí?
Es mi... mi sobrino... si ... mi sobrino.
Sabes que no puedes traer niños aquí TJ.
Lo se. Es que no tenia donde dejarlo... Solo será por un rato.
Esta bien...pasa. ¿Para qué son los amigos?
Caminó con confianza hasta el elevador que lo llevo hasta el segundo piso. El ruido de las maquinas pagamonedas se alejaba a medida que el ascensor llegaba a su destino.
La puerta del elevador se abrió, y TJ siguió caminando por el pasillo de alfombra roja hasta llegar hasta una enorme puerta doble custodiada por un enorme hombre.
Hola¿Está Manny?
El jefe esta abajo ocupado con unos clientes. No creo que quiera hablar contigo.
Oh, yo si creo. – respondió TJ sacando unos billetes y mostrándolos al guardia. – Mira. Yo le debo dinero al jefe y vengo a pagar.
Esta bien, pasa. – respondió el guardia con un suspiro. - Pero quédate sentado y no toques nada!
TJ atravesó la puerta y entró a la lujosa oficina. En el piso había una piel de oso, las paredes estaban cubiertas con discos de oro de artistas famosos y cuadros con fotografías de algunos de ellos. La alfombra roja en el piso tenia un encaje dorado y las sillas eran de estilo victoriano. Al fondo, estaba sobre la mesa, la terminal de computo.
Quédate aquí y cállate! – dijo la criatura debajo del casco bajándose del regazo de TJ y aproximándose a la mesa.
Saco una de sus garras del traje de motociclista y tocó la CPU. Los programas en pantalla empezaron a enloquecer.
Oye! Que haces. Mi jefe me va a matar! – susurró TJ parándose de la silla acercándose a la mesa.
El proceso había terminado pero en ese momento un hombre obeso con traje de etiqueta pasó por la puerta.
TJ¿Qué demonios estas haciendo!
Manny! Esto no es lo que parece.
Ah no?... Kyle! –gritó el hombre - ... ven aquí ahora.!
En ese momento la criatura levantó brevemente la viscera del casco y lanzo una bocanada de fuego en el momento en que entraron 5 hombres fuertemente armados al recinto.
Se formó una pared de fuego entre esos hombres y TJ y la criatura.
La única forma de escapar era por la ventana.
Descendieron forzosamente hasta el primer piso y se subieron rápidamente a la motocicleta que chirreó los neumáticos al arrancar a toda velocidad.
Necesito que me lleves al norte a reunirme con mis compañeros.
¿Qué? Estas demente! Pequeña sabandija. – gritó TJ mirando hacia atrás donde estaba sentada la criatura.
Hazlo! O te convierto en chicharrón...- respondió la criatura levantando la viscera del casco.
Esta bien...! Esta bien! No te enojes hermano... – respondió TJ conduciendo hacia la autopista de salida de Atlantic City a gran velocidad.
No habían pasado 10 minutos cuando un grupo de tres motos estaban persiguiéndolos. Un hombre sentado detrás de cada conductor tenia una metralleta.
Nos van a matar! – gritaba TJ tratando de esquivar el trafico delante del el.
La criatura se puso de pie en la parte de atrás del asiento de la moto apoyándose en la espalda de TJ y se quitó el casco.
Que vas a hacer! Nos vas a hacer caer! – gritó TJ quien le preocupaba caerse porque no llevaba casco. Tan solo llevaba unas gafas de aviador.-
Cállate y sigue conduciendo! – respondió la criatura abriendo sus fauces y lanzando unas bolas de fuego que al hacer impacto hicieron caer a los hombres de las motos tras de ellos.
Oye! Eso fue genial... – grito TJ. – Y... ¿hacia donde vamos?
Yo te avisaré cuando detenerte. – dijo la criatura colocándose el casco nuevamente.
"Excelente! Veemon va a estar muy complacido" – pensó la criatura frotándose las garras entre si.
